Etiqueta: AYUDA

  • Una plataforma ayuda a canalizar los aportes para los damnificados

    Redacción Líderes

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    La plataforma www.terremotoecuador.com es una iniciativa ciudadana en la que participan unos 70 voluntarios de varios perfiles como programadores, comunicadores, entre otros.

    Esta herramienta se creó para reportar y canalizar la ayuda para los damnificados por el terremoto ocurrido el 16 de abril del 2016 y que afectó principalmente a las provincias de Manabí y Esmeraldas. Mediante esta interface web, se pueden ingresar las necesidades e identificar las tendencias de ayuda, de acuerdo con las zonas del desastre.

    La plataforma se alimenta de la información de los voluntarios, rescatistas y víctimas que ingresan sus necesidades como: agua, alimentos, búsqueda y rescate, entre otros. De esta manera, las donaciones y desplazamientos se pueden realizar mediante la fijación de tendencias que aparecen en la plataforma.

    “Una de nuestras principales preocupaciones cuando vimos la cantidad de personas que se levantaron a ayudar, fue la forma de canalizar toda esa ayuda de manera eficiente”, comentó Andrés Garzón, representante de Jobsity.

    Esta herramienta permitirá incluso que las personas que ingresan la necesidad de ayuda y los voluntarios o autoridades que poseen los recursos, puedan ponerse en contacto.

    La plataforma se alimenta de la información de los voluntarios, rescatistas y víctimas que ingresan sus necesidades como: agua, alimentos, búsqueda y rescate, entre otros. Foto: Pavel Calahorrano / Líderes
    La plataforma se alimenta de la información de los voluntarios, rescatistas y víctimas que ingresan sus necesidades como: agua, alimentos, búsqueda y rescate, entre otros. Foto: Pavel Calahorrano / Líderes
  • Las aerolíneas son parte de la ayuda humanitaria que llega a Manabí

    Pedro Maldonado

    Las aerolíneas que cubren el mercado doméstico también participan en las labores de ayuda luego del terremoto de 7.8 grados de magnitud que sacudió al Ecuador el pasado sábado 16 de abril del 2016. Tame, Avianca y Lan Ecuador, entre otras, han organizado vuelos de ayuda humanitaria hacia Manabí, desde al pasado domingo.

    La aerolínea estatal Tame ha cumplido en estos días 20 vuelos humanitarios, cuyos costos son asumidos por la empresa dada la necesidad de la población, según un comunicado publicado en su página web.

    Estos vuelos permitieron transportar a cerca de 1 200 voluntarios que contribuyen en tareas de ayuda en las poblaciones afectadas. Actualmente el aeropuerto de Manta se encuentra con la pista habilitada solo para vuelos de ayuda humanitaria.

    Los vuelos humanitarios de Tame transportan desde Quito y Guayaquil, de manera gratuita, a médicos, expertos en primeros auxilios, bomberos, ingenieros y voluntarios. A su retorno, las aeronaves trasladan sin costo a decenas de pobladores evacuados, que requieren atención médica, o buscan reunirse con sus familias.

    Avianca Ecuador también es parte de la ayuda. Hasta la noche del martes 19 de abril, la aerolínea realizó cuatro vuelos humanitarios a Manta. En estos se transportaron 25 000 kilos de carga y 250 voluntarios entre médicos, paramédicos y bomberos.

    El vuelo de la noche del martes llevó rescatistas de Hungría y España, perros entrenados para tareas de rescate y más 6 000 kilos de ayuda. En los vuelos anteriores la aerolínea transportó a médicos del Ministerio de Salud y donativos recolectados por el Municipio de Quito. Además la aerolínea gestionó el transporte de rescatistas desde El Salvador y Colombia.

    Lan Ecuador, por su parte, se encuentra coordinando con las autoridades gubernamentales y locales el envío de donaciones y apoyo humanitario hacia las zonas afectadas por el terremoto.
    La aerolínea informo que más de 5 toneladas de vituallas y artículos de primera necesidad se enviarán a través de la carga doméstica de los aviones de Lan Ecuador. “Estas donaciones, recibidas por el Municipio de Quito a través de colectas públicas, llegaron a Guayaquil para luego trasladarse vía terrestre hacia las comunidades afectadas; esto último con el apoyo de empresas privadas”, según un comunicado.

    Además coordina el envío de 200 carpas desde Madrid junto al Ministerio Coordinador de la Producción, Empleo y Competitividad; así como en el traslado internacional de filtros purificadores con la Prefectura del Guayas para proveer de agua potable a las zonas afectadas.

    La aerolínea española Iberia también colabora. Según un comunicado ha transportado gratuitamente más de 2 600 kilogramos de materiales para organizaciones no gubernamentales que ayudan en las tareas de rescate. Además ha facilitado el traslado de más de 30 bomberos de distintas organizaciones, que han viajado con sus perros de rescate, También trajo una planta potabilizadora de más de 400 kilos.

    También la Municipalidad de Guayaquil despachó ayer, 19 de abril, dos vuelos con 4 500 kilos de medicinas desde el hangar de la empresa DHL en el aeropuerto de la ciudad, producto de donaciones de la propia entidad, de los ciudadanos y de la empresa privada. La compañía puso a disposición el avión de manera gratuita.

    La empresa privada se ha sumado a la campaña de solidaridad para ayudar a los damnificados del terremoto. Foto: Pavel Calahorrano/ LÍDERES
    La empresa privada se ha sumado a la campaña de solidaridad para ayudar a los damnificados del terremoto. Foto: Pavel Calahorrano/ LÍDERES
  • Universidad SEK: Seis ejes rigen los proyectos de vínculo con la comunidad

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    Pamela García g (i)
    pgarcia@elcomercio.com

    Esta institución académica desarrolla unos 50 proyectos de vinculación con la comunidad y el sector empresarial. Una de estas iniciativas beneficia a más de 4 000 habitantes en Sucumbíos.

    La Universidad Internacional SEK del Ecuador forma parte de un grupo de 21 instituciones educativas internacionales, que se caracterizan por el lema: “Hacer bien lo que hay que hacer”.
    Esta filosofía es la que impulsa a este centro académico, al desarrollo de más de 50 proyectos de vinculación con la sociedad y el sector empresarial en el país. La ejecución de estos planes supera los USD 250 000.

    Estas iniciativas se direccionan bajo seis ejes principales: investigación y desarrollo, apoyo de grupos vulnerables, difusión de la cultura, educación continua, interacción con exalumnos, y consultorios y asesorías a la comunidad.

    Como parte de los programas de investigación se destaca su Estación Científica de Limoncocha, en la provincia de Sucumbíos. Esta reúne a 30 investigadores para fomentar la conservación de las especies de la zona y prevenir la contaminación de su laguna desde la década de los noventa.

    De este centro se benefician cerca de 4 000 personas, con programas de capacitación en informática, inglés y liderazgo. Así también, la universidad ha elaborado publicaciones de la memoria histórica de los habitantes de la zona.

    Felipe López, estudiante de Ciencias Ambientales, señala que trabajar dentro de la estación científica le ha permitido obtener la experiencia necesaria dentro de su campo profesional. “Podemos aplicar nuestros conocimientos para nuestra carrera”, cuenta.

    La universidad también cuenta con convenios con instituciones públicas y privadas, para el desarrollo de alianzas estratégicas y programas de capacitación. Uno de estos es con la Cámara de Comercio de Quito. Bajo esta alianza brindan asesorías gratuitas a más de 30 empresas miembros de esta organización.

    Gustavo Falconí, estudiante de Seguridad Ocupacional, comenta que gracias a estos convenios pudo acceder a pasantías en estas empresas, para obtener más experiencia. “Realizamos también investigación y asesorías empresariales que nos ayudan a aprender más”, indica el estudiante.

    Dentro de sus programas sociales está el trabajo en conjunto con la Fundación Cecilia Rivadeneira para el apoyo a los familiares de niños con cáncer.

    Miguel Muriel, director de Vinculación con la Comunidad de la SEK, cuenta que en conjunto con esta organización desarrollaron el proyecto Wayú. Se trata de una microempresa que elabora té y frutas deshidratas, con el fin de apoyar con ingresos a las madres de sectores vulnerables del país.

    La universidad les brinda asesorías, capacitación, estudios de mercado, promoción de marca, e investigación para así impulsar estos productos, que esperan exportar próximamente.

    Además, la universidad cuenta con un proyecto en la población de San Francisco, en Esmeraldas, donde realiza investigaciones para mejorar las condiciones de vida de los habitantes.

    Vanessa Pinto, estudiante de Turismo, trabaja como voluntaria en este proyecto que tiene como fin convertir al turismo en una actividad económica que genere ingresos en la zona. “En este sector se dedican a la pesca de arrastre. Cuando es mala temporada, no generan ingresos, por lo que impulsar el turismo es para ellos una alternativa rentable”, señala.

    Otra actividad importante es la Escuela Real Madrid. Esta fundación busca, a través de un proyecto socio deportivo, que los niños tengan actividades lúdicas para alejarse de una iniciación sexual temprana y de malos hábitos como el alcoholismo y tabaquismo.

    Alrededor de 200 niños participan de esta actividad en Quito y 60 en Guayaquil. Los menores no solamente juegan futbol, también reciben clases de inglés, informática y matemáticas.
    La universidad selecciona a los niños con las mejores calificaciones y se cubren sus gastos de uniformes, refrigerio, chequeos médicos y consejería psicológica. “Una vez al año viajan a España, donde conocen a los jugadores del Real Madrid, como Cristiano Ronaldo”, indica Muriel.

    Asimismo, cerca de 200 personas reciben cursos por parte de la universidad, dentro de su programa de capacitación continua. “Hemos generado capacitaciones para manejo de normas ISO, así como la metodología SART (Sistema de Auditoría de Riesgos del Trabajo)”, dice Muriel.

    Miguel Muriel, director de Vinculación con la Comunidad, frente a la Facultad de Ciencias Ambientales de la SEK. Foto: Diego Pallero/ LÍDERES
    Miguel Muriel, director de Vinculación con la Comunidad, frente a la Facultad de Ciencias Ambientales de la SEK. Foto: Diego Pallero/ LÍDERES
  • La educación financiera ayuda al empleado

    Ivana Zaurich. Redacción Cuenca

    El consumo con tarjetas de crédito en Ecuador bordeó USD 7 200 millones el año pasado, según la Superintendencia de Bancos y Seguros.

    Más que una cifra reveladora, indica la alta liquidez del mercado y un consumidor que responde a ese entorno. Las tarjetas de crédito dejaron de ser exclusivas de los bancos, ya que también las otorgan aerolíneas, supermercados, almacenes, restaurantes…, indica el asesor financiero, Ricardo Varas.

    Esa oferta llega hasta las empresas, donde ejecutivos de cuentas de entidades bancarias ofrecen este servicio a los empleados, según el consultor de RR.HH., Francisco Páez. Desde su experiencia, pocas organizaciones se preocupan por el endeudamiento de sus colaboradores. No filtran la aprobación de estos préstamos. Para este consultor, el área de Recursos Humanos no debe limitar las compras de un empleado.

    Lo que sí es responsabilidad de la compañía es dictar talleres sobre educación financiera, para enseñar la importancia del ahorro y las inversiones, enfatiza Páez.

    Martha Ruiz es asistenta de Gerencia en una firma textilera. Cada dos meses recibe visitas de vendedoras de joyas, cosméticos u ofertas de tarjetas con cupo para comprar en almacenes de ropa. Asegura que destina hasta un 15% de sus ingresos mensuales en este tipo de adquisiciones. Además, tiene tres tarjetas de crédito que también usa y generan intereses. Desconoce qué es la educación financiera y quisiera ahorrar, para asegurar su futuro.

    El caso de Ruiz es común, señala la directora de Talento Humano de Softronica, Carla Martínez. Los empleados se endeudan, porque adquieren productos a seis meses o un año.

    “En Softronica no tenemos una política para evitar estas compras, pero sí publicamos boletines en la red interna sobre la importancia del ahorro”. Además, se incentiva a los colaboradores en la compra de bienes raíces, que son más importantes que la ropa y carteras. Para esto otorgamos préstamos y asesoramos en la diligencia de los créditos hipotecarios.

    Para el consultor de Ecuaworkers, Daniel Vásquez, en Ecuador aún es incipiente la educación financiera, pero paulatinamente toma fuerza. “Las empresas aún no ven su potencial, pero si sus colaboradores tienen una estabilidad financiera rinden más en sus labores”.

    Por eso, es necesario que las organizaciones instruyan a sus empleados en el manejo de sus finanzas. No se trata de prohibir las ventas u oferta de tarjetas en el lugar de trabajo, añade Vásquez, sino de que el consumidor controle los impulsos de compra.

    Martha Ruiz señala que en lo que va de este año ha gastado USD 200 en zapatos. Va a instruirse sobre el tema, para ver si es posible adquirir una vivienda.

    Ricardo Varas dice que las personas deben entender que los pequeños gastos suman y podrían invertir en bienes inmuebles. Eso es educación financiera.

  • Una gestión fluida ayuda al crecimiento de la empresa

    redacción quito

    La siguiente escena puede resultar común. Una persona trata de resolver un trámite dentro de la empresa en donde trabaja y le puede ocurrir lo siguiente: “¿Disculpe, me puede ayudar?, ¡claro!, ¿qué necesita? Estoy tratando de acelerar este trámite, le envié un correo electrónico la semana pasada. Mmm, déjeme ver. No, no le puedo ayudar, en el departamento de abajo le dan una manito. ¿Pero de ahí vengo? Mmm, ¿y ahora?’.

    Precisamente, ¿y ahora?… ¿Cómo evitar la burocracia empresarial? ¿Es buena, es mala, para qué sirve y en cuáles casos funciona o no? Roberto Estrada, socio de la firma Deloitte, argumenta una explicación y el primer paso es definir qué es burocracia: “Un conjunto de actividades y trámites que hay que seguir para resolver un asunto de carácter administrativo”.

    Estrada explica que es necesario mantener cierto nivel razonable de actividades de esta índole (burocracia), porque cualquier tipo de organización necesita dar soluciones mediante esa modalidad.

    Sin embargo, para él, más que medir la rentabilidad, sería importante analizar la eficiencia o productividad que generan ciertos procesos administrativos. Además, la burocracia puede cumplir en los plazos adecuados, con la optimización necesaria de recursos y generar los resultados esperados para la empresa.

    El socio de Deloitte explica que la burocracia ha tenido una connotación negativa. Eso se debe al sobredimensionamiento de las unidades encargadas de tareas operativas en las empresas públicas. Además, por su poco enfoque al cumplimiento y a construir valor a través de su gestión. Por esa razón, según Estrada, las empresas privadas se cuidan de que sean calificadas de “burocráticas”, porque la idea generalizada tiene que ver con lo opuesto a eficiencia y productividad.

    Cristian Beltrán distribuye ropa en Quito. Tiene un local en el norte de la ciudad (Boutique Beltrán). Realiza unos 20 pedidos al día, por diferentes sitios. En la dinámica operaria de su trabajo, lo único que verifica es la cantidad de mercadería que sale de su centro de operaciones. “Los repartidores sabrán cuánto se demoren en entregar la mercadería. Ellos saben lo que tienen que hacer”.

    La burocracia, para Beltrán, significa lentitud, exceso de trámites, distanciamiento total entre el negocio y sus clientes. Él se considera ‘descomplicado’, y bajo esa lógica, quiere que se maneje su empresa. “Imagínese, un cliente me llama y me pide una cantidad exacta de ropa. Ahí necesito que alguien salga rápido y aproveche el tiempo atendiendo más recorridos. Si me demoro en solucionar llegará alguien y se llevará a mi cliente”.

    Un criterio adicional sobre el tema lo tiene Lorena Pástor, gerenta de Talento Humano. Opina que la burocracia empresarial es una práctica de las organizaciones verticales; cuando hay demasiados cargos entre el personal operario y el área gerencial existen esos inconvenientes. Sin embargo, en empresas horizontales, esos problemas se resuelven. Cada área tiene la posibilidad de decidir y eso, en un mundo rápido como el de hoy, da ventajas en tiempo, rentabilidad y en efectividad.

    Las desventajas

    Los papeleos. El documentar y formalizar las comunicaciones en la organización crean formatos que entorpecen los procesos internos.
    Autoridad. El énfasis burocrático en la jerarquía conduce a las personas al uso exagerado de los símbolos del poder o señales de estatus.

  • El riesgo ‘ayuda’ a la toma de decisiones en las empresas

    Sebastián Angulo / Redacción Quito

    De lunes a viernes, Christian Méndez, gerente General de Depsa Ingeniería Inmobiliaria S.A., acude a su oficina en el norte de Quito con un ‘look’ ejecutivo. Pero cuando llega el fin de semana deja a un lado la formalidad del casimir y se viste de lycra para buscar aventura con su bicicleta.

    Este ingeniero en finanzas, que practica el ciclismo de montaña, comenta que realizar este deporte le ha dado beneficios a la hora de gerenciar su empresa. “Se fortalece el carácter a través de los retos que me pongo cuando salgo de paseo; también gano un buen estado físico”.

    La práctica de deportes extremos por parte de los ejecutivos cobró fuerza desde la década pasada, así lo sostiene Felipe Borja, gerente de Bike Stop Ecuador. Él también realiza andinismo y ciclismo.

    Borja asegura que el golf y el tennis son deportes que habitualmente practica la alta gerencia empresarial para concretar negocios o socializar con sus similares de otras compañías. Pero ahora, también es habitual que este tipo de conversaciones se las realice con la práctica de mountain biking, rafting, andinismo u otras actividades de riesgo y aventura.

    Adentrarse en el mundo de los deportes de aventura también implica estar a la vanguaradia en equipos y accesorios, con las últimas innovaciones. “El ejecutivo puede llegar a invertir mucho dinero para adquirir bicicletas de montaña de carbono, altímetros, GPS… y estar a la par de sus compañeros”, concluye Borja.

    Danilo Moreno, coordinador Comunitario en Pronaca, acostumbra a realizar andinismo. Él señala que la enseñanza que le deja esta disciplina se la puede aplicar en el área laboral. “Por ejemplo, cuando encuentras problemas o algún tipo de inconvenientes, la montaña me ha enseñado mucha paciencia y dedicación”.

    Moreno trata de ir todos los fines de semana a la montaña. Él forma parte del club de andinismo Urcu Ñan, de Quito.

    José Chavarría, gerente General de DHL en Ecuador, también practica mountain biking. Él comenta que en los últimos diez años se ha roto el paradigma en el mundo empresarial “de que para hacer negocios hay que jugar golf”.

    Chavarría cuenta que otro de los aspectos positivos es que se conoce a nuevas personas y se llega a visitar parajes del país que nunca se los ha visitado. Uno de sus lugares favoritos para ‘ciclear’ es el Ilaló (al suroriente de Quito).

    Mientras que Pablo León, gerente de Operaciones y ventas de Urban Adventures y Yachana Lodge, operadora turística que se especializa en ofrecer deportes de aventura (rafting, escalada, ciclismo de montaña…), sostiene que se puede llegar al autoconocimiento e introspección, por medio de la práctica de estas actividades.

    León indica los deportes de aventura causa satisfacción en la persona. “Cuando el gerente practica estos deportes puede tomar decisiones con mayor frialdad”.

    Beneficios

    • El aspecto psicológico. La práctica continua de deportes extremos favorece el bienestar con una mejora de la atención y una reducción de la irritabilidad y de la agresividad. Además, aumenta el autoestima.
    • La parte fisiológica. Contribuye.al desarrollo y la consolidación del aparato locomotor (huesos, articulaciones, tejido muscular, etc.). También mejora el funcionamiento del sistema cardiaco y a la reducción de peso.
    • Lo profesional. La práctica habitual de deportes extremos provoca una sensación de estabilidad. También incrementan los sentimientos de superar límites y alcanzar logros, según los consultados.

  • La depresión se trata con la ayuda de la empresa

    Xavier Montero / Redacción Quito

    Era marzo del 2009 y Jorge permaneció tres días recluido en su departamento. Atravesaba una crisis emocional derivada de una pérdida familiar.

    En esos tres días no contestó unas 40 llamadas de sus compañeros de oficina. Él trabajaba en una entidad bancaria de Quito. Dos meses después del sepelio de su esposa e hija decidió dejar los antidepresivos. “Mis jefes me permitían acudir al tratamiento sicológico. Es difícil porque la gente no sabe cómo tratarte en esos casos. Por otro lado, no quería causar ‘lástima’ en mi entorno”, cuenta.

    El apoyo moral de los mandos gerenciales es vital en este tipo de situaciones. Así lo considera Óscar Aguirre, gerente internacional de la consultora en desarrollo empresarial Desempre. Hoy, las empresas deben pensar en un plan de acción en estas situaciones ajenas a su voluntad, asegura este ejecutivo.

    Para Aguirre, no se trata de ventilar los problemas personales de los colaboradores en cada junta directiva. No obstante, considera importante establecer una guía de acción en estos casos. “Pueden complementarse con los análisis del departamento de RR.HH.”.

    Para Gabriel Recalde, director del Observatorio de la Política Laboral de la Universidad Internacional SEK, el empleador debe tomar partido siempre y cuando cuente con la colaboración del empleado. “Es indispensable un diagnóstico médico, público o privado”.

    Aquello, manifiesta Recalde, asegura el compromiso del colaborador en culminar el tratamiento médico. El no hacerlo podría ser causal de visto bueno.

    Recalde comenta que este tipo de padecimientos sicológicos no están contemplados en la normativa laboral. Sin embargo, en el numeral 24 del Artículo 42 del Código del Trabajo se obliga a que cada empresa con más de 100 empleados contrate los servicios de un trabajador social. Este profesional puede encargarse del seguimiento de depresiones en los empleados de una compañía.

    “La depresión (ajena a cuestiones del mismo trabajo), es un tema delicado dentro de las oficinas”, opina la psicóloga Karina Naranjo. Una opción valida en esta situación, añade, es permitir a un colaborador cambiar de ambiente.

    A tres años de su tragedia, Jorge C. regresa a Quito cada dos meses. Hoy trabaja para una sucursal del banco en el sur del país; conformó una nueva familia.

    Víctor Maldonado, gerente de RR.HH. de la firma SiCobra, cuenta que en la firma se presentan cada mes hasta dos casos relacionados con este padecimiento. Los cuadros son analizados por un equipo de médicos ocupacionales, sicólogos, trabajador social…

    Cuadro

    Una enfermedad. El rendimiento puede afectarse por la inestabilidad emocional.
    El diagnóstico. Es necesario contar con un diagnóstico médico.
    El seguimiento. El apoyo hacia el colaborador debe evaluarse con el compromiso del mismo para curarse.

  • Diafoot ayuda a dar pasos firmes y saludables

    Redacción Quito

    Lo que se inició como un proyecto de tesis de grado en el 2006, se convirtió tres años después en un negocio que genera ingresos y soluciona los problemas que los zapatos tradicionales generan a las personas con diabetes, empeine alto, espolón…

    Diego Arias es el dueño y fundador de Diafoot, una empresa que fabrica calzado ortopédico adaptado para personas con diabetes y afecciones de los pies. Lo que distingue a este negocio es que cuenta con un escáner con el que se toma la huella del pie a sus clientes. Así se elaboran las plantillas para los zapatos.

    Durante su infancia, Arias vio de cerca cómo su abuelo, enfermo de diabetes, tenía problemas para caminar con el calzado tradicional. Las costuras internas de los zapatos le raspaban la piel, las delgadas plantillas y lo duro del calzado le causaban hinchazón en los pies cuando caminaba durante mucho tiempo.

    “Uno no se imagina lo incómodo y doloroso que puede ser para un diabético caminar con estos zapatos o lo difícil que es encontrar un calzado adecuado. Las complicaciones tardías de un pie diabético pueden ser fatales si no se toman precauciones, puede incluso causar la amputación del miembro”, cuenta Arias.

    Por eso, en el 2009, con una inversión inicial de USD 8 000, decidió desarrollar su propia línea de calzado adaptado para personas con diabetes. La mitad de ese dinero lo invirtió en la producción de zapatos y la otra mitad en la adecuación de un local en el norte de Quito.

    “Los zapatos para pie diabético cuentan con una horma extraancha, para que no apriete a quien los utilice, no tiene costuras en el interior y tienen una suela biomecánica que distribuye el peso”. explica Arias. Su producto tuvo buena acogida el primer año, por lo que en el 2010 amplió su línea de producción y comenzó a elaborar zapatos para personas con juanetes, con punta extra ancha; zapatos con empeine alto, con medida reajustable de acuerdo al nivel del empeine; para pie plano, espolón calcáneo, artritis, entre otras afecciones. También ofrece plantillas ortopédicas personalizadas según el tipo de pie del cliente.

    Cada par de zapatos puede costar hasta USD 99, dependiendo del producto, y las platillas -que pueden ser solicitadas por separado- cuestan USD 45. Adicionalmente, cuentan con la línea Calzado siete días, diseñado para personas que caminan mucho a diario o pasan mucho tiempo de pie.

    La venta de estos productos le genera a Diafoot ingresos entre los USD 70 000 y 75 000 al año. Desde hace un año también oferta calcetines para el tratamiento y prevención de várices y diabetes, que se producen en Ambato. En los talleres se fabrican entre 500 y 600 pares al año, de esa cifra se vende un promedio del 80%.

    Gustavo Egas, de 66 años, sufre de diabetes y desde hace tres años utiliza los productos de Diafoot. Él cuenta que tiene cuatro pares de zapatos fabricados por la empresa de Arias, y que su esposa, Matilde Álvares, también tiene un par.

    “Los zapatos son sumamente cómodos, desde hace tres años no tengo problemas de hinchazón. Las plantillas son de algodón y no producen sudor, eso evita escoriaciones en el pie”, dice.

    Otro indicador del crecimiento de este negocio es el número de empleados. Cuando comenzó la empresa, en el 2009, Arias trabajaba solo y enviaba a maquila; ahora, en el 2013 brinda empleo a siete personas en el área comercial; en los talleres en Ambato trabajan 15 personas.

    Alison Robalino, clienta de este negocio, cuenta que pasa largas horas de pie por su trabajo. Ella trabaja en atención al cliente en un hospital de Quito y asegura que comenzó a utilizar el calzado de Diafoot por que al final del día, de tanto caminar, los pies le dolían.

    “Comencé a buscar una alternativa cuando el dolor se volvió insoportable, sobre todo en las mañanas, que me despertaba y ya tenía los pies amortiguados. Con estos zapatos ya no tengo esos problemas”, dice.