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  • Agroturismo con una visión sostenible

    José Luis Rosales 
    Redacción Sierra Norte

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    La Hostería Cananvalle, situada a 10 minutos de Ibarra, busca cautivar al turista nacional y extranjero, con su ambiente campestre.

    En este valle, por el que atraviesa la línea férrea que conecta a la capital imbabureña con la parroquia Salinas, hay una vista privilegiada del Imbabura y Cotacachi.

    Carlos Salazar, junto a su esposa, concibieron este establecimiento con un enfoque de desarrollo sostenible. Antes de empezar el proyecto laboraron en otros países.

    Hace una década abrieron la hostería, que al inicio estuvo dirigido al turismo extranjero, con hospedaje y alimentación. Pero luego empezaron a llegar visitantes de Quito, Guayaquil, Cuenca.

    Salazar estudió un posgrado en Turismo Rural en Buenos Aires, Argentina. Asegura que la hostería surgió como producto de la tesis de grado. También cursó una maestría en destinos turísticos.

    Hace 20 años, la pareja compró a un familiar un área de ocho hectáreas. El predio era parte de la antigua hacienda Cananvalle, en donde se producía caña de azúcar.

    En una primera intervención sembraron árboles de pino, que sobrepasan los 15 metros de altura. Después regeneraron la tierra, recuperaron el entorno natural e implementaron una producción agrícola orgánica. La inversión inicial bordeó los USD 200 000.

    En el sitio únicamente había una construcción antigua, en donde funcionaba un trapiche. En esta edificación mixta, de ladrillo visto, teja y madera, se acondicionaron habitaciones para huéspedes.

    El establecimiento tiene capacidad para alojar a 45 personas. Hay suites matrimoniales, habitacionales familiares, dobles, simples.

    Otra de las edificaciones que resalta es la denominada casa grande, cuya fachada está cubierta con las hojas novia de la pared, una especie que trajeron de Bolivia.

    La edificación, que se asemeja a una antigua casa de hacienda, cuenta en el primer piso con la cocina, restaurante y una sala.

    Desde el interior es posible observar a colibríes, tangaras de diferentes colores, a pájaros carpinteros revolotear en los jardines.

    Cananvalle cuenta con varios senderos para que los visitantes puedan mantenerse activos.
    Hay plantas de café sembradas en varios sitios. El objetivo es convertirle en una finca cafetalera.

    Actualmente, hay ocho variedades del aromático: geisha, yava, moka, pacamara, tabi, bourbon, Ana Café 14 y caturra. Las dos últimas están en producción.

    Eso inspiró la apertura de la cafetería. El administrador Andrés Yépez señala que el proceso incluye cosecha, poscosecha, secado, molienda y los diferentes tipos de procesos. Los visitantes pueden elegir del menú unas 15 bebidas con café.

    En total hay 13 500 plantas del aromático, 4 000 árboles de aguacate y 600 de limón, mandarina y naranja. También hay una huerta con lechuga, brócoli, coliflor…

    El sitio ofrece empleo a 17 personas, entre tiempo completo y medio tiempo. El siguiente paso es abrir un museo con piezas arqueológicas que están inventariadas, anuncian sus propietarios.

    El servicio
    La atención.  El sitio atiende de miércoles a domingo. La cafetería abre de 09:30 a 21:30.
    Instalaciones. Por la pandemia el turista debe cumplir con las normas de bioseguridad.

    La oferta.  El visitante puede conocer las variedades de café, el proceso de cosecha y tueste.

    Productos.  El sitio también tiene a la venta café, en presentaciones de 400 gramos.

    Decoración.  En lugares como la cafetería se inspiraron en diseños de Centroamérica. Resalta el uso de materiales de la zona, como el adobe y la teja.

    El establecimiento turístico está en Ibarra, provincia de Imbabura. Foto de la página de Facebook Hostería Cananvalle
    El establecimiento turístico está en Ibarra, provincia de Imbabura. Foto de la página de Facebook Hostería Cananvalle
  • El valor de la visión bien definida

    Fernando Del Vecchio

    “Visión es la habilidad de hablar del futuro con la misma claridad como si estuviésemos hablando del pasado.” Simon Sinek.

    La definición de visión me permite “ver” lo que ha sucedido en el futuro como si estuviese hablando de algo ya logrado, alcanzado. La visión me permite describir la meta y los objetivos alcanzados, en una fecha muy concreta. Esa forma de plantear la visión me permite transitar el camino hacia lo conseguido, en un momento futuro definido, como si ya lo hubiese conseguido. Esto permite tomar decisiones enfocadas.

    El definir la visión como un resultado logrado es similar a mirar la imagen que debo alcanzar antes de empezar a armar rompecabezas. Sería ilógico intentar armarlo sin una idea de la figura que debo alcanzar.

    Si prestamos atención a las declaraciones de visión de las instituciones en las que trabajamos, veremos que tienen poco valor para tomar decisiones cotidianas. Sin saber cuál es la visión a alcanzar, el trabajo diario tiene poco sentido. Si nuestro trabajo cotidiano tiene poco sentido, es difícil encontrarlo trascendente.

    opinion columnistas editorial
    Ilustración: LÍDERES
  • Ecuador defiende en Davos una visión pragmática de la economía y el comercio

    Agencia EFE

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    Pablo Campana, ministro de Comercio Exterior e Inversiones, defendió el miércoles, 24 de enero del 2018, en Davos el «pragmatismo» en las relaciones económicas y comerciales, y aseguró que Ecuador «lo tiene todo» para desarrollarse.

    Por primera vez, un representante gubernamental de Ecuador participó hoy en un debate organizado por el Foro Económico Mundial, la organización público-privada que convoca cada año al mayor número de potentados del planeta en esta estación alpina.

    «Es la primera vez que Ecuador forma parte de un foro en el WEF. Eso significa vientos frescos para el país, con una nueva imagen en términos de política económica y comercial», declaró el ministro a Efe tras el debate.

    Campana explicó que se está viviendo un cambio en Ecuador. «Vivimos en un país cuya economía está dolarizada. Es por eso por lo que, sin descuidar el cubrir las necesidades básicas de nuestra gente en los sectores más desfavorecidos -acceso a la educación gratuita, a la salud gratuita, a la vivienda social gratuita-, no podemos descuidar el otro tema, que es cómo generar más divisas y mayor dinamismo en la economía», dijo.

    La única forma, añadió, es «generando fuentes de empleo a través de más exportación y atracción de inversión privada directa. Básicamente es pragmatismo».

    «Vivimos las políticas comerciales del presidente Lenín Moreno, con una visión muy pragmática, hay cambios importantes que se están dando en el país, en beneficio de los 16,6 millones de ecuatorianos», subrayó el ministro.

    «Por eso hemos venido a Davos, un centro muy importante en todo lo que respecta a la política, la economía y las empresas privadas. Porque uno de los objetivos nuestros es atraer inversión privada directa generando la estabilidad jurídica que todo inversionista busca en el país», añadió.

    En Davos, Campana se reunió con representantes de gobiernos de países que Ecuador considera estratégicos por su potencial.

    «En términos de intercambio comercial no aplica la ideología, en el sentido de que hoy me he reunido, por ejemplo, con el ministro de Desarrollo Económico de Rusia y en días pasados estuvimos en Washington proponiendo la reactivación del paso preliminar para un acuerdo comercial» con los Estados Unidos.

    También ha hablado con China, Japón y Corea. «Yo vengo del sector privado y me gusta poner los puntos sobre las íes; nosotros tenemos que hacer lo que hay que hacer, y qué es lo que hay que hacer, pues tener buenas relaciones con los principales socios comerciales, apertura económica, y también continuar el discurso del presidente Lenín Moreno que le ha dado un 75 % de popularidad», afirmó.

    Campana recordó que ha recorrido 13 países y ha presentado el catálogo de inversiones, con un foco especial en los grandes proyectos industriales: una refinería de petróleo, una planta de aluminio, una refinería de cobre; también proyectos mineros, petroleros o agroindustriales.
    En opinión del ministro, «Ecuador es un país que lo tiene todo».

    «Tenemos hidrocarburos -petróleo y gas-, minería, agricultura, acuicultura y pesca, tenemos un clima espectacular, agua abundante – de hecho, el 90 % de la generación energética del país viene de fuentes hidroeléctricas-, plantas eólicas y gente trabajadora».

    «Lo que necesitamos y lo que estamos haciendo ahora es un discurso pragmático con el que podamos fortalecer relaciones comerciales con otros países y regiones, y atraer inversión privada directa para megaproyectos que el país necesita continuar».

    Ello no ha de hacerse, argumentó, con endeudamiento público. «Estamos en contra».
    «Los gobiernos deben tener claro que quien genera la dinamización de la economía y la creación de empleo es el sector privado», recalcó Campana.

    El Foro comenzó con un llamamiento a la cooperación y las reformas de organizaciones globales para contrarrestar el proteccionismo que ha surgido de la mano del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, como respuesta al descontento de parte de la socie
    El Foro comenzó con un llamamiento a la cooperación y las reformas de organizaciones globales para contrarrestar el proteccionismo que ha surgido de la mano del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, como respuesta al descontento de parte de la sociedad con la globalización. Foto: EFE
  • Fabricar chocolate conlleva una visión de vida

    Redacción Quito

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    El chocolate no es solo uno de los dulces favoritos de David Olgieser, sino también el producto que marcó su vida. La familia Olgieser, proveniente de Europa, ha estado por cuatro generaciones al mando de la tradicional marca de chocolates Bios.

    Desde sus bisabuelos, los familiares de Olgieser han estado rodeados de una larga tradición chocolatera. Sin embargo, cuando la empresa llegó a manos de este joven empresario, las cosas tuvieron un gran cambio.

    Después del fallecimiento de su padre en el 2012, David Olgieser no pudo evitar entrar de lleno al mundo que había heredado. Como destacan quienes lo conocen, Olgieser es una persona muy apasionada por sus trabajos y por los proyectos que inicia y emprende.

    Su primer encuentro con la producción de chocolate fue en el 2000, cuando entró a trabajar en la fábrica Bios para poder ganar dinero extra, mientras cursaba sus estudios superiores en la Universidad San Francisco de Quito.

    Olgieser comenta que desde un principio se interesó profundamente por cada momento y etapa de la producción. “Este es un negocio lindísimo; en primer lugar, porque se trabaja con chocolate, luego se imagina todo el potencial que se tiene y genera al vivir en el país con la mayor producción de cacao de fino aroma”.

    Así, no contento con el conocimiento que había heredado de su padre y su abuela, David Olgieser decidió profundizar y especializarse lo más posible. Primero, realizó una especialización en chocolate en la Escuela Técnica de la Industria Confitera Alemana (ZDS), en ese país europeo.

    No obstante, pensó que todavía le faltaba conocer sobre los procesos de cultivo y materia prima; por este motivo, decidió complementar sus conocimientos realizando el Chocolate Expert que ofrece la Universidad San Francisco.

    Al finalizar sus estudios, Olgieser decidió que era hora de que Bios se renueve. Por esta razón, se propuso investigar nuevas maneras de hacer chocolate para lanzar productos innovadores que tengan sabores y características claramente diferentes.

    De este proceso de investigación, nació la primera línea de chocolates Bios “sugarfree”.
    Según Olgieser, esta es una de las líneas de chocolate con más potencial de la empresa y en la que más esfuerzo ha invertido para poder ofrecer a los clientes un producto sano y de calidad.

    Sin embargo, la empresa de chocolates Bios no es el único ámbito donde él ha demostrado su pasión y dedicación. El empresario cuenta que desde sus primeros empleos, como el de salvavidas en un parque acuático de los Estados Unidos, donde llegó a convertirse en administrador, siempre ha sido un “workaholic” con las particular de que está dispuesto a renovarse a sí mismo. Además, aparte de su vida empresarial, Olgieser no ha olvidado sus grandes pasiones, el baile y los deportes extremos. Estas actividades lo han llevado a concretar otros proyectos y momentos de su vida.

    Él comenta que durante algunos años fue profesor de baile en diferentes instituciones. De esta actividad, conoció a sus amigos Diego Vega y Jorge Sánchez, con quienes decidió emprender un negocio de comida rápida diferente, Top-Ten.

    Apasionado por la cocina y los sabores, se dedicó a desarrollar las fórmulas y recetas para los productos que ofrece esta propuesta de hamburguesería, que hoy en día cuenta con dos locales en el norte de la ciudad de Quito.

    Olgieser comenta, también, que durante toda su vida estuvo interesado en los deportes extremos y de aventura. Esto le ha llevado a escalar la cima de casi todas las montañas del Ecuador, faltandole únicamente la del volcán El Altar.

    Además, este empresario cuenta que esta actividad ha sido muy importante en su vida, ya que gracias al montañismo conoció a su esposa Gabriela Villagómez. Su esposa y también su hija, Victoria, representan sus verdaderas ganancias y las facetas más importante de éxito.

    Para David Olgieser, encontrar el tiempo y balance para realizar todas su actividades preferidas, más el manejo de dos empresas en proceso de crecimiento no ha sido sencillo. “A las 05:30 ya estoy en la fábrica. Trato de desocuparme en la tarde y, después, si no estoy en una reunión de Top-Ten, estoy cuidando a mi hija, que es lo máximo de mi día. Eso me reconforta”, dice Olgieser.

    Para sus colaboradores, como Miriam Rojas, contadora general de Bios, trabajar con David Olgieser representa un verdadero placer, ya que conoce y participa de cada uno de los procesos de la fábrica. “David es una persona sencilla pero apasionada, que nos motiva y apoya a todos para dar más”, comenta Rojas.


    Su crecimiento incluye la exportación

    Redacción quito (I)

    La tradicional empresa de chocolates Bios se ha mantenido en el mercado ecuatoriano por más de 70 años. Sin embargo, desde que el empresario David Olgieser se convirtió en uno de sus administradores, la compañía ha seguido un proceso de innovación y crecimiento.

    Olgieser se ha dedicado a la producción de una línea de chocolates “sugarfree”; es decir, chocolates que no contengan azúcar. Esto ha sido importante para la empresa, puesto que representa un producto sano que permite a las personas con problemas de salud, como diabetes, disfrutar de estas golosinas.

    Olgieser comenta que su interés por esta línea nació debido a que varios miembros de su familia habían sufrido de diabetes. “Mi padre sufrió trabajando en una fábrica de chocolates sin poder comer uno”.

    Además, la empresa se encuentra elaborando productos y proyectos de exportación. En el 2016, Olgieser viajó a Bolivia para presentar los productos Bios ante la industria de Hoteles, Restaurantes y Cafeterías (Horeca); por esta razón, ha conseguido la exportación de semielaborados como polvos y bloques de chocolate.

    Bios, también, ha hecho importantes acuerdos comerciales con la cadena de hoteles Hard Rock Hotel, para quienes la fábrica está elaborando chocolates en forma de labios que se pueden encontrar en las habitaciones que tiene esta cadena hotelera en Centroamérica.

    En los últimos meses, Bios ha hecho convenios con artesanos sordos para construir proyectos de responsabilidad social. La empresa elabora, en conjunto con estos artesanos, cajas de madera para los chocolates.

    El empresario quiteño, a sus 34 años, está a la cabeza de la empresa chocolatera Bios; también desarrolla otros emprendimientos. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
    El empresario quiteño, a sus 34 años, está a la cabeza de la empresa chocolatera Bios; también desarrolla otros emprendimientos. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
  • La visión tsáchila está en la construcción de las cabañas

    Red. SANTO DOMINGO 
    Contenido Intercultural

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    Las viviendas, centros turísticos y espacios ceremoniales tienen cada vez más un factor común: muestran las nuevas y antiguas técnicas de la construcción ancestral de la cultura Tsáchila. La proximidad de los bosques con las comunas de esta etnia alienta esta propuesta.

    Los tsáchilas tienen en sus parcelas extensas plantaciones de caña guadúa; esta realidad facilita emprender nuevas construcciones y remodelar las existentes en sus siete comunas. El producto que aprovechan para sus nuevos inmuebles lo tienen a mano.

    Budy Calazacón ejecuta el proyecto de Chozas Luna en unos terrenos de la comuna Chigüilpe, en la vía a Quevedo. Cuenta que hay turistas nacionales y extranjeros que se interesan por ser parte de estas nuevas construcciones. Él enseña los secretos para la poda de la paja toquilla y de la caña. También, les permite que se involucren en el montaje.

    Hay turistas extranjeros, de Europa y de Norteamérica, que se enteran de este tipo de proyectos y que llegan al país expresamente para visitarlo. Ellos se enteran principalmente a través de las redes sociales. En la ejecución de estas construcciones los tsáchilas siguen su cosmovisión y no descuiden las costumbres de sus ancestros. Ellos deben cortar la paja toquilla, el pambil y la caña bajo una noche de luna llena.

    Esta es una forma de garantizar los años de vida de los materiales, pese a que soportan los diferentes cambios climáticos que se dan en sus territorios. “La mayor parte del tiempo pasa nublado y eso ayuda a que los productos que no siguieron los mandamientos de nuestros antepasados se deterioren con facilidad”, contó Calazacón cuando se realizó este reportaje. En cada familia tsáchila se construye o remodela un promedio de dos a tres viviendas o centros de rituales.

    De igual forma, habló Javier Aguavil, gobernador de los tsáchilas, sobre el proyecto. “No se trata de demoler un inmueble por cuestión de gusto o estética, sino porque tenemos viviendas y construcciones que superan los 50 y 100 años de existencia”, comenta.

    Pero los materiales que se desmotan no se desechan, sino que pasan a cumplir una función distinta, por ejemplo, para elaborar nuevas marimbas.

    De esa forma se observan que los viejos troncos de pambil se emplean para elaborar las teclas y los palos que ayudan a entonar ese instrumento. Lo que no se logra reutilizarse definitivamente es la paja toquilla, que debido al exceso de humedad y la exposición continua al sol se debe desechar. 

    Se trata de una campaña que se ejecuta en las siete comunas para mejorar la imagen y el ornato de los caseríos. Bajo ese concepto, se trabaja en las mejoras y reemplazo de un 80% de las antiguas construcciones, señala el gobernador.

    José Aguavil construyó su casa con un diseño cuadrangular. Él utilizó un 80% de caña guadúa fresca y bambú para levantar la estructura en la comuna El Poste, ubicada en el baipás Chone-Quevedo. La vivienda es de 40 metros cuadrados y se edifica en un terreno que anteriormente utilizó para dar alojamiento a los turistas.

    Este proyecto genera el interés en otras nacionalidades.

    La caña guadúa es una de las maderas que más se utilizan para la construcción de las viviendas de las familias tsáchilas. Foto: Archivo LÍDERES
    La caña guadúa es una de las maderas que más se utilizan para la construcción de las viviendas de las familias tsáchilas. Foto: Archivo LÍDERES
  • La visión de tres empresarias empuja a la industria pesquera

    Xavier Montero

    Tres mujeres capitanean parte de la industria pesquera en el país. Se trata de Isabel Andrade, gerenta general de Tecopesca; Victoria Serrano, gerenta general de Seafman; y Mónica Maldonado, directora ejecutiva de la Cámara Ecuatoriana de Industriales y Procesadores Atuneros (Ceipa). Las firmas y el gremio tienen su sede en Manta, Manabí.

    Este Semanario conversó con las ejecutivas para que comenten sobre su trayectoria, sus logros empresariales y el análisis de la incursión de la mujer en cargos gerenciales dentro de una industria que históricamente ha sido ocupada por la mano de obra masculina.

    Los ‘timones’ de sus empresas y la Cámara a las que representan apuntan hacia un mismo norte: el desarrollo económico del sector atunero a escala mundial.

    La estrategia para el posicionamiento de los productos pesqueros ecuatorianos se fundamenta en la validación del sector como una industria sustentable. Esto se considera un ‘plus’ frente a su principal competidor: el atún de Tailandia.

    Tecopesca y Seafman, bajo la dirección de Ceipa, son algunos de los principales actores de esta industria nacional que alcanzó los USD 719,8 millones por exportaciones en el 2011.

    La tecnificación de los procesos y el cumplimiento de normas de seguridad alimentaria son los ‘vientos’ con los que la industria pesquera navega hacia puertos y supermercados que principalmente están ubicados en EE.UU., países sudamericanos y naciones europeas.

    Andrade, Serrano y Maldonado, coinciden en la importancia de la industria pesquera para el Ecuador. Esto se mide en los réditos tributarios originados por las exportaciones y la subsecuente generación de plazas laborales.

    La Ceipa señala que 22 000 empleos directos y 88 000 indirectos se derivan de la actividad atunera que se concentra en esta ciudad costera. Más del 40% de aquellos cargos están ocupados por mujeres jóvenes que son madres solteras, jefas de hogar o son el principal sustento económico para sus familias.

    Dentro de las plantas procesadoras de productos pesqueros, las mujeres ocupan varios cargos que van desde la limpieza manual de las materias primas, la supervisión de procesos y cargos administrativos y del tipo gerencial.

    Las tres empresarias pesqueras concuerdan en que el posicionamiento laboral femenino en altos cargos es consecuente con la capacitación académica. Lea a continuación sus testimonios.

    Isabel Andrade /  TECOPESCA

    ‘El ingreso de las mujeres a los círculos empresariales de la industria pesquera ha sucedido de manera paulatina y constante; de forma casi natural.

    Desde los inicios de la industrialización de la pesca, en la década de 1990, los cargos administrativos que suponían un nuevo modelo empresarial fueron ocupados por mujeres. Poco a poco nos hemos dado espacio dentro de los cargos ejecutivos por la capacitación académica y la visión de mejora de procesos para llegar a más mercados. En general nos caracterizamos por ser visionarias.

    El negocio pesquero tiene una tradición masculina. Las faenas en el mar implican una mayor exigencia en condiciones laborales extremas. En muchos casos, los hombres se alejan de sus familias por más de seis meses para pescar hasta en el otro lado del océano Pacífico.

    Sin embargo, hemos aprovechado esas realidades en beneficio de nuestros negocios. La rentabilidad de la industria pesquera está en el valor agregado de nuestros productos que nos posicionan en el mercado.

    Nací en Manta y estudié Ingeniería de Empresas en la Universidad Tecnológica Equinoccial (Quito). Me gusta el diseño de procesos tanto administrativos, financieros y operativos. Hace 12 años inicié como asistente de Comercio Exterior en Tecopesca. Luego ascendí a la jefatura de este departamento. De allí a la asistencia de Presidencia, también me encargué de la Subgerencia y desde hace dos años me desempeño como Gerenta General.

    Tecopesca se dedica al procesamiento de hasta 200 toneladas diarias de productos pesqueros que se venden a Venezuela, España, Italia, EE.UU., entre otros países. Empleamos a 1 100 personas. En el 2011 se alcanzaron los USD 116 millones en exportaciones».

    Victoria Serrano / SEAFMAN

    ‘El principal reto que enfrentamos las mujeres al ingresar a esta industria son los paradigmas, el trato con la gente y el respeto que, en algunos casos, les cuesta mostrar a los demás por nuestro trabajo. Yo me desempeñaba como empresaria en EE.UU. y regresé a Ecuador hace 10 años para asumir la Gerencia General de la Sociedad Ecuatoriana de Alimentos y Frigoríficos Manta (Seafman).

    Nuestra firma se dedica a la producción y procesamiento de productos pesqueros en un volumen de 140 toneladas cúbicas de materia prima al día.

    La producción está dirigida principalmente a Europa y Latinoamérica. Bajo mi dirección y el trabajo conjunto de los 1 500 trabajadores con quienes contamos conseguimos abrir mercados en Brasil, Argentina, Chile, Perú, Uruguay y Colombia.

    Del total de colaboradores, 900 son mujeres que laboran tanto en el área de procesamiento del atún, departamentos administrativos y gerenciales.

    Es necesario ser consecuentes con la realidad de nuestra sociedad. Existen muchas madres solteras que se ocupan, con el esfuerzo de los empresarios y empresarias que buscan el crecimiento de sus firmas.

    Mi jornada de labores en la oficina inicia a la 07:30 y casi nunca termina antes de las 19:30.

    La industria atunera de exportación involucra a varios sectores como el del transporte frigorífico, los aceites para conservas, los empaques, entre otras. De allí su complejidad para el manejo.

    Seafman alcanzó el año anterior USD 98 millones en exportaciones en el 2011″.

    Mónica Maldonado / CEIPA

    ‘Mi primera actividad laboral ligada a la industria pesquera la realicé en la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor) en 1998. Allí me involucré con la asistencia técnica a esta industria.

    La meta en aquel entonces fue mejorar la competitividad de la industria con el asesoramiento necesario para la implementación de certificaciones de calidad.

    Los certificados de buenas prácticas sanitarias, las del tipo ISO y otras más lograron posicionar al atún ecuatoriano dentro del exigente mercado europeo.

    Luego de 11 años de trabajo llegué a la Cámara Ecuatoriana de Industriales y Procesadores Atuneros (Ceipa) en la cual actualmente me desempeño como Directora Ejecutiva. Este gremio agrupa a 11 firmas atuneras y siete empresas vinculadas a la cadena del valor del atún.

    Asumir la representación de este grupo de empresarios fue un reto. La mayoría de ellos son hombres con décadas de experiencia en los negocios, virtudes que enfoqué en el beneficio común con la suma de sus experiencias.

    El consenso se ha logrado con calidez y con datos certeros sobre las realidades de nuestros mercados.

    La visión es fundamental para nuestro giro de negocios. Siempre es necesario estar dos o tres pasos adelante de nuestros competidores. Los aciertos y las fallas cuestan mucho en este sector.

    En el 2011 el sector exportó más de 157 000 toneladas de atún, que generaron USD 719,8 millones en exportaciones para la industria atunera.

    Por tal motivo, desde el 2009 encabecé la creación del Código de conducta para la gestión responsable de la cadena de valor del atún ecuatoriano. El objetivo es ampliar el valor agregado de nuestro producto».



  • ‘El ejecutivo con visión global mejora su gestión’, dice Fernando Larraín

    Redacción Quito

    Fernando Larraín, director del MBA de la Escuela de Negocios Adolfo Ibáñez, con sede en Chile, analiza las nuevas competencias que el medio laboral requiere de los líderes de negocios en la región.

    ¿Que habilidades se exige hoy en día del ejecutivo?

    Antes, la formación se enfocaba en habilidades analíticas, de operaciones, marketing, temas comerciales. Luego se mezclaron habilidades blandas como el trabajo en equipo, el manejo de lenguaje, etc. Hoy se han incorporado habilidades que tienen que ver con dos temas: una visión global, que implica manejo en otras culturas, interacción e integración. Además, se buscan ejecutivos que lean y gestionen el contexto en el que se desenvuelven.

    Se habla de que en las crisis del 2001 y del 2008 faltó previsión de parte de los ejecutivos. ¿Cómo se ha superado esta ‘mancha’ en los ejecutivos?

    Hoy tienen que planificar hacia adelante y esa planificación va más allá del precio del petróleo, el dólar o la economía china. Tiene que ver más con cambios de comportamiento del consumidor, con temas ajenos a la empresa. Allí entran temas de gobierno y sociedad civil, que son actores relevantes en el desempeño de una empresa. Al saber más sobre estos actores, los ejecutivos aprenden a tomar decisiones.

    Entonces, ¿las crisis no son el principal punto de atención del ejecutivo?

    Hay crisis con causas internas y causas externas, ante las últimas no se puede hacer mucho. Lo importante es adaptarse, ser ejecutivos flexibles. Una crisis es un momento de oportunidad, para reinventar, cambiar estrategias, mirar hacia otras latitudes… En una crisis, el ejecutivo no debe cerrar la puerta e irse, sino aprovechar la situación.

    ¿Cómo mira actualmente a los ejecutivos en América Latina?

    Se han preparado a lo largo del tiempo. En las empresas familiares, la segunda generación se está capacitando bastante, afuera y adentro de cada país. Están más preocupados de lo que está pasando.

    ¿En la formación de MBA hay una escala que mida posibilidades de éxito por países de la región?

    Depende de la industria en la que estemos. Uno, por tamaño, piensa en Brasil o México como países con más oportunidades para los ejecutivos. Pero es difícil decir en qué país el entorno es mejor; dependerá de la personalidad, de la industria en la que esté, de lo que busque.

    ¿Se ha comparado el nivel de los ejecutivos por países?

    Al final del día todo depende de la historia del ejecutivo. Si un ejecutivo no ha salido de su país, tendrá un sesgo cultural. Todo depende de su historia, de su vida profesional. No hay un ADN sobre el ejecutivo de tal o cual país. Hoy el nivel de conocimiento es mayor.