Etiqueta: creatividad

  • Los problemas de la ciudad dieron paso a su creatividad

    Redacción Quito

    Las aplicaciones móviles, alarmas contra incendios y soluciones a problemas de transporte fueron los proyectos ganadores del concurso Quito Tech de este año, organizado por ConQuito, que finalizó el pasado 23 de septiembre.

    Por ejemplo, los recientes incendios forestales impulsaron a buscar soluciones a tres jóvenes quiteños. Ellos desarrollaron un sistema de alarma preventiva.

    Su propuesta consiste en la implementación de un sistema de monitoreo en tiempo real mediante sensores, para generar alerta para la prevención de posibles incendios forestales.

    Brian Vázquez, Mario Gordón y Cristina Paredes, de la Facultad de Eléctrica y Electrónica de la Escuela Politécnica del Ejército (Espe), investigaron durante un mes cuál sería el método para poder combatir los incendios en época de verano.

    Los tres descubrieron que la implementación de redes de sensores inalámbricos, en puntos estratégicos de un bosque, podría prevenir el inicio y propagación de fuego. Cuando se encienda alguna llama, los sensores darán aviso a computadoras o teléfonos celulares de personas que se encargarán del monitoreo.

    Según su estudio, para un terreno de 100 hectáreas se requiere una inversión de aproximadamente USD 20 000.

    Además, este sistema no solo sería útil para épocas de verano; también se puede monitorear la actividad que sucede en el bosque, como tomar la temperatura o vigilar la actividad de animales.

    Mientras que Richard Andrade, Danny Vázconez, Nathaly Rea, estudiantes de Ingeniería Electrónica y Mecatrónica de la Espe propusieron una plataforma denominada Movilidad Inteligente.

    Esta iniciativa consiste en un software y hardware para el control del transporte público. Su idea cuenta con las funciones de control de paradas, monitoreo de posición y velocidad de desplazamiento del medio de transporte.

    Ellos proponen su programa informático, que permitirá que se abran las puertas únicamente en las paradas establecidas. En el caso de una emergencia existirá un botón que abrirá las salidas y enviará información a los centros de monitoreo, para reportar lo que sucedió en el bus.

    En principio, esperan implementar su plan en 50 buses de transporte turístico, a principios del próximo año. Tienen previsto invertir unos USD 10 000.

    Las aplicaciones móviles también se mostraron en el concurso. Por ejemplo, Q Wayn es un programa que muestra las diferentes líneas de transporte de Quito, sus rutas y sus conexiones para llegar de un sitio a otro dentro de la ciudad.

    Y Tarikú es un programa que permite geolocalizar eventos y establecimientos de interés, para el usuario. La aplicación centraliza toda la información de la ciudad y la clasifica dentro de una temática (restaurantes, bares, farmacias…).

    Reconocimientos

    • Asesorías. Los ganadores recibirán asesoría técnica gratuita para el desarrollo de su empresa, por parte de técnicos especialistas de Conquito.
    • Promoción. Conquito financiará la publicidad e invitará a ruedas de negocios. También presentarán sus proyectos al Municipio de Quito.

  • Creatividad en la sangre

    Enfoque. El Comercio de Lima(GDA)

    Hasta hace poco, la creatividad era un discurso. Una pose convenida proveniente del mundo publicitario. Hasta el título que ostentan las tarjetas personales de ‘creativos’, resultaba cuestionable. ¿Es real o aprendido? ¿Quién establece cuán creativos somos? Incluso en el mercado laboral, la creatividad debe ir inmersa en el perfil del profesional. Nos jactamos de habernos apropiado del concepto de ser creativos en la publicidad. Pues muchos de los que realmente merecen el título viven fuera de la estructura publicitaria.

    Creativos son quienes inventan nuevos platos, los que crean estructuras diferentes, quienes establecen que las formas no deben ser convencionales. Quien se detiene en medio de la carretera a vender pan. No se enseña, no se aprende. Es un don.

    La magia ocurre cuando las personas creativas se encuentran y se unen en el camino.

    Es la convergencia de ideas frescas lo que hace posible el avance ininterrumpido de propuestas diferentes.

    De aquí nacen los emprendimientos, los cambios y, las buenas campañas. Un creativo real respeta y valora la opinión de otro. Se retroalimentan, no importa la profesión o el lugar del que provengan.

    La creatividad avasalla, inunda, arrastra y, sobre todo, contagia. No importa en donde esté. Cuando la creatividad aparece, fluye sin restricciones.

  • En las redes sociales brillan sus joyas de plata

    Redacción Quito

    Al ingresar al taller de Gina Rueda la creatividad se siente en el aire. Una laminadora, un soplete, un motor de mano, metales y otras materias primas son los recursos para crear anillos, collares, pulseras y más.

    Esta quiteña, de 27 años, es la propietaria de Joyas GinaGrey. Esta firma se promociona y se comercializa por medio de su blog y su ‘fan page’ de Facebook.

    A Rueda le gustaba el arte desde que estudiaba en el colegio. Por ello, cuando culminó la secundaria en el Liceo del Valle de Quito, en el 2005, decidió estudiar diseño de joyas.

    En principio, le fue difícil encontrar un lugar para estudiar, pero finalmente ingresó al Instituto Superior Galileo, de la capital. Gracias a lo aprendido, en el 2010 decidió iniciar su emprendimiento.

    En principio, vendía sus creaciones a amigos y familiares, pero la popularidad de sus joyas creció y con ello la demanda. Esto motivó a Rueda a pensar en su propia marca en el 2010.

    Para conseguirlo invirtió aproximadamente USD 10 000; este monto lo destinó a la implementación de su taller que está en su casa, ubicada en el valle de Los Chillos (sureste de Quito), con la compra de herramientas y materias primas.

    Cuando Rueda buscaba un nombre para su negocio, se dio cuenta que la mayoría de diseñadoras usaban su nombre y apellido como marca. Por ello, quiso buscar algo distinto: juntó su nombre junto a ‘Grey’, que significa gris en inglés, debido al color de sus joyas de plata. Así nació GinaGrey.

    Ella se especializa en joyería clásica y en su taller funde plata, realiza grabado rústico en ácido nítrico, elabora anillos para compromiso, o simplemente, lo que el cliente pida. Por ello, asegura que no tiene un target definido; mujeres y hombres de toda edad realizan los pedidos por medio de la red social.

    Sin embargo, a inicios del año pasado, el negocio se detuvo, debido a que Rueda viajó a Argentina para especializarse en el Complejo Educativo de Joyería (CEJ) de Buenos Aires.

    De regreso al país, a finales del año pasado, continuó con la promoción de sus trabajos. Además, la presencia en ferias de diseño que se realizan en Quito.

    El ingreso mensual fluctúa entre USD 400 y 1 500; la cantidad varía de acuerdo con los pedidos que reciba.

    Beka Benavides, productora de cine y televisión, comenta que las joyas de GinaGrey «son increíbles y vanguardistas». Ella es su clienta desde hace unos cuatro años y destaca el diseño exclusivo de cada una de las prendas.

    Benavides recuerda que en una ocasión envió a Rueda un dije, muy preciado para ella, para que lo convierta en anillo. «El trabajo fue espectacular, impecable», añade.

    Andrea Cáceres, profesional en Relaciones Internacionales, destaca de Rueda la evolución que ha tenido en sus diseños. Cáceres ha adquirido una pulsera con arte andino, dijes, anillos, entre otras joyas. Y Maribel Guevara, economista quiteña, cuenta que el valor agregado de GinaGrey son los diseños personalizados.

    Las joyas

    La materia prima. Entre los materiales que usa están: piedras preciosas, perlas y materiales alternativos como madera, vidrio, plástico, hilo, cuero, entre otros.

    El proceso creativo. Antes de la elaboración de la joya realiza un boceto o una acuarela.

  • La creatividad nacional es reconocida en Cannes

    Thalíe Ponce

    El Festival Internacional de Creatividad de Cannes, que se celebra anualmente en Francia, es el más grande a escala mundial para los profesionales de la industria publicitaria. Este año se desarrolló la edición número 60 de este evento (del 16 al 22 de junio), en la que participaron 35 765 casos de 92 países.

    Allí, dos agencias ecuatorianas obtuvieron reconocimientos: La Facultad quedó como finalista y Maruri, se llevó tres leones de bronce y dos de plata.

    Las propuestas que llevaron a Maruri a destacar internacionalmente y colocarse por segunda ocasión dentro de las 10 agencias más sobresalientes de Iberoamérica fueron tres: Radio Ambulancia, Pecado Verde y Záparo. Estas producciones se realizaron a inicios de este año.

    La primera se trata de una campaña social desarrollada para la Asociación Ecuatoriana de Radiodifusión (AER). Eduardo Maruri, presidente de Maruri, indica que la AER buscaba comunicar un mensaje de responsabilidad social. De allí, surgió la idea de crear un aparato para las ambulancias, que intercepte la señal de las radios e informe a los conductores que abran paso para el vehículo.

    La parte técnica fue desarrollada por un equipo de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol) y actualmente está funcionando en los vehículos de emergencia de la Clínica Guayaquil. Opera en el rango de un kilómetro, de manera unidireccional. Eduardo Mendoza, presidente de AER, afirma que el objetivo es presentar una propuesta al Gobierno Nacional para aplicar este sistema en todo el país. «Es una idea creativa que puede salvar muchas vidas».

    Pecado Verde, en cambio, fue una iniciativa para la firma de soluciones ambientales Sambito. El objetivo fue llegar a la población ecuatoriana con un mensaje de cuidado a la naturaleza, considerando que es una creación divina. Bajo esta premisa, Maruri desarrolló una estrategia: incentivar a los feligreses católicos a la recolección de botellas plásticas.

    Para ello, se conversó con el arzobispo de Guayaquil, monseñor Antonio Arregui. Así, se animó a las personas, a través de la homilía, a depositar botellas plásticas en tachos colocados fuera de las iglesias. Esto, reemplaza la limosna, ya que las botellas son luego vendidas y los ingresos van a las parroquias. Gustavo Manrique, presidente de Sambito, asegura que la idea es aplicar esta idea a escala nacional.

    El último proyecto ganador se trató de una iniciativa realizada para rescatar el idioma záparo, nativo del país. El proyecto se realizó para el Ministerio Coordinador de Patrimonio. La idea fue hacer que «permanezca simbólicamente» el idioma; ¿cómo?: se tradujo y promocionó la canción Yo Nací Aquí, del cantante Juan Fernando Velasco, del español al záparo, quien hoy interpreta esta versión.


    EL DATO:

    5 leones en total ganó Maruri este año en el Festival de Cannes.

    EL ESPECIALISTA:

    Edmundo ‘Nuno’ Acosta / Director Creativo de la agencia creativa digital Laika

    En los últimos años, se ha notado un resurgir de Maruri y de muchas otras agencias publicitarias y creativas nacionales. Se rompió un factor común que estaba estancando el mercado, sobre todo a las grandes agencias: apostar por lo tradicional y no tomar riesgos, cuando se trata de propuestas creativas. Es decir, repetían fórmulas de éxito que no representaban innovación.

    Por un tiempo, la creatividad se trasladó a otros canales como al BTL. También se fue a los medios digitales, especialmente a las redes sociales. Se debe a que en esos espacios hay menos límites. En redes sociales, por ejemplo, es la comunidad la única que puede limitar o favorecer a la innovación.

    Otro factor que repercutió en el estancamiento de la creatividad local, por un tiempo, fue el presupuesto limitado. Había grandes ideas pero los recursos para ejecutarlas, eran mínimos. Hoy en día, la barrera del presupuesto se ha vencido. Hemos visto casos exitosos que se pueden realizar con presupuestos reducidos en países, en algunos casos, más pequeños que el nuestro. Gracias a la tecnología, principalmente al Internet, hemos podido conocer estos casos.

    La creatividad se está explotando. Los creativos han entendido que es la única que puede llevar a una agencia pequeña a competir contra las grandes del mercado.

    En el caso de Maruri, tienen el apoyo de la red Grey, lo que le da un valor agregado. Pero sus logros son también logros para todos los ecuatorianos. Es decir, esos premios no solo hacen que su empresa se cotice mejor, sino que también ponen el nombre de Ecuador en el radar internacional de creatividad. De igual manera, nos aleja de la superstición de que solo las grandes potencias pueden alcanzar reconocimientos.

    Este año, además, la agencia La Facultad, quedó finalista.

    ¿Qué es lo que hace que se valore la creatividad nacional en el extranjero? La capacidad de las ideas de expandirse y de vencer las barreras de localidad. La creatividad es un lenguaje universal. Tal es el caso de Radio Ambulancia de Maruri. Es una idea que pudo habérsele ocurrido a cualquier creativo, en cualquier parte del mundo. Es aplicable aquí, como en Europa o en Australia. Por eso funciona. Porque el fin de la creatividad es que trascienda.

    Eso es justamente lo que nos hace falta. La creatividad ecuatoriana ya apunta a un buen camino, pero carece de una visión más global.

    Es necesario que surjan más ideas que rompan los límites. Por eso, tener creativos extranjeros nos nutre. De la misma manera, que otros países se alimentan de las ideas y el conocimiento de nuestros profesionales.

  • Mauricio Estrella: El diseño fue su pasaporte a China

    Sebastián angulo (I) Redacción Quito / LÍDERES

    Luego de que llegara el primer computador a la casa de la familia Estrella Goyes, en 1997, la vida no fue la misma para uno de sus miembros.

    Para quien en ese entonces era un adolescente de 14 años, Mauricio Estrella, tener uno de estos artefactos en la casa fue la herramienta para el desarrollo de su creatividad. Le gustaba realizar presentaciones en PowerPoint, pero le parecían que los fondos que ofrecía este programa de Microsoft eran muy básicos, por lo que decidió crear uno propio.

    Con la ayuda de un escáner elaboró una imagen que le pareció agradable y la subió al sitio de Microsoft; su creación tuvo unas 300 descargas.

    Esos primeros pasos en el diseño fueron la puerta para que Estrella se convierta en director Creativo de EF en China, una multinacional que se especializa en la enseñanza de inglés. En esa corporación, el quiteño se encarga del desarrollo de aplicaciones, productos digitales y herramientas para aula virtual.

    Gracias a su pasión por la tecnología, este joven oriundo de Baños es columnista del sitio de noticias The Huffington Post. Uno de sus artículos más comentados, y que incluso se convertirá en un libro, asegura que se pude cambiar de vida cambiando nuestros ‘passwords‘ o contraseñas que usamos a diario.

    Por sus ideas, ha sido invitado como conferencista en varios eventos, como en el Campus Party, que se realizó en Quito en el 2012. Y en unas semanas se prepara para dar una charla en TED (Tecnología, Entretenimiento y Diseño), una organización sin fines de lucro que busca propagar «ideas dignas de difundir».

    Su carrera se inició (1997) con su tío, Marcelo Estrella en Quito, quien era dueño de Comunicaciones Latinoamericanas, un estudio de animación que realizaba cómics y dibujos animados para la Sociedades Bíblicas Unidas (SBU), una organización cristiana. Él lo recuerda como un joven «adelantado». Rápidamente aprendió a manejar los programas de animación y gracias a sus trabajos recibía pedidos de otros países, para que realizara obras de la misma calidad.

    Su tío lo recuerda como un adolescente que «prefería estar con adultos, en cosas y conversaciones más serias».

    A esta experiencia laboral se sumó un proceso autodidacta de aprendizaje y a las diferentes carreras que estudió pero no concluyó. Cuando cursaba la universidad se mostraba como un estudiante inestable.

    Édison Pereira, UX director de la agencia digital AWA, fue su compañero en el colegio. Él lo define como alguien «fuera de lo común y muy creativo». Una de las pasiones que tenía Estrella, dice Pereira, era la música. Tocaba el piano y la guitarra. De hecho, con una banda, participó en un concurso que le permitió abrir el concierto de la agrupación estadounidense Cool and The Gang.

    Apenas obtuvo el bachillerato en el año 2000 del colegio Juan Pío Montúfar, se incorporó a la Universidad Católica de Quito, para seguir Ingeniería en Sistemas. Sin embargo, luego de dos años abandonó la carrera y tomó algunos créditos de Psicología, en la misma entidad.

    Luego de ello probó en el Instituto Metropolitano de Diseño, para estudiar Diseño. Asimismo, pasó por las aulas de la Universidad Alfredo Pérez Guerrero.

    Una de sus premisas de Estrella es «estoy aprendiendo, todo me sirve». Por ello, no considera como fracasos su paso por algunas facultades y universidades.

    En el 2007, todo su ‘know-how’ se reflejó en su emprendimiento que desarrolló con cinco colegas de Argentina, España, India y Ucrania; todos trabajaban de manera virtual y nombraron a su agencia de diseño Banicci Studio.

    Esa firma realizó trabajos para grandes multinacionales de la industria de los videojuegos, como Ubisoft y Konami. También lograron contratos con las tecnológicas Microsoft y Sony.

    A la par de su negocio, también comenzó a dictar clases en el Instituto Metropolitano de Diseño. En esa época tenía 24 años y algunos alumnos, cuenta Estrella, eran mayores que él.

    Su carrera como docente duró dos años. EF se puso en contacto con Estrella y en el 2010 fue contratado como diseñador gráfico y viajó a Shanghái (China).

    Kako Vera es director de Diseño de Experiencia de Usuario en Yagé, firma tecnológica ecuatoriana. Él asegura que conoce a Estrella desde el 2012, cuando fue invitado a dar una charla en el Campus Party. Sin embargo, ya se habían relacionado por medio de redes sociales desde hace unos seis años.

    Vera lo define como un diseñador «muy creativo y prolijo». Una de sus cualidades, dice Vera, es que puede sacar grandes ilustraciones de situaciones comunes de la vida cotidiana, comenta.

    Más allá del diseñador virtuoso, Vera sostiene que es una persona muy cordial y muy jovial; «se aprende mucho cuando se conversa con él. A pesar del poco tiempo que nos conocemos hicimos amistad. Me invitó a casa con su familia (…); creo que nos identificamos porque tenemos pasiones e historias parecidas», concluye.

    Otra de las pasiones de Estrella son los videojuegos. «Con los juegos de videos te conviertes en un héroe y mucha gente no entiende eso, y por qué son tan importantes en la vida de muchas personas». Él considera que parte de su personalidad y creatividad provienen de esa actividad. Hasta ahora tiene su PlayStation 4 y todavía lo juega.

    Ahora Estrella vive en Shanghái. Su mañana comienza con noticias de lo que sucede en el mundo. Su jornada de trabajo se inicia a las 09:30; y aunque es amante de la tecnología, busca desconectarse, porque considera que su parte más productiva del día es en la mañana.

    «Me siento improductivo solo cuando paso en reuniones, siento que hago más frente a mi computadora», dice.

    Actualmente, escribe también para el Huffington Post y ya cuenta con tres artículos publicados en el sitio web de este diario en línea estadounidense. Su publicación más exitosa: ‘How a Password Changed My Life‘ (‘Cómo una contraseña pueda cambiar mi vida’), cuenta con más de 109 comentarios.

    La publicación, con casi 100 años de circulación, The Reader’s Digests, también le ha solicitado publicar este artículo para enero del próximo año y traducirlo en más de 20 idiomas. Para ello, realiza «algunos ajustes, para darle un toque más científico» a su texto.

    Su carrera ascendente

    2012. Ponente en Campus Party Mauricio Estrella compartió su historia a un grupo de 20 personas del Quito Tech. El objetivo fue revivir su experiencia en el ámbito educativo e incitar a la investigación y el conocimiento autodidacta.

    2014  Jefe creativo de EF Líder creativo que se encarga de diseñar productos de aprendizaje digital para adultos. También elige y revisa todo el trabajo creativo producido en Shanghái, una de las divisiones más grandes de la compañía a escala mundial.

    Su carrera ascendente 2010.  Diseñador gráfico de EF China, en Shanghái.

    2011. La firma lo ascendió a director de arte en ese mismo país.

    2013. En febrero del año pasado la multinacional lo nombró como Director Creativo en China.

    2014. TED le invitó a dar una charla gracias a sus artículos en The Huffington Post.

    «Todo sirve en la vida, de todo se aprende, el aprendizaje no es solo el formal que lo obtenemos de los colegios o las universidades».

  • El colaborador que toda empresa necesita

    Mariana F. Maldonado El Universal de México (GDA)

    Si ya tienes tu propia empresa, deberías pensar en rodearte de ellos. Son creativos, innovadores; saben sortear el entramado burocrático y romper las reglas a su favor. Se los llama intraemprendedores y según los especialistas que los han estudiado, son quienes más rápidamente transforman a una organización. Tienen las características de los emprendedores, pero ellos lo hacen desde el interior.

    «Mientras los emprendedores eligen la autonomía y la celebridad, ellos escogen escala e impacto. Mientras los emprendedores prefieren el control, estos individuos tienen la habilidad envidiable de hacer las cosas desde el interior de sistemas masivamente complejos.

    Ellos son jugadores igual de importantes que los emprendedores, pero detrás de bambalinas», explica un estudio realizado por Allianz, IDEO, Skoll Foundation y SustainAbility, algunas de estas organizaciones dedicadas a impulsar este tipo de emprendimiento.

    El término fue utilizado por primera vez a finales de la década de los setenta por Gifford Pinchot, profesor de negocios, emprendedor, y fundador de la primera escuela que impartió un MBA en negocios sustentables, en una investigación realizada en conjunto con su esposa.

    Allí, se plantea la necesidad de que en las grandes corporaciones los empleados comenzaran a realizar actividades propias del emprendimiento. Ahí se acuñó la palabra intraemprendedor.

    «La gente tiene un enorme potencial para el bien, la penetración, creatividad y para el trabajo. Gran parte de este potencial se encuentra atrapado dentro de las limitaciones de las grandes organizaciones jerárquicas actuales. El desarrollo del emprendedor es un paso más adelante para liberar individuos y nuestras organizaciones y sociedades deben construir vidas más plenas, ricas y productivas… el intraemprendimiento es una idea a la que le ha llegado el tiempo», dice Pinchot.

    Una de las características principales y que de hecho lo constituyen como un intraemprendedor es la de tener nuevas ideas. «La mayoría de verdaderos innovadores está detrás de las puertas de las corporaciones gigantescas del mundo», indica el análisis de las organizaciones.

    Este los describe como integradores, solucionadores de problemas y facilitadores; suelen tener habilidad política, tacto, facilidad para trabajar en equipo y paciencia, porque para llevar sus proyectos a cabo, necesitan carisma y una «hábil manipulación» del capital intelectual y financiero de la organización.

    En tu empresa seguramente hay un intraemprendedor o al menos, no le falta la innovación. De acuerdo con un estudio realizado por un par de profesores de liderazgo y publicado en la Harvard Business Review en el que analizaron una firma de 5 000 empleados, al menos 250 eran innovadores naturales. De estos, 25 eran grandes intraemprendedores.

    Vijay Govindarajan y Jatin Desai, los autores, aseguran que los intraemprendedores ya están en una empresa y que el detalle está en encontrarlos. «Ellos no son siempre parte del talento que es sobresaliente en la empresa ni son rebeldes e inconformistas de manera obvia».

    Para las compañías Los intraemprendedores.  ¿Cuál es la diferencia entre el intraemprendedor social y el intraemprendedor? Que el primero deja en segundo lugar el objetivo puramente económico, y el otro, que el acento está puesto en la parte social y medioambiental.

    Un riesgo. Un riesgo siempre latente es que las empresas no identifiquen a tiempo a sus ‘intraemprendedores’ y estos abandonen la organización. Según cifras de Tomas Chamorro-Premuzic, profesor de psicología empresarial en la Universidad de Londres, un 70% de emprendedores exitosos incubaron sus ideas de negocio, mientras estaban empleados por alguien más.

  • Las ‘carpitas mágicas’ son su oferta estrella

    Redacción Guayaquil

    La Luna es Mágica, es un emprendimiento que necesita de mucha creatividad e ingenio. La elaboración de piñatas, recuerdos, elementos de decoración para fiestas y eventos es la especialidad de ese negocio. En agosto de año pasado, incorporó un nuevo producto: las carpas para niños. Aunque su oferta es diversa, estas carpas son lo que llama la atención de esta microempresa que surgió hace más de un año, en Guayaquil.

    Los esposos Alfredo Patiño y Samantha Russo son los propietarios de La Luna es Mágica. Ellos son diseñadores gráficos con aficiones a las manualidades y la fotografía. Un día, luego de que a sus dos hijos se les ocurriera la idea de ‘armar una casa’ en su cuarto, a ellos se les ocurrió otra: fabricar sus propias carpas. Así nació la idea de ofrecer este producto.

    Con la ayuda de una costurera y un carpintero, ellos elaboran los materiales para las ‘carpitas mágicas’.

    Al mes los emprendedores producen unas 10 carpas. Carolina Guerrero es clienta de la marca. En agosto pasado compró una de las primeras carpas que crearon Patiño y Russo. «La compré para mi hija de 2 años y también la uso en mis sesiones de fotografía», cuenta Guerrero.

    Los diseños y colores, además de la facilidad para armar y desarmar las carpas es lo que llama la atención de los padres.

    La oferta de esta microempresa se complementa con la organización de fiestas, que en promedio se dan una vez al mes. También, ofrece la elaboración de viniles, monogramas y sets de accesorios para los ‘photo booth’. Estos son elaborados por Russo. Para ella, el trabajo artesanal debe ser realizado con mucho cuidado para tener un acabado perfecto.

    Si hay algo que deban diseñar en una computadora, el encargado es Patiño. Entre ambos han formado un equipo que ha logrado posicionar su negocio.

    Esta atención en los detalles atrajo a Kika Uribe, una ‘wedding planner’. Ella usa los servicios de este negocio para sus bodas temáticas. «Cuando necesito accesorios de decoración hechos a mano, los contacto y armamos las ideas y diseñamos la decoración», cuenta Uribe. La relación comercial entre ambos emprendimientos surgió hace un año.

    Las carpas se ofertan en USD 50. Uno de los diseños que tienen mayor rotación son los de estilo ‘vintage’.

    Estos microempresarios participaron en la ferias de juguetes Juega Ecuador, en donde ofrecieron el producto. Ellos esperan poder colocar sus ‘carpitas’ en alguna juguetería del Ecuador.

    Para Alfredo emprender con productos elaborados a mano, es un reto.USD 250 factura, en promedio este negocio, cada mes.

  • Al papel reciclado lo transforma en arte

    Redacción Quito (I)

    Para Nelly Padilla, artista y creadora de la microempresa Nelly Padilla Artesanías, el papel no es solamente un soporte de la escritura sino un material para generar productos originales.

    Lámparas, vasijas, cuadros, cajas, aromatizadores, botellas… son elaborados con papel mediante una técnica patentada por esta quiteña. Esta iniciativa comenzó hace cinco años, cuando Padilla terminó sus estudios como diseñadora gráfica; esto, más allá de contar con un título en odontología.

    Para sus obras utiliza materiales como el papel bond, cuadernos, libros e inclusos exámenes reciclados. Así también, elabora sus artesanías con café, pepas de frutas, césped, vidrio, plástico, cáscaras y empaques de huevos.

    Como pintura utiliza acuarelas o pigmentos naturales que extrae de la zanahoria, el café, la remolacha y el césped recién cortado. Asimismo, el color dependerá del tiempo en el que fue elaborada la masa de papel. «Si es reciente el tono es diferente a una masa elaborada hace dos días», señala Padilla.

    Para diseñar sus trabajos, primero escoge un tema, siempre relacionado con la flora y la fauna ecuatorianas. Después elabora la masa, moldea la obra, esta se seca y luego se pule. «Este proceso puede tomar hasta dos días».

    Iván Guillén adquirió dos cuadros de esta microempresaria. Él indica que cuando se acercó para observar los productos de Nelly Padilla Artesanías, al inicio pensaba que estaban elaboradas en piedra o madera, y le pareció «impresionante y creativo», que estuvieran fabricados solamente con papel.

    En esta microempresa se elaboran entre 30 y 40 piezas mensuales, y sus precios oscilan entre los USD 15 y 200, dependiendo del tiempo de elaboración y la técnica. La facturación mensual se encuentra entre los USD 300 a 1 000, dependiendo de la temporada.

    Eduardo Pavón es cliente de la firma desde hace 5 años y comenta que compró varios obsequios para amigos en el extranjero, «por la originalidad».

    40 piezas son elaboradas al mes por esta iniciativa emprendedora, en promedio.

  • Su creatividad es una solución para el hogar

    Redacción Quito

    Un «accidente» con su laptop fue el origen de su emprendimiento. Cuando la computadora portátil de María Caridad Moncayo colapsó, debido al exceso de calor que producía al utilizarla sobre el edredón de su cama, se le ocurrió una idea.

    La solución más práctica para salvaguardar su artefacto fue crear una pequeña mesa de madera. Antes de dar vida a su invento analizó que en el mercado local solo se ofrecían unos soportes con ventilador para enfriar los equipos, pero para la emprendedora este accesorio no era una solución tan funcional.

    Con el diseño en mente acudió a un carpintero para que, en MDF y melamina (un material orgánico que sirve de recubrimiento), fabricara una mesa portátil para su ‘compu’.

    El diseño era básico. Madera curva para que se adaptara al cuerpo y la parte inferior acolchonada, para la comodidad del usuario. El tablero era práctico y junto a su amiga y compañera de universidad, Valeria Celi, decidieron que ese producto sea el inicio de su negocio.

    Hace cuatro años, las estudiantes de la carrera de Multilingüe en Negocios y Relaciones Internacionales de la Universidad Católica de Quito acudieron a Corporación Favorita, para ver si su producto podía ser distribuido en la cadena de autoservicios Megamaxi.

    El directivo que miró el producto aceptó la propuesta de las universitarias y realizó una primera compra de unas 800 unidades del tablero.

    Las socias no esperaban una respuesta tan rápida, por lo que empezaron a trabajar para cumplir con su primer pedido. Con una inversión de USD 10 000, fruto de ahorros manufacturaron los artículos.

    En el proceso de producción participaban carpinteros, costureras, entre otros proveedores de materiales. Al final, en la casa de Celi, ubicada en Cumbayá (nororiente de Quito), las nacientes empresarias armaban los productos.

    De esa manera, en el 2010, nació Kikemar. La marca es producto de la fusión de los nombres de los abuelos de Moncayo: Enrique y Martha.

    Luego de la primera producción notaron que en la melamina se podían estampar diferentes diseños. Gracias a ello diversificaron su oferta.

    Su segundo ítem fue «charolas desayunadoras», cuyo valor agregado eran sus diferentes estampados y colores. Por ejemplo, para el Día de la Madre ofertaban diseños relacionados con esta celebración, que servían como regalo.

    Luego de realizar estudios de mercado y de mirar propuestas en el extranjero ampliaron su portafolio de productos. A los tableros para portátiles y «charolas para desayunos» se añadió una línea para la organización para el hogar, con soportes de alambre y tela para baños y cocinas, zapateras, cajas organizadoras, etc. Todos, con una amplia gama de colores de acuerdo con la temporada.

    El año pasado, Kikemar facturó unos USD 100 000 y las cadenas de artículos para el hogar, Sukasa y Todohogar, también se convirtieron en sus distribuidores. Ahora, el negocio cuenta con más de 50 ítems y su producción mensual asciende a unas 2 000 unidades.

    Ejecutivos del Departamento de Compras de Corporación Favorita aseguran que los productos tienen aceptación en sus clientes, debido «a su variedad de diseños y colores«.

    Para Andrés Fuseau, ingeniero en sistemas, el tablero para laptop es útil y duradero. Lo adquirió hace un año y medio y «aún está en buenas condiciones».

    El negocio por dentro

    Los proveedores. Actualmente, Kikemar cuenta con 10 proveedores. Todos son microempresarios de Quito: desde carpinteros hasta metalúrgicos.

    La compañía. En el 2012 se constituyó como una compañía limitada y entre sus proyectos está la edificación de su planta propia.

  • La creatividad infantil es la puntada inicial en este negocio

    Redacción Guayaquil (i)

    ‘Me llevó toda una vida aprender a pintar como un niño», es una de las frases más célebres que se le atribuyen al pintor Pablo Picasso; y Camille Gamarra, profesora de arte para niños en el Colegio Balandra (Guayaquil), cita al artista para destacar que «no hay arte más puro que aquel que sale de la creatividad de un niño».

    Esta joven de 24 años es madre hace un año y medio de Lucca, quien la inspiró a emprender un negocio en el que la creatividad infantil es la pieza clave.

    Se trata de Piccolo (pequeño, en italiano): un emprendimiento con el que replica los dibujos de niños con bordados en cojines, almohadas, bolsos, manteles individuales y limpiones, así como en joyas de plata.

    «Soy profesora, y al ver que los trabajos de los niños se perdían o se dañaban con el tiempo, me sentía triste. Cuando fui mamá, pensé que quería que las obras de mi hijo no se pierdan», recuerda Gamarra. Añade que ha recibido dibujos de niños desde los 2 años, «hasta dibujos que adultos guardaron de cuando eran niños y se los han regalado a sus mamás», cuenta la microempresaria.

    El negocio comenzó hace seis meses con una inversión de USD 700. La suegra de Gamarra, Macarena Barredo, la ayuda con los bordados y su principal canal de promoción es Instagram, en donde sube fotos y videos de las creaciones.

    Como se trata de productos personalizados, las piezas suelen tardar entre una y dos semanas en ser entregadas, dependiendo de la complejidad. «Usamos tela docoma, liencillo para bordar, jean, tela estampada, tela cruda y algodón», cuenta.

    Los pedidos los recibe por redes sociales o por Whatsapp, y entrega alrededor de 20 piezas a la semana; calcula que tiene unos 200 clientes fijos en Guayaquil, pero hace pocos días participó en el Gran Bazar de Cumbayá, y espera que su clientela crezca en la capital.

    Los precios van desde los USD 10 hasta los 35, en la línea de los productos bordados, y desde USD 40 en la joyería, estas piezas son las más solicitadas. Explica que comenzó ofreciendo dijes, ahora también tiene pulseras, llaveros y dentro de poco sacará una línea de aretes.

    Gabriela Morantes es una de las clientas de Piccolo. Cuando encontró a la marca en Instagram, le pidió a su hijo Nicolás, de 9 años, que hiciera un dibujo. Él se dibujó a sí mismo con su mascota. «Me encantó la idea de tener conmigo algo que hizo mi hijo. Cuando la gente lo ve, les encanta porque es único», dice.

    Nuevas estrategias Alianzas. Hace un mes, Camille Gamarra forma parte de la Asociación de Jóvenes Emprendedores (AJE), en donde ha recibido capacitaciones para su marca y además se alió hace poco con la diseñadora de joyas Maru Sáenz.

    El dato:

    800 dólares al mes factura la microem­presa de Gamarra.