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  • Casa construida con plástico reciclado

    Redacción Cuenca (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    Hace una semana se inauguró una estructura del proyecto Vivienda Sustentable, que impulsa la Universidad Católica de Cuenca. Este inmueble, que tiene 32 metros cuadrados (m²), fue edificado con 1 200 bloques elaborados con plástico reciclado.

    Según el director del proyecto, Diego Morales, esta iniciativa empezó hace dos años y tiene dos objetivos principales. El primero es dotar de viviendas de interés social a los recicladores y el segundo reducir el impacto ambiental que genera el plástico y, por ende, alargar la vida útil del Relleno Sanitario de Cuenca.

    La etapa inicial se dedicó a los diseños y construcción de la máquina de extrusión de materia prima y la realización de las pruebas de resistencia en el laboratorio de la Universidad Católica.
    Este año comenzó la construcción de los bloques, que sirven para edificar bajo el mismo sistema de las piezas de lego. Es decir, se van enlazando entre sí.

    Morales, quien es docente e investigador de la Católica, dice que esta edificación evitó que 1,5 toneladas de plástico vayan al relleno sanitario, ríos y quebradas del cantón. “No usamos las botellas plásticas, sino las variedades con polietileno y polipropileno que, básicamente, son fundas, tinas, baldes, mesas y sillas o envases de aceite de automotor”.

    Para obtener esta materia se creó el denominado Trueque Ambiental. Morales explica que hace un mes pusieron en operación la máquina PichayBot para reciclar botellas. Estas son entregadas a los recicladores a cambio del polietileno y polipropileno. Antes de eso se realizó una masiva campaña de reciclaje con los alumnos de este centro de estudios.

    El proceso, explica Morales, consiste en triturar y lavar este tipo de plástico, luego pasa a la máquina y llega a un punto en que se derrite. Posteriormente, va al moldeado y hay diferentes alternativas de extrusión, dependiendo del requerimiento. Finalmente, va al enfriamiento y al armado.

    En el proyecto intervinieron 25 estudiantes de pregrado y posgrado de las carreras de Ingeniería Eléctrica, Arquitectura y Ambiental, y de la Maestría de Energías Renovables de la Católica de Cuenca y de Diseño y Arquitectura de la Universidad de Cuenca. Además, tres instituciones de educación superior, ocho empresas y los gobiernos parroquiales de Baños y El Valle.

    Según Morales, hay dos tipos de bloques y forman parte del cuarto prototipo que se verificó. “Tienen una resistencia cinco veces mayor al ladrillo convencional”.

    El primer bloque tiene 40 centímetros de largo, por 9 de ancho y 12 alto. El segundo 20 cm de longitud y el resto de dimensiones son las mismas del otro. Para el techo se usaron yute y caña guadúa; para las puertas y ventanas se puede emplear aluminio y para el suelo, piso flotante. “Hicimos pruebas de resistencia al agua y al fuego. El último en derretirse fue este tipo de plástico, al compararlo con otros materiales convencionales”.

    Las características
    El valor agregado. La vivienda tiene sistemas de recolección de aguas lluvia y automatización a través de la App Telegram. Además, está dotada de energías renovables.

    Máquina y costos.Tiene la capacidad de procesar una tonelada de plástico al mes. La casa vale un 30% menos que una estructura convencional.

    Otro aporte. Hicieron mesas y sillas de plástico reciclado para las parroquias de Baños y El Valle. Esta semana habrá mingas para que los habitantes donen plástico para procesar; y las parroquias, mesas y sillas.

    La estructura tiene un solo nivel y un solo ambiente. Está en el campus de Posgrados de la Universidad Católica de Cuenca. Se puede tinturar el bloque, según el gusto. Foto: Cortesía Diego Morales y Municipio de Cuenca
    La estructura tiene un solo nivel y un solo ambiente. Está en el campus de Posgrados de la Universidad Católica de Cuenca. Se puede tinturar el bloque, según el gusto. Foto: Cortesía Diego Morales y Municipio de Cuenca
  • Un 50% de los teletrabajadores tiene emociones positivas hacia el trabajo en casa

    Carolina Enriquez

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    El 50% de las personas que teletrabajó en Ecuador durante la emergencia sanitaria registró emociones positivas.

    Así lo afirma el Estudio de teletrabajo y emociones durante la pandemia en Ecuador, elaborado por las empresas latinoamericanas Brinca, Estay y Krino, de agosto de 2020. Se hicieron 974 encuestas vía Internet, con cobertura a 550 empresas (grandes, medianas y pequeñas) de 20 sectores.

    Entre las emociones positivas están alegría, confianza, sorpresa y anticipación para terminar las tareas.

    Un 23% de los encuestados registró emociones neutras; mientras que un 27% negativas hacia el teletrabajo. En este último caso se encuentran ira, miedo, tristeza y aversión.

    El 70% de los encuestados señaló que el teletrabajo le ha permitido conciliar la vida personal con la laboral. Sin embargo, existe un impacto, principalmente en las mujeres, debido a que deben combinar todas las actividades con los quehaceres del hogar.

    El 69% pudo teletrabajar los cinco días hábiles de la semana. El 63% indicó que esta metodología se aplicó para todos los empleados; para quienes la han usado ha significado un cambio en el ritmo y los procesos de las actividades laborales.

    Uno de los principales problemas del teletrabajar ha estado relacionado con los espacios del hogar en el que se lo hace. Si bien una buena parte de las personas ha desarrollado sus actividades en escritorios, otro número importante lo ha hecho en la mesa de la sala o del comedor.

    Esto último representa un impacto para su salud física, ya que no hay condiciones ergonómicas.

    Apenas dos de cada cinco indicaron que se sienten cómodos a la hora de teletrabajar.

    Otros problemas que se han registrado están vinculados con una mala conexión de Internet y las exigencias del hogar mientras se realizan las actividades laborales.

    Aunque la mayoría de gente asegura que se siente cansada, también dice que el teletrabajo le permite “ser”. Para el 92%, el teletrabajo ha sido una forma para contribuir a sacar adelante a la economía del país.

    Imagen referencial. Un 23% de los encuestados registró emociones neutras; mientras que un 27% negativas hacia el teletrabajo. Foto: LÍDERES
    Imagen referencial. Un 23% de los encuestados registró emociones neutras; mientras que un 27% negativas hacia el teletrabajo. Foto: LÍDERES
  • Aplicaciones para mantenerse en forma en casa

    Ana Cristina Alvarado

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    No poder salir de casa no justifica dejar de ejercitarse. Existen aplicaciones gratuitas y otras que requieren de pago para acceder a miles de rutinas para mantenerse en actividad. Las mejor posicionadas ofrecen variedad, experiencia real de clase, personalización, entre otros.
    Aaptive, Fitbit Coach, Daily Burn, The Be.come Project y Asana Rebel son algunas de las que tienen mejores calificaciones.

    La primera se destaca por proponer entrenamientos exclusivamente a través de audio, a diferencia de la mayoría de aplicaciones, que lo hacen con videos.

    Fitbit, por otro lado, cuenta con un panel que registra la actividad diaria, enfocada no solo en el ejercicio, sino también en el bienestar general del usuario. Mientras tanto, Daily Burn, crea un cronograma de videos y planes nutricionales personalizados.

    The Be.come Project se basa en emitir mensajes positivos. Su lema es: “Nos ejercitamos porque amamos nuestros cuerpos, no porque los odiamos”. Por último, Asana Rebel es una aplicación de ‘fitness’ inspirado en el yoga. Cuenta con cuatro temas: quemar grasa, fuerza y flexibilidad, balance y respiración y relajación.

    Es posible  acceder a miles de clases de diferentes tipos de ejercicios a través del ‘smartphone’.
    Es posible acceder a miles de clases de diferentes tipos de ejercicios a través del ‘smartphone’.
  • Cine en casa con la última tecnología en sonido

    Daniela Cevallos (I)
    redaccion@revistalideres.ec

    Los teatros o cines en casa evolucionaron y ahora se componen de dos piezas: una televisión de alta definición y las ‘sound Bar’ con sistema de sonido envolvente y mayor potencia.

    Por lo general, los teatro en casa incluyen una pantalla de televisión de hasta 65 pulgadas, barras de sonido y Blu-ray, pero esta última tecnología poco a poco queda de lado debido al auge de las películas y series por ‘streaming’.

    Por ello, para quienes buscan la experiencia del cine en la comodidad del hogar las barras de sonido o ‘sound Bar’ son clave.

    Bose, JBL, Sony y Samsung son las principales marcas que lideran el mercado. Si se busca mayor potencia y diferenciación en los efectos de sonido, Sony ofrece una barra con siete canales de audio. Cada uno diseñado para emitir distintos efectos. Se conecta a través de HDMI, wifi, USB y Bluetooth e incluye el subwoofer o bajo para lograr un sonido más profundo y potente. Además, tiene tecnología Dolby Atmos, una característica que permite el efecto envolvente.

    Por su parte, Bose tiene una ‘sound bar’ que además de ofrecer la última tecnología en sonido brinda un aporte estético diferenciado con una cubierta de cristal templado y rejilla de metal envolvente. También es inalámbrica e incluye control remoto.

    La televisión es otro detalle para completar la experiencia. LG por ejemplo, tiene un diseño con tecnología OLED, con una pantalla ultradelgada y flexible. Es ideal para un estilo minimalista.

    Cine en casa

    La Bose Soundbar 700  cuenta con tecnología QuietPort para disminuir el ruido y escuchar graves sin distorsión. El costo aproximado es de USD 1 230.

    El modelo HT-ST5000  de Sony tiene siete canales de sonido. En una sola pieza combina woofer y tweeter para un audio alineado en cualquier frecuencia.

    Los subwoofer o módulos de graves son inalámbricos, están diseñados para aportar profundidad y lograr efectos cinematográficos. Son complemento de las barras.

    La barra de sonido JBL 2.1incluye el subwoofer y el control remoto. Cuenta con su tecnología SoundShift que permite intercambiar entre el sonido de la TV y el celular.

    Las ‘sound Bar’ cada vez son más sofisticadas
    Las ‘sound Bar’ cada vez son más sofisticadas
  • La especialidad de casa, el borrego asado

    Modesto Moreta (F) 
    Contenido intercultural

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    Borrego asado, cuy y conejo al carbón, trucha y tilapia asada, al vapor o ahumada son parte de las opciones que ofrece a sus clientes en el Paradero Chaupi Uchu (interludio de una celebración o intermedio de ají).

    El emprendimiento familiar ubicado en el kilómetro 18 de la vía Ambato-Guaranda, está en la parroquia indígena Pilahuín.

    Este emprendimiento, donde se respira un ambiente de tranquilidad en medio de la naturaleza, abrió puertas en diciembre del 2016. Daniel y María Pandy, y Geovanny Maliza decidieron unirse en una sociedad para crear este restaurante construido con ladrillo visto y grandes ventanales. Está adornado con cuadros de aves.

    La idea del proyecto es fomentar el turismo local y nacional en esta zona del cantón Ambato. La inversión inicial fue de USD 150 000: el 50% de los recursos fue de ahorros familiares y el resto lo consiguieron a través de un crédito en la cooperativa de ahorro y crédito Mushuc Runa.

    Con los recursos adquirieron el terreno, levantaron la construcción y equiparon el restaurante y la cocina con acero inoxidable. Al momento cuatro personas trabajan en la preparación de los alimentos. Maliza viste un pantalón y camisa blanca y un poncho rojo que identifica a su pueblo Chibuleo. Él ofrece la gastronomía indígena a los turistas que recorren esta ruta que tiene importantes parajes como los nevados Chimborazo y Carihuairazo.

    También iniciaron su proyecto de turismo comunitario que involucraría recorridos por la iglesia central del pueblo que es de piedra tallada y declarada como patrimonio nacional. También ofrecen la convivencia con las familias para que conozcan las tradiciones y costumbres para difundir las artesanías, la música, las celebraciones ancestrales como el Paukar Raymi, Inti Ramy y otros festejos.

    Maliza cuenta que están a punto de abrir las cabañas para el alojamiento de los visitantes y un sendero ecológico denominado Paraíso Andino en la comunidad Pucará Grande.

    Cuenta que en los primeros días que abrió el negocio ofrecían almuerzos y posteriormente los platos típicos. Dentro de su menú hay más de 10 platos y bebidas como la chicha de maíz, el borrego asado, truchas, caldo de gallina… Sus principales proveedores del cuy y los conejos son los vecinos del sector.

    “La idea es que todos se benefician económicamente con la venta de las legumbres, hortalizas, los cuyes, los conejos, las truchas y las gallinas de campo”, dice Maliza.

    En sus inicios las ventas no superaban los USD 100 semanales, pero en la actualidad facturan USD 300. La lista de comensales crece especialmente los fines de semana. Maliza cuenta que la especialidad de la casa es el borrego asado, el plato cuesta USD 6. También el cuy o conejo con papas y zarza de maní que cuesta entre USD 5 y 6 respectivamente.

    Hay trucha y tilapia asada, hornada, frita y al vapor acompañado con papas fritas y ají rocoto. También se ofrecen desayunos y almuerzos. Que cuestan USD 2,50.

    El mes pasado realizaron una nueva inversión de USD 10 000 para equipar y concluir la construcción de las dos cabañas para 15 personas. “Nuestra meta es presentar una nueva alternativa en turismo aprovechando los recursos y la belleza de la naturaleza que rodea a este comunidad que se levanta en las faldas del nevado Carihuairazo”.

    Uno de sus socios es María Pandi. La matrona se encarga de la preparación de los platos fuertes y en atender las recepciones como matrimonios, cumpleaños y cualquier evento que pueden acoger en los 260 metros cuadrados de construcción con grandes ventanales. Maliza dice que esos son los cuadros vivos donde el turista puede mirar el paisaje.

    Uno de sus clientes es Lorena Vargas. La comensal dice que la sazón de Chaupi Uchu es buena, especialmente en sus platos típicos. Por eso frecuenta con su familia este paradero localizado en la vía a Guaranda.

    Datos
    Este negocio  se fundó en diciembre del 2016. Es un negocio familiar y está integrado por tres socios. Al menos compran y venden 100 cuyes asados mensuales. Toda la materia prima es adquirida a las familias del sector.

    Los turistas  también pueden tomarse fotografías en las áreas verdes con las alpacas que caminan libres en la zona. También conocer cómo se asan en el horno a leña los cuyes y los conejos.

    Los clientes  vienen de Quito, Ambato, Latacunga, Guaranda, Babahoyo. Los fines de semana llegan de todo el país y también de Estados Unidos, Alemania, Francia…

    Geovanny Maliza es el gerente de l Paradero Chaupi Uchu que abrió sus puertas en diciembre del 2016. Foto: Modesto Moreta / LÍDERES
    Geovanny Maliza es el gerente de l Paradero Chaupi Uchu que abrió sus puertas en diciembre del 2016. Foto: Modesto Moreta / LÍDERES
  • CFN presenta créditos para el sector de la construcción

    Carolina Enriquez

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    El presidente Lenín Moreno presentó este viernes, 16 de marzo del 2018, un grupo de productos financieros para el sector de la construcción, a cargo de la Corporación Financiera Nacional (CFN).

    Se trata de préstamos blandos dentro del segmento, ya existente, de CFN Construye. Los beneficios incluyen tasas de interés desde el 5,5%, el plazo de hasta cinco años y períodos de gracia de hasta 24 meses.

    Una de los productos es CFN Casa para todos, a través del cual se busca apoyar a los promotores inmobiliarios que se unan al programa de viviendas que impulsa el Gobierno, en el marco del plan Toda una vida. Los constructores recibirán créditos con el 5,5% de interés anual. Los planes habitacionales deberán estar previamente calificados por el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi).

    Para los pequeños y medianos constructores, por otro lado, está el segmento llamado CFN Construye ¡Ya!. Los constructores podrán edificar viviendas sin rango de precio. El monto máximo de esta línea de crédito es de USD 2 millones (por sujeto de crédito), con una tasa de del 7%.

    Otro producto es CFN Crédito directo capital de trabajo para la construcción. Se trata de una oferta financiera dirigida a grandes constructores, que quieran edificar urbanizaciones, oficinas o locales comerciales, sin límite en el precio de venta del inmueble. La línea de crédito tiene un plazo de cinco años, con una tasa interés que va desde el 7,5% y 24 meses de periodo de gracia.

    CFN Construye es un producto “emblemático de la entidad, que ha tenido una gran aceptación entre los constructores, muestra de aquello es que desde su lanzamiento, en el 2015, se han aprobado más de USD 110 millones, con el propósito de fomentar la construcción de proyectos habitacionales con viviendas de interés social y prioritario en zonas urbanas y/o urbano marginales”, indicó la entidad.

    CFN destinará en los próximos tres años USD 450 millones para impulsar estos cuatro productos financieros. Hasta el 2021, se tiene planificado que con las líneas de crédito de CFN se edifiquen 9 500 inmuebles en el programa Casa para Todos y 5 000 viviendas de interés público, es decir, 14 500 soluciones habitacionales, generando aproximadamente 5100 empleos (directos e indirectos) en diferentes puntos del país.

    El presidente Moreno dio a conocer que "en los próximos tres años, la CFN destinará USD 450 millones para la construcción de viviendas dentro del programa Casa para Todos”. Foto: Twitter Presidencia
    El presidente Moreno dio a conocer que «en los próximos tres años, la CFN destinará USD 450 millones para la construcción de viviendas dentro del programa Casa para Todos”. Foto: Twitter Presidencia
  • Casa Mindala se suma al turismo cultural

    José Luis Rosales

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    La Casa Mindala busca convertirse en un sitio de visita casi ineludible para turistas nacionales y extranjeros que arriban a la comuna de Peguche, en Otavalo, provincia de Imbabura.

    En este taller de arte indígena, que abrió sus puertas en el 2005, resalta la historia y tradiciones de los pueblos originarios del país, especialmente de la región.

    La idea de abrir este sitio, como un atractivo más de este poblado famoso por sus hábiles artesanos y músicos, surgió luego de que Elena Cotacachi retornó al país. La dama kichwa Otavalo vivió cinco años en España. Con los ahorros de su trabajo buscó emprender en una iniciativa productiva.

    Junto a su hermano César, comunicador ambiental y fotógrafo profesional, se propusieron levantar Mindala. El nombre es en honor a los comerciantes especializados de la época prehispánica.

    Cuando aún era universitario, César empezó a guiar a grupos de chicos que arribaban al país por intercambios estudiantiles. En las parcialidades indígenas de Carabuela, Peguche y Agato, conoció varios talleres artesanales que eran de interés de los visitantes. “Las comunidades tienen otra historia fruto de la tradición oral”.

    Sin embargo, ninguno reunía todas las condiciones necesarias para recibir y brindar una estadía satisfactoria a los turistas.

    Por eso, en el 2003, empezaron a levantar la casona de 400 m2, en la que resalta la arquitectura tradicional con el empleo de adobe, madera y techo de teja. El predio, de propiedad de la familia Cotacachi Velásquez, abarca 2 000 m2.

    En la edificación del inmueble invirtieron USD 60 000. Mientras que, en otras áreas como una sala de forma circular, destinada para la pachamanka, una técnica de cocción ancestral, y un sitio para hospedaje USD 20 000 más.

    En el amplio salón se exhibe la riqueza cultural de los kichwas. La sala está distribuida por temáticas. En una de ellas se muestra el proceso de elaboración de textiles de calidad. Rafael, padre de Elena y César, siempre está listo para poner el telar de cintura, que aún subsiste en la zona, en marcha.

    El emprendimiento familiar no cuenta con colaboradores externos. Por eso, todos sus integrantes aportan con sus conocimientos. Mientras Elena muestra el bordado a mano, César se encarga de los instrumentos musicales, de la exposición etnográfica kichwa Otavalo y de otros pueblos.

    El fotógrafo explica que son artículos relacionados con la agricultura, artesanía, comercio y música, las cuatro actividades económicas principales del pueblo indígena de la Sierra norte.

    La charla explicativa tiene una duración de 45 minutos a 1 hora. Cotacachi invita a los turistas a que rompan esquemas y se lleven una imagen verdadera de lo que han escuchado hablar de Otavalo.

    La mayoría de visitantes arriban por recomendación de guías de operadoras de turismo. La otra alternativa es la promoción a través de las redes sociales.

    Un grupo de 16 turistas estadounidenses visitó la casa taller con guías de Expediciones Apullacta, el lunes anterior. “A más de ser un taller hacen sentir como en casa a los visitantes y transmitir la cultura Otavalo, resalta Maritza Cuenca, representante de la agencia.

    “César Cotacachi tiene amplios conocimientos que le permite comparar su cultura con otras, ofreciendo un panorama amplio a nuestros turistas”.

    El sitio también cuenta con un restaurante de comida tradicional. Ahí, a parte de la sazón destacan los productos frescos. El menú para estudiantes cuesta USD 12, mientras que para excursionistas 15, más impuestos.

    Recientemente edificaron cuatro cabañas, con capacidad para alojar a 16 personas. Se trata de diseños tipología andina, que conjugan bien con el entorno paisajístico. Desde hace un mes, el servicio de alojamiento se promociona a través de Booking.com, uno de los principales sitios web de comercio de viajes de todo el mundo. La tarifa diaria está establecida en USD 25 por persona, que incluye un desayuno tipo americano. Hay varios proyectos pendientes.

    En la comuna de Peguche, César, Rafael y Elena Cotacachi iniciaron el proyecto de turismo cultural, en el 2003.  Foto: Francisco Espinoza/Para LÍDERES
    En la comuna de Peguche, César, Rafael y Elena Cotacachi iniciaron el proyecto de turismo cultural, en el 2003. Foto: Francisco Espinoza/Para LÍDERES
  • ¿Vale la pena llevar trabajo a casa?

    Arturo Castillo

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    A cualquiera puede sucederle, alguna vez, que tenga que llevarse trabajo para terminarlo en casa; pero cuando aquello se vuelve un hábito, es tiempo de detenerse a pensar. O bien la persona está jugando a ser supereficiente, a la espera de obtener algún tipo de gratificación, o es víctima de una circunstancia que ha rebasado el límite de lo razonable, que le condiciona y atemoriza.

    En la primera circunstancia, tal vez la persona deba evaluar si la gratificación, el reconocimiento y la compensación que esperaba están por concretarse o si son simples quimeras suyas.

    En el supuesto caso de que su sobreesfuerzo fuera premiado, ya no podrá dar marcha atrás; de lo contrario, sus jefes dirán: “Generosidad con piola. Antes del aumento salarial, hasta se llevaba trabajo a la casa”.

    Si el trabajador pensaba que tenía la situación bajo control, estaba equivocado; su actitud ‘desprendida’ se habrá vuelto una nueva  .

    En cambio, cuando hay coacción, cuando la estabilidad laboral depende de que la persona extienda su jornada para poder absolver la sobrecarga de trabajo, la situación es más compleja.

    El silencio temeroso del individuo, no resolverá la situación. Es muy probable que no tenga el carácter necesario para discutir el tema con sus jefes. Mientras, la tensión irá en aumento en el ambiente familiar. Nada extraño es que el malestar que no puede desahogar en la oficina, lo saque en casa.

    Su frustración será doble. De una parte, la empresa no reconoce el sacrificio, ni lo recompensa materialmente ni lo traduce en gratitud, en un tratamiento preferencial. De otra, la familia no entiende ni colabora, a sabiendas que los desvelos son para lograr un futuro mejor. 
     
    En ese punto, el individuo ya no alcanzará a distinguir las prioridades, no sabrá a cuál de los dos amos servir. Sin embargo, a la postre, será la empresa la que doblegue la voluntad de la persona; las necesidades materiales acabarán por trazarle la ruta de sus decisiones.

    Objetivamente hablando, inclusive si el sujeto tiene un estatus especial dentro de la compañía, las posibilidades de hallar el equilibrio entre trabajo y familia son bastante escasas. Mientras más importante es el cargo, las exigencias son mayores. Un claro ejemplo son los ejecutivos ‘bien pagados’, que no tienen vida propia.   

    Hay que considerar, no obstante, que este complejo puede estar relacionado con el estilo de trabajo del sujeto, con su ritmo, con su tendencia a dejarlo todo para último momento. De hecho, hay personas que aseguran que la adrenalina que produce la angustia les hace funcionar con mayor agudeza y eficiencia.

    La parsimonía, los frecuentes desfases con los cronogramas de trabajo, la procrastinación, también pueden llevar al hábito en cuestión. En esos casos, será providencial la intervención de la empresa, para que la persona cumpla con sus tareas dentro de las horas normales.

    Lamentablemente, la supervisión permanente será necesaria, mediante un registro de avance del trabajo. Al atrasado no le gustará, pero será para su propio bien y de la empresa.

    La única contraofensiva posible es la recuperación consciente del tiempo, administrándolo de forma prudente y efectiva. Por ejemplo, haciendo un recorte de todo aquello que resulta superfluo e improductivo, como las interminables reuniones, como el mal hábito de la dispersión mental o el uso compulsivo de los aparatos electrónicos, tan omnipresentes en el día a día de las personas.

    Al término del día, el tiempo habrá alcanzado como para no tener que hacer de la casa una extensión de la oficina.

    Si va con tarea al hogar es para una gratificación o una señal de que ha rebasado el límite razonable.
    Si va con tarea al hogar es para una gratificación o una señal de que ha rebasado el límite razonable.
  • Saberes ancestrales se unen en una casa

    Redacción Quito

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    Ellos son los maestros de los saberes ancestrales, Personas que se dedican a trabajar la arcilla, los tejidos, la madera, el café, el maíz…. Ellos se organizaron en un emprendimiento denominado Raiz.ec, que se levantó en la parroquia de Tumbaco.

    Se trata de un concepto de hospedaje, que brinda a los viajeros la posibilidad de vivir una verdadera aventura ancestral junto a unos 30 maestros de los saberes, que realizan turismo colaborativo.

    La idea nació hace un año de la mano de Jairo Calupiña y su madre Mariana Hidalgo, quien es la promotora del emprendimiento.

    Ella es una amante de la tierra y lo demuestra con un amplio terreno en el que tiene sembrado plantas típicas de la localidad como el aguacate, las rosas, las plantas medicinales y demás. Pero, sin duda, lo que destaca es la plantación de café caturra, un tipo de grano que tiene un exquisito olor y sabor.

    Precisamente, este huerto es parte de la experiencia que pueden vivir los viajeros. Así que si usted es un amante de las plantas puede observar la variedad de especies en este terreno y disfrutar, por ejemplo, del plátano rojo o de un grano de café. Posteriormente puede disfrutar de la vivencia de hacer café y degustarlo.

    Calupiña explica que la idea surgió de una necesidad, que es la falta de turismo en las parroquias rurales de Quito. Pese a estar cerca del aeropuerto Mariscal Sucre (Tababela), los turistas no se quedan. “Se generó mucha expectativa con la llegada de la terminal aérea pero solo un 3% se queda en la zona, por lo que falta una oferta turística que ofrecer”.

    Si el visitante prefiere las artesanías típicas de la localidad existe una serie de alternativas.
    Las figuras en arcilla, la madera, la pintura con café, las esculturas en raíces de los árboles, los sombreros de lana de animales, las artesanías con pepa de aguacate son algunos de los emprendimientos que se reúnen en esta casa, que no perdió su brillo pese al paso de vías de conexión al aeropuerto.

    Lo importante de los emprendimientos es que la mayoría son elaborados por adultos mayores. Se suma que dan una oportunidad para las personas que no han tenido una oportunidad laboral.

    Si el visitante prefiere el contacto con la naturaleza puede acceder al turismo cultural. En este espacio hay emprendedores que elaboran horchata con plantas sembradas de forma orgánica, es decir, sin químicos.

    Esta casa tiene un espacio de ‘coworking’, en la que los maestros de los saberes muestran sus productos y enseñan. “Eso es lo importante”, señala Calupiña.

    Los cuartos del tercer piso son los indicados para realizar las actividades. En el primero están las personas de la comuna Tola, que se dedican a la elaboración de la horchata, que es una mezcla de plantas como la hierbaluisa, toronjil y otras.

    Gerardo Simbaña se reconoce como parte de la comunidad Quitu Cara y es vicepresidente de la comuna Tola. Para él, el objetivo es recuperar la identidad de las festividades típicas de la serranía. “En la comunidad hacemos el Inti y el Colla Raymi, en el Ilaló”. Además, cuando los turistas suben se enseñan las prácticas de riego para proveer de agua al bosque nativo de la localidad (cosecha de agua).

    Las personas que tienen una conexión con las energías, también, tienen un espacio en esta casa de alojamiento de la mano de Fabiola Pérez, quien es la encargada de activar la mente y el cuerpo de las personas. Realiza yoga y terapias alternativas. “Me encargo de sacar lo que las personas no deben tener en su cuerpo y recargar el cuerpo y la mente”.

    La estancia en la casa no puede terminar sin que el viajero disfrute de la música y de la danza.
    En la terraza, los cantantes y los bailarines realizan sus coreografías para entretener a quienes eligen esta casa de hospedaje.

    En la casa hay 18 habitaciones decoradas con motivos indígenas y típicos de la localidad. Si está interesado en el alojamiento y en vivir esta experiencia, el costo es de USD 60. En este paquete se puede acceder al hospedaje y cualquier saber que le interese. Incluye la comida típica como tamales de arroz, horchata y más. Hay paquetes más económicos.

    El levantar una casa de este tipo para huéspedes y emprendedores implicó una inversión que fue de USD 300 000 y los ingresos suman 3 000 al mes.

    Los maestros de los saberes ancestrales realizan pintura con café, artesanías con arcilla y trabajos en madera. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
    Los maestros de los saberes ancestrales realizan pintura con café, artesanías con arcilla y trabajos en madera. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
  • Mutualista Pichincha donó una casa en Santo Domingo

    María Victoria Espinosa (I)

    Edison Intriago observaba cada detalle de su nueva casa, ubicada en el noreste de Santo Domingo de los Tsáchilas. La vivienda fue donada por la cooperativa Mutualista Pichincha y está valorada en USD 13 137.

    Intriago postuló a través de la asociación Somos Patria. El gremio se contactó con el Consejo de Protección de Derechos del municipio de Santo Domingo y expuso el caso de Intriago, para que sea evaluado por un Comité especial de la Mutualista Pichincha.

    Él es un padre soltero, que debe repartir su tiempo entre cuidar a su hijo Kevin, que tiene el 95% de discapacidad física y mental; y trabajar como vigilante de motocicletas, en el centro de Santo Domingo.

    Hasta esta semana, Intriago vivía con sus familiares, porque el dinero que gana, USD 160, no le alcanza para pagar un alquiler.

    El gerente general de Mutualista Pichincha, René Cordero, aseguró que la entidad bancaria tiene un programa de ayuda social, que se inauguró en el 2012 como un tributo por cumplir 50 años de servicio. En esa primera entrega se construyeron 50 casas en ciudades como Santo Domingo, Quito, Guayaquil, Cuenca, entre otras.

    Este programa está dirigido a familias o personas con discapacidad y de escasos recursos económicos. “En el 2012 cuando donamos 50 casas, una por cada año de vida institucional, en conjunto con la Misión Solidaria Manuela Espejo, nos permitió palpar las necesidades de este sector vulnerable. Y ha sido, desde entonces, nuestro compromiso continuar con este proyecto de donación de casas a personas con discapacidad”.

    En Santo Domingo de los Tsáchilas se han entregado 14 casas desde el 2012. Las viviendas entregadas son de hormigón armado. Tienen 36 metros cuadrados, dos dormitorios, un baño diseñado y equipado para personas con discapacidad, cocina y sala – comedor. “Este año ocupamos el presupuesto para regalos de Navidad en este programa. Cada una de las cuatro casas está valorada en alrededor de USD 13 137”.

    Cada una de las cuatro casas donadas está valorada en alrededor de USD 13 137, Foto: Juan Carlos Pérez/El Comercio
    Cada una de las cuatro casas donadas está valorada en alrededor de USD 13 137, Foto: Juan Carlos Pérez/El Comercio