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  • Cinco ejes son vitales para acelerar una reconstrucción

    Redacciones Quito y Cuenca (I)
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    La reconstrucción de un territorio afectado por una catástrofe es un proceso complicado y doloroso que puede tomar años y costos económicos elevados.

    El terremoto de 7,8 grados que vivió Ecuador el pasado 16 de abril dejaba hasta el cierre de esta edición más de 600 fallecidos, alrededor de 9 800 edificaciones destruidas y afectadas, decenas de kilómetros de carreteras destruidas e impactos en sectores productivos.

    Las autoridades aún no cuentan con una cifra del costo del terremoto, pero reconocen que será de varios miles de millones de dólares y que la reconstrucción tomará algunos años.

    Chile es considerado un ejemplo en reconstrucción luego de catástrofes. El Ministerio de Desarrollo Urbano de ese país elaboró un documento en el que definió cinco puntos vitales luego de un desastre natural: un diagnóstico de daños; el financiamiento; leyes para encontrar el financiamiento; proyectos complementarios; y una agenda para la ejecución del plan.

    Para la recuperación de la infraestructura existe una metodología o recomendaciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), elaborada luego del terremoto que afectó a Chile en febrero del 2010. Ese documento habla de cinco ejes para lograr una rehabilitación ordenada y eficaz.

    El primer eje se refiere al equilibrio o reducción de brechas. Según la Cepal, las regiones más afectadas por una catástrofe natural son a la vez las que presentan las mayores brechas y rezagos respecto al promedio nacional. “Los lineamientos para un proceso de reconstrucción deberían apuntar a una reducción de desigualdades regionales (…), el proceso debe presuponer que las regiones con menor desarrollo relativo puedan avanzar a ritmos más rápidos que el promedio nacional”.

    El segundo punto habla de la mayor eficiencia energética. Aquí, la Cepal señala que una reconstrucción ofrece la oportunidad de introducir criterios mínimos que permitan mayor eficiencia en el uso de energía en las poblaciones afectadas. Esto implica modernización en sistemas de distribución y transmisión de electricidad, incorporación de nuevas tecnologías, uso de luminarias ahorradoras, nuevas normas, etc.

    Los siguientes ejes son de carácter social. El tercero hace hincapié en una reconstrucción que promueva el desarrollo económico y social en las zonas afectadas. Allí es necesario un análisis riguroso de las deudas y los desafíos previos al terremoto.

    El cuarto eje se refiere a los impactos en la productividad. El estudio de la Cepal dice que los programas de subsidio para reposición de bienes perdidos y las exenciones temporales de impuestos no se constituyen, por lo general, en programas de reactivación económica o de impulso de la productividad, sino en programas de alivio a la pobreza. “Estos programas suelen ser ejecutados desde el ámbito de la política social y no desde el ámbito de la política de desarrollo productivo”.

    El quinto eje aborda revisar la infraestructura de transporte y de los servicios básicos. En su rehabilitación, la Cepal recomienda pensar en modelos de transporte menos contaminantes y más eficientes en términos energéticos, lo que mejorará la competitividad y la productividad.

    Los cinco ejes de la Cepal, en resumen, sirven para encontrar las oportunidades para mejorar, de cara al futuro.

    Chile es considerado un ejemplo en la reconstrucción

    El 27 de febrero del 2010, Chile soportó un terremoto de 8,8 grados en la escala de Richter y un posterior tsunami. En esa tragedia murieron más de 500 personas y 81 444 casas se destruyeron y otras 288 607 tuvieron daños mayores y menores. Hubo pérdidas en infraestructura de riego, bienes nacionales… y afectaciones al sector agrícola y pymes.

    El costo bordeó los USD 30 000 millones, el 18% del PIB de esa nación. En el plan de reconstrucción planteado en el 2010 se detallan las acciones que aplicó el Gobierno para financiar la recuperación.

    Entre otras medidas se aplicó el ahorro por austeridad y reasignaciones. También, hubo cambios legales para aumentar los ingresos tributarios. Hay que considerar que una buena parte se logró por el crecimiento económico de ese país en ese año y por el alto precio del cobre, su principal producto de exportación, destaca un informe del Gobierno chileno.

    En el plan de reconstrucción se consideró el uso del denominado Fondo de la Ley Reservada del Cobre con el traspaso de USD 300 millones en el 2010 y el mismo monto al año siguiente, para que sean parte de los ingresos generales de ese país.

    Otras fuentes de financiamiento fueron la venta de activos prescindibles, endeudamiento interno y externo y el uso del Fondo de Estabilización Económica y Social. Hubo reformas transitorias como el alza del Impuesto de Primera Categoría (grava las rentas provenientes del capital, entre otras, por las empresas comerciales, industriales, mineras, servicios), y una sobretasa al Impuesto Territorial.

    En reformas permanentes se modificó el Impuesto al Tabaco y el tributo a timbres y estampillas para reducir el costo de financiamiento crediticio, entre otras medidas.
    Adicionalmente, se creó el Fondo Nacional de Reconstrucción, que se alimentó de las donaciones privadas, las herencias, los legados y otros recursos recibidos por ayuda internacional. El Comité de Ministros de Infraestructura, Ciudad y Territorios asumió el manejo de la reconstrucción.

    En el 2013, el estudio del Centro de Investigaciones de Ingeniería Sísmica del Pacífico de la Universidad de Berkeley (EE.UU.) destacó “a Chile como ejemplo mundial en reconstrucción posterremoto”. Según esa investigación, en dos años y medio de trabajo 121 000 familias con subsidios asignados ya vivían en casas reconstruidas o reparadas. Es decir, más del 50% de quienes perdieron su vivienda. En el sexto aniversario de la tragedia, en febrero pasado, se dijo que solo faltan 537 viviendas.

    Otros casos

    Haití avanza lento
    . En el 2010 fue afectado por un sismo de 7 grados y murieron unas 300 000 personas y 1,5 millones se quedaron sin casa. Poco se construyó o reconstruyó. Hasta el 2015, cerca de 85 000 personas seguían viviendo en 123 campamentos para familias desplazadas.

    Los afectados. La mayoría de los damnificados de Haití prefirió regresar al lugar donde antes estuvo su vivienda. Otro grupo, en cambio, recibió subsidios públicos y privados para pagar una renta.

    Japón y su afectación. El 16 de marzo se cumplieron cinco años del terremoto y el tsunami, que dejaron unos 18 500 muertos o desaparecidos y causó un accidente nuclear cuyos efectos son visibles. Entre los sectores afectados están el pesquero y el de comercio minorista.

    La economía. La creciente escasez de mano de obra en el noreste de Japón, golpeada por el tsunami, afecta su recuperación económica a los cinco años de la tragedia, según el presidente del Instituto de Investigación para la Recuperación del Desastre, Satoru Masuda.

    El caso peruano. De acuerdo con el estudio Terremoto de Pisco (2007), ese país atravesaba por situación económica favorable y la zona afectada tenía una ocupación laboral del 95%. Las industrias de gas, siderúrgica y fundición de estaño no se vieron afectadas.

    La recuperación. Este informe estimó en USD 461 millones el costo de la recuperación de la infraestructura, que debían ser invertidos en tres años. Otros USD 178 millones para viviendas y 283 millones para educación, salud, urbanismo, producción y agua y saneamiento.

    El emprendedor social es otro actor de la recuperación

    En las primeras 24 horas después del terremoto del 16 de abril en Ecuador, emprendedores y voluntarios se organizaron a escala nacional para activar centros de acopio. Entidades privadas como Fundación In Terris, Ambiente Creativo, Impaqto y Torno estuvieron entre ellos.
    Su acción permitió el envío de víveres y ropa para poblaciones en Manabí y Esmeraldas. Los emprendedores emplearon varias herramientas para facilitar las primeras acciones de apoyo.

    Cuestionarix, un emprendimiento educativo, creó una plataforma que al momento tiene registrados más 150 centros de acopio en todo el país, según Guillermo Zárate, fundador de la empresa. El objetivo es facilitar el acceso a donantes y voluntarios en todo el país.

    A esta iniciativa se sumó Impaqto, un espacio colaborativo que apoya emprendimientos sociales. Con apoyo de unos 65 emprendedores se envió cuatro camiones hacía Canoa, Jama, Pedernales y Coaque en cuatro días. “Fue inspirador ver a toda la comunidad unida. No solo se reunieron enlatados y ropa, también empezamos a pensar en el medioambiente y los animales, enviando comida para ellos y formas para reciclar las botellas y el cartón”, comenta Valentina Roldán, creadora de BeMyRose, una iniciativa que produce y comercializa rosas de manera responsable.

    “Las donaciones son claves pero sabemos que van a disminuir con el paso del tiempo. Nuestro objetivo como emprendedores es pensar en la reconstrucción y reactivación de esas economías familiares”, explica Daniela Peralvo, cofundadora de Impaqto.

    Para ellas, el emprendimiento social es una estrategia para la reconstrucción. Bajo este modelo se promueve un impacto positivo en lo social, cultural o ambiental.

    Casos como estos fueron evidentes durante el terremoto de afectó Chile en el 2010. La organización internacional NESsT, que apoya la innovación social, creó el programa Levantando Chile. El programa ayudó a recuperar y mejorar los ingresos de 400 microempresas ubicadas en los territorios afectados. Además, se realizaron más de 50 talleres relacionados con emprendimientos y habilidades empresariales.

    “La reconstrucción no solo debe ser material sino de capital social. Con los fondos que van a llegar es una gran oportunidad de cambiar el futuro de esas comunidades y empezar de manera más óptima”, señala Sebastián Salinas, fundador de Baloon Chile, una capacitadora de emprendedores.

    Los emprendedores ecuatorianos no se quedan atrás. Dragon Dreaming Ecuador brindará 10 becas para aquellos emprendedores que quieran gestionar un proyecto de reconstrucción. Por su parte, Fundación In Terris y la empresa Ambiente Creativo, en Guayaquil, construyen 200 unidades sanitarias para las zonas más afectadas. Su representante, Marcos Fioravanti, explica que las 200 unidades contarán con cuatro baños cada una para servir a 190 personas.

    Una retroexcavadora retira los escombros en el centro de Portoviejo. Foto: Alfredo Lagla / LÍDERES
    Una retroexcavadora retira los escombros en el centro de Portoviejo. Foto: Alfredo Lagla / LÍDERES
  • La firmeza y elasticidad son vitales en el negocio

    Redacción Quito

    Corría 1983 y una película referente a las travesías en altamar de aquellos guerreros medievales motivó el nombre de este emprendimiento.

    Orlando Fuentes, en aquel año, pensó que el nombre de ‘vikingo’ daría una impresión de dureza a sus productos: cauchos para la industria y la construcción. Por eso, con 150 000 sucres que obtuvo de un préstamo, en ese año adquirió dos prensas y construyó un taller de trabajo.

    Tres décadas más tarde, Grupo Vikingo es un negocio que procesó 36 toneladas de caucho en el 2011. Por aquello, alcanzó los USD 420 000 en facturación promedio, durante aquel período.

    José Fuentes, quien está en el cargo de gerente general desde el 2010, explica que sus principales clientes son firmas del sector industrial y de la construcción. Actualmente, la empresa cuenta con una cartera de 1 500 clientes y en su catálogo de productos suman 5 000 ítems.

    Patricia Yépez, jefa de Proyectos de la constructora Diego Olmedo, cuenta que Grupo Vikingo les provee -desde hace seis años- de placas de apoyo para los pilares en puentes y ‘juntas de dilatación’.

    Aquellas son estructuras elásticas que reemplazan a los espacios que se producen en los materiales utilizados, ya que se contraen por factores climáticos. “Para la edificación del nuevo puente de Guayllabamba, al norte de Quito, ellos (Grupo Vikingo) nos entregaron 80 metros lineales de ‘juntas”, explica Yépez.

    En la planta del negocio, ubicada en el sur de Quito, laboran 20 personas. En ese lugar, el incesante sonido de las prensas y los tornos es a ratos ensordecedor.

    El caucho natural es procesado con ácido esteárico, azufre y colorante ‘negro de humo’. Tras fundirse a 140 grados ingresa a las prensas para que tome forma.

    Patricia Medina, funcionaria de Agicom, industria ubicada en Santo Domingo de los Tsáchilas, comenta que la firma entrega al Grupo 1 050 kg de caucho natural al mes. Esta empresa les provee de materias primas desde el año anterior.

    “Cumplieron con el contrato antes del tiempo establecido”, manifiesta Patricio Oyervide, supervisor de Mantenimiento de Celec EP – Hidropaute. Para esta central hidroeléctrica, Grupo Vikingo desarrolló las empaquetaduras que sellan herméticamente las compuertas de agua; se usaron 3 toneladas de materia prima.

    José Fuentes, tras asumir el cargo, dice que se ha invertido en nueva maquinaria y en la renovación de la imagen corporativa. El año anterior destinó USD 60 000 para la compra de un torno y prensas.

    Cifras

    Los materiales. Trabajan con caucho natural y sintético; siliconas industriales, nitrilos, dependiendo de los pedidos.
    El crecimiento. En el 2010 procesó 15 toneladas de caucho natural. En el 2011 duplicó su producción y facturación.

  • Los signos vitales de la economía no se estabilizan

    Agencias y Redacción Quito

    La recuperación económica del planeta sigue siendo débil y las perspectivas no son las más favorables. Informes de la Cepal y de la ONU, reportes del Fondo Monetario Internacional e indicadores económicos internacionales, dejan ver que la incertidumbre continúa en la economía mundial.

    El informe ‘Panorama de la inserción internacional de América Latina y el Caribe’, elaborado por la Naciones Unidas y la Comisión Económica para América Latina (Cepal), señala que en el último trimestre del 2011 el desempeño de la economía mundial fue bajo, por dos razones: el endurecimiento de la política fiscal en los países industrializados y las nuevas turbulencias en los mercados financieros mundiales.

    Durante los primeros meses de este año, agrega el informe, se registró un repunte en la producción industrial y las ventas e importaciones de bienes de capital. Esto como consecuencia de las nuevas medidas monetarias y estructurales en la Zona del euro y de una política monetaria menos restrictiva en los países emergentes. No obstante, a partir de mayo las dificultades en la Zona Euro complicaron la recuperación económica global.

    Hoy en día, la economía en la zona del euro bordea la recesión y los gobiernos no logran acuerdos para salir de la crítica situación económica y financiera. Además, el contexto general europeo esconde una gran heterogeneidad entre países. Así, Alemania, por ejemplo, es el país mejor situado en Europa ya que, pese a verse afectado por un contexto regional deprimido, sus exportaciones fuera de la Unión Europea se benefician de la depreciación del euro frente al dólar estadounidense y el yuan.

    El inversor norteamericano George Soros señalaba la semana pasada, en un artículo, que actualmente existe un paralelismo entre la actual crisis del euro y la crisis bancaria internacional de 1982.

    Entonces, explica Soros, el FMI salvó el sistema bancario mundial, prestando justo el dinero necesario a los países profundamente endeudados; se evitó la suspensión de pagos, pero a costa de una depresión duradera. “Alemania está desempeñando el mismo papel hoy, que el FMI entonces”.

    Soros echa más leña al fuego cuando dice que la crisis del euro divide a los países miembros de la UE en dos clases -acreedores y deudores- y los primeros, con Alemania al frente, son los que mandan.

    EE.UU., por su parte, registra un crecimiento bajo y vulnerable, cinco años después de iniciada la crisis de las hipotecas de alto riesgo. Además, existe la amenaza real de que en el 2013 se produzca una nueva recesión, ya que en enero entrarán en vigor automáticamente alzas tributarias y recortes del gasto por USD 560 000 millones (4,7% del PIB), si el Congreso no acuerda postergar parte de esas medidas.

    China también desacelera su ritmo de crecimiento, lo que no impide que prometa seguir ayudando a Europa a resolver la crisis de la deuda (ver página 13). A lo anterior se añade que la Organización Mundial de Comercio revisó la semana pasada a la baja sus previsiones de crecimiento del comercio mundial, debido a la crisis en Europa, y a que la economía global enfrenta “a vientos en contra, cada vez más fuertes”.

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