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  • Millonarias utilidades de dos farmacéuticas hasta el tercer trimestre del 2020

    Redacción Líderes y Agencia EFE (I)

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    Las multinacionales Merck y Pfizer presentaron los resultados financieros de sus operaciones hasta el tercer trimestre del año. Entre ambas firmas alcanzaron ganancias cercanas a los USD 20 000 millones.

    La farmacéutica Merck (conocida como MSD fuera de EE.UU. y Canadá) ganó USD 9 161 millones en los nueve primeros meses del año, un 22 % más en términos interanuales, superando las expectativas de los analistas en parte gracias a las exitosas ventas de su fármaco contra el cáncer Keytruda.

    Merck facturó en el período analizado un total de USD 35 479 millones, un 1 % más que los 34 972 millones que registró en las mismas fechas del año precedente.

    «La demanda de nuestros productos continúan siendo robustas y la producción, el suministro y la distribución de nuestros medicamentos, vacunas y productos de salud animal avanzan con una interrupción mínima» a pesar del impacto de la pandemia, dijo en un comunicado Kenneth C. Frazier, presidente y director ejecutivo de Merck.

    Frazier se mostró «confiado» en continuar avanzando en sus procesos y ensayos clínicos así como en «lograr un crecimiento sólido de los ingresos durante todo el año».

    En su presentación de resultados, la farmacéutica destacó el aumento de ventas de su medicamento Keyruda, que creció un 21% hasta los USD 3 700 millones así como las ventas de productos veterinarios que creció otro 9% hasta los USD 1 200 millones.

    Asimismo también se benefició del incremento de la demanda de su vacuna Pneumovax 23, para prevenir neumonías causadas por neumococos, en Estados Unidos, Japón y Europa debido a que muchas personas buscan evitar una enfermedad pulmonar durante la pandemia.

    La farmacéutica más grande de Estados Unidos, Pfizer, ganó USD 9 022 millones hasta septiembre de este año, un 46 % menos respecto al mismo periodo de 2019, unos resultados que, según la propia compañía, «continúan reflejando los impactos comerciales reales y anticipados de la pandemia de la nueva enfermedad del coronavirus de 2019 (covid-19)».

    En este sentido, la farmacéutica apuntó que los ingresos del tercer trimestre se vieron reducidos en 500 millones por la pandemia, debido en primer lugar a la reducción de la demanda de ciertos productos en China y la «interrupción desfavorable de las visitas de los pacientes en Estados Unidos, lo que afectó negativamente a la prescripción de ciertos productos».

    El director ejecutivo de la farmacéutica, Albert Bourla, mostró su confianza en el futuro de la compañía insistiendo en la transformación de Pfizer hacia una compañía farmacéutica «más pequeña, más ágil y basada en la ciencia».

    Los fondos mutuos son instrumentos de inversión que ofrecen atractivas ganancias. Foto: Archivo / EL COMERCIO
    Los fondos mutuos son instrumentos de inversión que ofrecen atractivas ganancias. Foto: Archivo / EL COMERCIO
  • Christian Cisneros: ‘El primer trimestre es fundamental’

    Pedro Maldonado

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    El Director Ejecutivo de la Cámara de la Pequeña y Mediana Empresa de Pichincha hace un balance de lo que ocurrió con las mipymes en el 2017. También realiza una proyección de las necesidades que enfrenta el sector en el año que empieza.

    ¿Cómo estuvo el 2017 para las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes)?

    El balance no es del todo positivo. En determinados sectores hubo decrecimiento, mientras que en otros se registró crecimiento y estabilidad en las ventas. También tuvimos preocupaciones con el ingreso de productos importados. Esto puede ser que abarate al consumo, pero va en detrimento de la industria local.

    ¿Cuáles fueron los sectores con pérdidas?

    Hemos visto sectores como el maderero, de la construcción o textil que han disminuido sus ventas en el 2017 frente al 2016 y esto se debe, por un lado, al ingreso de mayor producto extranjero. El anuncio de la tasa aduanera también generó cierta especulación, al igual que la ley de plusvalía en su momento. Eso hizo que se posterguen ciertas importaciones de maquinaria o bienes de capital. El sector gráfico también decreció el año pasado.

    ¿Y los ganadores?

    Entre los ganadores se encuentran el sector alimenticio, con un incremento de ventas de un 4%; el metalmecánico que no creció ni decreció; el de eventos, que es de los más nuevos, sigue evolucionando. El sector químico tuvo un ligero crecimiento a medida que la industria nacional fue reactivándose durante el 2017.

    ¿Qué pasó en las mipymes en temas de empleo?

    Mantenemos el empleo. Pero también hay casos de empresas que están cambiando su giro de negocio. Pero no hemos visto un incremento del desempleo de manera muy drástica. Estos indicadores van a poder afinarse en enero porque conocemos de empresarios que decidieron postergar recortes hasta fin de diciembre. Entonces, esos recortes se verán en enero y habrá una perspectiva más amplia de empleo y desempleo en las mipymes.

    ¿Y qué ocurrió con las inversiones?

    Fueron muy pocas, solo en sectores que están en crecimiento o en las que tienen la posibilidad de contratar con el Estado. En hidrocarburos, por ejemplo, se registra inversión para comprar materia prima y ser competitivos, pero en general casi no hubo mayores inversiones entre las pequeñas y medianas empresas. Se mantie­nen las condiciones del país y estamos en la misma capacidad instalada, que sigue en desuso. En promedio, el 22% de la capacidad instalada de las mipymes no se utiliza por completo en el país y esto ocurre porque no se incrementan las ventas.

    En el 2017 hubo cambio de Gobierno y de autoridades. Eso generó expectativas, temores y oportunidades. ¿Cómo impactó el tema en las mipymes?

    La llegada del nuevo Gobierno causó una expectativa interesante con el proceso de diálogo que se articuló. Allí participamos como Cámara, pero el proceso tuvo un desgaste porque no todo lo que estuvo consensuado en los diálogos se concretó y resultó. Un primer momento fue el llamado al diálogo, luego se concretaron algunos pedidos y un tercer momento se da ahora en el que se quiere volver a articular el diálogo, pero hacen falta reglas claras. Dialogar está bien, pero hay puntos que aún no son discutidos. Hay cerca de 80 propuestas que esperan respuesta de las autoridades.

    ¿Cuál es el planteamiento desde la Capeipi?

    Hemos pedido que se reactive el Consejo Consultivo Productivo y Tributario; no solo son temas tributarios, hay que dar impulso y liquidez al sector privado. Con las medidas del Gobierno hubo ganadores, entre los que están las mipymes que facturan hasta USD 500 000 al año, pero hay otras que generan encadenamientos productivos, como las medianas y grandes, que compran a las pequeñas y al sector de economía popular y solidaria, y que quedaron fuera de los beneficios. Lo primero en este año es activar esas propuestas y sus ámbitos como mercado, crédito, calidad, compras públicas, parques industriales. Eso tiene que resolverse paralelamente al tema tributario. En febrero viene la consulta popular y no queremos que se confunda el diálogo técnico privado con el momento político. Nosotros representamos a industrias que nos exigen resultados y esperamos que este año sea de resultados.

    El Gobierno también ofreció una Mesa de Competitividad. ¿Cómo está ese tema?

    Está pendiente que se active. Estamos convocados a esa mesa y habrá que seguir dialogando, Insisto: el acuerdo general fue activar el diálogo entre empresa privada y las autoridades, siempre que haya hechos concretos para no desgastar al sector privado.

    Con todo lo ocurrido el año pasado, ¿qué expectativas existen para el 2018?

    Lo primero es mantener el diálogo, pero con indicadores. El Gobierno creó una hoja de ruta, pero esta debe ser basada en propuestas, en cuándo se van a resolver y eso debe darse en los primeros tres meses del año. Tenemos temas como compras públicas, la eliminación del régimen especial y su impacto en las pymes, los accesos a mercados, qué va a pasar con nuevos acuerdos comerciales. Han mejorado ciertos indicadores, como el de acceso a crédito, pero aún hay trabas en la banca pública. Lo mismo en el sector privado, no sabemos por qué no bajan las tasas de interés. La tramitología es otro tema que debe abordarse, porque es un costo para las empresas quizá más alto que el tema impositivo.

    Es una larga lista de asuntos pendientes...

    Hay que reconocer que se ha avanzado en materias como crédito, catálogos electrónicos para compras públicas o acceso a mercados. La expectativa es resolver temas en los tres primeros meses y armar agendas sectoriales, para saber cuál será la política pública para este año y los siguientes. Esas respuestas se necesitan en los tres primeros meses. Luego, hasta junio, se requiere consolidar asuntos comerciales internacionales, discutir mecanismos para proteger la industria nacional. No queremos proteccionismo, pero sí cuidar los productos nacionales de calidad, controlar más el ingreso de bienes en las fronteras. Hay que activar la compra nacional y la exportación.

    ¿Y qué hacer para el segundo semestre?

    Con los resultados de la implementación de la política tributaria de los primeros seis meses, hay que valorar si hubo una reactivación económica. Si no es así, seguiremos en los diálogos.
    Además, está pendiente que el Gobierno presente ya un plan económico de largo alcance…
    Eso es necesario y urgente. Entendemos que habrá medidas de revisión en política pública. Pero los seis meses que vienen serán vitales. Si no hay reactivación económica habrá que seguir discutiendo mecanismos para reactivar al sector productivo. Nuestro pedido ha sido siempre tener mesura en las importaciones, somos productores y queremos segur produciendo en el país. El establecimiento de zonas industriales es otro clamor de las ­mipymes. La capacitación también es una urgencia. ¿Qué pasa con el aporte patronal que va a un fondo nacional de capacitación? Siguen siendo temas de arrastre
    y que ­tienen que ser resueltos.

    En la actualidad se desempeña como director ejecutivo de la Cámara de la pequeña y Mediana Empresa de Pichincha (Capeipi). Foto: Armando Prado / LÍDERES
    En la actualidad se desempeña como director ejecutivo de la Cámara de la pequeña y Mediana Empresa de Pichincha (Capeipi). Foto: Armando Prado / LÍDERES
  • El desempleo sube en Chile al 6,4 % en trimestre diciembre-febrero

    Agencia EFE

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    El desempleo en Chile se situó en un 6,4 % en el trimestre móvil diciembre 2016-febrero 2017, con un aumento de dos décimas respecto del anterior (noviembre-enero), informaron hoy fuentes oficiales.

    En términos interanuales, la tasa de paro supone un aumento de 0,5 puntos porcentuales, precisó el informe del Instituto Nacional de Estadísticas (INE).

    Las cifras estuvieron levemente por encima de las proyecciones del mercado y los analistas, que en promedio apuntaban a una tasa de desempleo del 6,3 % en el período.
    Respecto del trimestre anterior, el aumento del desempleo se explica por una disminución de los ocupados (-0,5 %) y de la fuerza de trabajo (-0,3 %), al tiempo que los desocupados aumentaron (2,2 %), señala el informe.

    En términos interanuales, el alza del desempleo respondió a un aumento de los ocupados (0,7 %), menor que el de la fuerza de trabajo (1,2 %), lo que implicó que los desocupados crecieran un 9,2 %.

    Lo anterior supuso que las tasas de participación y ocupación descendieran en 0,3 y en 0,6 puntos porcentuales, respectivamente, para situarse en un 59,4 % la primera y en un 55,6 % la segunda.

    En ese contexto, la fuerza de trabajo totalizó en el trimestre diciembre 2016-febrero 2017 8.749.870 personas, de las que 8.191.920 tienen empleo y 557.950 no lo tienen.

    Por sexos, el desempleo afectó al 6,1 % de los hombres y al 6,8 % de las mujeres.

    En la Región Metropolitana de Santiago, que concentra cerca del 40 % de la fuerza laboral de Chile, el desempleo se situó en el 6,5 %, que supone una subida interanual de 0,3 puntos porcentuales.

    Las regiones con las mayores tasas de desempleo fueron Tarapacá (8,9 %), en el norte del país, La Araucanía (8,7 %), en el sur y Atacama (7,9 %), también en el norte de Chile.
    En tanto, las que tuvieron menores tasas fueron Los Lagos (2,5 %), en el sur del país; Maule (3,4 %), en la zona central, y Magallanes (3,5 %), en el extremo austral del país.
    Por sectores, los mayores aumentos interanuales del empleo correspondieron a Suministro de Electricidad (12,4 %), Otras actividades de Servicios (10,6 %) e Información y Comunicaciones (8,3 %).

    Las mayores caídas, en tanto, correspondieron a Actividades de órganos extraterritoriales (-76,8 %), Actividades financieras (-12,1 %) y Actividades profesionales, científicas y técnicas (-4,6 %).

    Cientos de chilenos asistieron a un concierto del conjunto chileno Inti Illimani. Foto: Referencial
    Cientos de chilenos asistieron a un concierto del conjunto chileno Inti Illimani. Foto: Referencial
  • El primer trimestre cerró con un balance productivo negativo

    REDACCIÓN QUITO (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    El primer trimestre del 2016 terminó con una evaluación negativa en sectores productivos como los exportadores, la industria  textil, la pequeña industria, el sector de la construcción, la agricultura, el turismo, entre otros.

    La contracción económica del país, que se inició el año pasado, se mantuvo en los primeros tres meses, según voceros de gremios productivos. Una muestra del frenazo económico al que se refieren los empresarios es el crecimiento el PIB que en el 2014 fue de 3,8% y el año pasado cayó a 0,3%, según informó la semana pasada el gerente del Banco Central del Ecuador, Diego Martínez.

    Daniel Legarda, vicepresidente ejecutivo de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor), señala que solo en el primer mes de año las exportaciones no petroleras cayeron un 12,6% frente a enero del 2015. En cuanto a las exportaciones no tradicionales, la caída fue de 24,7%, añade el representante de los exportadores.

    Para Legarda, se trata de una caída fuerte con valores importantes. “Los datos son solo de enero, pero muestran que se mantiene la tendencia que se tenía en los últimos meses del 2015, con la reducción de las exportaciones”.

    Según este vocero, en Ecuador las empresas en general tienen un problema de competitividad que se afecta por la apreciación del dólar, pero fundamentalmente porque la productividad está más baja que en países con los que competimos como Colombia, Perú, Chile y países de Asia.

    El dirigente señala que hay brechas muy grandes por cerrar en competitividad. Como ejemplos menciona temas laborales o tributarios, así como los costos de energía que se vuelven un lastre para las empresas.  Pero también destaca que existen oportunidades con empresas que han mejorado procesos, incorporado tecnología y conseguido socios. “Hay mucho espacio por trabajar en pequeñas y medianas exportadoras, que tienen un músculo financiero más restringido que las grandes”.

    En el sector textil, la situación se agravó en el primer trimestre del año. Javier Díaz, presidente de la Asociación de Industriales Textiles del Ecuador (AITE), señala que “lastimosamente, el primer trimestre del año fue la continuidad de lo que pasó en el 2015”.

    Díaz calcula que el año pasado las ventas cayeron un 25% en este sector y que en el primer trimestre del 2016 la caída va por el 30%. “Somos uno más de los actores afectados por los problemas macroeconómicos que tiene el país”.

    Al hablar de oportunidades, el representante del sector textil se muestra escéptico. Díaz sostiene que no es tan simple que una industria como la textil pueda reinventarse y encontrar oportunidades. “Hay empresas que tienen un comportamiento diferente y por eso son líderes, pero no es una generalidad para el sector, son empresas contadas; algunas han tenido que achicarse para hallar oportunidades”.

    Sobre las fortalezas, Díaz indica que la más importante es la experiencia. “Las grandes empresas textileras con experiencia podrán enfrentar de mejor manera la contracción económica”.

    En la Cámara de la Pequeña y Mediana Empresa de Pichincha (Capeipi), gremio que agrupa a unas 1 200 empresas, hay preocupación porque las ventas del primer trimestre bajaron un 15% entre enero y marzo.

    La Capeipi aglutina a empresarios de ocho sectores entre estos de la construcción, alimenticio, textil, manufactura, maderero. Muchos han dejado de invertir y crecer, porque “de lo que se trata, ahora, es de mantener el trabajo”, según su titular, Marco Carrión.

    En esta coyuntura los negocios tienen una fortaleza en la creatividad. Así, para enfrentar la caída de las ventas, la firma de alimentos Proteinsa apuesta por elaborar alimentos a base de chocho, para incluir en su portafolio de la marca Green Product.

    La restricción perjudicó a los medianos empresarios

    El primer trimestre del año no dejó muy satisfechos a los representantes de la pequeña empresa. La restricción en las compras, debido a las dificultades económicas del país, fue la peor amenaza que enfrentaron. Además, los clientes limitaron el consumo y eso también les afectó.

    Una muestra de ello es la empresa Proteinsa, dueña de la marca Green Product que expende productos alimenticios. Paola Molina, gerenta de Mercadeo, cuenta que por el nivel de ventas registrado en estos meses, dedujo que la gente está ahorrando. “Si bien hubo afectación, esta no ha sido mayor”, refiere Molina, porque “cuando se trata de alimentos saludables la gente gasta un poco más”.

    Proteinsa oferta embutidos, fritada, hamburguesas, pescado o pollo hecho a base de soya o trigo. En esta empresa enero fue, por tradición, de los mejores meses porque la gente entra a dieta, tras las fiestas de diciembre. En el primer mes del año, dice Molina, el consumidor se inclina por una alternativa dietética. “Allí calzan nuestros productos”.

    Sin embargo, este año no fue tan provechoso. En el primer trimestre del 2016 las ventas bajaron en un 5% frente a igual trimestre del 2015. En ese mismo lapso del año pasado, el crecimiento fue del 10% en comparación con el 2014.

    Marco Carrión, presidente de la Cámara de la Pequeña y Mediana Empresa de Pichincha (Capeipi), gremio que agrupa a 1 200 firmas, es tajante al afirmar que las ventas de los afiliados al gremio han bajado un 15% entre enero y marzo. “De lo que se trata, ahora, es de mantener el trabajo”, dice el dirigente.

    Carrión indica que con ese panorama la mayor oportunidad que miran para sostenerse en el mercado es ofrecer nuevos productos.  En ese camino, por ejemplo, está Proteinsa que apuesta ahora por crear alimentos elaborados a base de chochos.

    David Maldonado, propietario de Incaburger, en cambio, ha sentido que su negocio ha permanecido estable en estos primeros meses del año. Él se apegó a la publicidad en redes sociales, en especial el Facebook, para atraer clientes.

    Con su negocio rodante, que emplea a 17 personas, cree que la mayor traba está en las disposiciones legales; no existe incentivo para ese tipo de emprendimientos alternativos y, al contrario, se ponen trabas burocráticas, comentó.

    Al igual que un negocio con local, él paga impuestos, tiene afiliados a sus empleados, cuenta con una planta de producción, pero no paga arriendo ni se mantiene fijo. Para Carrión las amenazas están en lo jurídico y en lo tributario. “A los medianos empresarios nos tienen pensando en los cambios y no nos concentramos en trabajar”.

    La demanda disminuye en los hoteles y agencias de viajes

    La actividad turística se movió en el inicio del año entre una caída de la demanda y la activación de estrategias, para cubrir la menor ocupación de hoteles, y la baja demanda de pasajes aéreos, según detallan voceros de este sector productivo.

    José Ochoa, presidente de la Federación Hotelera del Ecuador, asegura que entre el 2014 y el 2015 los ingresos en estos sitios bajaron un 6%. “Lo grave es que en los dos primeros meses de este año, el bajón fue de 20%, frente al mismo período del año pasado”.

    Este empresario indica que una de las debilidades del país, en materia turística es que ante la apreciación del dólar y la devaluación de las monedas en destinos como Perú y Colombia, Ecuador se vuelve un destino costoso.

    Entre las amenazas que Ochoa detecta se encuentra la tendencia del alojamiento bajo la modalidad de AirBnB, en la que los viajeros deciden hospedarse en hogares de los países que visitan, en lugar de acudir a los hoteles.

    El vocero de los hoteleros señala que esta modalidad de alojamiento se sintió en el país desde el año pasado y calcula que existen al menos 500 puntos de hospedaje que funcionan en Ecuador bajo esa modalidad. “Es un tema que debe regularse tal como ha pasado en otros países como Japón”.

    Otra amenaza está en el proyecto de reforma tributaria que elevaría los costos de las bebidas alcohólicas. “Eso encarece a Ecuador como destino turístico”.

    En las agencias de viajes también se acusa la contracción de la economía. José Luis Egas, presidente de la Asociación de Agencias de Viajes, sostiene que por la crisis se redujo la venta de pasajes en especial en el mercado doméstico. También, dice que la ocupación de hoteles ha bajado de dos o tres noches, a una o a ninguna en determinados casos, en especial con el cliente corporativo.

    Los viajes de ocio también han disminuido agrega Egas. “Eso se sintió claramente en los feriados de Carnaval y Semana Santa”.

    En Atacames, por ejemplo, en los días de descanso por Semana Santa se esperaban 20 000 visitantes, pero no llegaron ni 3 000, según reportes de empresarios turísticos de ese balneario de Esmeraldas.

    Ochoa y Egas coinciden en que existen oportunidades. Ambos señalan que por la misma crisis económica, los hoteles bajaron los precios y eso abre oportunidades para que los viajeros se hospeden con menores precios.

    Como fortalezas, el representante del sector hotelero destaca la capacidad instalada en hoteles dedos hasta cinco estrellas. También, mejoraron la calidad del servicio y las instalaciones de los establecimientos turísticos.

    La venta de cemento cayó un 24% en los dos primeros meses

    El sector de la construcción también sintió un arranque complicado en el 2016.
    El cemento es el principal indicador de este segmento y la comercialización de este insumo cayó un 24% al comparar los dos primeros meses del 2015 con el mismo período de este año. Según el Instituto Ecuatoriano del Cemento y del Hormigón, entre enero y febrero del año pasado la venta de cemento llegó a 922 790 toneladas métricas; y en el mismo período de este año la cifra bajó a 740 787 toneladas métricas.

    Entre los constructores existe incertidumbre. Joan Proaño, gerente de la Inmobiliaria Proaño, menciona que no hay certeza de cómo enfrentar la situación, puesto que constantemente se generan nuevas normativas gubernamentales que desestabilizan al sector. “Mientras no haya claridad, los compradores no van a invertir como antes”, sostiene este constructor que trabaja en Quito.

    Silverio Durán, presidente de la Cámara de la Industria de la Construcción, agrega que la falta de liquidez es una debilidad para el mercado en la actual coyuntura. Para este dirigente del sector, las oportunidades para crecer en este nicho están en las alianzas y en la llegada de nueva inversión extranjera para proyectos.

    Para Durán otra oportunidad fue el monto que destinó el Banco del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (Biess) para los créditos hipotecarios. Esto significó, según indica, una alternativa para los compradores de bienes inmuebles.

    Otra oportunidad que percibieron los constructores en el primer trimestre fue la opción de invertir, antes que depositar el dinero en la banca. “Los ecuatorianos prefieren invertir en inmuebles en lugar de guardar en la banca”.

    Con esto coincide Enrique Pita, presidente de la Federación Nacional de Cámaras de la Construcción del Ecuador. Además, añade que a pesar de que la construcción de vivienda cayó en un 50%, “el sector está sobreviviendo debido a las construcciones iniciadas el año anterior”.

    El diseño de estrategias también ayudó. Para hacer frente a la situación, el sector de la construcción optó por reducir el costo de entrada de una vivienda en un 10%, en relación con el año pasado, y generar propuestas con más beneficios para el bolsillo del comprador.

    Algunos constructores optaron por ser diferenciadores en ese sentido para ganar compradores. La Inmobiliaria Proaño, por ejemplo, optó por renovar sus políticas de comercialización. “Renovamos nuestras estrategias de venta, además de entregar equipadas las casas. Así nos hemos fortalecido este año”, concluye el titular de la firma.

    Entre los ‘commodities’, el atún es uno de los ganadores

    El sector agropecuario del país arrastra una racha de bajos precios, que en algunos casos, como el banano y el camarón vienen desde principios del 2015, y en otros, empezaron a sentirse desde este año, como en el caso del maíz. En el pesquero, la exportación de atún por el contrario evidencia un incremento del precio, pero por factores climáticos.

    A la contracción de los precios mundiales de estos ‘commodities’ se suma el problema del contrabando de productos agrícolas, que solo entre enero y febrero de este 2016 dejaron USD 704 120 en decomisos, de acuerdo con cifras del Servicio Nacional de Aduana del Ecuador (Senae). En el mismo período del 2015, los decomisos de productos agropecuarios no sobrepasó los USD 175 000.

    En febrero pasado, el sector ganadero ya alertó de la baja en las ventas de leche y de carga de res, desde octubre del año pasado, en el rango del 35 y 30%, respectivamente. Rubén Párraga, presidente de la Federación de Ganaderos del Ecuador, sostiene que la reducción se deriva de un bajo consumo de lácteos, del etiquetado conocido de semáforo y por el contrabando desde Colombia y Perú.

    El ingreso ilegal de animales se constata con los recientes decomisos de la Aduana, principalmente en la frontera con Colombia. En febrero pasado, la Senae decomisó 10 reses que intentaban ser ingresadas por Carchi (norte del país).

    La producción maicera sufre otro problema, relacionado con la presencia de plagas. Según la Federación Nacional de Maiceros, la cosecha de invierno de este año se reducirá en un 40% debido a la presencia de un hongo que ataca al tallo. José Herrera, presidente del gremio, es pesimista con respecto al sector. “El precio que pagan en las piladoras está en alrededor de USD 9,50, muy por debajo del precio oficial”.

    El sector pesquero, por el contrario, evidencia un incremento en el precio del atún. No obstante, ese aumento del precio es considerado por la industria atunera como temporal. “El fenómeno de El Niño calentó las aguas y provocó que el pez migre hacia aguas más frías, esto hace más costosas las capturas y que se incremente la demanda, lo que ha elevado el precio”, indica Roberto Aguirre, presidente de la exportadora Nirsa.

    Actualmente se paga alrededor de USD 1 600 la tonelada de atún, mientras que hasta diciembre no superaba los USD 900 la tonelada. En el caso del atún su fortaleza ha sido incrementar la inversión en el mejoramiento de las instalaciones, para competir en nuevos mercados, menciona Aguirre.

    La empresa Proteinsa elabora alimentos en base a soya. En el primer trimestre del año sus ventas disminuyeron un 5% en comparación con el mismo período del 2015. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
    La empresa Proteinsa elabora alimentos en base a soya. En el primer trimestre del año sus ventas disminuyeron un 5% en comparación con el mismo período del 2015. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
  • Los beneficios trimestrales de Walt Disney crecen un 19 %

    Agencia EFE

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    Walt Disney anunció hoy que en su primer trimestre fiscal de 2015 tuvo unos beneficios netos de USD 2 182 millones, un 19 % más que en el mismo período del ejercicio anterior.

    Al dar cuenta de los resultados cerrados el 27 de diciembre pasado, Walt Disney dijo que tuvo un beneficio por acción de USD 1,27, frente a los USD 1,03 que anotó en su primer trimestre fiscal del 2014.

    El grupo de entretenimiento, que integra el selecto grupo de treinta firmas del Dow Jones de Industriales, anunció que entre octubre y diciembre pasados tuvo unos ingresos de USD 13 391 millones.

    Esa suma representa un incremento del 9 % respecto a lo anotado en el mismo período de su ejercicio fiscal de 2014.

    El segmento de medios de comunicación, el que genera más ingresos para el grupo, tuvo un incremento del 11 % en los ingresos, que alcanzaron los USD 5 860 millones.

    Sus parques temáticos, por otra parte, aportaron USD 3 910 millones, con un aumento del 9 % respecto al primer trimestre del ejercicio fiscal de 2014.

    Los resultados fueron dados a conocer al cierre de las operaciones de Wall Street.
    En las transacciones electrónicas después del final de la jornada, los títulos de Disney avanzaban un 3,3 % al considerar los operadores que los beneficios trimestrales del grupo habían superado las expectativas.

    Walt Disney anunció que en su primer trimestre de 2015 tuvo unos beneficios netos de USD 2 182 millones. Foto: AFP.
    Walt Disney anunció que en su primer trimestre de 2015 tuvo unos beneficios netos de USD 2 182 millones. Foto: AFP.