Etiqueta: vidrio

  • PhoneBrasil anunció la creación de un teléfono totalmente transparente

    Lucia Vasconez

    La compañía PhoneBrasil Group anunció, el pasado 1 de mayo, la presentación de un nuevo smartphone creado totalmente de cristal transparente. El dispositivo fue denominado The Glass y será mostrado oficialmente el próximo 14 de junio de 2015 en Nueva York.

    Hasta el momento no se conocen mayores detalles del teléfono de vidrio. Sin embargo, el Ceo de PhoneBrasil, Anderson Dias, señaló en un comunicado, que el concepto de The Glass es revolucionario y que espera una fuerte demanda en el mercado, según detalló Mediatelecom.

    “Nos sentimos muy orgullosos con The Glass. Todos sus resultados son sumamente positivos y estamos seguros de que será un producto que revolucionará el mercado. Estamos trabajando con algunos de los mayores distribuidores y operadores de telefonía móvil del mundo, con el propósito de asociarnos para el dispositivo llegue a todo el público”.

    PhoneBrasil Group es una empresa que provee telecomunicaciones y suministra servicios de telefonía inalámbrica y banda ancha a los consumidores y empresas de Brasil y EE.UU. También ofrece teléfonos, tabletas y periféricos de marca Evolution en todo el mundo.
    La compañía tiene su sede mundial en Miami, EE.UU. y oficinas en Curitiba, Brasil.

    El teléfono transparente será presentado oficialmente el 14 de junio de 2015, en Nueva York. Foto tomada del portal del PhoneBrasil
    El teléfono transparente será presentado oficialmente el 14 de junio de 2015, en Nueva York. Foto tomada del portal del PhoneBrasil
  • El vidrio funde una iniciativa decorativa

    Redacción Cuenca

    Joyas, candelabros, vasijas, adornos… elaborados en vidrio fundido es la propuesta de Ivonne Artes del Fuego.

    El nombre se debe a que Ivonne Pérez, su propietaria, funde a 800 grados centígrados -al horno o con soplete- el vidrio y moldea figuras que colorea con pigmentos azul, amarillo, rojo, verde o naranja. Esta iniciativa cuencana factura cerca de USD 800 al mes.

    En el 2003, Pérez aprendió, en cursos y con la práctica, la fundición del vidrio y se “asombró”, porque es un material noble y maleable, que permite elaborar desde un arete hasta una lámpara.

    No fue sino hasta el 2007, cuando se sintió lista y empezó a elaborar productos para venderlos. La inversión inicial fue de USD 5 000, para adquirir un horno para vidrio y pinzas. Ese dinero también le sirvió para comprar soportes de acero, para manipular el vidrio caliente, un soplete y otros materiales.

    Al inicio la facturación bordeaba los USD 200 al mes, pero solo exponía sus productos en ferias.

    Fernanda Serrano conoció en el 2008 el trabajo de Pérez. Fue en una exposición artesanal en el parque Calderón de Cuenca (centro). Desde ese instante, le gustó la propuesta de esta azuaya, “porque tiene buen gusto en la mezcla de colores”.

    Para la emprendedora, conocer la percepción de sus clientes es clave para seguir en el negocio.

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    Con esa motivación, en el 2009 arrendó un local en La Esquina de las Artes (centro de Cuenca) para ofertar sus productos. Allí, en un espacio de 10 m², ofrece espejos, sillas, cajas de fósforos, colgantes, pulseras…, elaborados en vitro fusión (técnica al horno).

    En febrero pasado, Pérez se inclinó por utilizar la técnica con soplete, para lanzar una línea de joyas en vidrio y bambú.

    Con esta propuesta fue invitada, por el Gobierno de Israel y el Instituto de Promoción de Exportaciones e Inversiones (ProEcuador), para participar en la Trigésima séptima Feria Internacional de Artes y Oficios de Jerusalén (Israel), que se realizará del 6 al 18 de agosto, como consta en el sitio web de ProEcuador.

    Miguel Andrade compra desde el año pasado las artesanías de Pérez y señala que las comercializa en Quito y Guayaquil. “No es casualidad que Ivonne Artes de Fuego se posicione en el mercado y participe en ferias internacionales, ya que su técnica es novedosa y eso se refleja en la innovación de sus productos”.

    Pérez es la única ‘empleada’ que tiene su emprendimiento, igual que cuando inició en el 2007. Esta cuencana reparte el día entre la creación de piezas en su taller y la comercialización en el local.

    Cristina Ledesma adquiere joyas y accesorios en Ivonne Artes del Fuego y destaca la exclusividad de cada pieza que no se repite en colores ni en formas. “Me gustan las lámparas y los candelabros”.

  • En envases de vidrio se germina el agro del país

    Xavier Montero / Redacción Quito

    En los 53 negocios de propagación de plantas, registrados en el Censo Económico del 2010 (del INEC) a escala nacional, los ambientes estériles del laboratorio conviven con sembríos e invernaderos.

    Aquellas empresas dedicadas a la ‘micropropagación’ de vegetales buscan un rol determinante en la industria agrícola. Así lo considera Boris Coronel, gerente general de Germoplanta, una firma que emplea a siete colaboradores en San Pedro de Taboada, suroccidente de Quito.

    Para Coronel, la investigación científica busca mejorar las condiciones de los agricultores, proporcionando plantas resistentes a enfermedades y que aseguran “buenos” márgenes de producción. Germoplanta germina 100 000 plantas mensuales y ha investigado 50 especies.

    Juan Enrique Guerrero, propietario del vivero Anturio Rachell, en el Puyo (Pastaza), comenta que estos vegetales son un pilar en su negocio. Él comercializa desde hace cinco años, plantas ‘in vitro’. “Son una garantía que permite invertir. Al año compro 30 000 anturios”, indica.

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    Un negocio de micropropagación vegetal requiere conocimientos de agricultura, biotecnología y marketing. Así lo considera Félix Ambato, cofundador de Agrobiotech, una firma que produce 10 000 plantas mensuales. En su catálogo se incluyen plantas ornamentales en envases de vidrio. “El recrudecimiento climático de este verano afectó al agro. Ante ello, la solución es enfocarse en las plantas que decoran oficinas, salas, etc.”, indica Ambato quien invirtió USD 20 000 para emprender el negocio en el 2008.

    En los ambientes estériles se preparan los sustratos (gelatinosos o líquidos), que contienen minerales, vitaminas o las hormonas que albergan a los brotes derivados de la planta madre. Luego, en las cámaras de multiplicación –perchas climatizadas- germinan de 3 a 30 veces cada una, dependiendo de la especie. “La mora sin espinos, por ejemplo, beneficia a quienes vivimos de la agricultura”, señala José Valencia, quien vende plantas micropropagadas desde los USD 0,45 a 1, en su local ubicado en Patate, Tungurahua.

    Un requisito fundamental para este negocio es la paciencia. Así lo indica Francisco Borja, gerente general de Merisistemas, una empresa que ha investigado banano por 15 años. En su laboratorio, ubicado en Puembo (nororiente de Quito), se germinan hasta tres millones de plantas cada año. Estas tardan siete meses en salir de la ‘biofábrica’ a los invernaderos en Quevedo y Machala, donde se ‘endurecen’ o alistan para su venta al productor.

    “Se relaciona erróneamente a la micropropagación con los transgénicos. Aquí seleccionamos a la planta con mejores cualidades, la clonamos por miles y guiamos a los productores para alcanzar las 3 000 cajas de banano por hectárea al año. 1 000 más de lo común”, dice el gerente de Merisistemas, cuyas ventas superaron los USD 2 millones el año anterior.

  • Madre e hija dan forma y color al vidrio

    Redacción Guayaquil

    Bisutería, lámparas, bandejas, relojes y otras piezas elaboradas bajo la técnica de la vitrofusión es la oferta de Creart. El emprendimiento surgió en el 2008 en Guayaquil, como iniciativa de Priscila Linzán y su madre Nancy García.

    La vitrofusión consiste en someter al vidrio a altas temperaturas dentro de un horno para luego pintarlo con óxidos de colores y moldearlo. De esta manera, se crean piezas de distintas formas, tamaños y colores, explican ambas.

    La vinculación de estas emprendedoras con el arte empezó en 1996, cuando, a raíz de un accidente, Priscila Linzán empezó a tomar cursos artísticos como terapia. Aprendió técnicas como acrílico, óleo, acuarela y dibujo técnico, en instituciones como la Escuela de Bellas Artes y la Casa de la Cultura de Guayaquil .

    Así, la pintura se convirtió en un pasatiempo y pronto en un pequeño negocio. Linzán exponía y comercializaba sus obras de arte a conocidos y familiares como un ingreso adicional a su trabajo.

    Luego, en el 2005, con el fin de ampliar sus conocimientos, ella y su madre tomaron un curso básico de vitrofusión en Ceramicarma. En este estudio de cerámicas y manualidades se especializaron en vitrofusión avanzada en el 2006.

    En ese año empezaron a producir sus piezas, que pronto llamaron la atención de sus clientes y la venta de cuadros quedó a un lado. La producción de adornos de vitrofusión aumentaba, sin embargo, para elaborar las piezas alquilaban el horno en el sitio donde tomaron clases.

    Finalmente, en el 2008 realizaron un préstamo de USD 3 500 al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) y lo invirtieron para independizarse. El valor lo destinaron a la compra de un horno, vidrio, pinturas y pinceles especiales. Fue así que nació Creart.

    Las piezas las elaboran en su domicilio ubicado en el sur de Guayaquil. Su sistema de venta, dice García, es la participación en ferias y exposiciones de artesanías. Participan en unas cinco al año y en cada una llegan a vender hasta USD 1 000.

    El valor de las creaciones oscila entre los USD10 y 75. Las más vendidas son las botellas decorativas y los platones.

    Entre las exhibiciones en las que han participado constan Arco Iris de la Alianza Francesa (2009); El Mercadito, en el club Campestre La Vevenita (2011); Artsenal, realizada en el centro comercial Village Plaza (2012) y otras.

    Lo que llama la atención de sus creaciones es el colorido y el excelente acabado. Así opina Pilar Panchana, quien conoce a Linzán desde hace 20 años y es su cliente desde hace 15. “He adquirido diversas piezas elaboradas por ella y su madre. Muchos de sus adornos decoran mi hogar. Me gusta el estilo y los colores de las creaciones”, comenta Panchana.

    Esta opinión sobre el color es compartida por Adela Rodríguez. Ella es cliente de Creart desde el 2006. Dice que ha comprado gran variedad de productos, pero sus preferidos son los artes y anillos.

  • En sus manos todo material reciclado se vuelve funcional

    Redacción quito

    Una botella de vino puede terminar su vida útil en un tacho de basura. Pero en manos de Juan Subía Valdez, materiales como el vidrio se transforman en vajilla o mobiliario.

    En su taller, que lleva la marca aFuego Diseño, un bote de cerveza o de cualquier otro licor sirve para trabajar un distinguido cenicero. El pico de una botella, la madera de unos ‘palets’ (estructura para transportar carga) y el cable de una moto vieja son los insumos para elaborar una práctica lámpara.

    El joven, de 30 años, estudió Diseño Industrial en la Universidad de las Américas, donde hoy da clases. Aunque trabajó en una firma privada y en varios proyectos de diseño, él siempre quiso tener un negocio propio.

    El emprendimiento aFuego Diseño surgió hace tres años, casi por «casualidad», cuando Subía Valdez decidió dar utilidad a las botellas olvidadas en una pequeña bodega de su casa, para hacerle un regalo a un amigo.

    La primera y mejor inversión que hizo fue un cortavidrios de USD 8. A este se sumó maquinaria que le obsequió su padre y otra que compró por USD 1 000. «La inversión no fue tan fuerte, lo más importante fueron las ganas de hacer cosas diferentes».

    Hasta un 80% de los insumos de sus productos provienen de material reciclado. Pero la búsqueda de Subía Valdez no solo es estética, sino funcional. Entre los productos que se destacan por esta característica está una cama construida con madera proveniente de ‘palets’ reciclados. El diseño tiene gran estabilidad y facilita armarla sin necesidad de tornillos.

    La idea surgió porque un amigo requería cambiarse de casa y el traslado de los muebles era lo más difícil de la mudanza. «Son problemas que soluciona el diseño«, dice Subía Valdez, quien labora solo en su taller, aunque a veces se apoya en carpinteros y cerrajeros.

    aFuego Diseño trabaja sus productos bajo pedido y también se pueden adquirir en dos tiendas en Quito. Una de ellas es Nuf Dessin, ubicada en La Coruña y Valladolid, norte de Quito. Para Carolina Rodas, arquitecta de este local, el trabajo de Subía Valdez se destaca por su excelente acabado y funcionalidad.

    La oficina de arquitectura Al borde es uno de sus clientes. No solo le compran productos sino que contratan sus servicios, explica David Barragán, uno de los socios. «Con él se pueden discutir buenas ideas y encontrar las mejores soluciones técnicas en los proyectos».Los ingresos

    La facturación. Los ingresos no son fijos, puede vender entre USD 150 o 600 mensuales, depende de la demanda.

    La publicidad. Referencia de los clientes y redes sociales son su principal canal de difusión.

  • Nuevas ideas para la industria del vidrio

    Redacción Guayaquil

    Con la inauguración de un salón para la innovación, Owens Illinois (OI) Ecuador, empresa productora de envases de vidrio para unas 330 firmas a escala nacional, da un paso más en su plan de crecimiento, en el que han invertido alrededor de USD 200 millones en dos años.

    En el sitio en el que se intercalan paredes blancas y otras en tonos verdes, resaltan las estanterías en formas geométricas en las que reposan botellas transparentes y otras coloridas, de diseños variados.

    Una pizarra, un proyector y una mesa, son los elementos que complementan el ambiente de este salón, al que los clientes de OI podrán ingresar regularmente.

    El 16 de julio, Eduardo Restrepo, gerente de la empresa en Ecuador, dio apertura al salón de la innovación, «el primero en América Latina». En este sitio se realizarán talleres con los clientes para desarrollar nuevos modelos de envases, enfocados en potenciar la sostenibilidad, innovación y calidad.

    La empresa, fundada en 1903, tiene 13 plantas de producción en América Latina. La planta en Ecuador, ubicada en la vía Perimetral de Guayaquil, tiene una capacidad de producir de 30 a 35 millones de botellas al mes, un promedio de un millón y medio diarias.

    Actualmente, la empresa trabaja bajo cuatro líneas: licores, gaseosas, alimentos y cervezas, con firmas como Coca-Cola, Cervecería Nacional, etc.

    Restrepo comenta que estas actividades están dirigidas a sus clientes más grandes, pero también a los que están desarrollándose, «para que a través del diseño de envases innovadores puedan ser más competitivos en el mercado».

    El estadounidense Casey Ingle, director en innovación de Marca Global, Owens-Illinois, Inc., explica que se seleccionó al Ecuador como el primer país para implementar este salón de innovación, por el crecimiento que ha experimentado la producción de la planta, y por la demanda de calidad de los clientes de la compañía.

    Ese crecimiento, dice Carlos Aguilar, gerente de planta, se debe a la inversión que también se ha hecho en maquinaria. En el 2012 se reemplazó el horno con el que se trabajaba allí desde hace unos 16 años, y en el 2013, se sumó una máquina más, a las tres con las que se trabajaba.

    Con estas nuevas adquisiciones en sus activos, la capacidad de producción de OI creció un 30% y el requerimiento de mano de obra en un 15%.

    «Estamos en capacidad de seguir creciendo, tenemos un crecimiento anual del 10%», cuenta Restrepo. Brasil y algunas regiones del Caribe son los destinos a los que ya se están enviando los productos, explica.

    El otro fuerte de la estrategia está enfocado en el medioambiente. Ingle trabajó hace dos años en la campaña que maneja la empresa Glass Is Life™ (Vidrio Es Vida), una iniciativa global diseñada para comunicar las cualidades de sostenibilidad y bajo impacto ambiental de los envases de vidrio. Está basada en testimoniales en los que los clientes: chefs, diseñadores, gerentes, destacan los beneficios de usar el vidrio como envase.

    Aunque actualmente la producción en la fábrica se realiza con arena traída desde la región amazónica del país, Aguilar destaca que también se utilizan botellas recicladas, que representan aproximadamente un 30% del material.

    Además de la innovación en diseños, durabilidad y calidad, la empresa apunta a reducir el impacto ecológico, por lo que aspira que ese porcentaje de vidrio reciclado sea mayor. En Europa, por ejemplo, el porcentaje de vidrio reciclado llega hasta el 70%, explica Aguilar.

    La empresa además cuenta con un centro de innovación enfocado en desarrollo de tecnología, para mejorar la calidad de las cuatro líneas; está ubicado en Perrysburg, Estados Unidos.

    Enfoque ambiental

    • Cuatro pasos. OI busca optimizar los métodos de producción para preservar los recursos naturales, para lo que se planteó cuatro metas: 1) Recortar el uso de energía a un 50%, 2) reducir la emisión total de CO2 en un 65%, 3) alcanzar un 60% de vidrio reciclado en la mezcla (globalmente) y 4) tener cero accidentes en las plantas.
    • Los equipos. El nuevo horno alcanza una temperatura de unos 1 500 grados, lo que permite más efectividad en los procesos y ahorro de energía. La cuarta máquina, en cambio, aumentó la productividad en un 30%.