Los transportistas organizados que prestan servicio de transporte y logística en Carchi tendrán acceso exclusivo para la contratación pública mientras dure la declaración de zona deprimida.
“Cualquier entidad pública que requiera servicios de transporte y logística tendrá que contratar, de manera obligatoria, a los proveedores de transportistas del Carchi”, explicó Juan Pablo Bermeo, subdirector del Servicio Nacional de Contratación Pública (Sercop).
El anuncio lo hizo hoy 10 de septiembre del 2015 en el marco de la inauguración de una ventanilla de atención personalizada de la Sercop en las instalaciones de la Cámara de la Pequeña y Mediana Empresa de Pichincha (Capeipi). La oficina brindará asesoría a las pequeñas y medianas empresas sobre contratación pública.
La medida que favorece a los transportistas se da en momentos en que unos 7 000 autos ecuatorianos al día (16 000 en feriado) llegan a Ipiales para adquirir productos, según la Cámara de Comercio de Ipiales.
Esto está afectando a varios sectores productivos en Carchi, entre ellos el de transporte, que representa el 17% de la economía de la provincia.
Bermeo informó que la medida se aplica desde la semana anterior y hay 787 transportistas catalogados en esa provincia, es decir que solo se permite comprarles a ellos.
También señaló que la entidad analiza este momento la posibilidad de incluir otros productos que de la zona; en especial alimentos que podrían ser adquiridos por hospitales escuelas, etc. Indicó que una de las empresas que ya contrató servicios del sector de transporte carchense es la Unidad Nacional de Almacenamiento en productos del sector agrícola y pronto lo hará la empresa Pública Cementera del Ecuador y otras empresas de gobiernos autónomos descentralizados.
Jaime Bastidas, presidente de la Federación de Transportistas de Carchi, indicó que la medida aún está en proceso. “Estamos en el sistema del Sercop. Hasta el momento no se ha cargado ni un quintal”.
Los transportistas organizados que prestan servicio de transporte y logística en Carchi tendrán acceso exclusivo para la contratación pública. Foto: LÍDERES.
Uyama Farms nació en San Nicolás de Mira (Carchi), en el 2006, en medio de 75 hectáreas de aguacates en las variedades hass y fuerte. Un año después, cuando fue instalada la maquinaria, comenzó la producción de aceite virgen envasado, en cuatro presentaciones.
Aceite natural, macerado con ají, original y con hojas de aguacate son los productos estrella que oferta esta firma agroindustrial desde hace siete años, bajo la marca Mira Naturals. Su sabor natural es utilizado en la cocina gourmet y en la preparación de platos que contienen pescado y pollo.
Más de 50 trabajadores laboran en las áreas agrícola e industrial. Se calcula que la hacienda produce más de 11 000 kg de aguacates al año; además, comercializa aguacate en fruta fresca entre 6 y 7 toneladas semanales, y procesa 5 toneladas por semana.
La mayoría de insumos son naturales y adquiridos a proveedores locales, excepto el ají rocoto y las hojas de aguacate, que produce la factoría. Este artículo tiene aceptación en Japón, Corea, Alemania, Holanda, Suecia, Francia, España, Colombia y EE.UU.
Mauricio Dávalos, presidente de la empresa, explica que la mezcla de aguacates hass y fuerte, utilizando un proceso de winterizado o descerado, ciento por ciento natural, hizo realidad el primer aceite de aguacate original que se produce en el Ecuador.
Las marcas Mira Oil, Mira Chili Breeze, Mira Avocado Oil y Mira Naturals son el resultado de siete años de trabajo. Para Uyama Farms ha sido un reto posicionar este producto en el mercado nacional, “proceso que ha sido lento pero efectivo”, dice Vicente Herrera, gerente de Producción. La firma comercializa al mes, a escala nacional, 140 cajas de 24 botellas.
“El mercado ha ido respondiendo, porque nuestra gente va conociendo las virtudes del producto que proviene de excelentes cultivos”, indica Herrera.
Dos variedades de esta marca ganaron medallas de plata y de bronce, el 2013, en el primer concurso organizado por la Agencia para la Valorización de Productos Agrícolas, en Francia. El segundo y tercer lugares fueron obtenidos en las categorías nueces y granos.
Uyama Farms alista tres nuevos aceites. Al primero se incorporaron 10 gramos de semillas de chía crocante y esencia de orégano. El segundo tiene una combinación de esencia de ajo con otras especias. Y un tercero con sabor a citrus, con ingredientes completamente naturales. María Clara Dávalos, gerenta de Uyama Farms, asegura que muy pronto este trío estará en el mercado. En el momento se finiquitan las certificaciones sanitarias.
Mauricio Dávalos señala que estos noveles aceites están haciendo un aporte a la alimentación del mundo, porque el aguacate es rico en Omega 9 y es un ácido graso monoinsaturado, que baja el colesterol y limpia las arterias.
En seis meses, la firma aspira a tener el aceite denominado ‘balance perfecto’, que es una mezcla de sacha inchi y aguacate, elaborado para ensaladas y otras recetas.
La inversión de esta fábrica es de unos USD 6 millones. La planta está compuesta por una rampa de recepción, área de maduración, deshuesadora descortezadora, amasadoras, extractora de aceites al vacío y envasadora. La maquinaria es de origen italiano.
En este año, según sus ejecutivos, se importarán una embotelladora y etiquetadora, para fortalecer el proceso de producción del aceite. Se estima que la inversión llegará a USD 500 000.
Las variedades de productos que esta empresa oferta. En los próximos meses se alista la presentación de tres nuevos aceites. Foto: José Mafla/ LÍDERES.
En síntesis Proveedores. Los envases son de producción nacional. Antes se importaban las botellas desde Chile. La firma Cridesa suministra los frascos.
En agenda. El siguiente paso de Uyama Farms es incursionar en la producción de una línea de cosméticos con base en el aceite de aguacate y la exportación de miel de abeja.
Más iniciativas. Como derivación del aceite picante comercializará ají en polvo, elaborado con ají rocoto seco.
Mauricio Dávalos es el presidente de Uyama Farms. La firma incrementa la producción con 30 hectáreas más de aguacate, en las variedades hass y fuerte. Fotos: José Mafla / LÍDERES.
En la parroquia Libertad, en Carchi, el tejido artesanal es una actividad que se hereda en las familias. La familia de Rosa Elvira Quelal es parte de esa tradición.
Ella tejía desde pequeña y conocía a otras artesanas que hacían lo mismo. Con ellas fundó la Asociación Nuevo Impacto de Jóvenes, en la que colaboraban 14 tejedoras, con ella a la cabeza.
A finales del 2009, en busca de financiamiento, presentó -como persona natural- un proyecto para la elaboración de ropa artesanal; participó por los fondos concursables que otorgaba entonces el Ministerio de Cultura. Un año más tarde, Quelal recibió USD 6 000 para comenzar su emprendimiento.
Así, en enero del 2011 fundó Nortexma. El dinero que recibió lo usó para comprar una computadora, una máquina recubridora, una cosedora overlock y una máquina recta, que sirve para la confección de prendas de vestir. Ese mismo año empezó a participar en ferias artesanales del Carchi. Los pedidos empezaron a llegar.
Entre ellos, recuerda una primera venta de 900 pares de mitones (guantes sin dedos) a un canadiense. «Ese fue un buen impulso para mi negocio. El tejido a mano es apreciado por los turistas».
Con las ventas en las ferias de artesanía llegó a facturar USD 8 000 en el 2011, por lo que buscó ampliar su catálogo de productos. En este proceso se asoció con su tía, Mónica Ortiz, que tenía cuatro máquinas de tejido.
Tras esa asociación, el negocio abrió un taller en Ibarra. Las prendas de lana y algodón se siguen fabricando en Carchi.
Mientras el negocio crecía, esta emprendedora ingresó en el Instituto Tecnológico Superior José Chiriboga Grijalva para estudiar Diseño, Moda y Pasarela. Con los conocimientos adquiridos se animó a comercializar ropa de trabajo como chaquetas, overoles y chalecos bordados para empresas; también empezó a confeccionar uniformes escolares, gorras… Entre sus clientes figuran los colegios Eloy Alfaro y Albornoz Sánchez, en Ibarra; también la Mutualista Imbabura, que compra chaquetas del uniforme, según cuenta Víctor Hugo Navarrete, vocero de la entidad. «La calidad de los productos es muy buena», dice.
En enero de este año Nortexma incursionó en la confección de ropa formal para instituciones. Esta sería su tercera línea de productos, luego de la confección de uniformes y las prendas de lana. Todo se fabrica bajo pedido y la venta de sus productos le han permitido facturar hasta USD 12 000 al mes en lo que va de este año.
Las prendas de lana siguen siendo una línea importante en Nortexma y representan el 30% de las ventas. La calidad del trabajo de las artesanas que laboran con Quelal fue reconocida también en Cuenca, por lo que tendrán un espacio para su comercialización en el Centro Interamericano de Artesanía del Ecuador (Cidap), en la feria que organiza el centro durante las fiestas de noviembre.
Cayetana Estrella, del Centro Interamericano de Artesanías y Artes Populares (Cidap), en Cuenca, destaca también el trabajo de esta empresa. «La confección de tejido artesanal es una actividad que hay que rescatarla. Por eso es importante contar con una empresa que elabore estos productos».13 artesanas son parte del equipo de este negocio
La UPEC está en permanente contacto con sus egresados. La Escuela de Comercio Exterior y Negociación Internacional, por ejemplo, no ha descuidado a sus exalumnos y hace un seguimiento una vez que se titulan como ingenieros. La mayoría de egresados decide establecerse en Tulcán, aprovechando el alto movimiento de comercio y transporte internacional que se registra en la zona binacional de Rumichaca.
Esta Facultad relaciona y alterna la teoría con la práctica, a través de visitas, giras y prácticas preprofesionales que desarrollan los alumnos. Su decana, Liliana Montenegro, resalta los convenios alcanzados que permiten que los educandos participen en giras e intercambios en Ecuador, Colombia y Panamá.
Los alumnos de la carrera de Comercio Exterior se han involucrado en los sistemas de comercio y transporte binacional, que se registra entre los fronterizos puertos secos de Tulcán (Ecuador) e Ipiales (Colombia). Algunos realizan sus prácticas en operadoras de comercio internacional, sistemas de transporte bilateral, Servicio Nacional de Aduanas del Ecuador y entidades financieras.
A partir del sexto semestre, los alumnos de esta Facultad realizan recorridos a puertos secos, marítimos y aéreos. El objetivo es relacionar la teoría con la práctica durante 40 horas, en una semana, cada seis meses. Los recorridos tienen el aval de un certificado de la universidad y visitan el puerto marítimo de Buenaventura en Colombia y el Canal de Panamá.
Las giras son parte del valor agregado del currículo que oferta la UPEC y que posibilita a los futuros profesionales conocer los sistemas de transporte, cadenas logísticas y aduaneras, y procesos de importaciones y exportaciones.
Los alumnos en los últimos semestres comparten experiencias y conocimientos con sus similares de las universidades del Valle en Cali y Nacional de Panamá.
En los viajes realizan visitas a empresas, como la firma de cerveza Poker, de Colombia. Estas experiencias permiten ver más allá y evidenciar la realidad del comercio, comenta Henry Pólit, egresado de la UPEC. «Nuestro propósito es que la marca UPEC sea reconocida a escalas nacional e internacional, bajo estándares de creatividad, emprendimiento, creación de software y más herramientas», indica Liliana Montenegro.
Darío Pozo, alumno de Comercio Exterior, hace dos años hizo las prácticas preprofesionales durante seis meses en la operadora de comercio internacional Integración Andina Servicios Asociados de Tulcán. Cuenta que esta experiencia le permitió fortalecer sus conocimientos.
Galo Benavides, agente afianzado de Aduanas en Tulcán, explica que los estudiantes durante las prácticas preprofesionales enfrentan en territorio las dificultades que deberán sortear cuando logren profesionalizarse.
El dato:
1 200 alumnos tiene este centro de estudios en la provincia del Carchi.
La Universidad Politécnica Estatal del Carchi (UPEC), en sus ocho años de vida, logró tras la valoración del Consejo de Evaluación, Acreditación y Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior ubicarse en la categoría B.
La entidad fue creada el 5 de abril del 2006, mediante ley, publicada en el Registro Oficial Nro. 1 244. En poco tiempo edificó un moderno campus y posee fincas experimentales en los cantones de Huaca y Mira, en la provincia del Carchi.
Cuenta con cinco PhD, 94 docentes y unos 1 200 estudiantes. Uno de los objetivos es formar al menos 20 PhD en los próximos cuatro años, de acuerdo con su plan de Talento Humano.
Además, puso en marcha un programa de posgrados. El proyecto iniciará con una maestría en la carrera agropecuaria, en la que trabajarán 16 PhD de la Universidad de Nariño de Colombia.
La UPEC es considerada la «universidad sin fronteras», porque no solo acoge a estudiantes del país sino a un centenar de Colombia, bajo el eslogan: «Educación para el desarrollo y la integración».
Omelio Borroto Leal, director de Investigación y Vinculación de la UPEC, explica que se promueve una nueva experiencia para integrar el trabajo de investigación con la vinculación, que son funciones sustanciales de la universidad.
La agenda de transformación productiva del Carchi es el punto de partida del desarrollo. Los directivos de la UPEC coinciden que la universidad debe cumplir una función social. Actualmente promueven dos proyectos de desarrollo local en Mira y Huaca, a través de una propuesta integral, con el objeto de fortalecer los escenarios productivos y convertirlos en modelos de gestión.
En esas jurisdicciones trabajan además con los gobiernos locales en la afinación de los Planes de Desarrollo y Ordenamiento Territorial (PDOT), con aplicación a la realidad territorial. Para el vicerrector Jorge Bolaños, los PDOT deben ser herramientas de planificación y desarrollo, pero con resultados.
El turismo, la producción de leche, el mejoramiento de los cultivos de papa y la creación de 22 huertos familiares en las fincas experimentales que administra el alma máter, evidencian la nueva propuesta que impulsa la investigación multidisciplinaria, agrega Bolaños.
«Somos rigurosos al momento de hacer cumplir la función social y generar el conocimiento en territorio. Este proceso vincula a estudiantes, docentes, productores y pobladores en sus propias localidades», indica Borroto.
En el segundo semestre de este año, la UPEC afina el plan estratégico 2015-2020. Entre los objetivos están saltos en investigación, vinculación y posgrado, en busca de los egresados de calidad.
La UPEC por dentro Los estudiantes. José Pijal, director académico de la UPEC, destaca una particularidad en el último año: la presencia de un 30% de alumnos de Esmeraldas, Sucumbíos, Imbabura, Cotopaxi, Santo Domingo de los Tsáchilas, Pichincha, Zamora, Pastaza…, y 100 de Nariño, Colombia, en un proyecto sobre la democratización y acceso a la universidad.
Oferta académica.
Administración de Empresas y Marketing, Comercio Exterior y Negociación Internacional, Turismo y Ecoturismo, Desarrollo Integral Agropecuario. Tras una reunión entre los presidentes Rafael Correa y Juan Manuel Santos (diciembre del 2012), se propuso que la UPEC sea universidad binacional.