Etiqueta: administracion

  • Un convenio para impulsar la administración empresarial

    Redacción Guayaquil  (I)

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    La Universidad de Especialidades Espiritu Santo (UEES), a través de la ESAI Business School, firmó, el pasado 30 de octubre, el SAP University Alliance. Este es un programa integral al que más de 3 500 instituciones educativas, de al menos 113 países, han accedido para integrar las últimas tecnologías del sistema informático, para la administración empresarial (SAP, por sus siglas en inglés) a la enseñanza en sus instituciones.

    El convenio suscrito con la firma alemana facultará que los alumnos de la UEES utilicen las soluciones de software producidas por el sistema, con el mismo material de entrenamiento con el que SAP forma a sus empleados y socios de negocios.

    El acuerdo convierte a la institución educativa de Guayaquil en el primer socio estratégico universitario que busca desarrollar las competencias claves en el uso y aprovechamiento del software SAP Business One, para las empresas que buscan insertarse a la era digital.

    Con esta nueva herramienta, la comunidad estudiantil y el público en general podrán acceder a las soluciones informáticas que ofrece la multinacional, que están enfocadas en el fomento de estrategias para construir empresas inteligentes. Además se brindará asesoría a organizaciones de todos los tamaños, para que logren sus metas y propósitos con la utilización de herramientas digitales.

    Según informó la institución, esta iniciativa tiene como objetivo impulsar la transformación digital e innovar en la comunidad empresarial ecuatoriana.

    La UEES y SAP, entendiendo la necesidad que tienen más de 600 empresas que usan el software en Ecuador, desarrollará, a través de programas de formación, las competencias adecuadas en el uso y aprovechamiento de la plataforma Business One. De acuerdo con la universidad, esta sinergia permitirá que las empresas de Ecuador continúen creciendo de manera sostenible, “aportando al desarrollo económico de nuestra sociedad”.

    En la actualidad, la UEES mantiene convenios con distintas universidades y empresas a escala mundial para la ejecución de programas de cooperación, así como de intercambio estudiantil.
    De esta manera, la institución optimiza la formación profesional de sus alumnos al conocer otros países y mercados de América, Asia y Europa.

    El objetivo del acuerdo es ofrecer a la comunidad estudiantil nuevas herramientas tecnológicas de aprendizaje. Foto: Cortesía UEES
    El objetivo del acuerdo es ofrecer a la comunidad estudiantil nuevas herramientas tecnológicas de aprendizaje. Foto: Cortesía UEES
  • La importancia de los servicios actuariales

    Redacción Quito

    (I)

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    Aunque puede parecer complicado de entender, los servicios actuariales y los actuarios son de suma importancia para medianas y grandes empresas.

    La función de estos servicios y profesionales es básicamente evaluar el posible impacto económico y financiero en una compañía ante eventos que pueden suceder pero aún no son un hecho cierto.

    Por ejemplo, la liquidación y jubilación a futuro de empleados antiguos de la nómina y cómo esto puede impactar a la empresa.

    A través de la investigación y el conocimiento técnico, el actuario aborda la gestión de eventos inciertos. “Si bien es cierto, el principal campo de especialidad de los actuarios es el sector asegurador, también pueden ofrecer soluciones a través de modelos matemáticos a múltiples situaciones que requieren de una gestión del riesgo. Por ejemplo, en el campo de la salud, pensiones, riesgos financieros, entre otros”, afirma Rodrigo Ibarra Jarrín, presidente de la Asociación Ecuatoriana de Actuarios.

    “El cálculo actuarial permite que las empresas conozcan de manera fiable el monto de sus obligaciones futuras cuando estas no están específicamente definidas, sino que depende de la ocurrencia o no de ciertos factores habilitantes”, explica Néstor Rodríguez, actuario Consultor de Iceberg Actuarial.

    Un actuario mide el riesgo a través de distintas variables e hipótesis para que, tanto empresas privadas, públicas y otros agentes de la sociedad, puedan adoptar una adecuada administración.

    El actuario “debe estar actualizado según la legislación vigente, es decir: las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF), Código de Trabajo, Ley Orgánica de Régimen Tributario Interno (Lorti) y Reglamentos de la Superintendencia de Bancos”, sostiene Andrés Soria, gerente General de Volrisk Consultores Actuariales.

    Gerardo Romo, gerente financiero de Martinizing, explica que esta compañía tiene 53 años en el mercado, por lo tanto tiene mucho personal con alta antigüedad.

    Es por esto que para la firma, “los servicios actuariales son altamente eficaces, ya que permiten conocer a futuro los valores que requerimos en caso de salida de personal por cualquier motivo (jubilación, renuncia, despido) y en segunda instancia, nos ayuda a generar estrategias financieras para un manejo adecuado del pago de dichas obligaciones”.

    De acuerdo con Ibarra Jarrín debido a la versatilidad de la profesión actuarial “es indispensable que el actuario y el cliente mantengan una estrecha relación ya que con la confianza a través de su asesoría, se tomarán mejores decisiones en la empresa”.

    Algunas obligaciones de las compañías con sus trabajadores como la jubilación patronal o el desahucio, deben preverse contablemente usando reservas técnicamente válidas, para afrontar los pagos futuros.

    En este contexto, Mauricio Xavier Suárez , gerente de Operaciones y Desarrollo de Iceberg Actuarial explica que “un estudio actuarial determina los valores a provisionar apegados a la realidad de la empresa. Esta práctica es regulada por las Normas Internacionales de Información Financiera y leyes locales”.

    Los beneficios del servicio actuarial

    Contar con los servicios actuariales de un experto en la materia minimiza los riesgos financieros y económicos.

    El actuario cuenta con sistemas informáticos que permiten el manejo eficaz de grandes cantidades de datos para el beneficio de la empresa.

    A través del análisis de modelos matemáticos y financieros elaborados por el actuario o el servicio actuarial, la empresa puede planificar y generar estrategias más efectivas.

    Los estudios actuariales determinan en cuánto tiempo la empresa debe hacer un desembolso por desahucio. Foto: Freepik.es
    Los estudios actuariales determinan en cuánto tiempo la empresa debe hacer un desembolso por desahucio. Foto: Freepik.es
  • Le sigue la pista a los clásicos de la administración

    Gabriel Flores

    Redactor (I)

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    Durante 15 años, Fernando Del Vecchio se dedicó a leer libros técnicos, sobre todo, obras vinculadas al mundo de la administración de empresas. Entre esas lecturas destacan títulos como ‘Ciclos de vida de la organización’ de Ichak Adizes y la ‘La quinta disciplina’ de Peter Senge.

    Para el director de la Maestría de Emprendimiento de la Universidad de las Américas el libro de Senge, considerado una obra precursora en el estudio del ‘management’ del siglo XXI, es un texto clave por la visión sistémica e interdisciplinar que propone para el manejo del mundo empresarial.

    En resumen, lo que se propone en ‘La quinta disciplina’ es que el éxito del aprendizaje empresarial se produce cuando el dominio personal, los modelos mentales, la construcción de visiones compartidas y el diálogo se unen para activar el pensamiento en sistemas.

    De Adizes, un consultor de negocios de origen israelí, resalta su famosa teoría que habla de la necesidad de que las empresas generen herramientas para el análisis y tratamiento de las culturas corporativas y cómo utilizar estas herramientas para pronosticar su comportamiento.

    Del Vecchio conoció a Adizes durante sus años de estudiante en la Universidad del CEMA. “Me interesé por este autor porque me di cuenta que, al igual que Senge, trabajaba con teorías sobre procesos de evolución empresarial. Es interesante su mirada sistémica del mundo empresarial”. Hace poco regresó a este autor para leer ‘Dominando el cambio’ y ‘El poder de los opuestos’, un libro donde aplica su metodología al mundo de las relaciones humanas.

    Hace dos años, luego de terminar sus estudios de doctorado, Del Vecchio decidió que iba a intercalar sus lecturas habituales con obras literarias. Uno de los primeros libros que releyó fue ‘Viaje al centro de la Tierra’ de Julio Verne. Una de las cosas que le sorprendieron fue que la travesía del joven Axel, el protagonista de la historia, le provocó el mismo vértigo y terror que experimentó cuando leyó el libro, a los 12 años.

    Entre sus relecturas de los últimos meses también está ‘La rebelión de Atlas’ de Ayn Rand, autora liberal, que sostenía que “cuando los hombres son libres triunfa la razón, cuando los hombres son racionales la libertad se impone. La libertad intelectual no puede existir sin libertad política y la libertad política no puede existir sin libertad económica”.

    Uno de los autores al que siempre quiso dedicarle horas de lectura es Paul Auster. De este escritor estadounidense acaba de leer ‘Mr. Vértigo’ y ‘4 3 2 1’, una obra donde la vida de Ferguson, el protagonista de la historia, sirve de pretexto para reflexionar sobre los límites del azar y las consecuencias de las decisiones que todos tomamos.

    En este ejercicio de diversificar sus lecturas también se ha enganchado con varias biografías de deportistas como Ubaldo Filiol y Mario Alberto Kempes, dos futbolistas que fueron parte de la Selección Argentina que ganó el Mundial del 78, la biografía de Andre Agassi y la de músicos como Keith Richards, el guitarrista de The Rolling Stones, de quien leyó su autobiografía titulada ‘Vida’.

    Mi libro de cabecera

    ‘La quinta disciplina’. Del Vecchio recomienda la lectura del libro de Peter Senge porque cree que ayudará a que las personas comprendan que en la vida de las organizaciones hay relaciones de causa y efecto que no son lineales sino que son circulares.

    Fernando Del Vecchio en uno de los espacios de lectura de la UDLA. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
    Fernando Del Vecchio en uno de los espacios de lectura de la UDLA. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
  • Cristina Murgueitio: ‘Crecer en un mundo con reglas para hombres es complejo’

    Valentin Diaz

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    Cristina Murgueitio es una abogada polifacética. Si bien ha estado involucrada en el tema legal, también se ha desempeñado en áreas como salud, administración pública, entre otras.

    Estudió en la Universidad Católica del Ecuador y en la Técnica Particular de Loja (UTPL); luego viajó a EE.UU. donde vivió nueve años y formó una familia. En ese país tuvo la oportunidad de trabajar en un despacho jurídico y aprendió de temas migratorios de la comunidad latina.

    En 2012 volvió a Ecuador junto a sus hijos. Desde niña le apasionó el ayudar a los demás y estuvo vinculada a la comunicación al formar parte del Club de Periodismo de Diario EL COMERCIO. Pero el derecho en el área social ha sido relevante en su vida. Se ha desenvuelto en el sector privado y público. Hoy es directora ejecutiva de la Asociación Ecuatoriana de Distribuidores e Importadores de Productos Médicos (Asedim).

    Mujer

    “Creo que las mujeres hemos logrado avances en cuanto a igualdad en derechos, a través de normas y reconocimientos internacionales. Es importante esta determinación de que somos iguales a pesar que no lo somos. Somos orgánicamente distintos.

    Lo fundamental ha sido siempre incentivarnos a nosotras a crecer. Yo me siento dentro de ese grupo. Mis padres fueron un motor eficiente y constante al decirme que todo lo que yo me propusiera podía lograrlo, más allá de mi género. Sin duda alguna, esto no ha sido fácil. Para una mujer, el desarrollarse y crecer en un mundo con reglas de hombres ha sido complejo.

    Yo tenía profesores de la universidad que nos decían que las niñas debíamos habernos quedado en casa preparando y aprendiendo a cocinar en vez de estudiar derecho. Hablo de 1999.

    Cada vez eso se está eliminando. Podemos demostrar que las mujeres hemos alcanzado logros y que podemos seguir haciéndolo.

    Debemos ser consideradas en los mismos cargos que los hombres, hasta en puestos directivos”.

    La sociedad

    “El machismo puede generarse por las propias mujeres. El reto del siglo XXI es incentivar en nuestros hijos que eso no se dé.

    La estigmatización de los colores, por ejemplo, marca ciertas cosas. El hecho de que las niñas no podíamos jugar fútbol y ahora sí es bueno, me hubiera encantado poder hacerlo en el colegio.

    Como madres, hoy tenemos la capacidad de generar cambios.

    Mis dos hijos varones saben que tienen la capacidad de hacer absolutamente todo. Tienen que ser autosuficientes, independientes y hacer las cosas por ellos mismos.

    Es importante, además, trabajar con las niñas. Esas mamás que tienen mujeres deben proyectarlas y fortalecer sus capacidades. Que no piensen que en algún momento tendrán que casarse y depender de alguien. Eso puede marcarle a cualquiera en la vida.

    Prepararse permite romper con esos estigmas machistas que todavía existen en el mundo”.

    La profesión

    “He sido muy bendecida y he tenido varias oportunidades. Creo que las mujeres hemos podido enfrentar, tanto en el sector público como privado, el hecho de ser objeto de cosificación.
    Además, he oído comentarios poco favorables, pero uno debe aprender a frenar eso.

    No me he sentido en desventaja de manera intrínseca. Las mujeres hemos tenido que jugar reglas diferentes y ser cuestionadas en relación con si podemos aplicarlas.

    Nunca me olvidaré de algo que mi mamá me decía: ‘Cada una de las cosas que hagas debe tener tu huella personal’. Hay que entregarse al máximo en lo que se hace.

    Nos toca coordinar entre trabajar, ser madre y ser mujer. Un soporte muy importante para lograr esto ha sido mi madre.

    Yo soy divorciada y ella me ha ayudado mucho. Además, tengo mi equipo de trabajo que está cuando yo no puedo estar; parte de ser líder es saber delegar y coordinar diferentes áreas.
    Sin embargo, mis hijos son siempre mi prioridad a toda hora”.

    Acciones

    “Creo que los mecanismos para lograr más transformaciones en la vida de las mujeres todavía no son suficientes Existen temas que se deben tratar de mejor manera como los procedimientos para divorciarse, poseer la tenencia de los hijos, visitas, alimentos, etc.

    No solo hay que hacerlo hacia la mujer. Las realidades de hombres y mujeres son diferentes.
    En temas de violencia es necesario crear mecanismos para no revictimizar y crear alertas tempranas. Faltan casas de acogida”.

    Las mujeres han logrado avances sociales y profesionales, explica. Cree que faltan regulaciones sobre violencia y familia.
    Las mujeres han logrado avances sociales y profesionales, explica Cristina Murgueitio. Cree que faltan regulaciones sobre violencia y familia. Foto: Cortesía
  • El desafío de la administración

    Arturo Castillo

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    ¿Cuántos son los libros de ‘lectura obligatoria’ para los hombres de empresa? En el universo de la literatura del ‘management’, los libros ‘esenciales’ pueden variar en número, según la conveniencia del mercado editorial.

    La obligatoriedad puede ‘recomendar’ 10, 15 o 20 obras, como garantía de que el lector logrará entender y dominar un determinado asunto.

    Sin embargo, en virtud de que el ‘management’ ha alcanzado un alto grado de dispersión teórica, resulta difícil identificar lo esencial. Toda publicación, científica o no, parece digna de consumo.

    Concretamente, la revisión de algunos autores en boga, de los títulos de sus obras, del despliegue publicitario que las promociona, permiten, en alguna medida, reconocer el carácter de los contenidos. En general, hay dos corrientes: una, sustentada en principios científicos y otra que apela a lo ‘inspiracional’.

    En realidad, esta dualidad, objetividad-subjetividad, es de vieja data. Quizás las figuras más representativas sean Henri Fayol (1841–1925), ingeniero en minas francés, pionero en la aplicación de principios de administración científicos, que han servido como fundamento del ‘management’ contemporáneo.

    En la concepción opuesta está Mary Parker Follett (1868-1933), trabajadora social estadounidense, quien definió al ‘management’ como “el arte de lograr que las cosas se hagan a través de la gente”. Follett, conocida como la ‘madre del ‘management’ moderno, concebía el conjunto de conocimientos sobre administración como una filosofía.

    Efectivamente, se puede afirmar que administrar es un arte, que es psicología viva; que exige utilizar con ingenio y efectividad los recursos humanos, el poder innovador, la creatividad.

    También se puede decir que es sociología, filosofía, humanismo, que entran en juego la economía y la medicina industrial. Y dependiendo de la naturaleza de la organización, serán necesarios el marketing y las tecnologías.

    En suma, administrar implica conocer cada una de esas herramientas, ponerlas en práctica. Una empresa manejada ‘científicamente’, aplica técnicas de planeación, métodos de gestión, estrategias de control, establece metas y evalúa resultados.

    Pero también se requiere del concurso de aspectos ‘subjetivos’, como el liderazgo, contemplar la misión y la visión de la compañía; es decir, concebir un campo filosófico.

    Es en virtud de todas esas exigencias que el administrador no debiera ser estrictamente pragmático, un experto en finanzas, en planificación, en mercadeo. Debiera interesarse, también, en su autodesarrollo; ser un individuo equilibrado, dueño de sus emociones. Enérgico, pero sereno. Tener carácter, pero evitar la rigidez.

    El administrador de hoy también tiene que confiar en sí mismo, en sus conocimientos y liderazgo, pero nunca dejar de escuchar a los demás, a todos los miembros de su equipo de trabajo.

    Es en este contexto que la literatura del ‘management’ y la del ‘autodesarrollo’ convergen. Se trata de un híbrido, que requiere de un uso estratégico.

    Persuadirse de que solo el aspecto formal, teórico, lleva a una empresa al éxito, es trazarse un camino de resultados inciertos. Igualmente, entregarse al subjetivismo, confiar demasiado en las corazonadas, puede ser un desastre.

    Los libros esenciales deben llevar a acciones esenciales. Pero conviene ir más allá de los ‘esenciales’. Desafortunadamente, la tendencia a la comodidad intelectual, el hábito de ‘más de lo mismo’, impiden la expansión del conocimiento, la renovación del pensamiento. Más que buscar certezas en los libros, se necesita estimular la capacidad para preguntarse.

    Uno de los obstáculos para dar libre curso al pensamiento creativo, que tenga incidencia para el propio desarrollo, es el gusto por lo que está de moda; puntualmente, el colectivismo intelectual. Las llamadas ‘mainstreams’, las tendencias de las redes sociales, que arrastran a millones de personas, en este caso, tienen el poder para imponer el gusto literario del momento.

    La literatura ‘enlatada’, por naturaleza rápidamente obsoleta, generalmente aporta muy poco para el auténtico desarrollo de una mente innovadora.

    El perfil ideal del administrador suena  utópico. Equilibrado, enérgico, sereno, objetivo e intuitivo.
    El perfil ideal del administrador suena utópico. Equilibrado, enérgico, sereno, objetivo e intuitivo.
  • ¿Es el éxito la medida de todo?

    Arturo Castillo

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    La década de 1960 fue pródiga en la publicación de libros del género literario llamado ‘Autoayuda’, que se basaba en algunas generalidades de la psicología. Se trataba, pudiera decirse, de psicología para consumo masivo.

    Tan pronto como algunos autores atrajeron la atención de multitudes de lectores, convirtiéndose en ‘best sellers’, los títulos se multiplicaron, haciendo del nuevo estilo literario un negocio verdaderamente millonario.

    Varios de esos autores lograron persistir por algunas décadas, con prestigio de auténticos ‘gurús’, como fue el caso de Wayne W. Dyer, quien saltó a la fama por su libro ‘Tus zonas erróneas’.

    Los ‘recalentados’ de estos libros fueron inevitables, porque había que atender a los ávidos lectores, que esperaban con ansiedad nuevas publicaciones, aunque se tratara de ideas repetitivas, de enlatados conceptuales.

    Paradójicamente, la ‘autoayuda’ se basaba en la guía ‘experta’ del autor, lo que a la postre provocaba algún grado de dependencia psicológica. Era la modalidad del ‘hágalo usted mismo; nosotros le facilitamos el manual’. En rigor, un procedimiento parecido al ensamblaje de objetos.

    Pero el terreno ya había sido preparado por autores como Dale Carnegie, con su obra ‘Cómo ganar amigos e influir sobre las personas’, aparecida 1936, que dio inicio al género motivacional.

    ‘El poder del pensamiento tenaz’, de Norman Vincent Peale, publicado en 1952, marcaría también una época. No sería el único predicador, que del espacio religioso pasaría a incidir en el pensamiento de sus contemporáneos.

    Peale es reconocido como el primer autor del género autoayuda, con 20 millones de copias vendidas, en 14 idiomas.

    En 1937, Napoleón Hill colocó en el mercado su obra ‘Piense y hágase rico’, cuya vigencia llega hasta hoy, pues calza extraordinariamente con la búsqueda del éxito como un modelo vital.

    Hill dio origen a la literatura de superación personal, que luego se fusionaría con el ‘management’. Para inicios del presente siglo, la industria editorial llegó a generar USD 2,4 billones al año con ese híbrido literario.

    ¿Pero cuál es la fórmula secreta detrás de esa escalofriante cifra? La respuesta radica en el paradigma que inspira y sostiene al mundo capitalista: el éxito. Paralelamente, la idolatría a los individuos exitosos.

    Napoleón Hill, Orison Swett Marden, Samuel Smiles, Norman Vincent Peale, Dale Carnegie; y contemporáneamente, John C. Maxwell, convertido en ‘trademark’, son apóstoles del capitalismo, encargados de predicar acerca del éxito, de mantener vivo el ‘sueño americano’.
    De otra parte, esa especie de culto al éxito se sostiene en una forma de espiritualidad plenamente reconciliada con el dinero, que tiene de por medio a Dios como un socio estratégico.

    En ese contexto, el éxito se entiende como sinónimo de acumulación de riqueza, que trae consigo aceptación social, admiración, círculos de exclusividad, poder, cierta ‘belleza’ que confiere el dinero; permisividad moral. Sin duda, el nuevo presidente de EE.UU, Donald Trump, constituye un ícono de este tipo de éxito.

    El caso es que ese estereotipo se va convirtiendo en la medida de todas las cosas. El éxito, profesional, laboral, académico, el éxito como esposos y padres; como estudiantes, como sujetos, conlleva otro tipo de satisfacciones, de plenitud y ejercicio de atributos que no son mensurables.
    Lamentablemente, no hay nada que aterrorice más a las personas que el fracaso, que muchas veces no es otra cosa que la imposibilidad de dar la medida de las expectativas de los demás.

    El éxito, profesional, laboral, académico conlleva otro tipo de satisfacciones, de plenitud y ejercicio de atributos que no son mensurables. Foto: Referencial
    El éxito, profesional, laboral, académico conlleva otro tipo de satisfacciones, de plenitud y ejercicio de atributos que no son mensurables. Foto: Referencial
  • El tiempo de evaluar las tareas empieza

    Arturo Castillo

    A lo largo de toda su existencia, el ser humano se ve sometido a diversos tipos de evaluaciones o pruebas por superar.

    Ni bien llegado a este mundo, y antes, debe enfrentar evaluaciones médicas. En algunos casos, el diagnóstico-evaluación puede ser de tal naturaleza que etiquete la existencia entera del sujeto con un ‘no está bien’.

    La etapa escolar es particularmente pródiga en evaluaciones; mejor, todo el sistema se asienta en la medición. El veleidoso criterio de los profesores puede elevar la autoestima de los pequeños estudiantes, o puede convertirlos en sujetos medrosos, inseguros de sí mismos.
    Bastante inspirado en ese modelo, el mundo laboral constituye un test permanente. Llámense competencias, destrezas, aptitudes, conocimientos, lo cierto es que son cosas mensurables. Es decir, cualquier aspecto del que el individuo presuma, se espera que puede ser llevado al banquillo de la evaluación.

    La reflexión viene al caso, ya que está por concluir el segundo semestre del año; consecuentemente, las evaluaciones se vienen encima en las oficinas. Qué se hizo y qué se dejó de hacer; cómo se hizo, con cuánta eficacia y oportunidad se trabajó. Y lo más crucial: cuáles fueron los resultados concretos.

    Sin duda alguna, para la generalidad de las personas, la evaluación es el ‘momento de la verdad’, la rendición de cuentas a la autoridad, que tiene la potestad para descalificar.
    Y es por ello justamente que la autoevaluación es una práctica poco cultivada, porque los individuos están condicionados, y confían más en la percepción ajena que en la propia.
    Obviamente, la evaluación del trabajo se hace a partir de los parámetros y exigencias de la empresa, con sus métodos de medición de resultados.

    En cambio, a nivel individual, la evaluación tiene que ver no solo con la eficacia y eficiencia, sino con el grado de satisfacción, con el sentido de plenitud del colaborador de la empresa.
    Ese balance puede poner al sujeto frente a una serie de dilemas éticos, frente a la honestidad personal; es decir, a frente a la cuestión deontológica, a la forma cómo lleva, cómo vive su profesión; asuntos que trascienden los controles empresariales.

    De otra parte, hay que recordar que hubo la ocasión, a mitad de año, para hacer los correctivos del caso, para dar golpes de timón, para identificar las debilidades; para mover las fichas del liderazgo, para modificar la imagen corporativa, las estrategias de comercialización y del servicio. La segunda mitad del año debió servir para la concreción de todo aquello que se revisó; sin ningún tipo de justificativos.

    A propósito de todo esto, en el mercado ya existen herramientas para evaluar el rendimiento de los trabajadores cotidianamente, con la utilización de tabletas y aplicaciones, que mantienen al gerente plenamente vinculado y al tanto de las acciones de los equipos de trabajo, que de esa manera tienen un ‘feedback’ o retroalimentación permanente.

    Los ‘millennials’ se sienten a gusto con esa tecnología, porque arroja resultados libres de subjetividades. De manera que cuando buscan promociones y aumentos de salario, la medición de rendimiento está plenamente evidenciada.

    Al respecto, el cambio de lenguaje es vital al momento de evaluar, como propone Richard Grote, autor de ‘How to Be Good at Performance Appraisals’.

    En vez de los habituales ‘bueno’, ‘malo’ o ‘excelente’, de alto contenido subjetivo y emocional, términos como ‘exhibe’, ‘demuestra’, ‘genera’, ‘posee, ‘comunica’, ‘dirige’, ‘logra’, dice el experto, suenan más profesionales y significativos.

    Cabe preguntarse, sin embargo, si las emociones no son un componente ineludible de las evaluaciones. ¿Usted qué piensa?

    Hay que recordar que a mitad de año, se pudo hacer los correctivos del caso, para dar golpes de timón.
    Hay que recordar que a mitad de año, se pudo hacer los correctivos del caso, para dar golpes de timón. Foto: Ingimage
  • Mujeres solo ocupan 6,4% de los consejos de administración en América Latina

    Agencia EFE

    Las mujeres tan solo ocupan el 6,4% de los consejos de administración de las cien mayores empresas de Latinoamérica, según un estudio divulgado este viernes (15 de mayo) en el Global Summit of Women, un foro que reúne en Sao Paulo a 1 000 participantes de más de 60 países.

    De acuerdo con el estudio elaborado por la organización Corporación Internacional de Mujeres Directivas (CWDI, por su sigla en inglés), la representación femenina en los consejos de administración es tímidamente superior a la registrada en 2005, cuando las mujeres ocupaban el 5,1% de los altos cargos.

    A escala mundial, Europa encabeza la lista de porcentaje de mujeres en los consejos de administración con un 20%, seguida de Norteamérica (19,2%) y de la región de Asía-Pacífico (9,4%).

    Según denunció este viernes la presidenta del CWDI, Irene Natividad, el 47% de las cien principales empresas de la región no tienen una sola mujer en sus consejos de administración, como es el caso de las brasileñas Ambev, Itau Unibanco, Vale; las mexicanas América Móvil, Cemex y Televisa, y el Banco de Chile.

    «Las empresas latinoamericanas están siendo dejadas atrás en la cuestión de promoción de mujeres a cargos de dirección», subrayó la también presidenta del Global Summit of Women, también conocido como el ‘Davos de las mujeres’.

    Entre los países latinoamericanos, Colombia lidera con el 13,4% el número de los cargos de dirección de grandes empresas ocupados por mujeres, una cifra que representa más del doble de la media de la región. Brasil, con 42 compañías en la lista de las cien mayores empresas de Latinoamérica, posee una media de 6,3% de presencia femenina, mientras que Chile tiene un 3,2%, lo que representa el porcentaje más bajo de la región.

    «A pesar de que el número es bajo, existen medidas prácticas para que los países pueden tomar para aumentar la presencia de mujeres en las salas de reuniones», comentó la presidenta del CWDI, una organización de mujeres empresarias, con sede en Washington (EE.UU.), dedicada a promover la igualdad de género en las grandes corporaciones.

    En este sentido, Natividad resaltó la propuesta del Gobierno brasileño, todavía en debate, de implantar una ley de cuotas para exigir que al menos el 40% de los directores de las empresas estatales sean mujeres.

    En caso de que el proyecto de ley sea aprobado en Brasil, el país se convertirá en la primera economía de Latinoamérica en adoptar un mandato para mujeres en los consejos, una estrategia adoptada actualmente por otros países fuera de la región.

    De acuerdo con el CWDI, investigaciones realizadas en prácticamente todas partes del mundo han demostrado que las empresas con mayor rentabilidad y éxito financiero son aquellas con mayor presencia de mujeres en cargos de liderazgo. Por ello, el informe concluye que «es importante introducir más mujeres en los consejos de administración para dar continuidad al crecimiento económico de Latinoamérica y a la competitividad global de la región». 

    Mujeres gerentes
    Según un estudio del banco Credit Suisse las empresas con más número de mujeres en puestos de alta gerencia, son más rentables. Foto referencial: Archivo/EL COMERCIO
  • En la ‘dominación financiera’ una extraña administra sus finanzas

    Desirée Yépez
    Redacción Revistalideres.ec

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    Entre USD 50 000 y USD 70 000 anuales puede ganar una profesional que se dedica al oficio de la dominación financiera. Se trata de una práctica donde la misión consiste en demostrar superioridad mediante la humillación monetaria, exigiendo dinero, regalos y administrando los gastos del cliente.

    Para hacerlo, ni siquiera se precisa de un contacto personal o directo entre los vinculados. Con un teléfono o a través de Internet es posible acceder a una relación de ese tipo.

    En el portal Dominación-financiera.com se explica que la tendencia se concentra, básicamente, en el dinero. Quienes buscan este servicio encuentran complaciente que se les prive de su poder, es decir la economía.

    Lady Mia Harrington, citada en el artículo ‘Dominatrix financiera, cuando lo que excita es que te toquen la cartera’ publicado en Elpais.com, es una dominadora. Ella describe a sus clientes como el tipo de persona que gusta ser chantajeada, está aburrida con su vida y, principalmente, gana demasiado dinero. Además, el “esclavo” o “sumiso”, inconscientemente, carece de autoestima o cree que no merece su privilegiada situación económica.

    Según la experta, hay quienes perdieron el interés en su vida profesional y tener una dominadora les motiva para volver a la lucha, emprender, innovar y ganar más dinero.

    En el portal especializado en esta práctica se indica que es cada vez más común en países como Inglaterra, Estados Unidos, Alemania

    Internet está lleno de páginas que ofrecen el servicio. Basta con ubicar el criterio en un buscador e inmediatamente se despliega un sinnúmero de portales dedicados a ofrecer dominadoras financieras.

    Al ingresar en cualquiera de ellos, es posible observar mujeres en actitud provocadora ofreciéndose en calidad de dominadoras, así como hay quienes prefieren una imagen más ejecutiva, al estilo de Wall Street, para garantizar el mismo servicio.

    El éxito de este tipo de tendencias radica, según Harrington, en la necesidad de restablecer la antigua posición masculina, en que los hombres eran los proveedores. Algo menos común en las sociedades modernas, con mujeres independientes que se mantienen a sí mismas. Eso, en sus palabras, puede haber causado que ellos se sientan más superfluos e insignificantes.

    Para cumplir el rol de dominadora financiera, ella debe estar al tanto de las ganancias de su “pay pig” (así se conoce al cliente en esta modalidad), administrar sus gastos. El placer radica básicamente en que el dominado cuente con poco efectivo para sus necesidades básicas, tras haber cancelado sus facturas y/o mensualidades.

    La industria del libertinaje aprovecha el auge del portal para impulsar otras webs que seleccionan hoteles o suministran falsas pruebas para excusarse ante un cónyuge curioso. Foto: Archivo/ El Comercio
    La industria del libertinaje aprovecha el auge del portal para impulsar otras webs que seleccionan hoteles o suministran falsas pruebas para excusarse ante un cónyuge curioso. Foto: Archivo/ El Comercio
  • En la universidad se valora su experiencia en administración

    Redacción Guayaquil

    El guayaquileño Francisco Alemán empieza su jornada diaria a las 06:30. Trota y se ejercita durante una hora en la vía a Samborondón (norte de Guayaquil). Lo hace desde el 2007, cuando decidió participar en competencias atléticas de largo aliento, dentro y fuera del país. Esta actividad parece ser una rutina saludable en su agenda diaria, pero también refleja rasgos de su personalidad: la disciplina y fijarse metas de largo plazo, que aplica en cualquier tarea que desempeña.

    La rigurosidad en su formación lo demuestra. Alemán realizó maestrías en el Incae, en Costa Rica (1989), y en Harvard, en EE.UU. (1997). También fue abanderado en la escuela y colegio en el salesiano Cristóbal Colón de Guayaquil.

    Desde 1985 desarrolló su carrera en diversos segmentos de la actividad privada e incluso pasó por la función pública. Su trayectoria se resume en 20 años en la agroindustria (en el sector azucarero) y siete años en el segmento de construcción de casas de tipo social e inmobiliario. En la función pública, en el 2011, presidió el Directorio de Autoridad Portuaria (Guayaquil). También dicta cátedra en la ESPAE Graduate School of Management, desde 1990.

    Este docente de 49 años muestra un carácter afable. Es común que haga bromas mientras conversa. Incluso, cuando ha dado alguna charla ante auditorios de cerca de 300 personas sobre temas económicos, se da el lujo de sacar sonrisas a los asistentes. Cuando se refiere a la profesión que escogió, comenta que en la agroindustria se presentaron sus grandes retos profesionales. Cita el caso de su ingreso a la Sociedad Agrícola e Industrial San Carlos, en 1985, como jefe del Departamento Legal. De allí pasó a Superintendente de Operaciones, desde 1991 hasta 1996.

    En esa gestión manejó el proceso de mecanización de cosecha por USD 3,5 millones y participó con la gerencia en el manejo de la relación laboral con el Comité de Empresa y 12 sindicatos. Al salir de la entidad en 1996, pasó por la banca hasta 1998. Fue Gerente de Servicios Financieros del Banco del Pacífico.

    Pero su trayectoria en el sector azucarero lo llevó a otro ingenio, a la Compañía Azucarera Valdez. Allí desempeñó labores gerenciales entre 1998 y el 2005. «Tuvimos logros en crecimiento, pero personalmente tengo satisfacción de cómo trabajamos con la gente». Alemán se refiere a la comunicación en una empresa que tenía 15 organizaciones sindicales.

    Como parte del plan estratégico de Valdez lideró el desarrollo de proyectos industriales con valor agregado en azúcar -como los de azúcar light y panela-; así como otros en cogeneración eléctrica para la generación de 25MW, con una inversión de USD 26 millones, en Milagro (Guayas).

    Al ser cuestionado sobre cuál es la diferencia en el manejo de las empresas públicas y las privadas, Alemán afirma que eso no existe. «En la empresa privada se busca agregar valor a los accionistas; en la pública, agregar valor al bien común».

    Sin embargo, comenta que cuando estudiaba en el Incae, la formación que recibían estaba orientada a ser gerentes con visión social y ambiental, un tema que en esa época no estaba ampliamente difundido. «En la industria azucarera el trabajo debía ser orientado para pasar de un estado de desconfianza a la colaboración».

    Jorge Vera es gerente del estudio jurídico Carmigniani & Pérez, en Guayaquil. Conoce a Alemán desde hace 25 años y destaca su rigorosa educación académica y su participación en grandes proyectos en la agroindustria. «Tiene importantes logros profesionales, pero destaco la integridad y altos valores personales».

    Otra de las satisfacciones personales del empresario está en el segmento inmobiliario. Trabajó en viviendas del programa Hogar de Cristo, entre el 2005 y 2006. En la entidad fue Director Ejecutivo y era responsable de la planificación, dirección y control de las áreas administrativas y sociales de la Corporación. «Definí el Plan Estratégico y de desarrollo y crecimiento de la Corporación en las áreas de vivienda, microcrédito, salud, educación y desarrollo de la comunidad».

    En el 2006 ocupó la Gerencia de Urbanis, el brazo inmobiliario del Grupo Romero, por invitación del empresario Isidro Romero. Con él trabajó en el Ingenio Valdez. En esta etapa ha desarrollado tres macroproyectos de vivienda, todos en ejecución, en Guayaquil. Por ejemplo, en Villa España se entregaron 3 300 viviendas; en Villa España 2, son 1 300 viviendas; en Sambocity, 4 800 viviendas, en un área de 1 400 000 m². Finalmente en Villa Italia se construyen 4 300 viviendas. Este proyecto comenzó en marzo del 2011.

    Roberto Mollison es gerente de la división agrícola de Naturisa y su amigo desde hace 25 años. Dice que su ex compañero de aulas tiene un desempeño multifacético en la gestión empresarial y destaca su inteligencia. Cuenta que en el Incae era conservador en la participación en clase, pero tenía excelentes ideas. «Le pedía que dejara que yo expusiera esas ideas y al hacerlo, el mérito al final me lo daban».

    Mollison añade que en Harvard le pidieron a Alemán que permaneciera como investigador y esto, indirectamente, era un paso para el doctorado. «Prefirió la gestión empresarial en Ecuador, aunque nunca se desvinculó de la cátedra».

    Virginia Lasio, directora de la ESPAE Graduate School of Management, destaca de Alemán la capacidad que tiene al interactuar con sus alumnos y transmitir ideas claras bajo diversas metodologías de estudios. De hecho, el catedrático enfatiza que en la docencia encuentra una doble gratificación. «Se transmiten conocimientos y se aprende a la vez».

    Otras actividades

    Fundación. Es vicepresidente de Procare, una entidad que se dedica a la ayuda y formación de jóvenes, en Guayaquil.

    Agrupaciones. Alemán es miembro del comité nacional del Incae Business School, capítulo Ecuador, desde el 2005.