Bebidas naturales, con quinua y chía o miel de abeja para endulzar postres; o arroz con pollo instantáneo son algunos de los productos que ofrece Agrodely.
La empresa, que está en el mercado desde octubre del 2014, se encarga de elaborar bebidas y alimentos deshidratados con un solo objetivo: incentivar una buena alimentación. El emprendimiento ofrece sus bebidas bajo las marcas Chialiv, Quinoaliv, Livtea, Mieliv. En alimentos maneja Delilunch. Además, oferta semillas empacadas de chía y aguacate. El gerente general de la firma familiar, Édison Carrillo, indica que el uso de la quinua y la chía le ayudan a innovar. Los dos son considerados los superalimentos de las nuevas generaciones. Carrillo, de 29 años e ingeniero comercial graduado en la Universidad del Pacífico, detalla que la tradición de su familia está en el negocio de los alimentos. Incluso su hermano, David Carrillo de 27 años, a pocos días de graduarse como ingeniero en alimentos se unió a la idea de crear una nueva empresa de bebidas funcionales, libres de gluten y transgénicos. En febrero del 2014, los hermanos Carrillo ideaban el plan de negocios e incluyeron la chía por los valores nutritivos. Así nació la empresa Agrodely. En los primeros meses de constituirse la empresa, los emprendedores elaboraron su producto estrella: la Chialiv. La bebida combina la chía con la guanábana, frutos rojos, maracuyá y coco. Son libres de colorantes artificiales y preservantes, dice Carrillo. Posteriormente la empresa lanzó al mercado las bebidas de chocolate, vainilla sin lactosa y endulzadas con stevia. El desarrollo de productos permitió que en octubre del 2014 la empresa ingresara a una cadena de supermercados a escala nacional. La planta de producción, de propiedad de la familia de los jóvenes quiteños, se ubica en el sector industrial de Carcelén, en el norte de Quito. Allí procesan toda la materia prima orgánica que se adquiere a proveedores de Azuay, Pichincha, Imbabura y Bolívar. Luego, en la planta se selecciona la materia prima, se cumplen procesos de esterilización, enfriamiento y otros. También, hay un departamento donde se deshidratan los alimentos y las infusiones. Además, la empresa tiene un equipo para el etiquetado y empaques. Las bebidas especialmente son envasadas en botellas de vidrio “para conservar los nutrientes de los ingredientes y el sabor”. En el 2015, Agrodely introdujo dos marcas: Delilunch -arroz con pollo instantáneo- y la infusión de té, Livtea. Esto con la idea de ganar nuevos mercados. En cuanto a proveedores, el emprendedor explica que trabaja con productores que tienen certificaciones que respalden a la materia prima como orgánica, en tema de quinua y cacao. Luis Montaguano es proveedor de frutas como la guanábana para Agrodely hace un año. Afirma que él también crece con la compañía a medida que la demanda aumenta. La inversión del emprendimiento para comprar este y otros insumos al mes es de USD 20 000. Las ventas de Agrodely se han enfocado especialmente en cadenas de supermercados. La firma Proglobal se encarga de distribuir el producto en más de 20 puntos de venta a escala nacional. Afirman que trabajan con Agrodely desde este año. En el 2017, la firma presentará una bebida energizante natural y también piensa en exportar a Colombia y Panamá.
Bebidas naturales, con quinua y chía o miel de abeja para endulzar postres; o arroz con pollo instantáneo son algunos de los productos que ofrece Agrodely.
La empresa, que está en el mercado desde octubre del 2014, se encarga de elaborar bebidas y alimentos deshidratados con un solo objetivo: incentivar una buena alimentación.
El emprendimiento ofrece sus bebidas bajo las marcas Chialiv, Quinoaliv, Livtea, Mieliv. En alimentos maneja Delilunch. Además, oferta semillas empacadas de chía y aguacate.
El gerente general de la firma familiar, Édison Carrillo, indica que el uso de la quinua y la chía le ayudan a innovar. Los dos son considerados los superalimentos de las nuevas generaciones.
Carrillo, de 29 años e ingeniero comercial graduado en la Universidad del Pacífico, detalla que la tradición de su familia está en el negocio de los alimentos.
Incluso su hermano, David Carrillo de 27 años, a pocos días de graduarse como ingeniero en alimentos se unió a la idea de crear una nueva empresa de bebidas funcionales, libres de gluten y transgénicos.
En febrero del 2014, los hermanos Carrillo ideaban el plan de negocios e incluyeron la chía por los valores nutritivos. Así nació la empresa Agrodely.
En los primeros meses de constituirse la empresa, los emprendedores elaboraron su producto estrella: la Chialiv. La bebida combina la chía con la guanábana, frutos rojos, maracuyá y coco. Son libres de colorantes artificiales y preservantes, dice Carrillo.
Posteriormente la empresa lanzó al mercado las bebidas de chocolate, vainilla sin lactosa y endulzadas con stevia. El desarrollo de productos permitió que en octubre del 2014 la empresa ingresara a una cadena de supermercados a escala nacional.
La planta de producción, de propiedad de la familia de los jóvenes quiteños, se ubica en el sector industrial de Carcelén, en el norte de Quito. Allí procesan toda la materia prima orgánica que se adquiere a proveedores de Azuay, Pichincha, Imbabura y Bolívar.
Luego, en la planta se selecciona la materia prima, se cumplen procesos de esterilización, enfriamiento y otros. También, hay un departamento donde se deshidratan los alimentos y las infusiones.
Además, la empresa tiene un equipo para el etiquetado y empaques. Las bebidas especialmente son envasadas en botellas de vidrio “para conservar los nutrientes de los ingredientes y el sabor”.
En el 2015, Agrodely introdujo dos marcas: Delilunch -arroz con pollo instantáneo- y la infusión de té, Livtea. Esto con la idea de ganar nuevos mercados.
En cuanto a proveedores, el emprendedor explica que trabaja con productores que tienen certificaciones que respalden a la materia prima como orgánica, en tema de quinua y cacao. Luis Montaguano es proveedor de frutas como la guanábana para Agrodely hace un año. Afirma que él también crece con la compañía a medida que la demanda aumenta. La inversión del emprendimiento para comprar este y otros insumos al mes es de USD 20 000.
Las ventas de Agrodely se han enfocado especialmente en cadenas de supermercados. La firma Proglobal se encarga de distribuir el producto en más de 20 puntos de venta a escala nacional. Afirman que trabajan con Agrodely desde este año. En el 2017, la firma presentará una bebida energizante natural y también piensa en exportar a Colombia y Panamá.
Édison y Santiago Carrillo le dan vida a Agrodely. La empresa presenta bebidas orgánicas elaboradas con quinua y chía. También procesa miel de abeja y comida lista para consumir. Fotos: Patricio Terán/ LÍDERES
Para combatir el frío de las noches o para disfrutar en una fiesta familiar; como ‘souvenir’ para llevar al extranjero o de colección en el bar de la casa, el canelazo de naranjilla Chawpi Pacha poco a poco gana su espacio en el mercado.
Este licor artesanal sin azúcar en su nombre kichwa lleva la insignia de los pueblos indígenas, que traducido al español significa ‘Mitad del Mundo’, explica Sebastián Maldonado, gerente general de Prioste, emprendimiento que elabora esta bebida tradicional.
Al abrir uno de los ejemplares del canelazo Chawpi Pacha, los fuertes olores de la canela y la naranjilla, sabores idénticos a los naturales, se entremezclan en la planta donde se elabora este licor, ubicada en el norte de Quito.
Pero el valor agregado de esta bebida no solo está en la producción formal del licor, sino en los diseños que presentan sus botellas, con distintivos ecuatorianos como el diablo huma, el cucurucho, la tortuga de Galápagos, la catedral de Cuenca, las fragatas, tucanes, entre otras, que se producen de forma artesanal.
Este emprendimiento surgió en el 2013, a raíz de una tesis de grado que estaba elaborando Pamela Maldonado, hija de Sebastián; mientras estudiaba Administración Hotelera en la Pontificia Universidad Católica de Quito.
El trabajo académico se refería a la elaboración de licores sin azúcar. Aunque el proyecto no fue aprobado, Sebastián Maldonado explica que decidió seguir investigando sobre este tema, con miras a cubrir una necesidad en este mercado. Por eso, durante dos años, trabajó en la formulación del producto.
El año pasado obtuvo la receta ‘perfecta’ para el canelazo que es endulzado con sucralosa, un componente del azúcar, y consiguió a un equipo de 10 personas para la elaboración de la bebida.
Se invirtieron unos USD 100 000 en máquinas llenadoras automáticas, las que ponen el precio en la botella, etiquetas, códigos, trámites para el registro sanitario. Y para la compra de la esencia de naranjilla, agua desmineralizada y otros aditivos.
En cuanto al diseño de la botella, tanto en la presentación de 365 y 150 mililitros, esta se elabora de manera artesanal. De este trabajo se encarga Santiago Monteros. Este artesano otavaleño de 34 años trabaja con otras cuatro personas en los distintivos de cada botella y en los vasos cocteleros que también son de marca Chawpi Pacha. La pequeña fábrica en la que se elaboran los diseños ecuatorianos está ubicada en la parte trasera de la planta del canelazo.
Allí, todas las mañana elaboran los prototipos en masilla (material artesanal para elaborar figuras). Luego, diseñan las formas en plastilina, y posteriormente las colocan en un molde de caucho destinado para elaborar los diseños que irán en las botellas y vasos de Chawpi Pacha.
Desde octubre pasado, este canelazo artesanal de naranjilla se comercializa en cadenas de supermercados. Por ejemplo en Galería Ecuador, que vende artesanías de calidad, dice Adriana Alomía, gerenta de esta firma.
Al ver el valor agregado de Chawpi Pacha, no solo en el contenido sino en el diseño moldeado de la botella decidieron exponer en sus perchas este producto. Las que mayor demanda tienen entre los clientes de Galería Ecuador son las botellas con cucuruchos y con la Catedral de Cuenca.
Desde este año, Chawpi Pacha ya sacó una nueva línea de licor artesanal para el consumo masivo. Este canelazo tiene otros sabores como frutos rojos, piña colada y el tradicional de naranjilla, comenta Sebastián Maldonado.
Se producirán aproximadamente unas 4 000 botellas al mes. Pero estas no tendrán el decorado en la botella. Solo tienen una etiqueta con colores alusivos a la marca. Esta bebida también se creó con la consigna de atraer a la audiencia de nostalgia, es decir a los migrantes ecuatorianos. Por eso, Maldonado está canalizando las vías para su exportación. Las gestiones continúan.
Alena Checa, gerenta de Producto, Sebastián Maldonado y Pamela Maldonado, gerenta administrativa. Foto: Patricio Terán/ LÍDERES
Nació en la década de 1980 en Ayacucho, sur de Perú. La empresa productora de Big Cola,Aje, fue fundada por cinco hermanos peruanos de apellidos Añaño Jeri, quienes decidieron crear la gaseosa sin imaginar, que años más tarde, iba a ser la bebida más conocida de su país.
Actualmente la bebida peruana se ha hecho popular en América Latina y tiene una fuerte presencia en varios países asiáticos, siendo más conocida internacionalmente que el pisco sour y que Inca Kola, según detalló el portal de noticias británico BBC.
Jorge López-Doriga, jefe de comunicaciones y sostenibilidad de Aje, relató para BBC Mundo los orígenes de la bebida. Esta tal vez nunca hubiera existido si no fuera por el movimiento guerrillero Sendero Luminoso, señaló.
En la década de los 80’s el movimiento guerrillero dejó incomunicadas varias zonas del país andino y empresas como Coca Cola y Pepsi no podían llegar con sus productos. Frente a la escasez, Aje empezó a producir gaseosas bajo la marca Kola Real, un refresco sabor a naranja. De ahí en adelante centraron su actividad económica en la venta de bebidas.
En 1999, la empresa comenzó su expansión internacional con su gaseosa Big Cola. Primero llegó a Venezuela y en el año 2000 a Ecuador. Actualmente, Aje tiene presencia en 20 países de América Latina Asia y África.
Según datos de Euromonitor, firma que realiza estudios de mercado, AJE es el cuarto mayor productor de bebidas gaseosas en el mundo por volumen de ventas. Según el ránking Brand Footprint 2015, elaborado por la consultora Kantar Worldpanel (KWP), la gaseosa peruana también está en el ‘top ten’ de las marcas de bebidas más elegidas en Latinoamérica.
A los países de Asia llegó en el 2010 y hoy en día la consumen rutinariamente un aproximado de 100 millones de personas en Indonesia, Tailandia, Vietnam, India y otras naciones asiáticas, según afirmaron sus fabricantes.
Esta gaseosa es la más consumida entre los 250 millones de habitantes de Indonesia aunque muchos de ellos no se imaginan que Big Cola es manufacturada por una empresa peruana, señaló López-Doriga. “Pero se han vuelto leales a la bebida”.
¿Cómo una empresa pequeña logra competir con multinacionales estadounidenses?
Para el jefe de comunicaciones y sostenibilidad de Aje, el éxito se debe a varios factores, entre ellos, que la empresa supo entender mejor al público joven de los mercados emergentes, quienes representa el 70% de su población. Y a su estrategia comercial, esta se centra en alcanzar sectores donde no se podía consumir las gaseosas tradicionales debido a su precio, dijo.
“El público joven en estos mercados no podía pagar una gaseosa porque estaba muy caro”, reconoció López-Dóriga, quien señaló que mientras en Estados Unidos el consumo anual de gaseosas por persona se acercaba a 160 litros, en Indonesia apenas era de 2 litros cuando llegó Aje.
Esta compañía peruana continúa siendo una empresa 100% familiar. Todas las acciones pertenecen a los Añaños, quienes están involucrados en puestos ejecutivos claves.
Big Cola está en Ecuador desde el años 2000. Foto: GDA/El Comercio de Perú
¿Qué puede tener en común una botella de Coca-Cola con el Chanel N° 5, el Volkswagen Beetle (escarabajo) o el Levi’s 501?
Tanto o más que ellos, es un ícono de la cultura popular. Pocos objetos tan baratos han sido más valorados que el envase verdoso que vio la luz hace 100 años en Terre Haute (Indiana), a 800 kilómetros de Atlanta, la capital de Georgia, donde el químico y farmacéutico John Stith Pemberton inventó la bebida más famosa del mundo, en 1886.
Su forma sensual, que le mereció el apelativo de contour (contorno) –al parecer acuñado en los años 20 por una publicación francesa–, no solo se sigue diseccionando en las facultades de diseño, sino que ha sido fuente de inspiración para artistas de la talla de Andy Warhol y Salvador Dalí.
De hecho, para celebrar el centenario de su emblemática botella, Coca-Cola organizó una muestra de arte itinerante, que el 3 de mayo del 2015 llega a su quinto y último día en el Aeroparque Juan Pablo II, en Medellín, la única ciudad colombiana contemplada en la gira internacional.
Pero la contour no solo es objeto de estudio de la academia y eje de exposiciones, sino que permanentemente se recicla en los hornos de la industria cultural. Basta recordar su papel protagónico como conflictiva herramienta divina en la película Los dioses deben estar locos (1980) o la metáfora erótica del músico panameño El General, que una década después le cantaría a una mujer “bien buena” que “parece una botella de Coca-Cola”.
¿Quiere cacao?
No obstante, lo más sorprendente de esta larga historia no es que un objeto cotidiano y utilitario se haya instalado tanto en el salón de la fama del diseño como en el imaginario popular, sino que una creación tan celebrada haya nacido por accidente.
La chispa se encendió el 26 de abril de 1915, cuando la Asociación de Embotelladores de Coca-Cola decidió gastar USD 500 en el desarrollo de “una botella tan distintiva que pueda reconocerse con solo tocarla en la oscuridad o al verla rota en el suelo”. En esos tiempos, los envases de gaseosa eran casi genéricos, con los lados rectos y de vidrio café o transparente. Esto facilitaba la competencia desleal de productos como Koka-Nola y Ma Coca-Co, cuando no de los inescrupulosos que retiraban las etiquetas del producto original y las pegaban en sus copias.
La convocatoria antipiratería de los embotelladores fue enviada a ocho fabricantes de vidrio y llegó a las manos del sueco Alexander Samuelson, capataz de la Root Glass Company, con sede en una pequeña población de Indiana, que envió a dos de sus trabajadores a la biblioteca local para que investigaran y le trajeran ideas.
Entonces, la fórmula secreta de la Coca-Cola, que tantos réditos le ha traído a la compañía de Atlanta, volvió a obrar su magia. Como no conocían los ingredientes, Earl Dean y Clyde Edwards dedujeron que el nombre de la bebida tenía que ver con el cacao (cocoa en inglés).
Consultaron la edición de 1911 de la Enciclopedia Británica para saber más sobre él, y la ilustración que encontraron los inspiró. Dean bosquejó un envase que imitaba la forma alargada y los pliegues del fruto americano y, bajo la dirección de Samuelson, se elaboraron muestras. El resultado fue la voluptuosa botella que aparece debajo de estas líneas, la cual recibió una patente a nombre del sueco el 16 de noviembre de 1915. La propuesta de la Root Glass Company ganó el concurso de los embotelladores y fue adoptada en 1916, después de afinar un poco la forma, pues las pronunciadas curvas del diseño original ralentizaban la producción.
Se definió entonces que seis empresas de Estados Unidos fabricarían el nuevo envase y que este sería de color german green (verde alemán), referencia que con el paso del tiempo se transformó en Georgia green. Las primeras contour pesaban más de una libra: 411 gramos de vidrio y 184 mililitros de contenido.
Desde entonces la hemos visto baja o alta, gorda o estilizada, con tapa metálica o plástica, con etiqueta o con la marca grabada o pintada en el vidrio, transparente o incluso totalmente cubierta con plástico decorado –en Navidad, por ejemplo–. También la hemos visto de plástico y de aluminio, y hasta dibujada sobre las relucientes latas rojas que salen de las máquinas de comestibles. Pero siempre es la contour.
“Hay tres cosas muy importantes con las que Coca-Cola trabaja a diario. La primera es su fórmula secreta, que casi 130 años después se mantiene –pese a un infortunado intento de renovación en 1985–. La segunda es su logo, que no ha cambiado desde 1886, cuando lo creó Frank M. Robinson, el contador del doctor Pemberton. La otra, la botella, sí ha cambiado, y mucho… Pero lo maravilloso es que siempre representa a Coca-Cola perfectamente. Incluso, solo con ver la silueta sabes inmediatamente lo que es. Así que lo que estamos celebrando hoy es el espíritu de la contour, los primeros 100 años de distinción de un empaque perfecto”, concluye James Sommerville, vicepresidente global de diseño de Coca-Cola.
¿Qué curiosidades sobre la marca le gustan más?
Además del hecho de que el diseño de la botella fue un error, fue la primera gaseosa en ir al espacio, en 1985. Inicialmente en latas, pero años después pusimos un dispensador en el transbordador. Otra curiosidad es que en nuestros archivos hay una barra de chicle de Coca-Cola, porque la compañía le licenció el nombre a un fabricante entre 1907 y 1914. En eBay podríamos conseguir unos USD 8 000 por ella.
¿Cuáles son los hitos artísticos de la botella ‘contour’?
Toda discusión sobre el tema debe comenzar con la obra Coca-Cola (3), de 1962, de Andy Warhol. Él tomó este objeto cotidiano, utilitario, y lo elevó al estatus de arte. También está Robert Rauschenberg con su Plano de Coca-Cola (1958), que cambió la forma en que la gente veía lo cotidiano desde la escultura. Y Salvador Dalí puso una botella de Coca-Cola en un juego de fútbol americano (Poesía de América-Los atletas cósmicos, de 1943)… ¿Qué puede ser más especial que eso?
¿Cuál es el legado más importante de la marca?
Todo el que toca una Coca-Cola se beneficia de ella: compramos vidrio, invertimos en publicidad y creamos empleo en muchos países, por no hablar de la satisfacción cuando la tomas. Pero no se trata solo de un impacto económico, sino también humanitario. Cuando hay un desastre natural, somos los primeros en estar allí. Algo que pocos saben, por ejemplo, es que en los 60 fuimos uno de los mayores proveedores de la vacuna de la polio en Latinoamérica, pues nuestros camiones van a todas partes.
¿Qué campaña publicitaria de Coca-Cola le ha gustado más?
I’d Like to Buy the World a Coke (Quisiera al mundo darle hogar), de 1971, con todos esos jóvenes cantando en una colina. Coca-Cola es una fuerza unificadora, y quizás la única marca que podría hacer algo así. ¿Se imagina lo mismo con una salsa de tomate?
¿Y el objeto más preciado de la colección de Coca-Cola?
La fórmula de la bebida, un secreto industrial que la compañía jamás ha revelado. Es como el algoritmo de Google.
La fórmula de la bebida, un secreto industrial que la compañía jamás ha revelado. Foto: Archivo/ LÍDERES.
El pasado 5 de julio ingresó al mercado ecuatoriano la cerveza Stella Artois. Este producto de origen belga se fabrica desde 1366 y es importado al país por la empresa Proalco, que también comercializa en el mercado, marcas como Ron San Miguel y Vodka Aria.
Natalia Donoso, representante de Stella Artois en Ecuador, asegura que el segmento de la cerveza premiun ha crecido cuatro veces en los últimos cinco años. Por esta razón, dice, previo a un estudio de mercado se decidieron introducir esta nueva cerveza para los clientes en el país.
Además, Donoso señala que ya existe un consumidor que conoce la marca belga, debido a que ha probado la cerveza en otros países y que han demandado su comercialización en Ecuador.
Proalco ha importado tres containers para su distribución en Quito y Guayaquil. El precio de la botella de venta al público de 250 cm³, es de USD 2,50. Posee cinco grados de alcohol. La bebida se comercializa en bares y autoservicios. Próximamente, dicen sus ejecutivos, esperan introducir la presentación en lata.
La representante de la marca afirma que no realizarán una campaña publicitaria en medios masivos. Esperan llegar a su público objetivo, por medio de eventos en bares y eventos. Es así que Donoso define a su target como “mujeres con gustos sofisticados y apasionadas por temas culturales”. Por esta razón, la marca es auspiciante del Festival de Cannes.
En el evento de lanzamiento se mostró el ritual de los nueve pasos para probar la cerveza. En este acto juega un papel primordial la copa especial llamada ‘cáliz’, que está diseñada en un cristal único que hace que el CO² se mantenga y produzca un sabor diferente entre la espuma y el gas; esto, sin descontar que su tallo permite que la cerveza se enfríe 25% más que otra.
Con la introducción de Stella Artois se espera incrementar el mercado para la cerveza premium en el país. Además, Proalco tiene planificado retomar la importación de Beck’s, una cerveza dirigida a los hombres deportistas.
A escala de Latinoamérica existe aceptación, especialmente en Argentina, donde ha tenido un gran impacto y ha crecido la categoría, ya que el público demanda una cerveza de “buen sabor y calidad”. Actualmente, Stella Artois se comercializa en más de 80 naciones del mundo.
En el país, el mercado de la cerveza movió entre enero y mayo de este año, USD 60 millones, por Impuesto a los Consumos Especiales (ICE), según el Servicio de Rentas Internas (SRI).
Por alcohol y productos alcohólicos, según cifras proporcionadas por el SRI, el ICE le significó rentas por USD 11,5 millones. La cerveza de categoría premium posee el 1% de consumo en el mercado ecuatoriano.
Datos
Grados de alcohol. Stella Artois posee cinco grados de alcohol. Importación. Proalco informó que ha importado tres containers de este producto. Distribución. Se lo podrá adquirir en bares y autoservicios del país.
Una producción de 48 000 botellas por hora es el resultado de la nueva inversión realizada por ARCA Continental, para su nueva línea de producción.
La multinacional, con sede en México, presentó -el pasado 3 de octubre- las innovaciones realizadas en cuanto a maquinarias y procesos, que se implementaron en la planta Guayaquil, ubicada en el norte de la urbe porteña.
ARCA Continental destinó cerca de USD 20 millones para la línea de producción, que se conceptualizó en junio del año pasado. Son más de USD 70 millones los que ha invertido en los últimos dos años, la empresa que embotella todos los productos Coca-Cola, en el país.
ARCA Continental dejó atrás el sigilo que ha mantenido históricamente, para mostrar los procesos en sus plantas.
Los anfitriones, mascarilla en boca, recorrieron el área de producción, desde tanques de almacenaje de materias primas, hasta embasado y sellado. En el espacio de soplado también se innovaron procesos. Allí se inflan tubos plásticos de 10 centímetros, para obtener botellas de 500 ml. Luego, los ejecutivos van a la zona de empacado inteligente, que permiten embotellar 48 000 botellas por hora.
La otra planta de ARCA ubicada en Quito alcanza las 32 000 botellas en el mismo tiempo. La tercera industria de ARCA Continental Ecuador está ubicada en Santo Domingo de los Tsáchilas.
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Juan Carlos Barrera, director general de ARCA Continental Ecuador, explica que la proyección que tiene la firma es duplicar su volumen de ventas para el 2020. En el 2011, la firma alcanzó los USD 393 millones en facturación promedio.
El mercado local de ARCA Continental, cuyos orígenes datan de 1926 y que mantiene operaciones también en México y Argentina, bordea los 178 000 puntos de distribución en Ecuador. Para referir la importancia del país en el mapa estratégico de la mexicana, los directivos indicaron que cuentan con 94 000 en el Cono Sur y más de 500 000 en México.
La inversión en productividad, añade Barrera, está ligada a la ética ambiental que maneja la firma. Se estima un ahorro del 16% de energía utilizada y un 15% en agua. “Recolectamos 5 380 toneladas de las botellas PET. Lo que equivale al 70% de las botellas que han salido al mercado, de febrero a agosto de este año”.
Los consumidores de bebidas están “madurando”. El consumo per cápita en México llega a las 1 100 botellas (de 1 000 ml) al año. En el país alcanza las 220, según datos de Alejandro González director para Sudamérica de la firma.
El plan 2020 que mantiene ARCA Continental cuenta con una proyección de inversiones de USD 300 millones hasta ese año. En los primeros meses del 2013 se iniciará la compra de terrenos y planificación arquitectónica de una planta embotelladora en Quito y que reemplazaría a la que poseen actualmente.
La renovación de la imagen y el uso de una presentación en lata son parte de la nueva estrategia de mercado de la bebida energizante 220V. El pasado abril se inició con el posicionamiento, que incluye eventos con DJ’s en discotecas, promociones en redes sociales, etc.
Esta bebida energizante está en el mercado desde el 2006 y tiene el 94% en el mercado de energizantes embotellados en plástico, según Gabriel Freire, Jefe de la marca. La inversión para la ampliación de su mercado alcanza los USD 400 000, según sus directivos.
Un estudio realizado por 220V en el 2009 reveló que el índice de consumo de energizantes en lata tiene mayor incidencia en las noches. Por ello, la firma que pertenece a Corporación de Bebidas Continental y del Caribe (CBC), decidió crear una presentación en envase metálico para lograr posicionarse en aquel mercado. Su meta era ser una opción en bares, discotecas y otros eventos nocturnos.
‘El objetivo es atacar otros momentos de consumo y estar en canales donde antes no llegaba la marca‘, cuenta Freire.
Desde su comercialización hace dos meses, la nueva presentación cuenta con un 0,5% de participación en el segmento en lata.
El embotellamiento de la bebida energizante en lata se lo realiza en Guatemala, en la planta de la Corporación de Bebidas Continental y del Caribe (CBC), empresa que adquirió la marca en el 2012.
‘Hemos aprovechado la capacidad y recursos que tiene CBC en Guatemala para producir la bebida allí», indica Freire. Desde abril hasta la primera semana de junio se han envasado 55 000 litros de 220V lata para el mercado local.
En cuanto a redes sociales, una de las promociones de 220V en Facebook alcanzó los 50 000 participantes. Se trató del ‘energy click’, desarrollado entre enero y marzo de este año, y en el que se premiaba con un auto deportivo a quien realice más clics sobre un spot de 220V.
El último evento de la marca en las universidades se realizó la semana anterior en Quito, Ambato, Cuenca, Manta y Guayaquil. La marca de bebidas desarrolla el evento Area 220V, en el que compiten DJ’s en una locación adecuada con zona Wi-Fi, y son los participantes (que se registran en redes sociales) quienes eligen al ganador.
La presentación PET es embotellada en el país, en la planta ubicada en Machachi (al sur de Quito). Allí se elaboran 11 millones de litros de energizante al año.
El 220V en botella PET se exporta a Venezuela, México y Panamá desde hace cuatro años. Para el 2013 se tiene previsto ingresar a los mercados de República Dominicana y Guatemala, entre otros.
La nueva imagen es tridimensional y mantiene la esencia del diseño anterior.
En el 2006, América Williams arrancó con la elaboración de leche de soya, junto con dos colaboradores. En aquel año, la mujer quincuagenaria había pensado emprender en una microempresa que le permita ocupar su tiempo libre, tras su jubilación.
Hoy, la firma de Soya’s AW es un negocio que alcanza los USD 15 000 en ventas promedio mensuales y distribuye sus tres sabores de leche de soya a unos 300 clientes ubicados en las provincias de Guayas, El Oro y Los Ríos.
Williams, en un inicio, comercializaba 100 litros (unos 200 envases) diarios de bebidas de soya, en un local del centro de Guayaquil. Siete años más tarde, Soya’s AW mantiene una producción mensual de 40 000 envases (1 000 litros al día), de bebida derivada de granos de soya.
Shirley Campoverde, la menor de los tres hijos de Williams, lidera esta iniciativa desde el año anterior. «El mérito es de mi madre. Ella consiguió clientes importantes para nuestra firma, como lo son las cadena de Panaderías Punto Caliente y Economarket, sin mayores conocimientos de mercadeo o activación de marca», indica Campoverde.
«Es una alternativa para las loncheras de los estudiantes. Se necesitan más opciones que permitan entregar un ‘lunch’ nutritivo a nuestros jóvenes clientes», comenta Eduardo Veloz, administrador de la cafetería del Colegio Vicente Rocafuerte, ubicado en el centro norte de la urbe.
Frente a este nicho, Soya’s AW lanzó, a finales del mes pasado, su envase de 250 mililitros. Durante la feria Guayaquil Gastronómico presentaron este producto, que se comercializa desde los USD 0,40 y está disponible en sabores de chocolate, frutilla y vainilla. Tiene una vida útil de hasta seis días.
La mayoría de las materias primas para Soya’s AW se adquieren localmente. Al mes, esta firma que cuenta con una decena de colaboradores, procesa 45 quintales (50 kilogramos cada uno), de soya cultivada en Quevedo y Babahoyo (Los Ríos). También se complementa con soya boliviana que, a decir de Campoverde, es de mejor calidad que la peruana.
El proceso de elaboración de la leche de soya se inicia con el remojo de los granos durante cuatro horas. Tras cernir y moler el grano se cocina por dos horas junto con canela y el azúcar. Varias de las máquinas de la planta ubicada en el norte de Guayaquil han sido modificadas por Edinson Campoverde, hijo de América Williams, y quien también ha colaborado con la imagen corporativa y otros procesos de automatización.
«El consumidor de leche de soya es muy exigente -asegura la Gerenta- porque conoce sobre las bondades nutritivas que ofrece este producto. Usamos cerca de 30 quintales mensuales de azúcar morena, porque se relaciona directamente con la coloración y sabor de las bebidas».
Para los directivos de Soya’s AW, los vendedores informales han aportado con un papel protagónico en la venta de las leches de soya. En el centro de Guayaquil es común encontrar a comerciantes de agua helada que también promocionan estas bebidas derivadas de la gramínea. «Compro unas dos o tres botellas del sabor tradicional», dice Karina Medina, quien vende en el sector financiero.
Campoverde añade que está desarrollando más productos como granolas derivadas del afrecho de la soya.
LA CIFRA: 500 mililitros tiene un envase normal de leche de soya.