El Banco del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (Biess) concluyó el 2018 con USD 3 283 millones en préstamos hipotecarios, quirografarios y prendarios.
El anuncio lo hizo la entidad al culminar el año pasado.
Durante todo el 2018 se realizaron 2,2 millones de operacionescrediticias que han beneficiado a afiliados, jubilados, pensionistas y ciudadanía en general.
De enero a diciembre 2018, el préstamo con mayor aceptación fue el Quirografario con 2,07 millones de operaciones otorgadas, por un monto total de USD 2 339,4 millones. Desde octubre del 2018, este producto se redefinió con una nueva línea crediticia de quirografarios productivos, destinado a jóvenes, madres cabezas de hogar, personas de la tercera edad y afiliados que buscan emprender Mipymes.
La inversión destinada a créditos Hipotecarios hasta el 21 de diciembre fue de USD 790 millones en más de 17 277 créditos. El próximo año entrarán en vigencia dos nuevos préstamoshipotecarios, con una tasa de interés que va desde el 5% hasta 30 años plazo.
El BIESS otorgó 2,2 millones de operaciones crediticias el año pasado. Foto: Archivo Líderes
La cartera bruta de las cooperativas del Ecuador pasó de USD 6 490 millones en octubre del 2017 a 8 471 millones en el mismo mes de este año. Al respecto, el 55% del crédito se destinó para consumo y el 45% para producción, rubro en donde están el crédito a la microempresa, a la vivienda y al comercio.
La información se desprende del informe que presentó la Asociación de Bancos del Ecuador (Asobanca), este lunes 26 de noviembre del 2018.
El saldo de las captaciones o depósitos cerró a octubre de este año en USD 8 578 millones, lo que significó un crecimiento anual de 17%. Según las estadísticas los depósitos de las cooperativas fueron por 7 329 millones en octubre del año pasado.
El documento de Asobanca trae más datos. El total de activos, por ejemplo, alcanzó USD 11 182 millones, contrastando a lo obtenido en octubre de 2017 (USD 9 406 millones). En términos anuales esta cuenta creció en 18,9%.
También se informa que la liquidez y la solvencia bajaron. El primer indicador fue de 19,7% para octubre de 2018; decreció en 4,9% con relación al mismo mes del año anterior. La solvencia bajó del 18,3% al 17,2%.
La utilidad neta pasó de USD 86 millones a 137 millones. Además la morosidad bajó del 5,38% al 3,74% entre octubre del 2017 y de este año.
La moneda estadounidense también perdió terreno frente al franco suizo. Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO.
El Presidente ejecutivo de la Asociación de Bancos Privados explica que los problemas de liquidez del Fisco están impactando en la cantidad de depósitos bancarios y advierte que en el 2019 el nivel de crédito se reducirá si no crecen las inversiones.
¿Cómo evalúa la situación actual de la banca privada una vez terminados los primeros siete meses del año?
La salud de la banca está bien, en general. Ha habido un crecimiento importante de los créditos, la cartera tuvo una variación interanual de 14,9%. Recién entre junio y julio comenzamos a ver que hay menos velocidad de crecimiento en los desembolsos. Y por otro lado, en lo relacionado a los depósitos, en los últimos seis meses , aunque no han crecido, se han estancado, pero esto es porque el Gobierno está en una etapa de austeridad, de menos gasto de inversión y hay menos dinero circulando en la economía.
Con este escenario de desaceleración de los depósitos, ¿cuál es la proyección para la banca en lo que queda del presente año?
El nivel de los depósitos incide en el crédito que otorgan los bancos. Para el segundo semestre, los niveles de crecimiento del crédito que hemos visto los últimos seis meses no se van poder sostener si no tenemos una nueva inyección de liquidez en la economía. El país necesita un fortalecimiento del aparato productivo y de la inversión, incluso habría que conseguir nueva deuda a escala internacional mientras vamos a una transición de un nuevo modelo económico impulsado por el sector privado.
La Ley de Fomento Productivo propone incentivos para atraer más inversiones, pero estos no derivarían en resultados inmediatos. ¿Cómo evalúan en la banca esta nueva reforma normativa?
Son positivas las metas macrofiscales, es importante que el déficit del Estado se reduzca. Otro elemento importante es que la Ley pone candados al Banco Central para que no siga prestando dinero al Gobierno y, por otro lado, se plantean incentivos para atraer inversiones. Aunque hay que estar claro, que estas no van a venir de forma inmediata; tomará un tiempo hasta que las empresas puedan revitalizar sus inversiones y hacerlas en más largo plazo. Por eso en los próximos seis meses vemos una economía que está entrando en una nueva fase.
¿Cómo será esa siguiente fase económica?
El crecimiento para este año, con la información hasta agosto, será de un nivel cercano al 1%, no podremos llegar a niveles del año pasado, de más del 2%. En el 2019, dependiendo de cómo se logren conseguir nuevos recursos, recomponer el aparato estatal por el lado del gasto público y las nuevas inversiones que vengan, podremos comenzar a tener un crecimiento, aunque no tan fuerte. En la nueva Ley, además, se plantea que las tarifas que cobra la banca por los servicios que ofrece se revisen a la baja. ¿Es una medida necesaria para que la población no bancarizada disminuya?
Ese es uno de los elementos negativos de la Ley. Por primera vez vemos que la Asamblea ordena a la banca bajar sus tarifas. Eso es preocupante, porque los precios deben responder a una realidad de mercado y de costos. El 80% de las tarifas que cobra la banca a cualquier ciudadano ya son de cero. Del 20% restante, el 12% se encuentran por debajo del costo de la banca, es decir, se están subsidiando.
Si no es con menores costos para los usuarios, ¿qué medidas se podrían implementar para alcanzar a casi el 50% de la población no bancarizada?
La forma de bancarizar no es bajar costos o tasas de interés, sino un ecosistema financiero competitivo. Hay que recordar que llegar a aquellas personas es costoso, la banca debe desplegar una gran cantidad de riesgo y activos. No es que no queramos llegar a ellos, pero el nivel de riesgo, la tasa de interés o el hecho de que no se puedan cobrar ciertos servicios hace que la banca no pueda entrar. La Asobanca también defiende un entorno en el que no se regulen las tasas de interés para los créditos. Pero aun con regulaciones, los clientes se quejan porque consideran que las tasas son muy altas. ¿Cómo lograr sean más asequibles?
En el 2015, la tasa activa promedio estaba en 12% en promedio, pero ha venido cayendo y hasta mayo de este año se ubicó en un promedio de 10,5%. En julio vemos que hay un incremento en las tasas, pero es porque hay menos liquidez y menos dinamismo en la economía, entonces prevemos que algunas empresas van a estar aproblemadas y puede subir la tasa de morosidad. Para poder tener tasas de interés competitivas y adecuadas para financiar a todos los sectores productivos requerimos mejor estabilidad económica, mejor riesgo país, más líneas de crédito locales e internacionales para fondear a los bancos.
En este escenario de menor liquidez, ¿cómo se manejará la banca respecto del otorgamiento de créditos para cuidar la morosidad?
Parte del ciclo económico a la baja que prevemos para el segundo semestre tiene que ver con un decrecimiento de la calidad de la cartera, pero tampoco vemos una señal de que vaya a ser un año tremendamente complicado por el lado de la morosidad. Sin embargo, en ciertos sectores habrá ajustes más fuertes, por ejemplo, en el lado de inversión de infraestructura pública y eso va a hacer que las personas que estén en ese segmento tengan menos capacidad de ahorro y de repago de sus créditos. También las personas asociadas o relacionadas con los servicios públicos o con la contratación pública.
¿La mayor preferencia por el pago a diferido en las tarjetas de crédito también es una señal de esa menor liquidez que afecta a las familias?
Es una tendencia que hemos notado los últimos 12 meses. Los bancos van monitoreando esto, todavía están dentro del parámetro normal, pero sí notamos que la gente prefiere más el crédito rotativo y no pagar el mes la totalidad. Los bancos están atentos a esto, hay campañas de educación financiera. Creemos que es un elemento que indica el cambio de tendencia que vamos a vivir los emisores de tarjetas y bancos. Por eso hay entidades que ya están comenzando a revisar políticas relacionadas con el crédito y tarjetas para cuidar a los clientes.
Hoja de Vida Formación. Doctor en Administración y Economía de la Universidad de Lancaster. Estudió en el Instituto de Estrategia y Competitividad de la Escuela de Negocios de Harvard. Tiene un master de IDE Business School. También cuenta con estudios de cuarto nivel en la Universidad de las Américas (UDLA). Se graduó de Economía en la Universidad Católica del Ecuador.
Experiencia. Es presidente ejecutivo de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador. Fue director de investigaciones y líder del Departamento de Economía de IDE Business School. Se ha desempeñado en actividades vinculada a la academia. Consultor para el equipo negociador del Tratado de Libre Comercio con los EE.UU. durante el 2005.
Julio José Prado, presidente ejecutivo de la Asociación de Bancos Privados explica que los problemas de liquidez del Fisco están impactando en la cantidad de depósitos bancarios y advierte que en el 2019 el nivel de crédito se reducirá si no crecen las inversiones. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
El presidente Lenín Moreno presentó este viernes, 16 de marzo del 2018, un grupo de productos financieros para el sector de la construcción, a cargo de la Corporación Financiera Nacional (CFN).
Se trata de préstamos blandos dentro del segmento, ya existente, de CFN Construye. Los beneficios incluyen tasas de interés desde el 5,5%, el plazo de hasta cinco años y períodos de gracia de hasta 24 meses.
Presentamos en Santa Elena junto al @BancoPacificoEC y la @CFN_ECUADOR nuevas líneas de crédito para dinamizar el sector de la vivienda y la construcción. Un techo seguro y digno, es un derecho. Dinamizamos la economía y generamos empleo a través de la construcción #CFNConstruyepic.twitter.com/Ds3hCouceV
Una de los productos es CFN Casa para todos, a través del cual se busca apoyar a los promotores inmobiliarios que se unan al programa de viviendas que impulsa el Gobierno, en el marco del plan Toda una vida. Los constructores recibirán créditos con el 5,5% de interés anual. Los planes habitacionales deberán estar previamente calificados por el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi).
Para los pequeños y medianos constructores, por otro lado, está el segmento llamado CFN Construye ¡Ya!. Los constructores podrán edificar viviendas sin rango de precio. El monto máximo de esta línea de crédito es de USD 2 millones (por sujeto de crédito), con una tasa de del 7%.
Otro producto es CFN Crédito directo capital de trabajo para la construcción. Se trata de una oferta financiera dirigida a grandes constructores, que quieran edificar urbanizaciones, oficinas o locales comerciales, sin límite en el precio de venta del inmueble. La línea de crédito tiene un plazo de cinco años, con una tasa interés que va desde el 7,5% y 24 meses de periodo de gracia.
CFN Construye es un producto “emblemático de la entidad, que ha tenido una gran aceptación entre los constructores, muestra de aquello es que desde su lanzamiento, en el 2015, se han aprobado más de USD 110 millones, con el propósito de fomentar la construcción de proyectos habitacionales con viviendas de interés social y prioritario en zonas urbanas y/o urbano marginales”, indicó la entidad.
CFN destinará en los próximos tres años USD 450 millones para impulsar estos cuatro productos financieros. Hasta el 2021, se tiene planificado que con las líneas de crédito de CFN se edifiquen 9 500 inmuebles en el programa Casa para Todos y 5 000 viviendas de interés público, es decir, 14 500 soluciones habitacionales, generando aproximadamente 5100 empleos (directos e indirectos) en diferentes puntos del país.
El presidente Moreno dio a conocer que «en los próximos tres años, la CFN destinará USD 450 millones para la construcción de viviendas dentro del programa Casa para Todos”. Foto: Twitter Presidencia
El Estado cubano otorgó a través de sus bancos más de 4 700 créditos a personas damnificadas por el huracán Irma, que a su paso por la costa norte de la isla en septiembre pasado provocó diez muertos y graves destrozos en infraestructuras, viviendas y los sectores energético y agrario.
La presidenta del Banco Central de Cuba, Irma Margarita Martínez, señaló que hasta la fecha se han otorgado préstamos por valor de 13,2 millones de pesos cubanos (unos USD 528 000) y agregó que las solicitudes se incrementan a diario, según destaca hoy una información en la portada del diario estatal Juventud Rebelde.
«Lo hemos logrado con la sensibilidad humana que demanda un momento como el que atraviesa el país», refirió la funcionaria, quien aseguró que se trata de aprobar los préstamos en 24 horas.
La normativa establece que los afectados por el huracán pueden solicitar créditos con una tasa de interés del 2,5 % y un plazo de devolución de hasta 15 años.
Según un informe preliminar, más de 11 680 cubanos damnificados por Irma reciben actualmente asistencia estatal en nueve de las 15 provincias del país, donde el ciclón causó daños a unas 158 550 viviendas, de las que 14 657 quedaron totalmente destrozadas.
El Estado cubano también financiará la mitad del coste de los materiales de construcción para los damnificados cuyas casas quedaron parcial o totalmente destruidas.
Las autoridades de la isla todavía no han hecho pública una estimación oficial de las pérdidas provocadas por esta tormenta.
El Estado cubano también financiará la mitad del coste de los materiales de construcción para los damnificados
Los activos, la cartera, los depósitos, el patrimonio y la rentabilidad experimentaron un crecimiento en agosto pasado en comparación con el mismo mes del 2016, de acuerdo con la evaluación de la Asociación de Bancos del Ecuador (Asobanca). Los depósitos se ubicaron en USD 27 160 millones, que representó un aumento anual del 10,5%. La cartera, en cambio, subió un 22,7% y llegó a USD 23 255 millones.
Para el presidente de Asobanca, Julio José Prado, esos indicadores confirman que la economía pasa por un momento de recuperación. “Hay más demanda de crédito de las personas y las empresas”.
En depósitos, dice, que el crecimiento es menor a lo “que habíamos anticipado”. Explica que las captaciones tienen mucha relación con la liquidez pública y, ahora, hay menos inyección de recursos por parte del Estado con relación a los últimos meses del 2016 y los primeros de este año.
Prado espera que las expectativas negativas que tenía el sector empresarial finalicen y se reactive el microcrédito y la construcción. “Esperamos que se reactiven con las políticas que aplique el nuevo Gobierno”
Según el analista, Andrés Vergara, los actores económicos están reaccionando positivamente al mensaje político del presidente de la República, Lenín Moreno. “Todo tiene que ver con incentivos y confianza y el actual Gobierno está generando eso, por eso la gente decide arriesgarse tal vez y seguir invirtiendo, o se está arriesgando a consumir un poco más”, asegura este analista.
Se espera que las expectativas negativas que tenía el sector empresarial finalicen y se reactive el microcrédito y la construcción. Foto: Referencial
Con un presupuesto de de USD 2 560 millones se pondrá en marcha este sábado 19 de agosto, en Quevedo (Los Ríos), la Gran Minga Agropecuaria que el presidente Lenín Moreno propuso en su campaña como estrategia para potenciar al sector agrario y ganadero del país hasta 2021.
La ministra de Agricultura y Ganadería, Vanesaa Cordero, anunció la mañana de este 17 de agosto de 2017, en Quito, que cerca del 50% de ese monto se destinará a crédito ágil para los agricultores y ganaderos del país, en articulación con BanEcuador. El otorgamiento de crédito es uno de los nueve ejes que comprende la Minga Agropecuaria propuesta por Moreno.
“Son USD 1 200 millones que BanEcuador va inyectar en créditos con tasas preferenciales de un dígito, sobre todo para beneficiar a los agricultores pequeños y medianos que representan el 80% de todos los del país”, precisó la ministra.
Cordero añadió que esta estrategia busca facilitar el acceso al crédito, flexibilizando requisitos. “Por ejemplo, antes se les pedía tener tierras hipotecadas para darles un crédito, cuando hay campesinos que ni si quieran tienen tierras propias. Ese es uno de los cambios que hace 15 días anunció BanEcuador”, dijo Cordero, quien además es miembro del directorio del banco.
El resto del monto, es decir, USD 1 360 millones aproximadamente, se destinará a los ocho ejes restantes: acceso a mercados, entrega de un millón de kits de insumos agrícolas, dotación de riego parcelario para 60 000 hectáreas, chatarrización y mecanización, asistencia técnica, potenciación de la asociatividad, legalización de títulos de propiedad y el seguro agrícola y ganadero.
En este último eje, puntualizó Cordero, se espera beneficiar a los propietarios de unas 766 000 hectáreas agrícolas y 228 000 cabezas de ganado. El seguro, acotó, cubrirá no solo enfermedades de los animales y plagas en los cultivos, sino también eventualidades como El Fenómeno de El Niño. “Es un monto de USD 4 millones hasta 2021 que se destinará al seguro para los agricultores y ganaderos. Es un monto aproximado, porque sabemos que siempre pueden existir catástrofes como el fenómeno de El Niño.
Los kits que se entregarán a los agricultores contarán con semillas diferenciadas para cada zona del país. Según la Ministra, la difusión de estos ejes, que se implementarán de manera paralela hasta 2021, se realiza ya a través de las coordinaciones zonales del Ministerio de Agricultura y Ganadería del país.
Esta estrategia contará con el apoyo de organismos internacionales para la asistencia técnica, como la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO); el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA).
Este sábado, en la presentación oficial del plan en Quevedo, Cordero comentó que se entregarán 500 de los 300 000 títulos de propiedad de tierra que se espera otorgar hasta 2021 a los campesinos, como parte de esta estrategia.
La titular de Agricultura sostuvo que con la Gran Minga Agraria se espera incrementar las exportaciones agrícolas del país en USD 2 000 millones.
Foto: Twitter Ministerio de Agricultura y Ganadería.
El trabajo para mejorar los indicadores de inclusión financiera todavía es largo en el Ecuador. Eso lo saben entidades y asesores de crédito como Ruth Guano, quien lleva una carrera de casi 15 años en temas de crédito y microcrédito.
Guano es subgerente de Negocios Microempresa del Banco Solidario y cada día cumple una rutina: a las 08:30 se reúne con el gerente de la agencia, ubicada en el sur de Quito. En la reunión se traza la ruta de trabajo y luego, se dirige, con otras seis asesoras, a visitar clientes y a buscar nuevos.
El trabajo de esta mujer se concentra en sitios como el Centro comercial de Mayoristas y Negocios Andinos, en el sur de Quito. “Las visitas sirven para ver cómo va el negocio del cliente, recordarle pagos, hablar de la mora”, dice Guano que trabaja en la entidad financiera hace dos años.
Ella es parte de un equipo de 313 asesores de crédito que tiene hoy en día Banco Solidario. Entre sus tareas está sumar clientes que no acceden todavía a servicios financieros formales.
En Ecuador se calcula que cerca de seis millones de personas están excluidas de los servicios financieros. Así lo señala la ‘Propuesta para la construcción de una política nacional de inclusión financiera’, elaborada por la Red de Instituciones Financieras de Desarrollo (RFD).
El documento utiliza información de Findex, un sistema de medición de acceso a servicios financieros del Banco Mundial. El Findex señala, por ejemplo, que en Ecuador -en el 2014- el 46% de adultos tenía acceso a una cuenta de ahorros, que un 23% tomó un crédito y que un 5,7% tenía tarjeta de crédito. Estos datos revelan que el país tiene tarea por hacer para que la población acceda a servicios y productos financieros.
El documento de la RFD indica que las entidades del sector cubren hoy en día a un gran sector poblacional, pero se tiende a una concentración en ciertos tipos de cliente y áreas geográficas, lo que conlleva a un riesgo eventual de sobreendeudamiento. “El entorno para lograr mayor inclusión financiera puede mejorarse”, dice el informe de la RFD.
Para Fidel Durán, gerente General de Banco Solidario y Presidente de la Asociación de Instituciones de Microfinanzas (Asomif), es necesario reconocer que muchas personas aún no reciben productos y servicios del sistema financiero en general.
Este ejecutivo señala que los indicadores del país son todavía menores en comparación con otros países de la región. Por eso cree que el trabajo en favor de la inclusión financiera merece una acción coordinada entre el sector público y el privado.
Según Durán se requieren procesos legales más ágiles, reducir los costos, pero sobre todo darle cada vez mayores facilidades a los clientes. Bajo estas premisas, las entidades que son parte de la Asomif aplican estrategias como visitar a los clientes en sus negocios. “De esta manera el cliente está en su hábitat y es más fácil para ellos explicar sus necesidades financieras”, asegura Durán.
Conocer en detalle el entorno de los microempresarios es clave. La ‘Propuesta para la construcción de una política nacional de inclusión financiera’ revela que el acceso a una cuenta bancaria es mayor en hombres (52%) que en mujeres (41%), aunque en el género femenino se observa un avance: en el 2011 el porcentaje era 33%.
El estudio añade que tres de cada 10 personas mayores a 15 años y con acceso a cuentas bancarias tienen un nivel de instrucción primaria o menor. También indica que el acceso a servicios financieros desde zonas rurales es mayor en Ecuador en comparación con otros países de la región.
Para Javier Vaca, director ejecutivo de la Red de Instituciones Financieras de Desarrollo, el tema de la inclusión financiera viene evolucionando. El proceso empieza con el acceso a cuentas de ahorro, pasa a los microseguros que ayudan a los pequeños empresarios y se proyecta a los servicios complementarios como las transferencias en línea.
Para Vaca la inclusión financiera tiene una serie de aristas y no basta con acceder a servicios, sino usarlos de manera adecuada. “Por eso la capacitación y la educación financiera es vital”. Vaca advierte que en nombre de la inclusión las personas pueden acceder a más créditos, pero corren el riesgo de terminar sobreendeudadas. “También puede ocurrir que las personas accedan a nuevos canales transaccionales, pero si no saben manejar un presupuesto, no será efectivo”.
Los consultados coinciden en la obligación de ofrecer servicios específicos, consolidar los procesos de regulación y unir esfuerzos. “La experiencia en otras latitudes muestra que a mayor inclusión financiera mayor desarrollo registra un país”, resume Vaca.
Visitas y ‘apps’ son dos estrategias Herselinda Yugsi tiene, desde hace una década, un puesto de ropa para niños en el Centro Comercial de Mayoristas y Negocios Andinos, en el sur de Quito. Ella se instala en su local a las 06:00 y se retira a las 17:00.
El negocio lo montó hace 14 años, luego de cerrar un puesto de legumbres que tenía en el Mercado Mayorista, en el mismo sector de la capital. “Dejé las legumbres y me fui por la ropa”, dice Yugsi, acompañada de su bisnieta.
Para arrancar con el negocio de la ropa, esta mujer de más de 60 años se apoyó en el Banco Solidario. En esta entidad ha recibido créditos que le permiten diversificar la mercadería. El préstamo más reciente fue de USD 6 000.
Yugsi es una microempresaria que aprovecha los servicios financieros en Ecuador. Ella recibe con frecuencia a una asesora del banco para hablar sobre cómo evoluciona el negocio y cuáles son sus necesidades.
Estas visitas personalizadas son parte de las acciones de Banco Solidario para sumar clientes. Hasta junio pasado, la entidad sumaba 84 708 clientes del segmento de microcrédito, entre los que se cuenta Yugsi.
En el centro del país, en Riobamba, también se desarrollan estrategias para reducir el número de personas que están excluidos de los servicios financieros.
La Cooperativa de Ahorro y Crédito Riobamba se enfoca en sectores sociales de menos recursos, en el campo y la ciudad. Pedro Morales, gerente de la entidad, dice que el objetivo es que las personas “sean sujetos activos del mejoramiento social y que aporten a la economía del país”.
La Cooperativa Riobamba tiene 12 oficinas: nueve en Chimborazo, dos en Azuay y una en Pichincha. Entre todas suma cerca de 100 000 familias o socios.
Su estrategia es simple. Los asesores de crédito visitan los negocios o los domicilios de los socios. “Llegamos a sus talleres, a sus tierras, a sus casas, para hablar con ellos. Nos preocupamos mucho de generar una cultura de ahorro, en que cuiden su patrimonio y que no caigan en manos de prestamistas informales. Así conocemos sus realidades”, dice Morales. El monto promedio de los créditos de esta cooperativa es de USD 7 000.
En la Red de Instituciones Financieras de Desarrollo (RFD) también se impulsan estrategias de inclusión. Este organismo agrupa a 48 instituciones entre cooperativas, bancos especializados y organizaciones no gubernamentales, que atienden a 1,2 millones de personas.
La RFD prioriza la educación financiera. Para esto se apela a recursos que van desde videos y gráficos hasta aplicaciones para dispositivos móviles. “Damos el material y la institución lo personaliza”, explica Javier Vaca, director ejecutivo de la RFD.
La capacitación es otra prioridad. Entre el 2012 y el 2015 la Red trabajó con 12 de sus instituciones miembros para desarrollar herramientas. En total se capacitó a cerca de 30 000 personas y estas a su vez formaron a clientes o socios de las entidades. “Esta tarea tiene un efecto multiplicador”.
Vaca mira con optimismo el futuro y asegura que las nuevas tecnologías facilitarán el trabajo. Menciona que las aplicaciones móviles sirven cada día más para educar y simular situaciones que viven los microempresarios.
“Esto permite bajar costos y sumar socios o clientes. El reto es utilizar las ‘fintech’ para informar, capacitar, canalizar reclamos…”.
En la RFD saben que existen retos como apuntar a segmentos excluidos como los jóvenes o los refugiados. También saben que, como dice Yugsi, la clave es “saber administrar” los recursos que brindan las entidades.
La diversidad, la innovación y la protección son determinantes
En el 2015 se contabilizaban 2 000 millones de adultos no bancarizados, a escala global, según un reporte del Banco Mundial. El documento señala que entre el 2011 y el 2014 el porcentaje de adultos que tenía una cuenta pasó del 51 % al 62 %, tendencia que se vio impulsada por el papel de la tecnología.
El mismo Banco Mundial (BM) se pregunta cuáles son las maneras más promisorias de mejorar el acceso y el uso de productos financieros adecuados entre las comunidades desatendidas. Como respuesta, el organismo habla de tareas que son, según la entidad, claves para acelerar la inclusión financiera a escala global.
El primer paso es fomentar la diversidad de las instituciones financieras (cajas comunales, microfinancieras, cooperativas de crédito) que apliquen diversos modelos de negocios. “Es fundamental disponer de un marco legal y regulatorio que permita el ingreso de diversas instituciones y mediante el cual se apliquen reglamentos y controles proporcionados y adaptados a sus respectivos niveles de riesgo”.
Otra sugerencia es facilitar el uso de tecnologías innovadoras y el ingreso de instituciones no tradicionales basadas en la tecnología. Según el BM, en muchos países, los proveedores innovadores aprovechan la tecnología, las redes de clientes existentes, la infraestructura y la inteligencia de datos para reducir los costos de transacción y ofrecer productos financieros adecuados a las necesidades de los consumidores de ingreso bajo.
También se recomienda proteger a los consumidores estableciendo normas en materia de divulgación, trato justo y vías de recurso. “Es fundamental”, dice un informe del Banco Mundial. Hay que poner énfasis en la necesidad de que los proveedores entreguen a los clientes información clara sobre los términos y condiciones de los productos. A esto se suma la obligación de ayudar a tomar decisiones financieras informadas y evitar riesgos como el sobreendeudamiento.
Ruth Guano (derecha) es una de las asesoras que tiene Banco Solidario. Ella visita a clientes en el sur de la ciudad a quienes asesora y explica detalles de los créditos de la entidad. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
Los organismos internacionales se han convertido en una suerte de aliados financieros de empresas ecuatorianas y de firmas multinacionalesque tienen operaciones en el Ecuador. Los recursos tienen distintos usos, desde desarrollo sostenible en empresas camaroneras, ampliación del espectro de telecomunicaciones en operadoras de telefonía móvil, inversiones en infraestructura, ampliación de las líneas de producción, etc.
Entre los atractivos que ofrecen los organismos multilaterales se cuentan, según analistas económicos, los plazos y las tasas de interés más convenientes que en el mercado local (ver página 13).
Uno de los créditos más recientes firmados entre una empresa ecuatoriana es el de Pronaca y la Corporación Financiera Internacional (IFC por sus siglas en inglés); esta entidad es el brazo financiero del Banco Mundial y se caracteriza por prestar recursos al sector privado.
Representantes de la firma de alimentos y IFC firmaron un acuerdo para la ejecución de un préstamo por USD 25 millones a siete años plazo. Los fondos serán destinados a la ampliación de la capacidad productiva y capital de trabajo de la empresa ecuatoriana.
Pronaca dio a conocer que recurre a este tipo de operaciones cada dos años. “Los préstamos a largo plazo sirven para financiar inversiones en infraestructura y maquinaria que generalmente se recupera en el mediano y largo plazos”, respondió la firma mediante un correo electrónico.
Otro ejemplo es el de Telefónica Ecuador (Movistar) que, también en febrero de este año, obtuvo un crédito por USD 75 millones por parte de IFC. Los recursos fueron utilizados por la empresa para realizar un pago por el espectro 4G LTE al Estado ecuatoriano. “Estas inversiones requieren ser financiadas a mediano y largo plazo, por ello buscamos estructuraciones con un organismo multilateral”, señala la compañía.
Telefónica Ecuador agrega que este tipo de créditos tienen tasas de interés convenientes, con plazos de entre 3 y 5 años, aunque el tiempo puede ser mayor o menor, dependiendo del tema. La estrategia de la Corporación Financiera Internacional en Ecuador se enfoca en suministrar financiamiento y asistencia técnica a empresas que tienen un impacto positivo en el crecimiento sostenible de la economía, según señala el organismo.
Carlos Pinto, responsable de IFC para la región andina , señala que los servicios están diseñados para satisfacer las necesidades específicas de empresas en diferentes industrias, con un enfoque especial en manufactura, agroindustria, servicios y mercados financieros en Ecuador. “Necesitamos que las empresas estén dispuestas a trabajar con nuestras normas de desempeño, que están destinadas a ofrecerle a nuestros clientes orientación para identificar riesgos e impactos con el objetivo de hacer negocios de una manera sostenible”.
Precisamente, la Operadora y Procesadora de Productos Marinos (Omarsa) accedió a USD 10 millones de la Corporación en enero pasado. Sandro Coglitore, gerente general de la compañía, asegura que la producción sustentable que tiene Omarsa incidió en el crédito. La empresa tiene la certificación Aquaculture Stewardship Council e implementa Buenas Prácticas de Acuicultura en sus laboratorios, fincas y planta.
Según Coglitore, los recursos permitirán continuar con los planes de expansión y generan 400 fuentes de empleo.
Para Alberto Acosta Burneo, analista económico, los créditos de los multilaterales sirven siempre y más ahora, cuando la economía nacional pasa por una etapa de menor liquidez y una reducción de crédito. “Esto limita los montos y acceder a multilaterales es una muy buena opción. Además, las condiciones puedan ser beneficiosas para quienes cumplan los requisitos”.
Entre los puntos en contra, Acosta Burneo menciona que siempre existe un riesgo de que cambien las condiciones económicas del país y de la empresa, lo que puede traer consecuencias. “Puede ser que los pagos al exterior se demoren o que se necesiten autorizaciones. Es un riesgo, pero con una probabilidad baja”.
Financiamiento
Empresas de distintos sectores productivos acuden a los organismos extranjeros para obtener recursos, que les permiten elevar su producción y continuar con sus planes de crecimiento. En este año de contracción se convierten en un apoyo especial.
Los plazos y los intereses atraen a las empresas Las empresas del Austro, principalmente del sector cerámico, iniciaron trámites para buscar financiamiento en organismos multilaterales, como la CAF-Banco de Desarrollo de América Latina.
“Conozco que han tenido conversaciones, pero son procesos complejos y no han podido cerrar acuerdos, porque hay procesos que se deben cumplir”, sostiene el presidente ejecutivo de la Cámara de Industrias, Producción y Empleo de Cuenca, Andrés Robalino.
Según el dirigente de los industriales, al existir una cierta contracción en las líneas de crédito en el Ecuador, las empresas pueden afrontar problemas de liquidez para invertir en adquisición de tecnología y otras necesidades para mejorar su proceso productivo y competitividad.
Ante esa situación, indica Robalino, las empresas, principalmente las grandes, buscan recursos en organismos multilaterales o bancos privados.
Una motivación adicional, agrega Robalino, es que estas líneas de crédito se ofrecen a menores tasas de interés que en el Ecuador, lo que beneficia la liquidez de las compañías.
Otras industrias, en especial las exportadoras, buscan recursos con la banca privada del exterior que es filial de la nacional, señala Robalino. Según él, al tener una relación -porque tienen locales de venta en el extranjero o hasta plantas de producción como la línea blanca- optan por esta opción.
El consultor financiero de empresas, Iván Arízaga, coincide en que el financiamiento externo de entidades financieras ofrece ventajas como un plazo mayor y menores tasas de interés.
Son plazos de hasta 24 meses para créditos de capital de trabajo y para la adquisición de activos pueden ir hasta cuatro o cinco años y hay casos que los pagos se hacen cada trimestre, comenta Arízaga. En cambio, los préstamos nacionales, agrega, oscilan entre 180 días y un año, “lo que limita en el flujo de caja, porque tiene que hacer amortizaciones más frecuentes”.
Arízaga asegura que al tener una deuda a corto plazo se reduce liquidez y la estructura financiera se vuelve más rígida. Él explica que un préstamo de largo plazo permite a las industrias tener más tiempo para vender el inventario de productos para pagar esos créditos.
En el caso de los intereses de líneas del exterior, señala el consultor financiero, se accede a tasas del 7% al 9% y hay otras entidades que ofrecen hasta el 14%, pero a un plazo mayor. En el país, dice Arízaga, la tasa para el sector corporativo está entre el 9,5% y el 10% y para las empresas medianas y pequeñas oscilan entre el 11% y 15%.
Pero hay un problema en la implementación de una operación de crédito de esta naturaleza, que son los mayores costos trans-accionales. Pone como ejemplo que algunas entidades del exterior piden la constitución de garantía local provista por un banco nacional o de un corresponsal del extranjero o garantías reales. “Por ello, esta opción es usada por las empresas grandes”.
Análisis La liquidez de las firmas siente un efecto positivo con los créditos de los multilaterales. 24 meses es uno de los plazos de los créditos de multilaterales.
Pronaca firmó en febrero pasado un crédito con la Corporación Financiera Internacional para financiar inversiones en infraestructura y maquinaria. El crédito fue de USD 25 millones. Foto: Alberto Araujo / LÍDERES
El Banco Pichincha en Ecuador cumple este mes 110 años de vida con USD 7 300 millones en depósitos y 5 700 empleados, así como con entidades en Perú, Colombia y España, además de una agencia en Miami (EE.UU.), informó hoy la institución financiera.
Con más de tres millones de clientes, el Banco Pichincha ha crecido desde los siete trabajadores y 1 200 sucres con los que inició sus actividades en 1906 y en la actualidad cuenta con 293 puntos de atención y con la red de corresponsales no bancarios «Pichincha Mi vecino», que tiene unos 12 000 puntos de servicio.
El presidente de la entidad, Antonio Acosta, señaló que el panorama actual «tal vez no es el mejor», pero se mostró convencido de que es necesario «enfrentar al futuro imprimiendo la confianza de siempre» a los clientes.
El banco ha trabajado en estos años en el desarrollo del microcrédito y en campañas orientadas a fomentar el ahorro por parte de los ciudadanos, indicó la entidad en un comunicado.
Su filial Banco Financiero del Perú tiene 83 agencias en ese país, entre las cuales hay oficinas en la frontera con Ecuador que trabajan para apoyar el comercio fronterizo.
En Colombia, el Banco Pichincha dispone de 46 agencias y en Miami de una oficina con 30 años de operación.
Según la institución financiera, el Banco Pichincha España es la primera entidad del continente que opera en ese país como banco comercial y dispone de 17 agencias que apoyan a los migrantes y a clientes de otras naciones.
Banco Pichincha tiene activos de USD 8 928 millones a diciembre de 2015, lo que representa el 29,9% del sistema bancario ecuatoriano.
Tiene una calificación de riesgo AAA- fijada por Bank Watch Ratings y AAA- de Pacific Credit Rating, agrega el comunicado.