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  • IVA y economía verde son salvavidas

    Agencia EFE

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    Una ligera reducción del IVA para incentivar el consumo, unida a una serie de medidas fiscales vinculadas con la economía verde, podrían repercutir en un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de España del 1% en tres años y salvar cerca de 400 000 empleos en 2023, según un estudio realizado por al Universidad de Cambridge.

    El informe señala que las medidas de recuperación verde en respuesta a la crisis de covid-19 tienen mejores rendimientos económicos que un enfoque estándar de estímulo al consumo, que busca “volver a la normalidad”.

    El estudio apuesta por una ligera reducción del IVA para estimular el gasto de los consumidores, pero siempre que venga acompañada de medidas en eficiencia energética, mejora de las redes eléctricas, subvención de la energía eólica y solar, un plan de desguace de coches con subvenciones para vehículos eléctricos y un programa de plantación de árboles.

    “Los resultados muestran que una recuperación verde podría salvar 400 000 puestos de trabajo en los próximos tres años, con beneficios para el mercado laboral a largo plazo y que medidas para impulsar el uso de energías renovables y vehículos eléctricos podrían reducir las emisiones de CO2 en un 20%, en comparación con una línea solo de estímulo de gasto público”, señala el documento elaborado por Cambridge Econometrics y publicado por We Mean Business y el Corporate Leaders Group de la Universidad de Cambridge.

    De acuerdo con el estudio, las consecuencias económicas derivadas de la crisis que ha provocado la pandemia situarán la tasa de paro por encima del 20% antes de finales de 2020, por lo que además de medidas verdes que incentiven el mercado laboral se requerirá otras iniciativas a más largo plazo.

    El informe aconseja que el Gobierno de España implemente entre el 2021 y el 2023 un Plan de Recuperación Verde, que incluya reducir el consumo energético en 8%, ofreciendo ayudas del 50% para la compra de equipos eólicos y solares entre vecinos.

    También que se ofrezca un subsidio que cubra el 20% del coste que puede suponer que un hogar cambie su auto antiguo por otro eléctrico, así como plantar 10 000 millones de árboles en todo el mundo, asignados a países, según el aprovechamiento que hagan de la tierra y del sector agrícola.

    Según este estudio, los mayores beneficios para el PIB en España provendrían del plan de desguace de vehículos para promover los automóviles eléctricos, ya que representaría un 60% de la subida del 1% del PIB y el 50% del aumento de los 400 000 nuevos empleos.

    El programa de plantación de árboles aportaría entre 20 y 30% a la economía y al empleo, respectivamente. Además, la suma del plan de aumento de uso de energías renovables y de la penetración de coches eléctricos supondría una reducción del 80% del total de la disminución de las emisiones de CO2 previstas en dos años.

    Los expertos inciden en que este modelo muestra que las medidas de recuperación ecológica proporcionan impulsos inmediatos y a largo plazo en la economía y en el empleo y con el mismo coste para los gobiernos como el intento de reanudar “las cosas como siempre”, con más gasto público dirigido a incentivar el consumo.

    El economista jefe de Cambridge Econometrics, Hector Pollitt, dice que España es uno de los países más afectados por covid-19 y la recuperación económica podría tardar años. “Incluso después del confinamiento y la reactivación de la actividad, la recuperación ha sido frágil y está plagada de obstáculos, incluyendo los brotes localizados que han deteriorado aún más las perspectivas ya negativas para la sector turístico”.

    Hábitats y nuevos empleos
    La agricultura intensiva, la urbanización, las actividades silvícolas no sostenibles y los cambios en los ecosistemas de agua dulce figuran como las principales causas de la degradación de las especies en la UE, donde solo el 15 % de los hábitats se encuentra en buen estado.

    Así señala un informe publicado por la Comisión Europea (CE) sobre el estado de conservación de la naturaleza en el territorio comunitario, basado en un estudio de la Agencia Europea del Medioambiente. El documento, que agrega datos desde 2013 a 2018 para evaluar la aplicación de las Directivas sobre protección de la naturaleza, subraya la necesidad de actuar para situar la biodiversidad de Europa en la senda de la recuperación en el horizonte 2030.

    También señala la crisis climática, la contaminación del aire, el agua y el suelo, la sobreexplotación de los animales mediante actividades ilegales y la caza y la pesca insostenibles como factores que contribuyen a la erosión de la biodiversidad. En esta línea, la restauración de humedales puede contribuir a la lucha contra la emergencia climática y crear oportunidades de empleo en las zonas rurales y periféricas. Algo de sumo interés comunitario.

    20 % de subsidio se plantea entregar a las familias para renovar su auto por uno eléctrico

    Un estudio de la Universidad de Cambridge señala que la reducción del IVA alentaría el consumo y el uso de energías alternativas reduciría la emisión de CO2. Imagen: www.freepik.es/
    Un estudio de la Universidad de Cambridge señala que la reducción del IVA alentaría el consumo y el uso de energías alternativas reduciría la emisión de CO2. Imagen: www.freepik.es/
  • La economía verde requiere de inversiones en la región

    Maria Angelina Castillo

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    La edición 2018 de los Premios Latinoamérica Verde registró 2 733 proyectos sociales y ambientales que inscribieron representantes de 713 ciudades de Latinoamérica y el Caribe.

    En el Puerto Santa Ana, ubicado en el centro de Guayaquil, se desarrolló una galería en la que se destacaron los 500 mejores proyectos que ingresaron al ranking y grupo de finalistas.

    La exposición se extendió por tres días.

    El encuentro incluyó charlas sobre las historias detrás de la ejecución de estos proyectos exitosos, un diálogo de “economía verde”, una plataforma de negocios sostenibles y la gala de premiación.

    Los ganadores fueron los representantes de proyectos de Guatemala, Colombia, Haití, México y Venezuela.

    La iniciativa ecuatoriana Galápagos 2050, de la Fundación Charles Darwin, fue una de las finalistas en la categoría Agua. Esta iniciativa recibió el reconocimiento Protagonistas, junto con proyectos de Chile y Haití.

    Y que en la categoría Desarrollo Humano, la otra iniciativa ecuatoriana finalista fue la microfranquicias de mujeres para la recolección de aceite de cocina usado.

    Matile Moor, directora de Desarrollo Sostenible y Resiliencia del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) señala que en la actualidad existen economías que aún están basadas en la actividad extractiva, sobre recursos naturales que no necesariamente tienen valor agregado e incluso tienen impacto negativo en el medio ambiente y no son inclusivas socialmente.

    Pero, considera que hay un cambio fuerte en la región hacia alternativas más audaces en materia de sostenibilidad, lo que ha implicado un cambio de mentalidad en el sector privado y público.

    “Las políticas que se están fomentando a partir de diferentes gobiernos son sumamente importantes. Como quitar subsidios dañinos y montar sistemas de incentivos. Hay países que llevan haciendo esto por años y hay resultados muy interesantes”, dice.

    Menciona a Costa Rica y su programa de apoyo al mantenimiento de los bosques, que implementa desde hace dos décadas.

    Asegura que en el contexto de las negociaciones por el cambio climático, ese país se convertiría en carbono-neutral.

    La organización que dirige Moor atiende a 34 países y territorios en América Latina y el Caribe, y ha evaluado los diferentes contextos.

    De acuerdo con la especialista, en unas naciones hay restricciones más fuertes, principalmente en el ámbito financiero. Y la “agenda verde” requiere de inversiones importantes.

    “Uno de los desafíos es cómo hacemos un ‘match’ entre las inversiones necesarias, los proyectos que están ahí afuera y la financiación disponible”, analiza.

    Recomienda los proyectos de envergadura, pues considera que hay espacio para hacer una producción más sostenible para grandes industrias.

    Actualmente, muchos de los proyectos hacia una economía sostenible se orientan al cambio climático y también a iniciativas sobre energías renovables.

    El mercado se ha ido adaptando a estas dinámicas, en una reducción de los precios de paneles solares en el contexto mundial.

    En el área de eficiencia energética, por ejemplo, Uruguay es un caso que destaca la organización. En la nación sureña se trabajó en un cambio legislativo para facilitar la inversión en energía renovable.

    “Hoy, es un país cuyo 98% de electricidad es producida por renovables”, complementa Moor.

    La producción agrícola es otro de los segmentos hacia donde se orientan las inversiones, a través de los llamados “green commodities” y cómo se puede producir de manera más inclusiva en términos sociales. En esto, se incluyen el ganado y la palma africana.

    Al comparar al continente americano con Europa, señala Moor, que aún se puede ser “más audaz” para abordar los proyectos y acceder a las nuevas tecnologías.

    Esto quedó sentado en las propuestas que se incluyeron en la edición de los premios.

    Allí se exhibieron iniciativas como la casa inteligente con paneles y electrodomésticos solares; el área de niños y el área de arte, con esculturas creadas con chatarra por Federico Oporto y una exhibición fotográfica del venezolano Donaldo Barros con sonidos de la naturaleza.

    Uno de los estands que estuvieron presentes en la galería donde se mostraron  los proyectos. Se ubicó en Guayaquil. Fotos: Cortesía Premio Latinoamérica Verde
    Uno de los estands que estuvieron presentes en la galería donde se mostraron los proyectos. Se ubicó en Guayaquil. Fotos: Cortesía Premio Latinoamérica Verde
  • Wyndham Garden, sello verde en hotel

    Mónica Mendoza

    Macroeditora

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    Wyndham Garden es una marca nueva en Ecuador y una marca joven entre los hoteles de la región. Tiene cuatro estrellas y un sello verde, que va de la mano de la tendencia actual de responsabilidad social con el medioambiente.

    Los anteriores Howard Johnson de Quito y Guayaquil mutaron hasta convertirse en el nuevo hotel, ahora con otra identidad.

    El 15 de noviembre fue el lanzamiento oficial de la marca en Guayaquil. Pero el nombre de Wyndham Garden se empezó a posicionar desde meses antes.

    En el caso de Guayaquil, su nombre comenzó a ser visible en lo alto de la torre circular hotelera, de la avenida Juan Tanca Marengo, en el norte de la metrópoli, a solo cinco minutos del aeropuerto José Joaquín de Olmedo.

    Las letras verdes de la marca, que reemplazaron al azul del antiguo edificio, denotaban que algo pasaba en el hotel del Consorcio Nobis, también propietario de las franquicias Wyndham y Sonesta.

    La estrategia comenzó a diseñarse aproximadamente hace un año, explicó Andrés Pachano, presidente de la Unidad de Negocios Hotelero del Consorcio Nobis.

    “Se trata de un refrescamiento. Estamos haciendo inversiones importantes para que el hotel se adapte a la marca, ya que venía de un Howard Johnson un poco más antigua y queríamos ofrecer un mejor servicio a los clientes”, dijo.

    Los dos Howard, de Quito y Guayaquil, cambiaron sus nombres, pero también se reinventaron con toques verdes. La intención es ir moviéndose hacia marcas más limpias, eficientes y amigables con el medioambiente, que es una tendencia mundial.

    Durante el acto de lanzamiento, Isabel Noboa, presidenta ejecutiva del Consorcio Nobis, destacó que la compañía siempre está pensando en función del desarrollo sostenible y que el turismo es uno de esos sectores. Le dio la bienvenida a la nueva marca, consciente con los impactos en el medioambiente y como parte de una industria turística comprometida con los visitantes, el entorno y las comunidades.

    Cuando decidieron traer el nuevo hotel al país, los Howard ya ofrecían facilidades e instalaciones acogedoras, pero era necesario refrescarlas para entregar una nueva experiencia de producto y servicio a los clientes.

    El nuevo hotel es separado de los Wyndham que se mantienen en Guayaquil (Puerto Santa Ana) y Quito (Tababela) y que tienen su propia estrategia y operación.

    Es parte del portafolio de Wyndham Hotel Group, que tiene una cadena de más de 9 000 hoteles divididos en 18 marcas. Son más de 705 700 habitaciones en 79 países.

    Es una de las marcas más jóvenes y de rápido crecimiento del portafolio de la compañía, que tiene su sede en Parsippany, Nueva Jersey (EE.UU.).

    Eduardo Cruz del Río, vicepresidente de Operaciones para América Latina y el Caribe de Wyndham Hotel Group, destaca que ahora hay dos marcas en Ecuador. “La reputación que tienen los Wyndham en el país y cómo se han posicionado en el mercado es un orgullo para el grupo”.

    Según Cruz del Río, los Wyndham están en los primeros lugares de la hotelería en el país y haber añadido ‘Garden’ a la marca y al concepto es una fortaleza. Destaca que eso se ha logrado por tener al Consorcio Nobis como uno de “los mejores socios”.

    El equipo de Nobis y el grupo internacional analizaron la lista de marcas y establecieron que la que mejor se adaptaba a los que buscaban era Wyndham Garden. Así se evaluaron cambios, inversiones y retorno financiero para los socios del hotel, explica Pachano.

    Luego de esa evaluación financiera vino la ejecución de los planes. La inversión inicial en el cambio de marca en los dos hoteles suma más de USD 500 000 y varía según la ciudad.
    En el caso de Guayaquil se remodeló la fachada, se cambió la entrada principal, el lobby, la recepción (front desk), el restaurante y el área de recreación. Hubo menos cambios en las habitaciones, ya que habían venido de una reciente renovación. En Quito los cambios se centraron en el lobby, el lobby bar y las habitaciones.

    Pachano calcula que la inversión entre los dos llegará a USD 1 millón, además que los hoteles requieren renovación permanente por el deterioro normal.

    El ‘target’ de clientes del hotel son ejecutivos y grupos corporativos. Guayaquil y Quito son dos reconocidas ciudades para turismo de convenciones.

    En el Puerto Principal la estrategia apunta a satisfacer un segmento de ejecutivos más exigente de lo que tenían antes. El nivel de ocupación está por encima del 75% .

    En la capital, la intención es recuperar un 5 o 6% del mercado, ya que el nivel de ocupación es de 65%. Entre los dos hoteles suman 198 habitaciones. En Quito hay 90 y en Guayaquil 108.

    Eduardo Cruz del Río, de Wyndham Group (i); y Andrés Pachano, del Consorcio Nobis. Fotos: Enique Pesantes / Líderes
    Eduardo Cruz del Río, de Wyndham Group (i); y Andrés Pachano, del Consorcio Nobis. Fotos: Enique Pesantes / Líderes
  • Esta papelera tiene sello verde

    Carolina Enriquez

    La empresa no hubiera sido lo que es sin el apoyo de José Mora, padre de María Dolores. Así es como describe la gerenta general de Artepapel a la principal fortaleza de esta compañía que importa papel y desarrolla productos para papelería y artes gráficas.

    La compañía nació en el 2001 luego de una reunión con ejecutivos de Fox River Paper, un molino de papel en EE.UU. Ellos querían ampliar su cadena de distribución y decidieron probar con Mora por un año, para luego entregarles la representación de la marca.

    “Antes la oferta de papeles era limitada y los precios altos. Contar con la ayuda de mi padre desde el 2003 fue clave porque tiene un don especial y nos ha ayudado a crecer” . Buscaron dar ‘algo más’ a los clientes y por ello el nombre de la compañía se ajusta a eso: impulsar la creatividad y el arte.

    Artepapel trajo productos de especialidad. Al inicio tenían cinco líneas de papel y ahora 20.
    La empresa recibe insumos, además, de empresas como las del molino italiano Fabini, del cual también accedió a la representación en el 2003. Un año más tarde consiguieron la de molinos Celulosa Argentina.

    Cuando empezó la empresa tenía 10 clientes, pero ahora son más de 1 500 que incluyen imprentas, autoservicios y distribuidores. Estos reciben producto, desde el 2007, de la fusión de Fox River Paper y Neenah Paper, que adoptó este último nombre.

    Artepapel es representante exclusiva para Ecuador y Perú de esta marca. La firma cuenta desde noviembre del 2016 con una oficina en Lima desde la que distribuye el producto y ofrece valor agregado con la entrega a domicilio, stock suficiente y variedad.

    Al ser representantes de marcas deben estar alineados a las filosofías de las empresas y una de ellas es el cuidado ambiental. De ahí que desde el 2014 cuentan con la certificación Forest Stewarship Council (FSC), que la dan a conocer a sus clientes como un plus.

    “Antes no había esta corriente fuerte de enfocarse en lo ambiental, pero seguimos insistiendo (…) El papel que usamos es de pulpas que pasan por auditorías para determinar que no estamos dañando ecosistemas, medioambiente y comunidades. El FSC, por ello, toma en cuenta los aspectos económicos, ambientales y sociales”.

    Artepapel tiene papeles generados ecológicamente. La línea Crush, por ejemplo, es elaborada con cáscaras de diversas frutas y la Shiro con algas marinas.

    La variedad de la empresa es uno de los aspectos que destaca David Silva, de Artes Gráficas Silva, ubicada en La Floresta, en el norte de Quito. “Les compro papeles de alta calidad, de lujo, para hacer trabajos como tarjetas especiales, invitaciones, etc. También, cartulinas para libros de pasta dura y booksel de 65 y 80 gramos para los interiores de los libros. Las impresiones a color salen bien bonitas”, manifiesta.

    La oferta de Artepapel también incluye producción propia. Esta oferta denominada Arteimagen, está en el mercado desde el 2014 y su producto estrella es Artecolor, una cartulina para niños. “La ventaja, frente a otros, es que ofrece colores no tradicionales, posee certificación ecológica, tinturada en masa para evitar que se despigmente al hacer manualidades e impide que se haga blanca cuando se borre”, comentó Mora.

    También, ofrecen tarjetas, sobre de invitación, hojas A4, diplomas, cartulinas para artes, cartulinas para impresión digital, etc. Tienen la línea de insumos para empresas y de empacados para el consumidor final con el fin de que la persona pueda escribir, pintar o hacer artesanías ellos mismos. El producto se vende en librerías y autoservicios en el país.

    Los consumidores destacan la oferta. Dolores Carvajal, de la Imprenta Monsalve Moreno en Cuenca, dice que compra a Artepapel desde hace 10 años y que hay buena atención y cumplimiento.

    La empresa tiene definidos su planes para futuro. “Queremos afianzar nuestra cadena de distribución, lograr que nuestros productos se consuman en cualquier parte del país y, sobre todo, que lleguen a los mismos precios”.

    Asimismo, la empresa busca afianzarse aún más en el tema ecológico, que ha sido uno de sus ejes básicos. Mora explica que buscan más certificaciones ecológicas, “que le den al cliente final más confianza con lo que nosotros estamos haciendo”.

    Artepapel tiene planes de expansión a otros países de Sudamérica. Esto dependerá de cómo se vaya desarrollando la marca. No tiene proyecciones de abrir más oficinas en el país, porque se apoya en un cadena de distribuidoras a escala nacional.

    Los empleados se dedican a la organización de los productos extranjeros, pero también de la producción de la oferta local que se comercializa en diferentes negocios. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
    Los empleados se dedican a la organización de los productos extranjeros, pero también de la producción de la oferta local que se comercializa en diferentes negocios. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
  • Una inversión verde ya genera frutos

    Cristina Marquez

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    En la planta molinera de Moderna Alimentos el proceso de recepción de trigo es más ecológico desde el 2011. Ese año la firma invirtió cerca de USD 480 000 en la modernización del área de recepción y en la adquisición de nuevos equipos.

    Hoy, esa inversión ya rinde frutos. Dos nuevos subproductos, que se venden a varias fábricas de balanceados, surgieron a raíz de la implementación del proyecto.

    Además se redujo cerca de tres horas de tiempo muerto en el proceso y se controló el exceso de polvo y otros desechos orgánicos que se liberaban en el ambiente. Hace dos semanas, el Ministerio del Ambiente premió el compromiso ecológico de la empresa ecuatoriana con la entrega de la certificación ‘Punto Verde’.

    La planta molinera está ubicada en el centro de Cajabamba, en Chimborazo. Es la primera empresa de la provincia en recibir la certificación y la primera de cinco plantas de Moderna Alimentos en ser considerada punto ecológico.

    “Estamos convencidos de que cuidar el ambiente, preocuparnos por nuestros grupos de interés y hacer empresa al mismo tiempo es completamente viable”, dice Mariela Gómez, directora de responsabilidad social empresarial.

    Para ella, la actualización de sus procesos es una de las vías necesarias en el éxito empresarial y la permanencia en el mercado.

    La modernización del proceso se inició cuando los técnicos identificaron un ‘cuello de botella’ en la recepción de la materia prima que llega cada semana desde Manta. Los carros que transportaban el trigo se formaban en fila para ingresar a la planta y dejaban el trigo en la zona de descarga.

    Luego la materia prima se movilizaba hasta una báscula, situada en el otro extremo de la planta. En el proceso parte de las impurezas orgánicas, como cáscaras y polvo, que llegaban con el trigo, se liberaba por acción del viento.

    “Nos tomaba más de tres horas la descarga de un solo camión, y notamos toda la incomodidad que generaba el proceso de descarga. Analizamos el problema y decidimos convertirlo en una oportunidad para mejorar el proceso y la calidad del producto”, cuenta Jorge Intriago, jefe de producción.

    Los cambios se iniciaron por una reforma en la infraestructura de la planta. Se instaló una moderna báscula equipada con un sistema que aspira el trigo y lo separa de las impurezas en un solo paso.

    La nueva báscula se ubicó en la parte posterior de la planta, junto a la vía de acceso. Está diseñada para que los camiones puedan ingresar hasta la plataforma de descarga, por lo que ahora el proceso de recepción toma 40 minutos.

    Mientras el trigo se descarga, las impurezas son absorbidas a través de un ducto y luego se clasifican en cuatro tipos de subproductos: triguillo, morocho, polvillo y granza, que se utilizan como materia prima en la fabricación de balanceados.

    El polvillo y la granza son los dos nuevos subproductos que se recuperan con el nuevo sistema de aspiración y generan ingresos anuales a la empresa por unos USD 200 000 (en promedio).

    Otro beneficio de la modernización es la mejora en la calidad del producto final. Desde que se instaló el ducto de aspiración el trigo llega libre de impurezas a los siguientes procedimientos.

    “Notamos que somos mucho más eficientes desde que mejoramos el proceso. No solo ganamos tiempo, sino que también se mejoró el ambiente de trabajo para nuestros empleados y la harina es más refinada”, cuenta Intriago.

    Un efecto del cambio en el procedimiento fue el incremento de uso de energía eléctrica en un 8%, debido a la adquisición de nuevos equipos, pero eso se justificó con el mejoramiento en el rendimiento en el proceso de producción.

    La planta también se considera un punto verde debido a que no emiten ningún gas que afecte a la capa de ozono y no genera contaminación ambiental de ningún tipo. La meta empresarial de Moderna Alimentos es trabajar en la certificación de las otras cuatro plantas de producción en Quito, Amaguaña, Cayambe y Manta.

    La meta de los próximos años será certificar a las plantas de Manta y Cayambe. Un equipo de trabajo integrado por representantes de cada área ya trabaja en la recolección de información, estadísticas y evidencias para completar los requerimientos que exige el Ministerio del Ambiente. “Nos esforzamos por mantener los mejores estándares de calidad, innovación, producción. Estamos en permanente investigación de procesos”, dice Gómez.

    Jorge Intriago, jefe de Producción, junto a las  máquinas de tratamiento de harina. Foto: William Tibán para LÍDERES
    Jorge Intriago, jefe de Producción, junto a las máquinas de tratamiento de harina. Foto: William Tibán para LÍDERES
  • Financiación y burocracia, obstáculos para la revolución verde en la India

    EFE

    La India trata de revolucionar la producción de energías renovables para paliar el déficit energético en uno de los países más contaminados del mundo, pero los especialistas dudan de la viabilidad de los planes gubernamentales por el alto coste, la burocracia y dificultades sobre el terreno.

    El primer ministro indio, Narendra Modi, quiere que la India se convierta en una referencia internacional de energías renovables y dar respuesta además a las necesidades de un país que es el tercer emisor de dióxido de carbono del planeta y al mismo tiempo tiene una tercera parte de sus 1 250 millones de habitantes sin electricidad.

    La intención del Gobierno indio es quintuplicar hasta 170 gigavatios la electricidad limpia para 2022 y reducir su dependencia del carbón, que genera un 59 % de la electricidad del país.

    Uno de los planes del Gobierno pasa incluso por crear 100 gigavatios de generación de energía solar. Sin embargo, expertos y analistas reunidos esta semana en la I Exposición y Encuentro de Inversores en Energías Renovables Re-Invest en Nueva Delhi creen que esos ambiciosos objetivos se topan con una realidad que presenta problemas como la financiación, la infraestructura y la burocracia.

    «No creo que sea posible alcanzar este objetivo. En especial los 100 gigavatios de energía solar dado que la India no cuenta con industria solar y tendrá que importar paneles, lo que resulta muy caro», dijo a Efe el representante de una empresa del sector, que prefirió mantener el anonimato.

    «El país necesitará más tiempo para desarrollar una industria solar propia para alcanzar esos objetivos», añadió. A día de hoy la India produce 3 000 megavatios de energía solar frente a 22 gigavatios de eólica, lo que sumado supone un 13 % de la producción total de energía del país. De acuerdo, con datos oficiales, la India tiene una capacidad instalada de producción energética total de 258.000 megavatios, que en un 59 % proviene de fuentes relacionadas con el carbón; un 17 % de hidroeléctricas; el 13 % de renovables; un 9 % de gas, y un 2 % de generación nuclear.

    Para Reinhard Ling, de la compañía IBC Solar con dos años y medio de experiencia en el país asiático, el interés de los inversores ha aumentado pero consideró que es difícil trabajar en la India, un país acostumbrado a cortes de suministro debido a un déficit en la oferta del 13 % de la demanda de electricidad. «Los proyectos se suelen retrasar por los permisos que hay que conseguir y la dificultad de trabajar en zonas rurales con empresas locales. Todo avanza muy lento», afirmó Ling.

    Pero no es sólo eso. De acuerdo con un informe de la consultora Crisil Ratings el país necesita una inversión de 42 000 millones de euros en los próximos cinco años para desarrollar el sector, unos fondos que no será fácil conseguir dado el riesgo financiero de la inversión.

    «Se han dado pasos positivos para hacer más atractiva la industria, pero se necesitan políticas a largo plazo que den seguridad a los inversores y las estamos esperando«, manifestó a Efe Boppana Madhu Kumar, de la española Gamesa, que ha instalado 1 700 megavatios de energía eólica desde 2010.

    Otros actores del sector confían en la determinación y las políticas de Modi, quien durante su etapa frente al Gobierno del estado occidental indio de Gujarat, entre 2001 y 2014, impulsó la energía solar y es uno de los pocos estados indios que cuenta con electricidad 24 horas diarias.

    «Si Modi creyera que no lo logrará no lo habría anunciado y puesto en riesgo su credibilidad. Y, aunque no consiga esos objetivos, si logra aumentar sustancialmente la electricidad limpia ya será un logro«, expresó a Efe el director del Programa de Energía Indo-Alemán, Winfried Damm. 

    El primer ministro indio (derecha), Narendra Modi, quiere que la India se convierta en una referencia internacional de energías renovables. Foto: Prakash Singh / AFP.
    El primer ministro indio (derecha), Narendra Modi, quiere que la India se convierta en una referencia internacional de energías renovables. Foto: Prakash Singh / AFP.
  • El verde da sabor a lasañas y pizzas que se venden en Twitter

    Redacción Guayaquil

    La principal herramienta para el mercadeo de Verde’s Pizza es Twitter. Así lo asegura Silvia Célleri, la pionera y gerenta de este emprendimiento que elabora pizzas, lasañas y nachos con masa de plátano verde.

    Ella tuitea diariamente para los más de 1 060 seguidores del usuario @VerdesPizza y también actualiza el perfil de la pizzería para sus más de 1 100 fans en Facebook. Las redes sociales permiten a Célleri y a sus socios, José Luis Laica y Raxonn Avilés, anticipar los pedidos de hasta 30 pizzas familiares al mes.

    Célleri comenzó con este negocio hace dos años con una inversión de USD 300. Aquel monto lo destinó a la adquisición de un horno usado con el que elaboraba hasta seis pizzas mensuales. Hoy, Verde’s Pizza es un negocio que cuenta con una colaboradora adicional y alcanza ventas de USD 1 200 mensuales.

    Las pizzas de masa de plátano verde contienen, entre otros ingredientes, camarones, jamón, queso cheddar, peperonni y salami; se despachan en el domicilio de Célleri ubicado en el norte de Guayaquil, en el sector de Sauces VIII. Para las lasañas también se pueden escoger los ingredientes y los nachos se acompañan con salsa de queso.

    Marián Mogro es clienta de Verde’s Pizza desde hace más de un año. Ella asegura que su producto predilecto es la pizza hawaiana y que las compra hasta dos por mes. «Conocí sobre Verde’s Pizza por referencias en Twitter. Silvia siempre experimenta con nuevas texturas y sabores».

    Verde’s Pizza se conceptualizó como un proyecto universitario de Célleri hace unos siete años. Desde el pasado agosto los socios Laica y Avilés, a quienes conoció en el proyecto gubernamental Emprende Ecuador (2011), se integraron a Verde’s Pizza para «llevar el emprendimiento al siguiente nivel de industrialización y promoción».

    Los socios, quienes habían desarrollado por su cuenta una tableta y un software, trabajaron en el desarrollo de marca y sistemas administrativos, etapas de producción para las presentaciones en ferias, entre otros. «Nuestra meta es desarrollar una mesa con pantallas táctiles, donde cada comensal interactúe con los chefs y elabore virtualmente sus propios platos», manifiesta Laica.

    «Cuando me mencionaron que era una pizza de masa de plátano verde, lo primero que se me vino a la mente era que se trataba de un bolón extendido. Estaba equivocado», indica Said Kalil, quien probó por primera vez una Verde’s Pizza hace ocho meses.

    Célleri es cautelosa en detallar la elaboración de la masa pues, según ella, ha pasado siete años perfeccionándola.

    Datos y logotipos

    El ícono. El sello es un plátano verde con bigotes curvos y un gorro de chef. El nombre resalta en color rojo.

    El crossfit. Verde’s Pizza ha participado en exhibiciones y carreras de crossfit como opción alimenticia a ese deporte.

  • Parqueaderos, edificios, malls… llevan un toque verde

    Redacción Quito

    ¿Por qué los parqueaderos de los centros comerciales tienen que ser grises y sin plantas? ¿Se puede dar un toque verde a los pasillos y lobbys de edificios para volverlos más amigables? Esas y otras preguntas responden los fundadores de Grupo Sam, una iniciativa dedicada a proyectos ambientales y, en los últimos cuatro años, a lo que es jardinería vertical.

    Este emprendimiento dio sus primeros pasos hace 14 años, cuentan Pamela Jaramillo y Hernán Tapia, dos de los cuatro socios. En sus inicios, Grupo Sam trabajó en proyectos de agroforestería, una combinación de agricultura y forestación, según explican Jaramillo y Tapia.

    Pero con el paso del tiempo, fueron encontrando oportunidades en nuevos espacios, específicamente en centros comerciales y en casas particulares. Es así que en el 2007, Grupo Sam se encargó de rediseñar los jardines del Condado Shopping, en el norte de Quito.

    Al mismo tiempo, cuentan sus representantes, trabajaron con organismos no gubernamentales y establecieron un vivero, en el sector de Calderón. El sitio les permite hoy en día contar con la materia prima para ofertar jardines verticales.

    Para involucrase en esta nueva tendencia, ambos hicieron un curso en Nueva York, en el 2010, y establecieron un convenio con una firma europea a la que adquieren los jardines. En Quito, el trabajo consiste en sembrar plantas de distintas variedades, la instalación y el mantenimiento de los jardines.

    En este tiempo de trabajo, Grupo Sam ha invertido algo más de USD 100 000.

    Uno de los proyectos más grandes en los que incursionó esta iniciativa fue la decoración de jardines y parqueaderos del centro comercial Paseo San Francisco, en Cumbayá. Allí, cerca de 600 metros cuadrados de paredes lucen jardines verticales.

    Verónica Espinosa, directora de mercadeo del centro comercial, considera que se trata de un producto muy versátil. «Permite armar jardines en paredes al gusto de uno. Puedo mover los módulos, formar logotipos con los colores de las plantas… tiene un amplio margen de creatividad».

    La vocera del lugar agrega que esta clase de jardines da frescura y genera un ambiente diferente y original.

  • Un plan verde crece con nueva tecnología

    Redacción Quito (I)

    Un jardín vertical de unos 50 metros de altura cubre la fachada de uno de los edificios de la planta de Cervecería Nacional, ubicada en Cumbayá. A pocos metros, un grupo de paneles solares genera energía limpia que se usa en la planta de embotellado.

    El calor generado en los procesos productivos se reutiliza para recalentar equipos que permiten elaborar cinco marcas de cervezas, una de malta y una de agua. Además, se reciclan envases de cristal y etiquetas de papel.

    La descripción permite explicar la política ambiental y de sustentabilidad que maneja Cervecería Nacional (CN) en su planta ubicada al oriente de Quito. Esta gestión, a su vez, da paso a un reconocimiento de SabMiller, la multinacional propietaria de CN: la planta en mención se encuentra desde el 2007 en el ‘top ten’ de las plantas con mejores políticas ambientales, en un listado de casi 200 plantas productoras y envasadoras, repartidas en cerca de 70 países.

    Esta suerte de reconocimiento que entrega SabMiller a sus filiales es resultado de prácticas ambientales, innovación productiva, inversión en tecnología e involucramiento de los colaboradores, según explica Andrés Bolek, director de asuntos corporativos de CN.

    Para estar en el top ten, añade el ejecutivo, se evalúan cada mes indicadores ambientales como cuidado del agua, ahorro de energía y reducción de emisiones de CO2. También se mide productividad, calidad y eficiencia en costos. «El grupo SabMiller maneja un estricto control de indicadores de sostenibilidad».

    La compañía también maneja proyectos comunitarios. El programa Santa Inés, por ejemplo, conecta a la firma con un barrio del sector. El programa incluye la pintura del barrio. De hecho, en julio, el alcalde de Quito, Mauricio Rodas, participó en la pintada de viviendas.

    Para Inés Manzano, directora ejecutiva del Consejo Empresarial Para el Desarrollo Sostenible del Ecuador, la planta de Cervecería Nacional es un ejemplo de una industria consciente con su entorno.

    Según Manzano, en el país las empresas muchas veces suelen limitarse a obtener la licencia ambiental. Lo adecuado en estos tiempos, agrega, es procurar una licencia social, que no es un documento, sino una especie de acuerdo o permiso de la comunidad en donde está asentada una industria. «Hay que encontrar soluciones a los problemas de la comunidad».

    Para Ana María Noguera, directora de Ambiente de la Cámara de Industrias y Producción, CN trabaja arduamente en la mejora de sus componentes ambiental y social. «Este trabajo se ve reflejado en su plan de sostenibilidad, que a más de fomentar el desarrollo empresarial, tiene una incidencia directa en el cuidado del medioambiente».

    Cifras de CN

    Inversión. En la planta de Cumbayá se han invertido alrededor USD 100 millones en los últimos cinco años en renovar tecnología y mejorar los ambientes de trabajo.

    Producción.  Al año se producen 260 millones de litros para las marcas Pilsener, Pilsener Light, Miller Genuine Draft, Club Premium, Dorada, Pony Malta y Agua Manantial.

    Empleo.  CN tiene 2 000 colaboradores entre sus plantas de Cumbayá y Guayaquil. Sus productos llegan a 132 000 puntos de venta.