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  • Empresas apoyan la carrera de 52 alumnos

    Giovanni Astudillo (i) 
    redacción@revistalideres.ec

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    En el Centro de Tecnología Industrial de la Universidad Politécnica Salesiana, en el sur de Cuenca, 26 personas estudian mecánica industrial y otras 26 aprenden electricidad con el apoyo de 12 empresas azuayas.

    Son parte del proyecto Alianza para la Formación Profesional, que impulsa el Gobierno alemán y que tiene el respaldo de las cámaras de Industrias y Comercio Ecuatoriano-Alemana y de Industrias, Producción y Empleo de Cuenca. Hoy iniciarán el segundo de los cinco semestres que deben cursar para lograr la certificación.

    La formación dual consiste en combinar la teoría y la práctica a través del modelo ‘aprender haciendo’. Es decir, sus lugares de aprendizaje son los centros de capacitación y las empresas.

    La intención es formar a profesionales que aprenderán lo que las industrias necesitan, señala la austriaca, Ingrid Portenkirchner, quien es representante de Formación Profesional de la Cámara alemana y asesora del Programa de Formación Dual.

    Roberto Maldonado, presidente del Grupo Colineal, coincide con ese criterio. Según él, apoyaron esta iniciativa apadrinando a cuatro estudiantes, porque tienen buena experiencia al trabajar con personal que estudió y practicó a la vez. “Esta formación es beneficiosa para todos, porque las industrias tienen personal calificado y la gente accede a un trabajo”.

    Colineal apoya este programa con otras empresas como Cartopel, Graiman, Fibroacero, Rialto, Plásticos Rival, Pasamanería Tosi, Cósmica, Induglob (Indurama), Continental Tire Andina, Inmeplast y Vías del Austro.

    Según Portenkirchner, este programa dual se aplica en el Ecuador desde hace más de 25 años con la formación de tecnólogos en administración trilingües, que se realiza entre el Colegio Alemán y la Cámara alemana.

    Y desde hace 10 años se aplica a nivel universitario con la Universidad de Cuenca y hay 150 egresados. En la actualidad, dice Portenkirchner, se implementan programas de formación técnica de acuerdo con las necesidades de las empresas ecuatorianas.

    El proyecto también se realizó en Quito, Guayaquil y Manta con el apoyo de 35 firmas. En esta última urbe se dictó mecánica y operación de máquinas envasadoras y cerradoras para el sector atunero. En Guayaquil, la especialización giró en torno a la industria plástica y en Quito, en el desarrollo de software. Son 77 alumnos.

    Portenkirchner señala que el éxito del programa se mide con la calidad de los profesionales en la ejecución de procesos. Además, tienen un indicador que mide cuántas empresas realizan una oferta de trabajo a los alumnos después de haberlos formado. “Los índices van entre el 80 y 90% en el Ecuador. En las negociaciones no siempre se concreta, pero eso depende de otros factores”.

    La experta austriaca capacitó en Cuenca a inicios de este mes a los tutores de las empresas para garantizar la formación práctica. Ellos, a más de tener el conocimiento técnico, necesitan herramientas pedagógicas y didácticas para llegar a los estudiantes.

    Este sistema dual se inició en Alemania y es el pilar de formación de la población para la industria, según Portenkirchner. “Más del 60% de los jóvenes pasan por la propuesta dual que ayuda a mantener la productividad y competitividad”. En Latinoamérica se aplica en México, Perú, Ecuador, Colombia, Chile, Argentina y Brasil, entre otros países.

    Para Nelson Jara, coordinador del programa en Cuenca por la Politécnica Salesiana, durante el primer semestre se logró que los 52 alumnos tengan una formación básica, conocimiento tecnológico y una destreza inicial en el manejo de máquinas y herramientas, instalaciones eléctricas… En este ciclo, ellos ya estuvieron durante dos semanas en las industrias.

    En el segundo semestre se ofertarán nueve asignaturas para mecánica y 10 para electricidad industrial. Entre otras, matemáticas, programación, seguridad industrial, ensamblado de equipos, montajes de redes eléctricas, inglés, programación, dibujo mecánico, fabricación de módulos.

    Al final del ciclo, en agosto próximo, se realizarán prácticas durante dos semanas con 80 horas de trabajo en total. Desde el tercer ciclo, los alumnos asistirán tres días a la semana a las industrias y dos a la universidad durante 12 o 14 semanas. Posteriormente, estarán a tiempo completo en las fábricas.

    Esa dinámica se mantendrá hasta el quinto semestre, que se cerrará con un examen final de certificación alemana y la presentación de un proyecto que será calificado por la universidad y que solucionará un problema puntual de las industrias que los apoyaron.

    Esa formación atrajo a la lojana Diana Cango, de 19 años, quien estudia electricidad y fue escogida por Induglob. Ella quiere aprender de forma práctica para tener un buen empleo.

    La lojana Diana Cango, de 19 años, y el azuayo Israel Marín, de 18, siguen electricidad en el Centro de Tecnología Industrial de la Politécnica Salesiana. Foto: Xavier Caivinagua /LÍDERES
    La lojana Diana Cango, de 19 años, y el azuayo Israel Marín, de 18, siguen electricidad en el Centro de Tecnología Industrial de la Politécnica Salesiana. Foto: Xavier Caivinagua /LÍDERES
  • El piloto tiene nueva oferta académica

    Pamela García G.

    Ser piloto comercial no es una carrera convencional, pero puede ser una de las mejores remuneradas en todo el mundo. Miles de jóvenes se sienten atraídos por esta profesión, que por su alta demanda, según un estudio de la aerolínea Emirates del 2014, impulsa a más bachilleres aplicar en esta carrera.

    Este factor influyó en la creación de la escuela de aviación West Pacific Flight Academy en el 2012. Este instituto ofrece la instrucción para pilotos privados, pilotos instrumentales, pilotos comerciales, pilotos multimotor y tripulantes de vuelo.

    Su inversión, como indica el gerente general de la firma, Édison Ayala, consistió en dos aviones Cessna 2 150 y una Cessna 172; así como un hangar en Tachina (provincia de Esmeraldas) y una base satélite en Quito, donde se realizan los cursos teóricos.

    Para impulsar a más jóvenes a integrarse en el mundo de la aviación, la escuela ha realizado seminarios y acercamientos con bachilleres y estudiantes de pregrado. Estas conferencias se han realizado en el Colegio Menor, Colegio Condamine, y en universidades como la San Francisco de Quito.

    Santiago Larreátegui, alumno de la academia, quiso ser piloto comercial desde un viaje a Galápagos donde tuvo la oportunidad de entrar a la cabina de la aeronave. “Hablé con mi familia y entré a Ícaro a los 16 años, para aprender a volar. Pero cambié de opción y ahora me encuentro cursando mi carrera para ser piloto comercial en la academia”, señala.

    Uno de los principales miedos que tienen los bachilleres, indica Ayala, es que se trate de una carrera costosa y de poca acogida.

    Luis Palacios, instructor de West Pacific, señala que antes de seguir esta carrera estudió en Latacunga ingeniería aeronáutica. Posteriormente, decidió abandonar la universidad para seguir su sueño. “Cada carrera tiene su nivel de complejidad. Hay que estudiar bastante. La aviación cambia y se debe investigar constantemente”, cuenta Palacios.

    En la actualidad, los requisitos para ser pilotos civiles son pocos. Se requiere de una edad mínima de 17 años y máxima de 65, ser bachiller, contar con el examen médico con el Cemac y obtener la licencia de alumno piloto de la Dirección General de Aviación Civil del Ecuador.
    No se necesita tener una vista 20/20. Solo si el aspirante sufre de daltonismo, ‘ojo vago’, epilepsia o problemas de columna, no puede ejercer la aviación.

    Hoy, las aerolíneas y empresas de transporte aéreo cuentan con una mayor demanda de pilotos. Por ejemplo, la compañía fabricante de aviones Boeing prevé una demanda mundial de 533 000 nuevos pilotos y 584 000 técnicos de mantenimiento debido a la expansión de sus flotas aéreas en los próximos 20 años.

    Édison Ayala (extrema izquierda) junto a los instructores y alumnos de la academia de vuelo. Foto: Pavel Calahorrano/ LÍDERES.
    Édison Ayala (extrema izquierda) junto a los instructores y alumnos de la academia de vuelo. Foto: Pavel Calahorrano/ LÍDERES.
  • Leslie Jarrín: Software y negocios son los dos códigos de su carrera

    Pedro Maldonado o.  (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    Leslie Jarrín es esta quiteña es la directora de ThoughtWorks en Ecuador. Tiene una brillante carrera de 20 años en el mundo de la tecnología y el emprendimiento.

    Participar en una reunión de trabajo mediante videoconferencia, vestir a tres niños pequeños y prepararles el desayuno, todo al mismo tiempo, es parte de la rutina de Leslie Jarrín. Esta ecuatoriana que se declara amante de la tecnología y esposa de un ‘geek’ tiene una carrera de 20 años en el mundo del software, específicamente en el software libre y la programación.

    También es una emprendedora que en la última década creó tres empresas. Soporte Libre, nDeveloper y Slongcorp son iniciativas que surgieron con el empuje de Jarrín y que hoy emplean a cerca de 60 personas. En su hoja de vida también consta su participación en los orígenes de Machángara Soft, un parque tecnológico con base en Quito, de donde han surgido decenas de emprendimientos tecnológicos.

    Desde hace dos años es la directora en Ecuador de ThoughtWorks, “una empresa de software y una comunidad de individuos apasionados por lo que hacen”, según se lee en las paredes de la oficina que Jarrín dirige en el norte de Quito. “Revolucionar el diseño, la creación y la entrega de software”, es la misión de esta organización horizontal que tiene operaciones en EE.UU., Inglaterra, Alemania, Brasil, Ecuador, Uganda, Sudáfrica, Singapur, China, India, Australia…

    Jarrín la define como una empresa moderna en la que la diversidad es un activo muy valorado. “La esencia de este trabajo son las personas y aquí se apoya a la diversidad en todo sentido”.
    Esta ejecutiva, madre y esposa tuvo su primer contacto con los sistemas informáticos a los 12 años. Su mamá la inscribió en un curso vacacional de programación en Basic. “No fue muy pensado, simplemente estuve en el curso un mes y terminé elaborando una base de datos con los teléfonos de mis tíos”, detalla con una honesta sonrisa en su rostro.

    En quinto curso de colegio tenía una tarea particular: ayudaba a su profesor de informática a formatear disquetes. Y para escoger su carrera universitaria siguió el consejo de un primo: “con los sistemas se aprende de todo, de contabilidad, de ventas, de retail…”.

    Jarrín estudió Ingeniería de Sistemas en la Universidad Católica de Quito. Fanática de las matemáticas y la física, no tuvo problemas para entender programación. Alfredo Calderón y Rafael Melgarejo, dos de sus exprofesores, la recuerdan como una alumna excelente, con muchos deseos de aprender y que tenía el don del liderazgo entre sus compañeros. “Ahora compartimos los mismos intereses por el software libre”, señala Calderón.

    Al hablar sobre su trayectoria profesional, Jarrín enfatiza en que siempre ha trabajado y peleado para que no exista diferencia de género en el mundo tecnológico. Ella asegura que aún existen muchos mitos y trabas sobre el papel de las mujeres en el mundo laboral y está convencida de que su posición en este tema la ayudó a ser seleccionada como Managing Director de ThoughtWorks en Ecuador. En las oficinas de la empresa trabajan en la actualidad cerca de 50 personas. El 40% son mujeres y el 60%, hombres.

    Michelle Arévalo-Carpenter, del laboratorio de emprendimiento Impacto Quito, la conoció hace dos años, en la presentación de ThoughtWorks . “Al escucharla, me di cuenta que estaba ante una mujer que se gana el respeto de los demás, por sus conocimientos y por su humildad”.
    Según Arévalo-Carpenter, Jarrín es muy generosa al compartir su tiempo para trabajar y asesorar a los emprendedores de Impacto Quito. “Siempre está cuando se la necesita. Sabe levantar los ánimos y muestra cómo salir adelante. Es una mujer con curiosidad, liderazgo y de mente abierta”.

    Para Jarrín compartir el conocimiento es parte del día a día. En sus tiempos libres en la noche, luego de leer de todo, le gusta recordar lo que ocurrió en sus jornadas de trabajo y escribir al respecto. Estos días se alista para ser, el 24 de julio, una de las conferencistas del TedxPeñas, en Guayaquil.

    Una de las responsables de este encuentro, en el que se comparten conocimientos en distintos campos, es Mariuxi Villacrés. Ella la conoció a inicios de este año y recuerda que Jarrín tiene un mensaje y una trayectoria de mucho valor. “Ella siempre destaca la importancia de la disciplina y el autocontrol en los nuevos espacios de trabajo que se caracterizan por la creatividad y la flexibilidad”.

    Ese carácter disciplinado es la cualidad que destaca Rafael Bonifaz, presidente de la Asociación de Software Libre del Ecuador. “Las principales fortalezas de Leslie son su profesionalismo, tener objetivos claros, y el entendimiento del software libre y su forma de hacer negocio”.

    En esta fotografía aparece en ThoughtWorks India donde funciona ThoughtWorks University. Jarrín aparece acompañada de  los capacitadores que tiene  la empresa en la India. Fotos: Pavel Calahorrano / LÍDERES y archivo de Leslie Jarrín
    En esta fotografía aparece en ThoughtWorks India donde funciona ThoughtWorks University. Jarrín aparece acompañada de los capacitadores que tiene la empresa en la India. Fotos: Pavel Calahorrano / LÍDERES y archivo de Leslie Jarrín
  • Víctor Grijalva: Una carrera en la élite del sector petrolero

    Pedro Maldonado O.

    ‘Empecé por los cargos bajos y fui subiendo poco a poco”. El guayaquileño Víctor Grijalva llegó tan alto en su carrera profesional que ocupó la Vicepresidencia de Schlumberger, la multinacional de servicios petroleros que ocupa a cerca de 128 000 empleados.

    En total se desempeñó durante 38 años en la firma. Su primer cargo fue en Houston, EE.UU., en el área de diseño de la compañía de origen francés. Grijalva dividía su tiempo entre una maestría en la Universidad de Pennsylvania y su trabajo en General Electric. “Un día leí un anuncio en el periódico en el que Schlumberger buscaba un ingeniero eléctrico. Apliqué y me contrataron”.

    Casado y con 25 años de edad, se mudó a la capital de Texas y empezó una carrera en la que recorrió el mundo y que lo llevó, con dedicación y sacrificio, a la élite de la industria petrolera global.

    Una vez instalado en Houston, Grijalva se empapó de la actividad de la compañía. La tarea le resultó, en cierto modo, sencilla. Sus padres tenían en Venezuela una empresa vinculada con el mundo del petróleo y este ecuatoriano conocía de cerca lo que hacía Schlumberger.

    En su trayectoria en la compañía de servicios petroleros, Grijalva ocupó altas posiciones en Argentina, Francia, Venezuela, Singapur, Grecia, Emiratos Árabes Unidos y EE.UU., según un artículo de Bloomberg Businesswek.

    También se desempeñó en el directorio del American Petroleum Institute, así como en las cúpulas del Instituto de Ingenieros eléctricos y en la Sociedad de Ingenieros Petroleros, todas estas entidades con sede en EE.UU.

    Otra publicación económica que habla de la carrera de este aficionado al esquí es Forbes. Esta revista especializada lo describe como un ingeniero con significativa experiencia en el sector de servicios petroleros, incluyendo el área de perforación.

    “Esta experiencia en el sector empresarial de la compañía combinada con la experiencia internacional ofrece a la Junta directiva una experiencia valiosa que beneficia a su proceso de toma de decisiones”, añade Forbes.

    René Ortiz, exsecretario general de la OPEP, destaca su trayectoria. “Es un ecuatoriano notable que brilla por sus cualidades profesionales a escala mundial”. Ortiz añade que Grijalva (nacido en 1939) supo escalar posiciones en el sector petrolero hasta ocupar la posición que ningún  ecuatoriano ha logrado. “Culminó su carrera profesional ocupando el cargo más alto y en una de las compañías más importantes de servicios petroleros. Conoció todas las facetas de la firma; se desempeñó en varios países del mundo; y demostró altísima calificación profesional. Además, tiene un olfato empresarial que le permite proyectarse no solo con lo que ocurre en EE.UU. En el tema petrolero, él mira y analiza todo el mundo”.

    Otra voz del sector petrolero que resalta los logros de este ecuatoriano es Carlos E. Pérez, gerente de Halliburton Ecuador. Él admite que no lo conoce personalmente, pero indica que sabe de su trayectoria. “Lo alcanzado por Víctor Grijalva es con base en la capacidad y dedicación en el trabajo”.

    Schlumberger, añade Pérez, valora la capacidad de los individuos y si Grijalva llegó tan lejos es por su talento. “Destacó en una empresa líder y que se codea con la élite del sector petrolero”.

    Grijalva aconseja a otros ejecutivos: no hay que preocuparse sobre hasta dónde llegar sino hacer el mejor trabajo. “Una fórmula que me dio resultado fue siempre dar un poco más para ser reconocido. La clave está en ver qué se necesita en la compañía y mantener una visión a corto y a largo plazo”.

    SU VIDA

    En Quito. Estudió la escuela en la Academia Militar Ecuador y en el colegio La Salle. Nació en Guayaquil, pero se mudó con su familia a la capital.

    En EE.UU. Estudió Ingeniería Eléctrica en Carnegie Mellon University. Luego hizo una maestría en la Universidad de Pennsylvania.

    Gestión. En la firma de servicios petroleros Schlumberger colaboró 38 años y se retiró hace 12.

    La frase. Mi consejo es no preocuparse sobre hasta dónde llegar sino esforzarse, hacer el mejor trabajo para ser reconocido”.

  • En la producción para la TV desarrolla su carrera

    Redacción Cuenca

    Emprendedor, abierto y extrovertido, es la descripción que recibe Jonathan Herrera, por parte de su socio Mario Becerra. Por esas características, invitó a este joven de 23 años a ser parte de la productora publicitaria Grafo.

    Herrera cursa el octavo semestre de Comunicación Social en la Universidad del Azuay y está decidido a enfocar su vida profesional en la producción de TV.

    Esta empresa, además de realizar animaciones y comerciales, produce el programa Navegador, que trata sobre tecnología y se transmite en el canal Unsión TV (Cuenca).

    Becerra destaca las cualidades de su socio: presenta el programa, consigue la información, edita los textos, se encarga de la iluminación, entre otras funciones.

    Herrera no tenía este protagonismo en esa empresa cuando se integró a la firma (2008). Comenzó en la productora Grafo como ayudante y paulatinamente obtuvo más responsabilidades.

    En el 2009, sin inversión de por medio, Becerra lo invitó a que se asociaran por su habilidad para las RR.PP. Aunque la empresa realiza inversiones anuales de USD 5 000 (promedio), para renovar tecnología y equipos (cámaras, computadoras).

    El programa Navegador que se transmite de lunes a viernes -entre 17:30 a 18:30-, genera unos USD 2 000 al mes. No obstante, lo que más valora Herrera es el aprendizaje para su carrera.

    En los cuatro años que ha trabajado aprendió sobre marketing, producción, ventas, reconocer el talento a través de ‘castings’, etc.

    La ex relacionadora pública de la Universidad del Azuay, Carolina Ávila resalta las cualidades del estudiante. Su argumento es que él, desde el inicio de su carrera, ha demostrado su afinidad con el emprendimiento y la Comunicación. “Es excelente en los proyectos que emprende y se merece el crecimiento que está teniendo en el ámbito profesional”.

    Herrera combina la actividad estudiantil con la promoción de su programa. Dedica, por lo menos, dos horas al día a investigar en Internet sobre las nuevas tendencias tecnológicas. Lo hace para enseñar a los televidentes sobre las marcas y dispositivos que dominan el mercado.

    Daniela Crespo, de 23 años, es una de las televidentes de este programa y reconoce que la transmisión es útil, porque en ese espacio se ofrecen ‘tips’ para hacer una buena compra tecnológica.

    Becerra, quien también trabajó en Unsión TV, opina que Navegador es un programa innovador y enfocado a un público objetivo entre 14 y 30 años. “Son los más interesados en adquirir tecnología”.

  • USGP: Odontología y jurisprudencia, las carreras con más acogida

    En la Universidad San Gregorio de Portoviejo (USGP), las carreras de Odontología y Jurisprudencia son las que tienen la mayor población estudiantil. Entre ambas suman 1 600 educandos. Según el director general de Desarrollo Institucional de la USGP, Jaime Alarcón, más de la mitad de los estudiantes se inclinan por estas opciones académicas, siendo Odontología la carrera que registra el mayor crecimiento.

    En la USGP existen tres clínicas para la práctica de los estudiantes, que ofertan un total de 60 sitios de atención odontológica, con equipos de tecnología de punta para atender a pacientes que llegan desde Portoviejo, Santa Ana, Rocafuerte, Manta, Montecristi, Chone y otras localidades de la provincia.

    También cuenta con una sala de rayos X y un quirófano, en donde está abierta la opción de desarrollar cirugías.

    La rectora de la USGP, Ximena Guillén, quien además es docente en Odontología, explica que esta carrera genera una actitud muy humanista. «La interrelación entre los estudiantes y pacientes es muy importante; en muchos casos, personas de escasos recursos económicos llegan por atención. Eso sensibiliza al futuro odontólogo».

    Carmen Ávila cursa el octavo semestre de Odontología. «Paso aquí hasta 12 horas al día: llego a las 07:00 y me retiro a casa a las 19:00. Hay que almorzar en la universidad o traer alimentos preparados. Esta es una carrera de mucha responsabilidad, sabemos que hay que prepararse bien, los equipos que existen aquí de tecnología moderna nos motivan cuando hacemos las prácticas». Para ella, el contacto con los pacientes es fundamental. «Estudiamos para servir a la colectividad, por eso lo hacemos con mucho rigor y responsabilidad pues la salud bucal es muy importante».

    Los estudiantes de Arquitectura en cambio orientan su trabajo hacia las comunidades de Portoviejo y Manabí; y elaboran proyectos para los municipios locales. Sus trabajos incluyen iniciativas de medioambiente, el mejoramiento del ornato y proyectos tendientes a solucionar problemas, como la movilidad.

    Para Alarcón este tipo de nexos entre los educandos y la sociedad manabita son fundamentales. Asegura que cada uno de los alumnos pone en escena los conocimientos que van adquiriendo en las aulas. «Son buenos trabajos; ahora tenemos un vínculo muy importante con los gobiernos municipales. Eso les permite crecer mientras se forman, todos sacamos ganancias de estas sociedades».

    El Arquitectura hay 300 estudiantes y el resto estudia Finanzas, Diseño Gráfico, Auditoría, Marketing, Periodismo, Comercio Exterior, Gestión Empresarial, Artes Escénicas, entre otras carreras.

    Casa adentro, los estudiantes de Comunicación realizan sus prácticas en el manejo de la imagen de la entidad.