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  • ‘El sector privado será el principal jugador para que se reactive la economía’

    Pedro Maldonado

    Editor del Semanario LÍDERES

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    El analista económico Wilson Granja Portilla analiza la situación de las empresas y los desafíos que tiene el país.

    ¿Cuáles son los pasos para una reactivación económica segura y sostenida en el Ecuador?

    Es importante entender que la situación por la que atraviesa el Ecuador en materia económica no fue provocada exclusivamente por el Corona Virus. Lo que ha sucedido es que la pandemia ha acentuado la nefasta situación estructural que mantiene y gobierna al país. Somos un país tremendamente endeudado, con un leyes laborales rígidas y poco atractivas para el inversionista privado y regulado por un sistema impositivo perverso, abusivo y poco retributivo para el contribuyente. Bajo esas premisas, considero que los pasos que debe seguir el Ecuador para lograr una reactivación económica sólida y sostenida en el tiempo deben partir de una formulación inicial, profunda y necesaria y que guarda relación con el tipo de Estado que los ecuatorianos queremos y las posibilidades reales de poder alcanzarlo. Y aquí, es preciso dejar de lado la ideología para enfocarnos en el bien común de todos los ecuatorianos.

    ¿Cuál es el rol de las empresas en la reactivación económica?

    Considero que el rol de la empresa privada es fundamental en el desarrollo económico de un país y en estos momentos de crisis, aún más. Pienso que el Estado no debe inmiscuirse en las actividades económicas y tampoco competir con el sector privado. Primero, porque cuando compite lo hace generalmente mal y fracasa y en segundo lugar, porque las empresas en propiedad del Estado son siempre focos de corrupción. Al Estado le corresponde proporcionar y promover un ambiente en el cual se estimule y asegure un buen ambiente para la empresa privada y que sea esta la principal proveedora de empleo seguro y digno. En estos momentos, a la empresa privada se le avecinan días muy difíciles en los cuales el compromiso de todos los actores e involucrados se debe enfocar, dentro de lo posible, en salvar a las empresas y asegurar la mayor cantidad de empleo posible. Pero será el sector privado el principal jugador para que se reactive la economía. Pienso que esta crisis nos presenta una oportunidad histórica para tomar medidas de fondo en beneficio del desarrollo del país.

    Muchas empresas entraron en shock al inicio de la emergencia sanitaria. ¿Están listas para reanudar sus actividades?

    Al igual que las personas, muchas empresas entraron el shock al inicio de la emergencia sanitaria porque la pandemia nos cogió, a todos, de sorpresa. Me explico, nadie se esperaba lo que está ocurriendo. Imagínese usted si en el mes de diciembre del año anterior le hubieran dicho que en el mes de marzo del próximo año, esto es apenas cuatro meses después, el mundo se paralizaría por un virus y que por culpa de éste se suspenderían todas las actividades cotidianas. Nadie se lo hubiera creído. La reacción de las empresas, que por otra parte son gestionadas por seres humanos, es absolutamente comprensible. En ciertos casos, algunas empresas, por su naturaleza, han podido seguir operando y otras han tenido que bajar su ritmo de operación, transformando y adaptando sus canales de distribución. En cualquier caso, el liderazgo de ciertos empresarios me ha sorprendido gratamente pues la adaptación a la crisis ha sido formidable y su contribución para que el sistema productivo siga funcionado es loable. En otros casos, la paralización de sus actividades ha sido inminente, con el riesgo de cierre permanente de sus operaciones.

    Pienso que las empresas están listas para reanudar actividades pues el capital humano, el más importante dentro de cualquier empresa, está deseoso de volver a la normalidad, cualquiera que esta resulte luego del aislamiento. Lo que sucede es que el ser humano tiene una capacidad enorme de adaptación y estoy seguro que esta puesta a prueba dejará experiencias enriquecedoras.

    ¿Será menos difícil para las grandes empresas?

    Yo pensaría que más allá del tamaño de las empresas, la dificultad para capear y sortear la crisis radica más bien en la naturaleza misma de la empresa. Por un lado, será más fácil (relativizando el término) para aquellas empresas que cuenten con una adecuada estructura financiera, principalmente en lo relacionado a su liquidez y a su capacidad de financiamiento. Por otro lado, habrá empresas grandes que enfrentaran problemas por el tipo de industria a la que están vinculados. Ejemplos de empresas grandes que están en problemas los podemos encontrar principalmente en el sector turístico. La potencial quiebra de Avianca que se acogió a “Chapter 11”, una especie de concordato en los Estados Unidos, reflejan la vulnerabilidad de ciertos sectores ante la pandemia.

    ¿Qué papel debe jugar el Estado en este proceso?

    Si la naturaleza de la crisis es humana, la respuesta del Estado debe ir en la misma dirección. Pienso que es la primera vez que todos, sin distinción alguna de religión, raza o situación económica, que enfrentamos a un enemigo común que nos ha afecta o afectará doblemente; en nuestra salud (se estima que el 70% de la población mundial terminará contagiándose) y en nuestra situación económica. En este sentido, el Estado juega un papel primordial. En primer lugar, como líder electo de una población que necesita saber qué es lo que está ocurriendo y, en segundo lugar, como facilitador para que todos los actores de la sociedad trabajen en equipo. Más aun, creo que el Estado debe ser quien formule, co-formule no importa su función, pero sí que implemente y supervise un plan de reactivación económica de largo plazo.

    ¿Debe ser un Estado paternalista? ¿O un Estado liberal?

    Más allá de ideologías, el país necesita de un gobierno pragmático que enfoque su gestión en tres aspectos fundamentales. En primer lugar, en proporcionar seguridad a los ciudadanos. En segundo lugar, en ofrecer servicios de salud pública y finalmente, educación para los sectores menos favorecidos de la sociedad. El problema está en que ninguno de estos tres ámbitos de gestión los hace bien. Como menciono al principio de esta entrevista, creo que el Estado no debe intervenir en las actividades propias del sector privado pero, a través de la redistribución de los impuestos recaudados puede y debe ayudar a los que más lo necesitan. Ahora bien, en el ámbito de la empresa privada y la situación por la que estamos atravesando, creo que el Estado ecuatoriano, así como muchos otros en el mundo, tendrán que replantear su visión frente al apoyo que le dan a la industria nacional. No sería nada raro que comencemos a ver como los países empiezan a cuestionar las políticas de intercambio comercial y a limitar sus fronteras para el intercambio comercial. Dentro de esta reflexión, lo que se debe esperar es que el Estado colabore y promueva un ambiente que genere productividad, por ende, empleo y que, fruto de esta dinámica se recauden los impuestos necesarios para que el Estado pueda operar.

    Las inversiones serán claves para la reactivación ¿Cree usted que llegarán en montos suficientes?

    La inversión directa sea extranjera o interna es siempre necesaria, antes y luego del Corona Virus. Lamentablemente, si observamos los niveles de inversión extranjera directa en el Ecuador en los últimos 16 años, encontramos que esta ha sido casi inexistente. Solo basta comparar los niveles de inversión extranjera directa que ha recibido el Ecuador con la de nuestros países vecinos para confirmar que algo estamos haciendo mal. Ahora bien, ante esta realidad, la pregunta sería, que estamos haciendo mal y que debemos enmendar? La respuesta entonces vuelve como bumerang a las bases fundamentales que debe promover el gobierno de turno. Esto es seguridad jurídica, reglas claras para el inversionista y un ambiente que promueva la producción y la productividad.

    Ahora bien, ante su pregunta sobre la llegada de montos suficientes, debemos considerar que el Ecuador es un país pequeño que no necesita de enormes cantidades de recursos. Aquí, una reflexión. ¿Cuánto dinero es capaz de recibir el Ecuador en un año y si existen suficientes proyectos como para que el Ecuador pueda recibir 7 u 8 mil millones de dólares anuales?

    Un punto adicional a contemplar es el valor que tiene la marca Ecuador en el mercado internacional. En este aspecto, soy un tanto pesimista.

    ¿Qué sectores requieren mayor atención en el tema de inversiones?

    Creo que todos los sectores productivos requieren de atención a la hora de ser considerados receptores. Cada sector de forma colectiva le aporta bienestar al consumidor. Así también, de manera particular, las empresas, indistintamente del sector al que pertenecen, generan empleo, consumen bienes públicos y pagan impuestos. Sin embargo, si la pregunta se relaciona con la situación en la que estarán los sectores pos Corona Virus, considero que se debe hacer un estudio de cada sector productivo para identificar cual fue el impacto que provocó el aislamiento social y la paralización de actividad. Este es un aspecto muy importante porque se debería tratar de no dejar de lado a ninguna de las industrias que comprenden el aparato productivo nacional. A priori, considero que todo el sector turístico, hotelero, restaurantes y transporte ha sido fuertemente afectado. A ello, hay sumar el efecto multiplicador que tiene como característica el turismo.

    Las previsiones económicas son negativas para el país. ¿Cómo terminará el año el Ecuador?

    Las previsiones económicas para el Ecuador eran ya negativas pre Corona Virus, en parte por el desplome del precio del petróleo así como también porque se empezó a observar una reducción en la demanda de materias primas principalmente por parte de la China. Sin embargo, el pobre desempeño en materia económica del Ecuador se debe también a que el gobierno del presidente Moreno se tardó en tomar decisiones en materia económica y cuando lo quiso hacer, su capital político estaba ya menguado y por lo tanto, resulto incapaz de actuar.

    En mi opinión, el Ecuador terminará con un PIB de entre -8% y -12% dependiendo del tiempo que tome regresar a la nueva normalidad. Hay economistas que consideran que el Ecuador decrecerá a un ritmo mayor. Es posible. Sin embargo, la mayor preocupación debe estar en los niveles de desempleo y subempleo que alcanzará el país puesto que el estallido social y la inseguridad podrían verse en alza.

    ¿Qué se puede esperar en la economía del país para el 2021, un año en el que se elegirá un nuevo gobierno?

    Es muy prematuro pensar que puede ocurrir con la economía de este país para el 2021 si todavía no sabemos el estado en que terminaremos en 2020 luego de la crisis. Lo que sí creo es que el gobierno del presidente Moreno tiene la gran oportunidad de tomar medidas de fondo como lo está tratando de hacer con el tema de los subsidios. En mi opinión, el 2021 tendrá dos tiempos; un primer semestre en el que seguiremos viviendo con el coletazo que dejó el virus y un segundo semestre donde la dinámica en la economía podría comenzar a reactivarse. Pero para que ello suceda, se deben implementar las políticas económicas necesarias para crear un ambiente que genere entusiasmo para el inversionista, para el empresario, para el emprendedor y para los trabajadores de este país.

    El director principal de Wincorp del Ecuador y columnista habla sobre la situación actual del país y que es lo que le espera a futuro. Asegura que el sector privado es el eje principal para el desarrollo económico del país. Foto: Patricio Terán / EL COMER
    El director principal de Wincorp del Ecuador y columnista habla sobre la situación actual del país y que es lo que le espera a futuro. Asegura que el sector privado es el eje principal para el desarrollo económico del país. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO
  • El Ecuador del podemos

    Wilson Granja Portilla

    Los ecuatorianos vivimos en el mundo de la posibilidad; en el mundo del sí podemos. Claro está que lo hacemos engañados por el falso mercadeo de las ideas, de los mensajes y de la propaganda política que hace cuánto le da la gana con los ciudadanos.

    Pero, cuánto de sustancia y de verdad hay en todo lo que nos transmiten nuestros gobernantes y políticos de turno. Cuánta verdad hay en el discurso y en la acción. Eso, no sabemos y por eso, vivimos en zozobra permanente.

    Lo cierto es que, lo realmente importante, son las cifras y los resultados. Hoy en día, tenemos un país caro para producir, complicado y conflictivo a la hora de emprender y (como resultado) con niveles alarmantes en el desempleo. Somos campeones a la hora de esbozar campañas y programas de “reactivación económica” pero inútiles a la hora de implementarlas. Somos líderes en generar slogans que nunca llegan a materializarse porque siempre se quedan en enunciados y en el sí podemos cuando en realidad deberíamos hablar menos y trabajar más. Sí podemos, claro que podemos, pero hasta cuándo tendremos que esperar.

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    Ilustración: LÍDERES
  • Más circo

    Wilson Granja Portilla

    Después de 10 años continuos de presentaciones, pensábamos que por el bien del país, el circo de Carondelet cerraría sus funciones. Lamentablemente, no ha sido así y el circo, en Ecuador, sigue activo con funciones de las más diversas y poco entretenidas.

    Y no me estoy refiriendo precisamente a la contratación del circo realizado y promovido por el Ministro de Inclusión Social y Económica, Iván Granda, sino al circo que vivimos día a día en Ecuador. Lo lamentable es que el circo de este gobierno no logra articular una estrategia sólida, técnica ni concreta, para enrumbar de manera convincente el rumbo del país. Lo mediático se ha convertido en la sustancia y lo importante se ignora. Así vemos casos como la sentencia a la ex Vicepresidenta de la República el cual de recrea dentro de un aura de magia y distracción.

    Penoso, también, es que este circo no es divertido y más bien aburre y hasta desespera por lo que la mayoría de los ecuatorianos estamos a la espera de que las funciones terminen y sino, por lo menos, que tenga la sensibilidad de enmendar el libreto, por el tiempo que quede. Todo esto, porque el país lo necesita.

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  • Los nuevos 20’s

    Wilson Granja Portilla

    Entramos en la década de los 20’s pero la de cien años después de la de la Gran Depresión que sacudió al mundo y reformuló las condiciones en el manejo de la economía mundial. Es indudable que en los últimos cincuenta años, la condición económica de millones de familias mejoró sustancialmente. Gran parte de este desarrollo se debe al intercambio de bienes y servicios entre las naciones.

    Sin embargo, se observa que en los últimos años, se inicia un proceso en la redefinición de los términos de intercambio comercial. Esta redefinición podría considerarse como un retroceso importante en la cuanto a la globalización económica que se pretendía alcanzar y sería también una de las causas para que la economía global registre niveles inferiores de crecimiento a los observados en décadas pasadas. Ante este escenario, la próxima década se presenta compleja y pone a prueba los modelos económicos hasta ahora conocidos. Entramos en un período de sobrecalentamiento económico y se observan ya políticas proteccionistas que poco tienen que ver la actualidad y que mucho se parecen a las de inicios del siglo pasado.

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  • Ecuador 2020

    Wilson Granja Portilla

    El panorama económico para el Ecuador en el año 2020 seguirá siendo complejo y con pocas luces de éste se pueda enderezar en el mediano plazo. Estimaciones de organismos internacionales como las de Fondo Monetario Internacional proyectan un crecimiento del 0,2 – 0,4% anual lo que, en términos reales, significa que la economía ecuatoriana no presentará crecimiento alguno.

    En este mismo análisis se detallan las razones por las cuales el país no podría crecer a un ritmo mayor. Estas serían: una reducción en los precios del petróleo, una falta de fuentes de financiamiento para cubrir el déficit fiscal, las altas tasas de interés que el país debe pagar sobre aquellas facilidades financieras a las que puede acceder y las demandas legales que actualmente enfrenta.

    En el sector empresarial, se observa cierto pesimismo y resistencia para realizar nuevas inversiones pues las empresas han estado ajustando sus presupuestos desde el lado de los costos para poder cumplir con sus objetivos. Dentro de estos ajustes, el más significativo ha sido el recorte de personal lo que implica mayor desempleo y menor consumo.

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  • La incapacidad de gobernar

    Wilson Granja Portilla

    Desde que el Licenciado Lenin Moreno asumió la presidencia de la República, hemos sido testigos mudos de la cantidad de proyectos económicos que se han anunciado. Dentro de ellos, hay algunos muy buenos, necesarios y oportunos. También hemos sido testigos ingenuos de uno que otro ministro o ex ministro que anunciaba que el Ecuador recibiría decenas de miles de millones de dólares en inversión extranjera.

    Aplaudimos cuando considerábamos que las propuestas iban por el camino correcto y criticamos de manera constructiva cuando la política iba en contra de la lógica y de las necesidades del país. En este sentido y luego de que el gobierno ha enviado suficientes proyectos (con diferentes nombres) para la reactivación económica y cuando ninguno de ellos ha logrado materializarse, podemos concluir que el gobierno no tiene capacidad de gobernar. Y no tiene capacidad de gobernar porque no logra crear seguridad, no logra articular un mensaje que pueda generar consensos y acuerdos mínimos. La incapacidad de diálogo dejó al país en un hueco profundo del que costará salir.

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  • Ecuador inviable

    Wilson Granja Portilla

    Luego de los hechos ocurridos en el mes de octubre y la subsecuente “reorientación” económica del gobierno de Lenín Moreno solo quedan mensajes profundos de una sociedad dividida, desordenada con poca o ninguna gana de enfocarse en acuerdos comunes en beneficio de toda la sociedad. Por ello podemos decir sin temor a equivocarnos, que el Ecuador es un país inviable el corto y mediano plazo. Ojalá nos equivoquemos por el bien de las generaciones futuras.

    El país necesita de un liderazgo firme y que al presidente se lo mire con respeto. Necesita de políticos y líderes serios, honrados de pensamiento, acción e intención. La verdad sea dicha, carecemos de estos valores. El país no puede seguir así; con la amenaza del correísmo, ahora enquistada y aliada con líderes indígenas que buscan el caos para pescar en río revuelto.

    Es bajo estas realidades en donde el país se desenvuelve. Un país por ahora ingobernable y por ende inviable; un ‘Banana Republic’ a la espera de nuevos actores políticos y sociales cuya base moral sea la del bien común y no, como hasta ahora se aprecia, llenos de sentimientos sectarios y mezquinos.

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    Ilustración: LÍDERES
  • Llegó la hora

    Wilson Granja Portilla

    Llegó la hora y el presidente Moreno tomó las medidas que ningún otro presidente, en más de 40 años, no lo había hecho. Sí, tomó la medida más impopular y temida; la eliminación de los subsidios a la gasolina y al diésel. Sabíamos que era muy duro eliminarlos pero también sabíamos que era necesario si lo que se pretende es iniciar la reconstrucción del país luego de 10 años de saqueo.

    El Gobierno apostó por el país y dejó de lado cualquier cálculo político. Lo hizo con valentía y humildad, preocupándose por el sector indígena al cual se lo compensaría por otras vías.

    Sin embargo, hay que tener en claro que las medidas tomadas solo ayudan a reducir el déficit fiscal en el corto plazo y por ello se necesita que éstas vengan acompañadas de otras, más profundas. Haría bien el Presidente en liderar el proceso para recuperar los miles de millones de dólares que se robaron en el gobierno anterior. Haría bien en iniciar un proceso contratando una compañía internacional especializada en la recuperación del dinero robado. Señor Presidente, no espere más. Inicie con mano firme el proceso para devolverle al país lo que le pertenece.

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    Ilustración: LÍDERES