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  • Iniciativa ecuatoriana promueve la medicina regenerativa y busca su aceleración en Chile

    Redacción Líderes (I)

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    Ecuador Dragon BioMedUSFQ es una iniciativa empresarial promovida por científicos y estudiantes de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ). Este es un emprendimiento con base en la medicina regenerativa que busca el desarrollo y comercialización de un nuevo proceso, el transplante de mitocondrias de células madres.

    La medicina regenerativa tiene el potencial de promover la reparación de los tejidos, y comprende varios enfoques interdisciplinarios novedosos, incluyendo el uso de terapias celulares, génicas y la ingeniería de tejidos.

    Este proyecto se suma al futuro de las terapias regenerativas con la aplicación de las mitocondrias, las plantas de energía de las células madre, que una vez aisladas y acondicionadas se pueden usar para reparar heridas causadas por accidentes o quirúrgicas.

    Tras 10 años de desarrollo, 12 publicaciones en el tema de regeneración y biología celular, una patente de invención y dos en curso, Dragon BioMed busca llegar al mercado con su producto DB-Heal, que al momento se encuentra en fase clínica de desarrollo en pacientes veterinarios.

    Dragon BioMed – USFQ surgió como un esfuerzo multidisciplinario donde su equipo constituido por Andrés Caicedo, profesor Investigador de la Escuela de Medicina, especialista en medicina regenerativa es su CEO. Francisco Cabrera, decano de la Escuela de Medicina Veterinaria y COO en las aplicaciones clínicas. Además, Ramiro Díaz, director del Instituto de Investigaciones en Biomedicina, es COO de relación con el cliente y RR.HH.; y el equipo se complementa con Verónica Castañeda, CTO desarrollo de patentes y tecnología, y Emilia Morales, CTO en Management, ambas Ingenieras graduadas en Biotecnología de la USFQ.

    El proyecto, con el auspicio de la Oficina de Innovación y Sostenibilidad y el Decanato de Investigación de la USFQ, tuvo su máximo impulso para llegar a constituirse como un emprendimiento gracias al programa de aceleración Brain Chile (Business, Research, Acceleration and Innovation) de la Universidad Católica.

    Una investigadora realiza análisis en el laboratorio de la USFQ.
    Una investigadora realiza análisis en el laboratorio de la USFQ.

    Este programa posibilita la aceleración de emprendimientos de base científico / tecnológica, originados en instituciones de educación superior en toda Sudamérica.

    De 300 equipos de toda la región, Dragon BioMed- USFQ está entre los seis equipos ganadores de la fase de aceleración, lo cual les permite avanzar hasta lafinal del evento.

    Esta fase final tiene dos componentes, el voto del público, quien elegirá al mejor emprendimiento de la región, y la rueda de negocios donde los seis equipos ganadores de la etapa de aceleración podrán competir por un premio de USD 53 000, que será repartido entre los 6 equipos donde los mejores pueden llevarse la mayor parte premio en una modalidad Shark Tank (programa de la cadena internacional SONY).

    Esta rueda de negocios también permite la interacción de los mejores con BUSSINES ANGELS e inversionistas. La final se desarrollará el próximo 25 de noviembre.

    Los votos del público se pueden registrar en el sitio  https://brainchile.cl/feria-prototipos/dragon-biomed/

    Las votaciones se cierran este día miércoles 18 de noviembre hasta las 08:00 (hora Ecuador)

    Equipo de docentes y estudiantes del equipo Ecuador Dragon Bio Med - USFQ.
    Equipo de docentes y estudiantes del equipo Ecuador Dragon Bio Med – USFQ.

    Andrés Caicedo, catedrático e Investigador de la Escuela de Medicina y CEO del proyecto. Fotos: cortesía USFQ
    Andrés Caicedo, catedrático e Investigador de la Escuela de Medicina y CEO del proyecto. Fotos: cortesía USFQ
  • ‘El liderazgo en la enseñanza marca el camino de la USFQ’

    Redacción Quito. (I)

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    La Universidad San Francisco de Quito (USFQ) cumple en este mes de septiembre 32 años de fundación. Es el resultado del sueño y el empuje de Santiago Gangotena González, su Canciller y fundador, quien habla de los logros alcanzados y de la proyección de la institución.

    ¿Con qué logros llega la universidad San Francisco luego de 32 años de trayectoria?

    Hace algunos años ya éramos considerados la primera universidad en el Ecuador, según los rankings internacionales. Somos la primera en investigación, con la biblioteca más grande del país, con 1,2 millones de títulos. Además, disponemos del sistema de computación más grande y con uno de los 10 mejores campus de América Latina, con los mejores servicios, laboratorios y enseñanza en ciencias e ingenierías del país. Todo esto sin dinero de impuestos. Es una universidad totalmente privada.

    ¿Cuáles han sido los principales retos en su historia?
    Mi visión fue no estar atado a las garras del Gobierno. Y el gran reto fue sufrir al correísmo que trató de acabar con la educación privada en el Ecuador. El otro gran reto fue llegar a ser la primera universidad de investigación del país sin recibir dinero del Estado. Se logró que el Gobierno ecuatoriano acepte a la universidad con la condición de no recibir dineros públicos, a pesar de que todos los que estamos aquí pagamos impuestos. Además, hemos logrado tener el mayor programa de intercambio de estudiantes de la región. Recibíamos 1 000 estudiantes extranjeros de 43 países antes de la pandemia. Tenemos alrededor de 300 convenios para programas internaciones y de investigación. Y el reconocimiento mundial está claro. Recibimos entre uno y dos académicos de afuera del país al día, como el presidente de la Universidad de Cornell, de la Universidad de California en Los Ángeles, de la Universidad de Houston, además de premios Nobel. Somos la primera universidad de la República en participar de un descubrimiento científico mundial como partícula Quark Top. También estamos en el grupo de las principales universidades del Pacífico donde también están la UCLA o el Caltech.

    Ustedes ya tenían experiencia en educación virtual. ¿Trajo la pandemia algún obstáculo en este servicio?
    Nuestro sistema de informática es muy avanzado. Por ello, fue un cambio casi natural. Pero más allá de eso, la universidad es una comunidad de amigos que trata de salir adelante. Cuando se presentan problemas, todos nos sentamos a resolverlos. Inmediatamente todos estábamos en las plataformas virtuales. Claro que se tuvo que cambiar procesos, pero fue rápido. El grupo de tecnología y los profesores nos acomodamos sin problemas.

    ¿Qué tipo de carreras cree que la universidad va a ofertar más luego de la pandemia?
    El punto de vista nuestro no es de especialidades. La USFQ es una universidad de artes liberales. Es decir, de formación integral de la persona y no de una especialidad solamente. Para mí la educación más que instruir, es formar. Nuestra idea es que no importa lo que estudie el alumno, tendrá un rango cultural tan amplio que le permitirá ingresar a cualquier área. Obviamente en las profesiones como Arquitectura, Medicina, Leyes y algunas Ingenierías se requiere más especialidad. Por eso, no creo que después de la pandemia se requiera algo más. Pero sí necesitamos una visión más integral de la vida.

    ¿Cómo se ve la universidad hacia el futuro?
    Seguimos batallando a pesar de todos estos avatares. Pasamos la guerra con el Perú, la dolarización y los problemas con todos los entes del Gobierno. Pero hay que tratar de sobrevivir. Uno no está tan preocupado en la esencia de la academia que es el pensamiento. Pasamos preocupados más en cumplir regulaciones que se le ocurren a un señor sentado en un escritorio y que no tiene la más remota idea de lo que es hacer universidad. La educación es arte, no existe un solo sistema educativo. Pero con este sistema socialista, autoritario, con falta de libertad es muy difícil crecer. Por eso mi idea era crear una universidad con la filosofía de libertad de hacer.

    El canciller Santiago Gangotena habla de los logros y los retos de la USFQ. Foto: cortesía
    El canciller Santiago Gangotena habla de los logros y los retos de la USFQ. Foto: cortesía
  • Estudiantes de USFQ ganaron concurso en EE.UU.

    Carolina Enriquez

    Annel Saavedra y Dominique Armendáriz, graduados de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), ganaron el concurso técnico de estudiantes de pregrado (Undergraduate Student Technical Paper Competition). Ellos concursaron por un proyecto de producción de harina de guanábana.

    Según la institución de educación superior, esta es la primera vez que un centro de estudios de Centro y Sudamérica queda en primer lugar.

    El evento lo organizó el Instituto de Ingenieros Industriales (Institute of Industrial and Systems Engineers, IISE, con sede en el estado de Georgia). La entidad aglutina a las escuelas de ingeniería industrial de las principales universidades del mundo; la competencia se desarrolló del 18 al 21 de mayo en Orlando (Florida).

    El equipo presentó el ensayo titulado: Aplicación de ingeniería industrial en alimentos: El uso del Mixolab para la evaluación de la calidad de la harina de trigo parcialmente sustituida por harina de residuos de guanábana para la producción de pan a través de un diseño mezclas-proceso es el nombre del ensayo de investigación ganó el certamen académico.

    Saavedra y Armendáriz son recién graduados de la carrera de Ingeniería Industrial de la USFQ. “La investigación nació como parte de su trabajo de titulación en enero de 2018 y ha continuado desarrollándose hasta el día de hoy. El proyecto es una aplicación de la ingeniería industrial a la de alimentos a través del diseño experimental”. El objetivo principal de este trabajo fue la utilización de residuos de una fruta -en este caso, la guanábana- para la creación de una nueva formulación de pan, explica la Universidad.

    Los profesores Gabriela Vernaza y Danny Navarrete junto a los ganadores Annel Saavedra y Dominique Armendáriz  Crédito: Cortesía USFQ
    Los profesores Gabriela Vernaza y Danny Navarrete junto a los ganadores Annel Saavedra y Dominique Armendáriz

    Crédito: Cortesía USFQ

  • Santiago Gangotena su obsesión es el conocimiento

    Pedro Maldonado / Redacción Quito

    Crear una universidad distinta a las demás. Ese fue el objetivo que se trazó Santiago Gangotena a inicios de los años ochenta. La idea surgió tiempo antes, en la década de 1970, cuando estudiaba Física en la Universidad de Auburn, en Alabama, y en la Universidad de Carolina del Norte, en Chapel Hill, ambas en Estados Unidos.

    Al pensar en su regreso al Ecuador se preguntaba: ¿Por qué en el país no había una universidad por lo menos similar a la de Alabama? “En esos años para mi era una frustración analizar la realidad de la universidad ecuatoriana”.

    PhD en Física, amante de la pintura, de la alta cocina y de la lectura, Gangotena reconoce ahora que en la década de 1980 su idea generaba dudas entre sus familiares y amistades. “Me decían que estaba loco”. No obstante, este practicante de yoga siguió su instinto, lideró a un grupo de intelectuales y empresarios, y en 1988 abrió las puertas de lo que hoy es la Universidad San Francisco de Quito (USFQ). Esta aventura académica hoy se consolida con cerca de 350 profesores (cerca de 140 cuenta con PhD), nacionales y extranjeros, en un campus de 3,5 hectáreas de extensión, ubicado en Cumbayá, al oriente de Quito.

    Los primeros años de la USFQ no fueron fáciles. Gangotena recuerda que la idea nació como un programa académico, que no entregaba título avalado por las autoridades. “Los estudiantes y sus representantes sabían que no éramos reconocidos por las autoridades”.

    Cerca de 130 alumnos conformaron la primera promoción, y las clases se impartían en una casa alquilada en el norte de Quito. Bruce Honeisen, Juan Manuel Rodríguez, Carlos Montúfar, entre otros, estuvieron entre los primeros tripulantes del viaje que emprendía Gangotena, nacido en mayo de 1945.

    Montúfar conoce a Gangotena desde mediados de los años 70. Lo describe como una persona que siempre tiene ideas locas. “Puede estar en cualquier lugar y siempre sorprende con sus ideas”.

    También recuerda los primeros días de la universidad, en los que adecuaban los cuartos de la casa alquilada, buscaban libros, equipos, mobiliario… “Santiago es de esas personas que siempre busca mover el piso al resto, en el buen sentido, que pone retos y que sacude a la gente con sus propuestas”.

    El número de estudiantes inscritos en el programa académico de la San Francisco se duplicaba a año seguido, lo que demostraba el interés en un sistema académico que hace énfasis en tres aspectos: la investigación científica, la creatividad artística y el emprendimiento.

    La demanda continuó en aumento, hasta que en octubre de 1995 la universidad dirigida y fundada por Gangotena fue reconocida por el Gobierno. Los estatutos fueron aprobados en el 2001, y hoy, la idea de este quiteño amante del cine de ciencia ficción reúne a cerca de 5 800 estudiantes y más de 10 000 graduados desde finales de los 80.

    Gustavo Vega, ex presidente del Consejo Nacional de Educación Superior, comenta que Gangotena es un científico de calidad, físico y matemático de excelencia. “Fue pionero en la educación particular del país y eso lo logró con tesón, persistencia y voluntad”.

    Un día normal Gangotena lo empieza con lectura. “Leo de todo: economía, historia, curiosidades…” Luego revisa el correo electrónico, y si tiene tiempo, nada en su casa, también en Cumbayá.

    Las tareas en la universidad se desarrollan desde las 08:00 hasta las 19:00, apoyado en la tecnología. “Despacho casi todo por correo electrónico. Además, estoy en contacto con profesores y colaboradores gracias a una red interna de cerca de 2 000 computadoras”.

    Los colaboradores de la Universidad San Francisco reconocen la importancia de la guía que ejerce Gangotena. Giuseppe Marzano, catedrático de la universidad desde hace cinco años, lo describe como una persona brillante, genial y visionaria que estimula a la gente y que ama las libertades. “Nos aconseja que amemos lo que hacemos”.

    Marzano añade que una de las marcas distintivas de la universidad es “el sentido de compañerismo que existe en la San Francisco. Y eso nace de Santiago”.

    Otro catedrático, Juan Fernando Carpio, lo define como “un iconoclasta, un ciudadano del mundo”. También destaca el excelente ambiente que tiene la universidad y el hecho de aprender la horizontalidad norteamericana.

    Precisamente, la oficina de Gangotena muestra la universalidad a la que se refiere Carpio. Alfombrada, con centenares de libros ordenados en un aparador y regados en mesas, con figuras precolombinas, esculturas de la Escuela Quiteña, crucifijos, muebles y pinturas de distintas tendencias y estilos, amplias ventanas desde las que se observan a los estudiantes y a los profesores… En ese espacio Gangotena dirige los destinos de la universidad que en la actualidad se financia con las pensiones de los estudiantes y que ya busca un nuevo espacio, en el mismo sector en el que hoy funciona.

    ENTRE LA ACADEMIA, LA COCINA Y LAS LETRAS

    1996. Recibió un doctorado honoris causa de Kalamazoo College, EE.UU.

    1992. La revista Vistazo lo escogió como una de las personalidades del Ecuador de los últimos 35 años.

  • Un equipo de élite participa en la alta cocina

    Redacción Quito

    Claudia Égüez (chef) y María Gracia Holguín (‘commis’) no pueden ocultar su emoción cuando recuerdan que son las dos primeras mujeres que representarían al Ecuador, en las eliminatorias del concurso internacional de gastronomía Bocuse d’Or.

    Se trata de un certamen que se realiza cada dos años desde 1987 y lleva ese nombre en homenaje al chef Paul Bocuse (1926-), un nombre asociado a la ‘nouvelle couisine’. «En el ámbito culinario, es frecuente comparar este certamen con los Juegos Olímpicos», asegura Holguín.

    Ambas emprendedoras participaron primero en el Concurso Nacional de Gastronomía ‘Bocuse d’Or Ecuador’, realizado el pasado 17 de mayo, en las instalaciones de la Facultad de Turismo y Hospitalidad de la Universidad de las Américas (UDLA), en Quito.

    Esa victoria les aseguró su participación en el Concurso Culinario Latinoamericano Azteca 2013, a realizarse el 28 y 29 de agosto. Allí, ambas chefs participarán por uno de los tres cupos que el Bocuse d’Or otorga a los países latinoamericanos, que se llevará a cabo en el 2015, en Francia, con la participación de apenas 12 países de todo el mundo.

    Para participar en el concurso, la dupla ecuatoriana tenía presupuestada una inversión de USD 45 000; sin embargo, con el apoyo de la USFQ y el auspicio de empresas como Diners, Royal Prestige… consiguieron el 10% de ese monto, pero eso no las desanima.

    Égüez tiene 31 años y es ex alumna graduada de la USFQ, en donde Holguín es estudiante de gastronomía. La universidad les ha facilitado las instalaciones para su entrenamiento diario En el Bocuse d’Or la meticulosidad para calificar el trabajo de cada chef es extrema. Deben preparar 14 platos de entrada exactamente iguales y un plato fuerte que se presenta en una fuente.

    Dentro de los parámetros de evaluación que sigue el jurado se incluyen la presentación del plato, los métodos de cocción, la manipulación de los alimentos, el aprovechamiento de los recursos y la comunicación entre el equipo. «En el concurso nacional revisaron hasta la basura, para verificar que no hayamos desperdiciado nada», comenta Égüez.

    Mauricio Armendáriz, director de la Asociación de Chefs del Ecuador, considera que ambas chefs harán un gran papel. «Hicieron un gran trabajo en el certamen nacional y estoy seguro de que dejarán en alto al Ecuador».


    EL DATO

    Un año de preparación necesitarán las chefs si clasifican al Bocuse d’Or 2015

  • ‘La alegría y la libertad son el secreto del éxito’

    Santiago Gangotena. Canciller de la USFQ

    La Universidad San Francisco de Quito nació como un emprendimiento. Nuestros países están llenos de emprendedores, pero pocos salen del sector informal o de la supervivencia.

    La mayor dificultad para el éxito son las trabas gubernamentales: por ser copias de fuera o favorecer a amigos de los gobiernos o por la inveterada tradición de cobrar impuestos.

    La actitud emprendedora marcó a la USFQ desde su comienzo. No fue la reglamentación, sino la frustración que se fundió con la inspiración para crear una empresa basada en la creatividad e innovación.

    El espíritu San Francisco es la fuente de cada día, con alegría y libertad, que crea la Comunidad San Francisco. Parte del currículo escondido es el espíritu emprendedor que se refleja en todo accionar: en la investigación, en las ferias de emprendimiento anuales, en el curso obligatorio de emprendimiento, en la cultura gastronómica, en las oportunidades de vinculación con el mundo real y proyectos interdisciplinarios que promueve la filosofía de las Artes Liberales.

    La razón del éxito en tan solo 25 años de trabajo se debe al caos organizado, que define la cultura administrativa, solo posible en libertad.

    Así nos hemos convertido en la universidad con más publicaciones de acuerdo a un ‘ranking’ internacional: 30% más que la segunda institución, el doble de la tercera y tres veces más que la cuarta; con el mayor número de PhD del Ecuador, la primera que ha participado en un descubrimiento mundial, el ‘quark top’; con el mayor programa de intercambio de la región (1 000 estudiantes extranjeros y 250 becados Universidad San Francisco de Quito en el mundo); además contamos con la biblioteca más grande del Ecuador (con cerca de 1 070 000 títulos) A lo anterior hay que añadir que tenemos representantes de las primeras escuelas mundiales: en música, Berklee College of Music (con sede en EE.UU.) y en arte culinario, Paul Bocuse (Francia) y en cultura china, en el Instituto Confucio; con el mayor programa de becas de la República, más de un 40% de estudiantes becados y el único programa de diversidad étnica.

    Por eso, nuestros graduados son profesionales o estudiantes de éxito en todo el mundo.

  • En todas las carreras se fomenta el emprendimiento

    Redacción Quito

    Cada estudiante de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ) es instruido desde el inicio de su carrera para la creación de nuevos productos y proyectos alternativos que aún no existan en el mercado. «La misión de la academia es generar conocimiento, nuevos inventos, descubrimientos, investigaciones… que generen avances», considera Santiago Gangotena, canciller de la Universidad.

    Esta misión se está logrando en este centro universitario. El exalumno Jorge Pantoja, por ejemplo, es ingeniero aeroespacial y ahora está a cargo del Proyecto Galápagos UAV que consiste en desarrollar un vehículo aéreo no tripulado para monitoreo y control de las actividades en el archipiélago.

    El primer prototipo fue bautizado como ‘El piquero’; es un avión de 25 kilogramos que puede volar a 150 km/h, con una autonomía de 12 a 16 horas y funciona con un tanque de seis litros de gasolina. «Lo que proponemos es una alternativa para patrullar la reserva marina con solo USD 5 a 10 de combustible por día y contar con una flota de 20 a 30 aviones», explica Pantoja.

    Un ejemplo de emprendimiento se evidencia en el ‘Mercadito’ que se organiza cada viernes en los patios de la USFQ. Allí se ofertan los productos procesados en la planta de la Universidad, como parte de la instrucción de los estudiantes de Ingeniería de Alimentos.

    Manuel Chiquimarca es el responsable de la planta de alimentos en la que se producen mermeladas, lácteos, vegetales, aceites, chocolates, cárnicos, bebidas y licores. «El objetivo es que todos los productos tengan un nicho de mercado afuera. La idea es que los estudiantes generen su propia industria y sean gerentes de su cada empresa».

    Un área alternativa del emprendimiento en este centro es la música. En el College of Music de la USFQ, los estudiantes aprenden a administrar sus proyectos musicales y artísticos, organizar conciertos y festivales, calcular los valores que deben cobrar por una presentación musical, desarrollar estrategias de marketing… Teresa Brauer coordina los estudios de Promúsica, una actividad práctica que nace de la necesidad de presentarles el mundo real a sus alumnos. Es una clase de gestión cultural en el campo musical. Gino Marchelle es estudiante de cuarto año del College of Music y asegura que este espacio académico funciona como microempresa. «Es importante saber de negocios. Acá tenemos un departamento que organiza el evento, también hay otro que coordina los medios…».10 colegios académicos tienen el establecimiento de educación superior.

  • Un proyecto por cada estudiante es la meta

    Redacción Quito

    Los negocios y el desarrollo de nuevos proyectos son el eje transversal aplicado en todas las carreras de la Universidad San Francisco de Quito. Sus aulas son espacios para la creación de planes de negocios, estrategias comerciales, producciones, inventos tecnológicos e investigaciones científicas desarrolladas por más de 6 000 estudiantes, en 10 colegios académicos.

    «Lo que se ve en las aulas es apenas una parte del mundo universitario. Aquí existe un mundo paralelo en el que los estudiantes desde el primer año impulsan sus propias iniciativas y comienzan a generar ideas», cuenta Hugo Burgos, decano del Colegio de Comunicación y Artes Contemporáneas en el que estudian 628 alumnos.

    Para el período 2012-2013, cerca de 1 500 estudiantes entraron a este centro académico, que, según sus autoridades, gradúa al 85% de los estudiantes que ingresan a sus aulas.

    El 1 de septiembre pasado la USFQ cumplió 25 años de existencia. La misión estuvo clara desde un inicio: sus fundadores querían crear una universidad ecuatoriana privada de alta calidad académica. La primera promoción, que ingresó en 1988, estuvo conformada por 130 estudiantes que recibían clases en una casa alquilada en el norte de Quito.

    El actual campus es muy diferente y está ubicado en Cumbayá. Allí funcionan 10 colegios académicos de Administración para el Desarrollo, de Arquitectura y Diseño Interior, de Ciencias Biológicas y Ambientales, de Ciencias de la Salud, de Ciencias e Ingeniería, conocido como El Politécnico; el Colegio de Ciencias Sociales y Humanidades, de Comunicación y Artes Contemporáneas, de Hospitalidad, Arte Culinario y Turismo, de Jurisprudencia y la Escuela-Instituto de Música Contemporánea.

    Gangotena explica que a lo largo de carrera, los estudiantes adquieren destrezas prácticas para conectar sus estudios con el mundo empresarial, para la investigación y la tecnología. Prueba de ello son los proyectos que se desarrollan en El Politécnico, en el que sus 1 054 alumnos, con la guía de sus tutores, han diseñado, fabricado y programado un submarino, un carro de exploración remota y un avión no tripulado.

    Nicolás Soria es el coordinador del Proyecto Galápagos UAV y explica que el objetivo es armar una flota de monitoreo tecnológico para las Islas Galápagos. Su colega, Bernard Herrera, como profesor de robótica, trabaja de cerca en este proyecto y sus alumnos aprenden a diseñar y fabricar desde las piezas para los vehículos, hasta programar los mismos.

    El emprendimiento no es algo exclusivo de las carreras administrativas, explica Magdalena Barreiro, decana del Colegio de Administración para el Desarrollo, desde donde se coordina la semana del emprendimiento en cada semestre. «Aquí se trata de dar la mayor realidad posible con facilidades y dificultades para desarrollar un negocio en el Ecuador».

    Giovanni Rosanía es coordinador de Autoconocimiento. Él explica que antes el curso de emprendimiento era opcional, pero ahora es obligatorio para todos los estudiantes sin importar su carrera «Se trata de promover el espíritu emprendedor. Esa es la base».

    La USFQ en cifras
    La nómina.  La Universidad San Francisco de Quito tiene 300 profesores trabajando a tiempo completo y 160 personas en tareas administrativas.En la investigación.  Docentes universitarios como Édgar Carrera y Bruce Hoeneisen son parte de los equipos que descubrieron el Bosón de Higgs, investigación en el campo de la física, premiada con el Nobel de Física.En emprendimiento.  El curso de emprendimiento que dicta la universidad este semestre reunió a alrededor de 200 estudiantes de la San Francisco y la presentación de los proyectos de los estudiantes se realizó en el centro comercial Paseo San Francisco.

  • El respeto al empleado de un centro comercial se difunde

    Redacción Quito. redaccion@revistalideres.ec

    Cuando Diana Torres entró en uno de los locales del centro comercial Paseo San Francisco, en el valle de Cumbayá, en Quito, su primer gesto fue saludar; luego, diciendo «por favor», pidió al encargado que la ayudara, y finalmente se despidió agradeciendo.

    Lo que a simple vista es un comportamiento que no tiene nada de inusual, para un grupo de estudiantes de la Universidad San Francisco (USFQ) reconocer este tipo de actitudes es importante, por lo que organizaron una campaña para promover el buen trato a los empleados de atención al cliente.

    Esto es parte de un proyecto presentado por Fiorella Castro, Andrea Lalama, Sara Borja, José Peña, Michelle Alvarado y Sophía Beltrán, dentro del Taller de Medios Mixtos que se imparte en el Colegio de Comunicación y Artes Contemporáneas de la USFQ.

    Los seis se disfrazan como superhéroes y esperan escondidos a la señal de Súper-Cortés (José Peña), que descubre su uniforme al estilo de Clark Kent (Superman), cuando detecta que un cliente actúa con amabilidad. Luego salen todos de sus escondites, felicitan a los visitantes y se toman fotos con ellos, para luego subirlas a su página en Facebook, en una cuenta con el nombre de la campaña: «¿Ser cortés, te quitó lo valiente?».

    El proyecto empezó con una encuesta en los centros comerciales de Quito. Entrevistaron a 158 empleados y 100 clientes. De ellos, 29 respondieron que el cliente siempre les saluda amablemente, mientras que 127 dijeron que solo les saludan a veces y apenas dos, que el cliente nunca saluda al ingresar al local.

    Asimismo, 99 de los empleados comentaron que los clientes solo a veces agradecen una vez que son atendidos, mientras que 59 respondieron que siempre reciben un agradecimiento. En cuanto a las ofensas recibidas por parte del cliente, 107 de los encuestados aseguraron haber recibido alguna ofensa, mientras 51 dijeron que no.

    Del otro lado, un 69% de los 100 clientes encuestados aseguraron que responden amablemente cuando un empleado comete algún error.

    • 20% de clientes llama la atención de los empleados cuando son mal atendidos.
  • Esta iniciativa reconoce a los Superhéroes ambientales

    Universidad San Francisco de Quito (USFQ)

    Un trabajo de clase, al final terminó como una iniciativa con apoyo a mujeres recicladoras. Diego Ribadeneira, Michelle Maingot, María Fernanda Pérez y Salvador Bucheli lideran la campaña ‘Súper Héroes Invisibles’.

    Este proyecto busca visibilizar el trabajo que realizan las «mal llamadas minadoras de basura», como dicen estos estudiantes del Colegio de Comunicación y Artes Contemporáneas de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ).

    Ribadeneira señala que con esta campaña pretenden revalorizar el trabajo de estas mujeres. «La mayoría de ellas son madres solteras y cabezas de hogar; ellas también contribuyen en la ciudad».

    Maingot cuenta que en la materia «Taller de medios mixtos» debían presentar un trabajo grupal que involucrara la difusión en diferentes medios.

    Por ello, buscaron que esta iniciativa socioambiental se difundiese en diferentes plataformas comunicacionales.

    Para ello, crearon una ‘fan-page’ en Facebook y realizaron diferentes actividades con el fin de mostrar el trabajo que realiza este grupo de personas.

    Una de los eventos emblemáticos lo realizaron en el Centro Histórico de la ciudad. Los estudiantes motivaban a la gente a ganarse un premio si podían sacarlo de una «caja misteriosa».

    La caja contenía papel, residuos de alimentos y otros elementos. El fin de esta actividad era recrear lo que sienten las recicladoras a la hora de realizar su trabajo cotidiano.

    Otra actividad del proyecto consistió en llevarles a las gestoras ambientales al Centro Odontológico de la USFQ, para que reciban atención especializada. En esta actividad, también se les adjudicó un bono para que sean atendidas en otras ocasiones en este centro.