Etiqueta: coronavirus

  • Japón y el dilema de un sello rojo

    Agencia AFP

    Los empleados de oficina en Japón continúan desplazándose a sus lugares de trabajo a pesar del estado de emergencia declarado en parte del país para luchar contra la pandemia de covid-19. Esto ocurre por un pequeño sello tradicional que marca muchos documentos con una suerte de logo rojo.

    Si bien el teletrabajo se ha extendido ampliamente por la pandemia, el uso del ‘hanko’ (que sirve para firmar contratos, aprobar propuestas y verificar quién ha visto este o aquel documento) todavía empuja cada día los días a muchos empleados en el metro y en los trenes suburbanos.

    Único para cada persona y empresa, generalmente es cilíndrico con una superficie entintada no más grande que una uña. Por razones de seguridad, el hanko de una empresa no debe llevarse fuera de la propia oficina.

    “Tengo que estar físicamente presente en la oficina porque tengo que revisar documentos en papel y sellarlos”, dice Mizuho, quien trabaja en una empresa de tecnología de la información. Aunque trabaja en un sector que utiliza las nuevas tecnologías, el ‘hanko’ sigue siendo la norma en la empresa, agrega Mizuho, que no quiso revelar su apellido.

    “Utilizamos software de Microsoft como una herramienta de comunicación (…) pero no podré trabajar desde mi casa mientras exista la cultura del ‘hanko”.

    Ella incluso teme que su compañía no tome en serio la pandemia, ya que un empleado del edificio ha contraído el virus. “ Siento una presión tácita que me empuja a estar en la oficina”, señala la ­empleada.

    La mayoría de adultos nipones tiene su propio sello, marcado con sus nombres en caracteres japoneses y utilizado como firma para autentificar una multitud de documentos, desde abrir una cuenta bancaria hasta recibir ­cartas registradas.

    Grandes empresas, incluidos importantes bancos, han comenzado a eliminar esta práctica.
    Sin embargo, los pequeños sellos permanecen firmemente anclados en la tercera mayor economía del mundo, al igual que otros hábitos que parecen arcaicos en los otros poderes económicos, como el uso del fax y la preferencia por el documento en papel.

    Según una reciente encuesta realizada por la Asociación Japonesa de Directores Financieros (Jacfo), 40% de las empresas que han introducido el teletrabajo indican que los empleados continúan yendo a la oficina, principalmente para tratar documentos en papel y hacer uso del hanko.

    “Hay una cultura conservadora, una negativa de las compañías a cambiar su forma de trabajar”, dice Hiroshi Yaguchi, de Jacfo.

    Aunque el número de compañías que cambian a documentos digitales está en aumento, deberían ir más allá al introducir conferencias en línea para facilitar el teletrabajo, comentó.
    El Gobierno japonés introdujo esta semana un estado de emergencia en siete regiones. El primer ministro pidió una reducción del 70% al 80% en los contactos personales para frenar la progresión del coronavirus, mientras que los expertos temen una explosión en el número de casos.

    Japón registra más de 9 000 casos confirmados de contagio, con más de 90 muertes. La ley japonesa ofrece muy pocos medios de coerción en esta área, y este estado de emergencia no implica un confinamiento impuesto como en otras regiones del mundo. Sello electrónico

    La cantidad de pasajeros en los trenes y trenes subterráneos de Tokio, que suelen estar abarrotados durante la hora pico se ha reducido drásticamente, pero Yumi, una empleada de una compañía de seguros, dice que el teletrabajo es imposible para ella y sus colegas.

    “En mi empresa todos vienen (…) nuestros clientes completan las solicitudes de seguro y, por lo tanto, es difícil para nosotros trabajar en casa”, dice, negándose a dar su apellido. Ella trata de tener cuidado en el tren eligiendo los vagones que parecen menos llenos.

    Por el contrario, la agencia de viajes de Yuki, de 30 años, utiliza principalmente documentos electrónicos y un hanko digital.

    “Con un clic puedo añadir el sello digital a los documentos. Es fácil”, dice esta japonesa.
    Sin embargo, no todos los datos son accesibles de forma remota y todavía tiene que ir al sitio varias veces a la semana.

    “Los japoneses son trabajadores y si no se les impide ir a trabajar, será difícil reducir el contacto en un 80%”, comenta Yuki.

    El primer ministro japonés, Shinzo Abe, anunció el jueves pasado que extendía el estado de emergencia a todo el país, para poder luchar más eficazmente contra la propagación del nuevo coronavirus.

    “Las zonas donde el estado de emergencia debe aplicarse pasarán de siete regiones a todas las regiones”, dijo el Jefe de Gobierno en una reunión con expertos médicos dedicada a la pandem

    Decenas de japoneses en una estación del metro de Japón, rumbo a sus trabajos, en esta foto del 20 de febrero pasado
    Decenas de japoneses en una estación del metro de Japón, rumbo a sus trabajos, en esta foto del 20 de febrero pasado. Foto: Charly Triballeau / AFP
  • General Motors de México producirá mascarillas

    Agencia EFE

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    General Motors de México, la rama mexicana de la compañía estadounidense, informó la semana pasada que producirá nueve millones de mascarillas o tapabocas como donación al combate contra la pandemia del covid-19 en este país.

    La producción de las mascarillas, que tendrán el nivel 1 que corresponde a un riesgo bajo a exposición de fluidos, comenzará a finales de abril en la planta de Toluca, estado de México, indicó la empresa en un comunicado.

    “Estamos muy interesados en contribuir a la batalla contra la pandemia del covid-19”, comentó en el comunicado el presidente y director general de GM México, Francisco Garza.

    El empresario expresó el apoyo a los médicos y enfermeras que están en primera línea de combate a la pandemia y a quienes reconocemos su gran esfuerzo por salvar vidas “ante las apremiantes circunstancias”.

    La compañía adelantó que una parte de la producción será donada a hospitales públicos de Ciudad de México, Estado de México, San Luis Potosí, Guanajuato y en Coahuila, entidades en las cuales la empresa tiene centros de operaciones.

    El presidente y director general señaló que para GM “ha sido una prioridad apoyar a las comunidades que más lo requieren durante los casi 85 años que hemos estado en México”.

    La empresa anunció, sin precisar la cantidad, que otra parte de la producción de mascarillas será destinada para el uso de los empleados y distribuidores de la propia compañía, a los cuales se pretende garantizar los máximos cuidados de higiene para prevenir contagios.

    Un área del complejo de Toluca será acondicionada con estándares estrictos de higiene y de seguridad para producir alrededor de 1,5 millones de mascarillas mensuales a lo largo de los próximos seis meses, indicó la empresa.

    La planta de Toluca se dedica principalmente a la producción de motores de 1,5 L turbo para vehículos de la compañía automotriz.

    La decisión de esta empresa se suma a los anuncios de otras ramas de la industria mexicana que han reconvertido su producción para apoyar en la lucha contra el covid-19 que registraba cerca de 5 000 contagiados y 300 fallecidos.

    Una empleada de General Motors enseña el modelo de las mascarillas que se elaborará en Toluca.
    Una empleada de General Motors enseña el modelo de las mascarillas que se elaborará en Toluca. Foto: EFE
  • Una ‘app’ ayudará a combatir el covid-19 de forma anónima

    Agencia AFP

    Una alianza liderada por el Banco Interamericano de Desarrollo lanzará David-19, una aplicación para luchar contra la covid-19 utilizando ‘blockchain’ que permitirá a los ciudadanos de Latinoamérica compartir datos sobre el coronavirus para ayudar a los gobiernos, pero sin exponer su privacidad.

    “Todos nos sentimos muy indefensos contra este coronavirus, sin embargo, si todos somos David-19 podemos vencer al Goliath del coronavirus”, explicó Alejandro Pardo, especialista del laboratorio de innovación del BID.

    La iniciativa será lanzada esta semana y busca -mediante una campaña ciudadana- proveer información útil a los gobiernos en la gestión de la pandemia.

    La idea de David-19 es establecer un registro común descentralizado sobre el estado de cada usuario, si está en fase de cuarentena o desconfinamiento, permitiendo generar mapas de situación de riesgos, sentando las bases tecnológicas para el desarrollo de un “pasaporte sanitario digital”.

    La idea surgió viendo experiencias puestas en marcha en Asia, sobre todo un proyecto de “trazabilidad” en Singapur y una estrategia sobre el distanciamiento social en Corea del Sur, pero a diferencia de estas herramientas esta iniciativa pide la participación voluntaria y mantiene el anonimato de los datos.

    Lo que hace la ‘app’ es compartir y gestionar de manera rigurosa y con privacidad si una persona está confinada o no, si tiene inmunidad, si es asintomática, si presenta síntomas o está enferma.

    Para ello, el laboratorio de innovación del BID buscó socios tecnológicos como Everis, IOVlabs y World Data para lograr en algo más de un mes una plataforma digital con el objetivo de que el covid-19 pase de ser “un enemigo invisible a uno visible”.

    “Puede suponer la primera experiencia a escala regional del uso de un modelo de identidad soberana que deja bajo el control de cada ciudadano sus datos personales, permitiendo responsabilizarse y colaborar activamente en el control de la pandemia”.

    Pardo está encargado de LACChain, un alianza global para el desarrollo en América Latina y el Caribe del ecosistema de la tecnología blockchain, una cadena de bloques descentralizada usada en la criptomoneda bitcoin. Para él, las características de esta tecnología son únicas ya que son globales, abiertas y, sobre todo, “sociales y solidarias”.

    Una persona le muestra los documentos a una policía en un control de circulación, en Buenos Aires
    Una persona le muestra los documentos a una policía en un control de circulación, en Buenos Aires. Foto: EFE
  • Esta industria láctea reforzó sus procesos

    Redacción Quito

    Estrictas normas de higiene y calidad para mantener la cadena de abastecimiento durante la emergencia sanitaria por covid-19 tiene la industria láctea Alpina. La compañía participa en el mercado con cuatro categorías de productos: quesos, yogures, postres, avena. Cuenta con ocho marcas.

    Al estar dentro del sector de alimentos está habilitada para operar normalmente. Luis Laso, gerente de Aprovisionamiento y Calidad, explica que si bien esta tiene rigurosos estándares de calidad, una vez que se anunciaron las medidas de confinamiento se reforzaron sus políticas de inocuidad e higiene.

    Un primer paso fue capacitar al personal sobre las normas de cuidado que anunció el Gobierno ante la pandemia. Además, con el fin de salvaguardar la salud de los colaboradores y sus familias, contrató busetas para que los trasladen desde su casa a las plantas de producción y viceversa; las unidades se desinfectan dos veces al día.

    El contar con colaboradores sanos permite continuar con la operación y, por ende, seguir llegando con los productos a los canales de comercialización en el país.

    La firma vigila permanentemente la temperatura del personal y se lleva un formulario médico sobre cada empleado. Alpina cuenta con 570 de trabajadores, de los cuales 350 se encuentran laborando en las áreas de industria, ventas y distribución.

    El personal operativo trabaja en las dos plantas de la firma: en San Gabriel (Carchi) y en Machachi (Pichincha). Para garantizar que estos ambientes sean estériles se los desinfecta dos veces al día y los colaboradores deben cumplir estrictos procesos de higiene y distanciamiento.

    La firma también ha desarrollado protocolos de desinfección de vehículos y bodegas en su centro de distribución de Guayaquil. Asimismo, existe un alto control durante la etapa de entrega en los puntos de comercialización.

    En esto último, al igual que otras empresas, se registraron inconvenientes durante los primeros días. Sin embargo, conforme han pasado las semanas se ha logrado reducir la problemática con relación a salvoconductos y otras complicaciones.

    Christian Wahli
    , presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos y Bebidas (Anfab), indica que uno de los problemas para entregar el alimento era la negativa de ciertos transportistas para llevarlos.

    Alpina cuenta con servicios externos de distribución, lo que le ha permitido cumplir con los puntos de comercialización: 70 camiones para la operación de producto terminado y 20 para la recolección de leche cruda.

    En condiciones normales la empresa distribuye su producto en tres canales: institucional (hoteles y restaurantes), tradicional (tiendas) y moderno (supermercados). Este último es en el que actualmente se está concentrado la mayor cantidad de venta. “En estos momentos se volvió el principal, pese a que hay micromercados que están funcionando muy bien”, comenta Laso.

    Regularmente las tiendas, que suman 130 000 en el país, son otro de los negocios de venta más fuertes. Sin embargo, según Anfab, el 50% de estas a escala nacional están cerrado, principalmente por el miedo de los vendedores a contagiarse.

    Guido Varela, titular de la Red Ecuatoriana de Tenderos, asegura que la situación ha ido cambiando conforme el paso de los días y ese 50% de cierre se registra en Guayas y el 30% en el resto del país. Confirma que luchan contra el miedo y contra las dificultades logísticas para el abastecimiento.

    Actualmente, se desarrolla una campaña en la que participan actores como la Red, Anfab y sus empresas, el Gobierno, etc., para que las tiendas mantengan sus negocios y alcancen las mejores condiciones de operación. Además, Varela explica que es un proceso de doble vía, empresa – tendero / tendero -cliente, el ofrecer higiene en los productos y los empaques para proteger la salud de todos los involucrados.

    Una imagen de las instalaciones de Alpina. La firma continúa con sus procesos en medio de la pandemia
    Una imagen de las instalaciones de Alpina. La firma continúa con sus procesos en medio de la pandemia. Foto: Cortesía
  • Esta barbería se reinventó ante la cuarentena por el covid-19

    Redacción Líderes

    La emergencia sanitaria que vive Ecuador, con las medidas de restricción implementadas por las autoridades, no frenaron el espíritu emprendedor de Barber House. Este negocio, con un local en Cumbayá y otro en Quito, se vio afectado como la mayoría de negocios que tuvieron que cerrar sus puertas por el covid-19.

    Su fundador José Aguirre cuenta que ambos locales se cerraron a mediados de marzo. Tras unos días de incertidumbre Barber House decidió probar un servicio virtual, en el que mediante una videollamada ofrece asesoría a sus clientes. La idea fue mantener el contacto y mostrar que el negocio estaba preocupado por sus clientes, explica Aguirre.

    “Ellos vienen cada dos o tres semanas y en esta cuarentena nos escribían preguntando cómo les podíamos ayudar debido a que ya tenían el cabello crecido”.

    Macarena Zaldumbide es una de las personas que se contactó con Aguirre para recibir ayuda virtual. Su esposo y sus hijos son clientes habituales de Barber House. El pasado 7 de abril ella recibió la ‘visita’ de uno de los barberos del negocio.

    “Desde el primer minuto de la llamada sentimos el profesionalismo, cariño y respeto con el que nos iban a guiar en este proceso”, dice Zaldumbide, quien nunca antes había cortado el cabello de su esposo ni de sus hijos.

    La mujer estaba un poco nerviosa. Pero con la ayuda Marcos, el barbero, lo logró. “Primero le mostramos los implementos que teníamos en la casa. Marcos nos fue dando las instrucciones y logramos, entre paciencia y risas, hacer el corte. Íbamos moviendo la cámara para que Marcos pueda ver el avance”. Al final todos quedaron contentos con la videollamada y con la atención brindada.

    “Aprendimos algo nuevo y disfrutamos de una distracción por una hora. Fueron puntuales, pacientes y profesionales”.

    Aguirre cuenta que en las dos primeras semanas de esta nueva modalidad se hicieron cerca de 100 cortes de cabello y barba, por medio de videollamadas. El costo sugerido es de USD 5, pero existen clientes que pagan algo más. “La idea es mantener el empleo de los 11 barberos que tiene Barber House hoy en día en sus dos locales”, explica Aguirre.

    El emprendedor añade que lo más difícil fue el cambio de paradigma, romper el esquema tradicional y creer firmemente que una idea aparentemente descabellada puede funcionar. “Nuestro oficio es puramente de contacto realizado por un profesional, en este caso los clientes ponen su confianza en nuestra capacidad pedagógica y en la habilidad de quien haga las veces de ‘barbero en casa’. Socializamos la idea a la interna, definimos protocolos y nos lanzamos”.

    ¿Cómo reaccionan los clientes? Aguirre dice que la marca cuenta con la confianza y la solidaridad de los usuarios. La idea fue recibida de muy buena manera principalmente por la capacidad de reinvención mostrada.

    Además, Barber House, que incorpora la marca Barber Home por la cuarentena, tiene un par de clientes en el extranjero. Uno de ellos es Mario Ortiz, quien vive en Canadá. “El haber logrado un asesoramiento técnico para poder cortarme yo mismo el cabello lo hace interesante y se hace divertido cuando el asesoramiento técnico es bien impartido por alguien que sabe”, dice desde Canadá.

    Foto referencial. En las fotos se observa cómo dos de los clientes reciben asesoría de un barbero de Barber House. Foto cortesía
    Foto referencial. En las fotos se observa cómo dos de los clientes reciben asesoría de un barbero de Barber House. Foto cortesía
  • Ruth Arregui: ‘El sistema financiero es prudente’

    Pedro Maldonado

    Editor del Semanario LÍDERES. (I)

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    Ruth Arregui es la Superintendenta de Bancos cuenta las acciones que se están implementando en el sector financiero para enfrentar el covid-19. También explica el refinanciamiento de créditos y cómo la ciudadanía está aprendiendo a utilizar nuevos canales de la banca.

    ¿Cómo está reaccionando el sistema financiero a la emergencia sanitaria? ¿Se puede comparar este hecho con algún episodio del pasado?

    Desde mi posesión al frente de la Superintendencia de Bancos, con mi equipo de trabajo veníamos procurando establecer un ambiente propicio para el camino a recorrer por parte del sistema controlado por la Superintendencia para ir hacia Basilea III. También veníamos adoptando medidas que permitan a las instituciones mejorar sus condiciones frente a un escenario adverso de no crecimiento de la economía nacional y de un desempeño pobre del sector financiero internacional. En ese camino adoptamos medidas como planes de contingencia de liquidez, planes de continuidad del negocio. En particular quiero referirme a la instrucción de un reparto máximo aproximado del 30% en dividendos y el 70% restante de las utilidades para la capitalización de las instituciones con tres efectos positivos: mejorar el patrimonio y la solvencia; mejorar los indicadores y márgenes para colocación de recursos, esto es dar préstamos al sector productivo; y robustecer sus sistemas tecnológicos para mejorar los productos y servicios financieros, cada vez más operados remotamente o banca virtual.

    ¿Cómo se ha actuado ante la pandemia del covid-19?

    Se intensificó la participación y coordinación de la Superintendencia de Bancos en la Asociación de Supervisores Bancarios de las Américas, filial del Comité de Basilea. Esto nos ha dado guías y recomendaciones para enfrentar la contingencia. Primero con la exigencia del Plan de Manejo de Emergencias para Implementar estrategias y acciones concretas para controlar y minimizar los efectos de la pandemia, en clientes y personal de los propios bancos; y, segundo con el diferimiento extraordinario de obligaciones crediticias. A esto se suman otras medidas de aislamiento y bioseguridad.

    ¿Existe alguna situación del pasado con la que se pueda comparar esta contingencia ?

    No existe un antecedente comparable a este episodio de la pandemia del covid-19. Se han presentado situaciones adversas en épocas relativamente recientes como la guerra con el Perú; la crisis económica y financiera ocurrida en el año 1999; o la crisis financiera internacional de 2008. La dimensión de los impactos derivados del covid-19 ya están evidenciándose en la economía, con pérdidas por la reducción en la actividad económica y casi el 70% de las empresas se encuentran paralizadas, según informó en días pasados el Ministerio de Producción. El escenario ha sido agravado por la guerra de precios del barril de petróleo. Sin embargo, tenemos un sistema financiero que ha sabido hacer las cosas y ha sido prudente en el manejo de la liquidez, recursos que están sosteniendo la economía en esta coyuntura.

    ¿Aplicar las medidas dispuestas por la Superintendencia es menos complicado para los grandes bancos?

    No necesariamente, la versatilidad, adaptabilidad y rapidez en la adopción del nuevo marco normativo radica en la robustez y capacidad de los sistemas informáticos, la capacitación del personal y la vigencia y pertinencia de los manuales de procesos que definen eventos y procedimientos a seguir en caso de emergencia y contingencia, aplicables a estos casos.

    Debido a la situación de emergencia mundial como la que estamos atravesando podrían existir inconvenientes derivados de incidentes no contemplados en los manuales internos y en la estimación de los riesgos, como por ejemplo, la relación con proveedores externos de servicios críticos para el desarrollo de ciertas actividades que podrían ocasionar ciertos retrasos. Puede darse la necesidad de cambios en los registros contables derivados de las reformas normativas. De allí la importancia de adopción de alertas tempranas y medidas preventivas y prospectivas.

    Existen dudas de los usuarios de la banca en la actual coyuntura. ¿Si un cliente refinanció su crédito le cobrarán más intereses que si paga normalmente en la fecha prevista inicialmente? ¿Refinanciar implica que al final termina pagando más?

    El refinanciamiento significa la consolidación de todas las deudas que el sujeto de crédito mantenga con la entidad de los sectores financiero público y privado, al momento de instrumentar la operación. En este caso, la tasa de interés se mantiene. Hay medidas temporales como modificar las condiciones originalmente pactadas de las operaciones de crédito de los distintos segmentos. Además, los saldos de créditos que no hubieren sido pagados en las fechas de vencimiento se transferirán a las correspondientes cuentas vencidas a los 60 días posteriores a la fecha de vencimiento de la operación. Las operaciones señaladas no serán reportadas como vencidas en el registro de datos crediticios por parte de la entidades financieras. Este diferimiento extraordinario de obligaciones crediticias no generará costos adicionales ni comisiones para el cliente.

    ¿Qué pasa con las deudas ya vencidas antes de la emergencia?

    Se negociarán conforme cada caso con la entidad financiera, a fin de optar sea por un refinanciamiento o una reestructura. Se entiende que aquellas cuotas vigentes y que vencían en marzo, y las posteriores de abril, mayo y junio son las que podrían acogerse al diferimiento.

    ¿Cómo quedará el sistema financiero luego de la emergencia?

    Buscamos la resiliencia del sistema financiero ecuatoriano pero sobre todo su fortalecimiento de cara al futuro. Para ello es imperativo contar con instrumentos que permitan la sostenibilidad de la cadena de pagos y en principio mantener la actividad económica para que luego retorne a los niveles que permitan crecimiento en la economía ecuatoriana.

    ¿Los clientes madurarán en el sentido de usar nuevos canales?

    Uno de los más importantes aprendizajes para los usuarios y clientes del sistema financiero, ante las restricciones de movilización experimentadas para realizar sus transacciones de manera presencial, ha sido el acceso y uso de los canales electrónicos para la ejecución de sus transacciones bancarias, pero no toda la población es beneficiaria de estas facilidades de inclusión. También implica a la banca la adopción de acciones que deben ser implementadas a fin garantizar que estas operaciones sean seguras para el cliente; y, por su parte el cliente deberá ser consciente de las medidas de seguridad que debe de tener en cuenta para su uso.

    Ruth Arregui se ha desempeñado como Gerente General del Banco Central del Ecuador (2011-2013)
    Ruth Arregui se ha desempeñado como Gerente General del Banco Central del Ecuador (2011-2013). Foto: Archivo / Líderes
  • Industrias ya aplican las nuevas reglas

    Redacción Líderes

    Las empresas ya se acogen a las nuevas regulaciones en materia laboral que estableció el Gobierno, a través de acuerdos ministeriales, para aliviar su complicada situación económica, generada por la pandemia de covid-19.

    Según el Gobierno, el 70% del aparato productivo está parado y el 30% operativo, aunque no en toda su capacidad. Entre las actividades más golpeadas, según la Cámara de Comercio de Quito (CCQ), están la comercial y la manufactura.

    Constructores Positivos es una agrupación que reúne 600 actores entre empresas, profesionales, cámaras, proveedores, etc. Joan Proaño, vocero del grupo, explica que la actividad está parada pero que “más allá de nuestra productividad e ingresos está un tema humano y de seguridad pública. La única manera de que la gente esté en sus casas de forma voluntaria es si tiene qué comer”.

    Por esta razón es que en marzo la mayoría de las empresas de esta agrupación pagó el sueldo a sus empleados. El personal administrativo está teletrabajando; el operativo, correspondiente alrededor del 95% de la nómina, ya está bajo la modalidad de suspensión laboral. Las horas no trabajadas se recuperarán tras la emergencia.

    Proaño explica que Constructores Positivos decidió, además, que no va a despedir personal y que, luego de la cuarentena continuará con sus obras en curso, con todas las medidas de seguridad.

    Lo que le preocupa a estos empresarios es cómo se incentivará la demanda de vivienda. Sin ventas no será posible obtener liquidez y, por ende, no habrá la posibilidad de seguir construyendo.

    Inquietudes económicas también existen en el sector textil. Javier Díaz, presidente de la Asociación de Industriales Textiles del Ecuador (AITE), dice que 85% de empresas del sector está parado; solo operan aquellas dedicas al segmento de salud, higiene y limpieza, así como las exportadoras.

    “La mayor parte de las que están cerradas se han acogido a figuras como la reducción de jornada o la suspensión laboral, que constan dentro del Acuerdo Ministerial 77. Se han acogido a todas las disposiciones, según las normas: llegar a convenios con los trabajadores, negociar los pagos, etc. Algunos se cancelarán a plazos, otros contra vacaciones, etc. Hay empresas que sí han pagado marzo. Las realidades son distintas”.

    Otro dato: el 15% de las firmas, que están activas, ha ajustado horarios en función de la demanda y necesidad de producción.

    Para los confeccionistas la situación es igual de compleja. Así lo indica Milton Altamirano, representante de la Asociación de Confeccionistas Textiles (Acontex).

    El 98% de estos negocios no está trabajando. El 2% se encuentra elaborando mascarillas y trajes médicos protectores. “Se hace imposible el pago. Se tendrá que reducir nóminas en un 50% y con el resto llegar a acuerdos para cancelar sueldos. Si no se trabaja no hay recursos y nosotros estamos pensando cómo vamos a sostener la mano de obra”, señala.

    El sector de la construcción es uno de los que están paralizados debido a la emergencia sanitaria que vive el Ecuador
    El sector de la construcción es uno de los que están paralizados debido a la emergencia sanitaria que vive el Ecuador. Foto: Cortesía
  • Las empresas revisan opciones laborales en medio del covid-19

    Carolina Enriquez

    Al menos cuatro regulaciones laborales, a través de acuerdos ministeriales, ha oficializado el Gobierno para paliar los impactos económicos del covid-19 en las empresas. Suspensión de la jornada laboral, modificación de horario de trabajo, reducción de las horas y planificación urgente de vacaciones son las principales normativas.

    Hasta el 16 de abril, según el Ministerio de Trabajo, 28 134 empresas y 470 302 trabajadores se habían acogido a las tres primeras figuras. Con base en los datos presentados, la suspensión laboral es la norma a la que más se han acogido las empresas y la que mayor número de trabajadores reúne.

    En el sector textil hay empresas que se acogieron a la suspensión laboral. Las firmas que siguen laborando están dedicadas a actividades puntuales como la elaboración de tapabocas, trajes especiales y exportación.

    Según el Acuerdo Ministerial 77, y sus reformas en el acuerdo 80, la figura implica que aunque no termina la relación laboral, esta se suspende por un tiempo; se aplica para las empresas cuyo personal no puede acogerse al teletrabajo u otras regulaciones.

    Una vez que haya terminado la emergencia las personas deberán recuperar las horas que no trabajaron; hasta 12 semanales y ocho diarias durante el sábado, sin recargo. Los empleados gozarán de todos los derechos laborales pendientes en ese tiempo. Además, las partes deben acordar un calendario de pagos.

    Gabriel Recalde, director del Observatorio de la Política Laboral (Cespla), cree que la normativa tiene vacíos para su aplicación. Él se pregunta qué sucede con la cobertura de la seguridad social para el empleado durante los días que está suspendido y considera que el empleador no puede tener toda la potestad de definir el tiempo de aplicación.

    Para Roberto Estrada, socio de la consultora Deloitte, pese a cualquier falencia esta y otras modalidades son opciones para evitar que se sigan perdiendo empleos. La renegociación de salarios, la flexibilización y el uso del 15% de las utilidades para pagar nómina, todas de manera temporal, son alternativas válidas.

    Para empresas que, por ahora, no han hecho ajustes, una salida ha sido el teletrabajo, que no forma parte de los acuerdos porque ya estaba normado, o la modificación de la jornada. En Cooperativa Andalucía, operativa por estar en un segmento prioritario, se permitió que sus trabajadores en situación de vulnerabilidad laboren desde casa y, para evitar aglomeraciones en sus oficinas, calendarizó el trabajo para dividir actividades y que se pueda trabajar desde el hogar y las instalaciones de manera alternada.

    En el sector floricultor se han adoptado decisiones más radicales como la terminación de la relación laboral por caso fortuito o fuerza mayor. El artículo 169 del Código de Trabajo, numeral seis, determina que puede aplicarse esta figura por una serie de circunstancias, entre ellas las “plagas de campo” o acontecimientos extraordinarios que imposibiliten el trabajo que los contratantes no pudieron prever o que no lo pudieron evitar.

    Alejandro Martínez
    , presidente de Expoflores, explica que en ciertas empresas del sector se aplicó la figura ante el fuerte impacto de la emergencia. Esto ha permitido que puedan trabajar solo con el personal necesario para lograr que las fincas sigan activas.

    Para el exjuez laboral, Iván Nolivos, existen casos de compañías que están usando la normativa de manera equivocada. Aclara que solo puede aplicarse cuando la empresa ya no pueda volver a operar nunca más. En esto coincide el director de Cespla, quien dice que ha habido sentencias en este sentido. Ambos explican, además, que el Código garantiza que se debe pagar la indemnización ya que en los hechos se trata de un despido intempestivo. Recalde señala que sería necesaria una reforma legal para aplicar la figura con otra metodología.

    Uno de los sectores en que la mayoría de sus empresas se acogió a la suspensión laboral es el textil. Las firmas que están activas elaboran tapabocas y otros productos de seguridad
    Uno de los sectores en que la mayoría de sus empresas se acogió a la suspensión laboral es el textil. Las firmas que están activas elaboran tapabocas y otros productos de seguridad. Foto: Cortesía
  • Revista Líderes: Mira aquí la edición del 20 de abril del 2020

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    Revista Líderes presenta a sus lectores este lunes 20 de abril del 2020 un informe sobre el impacto laboral que enfrentan las empresas por el covid-19. Más de 28 000 compañías se acogieron a la suspensión de actividades y otras acciones reguladas. Mire que estrategias están usando negocios para hacer frente a las restricciones por el covid-19.

    Portada de la Revista Líderes del lunes 20 de abril del 2020.
    Portada de la Revista Líderes del lunes 20 de abril del 2020.
  • Una plataforma que anima a emprender

    Agencia EFE

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    Bajo el lema de “La solidaridad es más contagiosa que un virus”, emprendedores colombianos crearon una plataforma para ayudar a “sobrevivir” a establecimientos que han tenido que cerrar sus puertas por la emergencia provocada el covid-19.

    La estrategia, liderada por cinco empresarios y que sus creadores denominaron “Proyecto Sunrise”, busca conectar a pequeños negocios con personas que quieran ayudarlos con un “aporte anticipado” que puede ser redimido en productos o servicios una vez la crisis esté superada o mantenerlo como una donación.

    “Tu aporte ayudará a que la crisis de salud no desencadene una crisis económica más grande”, explican sus creadores en el sitio web, en el que detallan que con esta iniciativa evitarán que negocios cierren al ayudarlos a pagar arriendos y nómina, entre otras obligaciones.

    Para la emprendedora Catalina Orozco, gerente de Ragazzi Pizzas y Pastas, esta plataforma permitirá que, por ejemplo, el sector gastronómico trabaje junto para “apalancarse” mientras el país supera esta contingencia y pueden tener “respuesta al público”.

    “Es muy importante en este momento hacer trabajo colaborativo. Al unirnos por un propósito, creo que los proyectos y las estrategias tienen más visibilidad y mayor impacto”, dice Orozco, quien decidió unirse al “Proyecto Sunrise” hace dos semanas.

    Su restaurante, que inició hace cuatro años en Medellín con apenas un empleado, cuenta en la actualidad con 40 colaboradores en sus cuatro sedes, y por la emergencia cerró sus puertas desde el 17 de marzo, unos días antes de empezar el aislamiento preventivo obligatorio para frenar el avance del coronavirus en el país.

    Al no poder recibir a sus clientes, actualmente la empresa tiene habilitado el servicio de domicilios y además empezó a dictar clases y talleres virtuales de cocina a través de sus redes sociales para estar en contacto con el público y promocionar el negocio, reconocido en la ciudad por ganar el concurso “Pizza Máster” en 2018.

    “Nos ha ido bien. Con las clases tenemos mayor alcance e interacción”, comenta Orozco.
    Tras inscribirse hace algunos días en el proyecto, que conoció a través de la Corporación Interactuar con la que cursa el programa de capacitación gerencial Método Base de Aceleración, la emprendedora espera tener mayor equilibrio financiero “con esos bonos que los clientes ya pueden adquirir”.

    Según el reporte de sus creadores, la plataforma lleva trece días al aire, cuenta con 750 negocios inscritos y han conseguido recaudar más de 140 millones de pesos (USD 34 000) al lograr en este inicio unos 2 048 aportes anticipados en compra de bonos.

    Para el coordinador de programas de Interactuar, Hárold Tavera, este tipo de plataformas serán fundamentales durante la contingencia para que emprendimientos como cafés, restaurantes y bares, entre otros, puedan mantener los empleos y contar con un flujo de ingresos.
    “Es muy importante que esta situación ha despertado la solidaridad y realmente la unión entre los empresarios”.

    Proyecto Sunrise busca conectar a pequeños negocios con personas que quieran ayudarlos.
    Proyecto Sunrise busca conectar a pequeños negocios con personas que quieran ayudarlos. Foto: Captura