Etiqueta: carne

  • Carne para el sector corporativo

    Carolina Enríquez (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    Las buenas prácticas de manufactura son el eje de la industria D’Carnes Cool. En esta se procesa y comercializa res, cerdo y borrego.

    Se trata de una empresa que la lideran Pedro Portilla y su esposa Paulina Ayala. Su origen se remonta a 1996, cuando la pareja decidió que era necesario dar un giro al manejo de la carne; ambos consideraban que muchos negocios pequeños de este sector trabajaban de manera informal.

    Conocían la actividad debido a que los padres de Ayala tenían un emprendimiento en esa línea. Sin embargo, optaron por la industrialización y la venta directa a empresas.

    La inversión inicial fue de 25 millones de sucres, para comprar equipos, y desarrollar la planta. Sus primeros cuatro clientes fueron firmas de los sectores de catering aéreo y petrolero, así como restaurantes.

    “Nos pusimos un reto personal. Comenzamos a trabajar con empresas que tenían altos niveles de exigencia. Eso nos confirmó que el negocio de procesamiento de carnes debía perfeccionarse y apegarse a normas”, comenta Portilla. Desde el inicio, se aplicaron prácticas de inocuidad, respeto de la cadena de frío, entre otras políticas de trabajo.

    La planta se ubica en el sector de La Tola Baja, en el centro de Quito. Las instalaciones se encuentran equipadas y tienen señalización de normas de seguridad industrial.

    Desde hace cinco años, la empresa cuenta con la certificación de Buenas Prácticas de Manufactura. Hoy está en proceso para obtener Haccp.

    La carne la recibe de proveedores que llevan el ganado a la Empresa Pública Metropolitana de Rastro de Quito. Desde el momento en que se recibe el producto, se cumplen altos estándares de cuidado.

    La mayor parte de la carne que procesa la empresa se comercializa bajo pedido de las empresas. D’Carnes Cool tiene un portafolio de 100 clientes entre los que están compañías de catering, hoteles, instituciones militares, hospitales, restaurantes, etc.

    Uno de estos últimos es Casa Warmi, de tipo agroecológico. El chef Nelson Hernández explica que el sitio compra productos de los Portilla desde hace tres años. “Es una excelente carne, tiene un proceso adecuado de manejo en toda la cadena”.

    Una opinión similar es de la de Eduardo Páez, integrante de Bocadillo, una cafetería ubicada en el centro comercial San Luis Shopping. “Buscamos por mucho tiempo una empresa que nos provea de carnes y, al final, mi hijo, uno de los dos propietarios de este negocio familiar, la halló. En lo que es costillas, lomos, cerdo, etc., el único lugar con calidad y precio competitivo que destacamos es este. Son productos de lo mejor. La atención y puntualidad son de primera”.

    Clientes como él prefieren acudir a retirar el producto en las instalaciones de la propia planta. En el sitio hay un área para cargar los pedidos.

    Pero, en general, los productos se los distribuyen a las empresas en transportes equipados. La ubicación de la procesadora, en un sitio estratégico, permite que la carne llegue con rapidez al norte, sur, centro y valles.

    Dentro de las instalaciones de la industria cárnica, del lado de la calle Dolores Sucre, hay un punto de venta. Allí se comercializan diferentes cortes entre los que están picaña y salón. Asimismo, hay productos para la preparación de asados y parrilladas.

    D’Carnes Cool también produce y vende sus embutidos, hechos con una receta de su creación. Se trata de dos tipos de chorizo: argentino y ambateño. Asimismo, en el punto de venta se ofrece pollo, aceites, algunos sazonadores y productos listos para la sartén, adobados también con ingredientes propios, entre los que están las hamburguesas.

    “Es práctico, principalmente para quienes tenemos muchas actividades”, dice el ama de casa, Lucía Silva.

    La venta es personalizada. Los clientes escogen el producto y el volumen que necesitan; se entrega empacado al vacío y etiquetado. El personal está capacitado para asesorar.
    A futuro, los propietarios buscan ampliar la planta de producción. Sin embargo, para ello, consideran, es importante capitalizarse más.

    “Queremos que nuestros clientes tengan en cuenta que la empresa con la que trabajan se preocupa siempre en crecer. No solo en lo que se refiere a infraestructura, sino también en certificaciones. Queremos una nueva planta que sea mucho más eficiente de la que ya tenemos”.

    El Gerente
    Pedro Portilla

    “Siempre debe existir inocuidad en el procesamiento y el servicio, eso es lo que nosotros ofrecemos. Con eso ganamos. Nosotros, como empresa, queremos ser un aporte para la sociedad. Eso logramos con buenas prácticas, pero también al ser generadores de puestos de trabajo. Queremos ser imagen, un ejemplo, una compañía que impulse a otras personas a emprender. Somos una compañía de tipo familiar”.

    Las cifras

    1 200 metros cuadrados tiene la superficie en la que se asienta la planta, el punto de venta, el área de parqueaderos y otra construcción, independiente, que es una vivienda.

    1 millón de dólares han invertido los propietarios para el mejoramiento y ampliación de la planta de producción.

    3 vehículos, equipados técnicamente para el transporte de la carne desde la planta a los clientes, tiene D’Carnes Cool. El respeto de la cadena de frío es fundamental.

    Una imagen del punto de venta de la empresa. Allí se ofrece cortes para todo tipo de preparación. La atención a los clientes es personalizada. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
    Una imagen del punto de venta de la empresa. Allí se ofrece cortes para todo tipo de preparación. La atención a los clientes es personalizada. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
  • Las alternativas a la carne se multiplican

    Agencia AFP

    Nueva York, AFP (I)

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    Entre Burger King, que ofrece una versión vegetariana de su famosa hamburguesa Whopper’ , o la exitosa llegada a Wall Street de la ‘start up’ vegana ‘Beyond Meat’, las compañías que ofrecen alternativas a la carne están en aumento en EE.UU.

    El filete de soja ha existido mucho tiempo y es un clásico en las tiendas de productos orgánicos. Pero algunas compañías han dado un paso más en los últimos años utilizando tecnologías sofisticadas para imitar el sabor, la textura e incluso la sangre de la carne.

    Usan remolacha, garbanzos o aceite de coco para hacer hamburguesas, salchichas y carne picada.

    Entre las empresas nuevas más conocidas están Beyond Meat, que acaba de estrenarse en Wall Street como una de las estrellas de la tecnología; o Impossible Burger, que se ha asociado con las tradicionales Burger King.

    Se benefician de los cambios en los hábitos alimentarios de cierta parte de la población que limita su consumo de carne por razones medioambientales, de salud o de protección de los animales.

    La primera hamburguesa in vitro, elaborada a partir de células madre de vacas por un científico holandés de la Universidad de Maastricht, Mark Post, se presentó en 2013. Fue bautizada como Frankenburger.

    Desde entonces, varias empresas emergentes han llegado al mercado en EE.UU., Israel, Holanda o Japón para tratar de fabricar, solo a partir de células animales, presas de pollo, cerdo o pescado.

    Aunque todavía no han logrado lanzar una producción masiva para bajar suficientemente los precios, la empresa estadounidense Memphis Meat y la holandesa Mosa Meat han anunciado que quieren comercializar un producto a partir de 2021.

    Las ventas de alimentos vegetales para reemplazar la carne convencional crecieron un 23% en 2018 en EE.UU., según The Good Food Institute, una asociación que promueve el sector; pero aún representa menos del 1% del mercado de carne en el país.

    Y las inversiones en el sector siguen siendo pequeñas: en 2018 se invirtieron USD 673 millones en empresas que elaboran con vegetales productos equivalentes a la carne, los huevos o la leche.

    Una cantidad irrisoria si se compara con los USD 96 600 millones invertidos en el sector de la tecnología agrícola o los USD 25 000 millones desembolsados en el del cannabis.

    Para Danielle Beck, representante de la Asociación Americana de Productores de Carne de Res (NCBA) , el entusiasmo por estos nuevos productos no representa una amenaza para los ganaderos.

    Con el aumento de los niveles de vida en los países emergentes, la demanda de proteínas sigue siendo fuerte, señala. Y cuando la población mundial alcance los 10 000 millones en 2050, la necesitaremos en todas sus formas.

    Para algunas personas, servirse carnes vegetales es una opción de vida porque contribuye a su estado de salud. Además, les ayuda a bajar de peso porque no consumen proteínas en exceso.

    Existen varios tipos de carnes vegetales y a partir de ellos se producen alimentos procesados,

    El seitán es la principal, por su valor nutricional y su textura. Se encuentra fácilmente en supermercados y tiendas ecológicas.

    Está hecha de gluten, la proteína del trigo, con lo cual no es apto para celiacos. Se presenta en forma de una masa compacta.

    Datos

    El tofu  es un alimento de la cocina asiática que se preparara con leche de soya con un procedimiento parecido a lo del queso.. Hay presentaciones para untar y tipo cubos.
    La idea de los productores de carnes vegetales es que, mas que una alternativa a los productos de animales, se requiere alimentos que ocupen su lugar y que gusten a las personas que todavía son carnívoras. Lo importante es que ellas no tengan que hacer un sacrificio enorme y renunciar a algo con sabor al volverse vegetarianos o veganos.

    Las ventas de alimentos vegetales para reemplazar la carne convencional crecieron un 23% en 2018 en EE.UU.. Foto: AFP
    Las ventas de alimentos vegetales para reemplazar la carne convencional crecieron un 23% en 2018 en EE.UU.. Foto: AFP
  • La carne es el núcleo del negocio

    Mayra Pacheco

    Trabajar en conjunto fue clave para la conformación del Grupo Meats Production (MP). Marco Guevara y Daniel González unieron sus empresas Topgen y Graporec en el 2013 y lograron conformar una firma que garantiza la calidad de los productos cárnicos y embutidos que ofrece.

    Actualmente, estos jóvenes graduados en la Universidad Zamorano se encargan de desarrollar la genética para cerdas reproductoras, elaborar el balanceado para estos animales, criarlos y engordarlos. Luego, con estos insumos y otros que adquieren en el mercado producen cortes especializados de cerdo, res, pollo, embutidos, y comercializan estos alimentos y otros vegetales importados.

    Estos procesos se realizan a través de cinco firmas en las que Guevara y González son socios. Se trata de Topgen (genética), Graporec (granja de cerdos), Anatot (balanceado), Meat Pro (planta de carnes y embutidos), Promart (comercializadora y distribuidora de productos importados).

    La conformación de estas firmas se fue consolidando de manera progresiva. La última que abrieron fue Promart. Esto ha permitido que Guevara, hincha de Barcelona, y González, de la Liga de Quito, tengan total seguridad sobre la procedencia de la carne que ofrecen a sus clientes.

    Dentro de esta cadena, Paúl Suárez, propietario de Tecnología Porcina, entrega hace tres años equipos para granjas porcinas, como materiales de inseminación. Al Grupo MP entrega cajas que tienen 500 unidades.

    Estefanía Ortiz, de Casa Comercial Almeida, vende maquinarias importadas para la producción de carnes y embutidos. En el 2017, el Grupo MP invirtió USD 80 000 en estos implementos. Con estos insumos en la planta de producción de carnes, ubicada en Carcelén Industrial, en Quito, se realizan los cortes de carnes según la necesidad de los clientes y se preparan los embutidos.

    Para los productos procesados se emplea un alto contenido de proteína. No usan gluten ni harina, comenta Guevara, quien desde la oficina que comparte con González observa todo el proceso productivo en la planta.

    En el Grupo MP están convencidos de que la calidad del producto que ofrecen debe ser la mejor. Por esto, se mantiene la cadena de frío intacta hasta entregar los cárnicos y embutidos a los consumidores. Además, antes de realizar los cortes especializados, que implica extraer cada una de las partes por separado, se emplea un método para que la carne esté en óptimas condiciones para ser consumida.

    Los procesos que se manejan en Meat Pro, que es parte del Grupo MP, ha permitido que obtengan una certificación de Buenas Prácticas de Manufactura (BPM).

    Eso, según Guevara, les ha abierto las puertas para que los productos de esta empresa sean consumidos principalmente por hoteles, cadenas restaurantes, servicios de catering, hospitales, clubes y otros. En total, cuentan con 250 clientes.

    Omar Lafargue, jefe de la cadena de restaurantes Top Ten Burger and Fries, comenta que desde hace tres años adquiere semanalmente la carne para hamburguesas. En promedio, compran 280 kilos. “El producto es excelente”, dice Lafargue.

    Aparte de las carnes y embutidos, a través de Promart, estos empresarios de 33 y 37 años respectivamente, comercializan papas fritas, vegetales congelados y salsas importados.
    Para llegar a los hogares, en cambio, se ofrece desde hace dos años un servicio de venta a domicilio. La aplicación denominada Carnivery permite que las personas compren cortes de carne u embutidos en porciones usando sus dispositivos móviles, computadoras o llamando al teléfono 1800 Carnes (227 637).

    Los costos varían según el producto. Se puede encontrar filete de pulpa redonda a USD 1,20 los 250 gramos, hamburguesas a USD 0,90 y otros. Las opciones están pensadas para cubrir las demandas de las comidas del día a día y de las especiales, que se hacen en fines de semana o fiestas.

    La entrega de estos alimentos no tiene costos adicionales. En promedio, el tiempo de entrega, tarda entre dos o tres días. Pero si se contrata el servicio premium por USD 5 adicionales, el pedido llega el mismo día, en Quito.

    En las provincias Meat Pro tiene distribuidores autorizados en Tungurahua y Esmeraldas. Más adelante, está planificado abrir una bodega en Guayaquil, en Guayas. El crecimiento del negocio continúa.

    La venta de carnes y embutidos a domicilio es uno de los servicios que ofrece esta firma. La entrega se realiza sin costos adicionales. Fotos: Vicente Costales / LÍDERES
    La venta de carnes y embutidos a domicilio es uno de los servicios que ofrece esta firma. La entrega se realiza sin costos adicionales. Fotos: Vicente Costales / LÍDERES
  • TLC genera expectativas mesuradas en productores de carne sudamericanos

    Agencia AFP

    El ganado está listo para enviar a faena, pero Luis Marfurt recorre su campo en Uruguay por enésima vez: aunque planea en el aire un eventual TLC entre el Mercosur y la UE, los altos costos y el clima duro no le dejan margen de error.

    La temperatura supera por mucho los 30 grados. La sequía se ve en las pasturas y se respira en el aire del verano austral. Los animales, bien alimentados, a campo y en corrales, resisten gracias a la sombra de los árboles y agua en abundancia.

    “El negocio está apretado. (…) Los márgenes son muy ajustados y dependemos del clima”, explica este ganadero a la AFP en uno de sus campos en Colonia Cosmopolita, 135 km al oeste de Montevideo.

    Marfurt tiene 73 años. Comenzó con un pequeño tambo, una explotación lechera que él y su hermano heredaron de sus padres. Tenían 30 vacas y una superficie chica. Hoy producen 4 000 cabezas de ganado por año, y entre campo propio y arrendado controlan 1 500 hectáreas en las que crían ganado de carne para faena.

    Marfurt cuenta que sus hijos y sobrinos se volcaron a trabajar en el emprendimiento. “ Acá es todo familiar ” , resume con una sonrisa orgullosa.

    Expectativa y realismo 

    El establecimiento de los Marfurt es de tamaño medio en el Mercosur, que se apresta a firmar un demorado TLC con la Unión Europea (UE) en el cual el apartado cárnico es de los más sensibles.

    El productor uruguayo ve la iniciativa con buenos ojos. Pero, acostumbrado a los golpes del mercado, es realista y no se hace ilusiones. Asegura que si el TLC no se firma, se podrá subsistir apostando a los mercados actuales y otros que eventualmente puedan abrirse.

    El TLC “sin duda va a repercutir porque va a exigir mejor calidad de carne. La diferencia la podemos hacer por la calidad”, estima.

    “Lo que nos falta es que nos bajen un poco los costos, cosa que a veces ellos (los productores europeos) tienen; tienen subsidios, entonces es más fácil para ellos que para nosotros”, dice Marfurt.

    El criador cree que en su caso el potencial de crecimiento es de un 30 a 40%. El acuerdo Mercosur-UE podría incidir, tal vez, en 10 puntos. Pero si no se firma, no habrá decepción.

    “Hay muchos mercados” para la carne, y si alguno se “tranca”, “hay cómo volcar el remanente en otros”, asegura.

    ‘Un comercio millonario’ 

    El Mercosur (Uruguay, Argentina, Brasil y Paraguay) y la UE negocian desde 1999. Los dos bloques intercambiaron ofertas y 90% del comercio bilateral quedaría liberado. Carne y etanol son los puntos críticos.

    La propuesta europea habilita el ingreso de 70.000 toneladas anuales de carne bovina con arancel cero del Mercosur, cuyos cuatro socios están entre los 10 mayores exportadores del producto en el planeta, según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos. El temor de los ganaderos europeos es que estos competidores golpeen su negocio.

    Brasil, segundo exportador mundial, exportó 1,2 millones de toneladas de carne bovina y derivados por 5.000 millones de dólares en 2017. Argentina produjo 2,85 millones de toneladas, pero el 90,4% fue para su mercado interno. Uruguay, de apenas 3,4 millones de habitantes, es el séptimo exportador de carne de res, con 307.000 toneladas, 72% de su producción, y USD 1 530 millones en 2017, seguido por Paraguay.

    El acuerdo y la ‘Big Mac’ 

    Productores y frigoríficos tienen una visión contundente: si la oferta cárnica de la UE no mejora, el TLC tiene poca razón de ser.

    “Es muy difícil luchar cuando uno ve a algunos políticos irlandeses y algunos políticos franceses que en aras de quedar bien y tratar de mantener o conquistar a esos productores (agropecuarios), dicen cosas que no se ajustan a la verdad” , señaló a la AFP Daniel Belerati, vicepresidente del Foro Mercosur de la Carne, un organismo formado por productores y frigoríficos que asesora a los gobiernos del bloque en las negociaciones con la UE.

    “La última oferta en materia de carne fue de 70.000 toneladas. Estamos hablando de algo que es el 0,1% de lo que son los dos bloques (en producción y consumo), y estamos hablando de sacarle los aranceles a eso. Es absolutamente ridículo decir que una producción puede ser cuestionada por el ingreso de 70.000 toneladas que hoy pagan 4,03 euros por kg y que pasen a pagar cero euro; que eso va a desbalancear un mercado de 500 millones de personas”, enfatizó.

    La oferta de la UE es de “138 gramos per cápita por año. Esa es la oferta. Para hablar con claridad, es lo mismo que comer una ‘Big Mac’”, y “eso es una tomadura de pelo. No se puede ofrecer una hamburguesa por año”.

    “Si la UE no mejora el tema de la carne y del etanol para Brasil este acuerdo está seriamente cuestionado”, remató.

    Los animales, bien alimentados, a campo y en corrales, resisten gracias a la sombra de los árboles y agua en abundancia. Foto: Archivo / LÍDERES
    Los animales, bien alimentados, a campo y en corrales, resisten gracias a la sombra de los árboles y agua en abundancia. Foto: Archivo / LÍDERES
  • Ecuador prohíbe ingreso de carne y ganado de Colombia por fiebre aftosa

    Agencia EFE

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    El Gobierno de Ecuador prohibió el ingreso de carne y animales vivos desde Colombia, como una medida de protección frente al brote de fiebre aftosa detectado por las autoridades del país vecino, informó  la Agencia Ecuatoriana de Aseguramiento de la Calidad del Agro (Agrocalidad).

    La medida entró en vigor el pasado 26 de junio, dos días después que Colombia notificara a la Organización Mundial de Salud Animal de un brote de fiebre aftosa en una hacienda ganadera del departamento de Arauca, en la frontera con Venezuela.

    Mediante un decreto, Agrocalidad prohibió el «ingreso temporal» de toda «mercancía pecuaria (animales vivos de todas las especies susceptibles, productos y subproductos de origen animal)» provenientes de Colombia y «que constituyan riesgo de transmisión del virus de fiebre aftosa».

    La medida se aplicará hasta que la Organización Mundial de Sanidad Animal «notifique que se han cerrado todos los eventos de fiebre aftosa y Colombia haya recuperado su estatus sanitario como libre de la enfermedad» con vacunación, señaló Agrocalidad en un comunicado.

    Ecuador, con base en el Acuerdo de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias de la Organización Mundial de Comercio, indicó que la restricción comercial temporal adoptada ha sido ya notificada al organismo internacional.

    Con esta acción, Agrocalidad dijo que busca reforzar «su nivel de protección» y salvaguardar el estatus sanitario que Ecuador ostenta desde 2015 como libre de fiebre aftosa con vacunación en su territorio continental y sin vacunación en las islas Galápagos, mil kilómetros al oeste, en el océano Pacífico

    Agrocalidad prohibió el "ingreso temporal" de toda "mercancía pecuaria (animales vivos de todas las especies susceptibles, productos y subproductos de origen animal)" provenientes de Colombia. Foto: Agrocalidad
    Agrocalidad prohibió el «ingreso temporal» de toda «mercancía pecuaria (animales vivos de todas las especies susceptibles, productos y subproductos de origen animal)» provenientes de Colombia. Foto: Agrocalidad
  • Dos hermanos que destacan en el negocio de la carne

    Sebastián Angulo

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    Los dos hermanos menores de la familia, Danilo y Andrés Pontón, no quisieron quedarse atrás en su familia que se ha dedicado a los negocios por décadas y decidieron emprender por su cuenta.

    La familia Pontón Romero es propietaria de la florícola Decoflor, ubicada en Lasso (Cotopaxi), que posee una finca de 150 hectáreas, de las cuales 75 sirven para el cultivo de flores.
    Por esta razón, Danilo y Andrés pensaron que el resto del terreno podría aprovecharse de mejor manera y decidieron apostar por la industria porcícola con el apoyo de su padre, Lizandro Pontón.

    Para iniciar con su proyecto invirtieron unos USD 42 000 de sus ahorros que destinaron a implementar la granja porcina.

    En principio, cuenta Danilo Pontón, el proyecto buscaba producir carne de cerdo para la comercialización a cadenas de restaurantes. Como parte de la logística de su negocio instalaron un centro de distribución en el sector de La Luz (norte de Quito) para llegar a sus clientes.

    No obstante, al centro que sería solo un punto de abastecimiento, llegaron vecinos del sector demandando carne de cerdo al por menor. Los dos socios accedieron a vender al menudeo al cliente final y, poco a poco, se convirtió en un modo de venta habitual.

    Pero los clientes ya no solo pedían carne de cerdo. También preguntaban por otro tipo de cárnicos como res y pollo.

    Danilo comenta que notaron que vender al por menor resultó más rentable. Otra de las ventajas de comercializar al consumidor final era que el pago lo recibían inmediatamente, mientras que las cadenas de restaurantes o franquicias se demoraban en abonar por sus pedidos hasta 20 días.

    “Nos dimos cuenta que el mismo volumen que nos pedían ellos se puede vender en el lapso de un día y cobrábamos ese momento”, asegura el emprendedor.

    Con esos resultados, los hermanos Pontón apostaron por instalar un local comercial que se dedique exclusivamente a la comercialización de cárnicos. Así, el 15 de febrero del año pasado abrió sus puertas El Sueco.

    El negocio buscó proveedores para distribuir más ítems. Por ejemplo, ganaderos de Santo Domingo de los Tsáchilas le entregan carne de res de la raza Angus. Lo propio Pollo Andino.
    Para abrir su primer local, Pontón cuenta que proveedores, gracias a su confianza, le vendieron a crédito insumos y herramientas de trabajo, como frigoríficos. “Abrimos el local casi sin dinero”, dice Pontón.

    La apuesta por la carnicería dio resultados y gracias a las ventas abrieron otro local el 15 de noviembre del año pasado, que está ubicado en el sector de la avenida Real Audiencia (norte de Quito).

    Pero ahora no solo comercializan cárnicos. El Sueco ha incrementado su portafolio de productos a embutidos, pescados y mariscos que les proveen productores de Manabí.
    Actualmente, entre los dos locales su facturación promedio mensual está entre USD 2 0 000 y 30 000. Mientras que las ventas a restaurantes ascienden a cerca de USD 10 000 al mes.

    El Parrillero Asador, que cuenta con dos locales en los centros comerciales El Recreo y Quicentro Sur, es cliente de El Sueco. Francisco Fonseca, su propietario, sostiene que la carne es de “excelente calidad”. Mientras Cristian Molina, propietario del restaurante Toribio, destaca el manejo de las carnes, los cortes y los costos de los productos.

    Danilo Pontón, uno de los propietarios de El Sueco, en su local ubicado en la avenida Real Audiencia, en el norte de Quito, que abrió sus puertas el 15 noviembre del año pasado. Foto: Paúl RIvas / LÍDERES
    Danilo Pontón, uno de los propietarios de El Sueco, en su local ubicado en la avenida Real Audiencia, en el norte de Quito, que abrió sus puertas el 15 noviembre del año pasado. Foto: Paúl RIvas / LÍDERES
  • La carne al carbón es la receta para sumar clientela

    Bolívar Velasco

    El término BBQ hace cinco años era poco común en los menús de la gastronomía de la Costa.
    Pero en el 2011, en el local Mr. Pincho, de la familia Morales Guillén, los comensales ya sabían sobre las costillas asadas en salsa, porque este establecimiento se encargó de popularizar ese plato en la ciudad de Santo Domingo.

    En las calles Abraham Calazacón y Río Toachi, donde funcionó el primer local de este establecimiento solo quedan recuerdos de la clientela que esperaba en las veredas para probar las costillas.

    El área de 25 metros cuadrados y las tres únicas mesas no eran suficientes para atender a más de 15 personas al día. Sin embargo, la gente no dejaba de ir y eso impulsó a los dueños de Mr. Pincho para darse a conocer como una marca que impone su propio estilo en asados al carbón. Con esta idea la familia Morales Guillén se mantuvo en ese sitio hasta el 2012.

    Al frente de la atención y la administración estaban cinco miembros de la familia, entre ellos Paulo Morales que para ese año había sido liquidado de una empresa de catering que daba servicios a una compañía petrolera, en el oriente ecuatoriano.

    Morales asumió las riendas de Mr. Pincho ese mismo año y lo primero que hizo fue invertir USD 800 que había ahorrado de su desvinculación laboral.

    Pensó en cambiarse de establecimiento y eso lo concretó en el 2013, cuando se mudaron a su actual espacio que tienen en la avenida Tsa’fiqui y Río Toachi.

    Allí poco a poco incrementaron mobiliario y herramientas de trabajo para la atención y la cocción.

    Actualmente cuentan con 15 mesas para clientes y el área del establecimiento ocupa 80 m2.
    Morales recuerda que cambiarse de local fue una decisión dura, porque los clientes que lo acompañaron en el antiguo sitio no se enteraron de la mudanza.

    La compensación vino con los nuevos comensales que poco a poco se familiarizaron con el concepto del menú único que Mr. Pincho impuso desde sus inicios.

    Paulo Morales se graduó en el 2015 como ingeniero en hotelería y turismo. Sus prácticas académicas que las realizó en negocios de parrilladas de Santo Domingo, sumado a los seis meses de experiencia que tuvo en el servicio de catering le ayudaron a definir un estilo de menú variado para su negocio.

    También a conseguir un equilibrio para el adobado de las carnes. Por ejemplo, se diseñó un estilo de hamburguesa al carbón preparada a la parrilla, es decir de una forma distinta a como se la elabora en una paila para frituras.

    De esa experiencia también salieron las hamburguesas al estilo americano, la hawaiana, la tijuana, y la manaba, que se diferencia de las otras por incorporar el queso manabita como su ingrediente estrella, explica Alexandra Guillén.

    Ella es madre de Paulo y por su experiencia de trabajo en McDonald’s, en Estados Unidos (en 1995), quiso que Mr. Pincho marque la diferencia.

    “No es una copia de esa marca. Lo que hice fue perfeccionarme porque yo hacía hamburguesa en la familia, mucho antes de tener el negocio”, aclara.

    Martha García, encargada del marketing y logística, señala que actualmente manejan un catálogo de 41 platos entre propios y corrientes, todos a base de carne de res, cerdo, pollo, bife de chorizo.

    Agrega que la estrategia para mantener a los clientes es la calidad y el buen sabor.
    Mr. Pincho también tiene una sucursal familiar en Lago Agrio.

    Martha García y Paulo Morales están al frente de la administración de Mr. Pincho en Santo Domingo, Morales pertenece a la nueva generación que asumió las riendas de la marca. Foto: Juan Carlos Pérez para LÍDERES
    Martha García y Paulo Morales están al frente de la administración de Mr. Pincho en Santo Domingo, Morales pertenece a la nueva generación que asumió las riendas de la marca. Foto: Juan Carlos Pérez para LÍDERES
  • China levanta parcialmente embargo sobre carne bovina estadounidense

    Agencia AFP

    China anunció el jueves 22 de septiembre del 2016 haber levantado parcialmente el embargo impuesto en 2003 sobre la carne de res estadounidense, adoptado tras la detección de un primer caso de encefalopatía espongiforme bovina (ESB) en Estados Unidos.

    La importación de productos estadounidenses de carne bovina, con o sin hueso, y procedentes de animales de menos de 30 meses, está nuevamente autorizada, según una decisión de la Administración China para el Control de Calidad, Inspección y Cuarentena, difundida en su sitio internet y aplicable de forma inmediata.

    El gigante asiático suspendió la mayoría de importaciones de este tipo de carne de Estados Unidos después de que se detectara un primer caso de enfermedad de las “ vacas locas ” en el Estado de Washington en diciembre de 2003.

    China es el mayor consumidor de cerdo del mundo y su demanda de productos bovinos se acelera a medida que su creciente clase media añade más carne a su dieta.

    El primer ministro chino, Li Keqiang, dejó entrever el martes ante un grupo de empresas en Nueva York que el embargo sería levantado rápidamente, al afirmar: “También reconocemos que Estados Unidos tiene una muy buena carne de res, ¿por qué negar a los clientes chinos esta opción?” , informó el Wall Street Journal.

    En Estados Unidos las autoridades se preocupan por los efectos de un ralentización mayor de la esperada en China y otras economías emergentes. Foto: EFE
    En Estados Unidos las autoridades se preocupan por los efectos de un ralentización mayor de la esperada en China y otras economías emergentes. Foto: EFE
  • Bolivia apuesta por la carne de llama, más nutritiva y sana

    Agencia AFP

    Germán Churqui, un criador de llamas en los Andes de Bolivia, anhela que esta carne pueda convertirse algún día en alternativa a la carne de vaca, que está en la mira a raíz de un reciente informe de la OMS que alerta sobre riesgos de cáncer.

    A 3 800 metros de altura en la región de Turco, en el departamento de Oruro, Churqui, junto a su esposa y sus cuatro hijos, crían unas 150 llamas en su granja. Este ganadero de 45 años que sigue con la actividad que empezaron sus abuelos, sabe que la carne de este auquénido de los Andes, primo lejano de los camellos, es baja en colesterol y rica en proteínas y que puede ser una gran alternativa a las carnes rojas.

    «La carne de llama es buena, entonces hay esperanzas que el precio va a subir. La carne de llama puede ser buena competidora», explica a la AFP , bajo el inclemente viento que azota las cumbres altiplánicas.

    El ministerio de Desarrollo Rural de Bolivia publicó en 2013 un informe en el que asegura que «la carne de llama muestra un alto contenido de proteína baja en grasa, influyendo en la formación de un bajo contenido o porcentaje de colesterol, asimilable para el cuerpo humano y con bajo porcentaje de ácido úrico«.

    Este puede ser el principal gancho para convertirse en una alternativa al consumo de otro tipo de carnes, sobre todo las procesadas, que según un reciente informe de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer de la Organización Mundial de la Salud (OMS) podrían ser cancerígenas.

    Bajo precio para el productor

    El matadero de Turco, un municipio de unos 5 200 habitantes en su mayoría dedicados a la cría de llamas en una economía de supervivencia, media docena de operarios faenan el animal. Los diestros empleados lo desollan en cuestión de minutos.

    Churqui vende el kilo de llama al mayoreo a 20 bolivianos, unos USD 3, al matadero de Turco, el punto de distribución a comercializadores. De cada ejemplar obtiene entre 800 y 1 000 bolivianos. «Eso nos sirve para vivir, solo criamos llamas», asegura. En el año llega a vender entre 20 y 40 cabezas.

    La carne de llama se transforma en “charqui” o carne deshidratada que en los mercados nacionales llega a valer 120 bolivianos el kilo, más de USD 17.

    El procedimiento es milenario, pues consiste en hacer secar la carne con sal al Sol durante días. Ahora, el proceso se ha sofisticado un poco y se empiezan a utilizar carpas solares.

    Bolivia cuenta con cerca de 2,8 millones de cabezas de llama, es decir el 60% de la producción de otros países andinos como Ecuador, Chile, Perú y Argentina.

    Tartar con carne de llama 

    En el populoso mercado al menudeo Las Américas, en Oruro, doña María acaba de comprar 16 kilos de carne por 336 bolivianos, unos USD 48. “Voy a preparar asado de llama al horno, tiene bastante nutriente, es más saludable que la carne de vaca”, asegura esta ama de casa.

    En La Paz, en el restaurante gourmet Gustu del exclusivo barrio de Calacoto, la chef danesa Kamilla Seidler prepara tartar, un plato de carne picada y cruda con alcaparras y condimentos. Acompañado con arroz y yuca o mandioca crujiente, el manjar se vende por 75 bolivianos, más de USD 10.

    “Antes se decía que era la carne de los pobres, pero ahora es la más cara del país”, señala la chef de 32 años, quien explica que su preparado “es un plato típico francés, que se hace generalmente con carne de vaca, pero aquí lo estamos haciendo con llama”.

    Demetrio Luna, técnico especialista del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras, cuenta a la AFP que el uso de la carne de llama data de tiempos preincaicos. Según él, “nuestros antepasados consumieron la carne de llama y la usaron como producto de intercambio, por trigo, cebada, maíz y coca”.

    No obstante, si el país quiere convertirse en exportador de carne de llama, debe mejorar la cadena productiva: “el manejo, la alimentación, la sanidad animal y el mejoramiento genético”, concluye José Luis Ríos, técnico de la Gobernación de Oruro.

    Bolivia destaca los beneficios a la salud que aporta el consumo de carne de llama, frente a la de vaca. Foto: AFP
    Bolivia destaca los beneficios a la salud que aporta el consumo de carne de llama, frente a la de vaca. Foto: AFP
  • Bolivia impulsa consumo de carne de llama ante advertencia de la OMS

    Agencia AFP

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    El Ministerio de Salud de Bolivia respaldó este martes el informe de la OMS sobre el riesgo del consumo excesivo de carnes rojas o procesadas y recomendó como opción la llama, un ancestral platillo indígena que ha dado el salto a las mesas de comida gourmet.

    En Bolivia,  tenemos carnes buenas como la llama con bajo porcentaje de grasa que beneficia, pero con moderación” , dijo Vicky Aguilar, jefa de la Unidad de Alimentación y Nutrición del Ministerio de Salud.

    La carne de llama, un camélido apreciado por su lana y que es usado como bestia de carga, cobró notoriedad en la alta cocina por su alto contenido proteico, pero sobre todo por su bajo contenido de grasa.

    Hace una década, la llama saltó a las mesas de hoteles 5 estrellas logrando un maridaje perfecto, por ejemplo, entre un carpaccio de llama, acompañado por quinua real (un cereal andino) rociado de queso parmesano italiano y coronado con pequeñas hojas de lechuga suiza.

    La gastronomía popular criolla andina había acogido sin embargo mucho antes a la carne de llama por sus características benéficas, en comparación a la carne vacuna, de pollo, cerdo u ovino.

    Sin embargo, “todo en exceso causa daños”, según Aguilar, entrevistada por medios locales.

    “Lamentablemente, tenemos hábitos alimenticios no adecuados. Bolivia tiene diferentes pisos ecológicos, donde la producción de verduras, frutas es realmente abundante, lo que sí nos está faltando a los consumidores es variar y saber alimentarnos”, agregó la experta.

    Por el momento, la advertencia de la OMS parece no haber tenido mucho impacto en el país, según José Luis Ramos, vocero de la Federación de Trabajadores en Carne (carniceros, matarifes) . “La venta hoy día es normal (pero) más deberíamos preocuparnos de los productos transgénicos” , dijo a radio Fides.

    Cada boliviano consume 17,7 kilos de carne roja al año y 25,8 kilos de pollo, según datos de marzo del Instituto Nacional de Estadística (INE) .

    Evo Morales
    El anuncio lo hizo el presidente de Bolivia, Evo Morales. Foto: Archivo EFE