Etiqueta: ciudad

  • La ruta para llegar a una ciudad inteligente está llena de retos

    Redacción Quito

    Relacionadas

    Una ciudad inteligente es el nuevo reto que tienen las autoridades, las universidades, los empresarios y, por supuesto, los ciudadanos.

    A escala global, Nueva York encabezó el año pasado un ranking de las también llamadas ‘smartcity’. En la región, las líderes fueron Buenos Aires y Santiago de Chile, según un estudio realizado por la Escuela de Negocios de la Universidad de Navarra (España), llamado ‘Cities in Motion’.

    El índice analizó 180 ciudades y se elaboró con base en indicadores como economía, habitantes, medioambiente, cohesión social, planificación urbana, gobernanza y participación urbana, gestión pública, tecnología, movilidad, transporte y proyección internacional.

    Cada una de esas variables significa un desafío que las urbes modernas deben superar en su camino para ser una ‘smartcity’.

    El tema fue motivo de un congreso internacional que se cumplió la semana pasada en Quito, que se llamó Smart City Ecuador. Durante dos días se abordaron temáticas como sustentabilidad, urbanismo, seguridad, transporte, tecnología, entre otras.

    Allí intervinieron autoridades y expertos en la materia. En las ponencias se abordó el potencial que tienen las nuevas tecnologías para facilitar una serie de servicios, así como para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.

    La transformación digital y su impacto en el día a día de las personas fue analizado por Horacio Werner, partner senior de Innovus Consulting, con sede en Miami. Él detalló que la Internet de las Cosas será parte clave en el desarrollo de las urbes modernas.

    Este experto mencionó, por ejemplo, que en la actualidad “solo el 2% de los dispositivos conectados a Internet están conectados entre sí”. Ese porcentaje equivale a unos 300 millones de dispositivos a escala global. Werner anticipó que para el 2020 se espera una aceleración y que la cifra de dispositivos conectados entre sí llegue a 50 000 millones.

    En este proceso, asegura Werner, estarán involucrados vehículos, escuelas, hospitales, entidades públicas, electrodomésticos, etc. “Es una aceleración total”.

    Pero la tecnología no será el elemento de mayor peso. El vocero de Innovus se refirió al peso que tienen las personas. “Las ciudades de la región han servido para una construcción social y de trabajo que no es fácil cambiar”.

    Para ejemplificar habló sobre la generación de empleos en el sector público y la dificultad que sería reemplazarlas con los avances tecnológicos. “Hay temas que se deben entender y medir. El sector público genera mucho trabajo y no se puede desechar a esas personas así nomás”.

    Para Werner, la clave de toda ciudad siempre serán sus habitantes. “No debemos robotizarnos, no podemos perder la sensibilidad por la transformación digital”. En su intervención citó una frase de Shakespeare. “¿Qué es la ciudad si no su propia gente?”

    Pablo Osorio, investigador de temas urbanos, coincide con Werner. Él asegura que muchas veces se relaciona el término de ciudad inteligente con la utilización de software informático para la gestión de la ciudad. “Es fácil pensar que mientras más aplicaciones móviles tienen las personas en sus teléfonos inteligentes, o si tenemos una central de gestión de semáforos nos estamos acercando a una ciudad inteligente. Pero es una ilusión”.

    Osorio considera que la gestión pública de las ciudades no siempre se beneficiada de estos artilugios. “Prefiero pensar en una ciudad inteligente como aquella en la que se ha desarrollado una especie de software social, una inteligencia ciudadana basada en el conocimiento del entorno que permite actuar conforme a ella”.

    Como ejemplo dice que en una ciudad inteligente de verdad sus habitantes saben de dónde vienen el agua y los alimentos que consumen, también saben adónde van los desechos que producen. “Todo esto les permite actuar en consecuencia: ahorro de agua, consumo de alimentos sanos y locales, menos desperdicio”.

    El papel del ciudadano, según este investigador, es involucrarse con la vida de la ciudad, conocer aquellas cosas que le hacen bien y aquellas que le hacen mal.

    Los retos, entonces, son grandes. Más aún cuando las estadísticas muestran el peso poblacional de las ciudades. Un estudio de la ONU señala que más de la mitad de la población del planeta (54,6% o 3 600 millones de personas) vive en ciudades. Y para 2050 el 70% de la población mundial (más de

    6 000 millones) vivirá en ciudades: 64,1% de las personas en países en desarrollo y 85,9% de los habitantes en países desarrollados.

    Las personas, el centro del desarrollo

    Una ciudad inteligente es aquella que coloca a las personas en el centro del desarrollo. Pero también incorpora tecnologías de la información y comunicación en la gestión urbana y usa estos elementos como herramientas para estimular la formación de un gobierno eficiente que incluya procesos de planificación colaborativa y participación de los ciudadanos.

    Esa es la definición que brinda el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en un estudio titulado La ruta hacia las Smart Cities. “Al promover un desarrollo integrado y sostenible, las ciudades inteligentes se tornan más innovadoras, competitivas, atractivas y resilientes, mejorando así vidas”, añade la publicación del BID.

    El camino es complicado. Según el estudio del organismo multilateral, un proyecto integral de ciudad inteligente debe tomar en cuenta los aspectos humanos, sociales y medioambientales de los centros urbanos con la finalidad de mejorar la vida de las personas. Por lo tanto, debe incorporar aspectos relativos a la gobernanza, a la infraestructura y al capital humano y social.

    Para Horacio Werner, partner senior de Innovus Consulting, uno de los puntos claves es aprovechar lo que el llama la “propiedad intelectual local”. Esto quiere decir que en lugar de importar o comprar tecnología hay que desarrollar talento propio, un recurso que tiene toda sociedad.

    Respecto al uso de datos que se recolectan gracias a la tecnología, Werner asegura que el desarrollo de una urbe dependerá de la analítica de esos datos. “Hoy en día solo el 10% de datos recopilados son utilizados para generar procesos en las ciudades. La clave es tener datos abiertos”.

    Este experto añade más ‘ingredientes’ y habla de factores cruciales como liderazgo, expertos en datos, en procesos y en riesgos. “Hay que alinear a la población”, asegura Werner.

    Buenos Aires y Santiago de Chile encabezan la lista de las ciudades más inteligentes de América Latina, según un estudio realizado por la Escuela de Negocios de la Universidad de Navarra (España), seguidas por Ciudad de México, Medellín (Colombia) y Montevideo. El índice abarca el estudio de 180 ciudades.

    La capital argentina se ubicó en la casilla 83 en la tabla general. Otras capitales latinoamericanas de este ránking fueron Bogotá(113), Lima (116), Quito (130) Brasilia (143), Ciudad de Guatemala (149), entre otras. El ránking mundial está encabezado por Nueva York, Londres y París.

    Gabriel Lanfranchi, Director del Programa de Ciudades del Cippec, en Buenos Aires, comenta, en una entrevista para Infobae, que una ciudad inteligente debe incluir a los distintos sectores de la sociedad que participan ella: el sector público, el privado, la academia y las organizaciones de la sociedad civil. “Todos construimos la ciudad”.

    Este experto en temas de desarrollo urbano añade que las ciudades se han convertido en el escenario de la ocurrencia de la vida, del hábitat, de todo el mundo. Más del 50% de la población mundial de hoy es urbana y en Argentina está en el orden del 90 o 92%. “Por lo tanto la cultura se genera en las ciudades, las ideas, la economía, gran parte de las cuestiones de la vida sucede en las ciudades”.

    ¿A dónde nos va a llevar la tecnología? Es difícil saberlo, dice Lanfranchi. “Lo que sí sabemos es que va a tener que ser una relación muy fuerte con el tema ambiental y climático”. El experto se imagina que una ciudad donde vamos a usar mucho menos el auto, con autos autónomos probablemente o bicicletas autónomas como están diseñando en el MIT.

    180 ciudades

    Los datos del  índice de ciudades inteligentes provienen de fuentes como la Unesco, el Banco Mundial o Euromonitor.

    El índice abarca el  estudio de 180 ciudades y se elabora con base en indicadores como economía, habitantes, medioambiente, cohesión social, planificación urbana, gobernanza y participación urbana, gestión pública, tecnología, movilidad, transporte y proyección internacional.

    Para Gabriel Lanfranchi,  Director del Programa de Ciudades del Cippec será necesario encontrar una nueva forma de movilidad que consuma mucha menos energía. El experto piensa que las personas tendrán que caminar más y eso nos permitirá “volver a encontrarnos”

    Una pareja camina por el puente de Brooklyn. Nueva York encabezó el año pasado un ranking global de ciudades inteligentes. Foto: Don Emert / AFP
    Una pareja camina por el puente de Brooklyn. Nueva York encabezó el año pasado un ranking global de ciudades inteligentes. Foto: Don Emert / AFP
  • Vanuatu construirá una nueva ciudad para atraer turistas e inversores

    Una empresa privada construirá en el 2018 una nueva ciudad en la isla de Efate de Vanuatu para atraer a turistas e inversores a esta nación del Pacífico Sur, informaron medios locales el lunes, 8  de enero del 2018.

    El proyecto, que ha sido llamado «La ciudad internacional Arcoíris» o «Pequeña Singapur», será llevado a cabo por FPF Company Limited, empresa propietaria del diario Vila Times, el primer diario en inglés y chino del país.

    La nueva ciudad de unas 87 hectáreas será construida cerca de Narpow Point, a unos 9 kilómetros de Port Vila, la capital del país, según Radio New Zealand.

    La urbe contará con un hotel de seis estrellas, centros comerciales, servicios de educación y salud, y oferta de actividades de ocio y aventura.

    La empresa FPF tiene varios negocios en el sector de los medios de comunicación, construcción, inmigración, consultoría empresarial en la región del Pacífico, agregaron las fuentes.

    En un comunicado publicado en Facebook, la empresa aseguró que el proyecto urbanístico se desarrollará de acuerdo con la legislación de Vanuatu y negó cualquier vínculo de este con el gobierno chino o empresas estatales o entidades financieras chinas.

    Según la nota, el proyecto pretende atraer a inversores principalmente de Australia y Nueva Zelanda, y potenciar el turismo desde China.

  • La ciudad impulsa la RSE con una ordenanza

    Redacción Quito

    Relacionadas

    Quito promueve la responsabilidad social empresarial desde el 2011. Ese año se promulgó una ordenanza municipal para impulsar el tema en la capital. Con esa ordenanza se acordó que cada 26 de julio se celebre el Día de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE).

    Para finales del 2015 se presentó una nueva ordenanza que promueve a Quito como territorio socialmente responsable; además se conformó el Consejo Metropolitano de Responsabilidad Social, que es un organismo técnico multisectorial para discutir la materia. Con la ordenanza se promueve en las empresas públicas de Quito la incorporación de la RSE y también se apunta a que la ciudadanía en general se sume al tema.

    Evangelina Gómez, titular del Consorcio de Ecuatoriano para la Responsabilidad Social
    (Ceres), explica que el Consejo Metropolitano de Responsabilidad Social es bastante activo y se reúne una vez al mes. “Se unió a una iniciativa internacional que se llama la ‘Semana de la sostenibilidad’ que este año se cumplió en abril. Además, cada año hay activaciones para generar conciencia entre los habitantes del distrito metropolitano”.

    Gómez comenta que al ser un asunto voluntario no existe un sistema de medición que permita conocer cómo las empresas se van sumando a la RSE. Pero asegura que cada vez hay más conciencia en el tema. “Vemos que crecen proveedores que son parte la economía popular y solidaria, hay empresas que van más allá de las normativa en temas ambientales y en general se nota un cambio de cultura corporativa”.

    Un punto en particular al que se refiere Gómez es el papel de los milenial en la RSE. Según la vocera de Ceres, ellos vienen con un nuevo chip y quieren trabajar por una causa más que por un negocio per se. “Son emprendedores sociales que quieren solucionar problemáticas sociales, generando utilidades para subsistir, pero más vinculados hacia las causas”.

    Gómez añade que en las compañías familiares, que conforman más del 90% del tejido empresarial en el país, también se nota una tendencia creciente hacia incorporar conceptos de responsabilidad social. “Una sociedad más justa genera buenos negocios para una empresa”, concluye Gómez.

    Evangelina Gómez es la directora ejecutiva del Consorcio de Ecuatoriano para la Responsabilidad Social, Ceres. Foto: Archivo / LÍDERES
    Evangelina Gómez es la directora ejecutiva del Consorcio de Ecuatoriano para la Responsabilidad Social, Ceres. Foto: Archivo / LÍDERES
  • Un desfile benéfico, en el Museo de la Ciudad

    Redacción Tendencias

    Relacionadas

    Lanavaja es una línea de prendas tejidas en lana de alpaca por 15 mujeres privadas de la libertad del Centro de Rehabilitación de Chillogallo y tres mujeres en estado de pre-libertad. Esta marca fue lanzada la noche del jueves 27 de mayo en un desfile benéfico en el Museo de la Ciudad.

    La iniciativa nació de la mano del decorador Alejandro Espinosa, fundador de Pétalos de Paz. Espinosa ha enseñado desde hace 10 años a hacer arreglos florales a mujeres privadas de la libertad. El nuevo objetivo de la organización fue darles más herramientas para que puedan obtener ingresos una vez que salgan del centro de rehabilitación.

    Así vino la alianza con el diseñador Jonathan Taipe, quien dirigió talleres de capacitación de tejido de prendas modernas con lana. Durante dos meses, las mujeres aprendieron las puntadas para que puedan crear todo tipo de vestimenta y accesorios.

    A este proyecto también se unieron empresas privadas como Textiservi. Carlos Rivadeneira, gerente de la firma, donó el material para pueda empezar la capacitación y la producción.

    Los líderes de este proyecto están trabajando con organizaciones, entre ellas Quito Turismo, para poner las prendas de Lanavaja en perchas de tiendas como Galería Ecuador o Textiservi.

    En la producción del desfile participaron la agencia de modelos DIS y cuatro marcas de diseño ecuatoriano. Anabel López, moda femenina; Dani Rubio, calzado; Azcona, abrigos, y Natasha Fonte, moda femenina, mostraron sus propuestas.

    Se lanzó una línea de mujeres privadas de la libertad.
    Se lanzó una línea de mujeres privadas de la libertad.
  • César Buenadicha: ‘La innovación favorece a la ciudad’

    Alejandra Marín  IMPAQTO Para LÍDERES 

    César Buenadicha es especialista líder en el Fondo Multilateral de Inversiones (Fomin), que es parte del BID. Su trabajo es dirigir el diseño, supervisión y evaluación de más de 50 proyectos. Sus áreas de trabajo incluyen innovación social, emprendimiento social, redes de distribución y ciudades inclusivas.

    ¿Cómo se combinan la innovación y el emprendimiento social para generar una ciudad inclusiva?

    La innovación y el emprendimiento social significan que la ciudad debe cambiar para mejorar. Todos los procesos de innovación y de emprendimiento buscan nuevas ideas, nuevas soluciones y nuevas maneras de actuar en favor de la ciudad. Lo anterior genera un proceso participativo y además de ser un espacio abierto y dinámico, también es inclusivo y de mejora. El emprendimiento permite interactuar para mejorar una ciudad. De forma que la innovación social no solo tiene que dar buenas soluciones, tiene que dar soluciones participativas. Lo importante es que los ciudadanos puedan tener esa capacidad de realizar sus propias innovaciones.

    ¿Qué otras condiciones se deben dar para tener una ciudad inclusiva?

    Podemos hablar de iniciativas desarrolladas en el sector público, múltiples alcaldías han generado aplicaciones para que los ciudadanos opinen, interactúen, reclamen y participen. Esta participación ya no solo se vincula al voto sino a una interacción en la cual la gente quiere ser escuchada en distintos ámbitos y esferas, en donde las redes sociales han tomado un peso importante. También, considero que la innovación puede recuperar las mejores prácticas de trabajo comunitario y participativo en relación a una ciudad inclusiva. Eso puede verse en la economía colaborativa, la cual se basa en utilizar las capacidades de todas las potencias sociales, los recursos existentes para que de manera compartida a través de medios digitales se puedan establecer modelos que generen un bienestar para todo el mundo.

    ¿Qué beneficios ofrece una ciudad inclusiva a sus habitantes y visitantes?
    Existen beneficios en múltiples ámbitos. Diría la utilización de recursos, las ciudades deben ser capaces además de poseer recursos de poder utilizarlos de formas más efectivas y creo que eso es un potencial. Realmente existen ciudades, como en Barcelona que tienen metas como en el 2040 el 95% de las necesidades de la ciudad se satisfagan de la misma ciudad.

    ¿Qué ciudades de la región se pueden mencionar como ejemplos de inclusivas?

    Me ha sorprendido el ecosistema de emprendimiento en Quito; el reto es que esa fuerza emprendedora sea destinada a mejorar la ciudad para su inclusividad. Medellín es una ciudad que ha recorrido un camino largo en cuanto a emprendimiento e innovación más aún con el conflicto existente en Colombia donde Medellín fue capaz de cambiar en un contexto que no era tan favorable, pero creo que ahora hay más ciudades que apuestan por la gente joven. Existen nuevas generaciones en puestos públicos que quieren cambiar las cosas, tienen mayor propósito para innovar.

    ¿Cómo se involucra lo digital en estas ciudades?

    Las redes sociales son fundamentales para el trabajo con millennials. En el ámbito de la cuarta revolución industrial por todos los procesos tecnológicos, claramente la ciudad es donde se está dando una concentración de población tecnológica. Existe una concentración de ideas y en ese sentido es lo que se está dando emprendimientos e innovación. Eso no significa que las ciudades no deban interactuar con las zonas rurales como es el caso en Ecuador, pero sí significa que se están dando unas dinámicas de transformación social, económica y medioambiental más relevante.

    ¿Es necesario que todas las ciudades piensen en ser inclusivas?

    Sí. No creo que exista una ciudad que diga ahora mismo que está satisfaciendo las necesidades de sus ciudadanos de manera equitativa e inclusiva en todos los aspectos; como la importancia de unir a los jóvenes, a las mujeres, a los colectivos, a los adultos mayores. Se entiende que siempre habrá aspectos que mejorar en las ciudades para su bienestar y sostenibilidad.

    ¿Cómo se conectan estas ciudades inclusivas con las empresas B?

    Las empresas B tienen todo un programa de trabajo en relación a las ciudades. El crecimiento de un tejido de empresas responsables sin duda alguna genera una ciudad mucho más abierta y más inclusiva.

    César Buenadicha estuvo la semana pasada en Quito para  analizar el ecosistema emprendedor de la capital. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
    César Buenadicha estuvo la semana pasada en Quito para analizar el ecosistema emprendedor de la capital. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
  • Siena, la ciudad italiana que aprende a vivir sin las dádivas de su banco insigne

    Santiago Sarango

    Relacionadas

    Durante más de 500 años, el destino de la ciudad italiana de Siena ha estado íntimamente ligado al del banco Monte dei Paschi di Siena (BMPS) , pero las dificultades de la entidad obligan a sus ciudadanos aprender a vivir sin sus generosas subvenciones.

    “La crisis del Monte ha arruinado a Siena. Antes, el banco ayudaba a las empresas y a las asociaciones pero ahora ya no. Hemos tenido que limitar los gastos, le ha cambiado la vida a todo el mundo”, dice Laura, una jubilada de 57 años que como muchos habitantes prefiere no dar su apellido.

    La incertidumbre aumenta con las incógnitas sobre el rescate del BMPS. El jueves hay una junta de accionistas clave que, si fracasa, obligará a despedir a mucha gente, temen los habitantes de la ciudad.

    El Monte dei Paschi, el banco más antiguo del planeta todavía en activo, fue fundado en Siena en 1472. Empezó siendo un Monte de Piedad -las entidades benéficas donde los pobres podían obtener dinero empeñando sus objetos- y acabó convirtiéndose en el tercer banco de Italia.

    Pero desde hace años el BMPS tiene dificultades y ha sufrido pérdidas enormes, fragilizado por la compra desastrosa en 2007 del banco Antonveneta por un precio dos veces mayor de las estimaciones. El caso desató acusaciones de fraude y malversación contra sus dirigentes de la época.

    La consecuencia ha sido que la fundación del banco, que subvencionaba generosamente Siena y sus alrededores, ha perdido gran parte de los recursos con los que restauraba iglesias, financiaba becas o contribuía a la Palio, la célebre carrera de caballos que se celebra en la ciudad.

    Durante la década de los años 2000, cada año se repartían unos 150 millones de euros de media, con un pico de 233 millones en 2008.

    Pero a medida que se ha profundizado en la crisis, la fundación ha ido reduciendo su participación en BMPS y el año pasado sólo dio tres millones de euros.

    Según Susanne Michel, una comerciante, “toda la ciudad ha notado la crisis (…) el Monte era un pulmón del que dependía mucha gente” .

    “El Monte es la única gran empresa que hay en Siena (…) Es una ‘ciudad-empresa’ como fue Detroit para el automóvil”, explica por su parte Carlo Alberto Carnevale Maffè, profesor en la Universidad Bocconi de Milán.

    Pero las relaciones entre la ciudad y la empresa se han convertido en “ incestuosas ” , según el profesor, que señala que en la fundación había representantes del ayuntamiento y que varios alcaldes fueron presidentes del banco.

    BMPS “repartió decenas de miles de euros en dividendos que podría haber utilizado para reforzar su capital” añade este economista.

    Paolo Mazzini, el vicealcalde de centroizquierda que llegó al poder en 2013 tras el escándalo, reconoce que “llegó un momento en el que el poder del banco era demasiado grande para una ciudad tan pequeña”.

    A partir de ahora Siena tendrá que cambiar un poco sus “ paradigmas de desarrollo ” , reconoce Francesco Frati, el rector de la universidad de la ciudad, fundada en 1240 y que acoge a 18.000 estudiantes, un 7% de ellos extranjeros.

    La sede del banco italiano Monte Dei Paschi di Siena en la Piazza Salimbeni en Siena, Toscana. Foto: AFP
    La sede del banco italiano Monte Dei Paschi di Siena en la Piazza Salimbeni en Siena, Toscana. Foto: AFP
  • La ciudad sostenible trae oportunidades

    Pedro Maldonado

    Relacionadas

    Jonathan Viera es asesor del Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda para el equipo Hábitat III. Viera explica la evolución del concepto de ciudades sostenibles. También, habla sobre cómo las empresas y los emprendedores pueden aportar para el desarrollo de las urbes.

    En octubre, Quito será sede de Hábitat III, la Conferencia de la ONU sobre vivienda y desarrollo urbano sostenible. ¿Qué significa hablar de una ciudad sostenible?
    Hablar de sostenibilidad es hablar de tres pilares: el social, el económico y el ambiental. Es así como se ha definido al desarrollo sostenible en el ámbito multilateral, existiendo aspectos transversales como la cultura, por ejemplo. Entonces, al hablar del desarrollo sostenible urbano nos referimos a estos pilares y cómo se conjugan en las ciudades.

    ¿Y cómo se conjugan?

    Empecemos por el pilar social, en el que hablamos de ciudades inclusivas, que sean para todos y que no dejen a nadie atrás. Un aspecto muy importante es la accesibilidad, en la que se ofrecen los mismos servicios a todos. En el caso de las personas con discapacidades se necesita una ciudad que permita su correcto desenvolvimiento, que no tenga barreras como existen en muchas ciudades. También tiene que ser accesible a hombres y mujeres por igual. Estos son puntos que muchas veces no los pensamos, pero que influyen. Una ciudad sostenible en lo social tiene que ser bien iluminada y ofrecer seguridad a las personas con más vulnerabilidad, como pueden ser las mujeres. Tiene que ser una ciudad para que niños y adultos mayores se desarrollen.

    ¿Y en el pilar económico?
    Allí la ciudad debe ofrecer oportunidades para todos, que permita la prosperidad, que permita que las personas y los emprendimientos se desarrollen. Es un pilar que facilita que la economía solidaria evolucione. En esto se toma en cuenta un crecimiento económico sostenido porque si hablamos de un crecimiento económico per se estaríamos viendo una perspectiva rentista, que es un modelo que ya está caduco.

    ¿Lo ambiental también juega en la ciudad sostenible?
    El pilar ambiental se divide en dos partes. Primero, en una ciudad que entienda los cambios que puede producir en ella la naturaleza; y en segundo lugar, tiene que saber reaccionar ante los fenómenos naturales. Se trata de una ciudad resiliente, que tenga un correcto manejo de riesgos que pueden ser naturales o por los cambios que el hombre mismo provoca, como es el cambio climático. Hablamos de una ciudad ambientalmente amigable, con un desarrollo urbano en armonía con la naturaleza.

    Todo esto hace pensar en una ciudad ideal. ¿Existe esa ciudad?
    La ciudad ideal va a depender de las diferentes visiones, porque para una persona una ciudad perfecta puede ser distinta que para otra. Con Hábitat cada 20 años se piensa y se redefine el compromiso -como Estado, sociedad y academia- de cómo queremos que sean esas ciudades ideales. Para eso se genera y construye desde hace dos años la nueva agenda urbana, que será el documento que se va adoptar en Quito, en Hábitat III. Este documento plantea esa ciudad que los Estados miembros la vemos como la ideal y que toma en cuenta los tres pilares mencionados y que son una guía de desarrollo urbano sostenible para los próximos 20 años. No es un tema vinculante, pero será una guía de políticas urbanas.

    ¿Cómo ha evolucionado el concepto de ciudad sostenible desde la primera Hábitat en 1976?
    Se tuvo que reconocer la importancia del desarrollo urbano. Con el tiempo evolucionó el reconocimiento de las ciudades y se valoró la importancia del urbanismo y los cambios que generó el acelerado proceso de urbanización. Eso es la base.

    Cada vez hay más gente que llega a las ciudades. ¿Qué efectos trae esta realidad?
    La mayoría de la población habita en zonas urbanas y las ciudades abarcan el 2% del territorio del planeta. La mayoría de consumo se da en ciudades, la mayoría de desechos se genera en las ciudades, la mayoría de temas relacionados con el cambio climático se origina en ciudades, las desigualdades y la pobreza en las ciudades son más crueles que las que ocurren en las zonas rurales. Una persona que vive en pobreza extrema en una ciudad se enfrenta a muchos más desafíos que una persona pobre en la zona rural.

    ¿Qué ventajas tiene una ciudad sostenible?
    La principal ventaja es el bienestar de la población actual y de las generaciones que le siguen. Es una ciudad donde todos, de una u otra forma, tiene derecho a una ciudad, es decir al ejercicio de los derechos humanos dentro de un territorio definido.

    ¿Existen ejemplos de estas ciudades?
    En todas partes existe mucho por hacer. No podría citar una ciudad específica, pero hay urbes más desarrolladas y que tienen los aspectos hablados. Cada ciudad tiene sus particularidades y hay distintas visiones
    .
    ¿Desde lo económico cómo se pueden aprovechar todas estas condiciones para desarrollar industrias, generar innovación…?
    Una ciudad sostenible ofrece oportunidades para todos y esto genera un bienestar y crecimiento económico que atrae no solo inversión pública y privada, sino también una inversión social. Al momento en que tenemos una ciudad segura se generan mayores oportunidades económicas. En transporte, por ejemplo, una ciudad sostenible hace que la población sea más dinámica en sus actividades. Las personas mejoran su tiempo, su calidad de vida, su productividad.

    ¿Y cómo pueden las empresas o los emprendedores aportar para que su ciudad sea mejor?
    Las ciudades sostenibles surgen por aportes de todos sus habitantes y allí están presentes las empresas. En manejo de desechos, por ejemplo, las empresas deberán ser más responsables. Una empresa que desea aportar a lo urbano puede generar políticas inclusivas que vayan en favor de la gente. Las inmobiliarias pueden trabajar para evitar la especulación, por poner otro ejemplo. Todo esto genera bienestar para todos y no solo para ciertos grupos. Es una responsabilidad de todos.

    ¿Cómo se mantiene una ciudad que llega a ser sostenible?
    La palabra sostenibilidad implica que se mantenga con esas características en el tiempo. Para eso hay que tener una planificación de largo plazo, con manejo de recursos, naturales o económicos que sean duraderos. En ese momento se logra ser sostenible.

    ¿Qué gana la ciudad sede de un evento como Hábitat?
    Esto es bueno por varias razones. En lo económico genera una dinamización de la economía local en los días de Hábitat y después. Además hay inversiones que se están haciendo y que perdurarán. Habrá interés de conocer la ciudad y el país. Durante los 20 años próximos se hablará de la declaración de Quito y la academia e investigadores hablarán de la ciudad y de lo que se hizo.

    Jonathan Viera fue vicepresidente del buró del programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y del Fondo de las Naciones Unidas sobre Población y Desarrollo. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
    Jonathan Viera fue vicepresidente del buró del programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y del Fondo de las Naciones Unidas sobre Población y Desarrollo. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
  • Cristian Quijada: ‘Cada ciudad tiene su propia fortaleza’

    Pedro Maldonado

    Relacionadas

    Cristian Quijada, especialista en temas de desarrollo del Banco Mundial analiza cómo las ciudades se convierten en polos de desarrollo, atraen inversiones y mejoran su competitividad. Asegura que la actitud de los habitantes y de las empresas es determinante.

    ¿Qué características debe tener una ciudad para ser competitiva?
    El Banco Mundial elaboró en el año 2015 el estudio ‘Ciudades competitivas para empleos y crecimiento’ con el interés de saber la experiencia de ciudades en términos de desempeño económico, con tres variables: crecimiento del PIB per cápita, la generación de empleo y la productividad a nivel ciudad. Allí se encontró que hay un grupo de urbes que ha tenido un desempeño muy por encima de la media y lo curioso es que no son las grandes capitales, sino ciudades que a priori pensábamos que no deberían tener un elevado desempeño.

    ¿Por ejemplo?
    Una es Gaziantep, está en Turquía, ubicada en la mitad del país, sin puertos, en una zona muy árida, sin lo que uno pensaría que son condiciones ideales para un alto desempeño. Al ver esto, nos preguntamos qué hicieron estas ciudades y se estudió más a fondo urbes específicas en África, Europa central, China, India, América Latina. Otro dato interesante del estudio es que el buen desempeño económico de las ciudades más competitivas fue por cinco o más años. En la región una de las ciudades que destaca es Bucaramanga, en Colombia.

    ¿Cómo entender o interpretar esos resultados?
    Significa que sí hay espacio para que actores locales incidan en la competitividad de las ciudades. Parte del éxito se debió a acciones de actores locales, a políticas regionales que sí incidieron en el desempeño de la ciudad. Mucho depende de lo macro, pero también hay espacio donde actores locales actúan e inciden. Además, vimos que hubo colaboración y diálogo entre actores, no fue algo independiente, sino una colaboración, a veces de manera formal, otras veces más informal. Se trata de un diálogo público-privado-académico y el éxito viene de esa colaboración.

    ¿Uno de esos tres actores que menciona tiene mayor peso o más protagonismo?
    Eso fue también sorpresivo. La iniciativa y el liderazgo en muchos casos no viene del sector público. Uno de los mensajes del estudio es que se necesita liderazgo, pero este puede venir de cualquier actor, no es necesario que el sector público lidere estas iniciativas. Los problemas que se tienen hoy en las ciudades son demasiado complejos, entonces la responsabilidad para solucionarlos, de generar ideas e implementarlas no puede ser tarea de un solo actor. Eso tal vez ocurría en el pasado, pero ahora los problemas necesitan esa multidisciplinariedad de ideas, pensamiento y opiniones.

    ¿En estas ciudades de alto desempeño económico también surgen ciudadanos y empresas competitivas?
    La competitividad parte de los ciudadanos y de las empresas, una ciudad crece por la manera de las personas de ver los problemas y solucionarlos. Hablamos incluso de grupos reducidos que toman el liderazgo y deciden hacer las cosas de una manera diferente, no hablamos de miles de personas, sino de decenas que se juntaron para solucionar problemas. Los ciudadanos y las empresas, con sus trabajadores, son los que logran los cambios.

    ¿Cómo se integran a esta dinámica los emprendedores?
    La creación de empleo es una variable clave para decir que una ciudad es competitiva o no. No solo es incrementar el producto interno bruto de una ciudad. La preocupación es crear trabajo, empleo de calidad en tiempos complicados. Ese empleo se crea con las empresas que ya están en el mercado, atrayendo empresas de otras regiones o de otros países o estimulando la formación de nuevas empresas, con ‘start ups’, por ejemplo.

    ¿Una urbe competitiva puede impulsar que otras ciudades actúen igual y que el país en conjunto mejore su competitividad?

    Claro. Dar cierto espacio para innovar, con nuevas políticas permite una mejor gestión pública. Lo importante es probar políticas e iniciativas y si funcionan muy bien se las puede escalar a un nivel nacional.

    ¿Existen regiones donde esto ya ocurre?
    En China ha habido mucha descentralización con la intención de que cada región pruebe e innove. Lo mismo pasa en EE.UU. con la descentralización a escala de estados y condados.

    ¿Entonces para que las ciudades avancen se necesitan regulaciones flexibles o se requiere un determinado control estatal?
    Hay un rol de acompañamiento del Estado para ver cómo le va a las ciudades, con apoyo financiero y no financiero para implementar proyectos pilotos. Lo importante es acompañar, evaluar y saber bien si la intervención tuvo el efecto deseado y luego decir si se puede escalar o no. Es importante que el Estado fomente innovación en las ciudades.

    ¿Qué pasa cuando se presentan reformas legales, en temas tributarios o laborales, por ejemplo?

    Estas son medidas para todo un país, pero impactan de diferente manera en las ciudades y pueden afectar su competitividad.
    Por eso la competitividad no depende solo de las ciudades y por eso el ambiente macro es muy importante y no se puede dejar de lado por el impacto que tiene en ciudadanos y empresas. Lo macro y lo micro se deben combinar.

    ¿Qué puede esperar una ciudad muy competitiva? ¿Mayor inversión, más empleos, más innovación…?
    Una ciudad más competitiva puede atraer más y mejores inversiones. Al ser competitiva está más coordinada y actúa de manera más estratégica. No olvidemos que no todo financiamiento extranjero es igual, hay distintos impactos de la inversión extranjera en la ciudades. Otro efecto de la competitividad es que se da un crecimiento más orgánico. Mucho de lo que se hace en las ciudades de la región es tratar de fomentar la innovación y las ‘start ups’. Eso está bien, pero cada ciudad tiene sus fortalezas y es necesario explotar esos puntos fuertes. Esto implica seguir haciendo lo que se hace, pero mejorándolo, especializándose.

    Foto: Pavel Calahorrano / LÍDERES
    Foto: Pavel Calahorrano / LÍDERES
  • El empresario debe ver más a la ciudad

    Diego Ortiz. Redactor (I)
    ortizd@elcomercio.com

    Jonathan Reichental, Director de Tecnología (CIO) de Palo Alto, EE.UU., explica cómo se construye un proyecto exitoso, en el que se tomen en cuenta las necesidades del mercado. Una de sus recomendaciones es pensar a las ciudades desde su esencia.

    ¿Cuáles considera como aspectos claves para ser un empresario exitoso?

    Pienso en varios aspectos fundamentales. La primera cosa que se me ocurre es tener una idea increíble. En ese sentido, tienes que darte cuenta que muchas veces una gran idea se origina por una necesidad. Es por eso que los empresarios deben estar empapados de lo que sucede en las ciudades, ya que estas tienen muchísimas necesidades. A esto se une, en segunda instancia, no rendirse frente al error.

    ¿Pero eso no es un cliché entre los empresarios?

    Sí, puede sonar a un cliché pero es lo que vivimos a diario en Silicon Valley. Allí, cientos de compañías fracasan y solo terminamos escuchando los éxitos de grandes como Facebook o Google. Sin embargo, esas personas que han fallado son esenciales para la creación de empresas exitosas en el futuro ya que saben qué no se debe hacer, aprendieron cómo ubicar un producto dentro de un mercado y saben la manera de montar estrategias empresariales. No se puede ver al fracaso como algo negativo porque ello, de cierta manera, hace que te cotices mejor ante otras empresas y demuestra que sabes por donde no se debe caminar.

    ¿Junto a las ideas y los fallos, qué más se debe considerar?

    En tercera instancia está el dinero: es necesario crear un ecosistema del flujo del capital. Esto implica que el dinero debe ser tanto una inversión propia como compartida. Para que un empresario sea exitoso, este debe atraer el interés de otras personas que quieran invertir en su idea. Y la gente que participa contigo debe tener claro que en algún momento se deben tomar decisiones arriesgadas en torno al capital.

    ¿Cuál es el elemento importante para convertirse en un líder empresarial?

    Definitivamente las redes de personas. Yo solía vivir en la costa este de los Estados Unidos y de repente me llamaron de distintas empresas dentro y fuera del país para asesorar en proyectos de toda índole. En estos movimientos uno aprende que la creación de redes de contactos es de vital importancia cuando es el momento de emprender un nuevo proyecto. De hecho, esa es una de las políticas de quienes vivimos en Silicon Valley: todos estamos conectados, porque nunca se sabe cuándo será el momento en el que se necesite entrar en contacto con un médico, un astronauta o un desarrollador. Todos los días, la gente me pregunta si conozco, por decir un caso, a alguien que sepa construir un cohete. Yo conecto a esas dos personas y, al mismo tiempo, me conecto con ellos. Así se van multiplicando las opciones empresariales que tengo. Tienes que tener un ecosistema de trabajo rico en contactos. Si hay una conferencia, ve; si mañana te invitan a una feria, no dudes en asistir. Nunca se sabe con quien te podrás conectar en la próxima hora.

    ¿En qué momento se generan los proyectos exitosos de Silicon Valley?

    Cuando la persona es un poco loca y rara. Hay que estar abierto a considerar las ideas de los otros. En Palo Alto es importante abrir canales de diálogo a través de los cuales se puedan establecer vías para grandes ideas. Eso me sucede esto todo el tiempo: delante de mí pasan ridículas ideas, pero de ahí salen proyectos increíbles. Nuestras culturas tradicionalmente se han opuesto a las ideas más locas, pero de vez en cuando debemos arriesgarnos y dar rienda suelta a nuestra imaginación para cambiar radicalmente los paradigmas.

    Silicon Valley se ha convertido en una meca para los recién graduados. ¿Cuán importante es tenerlos en cuenta al empezar un proyecto?

    No hay duda de que ellos son piezas claves para que una comunidad sea exitosa. Debes tener un flujo constante de graduados que tengan claros sus objetivos. Pero esto no debe enfocarse en la etapa universitaria sino desde muy temprano. Actualmente, en Estados Unidos tenemos un problema: no tenemos niños que estén interesados en ciencias, matemática, ingenierías y demás, porque nuestra cultura se enfoca en el entretenimiento y los deportes. En ese sentido, se necesitan empresarios al estilo Elon Musk, que han hecho sexy a la ciencia y la tecnología, con proyectos innovadores que están revolucionando el mundo y a las personas de todas las edades.

    Ha hablado de innovación, ¿qué significa ser innovador en la actualidad?

    Innovación es una palabra que la utilizamos bastante, pero que no la comprendemos en su totalidad. Para mí, es la conversión de ideas en valores. Y el valor no solo se traduce como dinero; es también pensar en lo valiosa que puede convertirse una idea con el fin de mejorar la calidad de vida de las personas. Si en un momento tu proyecto puede propiciar la creación de una ciudad inteligente que facilite la vida de las personas, entonces podrás tener a ciudadanos con una menor tasa de enfermedades, con bajos índices de delincuencia, en fin, una buena calidad de vida. Es en estos escenarios donde se entiende que la innovación es un valor que va más allá de lo económico.

    ¿Cómo la tecnología está cambiando el mundo empresarial contemporáneo?

    La mejor muestra es Uber. Antes, la gente debía salir a las calles, caminar hasta conseguir un auto libre e, inclusive, exponer su seguridad personal si buscaba un taxi por la noche. Por décadas, esta fue la regla, no había otra manera de movilizarse. Pero en el 2009 Uber cambió los paradigmas. Con tan solo tocar la pantalla de tu celular, puedes ahora encontrar un taxi rápidamente. La tecnología está transformando intensamente negocios que se creían inquebrantables. Para los empresarios de esta era, la innovación tecnológica es una cuestión existencialista porque pone en juego tu habilidad para existir.

    La inteligencia artificial es una de las grandes apuestas de empresas como Google. ¿Cuán importante va a ser en los próximos años?

    La inteligencia artificial es una espada de dos filos. No hay duda de que va a crear una enorme prosperidad y beneficios. Nos ayudará a curar enfermedades; logrará resolver grandes interrogantes del universo; podrá manejar enormes cantidades de datos con el fin de tomar decisiones económicas bien planificadas. Google Now es una muestra: su sistema permite llegar rápidamente a casa o encontrar un restaurante cerca cuando tienes hambre (lo cual es una enorme ayuda al sector gastronómico). Sin embargo, si combinas la inteligencia artificial y los robots, estos podrán realizar varias cosas que actualmente hacemos los humanos. En tareas como ensamblar autos son muy buenos, ¿pero qué pasa cuando estén detrás del volante? Cuando un auto inteligente se topa en el camino con asaltantes, ¿deberá proteger la vida de sus ocupantes y huir?, ¿o más bien tendrá que detenerse y poner en riesgo a sus usuarios? Estos son los dilemas éticos que deberán tomar en cuenta los empresarios que utilicen estos sistemas.

    Foto: cortesía de Yachay.
    Foto: cortesía de Yachay.
  • Jacksonville es la mejor ciudad de Estados Unidos para los hispanos

    Desirée Yépez
    Redacción Revistalideres.ec

    Relacionadas

    Jacksonville, al norte del estado de Florida, es la ciudad que más y mejores oportunidades ofrece actualmente a los latinos. El dato se desprende de un estudio publicado en la revista Forbes y difundido en Bbc.co.uk.

    Según el análisis, las urbes que ofrecen el entorno ideal para que los hispanos prosperen y hagan realidad el ‘sueño americano’ son de tamaño medio y se encuentran en el sureste del país.

    Si bien ciudades como Los Ángeles, Miami o Nueva York han sido las que tradicionalmente acogen a una gran población de origen hispano, su presencia numerosa no es sinónimo de que los ciudadanos pertenecientes a la principal minoría de Estados Unidos hayan encontrado más oportunidades.

    Forbes analizó la situación de los latinos en las 52 áreas metropolitanas principales de EE.UU. Tomó en cuenta el porcentaje de viviendas en propiedad, nivel de emprendimiento y promedio de ingresos económicos. Factores que se entienden como indicadores del éxito de la clase media.

    A través de esos datos se concluyó que en Jacksonville el porcentaje de casas en propiedad entre los hispanos se sitúa en el 55% y los ingresos medios por hogar rodean los USD 50,000. Además, un 17% está autoempleado.

    En el ranking continúan Riverside-San Bernardino (California), Baltimore (Maryland), Houston (Texas) y Washington DC.

    Virginia Beach-Norfolk (Virginia), Dallas-Fort Worth (Texas), San Antonio (Texas), Austin (Texas) y St. Louis (Missouri) completan la lista.

    De acuerdo a la publicación, la economía de estados como Texas sorteó de manera más eficaz la crisis económica. Es por ello que se generaron más empleos que demandan trabajadores del perfil que ofrecen los hispanos.

    De hecho, el sureste de EE.UU. ha atraído desde 2010 cerca de 5 millones de ciudadanos extranjeros, más que cualquier otra región del país.

    En la publicación se dice que «al mismo tiempo, hay más empleos en sectores como la construcción o la manufactura, en los que hay una mayor demanda de trabajadores latinos».

    Además, se indica que la comunidad hispana ayuda a revitalizar muchas ciudades estadounidenses. Representa una nueva fuerza laboral y nuevos consumidores, así como muchos emprendedores que abren negocios como restaurantes, tiendas o empresas de servicios.

    «La clase media hispana es la razón por la que muchas ciudades no han entrado en el declive demográfico que se ve en partes de Europa o Asia, al tiempo que dinamiza la economía», concluye.

    En Jacksonville el porcentaje de casas en propiedad entre los hispanos se sitúa en el 55% y los ingresos medios por hogar rodean los USD 50,000. Foto: Cortesía Visitjacksonville.com
    En Jacksonville el porcentaje de casas en propiedad entre los hispanos se sitúa en el 55% y los ingresos medios por hogar rodean los USD 50,000. Foto: Cortesía Visitjacksonville.com