Etiqueta: capacitación

  • 80 proyectos acceden a capacitación y recursos

    Redacción Cuenca (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    Un total de 80 emprendimientos de migrantes venezolanos y residentes ecuatorianos son beneficiados de una capacitación virtual, que se dicta en la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL). El aprendizaje se realiza este mes.

    Es un programa de incubación de proyectos de los migrantes venezolanos radicados en Loja y de la población local que vive en ese cantón. Se enfoca en emprendimientos de base tecnológica y otros de subsistencia. La iniciativa tiene el apoyo de la Universidad Técnica Particular de Loja, del Gobierno Provincial de Loja, de la Corporación de Ferias de Loja y del Plan Binacional de la Región Fronteriza, Capítulo Ecuador.

    Según Francisco Vicuña, coordinador de Servicios para Start-up de la UTPL, de los 80 proyectos beneficiados en esta primera etapa, 55 son de subsistencia y el resto están
    vinculados a la tecnología. En total, son 41 venezolanos beneficiados y 39 ecuatorianos.
    Los proyectos de subsistencia se capacitan mediante la metodología denominada ISUN, que está validada por Organización Internacional del Trabajo (OIT).

    Vicuña explica que, en este caso, los emprendedores elaboran un plan de negocios para afinar su estrategia. Además, realizan un sistema de costeo y comercialización. El objetivo es que tengan lista su estrategia antes de ingresar en el mercado o para competir.

    En cambio, los proyectos de tecnología trabajan de acuerdo con el modelo Canvas, que permite identificar su propuesta de valor y diseñar un modelo de negocios para llevar sus productos al mercado, asegura Vicuña. Inician desde la idea y la mejoran, luego pasan al diseño del modelo y, finalmente, arrancan con el marketing y las primeras ventas y generación de ‘branding’, que es un proceso para hacer y construir una marca para su negocio.

    Según Vicuña, en el caso de los de subsistencia, los emprendedores ya tienen algo de experiencia e, incluso, están laborando. En cambio, los otros están en ideas.

    Los de subsistencia son aquellos que generan un autoempleo y recursos para la manutención familiar. Se centran en los sectores de alimentos, servicios, arte y cultura, textil, agrícola, electrónica, construcción, inmobiliaria…

    En cambio, los de tecnología se centran en la agroindustria, tecnología de la información y comunicación, electrónica y bio­emprendimiento.

    Luego de la etapa de formación, los beneficiados pasarán a la fase de financiamiento para acceder a los capitales semillas. Los de subsistencias recibirán financiamiento entre USD 3 000 y 5 000; mientras que los otros, de 8 000 a 10 000. Este proceso comenzará en marzo porque en enero y febrero se realizará la convocatoria para que los mismos emprendedores beneficiados de este proyecto puedan aplicar y se puedan sumar otros que estén dentro del área de intervención del programa, que es ser venezolanos o ecuatorianos residentes en Loja.

    El proceso
    La convocatoria. Participaron 100 personas en los de base tecnológica y 150 en los de subsistencia. Cada interesado llenó los parámetros relacionados con la idea, el mercado y los clientes. Un jurado de expertos evaluó cada iniciativa y escogió a los mejores.

    El financiamiento. El monto del capital semilla dependerá del destinado para la inversión, del número de personas que apliquen y la validez y viabilidad de los emprendimientos. Es dinero no retornable, pero el emprendedor no recibirá los recursos, sino que la UTPL los administrará.

    La presentación del proyecto estuvo a cargo de los miembros del centro de incubación Prendho, de la UTPL. Foto: cortesía
    La presentación del proyecto estuvo a cargo de los miembros del centro de incubación Prendho, de la UTPL. Foto: cortesía
  • La capacitación, objetivo de su empresa

    José Luis Rosales (I)  
    redaccion@revistalideres.ec

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    La capacitación, la educación continua y la asesoría están entre los ejes de acción de La UEmprende EP, de la Universidad Técnica del Norte (UTN), de Ibarra.

    Esta empresa pública, creada el 28 de diciembre del 2012, es el ente ejecutor de este plantel de educación superior, en la prestación de bienes y servicios.

    Por eso, realiza consultorías en áreas relacionadas con sus especialidades académicas, ejecución y administración de proyectos productivos, emprendimientos e inversión con tecnología e innovación. Los excedentes que genera la empresa se reinvierten en la U.

    El rector, Marcelo Cevallos, señala que a partir del 2021, La UEmprende incursionará en proyectos productivos en los sectores agroindustrial y de energías renovables, que permitan generar rentabilidad. La institución busca socios estratégicos para crear alianzas público-privadas o empresas de economía mixta.

    Por lo pronto, los directivos de La UEmprende y de la Empresa Pública de Servicios Municipales de Antonio Ante suscribieron un convenio de cooperación interinstitucional.
    El desarrollo de proyectos en la cadena agroalimentaria y en el área energética es el objetivo.

    Esta alianza estratégica, que se oficializó el 24 de noviembre pasado, contempla el desarrollo de estudios técnicos para potenciar el desarrollo de las minicentrales de generación de energía eléctrica, de propiedad municipal.

    La UEmprende, al inicio, se dedicó a la cooperación con entidades gubernamentales, a través de alianzas con los ministerios de Agricultura y Ganadería (MAG), Ambiente y Educación. Igualmente, ha desarrollado convenios y otorgado servicios profesionales a municipios y a organizaciones no gubernamentales.

    Según Luis Alberto Acosta, gerente general de La UEmprende, se brinda capacitación en inglés a los universitarios y al público en general; dictan cursos para empresas públicas y privadas.

    Por la pandemia, la enseñanza del inglés se realizó de manera virtual. Unos 6 600 estudiantes de carreras presenciales y semipresenciales se matricularon entre enero y noviembre últimos.
    Uno de los últimos talleres fue el de Design Thinking, en el que se capacitó a emprendedores y microproductores que -en el confinamiento por covid-19- ofrecían productos y servicios por las redes sociales. En este proyecto de vinculación con la colectividad participó la carrera de Diseño.

    En marzo pasado, La UEmprende se adjudicó un contrato para actualizar la información del Registro Social a través del modelo de barrido territorial.

    Acosta explica que este trabajo abarca las provincias de Imbabura, Carchi y Pichincha y su ejecución, hasta la semana pasada, se aproximaba al 60%. El fin es proveer insumos al Gobierno nacional para la determinación de ayudas técnicas en cada territorio.

    Uno de los nuevos retos será la administración y manejo de la Escuela de Conducción UTN.
    La UEmprende adquirió el inmueble del antiguo monasterio de Las Carmelitas. En este edificio patrimonial, que ha sido rehabilitado en una primera etapa, se adecuó su campus universitario, que tiene aulas, laboratorios y varias oficinas administrativas.

    El presupuesto de este año bordea los USD 3 millones. En el área administrativa laboran 15 personas y 20 en el centro de idiomas.

    Luis A. Acosta, gerente de La UEmprende  y Marcelo Cevallos, rector de la UTN en el campus de la UEmprende. Foto: José Luis Rosales / LÍDERES
    Luis A. Acosta, gerente de La UEmprende y Marcelo Cevallos, rector de la UTN en el campus de la UEmprende. Foto: José Luis Rosales / LÍDERES
  • Tres grupos requieren capacitación

    redaccion@revistalideres.ec

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    La mayoría de personas con cargos directivos está segura del impacto de la tecnología en su día a día en el trabajo. Hay una correlación clara entre el optimismo económico y la mejora de la capacitación laboral. Aunque la gente puede sentir miedo hacia el futuro, quiere evolucionar.

    Muchas de las conversaciones en el Foro de Davos, en enero, se centraron en cómo se puede mejorar la capacitación profesional de 1 000 millones de personas en los próximos cinco años. Pero, ¿por qué es necesario hacer esto? Y, ¿cómo puede conseguirse?

    En un mundo de 7 700 millones de personas -de las cuales 3 300 millones están desempleadas, en la actualidad- actualizar sus habilidades es el comienzo de un nuevo viaje. A largo plazo, todo el mundo va a necesitar mejorar sus habilidades de alguna forma.

    En segundo lugar, cuando la gente actualiza sus habilidades, no solo se beneficia la propia persona, sino también los negocios, la economía en la que operan y la sociedad como un todo. El informe de PwC Global CEO Survey revela una clara correlación entre optimismo económico, confianza en futuras ganancias y progreso, en relación con la actualización de habilidades profesionales.

    Cuando se les pregunta por el crecimiento global en los próximos 12 meses, un 34% de personas con cargos directivos que afirmaron estar por delante en cuanto a habilidades laborales dijeron que “mejorarían”, comparado con solo el 15% de personas con cargos altos que apenas están empezando a capacitarse de nuevo.

    Y el 38% de personas primeras ejecutivas que se encuentran más avanzadas en el proceso de capacitación, tienen mucha confianza en sus perspectivas de crecimiento para los posteriores 12 meses, en comparación con el 20% que se sienten más atrasadas en su capacitación laboral. Se ha descubierto que las personas con cargos altos están más confiadas que aquellas que apenas están en el comienzo de su recorrido de ‘recapacitación’ o que apenas acaban de empezar.

    La encuesta también ha hallado que los CEO que han abrazado la necesidad imperativa de la recapacitación profesional se están dando cuenta de las recompensas a través de los impactos como una mayor productividad de la fuerza de trabajo y la innovación.

    En esencia, el significado del trabajo está cambiando. En una encuesta a 22 000 personas adultas en 11 países, el 53% respondió que la automatización cambiaría de manera significativa o haría su trabajo obsoleto en los próximos diez años.

    Pero la mayoría -un 61%- estaba segura del impacto de la tecnología en su día a día en el trabajo y un 77% dijo que podrían aprender nuevas habilidades o reentrenarse por completo, si eso mejorara su empleabilidad en el futuro.

    Hay mucho más allá de las habilidades consideradas ‘duras’ como nuevas herramientas digitales y competencias. Las habilidades ‘blandas’ -liderazgo, adaptabilidad, cómo traducir el feedback en cambio medible– son lo que hacen las formaciones en habilidades a corto plazo más duraderas y transformadoras.

    Muchas de las personas que necesitan recapacitarse son las que menos acceso tienen a este tipo de formación. Para llegar a 1 000 millones de personas -y más, con suerte- para el 2025, hay que concentrarse colectivamente en tres partes de la población: la fuerza laboral, la siguiente generación y los excluidos de la sociedad.

    Hay una gran fuerza de trabajo madura a nivel global, que se hace mayor y se verá afectada por la tecnología y la automatización en la próxima década. Es necesario encontrar la manera de incluir a este sector pues tienen familias, hipotecas y deudas que atender.

    Un muy buen ejemplo de los esfuerzos que se están haciendo a este respecto es el Luxembourg Digital Skills Bridge Project, una iniciativa gubernamental que une a negocios, acuerdos comerciales y formación a proveedores.

    A medida que la población global envejece, la edad media en muchos países es de menos de 20. Entre los países más jóvenes, millones de personas en este rango de edad se unirán a la fuerza laboral en la próxima década y es vital que estén equipadas con las habilidades que necesiten para conseguir empleo, algo que no necesariamente va a asegurar un título universitario.

    PwC lanzará, en colaboración con Unicef, el programa Nuevo Mundo, nuevas habilidades para actualizar las competencias de las personas más jóvenes en el sector digital, sobre todo en las comunidades y regiones donde se necesita de forma más acuciante.

    Por otro lado, es necesario capacitar en nuevas habilidades a las personas que están en riesgo de que se les deje atrás. Esto incluye a las generaciones mayores, que pueden estar ya jubiladas y, sin habilidades adicionales, pueden encontrar problemas a la hora de acceder a servicios o información en el mundo digital.

    También se debe incluir a personas que no tienen acceso a la educación y otros.

    La capacitación en nuevas habilidades, que incluye, principalmente, manejo de temas tecnológicos, es fundamental para los trabajos. Foto: Freepick.es
    La capacitación en nuevas habilidades, que incluye, principalmente, manejo de temas tecnológicos, es fundamental para los trabajos. Foto: Freepick.es
  • La capacitación mejora los ánimos

    María Vanessa Silva

    (I) 
    redaccion@revistalideres.ec

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    En un mundo laboral cada vez más competitivo, las empresas apuestan por optimizar los procesos, reducir o evitar pérdidas, y obtener los mejores resultados. La capacitación y formación es clave para lograr esos objetivos. Y la meta es potenciar las habilidades del equipo para adelantarse a la competencia.

    Las organizaciones que invierten en esta materia obtienen múltiples beneficios. Producen actitudes más positivas entre sus colaboradores, aumentan su rentabilidad, crean una mejor imagen institucional, facilitan que el personal se identifique con la firma, mejora la relación jefe-subordinados, describe Paúl Murillo, líder nacional de Permanent Placement y Consultoría de Adecco Ecuador.

    Además, agrega Murillo, apostar por la preparación del talento humano proporciona información sobre necesidades futuras de personal a todo nivel y facilita la promoción de los empleados. Todo ello abona favorablemente en la operatividad de los negocios.

    Los efectos en los trabajadores van desde subir la moral, mejorar el conocimiento de los diferentes puestos y, por tanto, el desempeño. Así mismo incrementa la productividad y calidad del trabajo, y ayuda a solucionar problemas, anota el experto.

    “Sin recursos humanos con habilidades actualizadas y sin capacidades institucionales sólidas y efectivas para actualizar esas habilidades, el tránsito hacia una economía de alta productividad con empleo productivo y trabajo decente para todos es imposible”, recoge un informe sobre formación profesional en América Latina, publicado en el 2017 por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

    En el país existen 466 empresas calificadas como operadores de capacitación y, además, hay 546 personas profesionales autorizadas como capacitadores independientes, según registros de la Secretaría Técnica del Sistema Nacional de Cualificaciones Profesionales (Setec).

    Hasta noviembre del 2019 más de 87 000 personas fueron capacitadas. La mayoría pertenecen a Pichincha, Guayas, Cotopaxi y Chimborazo.

    Los cursos de capacitación con mayor demanda son: prevención de riesgos laborales, trabajo en altura, fundamentos de seguridad y salud en el trabajo, cajeros, gastronomía, entre otros.

    “Los beneficios de la formación continua son contar con personal altamente cualificado, mejorar la productividad, actualiza conocimientos, permite adaptarse a la transformación digital y fortalece al talento humano”, destaca la Setec.

    Dos de las organizaciones de formación más activas, según la Secretaría, son el Instituto Técnico del Petróleo (ITP) y Solari Centro de Capacitación. Las áreas temáticas más demandadas en estos establecimientos son la prevención de riesgos y la de cajeros bancarios.

    “El objetivo de nuestras capacitaciones es la prevención de riesgos del personal que trabaja en las empresas de las áreas industriales, así como también el cuidado de los ríos, lagos, árboles, lagos, montañas, entre otros”, refiere Golda Rodríguez, directora del Instituto del Petróleo.

    Mauricio Vásquez, gerente de Solari, agrega que la malla curricular de la formación continua debe responder a las necesidades operativas que demandan de las empresas y que no son plenamente satisfechas por la instrucción académica de las universidades.

    Desde el sector público, el Servicio Ecuatoriano de Capacitación Profesional (Secap) cuenta con 457 cursos, los más solicitados tienen que ver con servicios socioculturales, administración y legislación, alimentación, gastronomía y turismo, y electricidad.

    El 2019, 36 715 personas fueron preparadas por el Secap. “Las capacitaciones son diseñadas bajo el enfoque de competencias laborales. Es decir, el participante adquiere conocimientos, habilidades y actitudes necesarios para llevar a cabo exitosamente una determinada actividad productiva. Dichas habilidades pueden ser administrativas o técnicas”, explica la entidad.

    La legislación ecuatoriana en materia tributaria contempla incentivos para las empresas que brindan capacitaciones, para las firmas que invierten en la preparación de su personal y para las personas que reciben estipendios para su educación.

    Por ejemplo, las instituciones capacitadoras sin fines de lucro, y los ciudadanos que gozan de estupendios están exentos del pago del impuesto a la renta, anota el experto tributario John Arias, gerente de Census Consultores.

    Así mismo, son deducibles para los empleadores las contribuciones a favor de los trabajadores para fines de capacitación, entrenamiento profesional y de mano de obra. Las micro, pequeñas y medianas empresas,tienen derecho a deducirse el 100% adicional en los gastos por capacitación.

    El Secap es uno de los centros más grandes del país. En el 2019 más de 36 000 personas fueron capacitadas. El Servicio posee 457 cursos. Foto: Diego Pallero / LÍDERES
    El Secap es uno de los centros más grandes del país. En el 2019 más de 36 000 personas fueron capacitadas. El Servicio posee 457 cursos. Foto: Diego Pallero / LÍDERES
  • Hugo Ojeda sabe gestionar el talento humano

    Mayra Pacheco (I) 
    redaccion@revistalideres.ec

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    Reconocer que el ser humano es clave para el desarrollo de los procesos productivos de las empresas hizo que Hugo Ojeda realizara un giro en su vida profesional.

    Aunque inicialmente tenía previsto enfocarse en el área comercial, hace más de una década se dedicó a potenciar el talento humano de las firmas. Se inclinó por este ámbito, luego de haber obtenido su título como ingeniero comercial, en la Escuela Politécnica de Ejército (Espe) y haber adquirido experiencia en la consultora internacional Pricewaterhouse Coopers (PwC).

    Su primer trabajo en PwC fue en el área de consultoría empresarial. Con apenas 22 años empezó a ejecutar proyectos relacionados con el desarrollo del recurso humano. Esto despertó en este quiteño de 40 años el interés por especializarse en esta rama.

    Para tener más herramientas, ya como subgerente corporativo de Desarrollo Organizacional del Grupo GPF, optó por estudiar una maestría en el ADEN Business School. Esta fue la primera de las tres que registra en su amplia hoja de vida. Pero a la vez empezó a compartir sus conocimientos.

    En esta etapa, a los 27 años, organizaba su tiempo entre la oficina, las clases y la docencia. Aunque tenía un horario ajetreado se sentía a gusto, porque desde pequeño se ha involucrado en varias actividades a la vez.

    Sus compañeros de la Unidad Educativa San José La Salle recuerdan que con apenas 10 años Ojeda fue parte del grupo Águilas Lasallistas, que realizaba actividades de vinculación comunitaria. Por su liderazgo, llegó a ser jefe de patrulla de este colectivo que se mantuvo hasta que cumplieron la mayoría de edad, refiere Víctor Iza, su amigo personal. “Huguito inspiraba seguridad y confianza, incluso en un campamento que derramamos la última sopa que teníamos para comer logró que el grupo mantuviera la calma. Siempre ha sido eficaz”.

    Precisamente, por los resultados obtenidos en su trayectoria profesional durante 14 años y su formación llegó a una de las posiciones más altas en Arca Continental. Se desempeñó como Director de Capital Humano. Para entonces había sumado a su hoja de vida una certificación como Coach Ontológico.

    Recuerda que el cargo que ocupaba le brindaba varios beneficios. Tenía un seguro médico internacional, movilización, un buen ingreso económico, comisiones. Pero decidió dar un paso al costado, porque su espíritu lasallano, orientado al servicio, le impulsaba a compartir lo aprendido. “Creo que trabajar en comunidad es mejor que competir”.

    Convencido de que su decisión era acertada, en el 2016 –justo cuando el país atravesaba por una situación económica difícil– empezó desde cero. Creó su empresa consultora Gmanlo Associates. Al inició tenía un cliente, pero luego tuvo más demanda. Hasta ahora ha interactuado con 20 firmas.

    Gmanlo Associates asesora a las empresas en Talento Humano, Desarrollo Organizacional y ‘Headhunting’, con alianzas estratégicas en Ecuador y Colombia.

    “Una empresa puede tener la mejor infraestructura, mucha capacidad de inversión, pero si no cuenta con un equipo comprometido con la organización, sus resultados no serán sostenibles”, asegura este especialista.

    A la par de esta actividad, desde fines del 2016 está al frente de la Escuela de Negocios de la Cámara de Comercio de Quito (CCQ). Desde este espacio promueve -con el apoyo de la Embajada de Estados Unidos- la Academia para Mujeres Emprendedoras.

    Esta iniciativa permite formar a mujeres que tienen un proyecto en firme o una idea de negocio. Así se ha capacitado a más de 200 féminas de varias ciudades.

    Para Patricio Alarcón, presidente de la CCQ, Ojeda es un profesional efectivo y organizado.
    Además, Ojeda continua con sus funciones como docente de maestría en la Universidad Andina San Bolívar y en la Universidad La Rioja de España. Y también se está formando como consultor en Equidad de Género.

    Por esta versatilidad, su colega Jorge Izurieta comenta que Ojeda es un trabajador incansable. Sus jornadas terminan entre las 20:00 o 21:00. “Siempre está buscando la forma de seguir progresando”.

    Pese a esta realidad, este ejecutivo, docente, empresario y estudiante asegura que tiene tiempo para compartir con su familia, sus amigos y su prometida.

    Datos

    Formación. Estudió Ingeniería Comercial en la Escuela Politécnica del Ejercito (ESPE). Además, cuenta con tres maestrías en, Marketing y Administración de Ventas, Administración de Negocios y Gestión de Recursos Humanos.

    Trabajo. Es director ejecutivo de la Escuela de Negocios de la Cámara de Comercio de Quito (CCQ). Tiene una empresa consultora, y es docente de maestrías.

    Aficiones. Le gusta nadar, caminar, cocinar, reunirse con sus amigos. Tiene 40 años y tiene una novia hace dos, con la que se comprometió. Quiere casarse y formar una familia.

    26 años dedicados a la capacitación

    Redacción Quito (I)

    Desde hace 26 años la Escuela de Negocios de la Cámara de Comercio de Quito (CCQ) realiza programas de capacitación y formación abiertos a la comunidad en general y a los socios de este gremio.

    La capacitación que se brinda se enfoca en las áreas comercial, financiera, administrativa, tributaria y otros.

    Los programas de capacitación se ejecutan dentro de las compañías que requieren este servicio y también se hacen proyectos para fortalecer las capacidades de emprendimiento e innovación. Entre estos se encuentra, por ejemplo, la Academia para Mujeres Emprendedoras, que se ejecuta con apoyo de la embajada de los EE.UU.

    Así se instruye a comunidades de féminas para que saquen adelante sus proyectos. Hasta ahora se han formado a mujeres de Ambato, Puyo, Esmeraldas, Ibarra, Manta y Quito. Más adelante se hará la convocatoria en Riobamba y en Santo Domingo de los Tsáchilas.

    La meta es llegar al 2020 con 1 500 personas capacitadas en 40 ciudades. Hasta ahora se han formado a 200. Por su aporte este proyecto obtuvo el 2 de agosto pasado un reconocimiento del Women Economic Forum, en Cartagena, en Colombia.

    Hugo Ojeda ocupó altos cargos en firmas reconocidas. Ahora es docente, coach y consultor. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
    Hugo Ojeda ocupó altos cargos en firmas reconocidas. Ahora es docente, coach y consultor. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
  • Xavier Ordeñana: ‘La gerencia sostenible es el camino’

    Pedro Maldonado

    Editor del Semanario LÍDERES

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    Xavier Ordeñana, decano de la Espae habla sobre el rol de las escuelas de negocios en la actual situación económica del país y cree que las autoridades no deben demorar las decisiones. Considera que la capacitación es importante en cualquier ciclo económico.

    ¿Cuál debe ser el rol de una escuela de negocios en medio de la actual situación económica que vive el Ecuador?

    Las escuelas de negocios forman gerentes, forman a las personas que toman decisiones. El producto estrella es un MBA cuya característica principal es enseñar a tomar mejores decisiones. Eso debe llevar a que las empresas crezcan y a que el país logre un mejor nivel de desarrollo. Las escuelas de negocios, por el lado de los graduados, deben generar un impacto en la competitividad del país. Y del lado de la institución, al tener una relación muy cercana con las compañías apoyan a distintos proyectos empresariales. En nuestro caso estamos muy vinculados con iniciativas del ecosistema de emprendimiento e innovación.

    ¿Este impacto que usted menciona se puede medir?

    Hay formas de medir y ver cómo contribuyen y qué tantas empresas se vinculan con las escuelas de negocios. Se puede medir el número de graduados o el número de cursos de formación o posgrados, estos últimos son los más conocidos. Las escuelas de negocios tienen un rol en desarrollar capacidades, al estar en redes de trabajo y en contacto con otras escuelas somos los llamados a transferir y desarrollar capacidades en empresas.

    ¿Qué piden hoy las empresas a las escuelas de negocios?

    En general, las empresas están preocupadas no solo por el corto plazo o por la situación económica, que es algo coyuntural y que no deja de ser importante. Más allá de eso están inquietas por la industria 4.0, por cómo los cambios tecnológicos modificarán industrias y saben que pueden desaparecer algunas empresas, aún cuando hoy estén bien.

    ¿Hay mayor exigencia?

    Las empresas nos exigen que los programas estén más orientados hacia esos desafíos. El MBA, por ejemplo, es un producto estándar y allí nos piden temas más orientados a las necesidades específicas de la compañía. Es un tema de administrar y tener una cultura de innovación. También se trabaja en sostenibilidad que es otra línea que las empresas demandan. A escala global no se concibe la empresa sin una visión sostenible, como parte integral de la estrategia de la empresa. Responder a esas necesidades es un desafío de las escuelas de negocios y talvez no respondemos a la velocidad necesaria, pero estamos avanzando. También es cierto que en la transformación digital las habilidades blandas se vuelven más importantes: trabajo en equipo, comunicación, negociación son relevantes en este ambiente poco incierto o volátil.

    Por un lado están las innovaciones, la industria 4.0, pero también está el hecho de una desaceleración económica del país…

    Allí está la importancia de la capacitación. Un empresario sabe que la economía pasa por ciclos, estamos en una desaceleración y la empresa debe tomar acciones. Pero la medida no puede ser apagar todo, cerrar y esconderse hasta que pase la tormenta.

    Pero a veces encontramos discursos que hablan de lo mal que está todo…

    Así es. Pero hay que avanzar, ser más cuidadosos con el flujo de caja, costos, etc. No porque exista una crisis se debe suspender la capacitación, eso es retroceder. Entonces hay que ser más estratégico, escoger bien los socios, pero las empresas no se pueden esconder por una recesión. Hay que pensar que la economía va a surgir, no sé si en seis meses, un año o más. Pero las empresas deben prepararse para ese momento y capacitar a sus equipos.

    ¿Cuáles son las preferencias de los empresarios de Quito o Guayaquil en el tema de capacitación?

    Tienen problemas similares, talvez coyunturas distintas. Uno de los sectores más afectados es el que tuvo una fuerte relación con el sector público y eso impactó más en Quito; esto no quiere decir que en Guayaquil las cosas sean color de rosa. Pero en general la demanda es similar y hay que preparar para una gerencia más sostenible, que sea capaz de innovar y desarrollar nuevos productos para competir. Se compite no solo bajando costos, sino diseñando y creando nuevos productos.

    ¿Cómo mira la Espae la economía del país en lo que queda del 2019 y en el 2020?

    Creo que va a depender de las decisiones que tome el Gobierno en los siguientes meses. Hay un acuerdo con el FMI, pero hay decisiones como las reformas laborales o tributarias que están demoradas. Son decisiones duras, pero que mientras más las demoremos, más se va a alargar este tiempo de desaceleración. Se debe asumir el costo de esas decisiones. Creo que en general la situación del país en lo que queda de este año y el próximo seguirá desacelerada.

    Quito fue sede de una conferencia anual de decanos y directores de escuelas de negocios de América Latina. ¿Cuáles son las tendencias en estos centros de estudio?

    Estos encuentros sirven para cuestionar el rol de las escuelas de negocios, ver las tendencias. Allí están el tema de la digitalización, los programas on line o la capacitación más personalizada. Si se requiere una competencia específica talvez no sea necesario un máster de dos años, sino un curso de tres semanas para adquirir la habilidad requerida. También se habla de la importancia de la colaboración internacional. Por ejemplo, en escuelas de negocios asiáticas existe mucho interés de trabajar con instituciones de América Latina.

    ¿Cuál es el interés puntual de las escuelas de Asia?

    En general es tener más intercambio. Desde el punto de vista económico Asia tiene relación importante en muchos países, incluido Ecuador y quieren que eso dé paso a intercambio entre alumnos y así impactar en las instituciones de ambas regiones. Es un ambiente seguro, al tener escuelas acreditadas se garantiza que son instituciones de calidad. Hay diálogos al respecto para halar puntos comunes y ofrecer experiencias. El camino para enfrentar la simplificación de los programas va por la experiencia que ofrece un programa como un MBA. Este sigue siendo un producto muy especial.

    ¿El MBA es el producto más demandado?

    Sigue siendo el más demandado. Justo en el encuentro hablamos sobre el futuro de los MBA porque siempre nos cuestionamos que si bien han surgido otros programas, el MBA sigue como el producto líder de una escuela de negocios. A la larga es lo que las empresas siempre requieren, gente que vea de manera holística la empresa, analizando desafíos, entorno y desarrollando habilidades.

    ¿Ganarán terreno otros programas?

    Lo importante es aplicar el concepto de aprendizaje a lo largo de la vida. Una persona no puede quedarse con un MBA de hace 10 años o más. Hay que reforzar conocimientos, actualizarnos y sumar nuevas habilidades.

    HOJA DE VIDA

    Cargo. Es el Decano de la Espae, la escuela de negocios de la Espol, con sede en Guayaquil. Allí también es catedrático de Negocios internacionales y Ambiente económico. Como académico interesa investigar sobre mercados emergentes.

    Formación. Es economista y tiene un PhD en Econompua y Finanzas de la Universidad Pompeu Fabra, en España.

    Trayectoria. Ha realizado consultorías para organismos como el BID, la CAF y firmas privadas. Tiene varias publicaciones académicas y es parte del equipo que elabora el Global Entrepreneurship Monitor (GEM), en Ecuador.

    Xavier Ordeñana, decano de la Espae, la escuela de negocios de la Espol, con sede en Guayaquil. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
    Xavier Ordeñana, decano de la Espae, la escuela de negocios de la Espol, con sede en Guayaquil. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
  • La minería activa la capacitación

    Giovanni Astudillo
    Editor (I)

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    La minería a gran escala en Ecuador requiere de mano de obra calificada. Para cubrir esa demanda, por ejemplo, la compañía Lundin Gold, concesionaria del proyecto Fruta del Norte (Zamora Chinchipe) estableció el Programa de Capacitación para Operación Minera, que representa una inversión de cerca de USD 7 millones.

    Durante seis meses, un primer grupo de personas se capacitó como operadores de mina, lo que incluye maquinaria subterránea pesada y servicios de mina o como operadores de planta de proceso. Para ello, tienen dos simuladores, que se emplearon para el entrenamiento en realidad virtual 3D.

    Este programa tiene 111 graduados, 109 participantes en capacitación y 92 que están próximos a iniciar sus estudios. Todos de Zamora Chinchipe.

    Según el director de Entrenamiento de la Fundación Lundin, Simon Maurice, “los primeros graduados demostraron el más alto nivel de compromiso con su aprendizaje, completando alrededor de 1 000 horas de entrenamiento intensivo cada uno”.

    Maurice dice que ellos cuentan con los conocimientos y competencias necesarias para ejercer las actividades que requiere una mina en su fase de operación y realizarán su proceso de aprendizaje, en ambiente real, tanto en la mina como en la planta de procesos.

    De acuerdo con Lundin Gold, para la fase de construcción de la mina tiene el programa de Operadores de Maquinaria Pesada, que benefició a 90 personas de Zamora Chinchipe. Ellos tenían experiencia en estos equipos, pero no contaban con la licencia para hacerlo de manera formal.

    Los estudiantes de CIMA tienen sus clases prácticas en simuladores virtuales.
    Los estudiantes de CIMA tienen sus clases prácticas en simuladores virtuales. Foto: Cortesía CIMA

    En cambio, para la formación en competencias necesarias para construcción, 144 personas se calificaron como ayudantes electricistas, construcción, soldadura y estructuras metálicas.
    Esos programas se realizaron en colaboración con la Fundación Lundin, el Centro de Desarrollo e Innovación para la Industria y la Minería (CIMA) y la Fundación para el Desarrollo Empresarial y Social, que forman parte de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL).

    Según el director de CIMA, Leonardo Benavides, este centro tiene una trayectoria de cuatro años trabajando con el sector minero formal en el país y, en la actualidad, existe más demanda de capacitaciones por los nuevos proyectos de exploración, que requieren formación para su personal.

    Benavides señala que esta capacitación debe ser de calidad, porque el país exige altos estándares en seguridad, salud ocupacional, cuidado ambiental…

    Entre otros, destacó un convenio que mantienen con la minera australiana Solgold, cuyo principal proyecto es Cascabel, en Imbabura. Con ellos -agregó- trabajan en la capacitación para comunidades locales y trabajadores en un programa de formación de ayudantes en especializaciones como soldadura, electricidad, mecánica y construcción.

    En abril pasado, también iniciaron cursos para la formación de monitores ambientales, específicamente de agua. Son 20 beneficiados y para el resto de los programas que tiene con Solgold son 100 personas adicionales.

    Por su parte, el coordinador de Ingeniería en Minas de la Universidad del Azuay, Leonardo Núñez, indica que tienen convenios con la Cámara de la Pequeña Minería del Ecuador y la Asociación de Propietarios de Plantas de Beneficio, Fundición y Refinación de Sustancias de El Oro.

    Con ello, sus estudiantes pueden hacer prácticas preprofesionales y los mineros pueden mejorar sus procesos y el cuidado ambiental. También pueden efectuar consultorías.

    La sede principal de CIMA de la Técnica Particular de Loja está en la ciudad de Zamora.
    La sede principal de CIMA de la Técnica Particular de Loja está en la ciudad de Zamora. Foto: Cortesía CIMA
  • El trabajador 4.0 rompe los esquemas laborales

    Carolina Enríquez (I)

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    Por cada empleo que se pierda durante la cuarta revolución industrial otros tres se crearán. Aquellos que sean parte de la fuerza laboral, sin embargo, deberán enfrentar y ajustarse a condiciones laborales diferentes.

    Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la industria 4.0 trae consigo la automatización, pero al mismo tiempo la flexibilización laboral. Para Giuseppe Marzano, decano de la Facultad de Posgrados de la Universidad de las Américas, el impacto se siente en dimensiones: en el trabajo, en la fuerza laboral y el sitio de trabajo.

    El catedrático, en base a estudios de la firma M15, explica que durante la próxima década un 5% de los trabajos que ahora hacen humanos lo harán las máquinas.

    A pesar de la pérdida de empleos que esto representa no todo es tan desalentador. Según Marzano, un 30% de tareas cotidianas que se realiza en un trabajo se van a llevar a cabo de manera más rápida y efectiva con la tecnología.

    Estas innovaciones se usarán, incluso, en los trabajos tradicionales: administrativos, de medicina, ingeniería, contabilidad, diseño, finanzas, entre otros.

    Capacitarse se vuelve, entonces, un imperativo. Aquellos que no se acoplen a los nuevos requerimientos laborales tienen mayores probabilidades de ser despedidos y reemplazados con los que tienen las competencias requeridas.

    Asimismo, es necesario que las universidades desarrollen nuevos programas de estudio para que las personas obtengan conocimientos que vayan de la mano con las nuevas profesiones que aparecen.

    El Centro Interamericano para el Desarrollo del Conocimiento en la Formación Profesional (Cinterfor), de la OIT, informó el año pasado que entre las profesiones del futuro se encuentran optimizadores en el tráfico de drones, minimizador del impacto del medio ambiente, gastrónomo molecular, sicólogos y terapeutas de plantas, arquitectos de realidades virtuales y terapeuta de aumento de la memoria a largo plazo.

    Aquellas empresas que no cuentan con profesionales en estas áreas tienen la posibilidad de hallar, vía plataformas, los servicios de terceros. Esto es parte de los cambios en la fuerza laboral que trae la Industria 4.0.

    “Puede ser una o varias personas que brindan servicios remotamente. Estas plataformas ya existen. En el portal de servicios independientes Fiverr, por ejemplo, hay una serie de oferta de tareas que antes estaban dentro de las organizaciones. Son personas de diferentes países que brindan una ayuda de manera fácil, rápida y barata”, comenta Marzano.

    En estos ‘market place’ se ofrecen servicios como traducciones, análisis de datos, desarrollo de publicidad, manejo de negocio, diseño, marketing, asesoría, etc.

    La flexibilización en la forma de trabajar también se evidencia en los tipos de contratación. Si bien los trabajos bajo relación de dependencia se mantienen en el mundo de manera extendida, aparece a la par más gente que quiere laborar como independientes o prestadores de servicios diversos.

    Cinterfor explica que el trabajador de la Industria 4.0 tiene necesidades diferentes como el escoger dónde, cuándo y cómo trabajar; empleos que lo reten y lo hagan sentir motivados, etc. También valora más el ambiente de trabajo que la remuneración.

    Esto último tiene relación con el tercer campo de flexibilización laboral: los espacios laborales.

    Comienza a romperse el esquema de empleo en una oficina, durante ocho horas y con registro de asistencia. Se impone el trabajo por resultados y las actividades que se desarrollan a distancia.

    ¿Por qué se produce esto? Si se piensa que es para mejorar la calidad de vida del trabajador, no es así; esto es el resultado de los cambios demográficos y problemas dentro de las ciudades, dicen los expertos laborales.

    Cada vez se vuelve más complicado desplazarse y qué mejor que la tecnología para remediarlo. Para Eddy Troya, gerente de la consultora Human Plus, el teletrabajo es la gran alternativa a aplicar, que beneficiará a los seres humanos.

    Esta modalidad de trabajo permitirá que las personas puedan equilibrar más las relaciones entre profesión y familia. Asimismo, las madres tendrán más posibilidades de mantenerse laboralmente activas y participar a la par de la crianza de los niños.

    Las personas con discapacidad también tendrán posibilidades para ofrecer sus servicios profesionales sin la necesidad de trasladarse largas distancias. Será una oportunidad para que se valoren sus capacidades y su oferta.

    El nuevo empleado tiene necesidades diferentes como el escoger dónde, cuándo y cómo trabajar; empleos que lo reten, sentirse motivado, etc. Foto: Ingimage
    El nuevo empleado tiene necesidades diferentes como el escoger dónde, cuándo y cómo trabajar; empleos que lo reten, sentirse motivado, etc. Foto: Ingimage
  • La capacitación es la clave en esta empresa de calzado

    Modesto Moreta

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    Bull es una marca de calzado que abastece a las grandes cadenas en el país. La firma ambateña está un paso adelante en el negocio presentando nuevas colecciones de zapatos urbanos para hombres y mujeres, con una variada mezcla de colores.

    La suavidad, la durabilidad, el confort y lo llamativo de sus diseños son el gancho de la marca para ganar mercado.

    Se suma la calidad de los materiales importados como el cuero, las fibras o telas y el terminado. En la actualidad la firma confecciona entre 200 y 250 pares de zapatos diarios. Esto permitió que el año pasado facturara USD 450 000.

    La marca se comercializa en cadenas de Cuenca, Guayaquil, Quito, Manabí y otras ciudades.

    La historia de Bull se inició en el 2007 cuando sus propietarios Sandra Toro y Daniel Jiménez retornaron de Estados Unidos con la idea de montar su propia empresa. La primera inversión fue USD 30 000 de sus ahorros.

    Con el dinero adquirieron cueros, suelas y otros materiales y arrancaron con la confección de zapatos formales para hombre. La empresa Torino les facilitó la maquinaria para producir su marca durante cuatro años.

    Belisario Toro, el suegro de Jiménez, le transmitió todos los conocimientos del mundo del calzado. En el 2011, los emprendedores decidieron comprar sus propios equipos y se separaron. Con USD 15 000 de inversión adquirieron las máquinas de aparar y la enfriadora. Comenzaron con ocho colaboradores y actualmente tienen 18 empleados directos y nueve indirectos; los últimos trabajan bajo la modalidad de maquila.

    Daniel Jiménez, gerente de la empresa, recuerda que el mercado de los zapatos formales decayó y sus clientes buscaban nuevos diseños y colores. Por eso decidió dar un giro presentando nuevas tendencias de la moda.

    La capacitación fue clave. Participó en varios cursos para especializarse en diseño, con el Ciatec de México. En la actualidad produce sus propios diseños de temporada. “La idea es entregar un producto de calidad y que llena las expectativas de nuestros clientes que son exigentes”, dice Jiménez.

    Bull (toro en inglés) surgió por el apellido de su esposa. La pareja trabaja para que su producto sea sinónimo de calidad y que se compare con un zapato importado. “Nuestros clientes son las cadenas comerciales. De la mano de ellos estamos logrando los estándares de calidad e innovación permanente”.

    Jiménez dice que acorde a lo que requiere el cliente de los almacenes, ellos se ajustan en la moda, tendencias y colores. Para cumplir estos estándares decidieron importar la materia prima como las suelas de caucho. “Nos caracterizamos por armar un zapato con los mejores materiales que compita no en el mercado local, sino internacional. La proyección con es exportar con ayuda del Ministerio de la Producción”.

    En enero de este año, los emprendedores efectuaron una nueva inyección de recursos. Con USD 50 000 compraron las armadoras de puntas, conformadora de talones y prensas de última tecnología. Uno de los puntos clave del emprendimiento es la re inversión de utilidades. Además participan en las ferias de Brasil, Colombia, Italia, España y México para adelantarse a las nuevas tendencias, diseños y colores.

    La primera colección de calzado urbano que presentó en enero del 2012, estuvo de moda los colores primarios rojo, azul y amarillo con sintéticos y cueros… Logró una buena demanda de su producto que duró hasta diciembre. La última colección presentada en julio se basó en la línea ‘Vístele al blanco’. “Nuestras colecciones las sacamos están dirigidas para el hombre y la mujer que ahora buscan estar a la moda. La nueva colección saldrá en septiembre”.

    Desde hace tres años uno de sus clientes es María Dolores Cruz propietaria de una cadena de calzado que funciona en todo el país. Cuenta que la calidad del producto evolucionó. “Así ofrecemos un buen producto a los clientes de nuestro locales y está a la altura de un calzado importado”.

    Según Cruz, es uno de los proveedores que constantemente presenta al mercado nuevas tendencias, colores y diseños que tienen gran aceptación en los jóvenes y adultos.

    La producción de calzado urbano Bull, en Ambato, cumple los estándares que ayuda a comercializar en las grandes cadenas comerciales del país. Fotos Raúl Díaz para LÍDERES
    La producción de calzado urbano Bull, en Ambato, cumple los estándares que ayuda a comercializar en las grandes cadenas comerciales del país. Fotos Raúl Díaz para LÍDERES
  • Exportadores conocieron requisitos para exportar productos perecederos a EE.UU.

    Carolina Enriquez

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    Pro Ecuador y la Cámara Ecuatoriano Americana de Comercio-AMCHAM capacitaron a los exportadores sobre los requisitos y procedimientos para el ingreso de productos perecederos a EE.UU.

    El evento contó con la participación de expertos de agencias federales estadounidenses. Ellos trataron sobre roles y procedimientos de sus entidades, regulación de documentación y etiquetas, procedimientos para embarques marítimos y aéreos, manejo de cadena de frío en los aeropuertos, entre otros.

    Los participantes de la capacitación a exportadores sobre los requisitos y para exportar productos perecederos a EE.UU. Foto: Cortesía Pro Ecuador
    Los participantes de la capacitación a exportadores sobre los requisitos y para exportar productos perecederos a EE.UU. Foto: Cortesía Pro Ecuador

    “Con un Producto Interno Bruto (PIB) per cápita que bordea los USD 60 000, ese país presenta oportunidades comerciales para los exportadores”, indicó Pro Ecuador.

    La institución tiene cuatro oficinas comerciales en el territorio estadounidense. Nueva York a cargo de la costa este junto a Miami, mientras que Los Ángeles y Chicago de la costa oeste, explicó Dannylo Subía, coordinador general técnico de Pro Ecuador.

    Según el Banco Central, en el 2017 las exportaciones hacia el país norteamericano fueron de USD 2 591 millones. Además de la rosa, el camarón y el banano, a este destino llegan también pescado procesado, aceite de palma, maquinaria, tableros, madera aserrada, etc.

    Una imagen de los participantes del evento para exportadores. Foto: Cortesía Pro Ecuador
    Una imagen de los participantes del evento para exportadores. Foto: Cortesía Pro Ecuador