Etiqueta: agua

  • El cuidado del agua los llevó a emprender

    Redacción Quito

    Nada más común que usar una manguera o un balde con agua, para lavar un auto. En ambos casos, la principal consecuencia está en el despilfarro del líquido vital.

    Daniel Tamayo es un ingeniero en Mecánica Automotriz que, consciente de este problema, buscó una alternativa ecológica y creó la fórmula de Easy Dry. Se trata de un líquido para lavar cualquier tipo de vehículo, sin necesidad de utilizar ni una gota de agua.

    Lavar el auto con una manguera por 20 minutos representa un consumo promedio de 400 litros de agua por lavado, explica Tamayo. «Esto es preocupante, si consideramos que en promedio una persona puede llegar a gastar 1 600 litros de agua al mes, solo lavando el carro».

    Todo se inició en el 2009, cuando él comenzó a desarrollar una fórmula para lavar un auto utilizando solo un atomizador o chisguete y una franela. La fórmula se mantiene en secreto, pero su inventor asegura que no utiliza productos tóxicos, y prueba de eso es que al inicio fabricaba el producto en su propia casa.

    Un año tardó en perfeccionar la fórmula y para ello requirió de una inversión de USD 3 000. En el 2010, Tamayo y su esposa, Mercedes Cañizares, solo ofertaban limpieza de carros a domicilio.

    Para el 2011, Easy Dry amplió su oferta con productos de limpieza de tapicerías, vidrios, brillo para neumáticos… Con eso lograron introducir sus producto entre las concesionarias de la capital.

    Teojama Comercial, por ejemplo, es uno de sus clientes. Su jefe de Talleres, Diego Espinosa, cuenta que en esta concesionaria se lavan carros a diario y que el uso de agua no solo representa un gasto excesivo para la empresa sino que pone en riesgo la salud de los trabajadores.

    «Los técnicos pasaban horas empapados y eso los enfermaba, además del agua que se concentra en los espacios de limpieza. Comenzamos a utilizar los limpiadores de Easy Dry y el personal está más seguro».

    En el 2012, la empresa dio un giro en su modelo de negocio con el ingreso de un tercer socio: Daniel Mendieta, quien ocupa la gerencia general, mientras Tamayo y Cañizares dirigen las gerencias de producción y comercial, en su orden.

    Ese año dejaron de ofrecer el servicio a domicilio y comenzaron a vender el producto al por menor y mayor. El área de producción también se trasladó, del taller en la casa de Tamayo, a una bodega de aproximadamente 100 metros cuadrados, en San Antonio de Pichincha.

    La distribución se realiza a través de la venta de licencias, para el uso de la marca, a centros de servicio especializados que reciben la capacitación y productos por un monto que oscila entre USD 1 800 y 2 800, dependiendo de si se trata de un punto de servicio móvil a domicilio o de un local comercial.

    Adicionalmente, los productos de esta empresa se venden al por mayor a las concesionarias. Con esto, la facturación de este emprendimiento cerró el año anterior con un monto cercano a los USD 50 000.

    Malena Chule es una clienta frecuente de los productos de Easy Dry. Ella asegura que usa estos productos desde hace dos años, cada mes y medio. «Ahorro agua, no raya el carro y de paso lo deja encerado. Además me ahorra mucho tiempo, porque vienen a mi casa o a mi trabajo para limpiar mi carro», asegura.

    LA CIFRA:
    USD 3 000, el monto de la inversión inicial.

  • 6 000 litros de agua, en un menú

    DPA

    Hamburguesa, patatas fritas y refresco: solo para elaborar un único menú de comida rápida se necesitan 6 000 litros de agua, informó el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).

    Dentro de esa cantidad de agua se incluye la correspondiente al cultivo de patatas y cereales, pastos y fabricación de bebidas. Al mismo tiempo, 780 millones de personas en el mundo no tienen acceso a agua potable salubre.

    En referencia al Día Internacional del Agua, que se celebró el 22 de marzo, el WWF alertó de la escasez de este recurso vital: mientras se reduce el número de reservas de agua dulce en el mundo, aumenta la necesidad de agua.

    De acuerdo a los datos de WWF, cerca de 2 600 millones de personas viven sin acceso a instalaciones sanitarias básicas.

    En países en desarrollo o emergentes, entre el 80 y el 90% de las aguas residuales se vierten en los ríos y mares sin filtrarla previamente. «La explotación y contaminación del agua potable y la destrucción de zonas húmedas es una lenta catástrofe medioambiental global», afirmó Philipp Wagnitz de WWF Deutschland. Asimismo, el experto destacó que también empresas y consumidores alemanes se encuentran unidos a los problemas de las regiones con escasez de agua debido al comercio internacional. «Sobre todo, el ámbito agrícola, sobre el que recae el 70% de las necesidades de agua del mundo, está obligado a buscar soluciones para estos problemas», dijo.

    Un 70% de la Tierra está cubierto por agua, pero solo un 3% es agua dulce potable, de la cual solo se puede acceder a un 1%. Más de la mitad del sistema fluvial, pantanos y lagos han desaparecido en los últimos 100 años.

  • El té listo para beber se mantiene como el líder

    Redacción guayaquil

    El té listo para beber continúa como la categoría más fuerte de crecimiento en el país. Así lo indica el informe ‘Las cinco principales tendencias en bebidas no alcohólicas en Norte y Sudamérica’, elaborado por la consultora de inteligencia de mercados de consumo Euromonitor International, para el 2013.

    En el caso ecuatoriano, según señala el documento, se establece que los consumidores consideran al té listo para beber como una opción más natural y con beneficios para la salud que las bebidas carbonatadas y jugos. Otro actor importante en este mercado son las bebidas energéticas, que ganan participación debido a la reducción de sus costos de venta al público, por el incremento en la competencia internacional.

    En cuanto al consumo de café, la firma Euromonitor cita el caso de la Ecuacafegold SA y su producto café Garé. Se trata de cápsulas con dosis de un tipo de café que solo se comercializaba internacionalmente. «Muestra que al menos entre los grupos de mayores ingresos está creciendo la demanda de café más sofisticado», señala el texto y añade que los consumidores prefieren «abrumadoramente» el café como bebida caliente. El consumo de otras infusiones como el té caliente y otras hierbas es bastante bajo en relación con el resto de la región.

    En el caso colombiano, para citar otro ejemplo de la quincena de mercados analizados, se destaca el incremento en el consumo de agua embotellada. El lanzamiento en ese mercado de Cristal Vitality de la firma Postobón habría puesto en escena este nuevo gusto del comensal colombiano. Existiría una «gran» tendencia al consumo de productos de valor agregado, como vitaminas y calcio.

    Otro nuevo actor en el mercado colombiano es Vive 100, una bebida energética lanzada en el 2012 por la firma Quala (que también opera en Ecuador), pues su estrategia de comercialización no se enfoca en los propietarios de bares y clubes. Por el contrario, su estrategia se enfoca en el consumidor que busca mantener altos niveles de productividad, durante largas jornadas laborales.

    Otra tendencia del mercado colombiano en cuanto a bebidas no alcohólicas es que las principales marcas carbonatadas se están trasladando a presentaciones más pequeñas, de los 500 mililitros a los 273 ml. La consolidación de la cadena de cafeterías Starbucks en ese país, también habría causado una modificación en sus patrones de consumo locales promoviendo el consumo de ‘pods’.

    En Perú, la oportunidad la tienen las empresas dedicadas al agua embotellada sin gas. Pese a que, según Euromonitor, tiene una baja penetración de este rubro existe un potencial vinculado al consumo de agua funcional (que tiene valores vitamínicos) o saborizada. Otra bebida que apunta a la novel clase alta peruana son los jugos premium. Se señala el caso de la marca Balance, propiedad de la cadena Supermercados Peruanos, y que está en las perchas desde este año.

    Otro caso destacable del mercado peruano es el de la chicha morada, un producto emblemático de su gastronomía y que se prepara con la cocción del maíz morado junto con especias como canela, clavo de olor y piña. Su presencia, mediante canales ‘on trade’, donde su consumo se realiza in situ como en cafeterías, bares y restaurantes, mantiene índices considerables.

    Perú también se mantiene como el líder de la producción de café orgánico a escala mundial, según Euromonitor. Aquel cultivo se exporta casi en su totalidad a EE.UU. y Europa, pues en el mercado interno peruano los productos orgánicos no son apreciados, ya que la mayoría de los consumidores no «valora» su beneficio agregado.

    El informe completo está disponible en el sitio go.euromonitor.com.

    15 es el número de mercados americanos que son analizados en el estudio de la consultora Euromonitor.

  • Proquimarsa, en sus filtros se purifica el agua que usa la industria

    Patricio Ramos. Redacción Manta / LÍDERES

    El diseño de proyectos que usan agua y que serán aplicados según el perfil del producto y su proceso de producción, es el plus de Proquimarsa. Esta firma manabita nació hace 11 años. En esa época, su gerente propietario, Eddie Cevallos, confiaba en que el diseño de proyectos de agua tendría cabida, sobre todo, en la industria de alimentos y bebidas.

    Bastó la confianza de un empresario y empezó el desarrollo del primer proyecto que le tomó dos años, el resto fue trabajo y dedicación, asegura Cevallos. Así nació Proquimarsa, que la actualidad tiene dos sucursales: en Quito y Guayaquil.

    Esta empresa manabita tiene sus oficinas en la av. 4 de Noviembre; se trata de una arteria que cruza la ciudad de Manta, de norte a sur. Allí se exhiben equipos como máquinas para embotellar y taponar líquidos alimenticios; generadores de oxígeno; destiladores; equipamiento de preparación de agua; sistemas de ósmosis inversa, entre otros aparatos.

    La cartera de clientes supera los 350, entre ellos, los municipios, principalmente los ubicados en el ‘eje económico de Manabí’, conformado por las ciudades de Manta, Montecristi y Jaramijó.

    La tarea de Proquimarsa es tratar el agua que van a utilizar sus clientes. Para las empacadoras de pescado, por ejemplo, diseña proyectos de aguas de alta calidad. «Hay empresas que tienen en sus complejos industriales, pozos profundos, desde donde extraen el agua. Ese líquido hay que analizarlo, estudiarlo y acondicionarlo de acuerdo con la necesidad de la industria», dice Cevallos.

    En la empresa también se trabaja en proyectos de autoclaves, calderos y sistemas de enfriamiento. La industria de los alimentos está relacionada directamente con la calidad del agua. Los productos que se elaboran, se venden al mercado europeo, en EE.UU. y también en Latinoamérica, de allí que la calidad del líquido debe ajustarse a estándares internacionales.

    Proquimarsa trabaja con equipos de Italia, EE.UU., Alemania y Canadá. Esta empresa también incursionó en el tratamiento de aguas residuales, industriales, desalinización y purificación de aguas para consumo humano.

    Con los municipios trabaja en el tratamiento de ‘aguas negras’ y la captación de gas metano, que se forma en sistemas como biodigestores, debido a la abundante presencia de bacterias. Ese gas metano es aprovechado para accionar motores de las fábricas, si fuera el caso.

    Hace una semana se terminaban los engranajes de un sistema para desalinización de agua por ósmosis inversa. La firma también provee de productos químicos, para tratamiento de maderas, metales combustibles y medición de gases. Además, no deja de lado el diseño de calderos, filtros, ozono, rayos UV, sistemas de purificación y envasado de agua.

    Uno de los valores agregados de Proquimarsa es compartir sus conocimientos con el personal de las empresas en las cuales ubican sus equipos. Talleres de hasta ocho días imparten sus técnicos, para que sean los empleados de sus clientes los encargados del mantenimiento.

    Uno de los clientes es Óscar Herrera. Él tiene su negocio de procesamiento y venta de agua con la etiqueta Miconia. Su empresa está en Puerto Ayora, en Galápagos. «Proquimarsa nos prevé de equipos de filtración, grava y carbón activado esenciales para nuestro trabajo. Tenemos una muy buena relación», dice.

    El insignia
    ‘La calidad es lo más importante’
    Rubén Galárraga Técnico de Proquimarsa

    Diseñar proyectos de agua es algo único. Todo amerita un estudio profundo del agua que se va a utilizar, es como hacer un estudio de suelo, por ejemplo, para construir un edificio.

    Aquí laboramos con mucho profesionalismo, buscamos retribuir la confianza que nos dan los clientes. El agua es vida y por eso somos muy responsables con lo que diseñamos, estudiar el agua amerita mucha concentración. Manejar sistemas de tratamientos y luego alcanzar los resultados nos satisface a quienes estamos en esta actividad. Manabí es una escuela sobre el diseño de proyectos de agua.

    Aquí, en la empresa, es una escuela para aprender, profesionalizarse y saber tecnificar esos líquidos.

    «El agua es vida  y por eso somos muy responsables con lo que diseñamos y con los productos que entregamos».

    La empresa en breve La nómina. En la empresa trabajan 25 personas, entre administrativos, técnicos eléctricos y electrónicos, mecánicos y expertos en sistemas computarizados.Reconocimientos. La firma ha recibido el Latin Américan Quality Institute, por la excelencia en gestión empresarial y de promoción de la cultura de la calidad; Global Business Corporation; Ekos.Los clientes. En la lista constan Conservas Isabel, Expalsa, Olimar, Marbelize, La Fabril, Promarisco, Proquimsa, Hospital de Pasaje (El Oro), entre otros.

  • Ecopacific: Un negocio que crece con toda la energía del coco

    Mónica orozco

    Ecopacific quiere «mundializar» el agua de coco. Esta empresa, que hoy factura USD 9,4 millones al año, nació con un refrigerador y 200 cocos.

    «Siempre quise traer el agua de coco a Quito», recuerda el emprendedor manabita y actual gerente de la firma, Kevin Barcia. Así que no lo pensó más, tomó su refrigerador y lo instaló en una cebichería de la capital, para ofrecer pipas de coco que él peló, preparó y empacó.

    Corría el 2003 y Barcia recuerda que fue de pura locura. «Llenamos la ‘refri’ de cocos pelados y en cuestión de una hora terminamos de vender todo».

    Esta experiencia lo animó a diseñar un proyecto para industrializar el producto y ese mismo año nació Coco Freeze, agua de coco embotellada. «Quise unir mi amor por esa bebida, líquido de Dios, con la innovación», comenta el joven empresario de 33 años.

    La marca se expandió entre tiendas de barrio y restaurantes. Y luego se colocó en las perchas de las grandes cadenas de supermercados, farmacias, panaderías, hoteles, cafeterías, entre otros locales.

    Cinco años después, esta iniciativa se fusionó con el negocio de los padres de Kevin, Javier Barcia Mendoza y Nelly Jarre Mieles, que hasta ese entonces se dedicaban a producir y comercializar limón fresco para supermercados y otros.

    A esta sociedad se sumaron más tarde sus dos hermanos y en el 2008 se conformó lo que hoy es Ecopacific.

    Con ello, dejaron de ser productores agrícolas y emprendieron una estrategia de innovación. Ecopacific empezó con agua de coco y limón fresco.

    Pero uno de los valores de la empresa es estar literalmente ‘locos’ por la innovación. «Es una especie de obsesión», dice Barcia. Por ello, sumó nuevos productos hasta que hoy cuenta con 120 ítems agrupados en tres líneas: embotellados (jugos y néctares), producto a granel (frutas y verduras) y la línea de procesados de la marca Horti Listo (frutas y verduras semiprocesadas).

    Entre estos últimos están productos como sambo, zapallo, zanahoria, grosellas, remolacha, entre otras, que se ofrecen listas para preparar o consumir.

    La firma quiere convertirse en el principal aliado de supermercados, tiendas y otros locales en el segmento de perecibles; ser el «casero por excelencia».

    «Nuestro elemento diferenciador es que los productos están listos para consumir. La fruta es un producto difícil de manejar, porque hay temporadas de cosecha y escasez. El trabajo es buscar el mejor producto en el momento de su existencia», indica Gabriela Sandoval, gerenta de Marketing de Ecopacific.

    Entre el 80 y 90% de los insumos de esta empresa son nacionales, gran parte de Manabí. La mayoría de sus proveedores son agricultores (unos 200), a quienes compran de manera directa.

    Los jugos son 100% fruta y no contienen preservantes, colorantes ni saborizantes. La eficiencia en sus procesos y la calidad de los productos les hizo merecedores del reconocimiento como mejor proveedor por tres años en la categoría de perecibles en Supermaxi, y como mejor proveedor en el 2013 en la categoría Frutas y Verduras, del Santa María.

    Rosa Tapia, copropietaria del Market Figazza, que dispone de dos locales ubicados en el norte de Quito, explica que los productos de Ecopacific son de alta rotación en la tienda; en especial, el agua de coco y los jugos de naranja. La firma es su proveedor desde hace dos años.

    «La mayoría de clientes busca estos productos naturales como jugos que, si bien no son preparados ese instante, tienen gran calidad y son naturales», comenta Tapia, que adquiere USD 2 000 por mes en productos de Ecopacific.

    Este año, la firma ecuatoriana busca cubrir 1 200 puntos de venta. Actualmente tienen 575. Para cumplir con la meta, Ecopacific invertirá USD 1,5 millones en ampliaciones y nueva maquinaria. La firma lanzará este año dos marcas Juz (néctares) y Eco-love (bebidas funcionales), explicó Sandoval.

    Además, busca fortalecer el mercado de Guayaquil y hoy desarrolla un plan piloto para ofertar carne de res. «Y así seguir completando el portafolio de perecibles y diversificar más», dice Barcia.

  • Cuatro sabores se suman al agua mineral

    Redacción Quito

    Mora, piña, maracuyá y hierbaluisa son los cuatro sabores de agua mineral que lanzó Güitig. Desde el pasado 21 de julio, esta marca puso en las perchas estos nuevos productos. Las botellas estarán a disposición del público por tres meses, explica Claudia Núñez, brand mánager Güitig.

    La funcionaria explicó que lanzaron esta iniciativa, denominada Sabores de mi Tierra, como un homenaje de Güitig a Ecuador por sus 105 años de aniversario. «Un sabor por cada región (…) Mora por la Sierra, Piña por la Costa, Maracuyá por la Amazonía y Hierbaluisa por Galápagos (…) Creemos que revitalizar nuestra esencia es parte de lo que nos hace orgullosamente ecuatorianos».

    La idea de incluir sabores frutales es parte de la innovación para los consumidores que buscan esta bebida. Entre estos últimos se halla María Teresa Silva, quien tiene 80 años y es una fanática de Güitig desde que tiene uso de razón. Por eso es que no tardó en probar los nuevos sabores. «Me parecen bastante sabrosos. Recientemente estaba enferma del estómago y tomé el de hierbaluisa y me sentí mejor. Desde que soy niña me han dicho que esta es un agua mineral curativa».

    Comentarios como estos han llegado hasta la empresa fabricante. Una de las cosas que más ha destacado el público es que la firma impulse la esencia del país.

    De hecho, para desarrollar esta campaña la empresa hizo un estudio para determinar cuáles eran los sabores y frutos característicos de cada zona. Posteriormente, desarrolló un análisis para definir las fórmulas con los consumidores y obtuvo los cuatro productos, que se comercializan en tiendas y autoservicios.

    El precio de venta es USD 0,70 en presentación de 500 mililitros en botellas pet y de USD 2,20 en presentación de 700 ml de vidrio no retornable.

    Para consumidores como Mariana Paredes estos son precios razonables. «Es un producto natural y no tengo inconvenientes en pagar. Además, me agrada que tengan sabores, principalmente los de mora y maracuyá, porque me encantan los frutos cítricos que hay en el país».

    La empresa tomó en cuenta esta demanda que existe en el público nacional, por lo que viene trabajando en el proyecto desde mediados del 2013.

    La firma también ha presentado otras innovaciones entre las que está la imagen de sus botellas. Allí no se observa el clásico oso polar en el hielo, que marcó a diversas generaciones de ecuatorianos.

    Con ello la marca ha buscado llegar a un consumidor más exigente, con su envase de vidrio. La idea es que el producto sea consumido durante las comidas.

    De acuerdo con los estudios de investigación de la firma, Güitig tiene una participación en el mercado ecuatoriano de un 95%, «siendo líder en la categoría desde 1909». La meta, dicen sus ejecutivos, es convertirse en una de las top 5 de marcas de bebidas refrescantes no alcohólicas del Ecuador.

    Historia y contexto

    El envasado del agua mineral. Este empezó a finales del siglo XIX de manera artesanal, en botellas de vidrio de 20 litros. En sus inicios, el agua se usaba como un producto medicinal, que se comercializaba en diferentes boticas de Quito.

    La presentación. La marca presentó los nuevos sabores en las fuentes hidrominerales en Machachi (cantón Mejía, Pichincha); en esas instalaciones nace Güitig, desde sus orígenes en 1880.

  • El lavado de autos sin agua llega en kits personalizados

    Redacción Quito

    Con seis años en el mercado, la empresa de lavado de autos sin utilización de agua, Easy Dry, implementó este año una nueva estrategia para expandir su negocio.

    Ahora esta iniciativa comercializa sus productos directamente a concesionarios de vehículos y al público en general a través de autoservicios como Megamaxi.

    Mercedes Cañizares junto con su esposo Daniel Tamayo fundaron la compañía en el 2008. El objetivo fue ofrecer el servicio de lavado de vehículos de forma más ecológica y con ahorro de agua. Es decir, no solo eliminar el desperdicio de este recurso limitado sino dejar de lado detergentes que contaminan el ambiente.

    De esta manera la pareja comenzó a producir productos a base de encimas naturales y biodegradables que encapsulan la suciedad y limpian la superficie y el interior del vehículo sin necesidad de agua. Un requisito: para que el producto funcione de forma adecuada se requiere de un paño especial de microfibra.

    Con el uso de estos limpiadores especiales de Easy Dry, el usuario ahorra entre 200 y 250 litros de agua por cada vez que lava su vehículo, aseguran Cañizares y Tamayo.

    En un principio, los productos no se comercializaban sino que se utilizaban en el servicio a domicilio que brindaba la empresa. Como una primera estrategia, Mercedes Cañizares cuenta que pasaron de la entrega del servicio exclusivamente a domicilio, a colocarlo en puntos de servicio en Quito y luego a través de franquicias en todo el país.

    Este año, la firma Easy Dry se extendió de cinco a 16 puntos de servicio en distintas ciudades del país.

    Pero debido a la creciente demanda de los clientes, la pareja decidió pasar a la venta de sus productos. Es así que se contactaron con Megamaxi en donde se les pidió un etiquetado y un embotellado especiales antes de sacarlos a las perchas de sus locales.

    Una vez logrados estos requisitos, determinaron la presentación de un kit que incluye una botella de 600 mililitros de limpiador y encerador de carrocería, acompañado por 250 mililitros de líquido limpiavidrios, 250 mililitros de acondicionador y un volumen similar de protector de neumáticos además de un paño de microfibra y un estuche.

    El limpiador de carrocerías se utiliza para sacar la suciedad de la superficie del auto. El limpiavidrios además de ser antiempañante, combate el crecimiento de hongos por la acidez.

    Finalmente, el acondicionador limpia plásticos y viniles del interior del auto mientras que el protector de neumáticos evita su desgaste y los hidrata.

    Cada kit tiene un costo de USD 35 y sirve para seis lavadas de un auto. Los productos se venden además de forma individual y cada botella tiene un costo de USD 10, indica Cañizares.

    Además de los autoservicios, los productos de Easy Dry se comercializan a concesionarios de vehículos de la marca KIA, Teojama Comercial y Autoban.

    Cañizares indica que el siguiente paso es exportar sus productos a Colombia, Perú y México. La facturación de Easy Dry bordea los USD 100 000 al año.

    Diego Espinosa, jefe de taller de Autoban, indica que ha trabajado con los productos de Easy Dry durante tres años. Agrega que además de dejar los vehículos limpios, reduce el consumo de agua y el tiempo de lavado. Si antes se demoraba lavar un auto en 20 minutos, el tiempo actual es de siete a 10 minutos. «Y nos ofrecen capacitación para realizar el lavado de una manera adecuada«.

    Datos

    El ahorro. De acuerdo con los registros de Easy Dry, sus servicios y productos de lavado de autos sin agua han contribuido a ahorrar 18 537 litros de agua.

    Centros. Easy Dry tiene puntos de servicio de lavado de autos en Quito, Ibarra, Guayaquil, Riobamba y Loja.

    Cifras. USD 38 cuesta el kit de Easy Dry