Etiqueta: apoyo

  • USD 5,3 millones para apoyar a las empresas que buscan exportar a la UE

    Carolina Enriquez

    Apoyo a diferentes negocios para que exporten a la Unión Europea (UE) es el objetivo del proyecto Expor Des.

    La presentación se realizó este 29 de enero del 2019, en Quito. La iniciativa nació a través de un convenio de financiamiento entre el bloque europeo y el Gobierno nacional, representado por el ministerio de Comercio Exterior. De la ejecución se encarga Corpei.

    El proyecto, que tiene una duración de 36 meses, arrancó en febrero del 2017. Tiene dos líneas de trabajo. Impulso a emprendimientos asociativos y a Pymes. El monto de financiamiento es de USD 5,3 millones; no se entrega el dinero en efectivo sino que se canaliza para el apoyo de las empresas en áreas como calidad, empaque, comunicación, etc.

    Ligia Estrella, directora del proyecto, explicó que 98 pymes se han beneficiado. Estas exportan artículos agroindustriales, para cuidado personal, flores, etc. “Cada empresa puede tomar los servicios que necesite para ella, acorde a su realidad. En un periodo de entre 12 y 18 meses buscamos darles el impulso para que luego envíen sus productos al mercado de exportación”.

    Este 29 de enero del 2019 estuvieron en la presentación compañías beneficiarias como Café Galleti, FL Procesados y Cereales Andinos. Se trata de productoras y exportadoras de productos no tradicionales.

    Ena Escobar, representante de la primera empresa, la cual produce, comercializa y exporta café de especialidad, indicó que como parte de su proceso de internacionalización vendieron el grano como materia prima. Pero, la firma quiere enviar como producto terminado.

    Para esto último necesitan seguir procesos y por eso participan en el proyecto de la UE. “Aplicamos y estamos en la fase terminal de implementación de los manuales de calidad con estándares europeos (…) mejorando las condiciones de trabajo también lo hacemos con la de los colaboradores y de la gente en la cadena”.

    Otras firmas como República del Cacao trabajan en proyectos asociativos para apoyar a diferentes productores. José Merlo, coordinador de proyectos socio ambientales de la compañía, explica que operaron como empresa ancla para ayudar a un grupo de cacaoteros de Joya de los Sachas y Vinces.

    En esta línea de trabajo, Expor Des apoya a 10 proyectos. Por cada dólar que se entrega del fondo no reembolsable de la UE, la contraparte pone otro.

    Estrella explicó que las empresas todavía pueden postular para beneficiarse del apoyo europeo. Hay cupos para las áreas de calidad y comunicación.

    Este 29 de enero se presentó el proyecto Expor Des. Foto: Carolina Enríquez / LÍDERES
    Este 29 de enero se presentó el proyecto Expor Des. Foto: Carolina Enríquez / LÍDERES
  • Mujeres indígenas buscan mercado con apoyo extranjero

    Marcel Bonilla (F)
    Contenido intercultural

    Tres mujeres éperas caminan por un terreno húmedo de ocho hectáreas, mientras revisan las plantas de chocolatillo, materia prima utilizada para la elaboración de artesanías.

    Ellas utilizan pantalón, botas de caucho y suéter con mangas largas, para cubrirse de los mosquitos, en la población de Santa Rosa, norte de Esmeraldas. Con el apoyo de técnicos del programa de las Naciones Unidas, revisan que las plantas tengan la talla necesaria para el corte y la madurez suficiente para su utilización.

    Desde hace un año, la Asociación de emprendimiento y desarrollo de los jóvenes de la nacionalidad Épera-Siapidara del Ecuador recibe apoyo técnico para mejorar la producción de fibra natural y la elaboración de sus artesanías.

    La presidenta de la organización Florinda Chirimía, explica que se ha mejorado la técnica de cultivo del bejuco, que permitirá una mayor producción y satisfacer la demanda de objetos artesanales.

    En la comunidad de Santa Rosa, 59 mujeres, acompañadas de sus esposos, trabajan en elaboración de artesanía como las esteras, sopladores, carteras, canastos, sombreros, petacas y bolsos.

    Jénnifer Capena y María Chipúa son dos indígenas que han heredado el talento para tejer a mano sombreros, cartera y bolsos. Ellas acompañan a Florinda Chimiría en el recorrido de la producción.

    Los nativos siembran el chocolatillo, una planta propia de la zona, que crece en suelos anegados, las que extraen para su aprovechamiento en la elaboración de las artesanías.

    María Chiripúa señala que primero siembran el cogollo de la fibra. Cuando ha crecido se corta con machete, se raspa y se extrae la fibra con la mano para luego ser tinturado. La planta crece en bosques anegados y suelo húmedo.

    En la fabricación de los objetos, en ocasiones, se raspa el tallo antes de extraer la fibra o venas, para obtener otro color natural. La vena más fina da varios tonos como el verde o amarillo pálido.

    Las mujeres cortan los tallos maduros para retirar la capa verde; se extrae en tiras, se quita la médula y se aplana con la mano para obtener las cintas.

    Celio Vera, técnico de la Prefectura de Esmeraldas, explica que se trabaja en el mejoramiento de la reproducción vegetativa del chocolatillo.

    La cestería elaborada por los indígenas ha empezado a venderse en diversos mercados del país como en Quito, bajo pedidos, así como en las ruedas de negocios que se promueven en la provincia.

    Un convenio firmado entre la Prefectura de Esmeraldas y el Programa de las Naciones Unidas, permite la intervención en algunas organizaciones de mujeres emprendedoras como las éperas.

    La Prefectura de Esmeraldas ayuda con técnicos del Departamento de Desarrollo Productivo. La metodología utilizada es la denominada Creciendo con su negocio, en la que ayudan a mejorar la producción y ponerle en el marcado el producto.

    Una vez que se ha cumplido con el proceso para obtener una marca y mejoramiento de la presentación de los productos, se busca mercados para las artesanías.

    Las emprendedoras reciben asesoramiento de los técnicos del Departamento de Fomento Productivo de la Prefectura de Esmeraldas. Foto: Marcel Bonilla / LÍDERES
    Las emprendedoras reciben asesoramiento de los técnicos del Departamento de Fomento Productivo de la Prefectura de Esmeraldas. Foto: Marcel Bonilla / LÍDERES
  • Enlazadas, un nexo de apoyo para las emprendedoras

    Redacción Quito

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    Después de vivenciar los obstáculos a los que las mujeres se enfrentan a la hora de desarrollar sus propios negocios, dos amigas y emprendedoras, Salomé Barahona y Daniela Ramírez, decidieron hacer algo. Así optaron por crear un espacio en el que las mujeres puedan potenciar sus ideas de negocio.

    Ambas han tenido la oportunidad de crecer en el mundo laboral con sus propios emprendimientos. Sin embargo, en el desarrollo de cada uno de estos, se dieron cuenta que sacar adelante sus ideas no fue nada sencillo.

    “Ser tu propio jefe no es nada fácil, pues hay un sinnúmero de cosas que una no cuantifica. Por ejemplo, al principio, tuve que ser ‘todóloga’ para desarrollarme en ámbitos que yo no conocía, como el legal y de la contabilidad”, comenta Barahona.

    Además, según las socias, se dieron cuenta que en el país la mayoría de emprendimientos no sobrevive más allá del año y medio. Es así que, hace varios meses, decidieron tomar sus experiencias y conocimiento para armar una red de mujeres emprendedoras que se conecten para potenciar sus negocios. Así “nació” Enlazadas.

    Con esto busca brindar una experiencia de empoderamiento y desarrollo, donde las mujeres puedan formarse, conectarse y crecer. Asimismo, es importante resaltar que, a diferencia de otros cursos o conferencias, Enlazadas será un espacio de asesoramiento permanente para emprendedoras en todas las actividades.

    Para Daniela Ramírez, especialista en Marketing Digital, la importancia de desarrollar un red exclusiva para mujeres es que juntas entiendan que sus necesidades específicas son, también, compartidas por otras emprendedoras. De esta manera, dentro de la red se contará con tres etapas, formación, conexión y crecimiento. La etapa de aprendizaje incluye varias charlas donde las mujeres se capacitarán en temas como design thinking, marketing, life coaching, entre otros.

    Después, para conectarse, se abrirán espacios de networking donde las emprendedoras podrán enlazarse con otras marcas y crear contactos. Finalmente, en la etapa de crecimiento, se contará con actividades de potenciación con la dinámica de Points of You.

    Así, ‘Enlazadas – El Inicio’ se llevará a cabo el sábado 16 de septiembre en el espacio La Ideal, en Quito. En este evento contará con ponentes como Ernesto Muñoz, Lorena Troya, Berenice Narváez, Ciszi Vera y la fundadora de Makiatto, Paulina Anda.

    Para ser parte de este espacio de formación y networking las mujeres deben tener ya un emprendimiento en funcionamiento o tener el plan estratégico de su negocio.
    Además, para acceder a las actividades del 16 de septiembre es necesario registrarse en el portal web www.enlazadas.com.ec, donde, también, se encuentra más información sobre el proyecto y los costos que tiene la participación.

    Asimismo, Enlazadas abre un espacio para que marcas ya posicionadas que hayan empezado como emprendimientos puedan patrocinar los eventos que esta red realice y puedan potenciar las ideas de negocio que se encuentran en etapa de desarrollo.

    No obstante, es importante señalar que Enlazadas no termina en los eventos de conferencias, sino que se busca que sea una red permanente de asesoramiento y capacitación para lograr que los emprendimientos logren triunfar y se conviertan en marcas posicionadas; además de generar espacios donde las mujeres puedan compartir y conectarse, buscando el sostenimiento y fortalecimiento de los emprendimientos.

    Daniela Ramírez y Salomé Barahona son las socias detrás de Enlazadas. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
    Daniela Ramírez y Salomé Barahona son las socias detrás de Enlazadas. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
  • Un espacio para dar apoyo en el desarrollo pedagógico

    Redacción Quito

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    La Facultad de Ciencias de la Educación de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), en un intento de vincular los conocimientos que se generan en la institución con la comunidad, creó el Centro de Asesoría y Servicios Educativos (CASE).

    Este espacio de estimulación y desarrollo pedagógico abrió sus puertas en enero del 2016, para atender a usuarios de 0 a 15 años de edad que presenten dificultades en el proceso de aprendizaje. Dentro del CASE, trabajan varios profesionales especializados en psicopedagogía, que ofrecen una planificación personalizada para atender las necesidades pedagógicas de los diferentes usuarios.

    Además, existen varias áreas de trabajo dentro del centro: el área de estimulación temprana, detención y diagnóstico, que va de los 0 a los 6 años; el área de psicopedagogía, que atiende problemas como el de lecto-escritura y el área de evaluación psicopedagógica.

    La coordinadora de CASE, Shadira Procel, explica que el centro busca, además, poder capacitar a docentes e instituciones para asistir a las necesidades de los estudiantes de una manera más eficiente y enfocada a la superación de las dificultades pedagógicas.

    En el centro, los usuarios pueden desarrollar de mejor manera sus habilidades cognitivas y superar los obstáculos que se han presentado en su aprendizaje. Además, el plan de desarrollo es personalizado y direccionado a atender necesidades específicas.

    Los profesionales del CASE se encargan de realizar evaluaciones y entrevistas para realizar un diagnóstico de cada caso y analizar las soluciones. Sin embargo, el trabajo de los profesionales en pedagogía no termina con las sesiones didácticas, sino que existe un acompañamiento en el proceso de educación de los usuarios.

    “Las sesiones se trabajan dependiendo del caso, pero después de analizar el perfil, se visita a las instituciones educativas para socializar los resultados y se les da las directrices a los profesores para saber cómo trabajar con los niños que presentan estas dificultades”, explica Procel.

    En la actualidad, el centro cuenta con 50 usuarios que llegan, principalmente, desde instituciones educativas fiscales. Además, son las mismas instituciones de enseñanza quienes remiten a los estudiantes con conflictos pedagógicos hasta el CASE, para que sean los especialistas quienes se encarguen de ayudar a superar los problemas.

    El costo de las sesiones depende de las posibilidades de pago de las familias. Uno de los ideales principales de este centro, y la PUCE en general, es el poder vincularse con la comunidad y ayudar a los sectores de riesgo y de escasos recursos económicos.

    Por este motivo, existen profesionales dedicados a hacer estudios económicos de las familias y determinar el costo de los servicios. El valor de las sesiones oscila entre USD 15 Y USD 10. Gracias a los fondos recaudados, el centro logra autofinanciarse .

    Shadira Procel, comenta que el CASE tiene una visión de expansión bastante amplia y que se sigue trabajando en varios proyectos pedagógicos. Una de las principales proyecciones es poder convertirse en un centro de investigación donde se desarrollen nuevos planes educativos.

    Asimismo, el CASE quiere integrar, en un futuro, a los estudiantes de la Facultad de Ciencias de la Educación, para que aporten con sus conocimientos al desarrollo pedagógico de los usuarios.

    Por el momento, los estudiantes universitarios pueden acceder al centro para tener clases prácticas en materias como Didáctica. Otros espacios se aperturarán.

    En la actualidad, el centro se encuentra trabajando en generar convenios con más instituciones y fundaciones para lograr expandir los servicios que se ofrecen hacia más usuarios que se encuentren en sectores de riesgo y de escasos recursos económicos. Adicionalmente, ha trabajado con unidades educativas en materia de adaptaciones curriculares.

    Es importante mencionar que el apoyo de la PUCE ha sido fundamental para este proyecto, ya que la institución a aportado con sus servicios, instalaciones y, conjuntamente con la Dirección General de Vinculación, se ha logrado que el CASE ayude a la comunidad con este servicio que es muy costoso en otras instituciones privadas.

    Shadira Prócel, integrante del Centro de Asesoría y Servicios Educativos de la PUCE. Foto: Julio Estrella / LÌDERES
    Shadira Prócel, integrante del Centro de Asesoría y Servicios Educativos de la PUCE. Foto: Julio Estrella / LÌDERES
  • Un apoyo a las iniciativas de los refugiados

    José Luis Rosales

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    El arreglo de chapas y elevadores es la fuente de empleo de Kerly P., y su familia. El negocio cumplió tres años desde que abrió las puertas en la capital de Imbabura.

    La mujer, oriunda de Colombia, que tiene estatus de refugiada, recuerda que para instalar el emprendimiento recibió el apoyo de varias instituciones. Una fundación privada le entregó un capital, no reembolsable, para adquirir herramientas y equipos.

    Entre tanto, estudiantes de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, sede Ibarra (Pucesi) le capacitaron en temas como el plan de negocios y contables. Este es uno de los 40 emprendimientos a los que el Observatorio Ciudadano de Movilidad Humana y Relaciones Empresariales ha dado asesoría técnica.

    La iniciativa, que fue creada en el 2014, es impulsada por la Pucesi, el Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), el Fondo Ecuatoriano Populorum Progressio (FEPP), el Ministerio de Relaciones Exteriores, entre otras entidades.

    El ente nació como un acuerdo de la Mesa de Movilidad Humana de Imbabura. El objetivo es obtener información, brindar capacitación y asesoramiento técnico a las personas en calidad de refugio, solicitantes de asilo y otro estatus, explica Roberto Tadeo, catedrático de la Pucesi.

    En Imbabura hay 4 153 refugiados y 14 555 solicitantes de asilo, según datos de la Dirección de Refugio. La mayoría está en Ibarra. Aquí se hizo un estudio, sobre sus necesidades laborales y emprendimientos a las personas refugiadas y solicitantes de asilo. Previamente, este observatorio realizó otros dos análisis a través de encuestas, entrevistas, grupos focales y bibliografía.

    El primer estudio está relacionado con la situación laboral de los trabajadores autónomos refugiados y solicitantes de asilo en mercados y zonas comerciales de la capital imbabureña.

    Entre los resultados que arrojó esa investigación está que el mayor número de emprendedores tienen edades que fluctúan entre los 26 y 35 años.

    Mientras que, las actividades económicas por cuenta propia que más sobresalen son los servicios prestados, comercio y preparación y venta de comida.

    El otro estudio denominado ¿Y tú que piensas?, se enfocó a las percepciones locales sobre la población refugiada en Ibarra.

    De estas investigaciones se encargaron 40 estudiantes de las carreras de Administración de Empresa, Contabilidad y Comercio Exterior de la Pucesi.

    El último análisis ¿Y qué pasa con los emprendimientos colombianos en Ibarra?, se enfoca a los pequeños negocios y las dificultades que deben enfrentar para instalarse en el país. El 97% de la población refugiada en el Ecuador proviene del vecino del norte.

    La idea de desarrollar una base de datos es también que los refugiados puedan integrarse en el Ecuador, desde el punto de vista socio-económico, para mejorar su calidad de vida, explica Diego Yépez, funcionario de Acnur.

    Para ello, se consultó a 376 personas colombianas que se encuentran laborando en la ‘Ciudad Blanca’. Estas iniciativas están dirigidas por jefes de hogar, que tienen entre 16 y 40 años, y que en mayor número arribaron a Ibarra a partir del 2010.

    El catedrático Roberto Tadeo explica que uno de los limitantes que tienen para conseguir trabajo es el bajo nivel educativo. El 55% de los encuestados aseguró tener nivel académico secundario.

    Comenta que a más de este factor se detectaron casos como falta de documentación necesaria y de experiencia laboral, para que puedan acceder a empleos. Por eso, el 38% de personas aseguró que tiene ingresos que varían entre USD 41 y 60, a la semana.

    Ellos han incursionado en iniciativas de gastronomía, artesanías, servicios, ventas ambulantes, entre otros, señala Fernando Salazar, coordinador del Observatorio Ciudadano de Movilidad Humana y Relaciones Empresariales. Un alto porcentaje de firmas tiene entre 1 y 3 años de funcionamiento.

    “Hay acciones que han ayudado para que las autoridades locales conozcan más sobre los refugiados, incluso se han promulgado ordenanzas municipales para apoyar los pequeños emprendimientos”, asegura Yépez.

    El equipo de investigación de la sede de la PUCE está integrado por estudiantes y docentes universitarios. Francisco Espinoza/Para Líderes
    El equipo de investigación de la sede de la PUCE está integrado por estudiantes y docentes universitarios. Francisco Espinoza/Para Líderes
  • El apoyo al ganadero se cumple con estudios técnicos

    Adriana Bucheli

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    Lograr que toda la cadena de la leche tenga procesos sostenibles en lo social, económico y ambiental es la propuesta que ofrece la firma Nestlé, a través de su estrategia de creación de valor compartido .

    Entre los aspectos que se toman en cuenta para su aplicación está el considerar -dentro de la manera de hacer negocios- factores como las condiciones sociales de las comunidades a las que se compra la materia prima, el bienestar del consumidor, la ejecución de procesos con prácticas amigables con el ambiente, etc.

    Mariana Tufiño, gerenta de Creación de Valor Compartido de Nestlé, explica que se logró concretar este concepto con el cumplimiento de 42 compromisos con la sociedad hasta el año 2020, en cinco áreas: nutrición; desarrollo rural y abastecimiento responsable; agua; sostenibilidad medioambiental; y derechos humanos. Como parte de las acciones sobre desarrollo rural, está el Servicio al Productor de Leche, que es un programa de abastecimiento responsable.

    “Este es un tema de total cumplimiento de nuestras cadenas de valor”, señala Tufiño al explicar que las prácticas se deben realizar con respeto a los derechos humanos, al medioambiente, con parámetros de seguridad ocupacional y ética en la gobernanza de la empresa.

    “Nos permite garantizar que nuestra cadena de valor es responsable”, añade Tufiño, al comentar que los consumidores ya no solo quieren que el producto cumpla con parámetros de calidad, sino que también exista respeto con las comunidades y el ambiente en la producción.

    Santiago Gordillo, coordinador del Servicio al Productor de Leche de Nestlé, señala que el programa no solo se enfoca en el tema comercial con los productores de leche, sino que se centra en la ayuda que ellos necesitan para mejorar la calidad de la leche, la inocuidad, etc.

    Una de las herramientas que se utilizan para ello es un estudio de sustentabilidad con las fincas lecheras. Allí se investiga el grado de sostenibilidad de la finca en los ámbitos económico, social y medioambiental. El estudio implica alrededor de 700 preguntas que se responden para conocer qué prácticas se están haciendo bien y en dónde hay oportunidades de mejorar, para trabajar sobre ello.

    Algunos de los subtemas que se evalúan son el uso del suelo, la cría de los animales, el uso y protección de materiales desde un punto de vista medioambiental, el uso del agua, optimización del uso de la energía, trato justo a los trabajadores, la calidad de vida, entre otros.

    Entre las acciones derivadas del estudio están la instalación de piscinas de oxidación, el cambio de uso de gas para el calentamiento de agua por paneles solares, etc.
    Edwin Santos, ganadero, dice que ser parte de este programa “ha sido bastante grato”, porque la empresa hace visitas constantes para potenciar las prácticas de trabajo en la finca, lo que ha mejorado su productividad.

    Con el servicio al productor se analiza la cadena de valor de la leche. Fotos: Cortesía Nestlé
    Con el servicio al productor se analiza la cadena de valor de la leche. Fotos: Cortesía Nestlé
  • Un fondo de 10 millones de euros para Mipymes que apuntan a la Unión Europea

    Redacción Quito

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    Las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) tienen otro motivo para estar optimistas. Ahora podrán participar en el programa ‘Apoyo al Sector de Comercio en Ecuador para Mipymes‘.

    Está iniciativa cuenta con un fondo de 10 millones de euros y es cofinanciado por la Unión Europea. El programa fue presentado hoy, martes 11 de abril del 2017, y será ejecutado por la Federación de Exportadores (Fedexpor) y Corpei, con el apoyo del Ministerio de Comercio Exterior, y Pro Ecuador.

    Según el Presidente de Fedexpor, Daniel Legarda, serán 200 empresas beneficiarias que participarán durante los tres años del proyecto, que está abierto para las firmas que venden hasta USD 5 millones al año. Legarda agregó que actualmente se están realizando en varias ciudades del país talleres de difusión del programa para notificar a las Mipymes la apertura del sistema.

    Los interesados en ser parte del programa podrán inscribirse hasta finales de julio a través del sitio web www.exportaaeuropa.ec.

    Ligia Estrella, Directora de Proyectos de CORPEI, reiteró su compromiso con el sector empresarial para que puedan hacer uso efectivo de las ventajas del Acuerdo Comercial con la UE, a través de los fondos de cooperación.

    Luego de la selección de las Mipymes se realizará un diagnóstico para conocer sus necesidades, según un comunicado. Además se les brindará asistencia técnica con el objetivo de mejorar el diseño de empaques, implementar certificaciones, y lograr su participación en eventos de promoción comercial, entre otros, para cerrar negocios.

    Silvana Vallejo, Directora Ejecutiva de Pro Ecuador, aseguró que, en los 100 primeros días del acuerdo con la UE los exportadores ya han experimentado los primeros beneficios. “Cabe destacar que tenemos productos con potencial entre ellos, de comercio justo, productos orgánicos, súper alimentos, entre otros, que sin duda se ajustan a las necesidades que tiene hoy en día el mercado europeo”.

    (De izq. a der.) Ligia Estrella, Directora de Proyectos de CORPEI, Silvana Vallejo, Directora Ejecutiva de Pro Ecuador, Daniel Legarda, Presidente Ejecutivo de Fedexpor y Marco Venegas, Gestor de proyectos de cooperación de la Delegación de la Unión Europ
    (De izq. a der.) Ligia Estrella, Directora de Proyectos de CORPEI, Silvana Vallejo, Directora Ejecutiva de Pro Ecuador, Daniel Legarda, Presidente Ejecutivo de Fedexpor y Marco Venegas, Gestor de proyectos de cooperación de la Delegación de la Unión Europea en Ecuador. Foto: Cortesía Pro Ecuador
  • Jóvenes vulnerables que reciben apoyo

    Valeria Heredia

    Un grupo de voluntarios hizo una donación más valiosa que el dinero y los objetos: compartieron su tiempo y sus conocimientos con jóvenes en situación de vulnerabilidad.
    Ubicado en una de las zonas de mayor movimiento económico de la capital, el Hotel JW Marriott Quito abandera desde el año pasado el proyecto denominado Espíritu de Servicio, que unió a 289 voluntarios del hotel.

    El proyecto consiste en apadrinar a dos jóvenes de grupos vulnerables durante tres meses para que aprendan conocimientos hoteleros. La ingeniería, el ‘housekeeping’, la lavandería y la floristería son parte de las áreas que abordan los jóvenes considerados como pasantes.

    El hotel trabaja con una adolescente de 17 años que pertenece al Centro Adole-Isis de Acogida Temporal para madres adolescentes y adolescentes embarazadas, y refugiados de HIAS, una organización global de protección e integración de refugiados. La meta es preparar a los beneficiarios para la reinserción laboral.

    Este proyecto ya cuenta con beneficiados: cuatro madres adolescentes culminaron el curso y recibieron su certificación de culminación de esta capacitación.

    La formación incluye servicio al cliente, procedimientos y políticas de la empresa con respecto a seguridad, responsabilidad ambiental y otros temas.

    Priscila Almeida, trabajadora social en JW Marriott, explica que el proyecto engloba a niños, jóvenes, adultos y adultos mayores; pero la gran apuesta es el proyecto de aprendizaje y capacitación. “Los refugiados y las madres adolescentes aprenden conocimientos básicos de hotelería. Lo que les lleva a tener más oportunidades de trabajo”.

    El proyecto tiene tres fases, en el caso de las madres adolescentes. Primero aprenden arreglo de habitaciones; luego van a la lavandería, donde se capacitan en lavado de ropa y manejo de maquinaria industrial; y el último mes pasan a floristería, con el objetivo de desarrollar su creatividad.

    Los adornos florales decoran distintos espacio del hotel.

    Mientras que los jóvenes aprenden mantenimiento e ingeniería dentro del hotel; es decir, instalaciones eléctricas, tuberías, etc.

    Para Almeida, el objetivo central es aumentar la autoestima y fortalecer sus relaciones sociales y laborales dentro del hotel.

    Almeida sostiene que el ambiente laboral permite que los jóvenes se desenvuelvan de mejor manera. “Cuando termina el curso no queremos que se vayan”.

    Lo importante de este proyecto es que deja las puertas abiertas para que cuando terminen sus estudios puedan ingresar al hotel como empleados.

    Otro de los beneficios de Espíritu de Servicio es que los pasantes pueden acceder a servicios del hotel como la comida, explica la trabajadora social del hotel.

    Además, cuentan con un bono de USD 50 al mes para que se transporten sin complicaciones desde sus casas hasta el trabajo y viceversa; también tienen atención médica. “Las fundaciones a las que pertenecen cubren sus gastos y buscan reinsertarlos en los diferentes puestos de trabajo”.

    El hotel, además, hace un seguimiento de las personas que se capacitaron dentro del hotel, para saber si se ponen en práctica los conocimiento aprendidos.

    Según Almeida, hay otros proyectos de responsabilidad social. Este año, por ejemplo, entregarán una vivienda y adecentan un albergue de la ciudad.

    “Una vez al mes realizamos un proyecto de responsabilidad social; hacemos reforestación, visitas de niños a las instalaciones del hotel, limpieza de los alrededores, apoyo a otras instituciones…”.

    Para Almeida, el espíritu de servicio es un valor innato del hotel, que lo fortalecen a diario.

    Una de los jóvenes que se capacita en el Hotel JW Marriott, como parte del programa Espíritu de Servicio. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
    Una de los jóvenes que se capacita en el Hotel JW Marriott, como parte del programa Espíritu de Servicio. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
  • La universidad es un canal de apoyo en las pasantías

    Redacción Quito

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    Para los jóvenes combinar sus pasantías con el estudio universitario es un reto porque tienen que equilibrar su tiempo. En este camino reciben apoyo de sus empleadores y sus universidades.

    Pese a todas las barreras, hacer pasantías es clave para contar con experiencia profesional. Por eso, los expertos recomiendan iniciar las prácticas aun cuando no fueran obligatorias, lo que también enseñará a los estudiantes a ajustar el tiempo de sus actividades.

    María Belén Jácome, directora de vinculación con la sociedad de las Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE), explica que los alumnos realizan sus prácticas pre profesionales a partir del sexto semestre y que como una ayuda para que cumplan sus pasantías la institución organiza sus horarios de clase de 15:00 a 21:30.

    Las prácticas, señala Jácome, deben durar mínimo cuatro horas diarias. “Entonces sí les apoyamos para que no se les crucen los horarios”, dice la vocera de la UTE.

    Unas de las estudiantes que se ha beneficiado es Íngrid Gómez, estudiante de octavo semestre de administración hotelera y gestión ambiental de la UTE. Ella realiza sus prácticas desde febrero en el Hotel Marriott como asistente de recursos humanos.

    La universidad también les facilita a los estudiantes el acceso a las pasantías gracias a los convenios institucionales con los que cuenta. La Facultad de Ciencias de la Ingeniería e Industrias de la UTE tiene, por ejemplo, 60 convenios en empresas públicas y privadas.

    En instituciones de educación superior como la Universidad de las Américas (UDLA) el diseño curricular ha permitido que en los niveles destinados para que los estudiantes hagan pasantías, desde el quinto o séptimo semestre de acuerdo a la carrera (excepto gastronomía, en la que inician en segundo), se dé una menor carga de materias. La idea es que cumplan las cuatro horas de práctica.

    Soledad Londoño, directora de bienestar estudiantil de la UDLA, indica que los estudiantes tienen que ser bastante organizados para cumplir con las horas de clase, de pasantías y de trabajo autónomo para hacer tareas y estudiar.

    La institución tiene mecanismos para facilitar el acceso a pasantías para sus alumnos. Uno de ellos es la bolsa de trabajo, en la que se registran al mes unas 60 ofertas de prácticas; asimismo cuenta con 215 convenios.

    Daniela Monge, ingeniera en administración de empresas hoteleras y turísticas de la UDLA, explica que decidió iniciar sus pasantías en segundo semestre en agencias, el Gobierno de Pichincha, entre otras. Ella asegura que fue complicado organizarse debido a los horarios en los primeros semestres, pero luego, con menos materias, tuvo mayores facilidades e, incluso, realizó sus prácticas durante las vacaciones.

    Por su parte, en la Universidad San Francisco, Gloria Gangotena de Montúfar, directora del Área de Contacto Empresarial, explica que cada estudiante tiene diferentes agendas para realizar sus prácticas. “Ellos acceden a sus pasantías de acuerdo con las empresas y la flexibilidad de ambos”.

    La USFQ facilita la lista de empresas con convenios para que los jóvenes puedan buscar. Pueden hacer sus prácticas en verano para no impactar en sus notas.

    Jéssica Paucar, estudiante de la Universidad Técnica Equinoccial,  realiza sus pasantías en el Hotel JW Marriott. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
    Jéssica Paucar, estudiante de la Universidad Técnica Equinoccial, realiza sus pasantías en el Hotel JW Marriott. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
  • Ellos se convierten en el apoyo del músico

    Santiago Sarango

    La pasión que Jorge Asanza tiene por la música nació a los 10 años, cuando por casualidad encontró una guitarra en su cuarto. Siendo un niño aprendió a tocar el instrumento de manera autodidacta. Ese fue uno de los primeros retos que enfrentó en el mundo de la música.

    Asanza se graduó de abogado, una profesión que eligió por exigencia de sus padres, a pesar de que su gran sueño siempre se centró en ser músico.

    A pesar de esto, él encontró la manera de ejercer su profesión y seguir vinculado a la música. Junto a Luis y Darío Castro crearon en el 2014 Radar Music, una plataforma de soporte musical, que surge de la fusión de dos agencias publicitarias.

    Una de ellas era Sí Comunicaciones dirigida por Darío y Luis Castro, encargada de promocionar al grupo ecuatoriano Verde 70. Redway, en cambio, creada por Azansa, se dedicaba a la distribución de temas mediante plataformas digitales.

    Radar Music acompaña y promociona a artistas ecuatorianos; además los apoya en la distribución de temas musicales y la producción de shows artísticos.

    “La realidad de muchos músicos ecuatorianos es que el manager es el hermano, el primo o el mejor amigo”, aclara Luis Castro, director financiero de Radar Music.

    Él también considera que en el país, la industria de la música tiene una estructura muy pequeña, desconocimiento de cómo manejar la imagen del artista y presupuestos reducidos.

    Para Castro, un músico enfrenta las mismas necesidades que una empresa. Tiene un componente comercial, responsabilidades legales y tributaria, manejo de comunicación, etc.

    Para satisfacer esas necesidades, Radar Music ofrece servicios como: gestión de venta y negociación de shows y festivales; distribución de los temas en más de 40 plataformas digitales como Vevo ó Spotify; promoción, tradicional y digital con giras de medios.

    En la actualidad, la agencia se enfoca en representar alrededor de ocho artistas entre los que están Verde 70, Swing Original Monks, Sudakaya, Tábano; también trabaja en la distribución de canciones de alrededor de 15 artistas como, Guanaco, Capital Klank , entre otros.

    En Radar Music “no seguimos al artista todo el tiempo, nosotros lo acompañamos en el proceso de acuerdo a sus necesidades” comenta Diana Rodríguez, coordinadora general de la agencia.

    La iniciativa lleva un año trabajado con Swing Original Monks. Natalia Madrigal, vocalista de grupo, cuenta que trabajar con la Radar Music ha sido de gran ayuda. La agencia los apoya en la organización y venta de show y en el manejo de la parte administrativa.“De esta manera se profesionaliza el proceso dentro de la banda”.

    Verde 70 trabaja con la agencia desde sus inicios en temas como distribución, contabilidad y comunicación. César Galarza, guitarrista de la banda, comenta que Radar Music es la mano derecha del grupo por la gente experimentada y que sabe del negocio ” .

    La iniciativa se ha hecho conocer por la recomendación de los propios artistas o, como dice Castro, con el boca a boca. Eso permite, según este artista, que gente vinculada a la industria contrate sus servicios.

    Al ver un concierto o una feria “la gente piensa que es fácil, pero en verdad existe un aparataje que se mueve para que la presentación pueda salir bien”, afirma Asanza.

    Los ingresos de la agencia vienen de al menos tres fuentes. En la venta de shows, Radar Music se queda con el 25% de la venta que genere el espectáculo.

    En la distribución digital recibe el 25% de la regalía generada por la reproducción en plataformas como Spotify o por descarga de la canción en plataformas como Google Play o iTunes.

    La ganancia de la promoción de un artista depende de las necesidades que requiera. Los costos varía entre USD 3 000 y USD 10 000 según el contrato.

    En el futuro Radar Music piensa apertura nuevos servicios y doblar el ingreso a USD 100 000.

    Luis Castro y Jorge Asanza son dos de los tres mentores de la agencia  de promoción artística. Foto: Julio Estrella /LíDERES
    Luis Castro y Jorge Asanza son dos de los tres mentores de la agencia de promoción artística. Foto: Julio Estrella /LíDERES