Etiqueta: consumidor

  • La inversión en vino crece durante épocas de crisis

    El Mercurio de Chile / GDA

    Hoy, más que nunca, parece ser cierto ese viejo refrán que dice que no todo lo que brilla es oro. En vista de la alta rentabilidad que alcanzan con los años, cada vez son más los inversionistas que han sumado a su cartera autos, obras de arte e incluso islas. Pero el abanico no termina ahí, ya que el vino ha comenzado a mostrar sus credenciales como un actor cada vez más relevante.

    De hecho, el año pasado, tanto Christie’s como Sotheby’s alcanzaron récords históricos para remates de vinos, al recaudar al año USD 90 millones y 85 millones, respectivamente.

    De acuerdo a Tim Triptree, experto en vinos de Christie’s citado por el diario español El País, los retornos de este tipo de inversiones “pueden ser muy interesantes”, aunque reconoce que es necesario elegir bien y “pagar el precio correcto”.

    A su favor tiene el hecho de que 12 botellas de Petrus 1982 que en el 2001 se compraron por USD 23 000, fueron vendidas 10 años después en 59 000.

    La historia se repitió con una docena de botellas de Château Lafite Rothschild de 1982, que en 2001 costaron USD 5 000 y que el año pasado alcanzaron 48 000.

    “Durante los últimos 30 años, Burdeos ha sido una buena inversión, pero todo reside en comprar y vender en el momento adecuado. El valor del vino lo determina el mercado”, ha comentado Stephen Mould, jefe del departamento de vino en Europa de Sotheby’s, quien recomienda invertir en blue chips -nombre que reciben los vinos superiores difíciles de encontrar-, ya que aumentan su valor con el paso de los años.

    Según los expertos, tal como ocurre con las obras de arte, el incremento en el precio de los vinos se debe a la alta demanda desde China, que en los últimos años se ha convertido en el quinto mayor consumidor del mundo.

    El aumento en los precios de los vinos se debe en parte al interés que están generando en China.

    Durante los primeros meses del año (enero-junio), los envíos de vino embotellado partieron con bajas tanto en volumen como en valor. Pero tal como lo pronosticó la industria, en este segundo semestre habría una recuperación.

    Por lo menos así lo muestran las cifras que han ido entregando Vinos de Chile en los últimos meses. En el período enero-julio, el envío de vinos acumula un incremento de 1,96 y 2,73% en volumen y valor, respectivamente, totalizando USD 983 millones. Mientras que solo durante julio el alza en valor es de 10% y en volumen alcanza un 7,6%.

    En medio de esta variación del mercado chileno, la firma Viña Palo Alto del Valle del Maule, la región vitivinícola más grande, presentó su portafolio de vinos de la categoría Reserva y Superiores, el que fue ampliado debido al éxito que ha tenido en el extranjero.

    Dinamarca, Alemania, Holanda y Reino Unido son los países donde más vende esta viña, siendo su tasa de crecimiento a nivel mundial, entre el 2011 y 2012, de alrededor de un 25%. Palo Alto está presente en 37 países: 12 de Europa y África, 4 de Asia, 19 de Latinoamérica y El Caribe, y en Estados Unidos y Canadá.

    “Nuestro objetivo es ser un actor relevante en el mercado local, que en este momento ocupa el sexto lugar en importancia de ventas”, señala el gerente de marketing Felipe Rossel.

  • Mientras más ropa sucia exista es mejor la venta

    Redacción Quito

    Una mujer que canta y sonríe mientras lava y tiende la ropa. La imagen es de un anuncio para televisión y trae a la mente de los consumidores, principalmente los mayores de 30 años, la marca del detergente que más tiempo tiene en el mercado ecuatoriano: Deja.

    Este producto es elaborado desde hace poco más de cinco décadas, por Unilever (antes Jabonería Nacional), compañía que con dos marcas más (Omo y Surf), tenía el año pasado el 46% del mercado, según el estudio Euromonitor International, publicado en agosto.

    En este segmento participan por lo menos nueve firmas ecuatorianas y extranjeras que ofertan alrededor de 20 marcas. Más datos del estudio muestran que las ventas del sector mantienen un crecimiento permanente: en el 2006 se movieron USD 182,2 millones; en el 2009 fueron 204 millones y el año anterior treparon a USD 219,9 millones.

    Christian Ponce, gerente de Proquim, empresa que produce los detergentes Garza y Swam, sostiene que el mercado de detergentes en Ecuador es lo más parecido a lo que en economía se denomina ‘la competencia perfecta’. Esto, porque se presenta como un mercado libre, no regulado y que permite el ingreso sin arancel de los productos provenientes de países de la Comunidad Andina. “De esta manera se genera una competencia que beneficia al cliente y evita los abusos”.

    Sin embargo, Ponce advierte que uno de los riesgos de esta situación es favorecer a las multinacionales. Esto, añade, dificulta cada vez más el desarrollo de empresas locales que tienen productos de buena calidad, “pero que no pueden dar el salto fuera de nuestras fronteras”.

    En el crecimiento de las ventas existen dos factores claves: el mayor uso de lavadoras en el hogar y la creciente oferta de lavanderías que funcionan con monedas. Así lo sostiene una representante de Unilever y Euromonitor International.

    Patricia Hoyos, gerenta de Marketing de detergentes de Unilever, señala que la categoría de detergentes se encuentra bastante desarrollada en Ecuador. La ejecutiva agrega que cada vez más ecuatorianos utilizan la máquina de lavado, por lo que se requiere más detergente.

    Por ejemplo, Alexandra Alarcón, casada y con dos hijos, utiliza una lavadora desde hace un año y reconoce que cada vez compra más detergente. “En la actualidad compro dos fundas medianas de detergente cada semana”, asegura esta empleada de una empresa privada.

    A lo anterior se suma lo que dice el estudio Euromonitor International. “Las lavanderías cada vez son más populares en las áreas urbanas de Ecuador. Además, las casas y los departamentos cada vez son más pequeños, por lo que los clientes eligen lavar su ropa en lavanderías”.

    Según el Censo Económico del INEC, en el 2010 se contabilizaron a escala nacional 1 770 establecimientos que ofrecían lavado y limpieza en seco de prendas de vestir. La firma Lava Fácil es parte de esta actividad. Carlota Muñoz, representante del negocio, sintetiza: “cada vez hay más población, más ropa y por eso se necesita más detergente en los negocios y en los hogares”. Lava Fácil tenía 11 locales en el 2009; hoy suma 15 a escala nacional.

    En cuanto a la decisión de compra, la ejecutiva de Unilever señala que varía según el hogar. “Usualmente son las amas de casa las responsables del lavado”. Al respecto, Ponce cree que esto va cambiando en especial en los matrimonios jóvenes, que comparten tareas en el hogar.

    Canasta de limpieza

    • El producto con más demanda. El estudio Overview 2012 de Ipsa, hoy Nielsen, señala que el jabón de lavar tiene 42,3% del mercado
    • Otros artículos. El detergente en polvo tiene 40,9% del mercado. Luego están lavavajillas (5,8), cloros (4%) y otros (7%)

  • LA HUELLA SE IMPRIME EN EL CONSUMIDOR

    IVANNA ZAUZICH Redacción Cuenca / LÍDERES

    La huella digital con los colores de la bandera ecuatoriana es el logo de la Corporación Mucho Mejor Ecuador que ya reúne a más de 400 firmas afiliadas y que tiene presencia en unas 430 marcas del país como Bonella, Deja, Tony, La Favorita, Nutrileche, Avena Quaker… Esta iniciativa surgió en el 2005 y dos años más tarde tenía un 48% de aceptación. El último estudio de la firma Propraxis Sigmados, publicado el año pasado, indica que el reconocimiento de la huella es del 98%. 900 personas, con edades entre 18 y 60 años, fueron entrevsitadas en el análisis en Quito, Guayaquil y Cuenca. A estas se les preguntó si recordaban la huella, qué es lo que más le gustaba de este logo, en qué productos lo identificaron… En otra medición de la Corporación Mucho Mejor Ecuador se definió que el 86% de los empresarios que están afiliados señaló que la huella en sus productos favorece a la venta de los mismos.

    Con eso concuerda una de las socias, María José Galarza, quien es diseñadora de joyas. Desde el año pasado, esta cuencana comercializa sus piezas con la huella. Para ella, esta es una garantía de calidad, ya que para acreditarse inspeccionan que al menos el 60% de la materia prima y la mano de obra sea ecuatoriana, además que los procesos de producción sean óptimos. Esta minuciosidad es captada por el consumidor que identifica en la huella un mejor producto.

    Para la directora de Marketing de la Corporación Mucho Mejor Ecuador, Mónica Malo, el posicionamiento de la huella se debe al trabajo realizado por las 10 personas que trabajan en esa entidad. Por ejemplo, cuando un socio desea afiliarse, su marca debe estar registrada ante el Instituto Ecuatoriano de la Propiedad Intelectual. Además, los técnicos de la entidad revisan los procesos, las normas de seguridad, la inocuidad… No solo las empresas socias se someten a un control de calidad. La Corporación Mucho Mejor Ecuador obtuvo, en el 2011, la certificación ISO 9001 (sistema de gestión de calidad) para tener los elementos y así calificar a las empresas socias de la corporación.

    Asimismo, agrega Malo, la huella se ha posicionado por un trabajo constante de marketing en el que se publicita el logo en medios masivos como televisión, prensa y radio. También publicidad BTL y en ferias nacionales. Del presupuesto anual que tiene la Corporación Mucho Mejor Ecuador, el 80% se destina para publicitar la marca, esto representa unos USD 400 000 al año.

    Esos ingresos provienen de la cuota que los afiliados pagan. Esta membrecía depende de la facturación anual de la firma. “Es por eso que hay compañías grandes y microempresas”, señala Malo.

    20 empresas fueron las primeras socias de la iniciativa Mucho Mejor Ecuador. Una de ellas es la firma Homero Ortega, que elabora sombreros de paja toquilla y exporta a 28 países. Para su presidenta Ejecutiva, Alicia Ortega, tener la huella no solo es referente de calidad, sino de mostrar el talento ecuatoriano. “Este logo queda registrado en la mente del consumidor, que prefiere consumir lo nacional, pero de buena calidad”.

    En proyecto.

    La oferta crecerá. Mucho Mejor Ecuador también ampliará su oferta a las empresas que presten servicios como hoteles, hosterías, restaurantes, etc.

    Los parámetros. Para estas firmas se aplicarán los mismos parámetros como que el 60% de su personal sea ecuatoriano, su marca esté registrada ante el Instituto Ecuatoriano de la Propiedad Intelectual y que su servicio sea de excelente calidad.

  • La tecnología cambió la forma de acercarse al consumidor

    Redacción Quito

    No perdona errores. Es menos fiel a una marca y se aburre rápido, lo cual hace que el ciclo de vida de un producto sea cada vez más corto. El consumidor está cambiando, y no entenderlo puede llevar a las empresas a perder dinero e incluso desaparecer.

    Ese fue el tema de la conferencia Marketing para el Siglo XXI, organizada el pasado 19 de febrero por Design Shows y Aden Business School.

    El desarrollo de nuevas tecnologías está cambiando la forma de hacer y entender el marketing, según el principal conferencista del evento, Pablo López. Este experto argentino en fidelización de marca explica que estos cambios requieren de nuevas estrategias, y propone el “marketing experiencial” – es decir, conectar emocionalmente con el cliente.

    “Hoy no hay diferenciación ni en los productos ni en los servicios. Quieres abrir una cuenta en un banco y todos los bancos son similares… La diferenciación no se construye sobre atributos de productos, sino a través de la relación que tengo con el cliente y cómo genero un contacto emocional con él”.

    Lograrlo requiere de varias herramientas. Una de ellas es, por ejemplo, el ‘event marketing’, con el cual una empresa no debe conformarse con participar en una feria, sino hacer del evento una experiencia única para el cliente.

    Por ejemplo, la firma automotriz Jeep dio la oportunidad a los asistentes del New York Auto Show de conducir un auto en un circuito improvisado. “El 8% de 36 000 asistentes que vivieron la experiencia compró un modelo Jeep en menos de seis meses”.

    El beneficio de este tipo de estrategias es que permite medir resultados.

    Otra herramienta es usar SMS marketing. Por ejemplo, clientes de la cerveza Guinness recibían un SMS con la dirección del club donde invitaban una cerveza de esta marca si mostraban el mensaje. Videos, blogs y juegos en la red son otras herramientas para acercarse al cliente.

    También debe quedar claro que controlar la reputación de una marca ya no está en manos de los jefes del producto, sino de los consumidores. López recuerda el caso de Dave Carroll, usuario de la aerolínea United Airlines. La firma no indemnizó a este cliente por romper su guitarra en un viaje. Tras nueve meses de reclamos, la firma le comunicó que no podía hacer nada y que no insistiera más.

    Dave respondió que haría una canción y un video de su experiencia y que conseguiría que un millón de personas lo vieran. El video (llamado United Breaks Guitar) fue visto en YouTube por cinco millones de personas en 20 días.

    United perdió USD 180 millones en ventas. La indemnización le habría costado solo USD 1 200, cuenta López.

    Datos

    Marketing de guerrilla. Las agencias se infiltran en “chat room” para difundir opiniones.

    Game marketing. Crear juegos donde aparecen marcas es otra estrategia.

  • Las pymes apuestan por nombres extranjeros

    Redacción Guayaquil

    La parte más importante de una marca es su nombre. Este es el que le otorga una identidad y lo vuelve diferente a las demás. Algunas marcas y microempresas locales optan por dar un nombre en otros idiomas: inglés y francés son los preferidos.

    Por ejemplo, la marca guayaquileña de ropa, Muse, se lanzó este año al mercado con el nombre en inglés. Significa ‘musa’ en español. Otro caso es el de la microempresa Chokolat Patisserie. Este nombre se inspiró en la palabra francesa ‘chocolat’, que quiere decir chocolate. Asimismo, la pastelería La Bonbonnière, de Guayaquil, escogió el idioma francés.

    ¿Por qué estas marcas locales usan un nombre extranjero para identificar su ADN corporativo? Para el consultor en marketing, Cristopher Gruenberg, se debe a que los países latinoamericanos suelen seguir tendencias de Europa y EE.UU. Agrega que hasta hace unos 5 años se relacionaba lo nacional con menor calidad, por lo que algunas marcas optaron por una «extranjerización».

    Una opinión similar la tiene el experto en marketing Juan Francisco Farías. Él añade que los nombres extranjeros se utilizan en países emergentes como estrategia de posicionamiento. Además, se pueden relacionar con la confianza. «Se asocian con marcas de éxito«.

    Dice que esto hace que el consumidor -a veces inconscientemente- relacione los nombres extranjeros con solidez y respaldo. «Sienten que detrás de las grandes marcas hay un soporte; alguien a quien acudir si existe una queja. Usar nombres en otros idiomas otorga ese valor».

    Alan Beltrán, propietario de Muse, asegura que escoger un nombre en inglés responde al target y a las características del producto. Los estudios de mercado son determinantes para la creación de la identidad corporativa. Beltrán indica que se buscaba expresar sofisticación y elegancia; lo que se lograba mejor a través de un nombre anglosajón.

    Otra microempresa que se decidió por un nombre anglosajón es Play Kids, que elabora medias zapatos para niños. Martha Yong, propietaria, asegura que fonéticamente resultaba superior el nombre de una marca en inglés. Sin embargo -asegura- puede representar un problema con los clientes que solo hablan español.

    En cambio, las propietarias de Chokolat Patisserie, Irene y Cristina Monge, opinan que los nombres en otros idiomas pueden ser más fáciles de recordar. Esto, daría una ventaja frente a la competencia. «En nuestro caso, buscamos algo que sea agradable y estuviera de acuerdo a lo que simboliza el producto».

  • El big data le hace un zoom al consumidor

    Redacción Quito

    Cada clic que damos cuando navegamos en Internet genera información. Todos esos millones de bytes se almacenan en servidores en alguna parte del mundo. Por ejemplo, los de Facebook están distribuidos entre las costas este y oeste de Estados Unidos.

    Esa gran cantidad de datos, en principio compleja e indescifrable, toma el nombre de big data. Pero ese cúmulo de información puede ser una mina de oro, para publicistas y mercadólogos.

    Cada rastro que el usuario deja en su paso por la web puede decir mucho sobre sus gustos y tendencias. Cuando se compra ‘online’, navega en Internet, se usa el servicio de geolocalización, incluso, los ‘me gusta’ y los ‘tuits’, pueden describir a un usuario.

    Con ello, la segmentación de los públicos es más fácil para la aplicación de estrategias de publicidad más efectivas.

    Según expertos de la consultora McKinsey & Company, cuyas oficinas centrales están en Nueva York (EE.UU.), los directores de marketing se encuentran abrumados ante la cantidad de información que rodea a sus empresas y a la que no saben hacer frente ni sacar partido.

    Según revela un estudio de la firma multinacional que hace inteligencia de mercado, Rocket Fuel, un 92% de las empresas que hacen uso de big data han reconocido que alguna vez han excedido sus metas previstas.

    Mientras que un 75% de los encuestados que utilizan big data en sus estrategias de marketing han indicado que son capaces de segmentar sus audiencias.

    Adriana Albán, consultora Digital de la firma Hiperestratégica, explica que aprovechar el big data requiere de grandes inversiones para las compañías, debido a que las plataformas, el análisis y la clasificación de la información requieren de procesos complejos. Pero a pesar de ello, señala Albán, la inversión «vale la pena», debido a que gracias a este sistema las empresas podrían aplicar estrategias puntuales y más efectivas con sus clientes.

    Por ejemplo, la experta en Marketing cita el caso de una cadena de farmacias. «La información que poseen de las tarjetas de afiliación más los registros de ventas pueden dar datos interesantes de cada cliente para aplicar planes puntuales».

    Albán cuenta que en el país, empresas grandes, como las operadoras telefónicas o las del sector del retail, aprovechan las ventajas del big data.

    Por ejemplo, Guillermo Tambaco, jefe de Cuentas Corporativas de Teojama Comercial, asegura que en esa firma empezaron a administrar el big data desde finales de julio. El funcionario asegura que en los 50 años que lleva la empresa nunca han organizado su información. Por ello, con la ayuda de una firma de EE.UU. crearon su propia base de datos.

    Con la información detallada de sus 13 000 clientes, les permitió determinar por qué ellos prefieren sus productos: «por marca, por privilegio, o reconocimiento específico». También recopilan la información que se genera en las redes sociales y del correo electrónico.

    Gracias a la implementación de este plan, asegura Tambaco, la empresa incrementó sus ventas este año en más del 10%, en comparación con el 2012.

    Para Marcelo del Castillo, director Regional de Branding, consultores de Marketing, el uso del big data en el mundo publicitario y del marketing es una tendencia que inició hace 10 años. Mientras que con la información de las redes sociales se trabaja desde hace seis años, añade del Castillo.

    Oswaldo Vera, consultor de Black Box, agencia de marketing, señala que en Ecuador, el uso del big data todavía es limitado, debido a los costos elevados a la hora de organizar su información.

    Pero con herramientas como Google Analytics, Facebook o Twitter, señala Vera, se pueden conocer gustos y tendencias de los públicos externos. «Estas plataformas permiten a las compañías que no tienen muchos recursos tener una pequeña base de datos».

  • Emprendedores, del temor al primer paso

    Mariana Maldonado. El Universal de México (GDA)

    ¿Tienes miedo al fracaso y a la bancarrota? ¿Rechazas la incertidumbre de lo que representa aventurarse a abrir una nueva empresa? ¿Crees que tu idea no es lo suficientemente buena para pasar esa dura prueba frente al consumidor? O, ¿eres un obsesionado por la perfección y temes que las cosas no salgan como tú lo estás pensando? Quizá no tienes ese ‘gen’ que distingue a los emprendedores natos y que los hace triunfar así como así. Creencias o miedos, cualquiera de estas situaciones se convierten en barreras que el propio individuo se pone para evitar emprender. Ambos son centrales para la decisión de fundar o no una empresa, y han merecido numerosos estudios académicos.

    Otros factores relacionados con el emprendimiento son la necesidad de éxito, de tener el control, la de tomar riesgos, la poca o mucha tolerancia a la ambigüedad y la autoconfianza, según un estudio publicado en la Revista Asiática de Emprendimiento y Sustentabilidad. Todos, absolutamente todos, ponen barreras a la hora de planear una nueva empresa.

    Víctor Moctezuma, director del Hub de innovación y emprendimiento iLab Veracruz, asegura que dentro de su entrenamiento se encuentra el prepararlos para enfrentar todo tipo de miedos y obstáculos propios de estos sentimientos negativos. «La primera cosa que les reclamamos es: no hay tolerancia al marasmo mental, porque esa es la primera barrera que hace que todo lo demás esté en contra. Si tú no das el paso adelante, no te quitas las venda de los ojos de que es imposible, nadie lo hará por ti».

    EN BÚSQUEDA DEL GEN
    ¿El emprendedor nace o se hace? Es una pregunta que se ha planteado una y otra vez. Bill Aulet, director del Martin Trust Center del MIT, en su libro ‘Disciplina para emprender. 24 pasos para una exitosa puesta en marcha‘, dice que el emprendimiento se puede enseñar.

    «Cuando vemos a Richard Branson, Steve Jobs, Bill Gates, Larry Ellison, y otros emprendedores que llaman la atención, parecen extraordinarios. Pero cada de sus éxitos es el resultado de un gran producto que los hizo exitosos, no de un gen especial«, asegura en la introducción de su libro. Adiós gen, hola, enseñanza.

    MIEDO AL FRACASO
    Es quizás el ‘rey’ cuando se habla de emprender. El miedo a la bancarrota es un factor de decisión para muchos emprendedores potenciales para no emprender un negocio, según un informe realizado en los Países Bajos. El riesgo de fracasar parece ser alto. En México: 70% de los negocios no llegan a su tercer año de vida, según un estudio de KPMG.

    El libro del fracaso elaborado por Fuck Up Nights y por el Instituto de Emprendimiento Eugenio Garza Lagüera incluso lo aborda con humor y sostiene que con el tiempo es posible digerirlo.

    Una frase del dramaturgo Samuel Becket citada ahí puede ayudar: «Fracasa. No importa. Inténtalo de nuevo. Fracasa de nuevo. Fracasa mejor».

    La aversión al riesgo es otra barrera psicológica hacia emprender, según un estudio publicado en la Revista Internacional de Negocios y Management. Un estudio de John Morgan, un profesor de temas empresariales de la UC Berkleys, añade que a los empresarios no solo no les gusta el riesgo sino que se mueven por lo que él llama «aversión a la pérdida».

    Los otros factores

    Búsqueda de reconocimiento. El libro del Fracaso dedica un apartado a este punto y lo titula: «Si buscas reconocimiento, detente», y sostiene que, quizá seas el más guapo para tu pareja y el más inteligente para tus padres, pero… no lo serás para todos.

    Mejor, perfecto. La perfección no existe, ¿cierto? El libro del fracaso recomienda que se asuma como lo que es: «un ideal que te anima a emprender acciones», y no como la última meta.

    Tolerancia a la frustración. Se relaciona con intentarlo una y otra vez porque, seguramente, a la primera no va a salir. «Todo el tiempo estás rodeado de obsesiones, no puedo, no debo. Es lo primero que se debe de romper», asegura Víctor Moctezuma, director del Hub de innovación iLab Veracruz.

    El especialista

    Emprendedor, ¿con el corazón o con la cabeza?

    Resultan sorprendentemente sencillos y hasta cierto punto elementales y de sentido común los relatos de los individuos exitosos. Ellos hablan de sus logros como asuntos que pudieron ocurrírseles a cualquier persona; afirman que sus decisiones fueron simplemente consistentes con las circunstancias, que hicieron lo que era necesario hacerse, en el tiempo y espacio apropiados, con un nivel de convencimiento que era casi imposible que no les llevara a lograr el éxito.

    Advierten, eso sí, que saborearon derrotas y frustraciones, que tuvieron que sobreponerse a sus propios miedos, condicionamientos mentales, al autosabotaje; dejar de culpar a las circunstancias. Lo intentaron una y otra vez, y solo entonces vieron materializarse sus sueños. Sin embargo, nunca creyeron que habían tocado el cielo con las manos.

    A partir de esos testimonios, centenares de autores han intentado descifrar los misterios del éxito, convencidos de que debe haber un método capaz de hacer de cualquier sujeto medianamente ambicioso un triunfador.

    Es evidente que el tiempo y los contextos son cambiantes. Por ejemplo, la presente generación cuenta con recursos y medios tecnológicos que permiten hacer todas las previsiones posibles antes de lanzarse a las turbulentas aguas de los negocios. Entonces, los emprendedores evitan todo lo que parece subjetivo, como las ‘corazonadas‘; prefieren dejarse guiar por lo ‘concreto‘. Echan mano de los indicadores económicos, estudian las estrategias de sus potenciales competidores, conocen el mercado y el comportamiento de los consumidores, saben de ‘marketing‘; dominan el ‘branding’, el ‘e-commerce’.

    Aún así, el pánico y la inseguridad les acompañan siempre. El problema radica en la avidez, en la búsqueda neurótica del éxito, en la pereza, que prefiere cómodos atajos. En cambio, los emprendedores de inicios del capitalismo contaban con escasos datos, de modo que su intuición era su principal herramienta. También hay diferencias ‘filosóficas‘ respecto del dinero y el trabajo. Muchos de los acaudalados empresarios de antaño atribuían su buena fortuna a sus convicciones espirituales. Por su parte, los emprendedores de estos tiempos conciben a Dios, en el mejor de los casos, como un socio estratégico; prescindible si llegara a oponer resistencias éticas para alcanzar el éxito.