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  • Una iniciativa dirigida a médicos e investigadores

    Redacción Quito

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    La investigación continúa en la Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE). La Universidad y su Centro de Investigación Biomédica (CIB) liderarán la segunda fase del proyecto Cenit 2016-2017, organizado por la farmacéutica Pfizer.

    Los investigadores de la Universidad quiteña recibieron, a finales de febrero, un ‘grant’, es decir un fondo no reembolsable para apoyar al desarrollo de la investigación científica en el país, según un comunicado de la institución.

    “Fuimos escogidos entre varias universidades para que entrenemos y lideremos a un grupo de médicos para que desarrollen una propuesta de investigación clínica”, explica Marco Fornasini, miembro del Centro de Investigación Biomédica de la Universidad Tecnológica Equinoccial.

    El Concurso Ecuatoriano para Nuevos Investigadores (Cenit) es una iniciativa dirigida a médicos residentes y posgradistas involucrados individualmente o en grupos de investigación en el campo de la Medicina. “El objetivo es generar procesos de investigación como aporte a la comunidad científica”, afirma la página oficial de Pfizer.

    El papel de la UTE será tutorear a los 15 estudiantes preseleccionados para que durante los 10 meses que dura el programa realicen una “propuesta ejecutable de investigación y que puedan reportar de manera científica los resultados obtenidos”, explica Manuel Baldeón, director del CIB.

    El concurso tiene un proceso que cumplir. Así, dependiendo de las propuestas de los participantes, pertenecientes a Quito, Guayaquil y Cuenca, se asignarán médicos docentes e investigadores de toda la Facultad de Ciencias de la Salud ‘Eugenio Espejo’ de la UTE para proporcionar un acompañamiento apegado a las líneas de trabajo de cada participante y docente.

    “Es un honor haber sido otorgados este programa ya que demuestra el alto de nivel de nuestros investigadores y docentes en la UTE”, agrega Baldeón.

    Por su parte, los 15 estudiantes presentarán un reporte final de su investigación en noviembre y Pfizer escogerá al ganador.

    La farmacéutica mantiene su compromiso con la academia ecuatoriana. “Creemos en el Ecuador y estamos convencidos que además de contar con un sistema integral de calidad de medicamentos, es importante invertir en la educación continua y actualización permanente de los profesionales de la salud”, dice un comunicado en su página web.

    Pfizer añade que con su equipo de trabajo se esfuerza por elevar los niveles de investigación local, fomentar la producción de artículos científicos generados en el país que aporten a la toma de decisiones en la salud pública de los ecuatorianos.

    15 estudiantes serán preseleccionados para que realicen una investigación durante 10 meses. Foto: cortesía UTE
    15 estudiantes serán preseleccionados para que realicen una investigación durante 10 meses. Foto: cortesía UTE
  • Los 37 mejores graduados tuvieron un reconocimiento

    Redacción Quito

    En honor a los 46 años de vida institucional de la Universidad Tecnológica Equinoccial se realizó, la semana pasada se cumplió la Cuadragésima sexta sesión Solemne. La ceremonia es una tradición de la UTE y sirvió como un espacio para celebrar el aniversario, homenajear a docentes y administrativos por sus años de servicio y a los mejores estudiantes graduados del 2016.

    Los decanos de las seis Facultades de la UTE condecoraron a los 37 mejores graduados de las diferentes carreras; también a los 60 docentes y personal administrativo que cumplieron desde 10 años de servicio hasta 35. Además se homenajeó públicamente a Ernst Hennche, como benefactor de la UTE, tras donar los nuevos jardines para el campus Occidental.

    Ricardo Hidalgo Ottolenghi, rector del centro superior, recalcó el esfuerzo y cariño de toda la comunidad que han trabajado durante tantos años para formar la institución. “En solo 46 años hemos pasado de ser un instituto tecnológico a una universidad reconocida como campus de referencia”.

    En la actualidad, la UTE tiene 13 000 estudiantes y más de 1 400 trabajadores, entre docentes y personal administrativo, quienes están trabajando para forjar la “nueva identidad”. “Estamos apostando a la investigación científico-tecnológica, la transferencia de conocimiento, la visualización internacional y la capacidad de realizar alianzas públicas y privadas”, afirmó Hidalgo.

    Entre estos avances se destacan los dos Centros de Investigación Médica con profesionales reconocidos internacionalmente, las inversiones realizadas tanto en investigación como docencia, y las mejoras a la infraestructura.

    Estudiantes, profesores y personal administrativo fueron reconocidos la semana pasada, en la sede de la universidad, en Quito. Foto: cortesía UTE
    Estudiantes, profesores y personal administrativo fueron reconocidos la semana pasada, en la sede de la universidad, en Quito. Foto: cortesía UTE
  • La UTE y Petroamazonas EP firman un convenio

    Redacción Líderes

    Estudiantes, docentes y técnicos son los beneficiarios de la firma del convenio marco de Cooperación Técnica-Científica entre Petroamazonas EP y la Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE).

    El acuerdo fue suscrito el 28 de enero del 2016, en las instalaciones de la empresa petrolera del Estado ecuatoriano.

    El objetivo del convenio es establecer mecanismos de cooperación interinstitucional, a través de actividades relacionadas con la investigación, estudios, capacitación y prácticas pre-profesionales para todos los estudiantes de carreras afines a las labores de esta institución, en especial en áreas de exploración y explotación de hidrocarburos que aportaran a generar experiencia laboral en los futuros profesionales.

    La ejecución del convenio tendrá vigencia de dos años y podrá prorrogarse si las partes así lo convienen. Ricardo Hidalgo Ottlenghi, rector de la UTE expresó su satisfacción por la relación Universidad- Empresa que permitirá nutrirse de la actividad académica, investigación e innovación, afirmó que tenemos mucho que ofrecer a la sociedad.

    José Icaza Romero, Gerente de Petroamazonas EP, asumió el compromiso de ejecutar este convenio y definir inmediatamente un plan de capacitación continua en función de las demandas.

    El acuerdo fue suscrito el 28 de enero del 2016, en las instalaciones de Petroamazonas EP. Foto: LÍDERES
    El acuerdo fue suscrito el 28 de enero del 2016, en las instalaciones de Petroamazonas EP. Foto: LÍDERES
  • En 26 horas crearon una campaña y ganaron

    Redacción Quito

    Dos semanas tardaron en gestar la idea. Y se tomaron 26 horas seguidas (un poco más de un día entero sin dormir) para plasmarla en una campaña de publicidad.

    Sebastián Olmedo, Jimmy Estrella, Michael González, Jaime Amores, Jonathan Rodríguez, Esteban Cruz, Pamela Pintado y Juan Carlos Álava son estudiantes de Publicidad y Diseño de la Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE); y ganaron el Gran Cóndor de Oro Estudiantil a finales de noviembre pasado con la idea de una aplicación para medir el tiempo que la gente permanece en las redes sociales.

    Jaime Amores explica que a principios de noviembre recibieron la tarea de presentar una campaña para la materia Laboratorio Publicitario 2, que cursan todos los compañeros en el octavo semestre.

    El proyecto tenía la idea de concienciar tanto en jóvenes como adultos el uso de la tecnologías de la información y comunicación (TIC), que incluye el internet, las computadoras, los teléfonos inteligentes…

    Sin embargo, su grupo aterrizó y delimitó su campo de acción en una campaña para que los jóvenes tomen conciencia del tiempo que gastan en redes sociales como Facebook.

    Para conseguir este objetivo idearon una aplicación para celulares, tabletas o computadoras que midiera el tiempo que gasta el usuario en estas redes.

    Esta aplicación, además de funcionar como un cronómetro, le indicaría al usuario con mensajes qué otras actividades habría podido realizar durante el mismo tiempo que pasó en redes sociales. Es decir, si el usuario utilizó cuatro horas del día, la aplicación le indica que habría podido ocupar ese tiempo en leer la mitad de un libro, o bajar de peso haciendo deporte, entre otras actividades.

    Pamela Pintado cuenta que además la aplicación le entregaría un premio o compensación al usuario si este bajaba el tiempo en redes sociales.

    De esta manera, auspiciantes como librerías, tiendas de insumos deportivos y hasta ministerios podrían entregar a la persona consumos o incentivos siempre que reduzca su tiempo en redes.

    ¿Cómo promocionar esta aplicación? Estaban Cruz indica que la campaña utiliza las redes sociales para difundir la aplicación además de una estrategia de ‘free press’. Es decir, que los medios hablen del producto sin necesitar de contratar espacios publicitarios.

    A través de grafitis con el logotipo de la aplicación, una página web con un contador regresivo y videos difundidos en redes sociales se crearía la expectativa del producto hasta la fecha del lanzamiento.

    La aplicación tendrá el nombre de TK, siglas de las palabras en inglés ‘Time Kidnappers‘ (secuestradores del tiempo). Similar a un grupo guerrillero, estos secuestradores eran en realidad ancianos con pocas horas de vida que secuestraban a jóvenes y adultos que desperdiciaban su tiempo en redes sociales.

    Toda esta campaña fue presentada a través de gráficas y videos, cuenta Sebastián Olmedo. Su grupo fue seleccionado de entre otros 10 colectivos participantes de la UTE y luego pasaron a una semifinal con otras cinco universidades de Quito. De aquí salió su grupo con otra universidad para competir en la final en Guayaquil frente a otras tres entidades de esa urbe. El 28 de noviembre, la Asociación de Agencias de Publicidad del Ecuador, les comunicó que ganaron el mayor premio del concurso: el Gran Cóndor de Oro Estudiantil.

    El Dato

    9 años fue el tiempo que le tomó a la UTE volver a ganar un Cóndor de Oro.

  • Los diseños arquitectónicos de la UTE se mostrarán en Italia

    Redacción Quito

    Los paisajes montañosos de la Sierra fueron una base de la conceptualización de la obra de Gabriela Obando. Su trabajo de grado, en la carrera de Arquitectura de la Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE), busca reflejar la topografía del altiplano ecuatoriano en la edificación de una Terminal de transferencia de buses. Esta se situará en el valle de Tumbaco, al nororiente de Quito.

    La obra está prevista para construirse en seis hectáreas del sector de El Arenal, con un costo de USD 128 millones. El valor incluye la construcción de un centro financiero y un hotel cinco estrellas. Las construcciones están diseñadas, con base en los requerimientos que surgirán tras el inicio de operaciones de la nueva terminal aérea en el sector de Tababela.

    El diseño arquitectónico de Obando, junto a los de 39 compañeros suyos, se mostrará a finales de agosto en el Pabellón Giardini de la XIII Bienal de Arquitectura de Venecia 2012, en Italia.

    “No solo participaremos como observadores. David Chipperfield, principal directivo de la muestra, ha manifestado su entusiasmo de contar con la exhibición de nuestros trabajos”, explica Myrian Larco, coordinadora de la carrera.

    Los trabajos que se presentarán en Venecia se embarcarán a finales de este mes para su traslado, comenta Larco, y añade que la delegación universitaria, “única representante por América Latina”, estará compuesta por 50 personas.

    El objetivo es aprender de las experiencias de participantes por la Escuela de Arquitectura de Londres, de la Facultad de Arquitectura de Budapest, de la Politécnica de Cataluña, entre otras.

    En el campus Matriz de la UTE, norte de Quito, Indira Gómez expone su maqueta antes de empacarla para el viaje. Ella se basó en una necesidad de su natal Cotacachi (Imbabura), para desarrollar el diseño de su maqueta de cartón.

    Un edificio con forma pentagonal simula un árbol. 150 personas de la tercera edad recibirían atención en este centro geriátrico, cuyos planos cuentan con la aprobación de la municipalidad del cantón imbabureño. “Los ancianos tendrían espacios para recibir terapias físicas y de educación -explica Gómez-. Las terrazas ajardinadas que diseñé, permiten reducir los costos de calefacción, pues mantienen el calor del día”. Según cálculos de la estudiante, la edificación de este proyecto tendría un costo de USD 1,7 millones.

    La oportunidad de mostrar las diversas tendencias arquitectónicas que se desarrollan en las aulas es la meta. Así lo considera Larco y añade que la gestión para lograr la invitación fue de seis meses.

    “El desarrollo de edificios que fomenten un sentido de identidad es la tendencia”, comenta Andrea Sánchez. Ella maquetó un teatro para ópera llamado Aranwa, un término tomado del quichua.

  • La energía del sol, el combustible de su auto

    Redacción Quito

    A Esteban Jara y Fabricio Peñafiel siempre les apasionó la mecánica desde que eran niños. Ellos comentan que desde temprana edad desarmaban sus carros de juguete.

    Ahora, ellos cursan el último nivel de la carrera de Mecatrónica en la Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE).

    En mayo pasado, su pasión por la electrónica y la mecánica les impulsó a participar en las IV Jornadas Estudiantiles de Ingeniería Eléctrica y Electrónica, organizada por la Universidad San Francisco de Quito (USFQ).

    En este encuentro había tres modalidades de concursos: ponencias de 25 minutos, exhibición de pósteres y un reto especial que consistía en diseñar y crear un pequeño auto que funcione con energía solar. Los vehículos serían puestos a prueba en una pista del campus de la USFQ; el que mayor distancia recorría ganaba.

    Su modelo a escala rodó cerca de 3,5 kilómetros y ganó a siete equipos de otras universidades del país. Mientras que en segundo lugar se ubicó el equipo de la USFQ y en tercero, el de la Universidad Politécnica Salesiana.

    Jara y Peñafiel forman parte del Club de Robótica de la UTE. Por medio de esta asociación se enteraron del concurso.

    En marzo comenzaron a diseñar y trabajar en su proyecto; le dedicaban unas seis horas diarias para encontrar un diseño que fuera eficiente y aproveche de manera óptima la energía solar.

    Peñafiel destaca que una de las fortalezas de su modelo son los paneles solares que importaron desde China; coincidió que un amigo suyo viajó al país asiático y pudo traerlos. Luego de conseguir los paneles debían encontrar un modelo exacto, con la inclinación precisa para que estos capten mayor cantidad de luz solar.

    Todo el trabajo lo realizaron en cerca de dos meses. Invirtieron unos USD 80, para la compra de un motor, cables y herramientas. En los trabajos de diseño recibieron la asesoría de sus profesores.

    Daniel Mideros, coordinador de la carrera de Mecatrónica de la UTE, señala que estos trabajos son importantes para los estudiantes, porque “permiten poner en práctica lo que dicen los libros”.

    Además, Mideros destaca la modalidad que tuvo la edición de este concurso, que buscó la aplicación de energías alternativas. “Utilizar la mecatrónica para buscar nuevas fuentes energéticas es muy importante, porque prepara a los alumnos para las tendencias actuales, que son amigables con el medioambiente”.

  • En Guatemala y Perú se destaca su proyecto ecológico

    Redacción Quito

    La materia Desarrollo de Emprendedores, que se dicta en la Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE), se ha convertido en la cuna de proyectos innovadores, rentables y viables. Así lo sostiene María Angélica García, quien dicta la materia en la UTE.

    En el marco de esta asignatura, siete jóvenes de Ingeniería Ambiental desarrollaron hace dos años el proyecto Yaku Kawsay (agua viva). Se trata de un sistema de recolección de aguas servidas, que permite la reutilización del agua de lavadoras, lavamanos y duchas para su posterior uso en las descargas de inodoro s. Con ello, se busca disminuir el uso de agua potable, explica Andrés Donoso, integrante que desarrolló este proyecto, en el que también participan Javier Macas, Sebastián Sarzosa, Darío Morán, Juliana Aguayo, Raúl Tapia y Cristian Miño.

    Morán añade que la iniciativa nació con el propósito de evitar que se desperdicie un recurso natural como es el agua y de esta manera cuidar la naturaleza.

    El proyecto ganó el concurso Mi empresa 2012, que organizó ese año la UTE. Esto les abrió las puertas para dar a conocer su emprendimiento en el exterior, pues eso les permitió ser la primera opción para representar al centro educativo en ferias y otros eventos internacionales. Así, en junio del 2013, los alumnos participaron en Guatemala en un concurso de la Organización de los Estados Americanos. «No teníamos grandes expectativas sobre la aceptación del proyecto; sin embargo, tuvo gran acogida pese a que no ganamos», recuerda Aguayo.

    En diciembre del mismo año participaron en un concurso de emprendimiento organizado por la Universidad San Luis Gonzaga, en Perú, donde obtuvieron el primer lugar.

    Este sistema Yaku Kawsay está valorado en un costo aproximado de USD 700 en las viviendas que están listas y USD 600 en casas por construir.

    El objetivo a futuro es patentar este producto, conseguir financiamiento para su distribución y consolidarse como empresa. Los emprendedores han invertido hasta ahora USD 700 en el proyecto.

    700 dólares costaría la implementación de este sistema de ahorro de agua.