El turismo internacional a Cuba subió en enero, un mes después de que la isla y Estados Unidos acordaran restablecer relaciones, con un crecimiento del 16% frente al mismo mes del año 2014, informó este 9 de marzo una fuente oficial.
Un total de 371 160 turistas llegaron a la isla en el primer mes del 2015, lo que equivale a aumento del 16% (320 063) respecto a enero de 2014, dijo un informe de la estatal Oficina Nacional de Estadísticas (ONE).
Casi la mitad de esos turistas fueron canadienses (181 101) con lo que ese país se consolidó como el primer emisor de turistas a Cuba, con un crecimiento del 15,5% en enero de 2015 con respecto al año anterior. También registró un aumento de turistas alemanes, británicos, franceses e italianos, entre otros.
El pasado 17 de diciembre, los presidentes Raúl Castro y Barack Obama anunciaron su propósito de restablecer relaciones tras medio siglo de ruptura y tensiones. Aunque el embargo estadounidense impide aún la visita de turistas de ese país a Cuba, el presidente Obama abrió la posibilidad de que estadounidenses de 12 categorías puedan visitar la isla con fines diversos, sin necesidad de licencias.
La estadística de ONE refleja un aumento del 14% en el acápite Otros, donde se contabilizan los estadounidenses que visitan la isla, al pasar de 66 195 a 75 435 entre enero del 2014 y el de 2015. El número de turistas de crucero también creció: pasó de 928 personas en enero de 2014 a 3 937 un año después.
El turismo es el segundo ingreso de Cuba, después de la venta de servicios profesionales, sobre todo médicos. Según la ONE, en 2014 la isla sobrepasó por primera vez la barrera de tres millones de turistas (3 002 745) y los ingresos fueron de USD 1 888 millones.
Portugal exhibe un renovado interés en las posibilidades de inversión que surgen en Cuba después del anuncia de normalización de las relaciones diplomáticas con EE.UU., y son cada vez más las empresas que pretenden instalarse en el país.
Así lo confirmó este lunes 2 de marzo en declaraciones a EFE, la embajadora de Cuba en Lisboa, Johana Tablada, quien admitió que se ha registrado «un notable interés desde diciembre», cuando fue divulgado el acuerdo alcanzado con la administración estadounidense y que eso es visto como un primer paso para normalizar las relaciones bilaterales.
«Creo que a las empresas portuguesas les anima la idea de llegar antes de que se levanten las injustas sanciones unilaterales del bloqueo, como parece previsible, y por ahora no tienen la competencia de las empresas de EEUU», explicó Tablada.
Por el momento, el comercio bilateral entre Lisboa y La Habana es poco menos que testimonial, ya que ronda apenas los cien millones de euros. Estas modestas cifras reflejan que existe un amplio margen para intensificar los lazos entre los dos países gracias a la complementariedad de sus economías.
El interés luso en Cuba «ya era creciente durante todo 2014», según afirmó su embajadora en Portugal, quien atribuyó este fenómeno a «las novedades en el proceso de actualización del modelo y economía cubana, la inauguración de la primera fase operacional de la Zona especial de Desarrollo del Mariel y la publicación de la nueva ley de inversiones».
De hecho, a mediados del año pasado nació la Cámara de Comercio, Industria, Servicios y Turismo Portugal-Cuba, presidida actualmente por el empresario Américo França Ferreira de Castro y que pretende «estimular» los contactos bilaterales y divulgar las oportunidades de negocio.
La entidad promovió una misión empresarial a la isla el pasado mes de noviembre, que fue liderada por el «número dos» del Ejecutivo conservador luso, el viceprimer ministro Paulo Portas, y en la que participaron cerca de una treintena de firmas. La llegada de inversiones portuguesas a Cuba también fue destacada por los medios de comunicación del país, que se hicieron eco de la instalación de una fábrica de papel lusa y de un acuerdo para exportar conservas en estos primeros meses de 2015.
«Los portugueses quieren avanzar y aprovechar las nuevas oportunidades que hoy se abren», resaltó Johana Tablada, quien se mostró convencida de que las manifestaciones de interés tendrán «muy pronto una repercusión concreta en el crecimiento de la inversión extranjera portuguesa» en Cuba.
Entre los sectores con mayor posibilidades de éxito destacan las energías renovables, las infraestructuras, la industria farmacéutica, la biotecnología, la construcción o el turismo.
«En Cuba, Portugal no sólo podría acceder al mercado interno del país, sino también encontrar una plataforma para proyectar sus productos hacia el Caribe y América Latina», señaló la diplomática.
En su opinión, Cuba está de moda por la aparición de «nuevas posibilidades» de negocio que se conjugan con «una garantía de estabilidad, proximidad, altos niveles de educación de los trabajadores, una ubicación geográfica estratégica, una excelente red de vínculos con el Caribe y Latinoamérica», así como altos niveles de seguridad.
Un taxi de bicicleta con una bandera de Estados Unidos lleva a los turistas en una calle de La Habana. Foto: AFP
El XVII Festival del Habano bajó su cortina de humo azul la madrugada de este sábado, 28 de febrero del 2015, con una subasta de humidores que recaudó 1,5 millones de euros para la salud pública cubana, en una cena con la asistencia de las modelos Neomí Campbell y Paris Hilton.
En una ceremonia a la que asistieron 1 650 personas de 60 países, se entregaron los Premios Habanos 2014 al cubano Rogelio Ortúzar (Producción), el griego George Fereos (Negocios) y el estadounidense Gary Heathcott (comunicaciones).
Pero el centro de la clausura estuvo en la presencia de las modelos Campbell y Hilton, quienes se tomaron fotos, por separado, con Fidel Castro Díaz-Balart, hijo del líder cubano de igual nombre y sobrino del actual presidente, Raúl Castro.
A la cena acudieron otras celebridades del mundo el actor indio Kabir Bedi, célebre por su personaje de Sandokan y el británico Stephen Frey, a quien en 2013 se viera en el filme El hobbit: la desolación de Smaug, al encarnar al personaje del gobernador de Esgaroth.
En la apertura, la cubano británica Habanos S.A, anunció el lunes que sus ventas fueron de USD 439 millones en 2014, una caída de 1% respecto a 2013 debido a los conflictos en Ucrania y el Medio Oriente, así como a mayores impuestos en la Unión Europea.
El tabaco es uno de los principales productos de exportación del régimen comunista de la isla, después del níquel, los medicamentos y el azúcar. El vicepresidente de la compañía, Jorge Luis Fernández Maique, dijo a la AFP que Cuba podría exportar habanos por 250 millones de dólares como «mínimo» a Estados Unidos si Washington levantara el embargo que aplica contra la isla desde 1962.
El tabaco es uno de los principales productos de exportación del régimen comunista de la isla, Foto: Alejandro Ernesto/ EFE.
El vicepresidente de Asuntos Públicos y Comunicación para América Latina de Coca-Cola, Rafael Fernández Quirós, afirmó el pasado 25 de febrero que la compañía no descarta regresar «en un futuro no muy lejano» a Cuba, si cambia la legislación estadounidense con el reciente «deshielo» de la relación bilateral.
«Con Cuba tenemos una relación muy especial», pues «junto con Panamá y Canadá fueron los países en que tuvimos planta embotelladora«, a principios del siglo XX, afirmó en un encuentro en Atlanta, sede de la compañía.
En Atlanta, que esta semana acoge los actos conmemorativos por el centenario de la icónica botella de cristal ‘contour’, el directivo aclaró que la legislación de Estados Unidos «establece la prohibición de tener cualquier tipo de negocio con Cuba hoy en día».
Solamente «hay una excepción, para ventas de productos de agricultura y medicina fundamentalmente, y son exportaciones desde Estados Unidos».
«Nos vamos a ajustar estrictamente a lo que imponga la legislación. Como empresa norteamericana nos vemos totalmente condicionados, en el buen sentido de la palabra, por la legislación norteamericana y vamos a cumplirla a rajatabla. Si se levantan las sanciones abriremos nuevos mercados», señaló.
«Mientras eso no se levante nosotros no podemos pensar abrir plantas de embotellados ni sistemas de distribución» en Cuba, recalcó. Sin embargo, «el hecho de que hayan comenzado un deshielo quiere decir que en un futuro no muy lejano las cosas cambien y no podamos replantear nuestra presencia en la isla», anunció.
Fernández Quirós recordó que así ha sucedido con otros países, el último de ellos Myanmar, donde Coca-Cola inició operaciones recientemente. Además de Cuba, Corea del Norte es el único otro país del mundo en el que la multinacional no tiene operaciones.
Imagen de un antiguo promocional que se exhibe en The High Museum of Art en Atlanta, en el marco de las celebraciones del centenario de la botella ‘Contour’. Imagen: EFE
La agroindustria cubana del tabaco «está bien posicionada» para cubrir la demanda de los exclusivos puros habanos en Estados Unidos cuando se abra ese mercado, vetado a los productos de la isla durante más de 50 años, señaló el copresidente de Habanos S.A., Luis Sánchez-Harguindey.
«La agroindustria cubana viene trabajando tiempo atrás, antes de la posibilidad de vender allí (en EE.UU), para mejorar la eficiencia y la productividad. Hay muchas más opciones de aumentar la producción» y cubrir esa demanda, afirmó Sánchez-Harguindey, en el XVII Festival Internacional del Habano, inaugurado este 23 de febrero en La Habana.
El copresidente matizó que, aunque la última cosecha de tabaco funcionó bien, «siempre hay margen para aumentar la productividad o ampliar las áreas de cultivo», para lograr un aumento de la producción que permita copar el mercado estadounidense, desde el momento que se levante el embargo sobre la isla y se permita la comercialización de productos cubanos en EE.UU.
Habanos S.A. aspira a alcanzar una cuota del 25 % o 30 % en los primeros años posteriores al levantamiento del embargo, aunque su objetivo a largo plazo es copar un 70 % del mercado de puros premium, cuota similar a la que ostentan a escala mundial.
«No queremos especular sobre cuándo se puede levantar el embargo, pero será algo muy positivo para nosotros. Sólo pensar que EE.UU. aglutina el 65 % de la cuota mundial de puros premium da una idea muy clara del negocio transformador que eso representa», explicó.
En la actualidad, Habanos S.A., la empresa que comercializa todas las 27 marcas de puros premium hechos a mano en Cuba, no puede exportar sus productos a EE.UU. debido a la política de embargo sobre la isla vigente desde 1962, aunque desde hace poco más de un mes los estadounidenses pueden importar pequeñas cantidades de tabaco.
El pasado 16 de enero entraron en vigor algunas medidas que alivian el embargo, fruto del acuerdo entre EE.UU. y Cuba para restablecer relaciones diplomáticas del pasado diciembre, con lo que la Casa Blanca autorizó la importación de tabaco y alcohol de Cuba por un valor no superior a USD 100.
Aunque se trate de cantidades pequeñas, Sánchez-Harguindey indicó que esa medida permitirá que los codiciados puros habanos lleguen al país vecino y «el consumidor estadounidense, el aficionado a los puros premium, se familiarice con la cultura del habano, con Cuba, sus costumbres y la elaboración del tabaco».
«Así, cuando tengamos la posibilidad de vender libremente en EE.UU., tendremos un público y un consumidor formado», indicó. No obstante, reconoció que el mercado estadounidense es «muy competitivo», con muchos actores y destacó la importante cuota que ostentan allí los tabacos procedentes de las «potentes» producciones de Nicaragua y República Dominicana.
En la inauguración ayer del Festival del Habano, la corporación presentó sus resultados de 2014, año en que los ingresos alcanzaron USD 439 millones, un 1 % inferior al año 2013 debido a retrasos en la cosecha por condiciones climatológicas adversas y al impacto negativo del aumento de los impuestos en Europa.
Hoy en día, el mercado mundial de los puros premium (torcido a mano) es de unos 400 millones de unidades, sector donde Habanos ocupa una cuota de mercado superior al 70 % en unidades y del 80 % en cuanto a valor.
Por áreas geográficas, Europa representa el 56 % de las ventas de la compañía, América el 15%, África y Medio Oriente también el 15 %; y Asia-Pacífico el 14 %, está última donde se observa mayor potencial de crecimiento.
Habanos, S.A. es una empresa mixta propiedad a partes iguales de la cubana estatal Tabacuba y la entidad española perteneciente al grupo inglés Imperial Tobacco Group PLC, que comercializa todas las marcas de puros premium, hechos 100% a mano en Cuba.
Habanos aspira a una cuota del 25-30 % en EE.UU. cuando se abra el mercado. Foto: Archivo / EL COMERCIO
La compañía estatal cubana Etecsa y la firma estadounidense IDT han cerrado las negociaciones para establecer conexión telefónica directa entre Cuba y EE.UU., lo que sería el primer acuerdo empresarial entre las dos naciones desde el anuncio del restablecimiento de sus relaciones diplomáticas.
El acuerdo está ahora a la espera de su aprobación por parte de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por su sigla en inglés), que tiene un plazo de diez días para dar luz verde al proyecto presentado ayer ante esa autoridad competente.
«El restablecimiento de las comunicaciones directas entre los Estados Unidos y Cuba, permitirá mayores facilidades y calidad en las comunicaciones entre los pueblos de ambas naciones», señaló la empresa cubana en una nota oficial.
Por su parte, el director ejecutivo de IDT Telecom, Bill Pereira indicó en un comunicado que están «muy satisfechos» por haber alcanzado un «acuerdo pionero» con Etecsa, que si logra el visto bueno de la FCC convertirá a IDT en el primer operador estadounidense en tener comunicación directa con la isla. «Este es un importante primer paso en la liberalización de las telecomunicaciones entre los EE.UU. y Cuba. En última instancia, el acuerdo ayudará a que sea más fácil y más asequible para nuestros clientes a llamar amigos y familiares en Cuba», explicó Pereira en un comunicado colgado ayer en la página web de la empresa, basada en Nueva Jersey.
Hasta el momento, ninguna de las dos compañías han ofrecido más detalles sobre el contenido del futuro convenio, que se refiere únicamente a conexión telefónica, pero no a internet, un servicio que enfrenta muchas restricciones en la isla. La mejora del acceso a la red es uno de los mayores retos en materia de telecomunicaciones para Cuba, uno de los países tecnológicamente más atrasados, con una tasa de penetración de internet de sólo el 5 %, una de las más bajas del mundo.
La noticia del acuerdo de telefonía entre las dos empresas ha coincidido con el desarrollo esta semana en La Habana del I Taller Nacional de Informatización y Ciberseguridad, donde las autoridades cubanas anunciaron una política «estratégica» de informatización que desarrollará infraestructuras y tecnologías, comercio electrónico y mayor acceso a la red.
En la conclusión hoy de ese foro, el primer vicepresidente cubano, Miguel Díaz-Canel, aseveró que «existe la voluntad y disposición» del Gobierno cubano por desarrollar «la informatización de la sociedad y poner internet al servicio de todos, facilitando una inserción efectiva y auténtica de los cubanos en ese espacio».
«El Estado trabajará para que este recurso esté disponible, accesible y costeable para todos», afirmó el «número dos» del Gobierno cubano. «La informatización e internet deberán acompañar la oportunidad de todos los cubanos de participar de forma activa en la construcción del país socialista, próspero y sostenible que compartimos en nuestras aspiraciones», añadió.
Fruto del acuerdo para restablecer relaciones diplomáticas entre ambos países del pasado 17 de diciembre, Estados Unidos anunció una serie de medidas para relajar el embargo sobre la isla, entre las que había disposiciones para facilitar las telecomunicaciones en la isla y autorizar la venta de material informático y software. Cuba, que culpa de su atraso tecnológico a esa política de embargo vigente desde 1962, ha manifestado disposición para recibir a compañías estadounidenses del sector para explorar oportunidades de negocio beneficiosas para ambas partes.
Además de IDT, en las últimas semanas otras empresas norteamericanas han mostrado su interés en ampliar negocio en la isla, como Apple, que ya ha autorizado la venta de algunos de sus productos y software; o Netflix, el gigante de distribución de películas y series de televisión on line que ya ofrece sus servicios en Cuba.
Dentro de la isla han habido otros avances en los últimos días, como la decisión de Etecsa, que ostenta el monopolio de las telecomunicaciones en Cuba, de lanzar una oferta temporal que rebaja en un 50 % el alto costo de acceso a internet en salas públicas y que estará vigente hasta abril.
Recientemente, Etecsa también anunció su intención de duplicar las salas de navegación existentes y cerrar 2015 con unas 300, además de habilitar áreas públicas de conexión wifi.
En Cuba, la conexión en el domicilio tan solo está permitida a algunos profesionales, por lo que la población se tiene que conectar en esas salas, en las que una hora de navegación cuesta USD 4,5, una tarifa demasiado elevada en un país donde el salario medio ronda entre los USD 20 y los 30 mensuales.
Un hombre habla por un teléfono público hoy, viernes 20 de febrero de 2015, en La Habana (Cuba). La empresa estatal cubana Etecsa y la firma estadounidense IDT cerraron negociaciones para suscribir un acuerdo en telecomunicaciones. Foto: EFE
El servicio estadounidense de video en línea Netflix comenzó a operar este nueve de febrero en Cuba, en medio del proceso de normalización de las relaciones entre La Habana y Washington, aunque en realidad la novedad llegará a muy pocos cubanos por la escasa conexión a internet disponible en la isla.
En un comunicado difundido este nueve de febrero, Netflix afirmó haber tomado la decisión «en momentos en que mejora el acceso a internet y las tarjetas de crédito y débito se vuelven más accesibles» en Cuba.
«Empezando hoy, la gente en Cuba con internet y acceso a métodos de pago internacionales podrá suscribir a Netflix y mirar de inmediato una selección de películas y series de televisión populares«, señaló la compañía en un comunicado.
«Estamos felices de ser finalmente capaces de ofrecer Netflix a la gente de Cuba, conectándolos con historias de todo el mundo que amarán», dijo el cofundador y presidente de Netflix, Reed Hastings, citado en el texto.
El acceso a internet es muy limitado en Cuba y las conexiones privadas se encuentran estrictamente reguladas por el Estado y sólo conciernen al 4,3% de los hogares del país, según la Unión Internacional de Telecomunicaciones. Netflix cuenta con unos 57 millones de clientes en unos 50 países, entre ellos 5 millones en América Latina, donde opera desde 2011.
En ese sentido, Hastings agregó que su compañía esperaba poder distribuir próximamente películas producidas en Cuba. «Cuba tiene grandes cineastas y una cultura artística robusta y esperamos ser capaces algún día de llevar su trabajo a nuestra audiencia global de más de 57 millones de miembros«, sostuvo.
El pasado 20 de enero, Netflix había informado sobre su intención de impulsar su expansión mundial con la meta de culminarla dentro de dos años, manteniéndose rentable.
Sede de la empresa Netflix en Los Gatos, California. Foto: EFE
Los empresarios de Florida, aunque cautos, se frotan las manos ante la apertura de Estados Unidos hacia Cuba, ya que al estar a sólo 150 km de la isla esperan réditos de la nueva relación entre los países hasta hace poco enemigos.
No obstante, saben que enfrentan obstáculos, incluido el embargo económico que sigue impidiendo casi todo comercio. Y aún no tienen claro cuánta voluntad tiene Cuba de abrirse a los negocios estadounidenses.
«Con las mejores relaciones con Cuba, debería haber un aumento en el comercio tanto de Florida hacia Cuba, como de Cuba a Estados Unidos», dijo a la AFP Jay Brickman, vicepresidente de la empresa Crowley Maritime Corp. «Florida se beneficiará al tener más comercio, por la necesidad de más almacenes, de más camiones, así que tendrá un efecto multiplicador para la economía» del estado, señaló Brickman.
Su empresa envía semanalmente a la isla desde Port Everglades, Florida (sureste de EEUU), productos agrícolas y pollo, que junto a las medicinas son de los pocos permitidos bajo el embargo vigente desde 1962.
Muchas interrogantes Las restricciones hacen que las exportaciones estadounidenses a la isla sean mínimas. El año pasado se ubicaron por debajo de USD 300 millones, según la firma WorldCity en Miami, que estudia el comercio mundial. Ahora, nuevas regulaciones del gobierno de Barack Obama dentro del histórico acercamiento a Cuba iniciado en diciembre, facilitan el comercio, sobre todo venta de materiales de construcción, agricultura y telecomunicaciones, así como los viajes de estadounidenses a la isla.
Brickman advierte que quedan puntos por dilucidar: las disposiciones establecen que los estadounidenses deben vender a privados, y casi todas las industrias en Cuba son estatales. Y La Habana tendrá la última palabra en definitiva sobre lo que quiere comprar. «La palabra clave es ‘flexibilización‘.
Es importante entender que el embargo aún existe. (…) En el corto plazo no veremos mucho impacto. Pero poco a poco, a medida que la gente entienda cómo trabajar con las nuevas reglas, veremos un incremento», dice. La carencias en Cuba, junto a la cercanía geográfica y los vínculos culturales (en el estado vive gran parte de los dos millones de cubanos en Estados Unidos) ofrecen una oportunidad única a Florida, estiman analistas.
«Florida puede beneficiarse de muchos sectores diferentes de la economía de los que hay necesidad en Cuba», dijo Milton Vescovacci, experto en Cuba del bufete GrayRobinson en Miami. Con las nuevas regulaciones, Cuba ya no debe cancelar los envíos por adelantado, sino al momento de la entrega, lo que en la práctica significa «un financiamiento de corto plazo», saludó el abogado.
Más conexión aérea Uno de los sectores que se beneficiará a corto plazo es el de las compañías que ofrecen vuelos chárter a Cuba, la mayor parte de ellas con sede en Florida. «El año pasado 100 000 norteamericanos viajaron legalmente a Cuba. Una proyección pudiera ser, basada en nuestras experiencias, que ese número aumente a entre 130.000 y 150.000″, dice Armando García, presidente de Marazul Charters, que realiza entre 12 y 20 vuelos semanales a Cuba.
Mientras las líneas aéreas regulares deben esperar por más permisos, otras empresas no pierden el tiempo. Jon Fay, dueño de una pequeña firma con tres aviones en Naples, ya tramita la licencia para viajar a Cuba. «¿De qué estamos hablando? Es la isla más grande del Caribe, con 11 millones de personas. Playas hermosas, buen clima», resume Fay.
Pero no todos están dispuestos a hacer negocios con la isla comunista. En Florida, donde residen desde las primeras generaciones de exiliados, fuertemente anticastristas, hasta los llegados más recientemente, más abiertos a mantener un contacto cercano con la isla, el tema de Cuba sigue generando divisiones.
«Como cubana exiliada que vine a este país muy jovencita creyendo que iba a estar 30 días y llevo más de 50 años, sería una aberración tratar de ir a hacer negocios en Cuba mientras las condiciones de ese país no cambien», dijo Remedios Díaz Oliver, presidenta de All American Containers, una empresa con negocios con medio centenar de países. fn-du/emm
La nueva relación con Estados Unidos trae a la economía cubana un horizonte de posibilidades. Foto: Ernesto Mastrascusa/EFE.
Podría llamarse diplomacia del ron y el tabaco: los pocos estadounidenses autorizados para visitar Cuba están ávidos de llevarse a casa por fin los «frutos prohibidos» de la isla comunista.
Mientras Washington y La Habana buscan normalizar relaciones, el presidente Barack Obama autorizó a los viajeros estadounidenses a llevarse USD 100 en ron y tabaco cubanos.
«Esto ha sido una noticia trascendental. Después de tantos años tener esta apertura ya es un paso gigante para las dos naciones», dice Alexis Batista, barman del Museo del Ron de La Habana. «Es algo muy positivo para la economía, que fluya más el comercio entre los dos países. Es algo que debe beneficiar el pueblo», agrega mientras muele trozos de caña de azúcar para hacer «guarapo» (jugo) para unos turistas europeos.
La compañía de ron Havana Club -copropiedad del gobierno cubano y el gigante francés de los licores Pernod Ricard– está lista para venderles a los visitantes norteamericanos, pero también tiene una estrategia para entrar al mercado estadounidense si termina el embargo a la isla, vigente desde 1962.
Los vendedores de habanos también desean ver a sus vecinos del norte guardando puros Cohiba y Montecristo en sus maletas. Por ahora tienen que conformarse con venderles a los pocos estadounidenses que visitan Cuba bajo ciertas condiciones, pues el turismo normal seguirá prohibido hasta que el Congreso estadounidense levante el embargo.
La estadounidense Meryl Cohen, de 29 años y residente de Washington, planeaba comprar habanos y ron en su visita con un grupo judío. «Es más simbólico que nada, pero muestra que los estadounidenses pueden ser turistas como todos los demás y participar en un gran símbolo de la nación cubana, el ron y los puros», dice.
Su grupo viajó con licencia religiosa, una de las 12 categorías autorizadas por Washington para visitar Cuba, que bajo las nuevas normas no necesitan permiso previo para el viaje. Robert Raisler, programador de computación jubilado de 78 años en visita educativa, admite que compraría ron y habanos, pero antes quiere ver los precios.
«Cuando recién planeamos este viaje, se nos dijo que no podríamos comprar nada», explica. «Y cuando el presidente Obama dio su discurso sobre abrir un poco las cosas, supimos que el nuevo límite era de USD 100. Pensé, ya era hora», indica Raisler mientras recorre la Plaza de Armas, sitio de venta de libros sobre los íconos revolucionarios cubanos.
Havana Club vs Bacardi Mientras Havana Club está lista para surtir a visitantes norteamericanos, también está preparada para exportar un día a Estados Unidos, que representa el 40% de las compras de ron en el mundo.
«Tenemos disponibilidades de producto, buena capacidad de producción interna y tenemos todas las condiciones listas para entrar en el mercado norteamericano tan pronto como sea posible», dice Valdés Dorta, director de exportaciones. «El potencial es muy alto, la marca ya es bien conocida y tiene buena reputación», agrega.
Havana Club es tercero en ventas globales, con 50 millones de botellas al año, detrás de Bacardi -compañía cubana que se fue a Bermudas tras la revolución de 1959- y Captain Morgan de Jamaica. La guerra contra Bacardi por el mercado estadounidense comenzó hace años.
Havana Club creó el nombre «Havanista» para cuando pudiera vender en Estados Unidos, después de que Bacardi ganara una batalla legal impidiéndole usar su famosa marca. Bacardi declinó comentar cómo afecta sus negocios el acercamiento entre Estados Unidos y Cuba y si reclamará un día lo perdido en Cuba tras la revolución.
«Necesitamos esperar y ver cuáles serán los impactos. Esperamos mejoras significativas en la vida del pueblo cubano y seguiremos cualquier cambio con mucho interés», explica la compañía en un comunicado.
«El fruto prohibido es bueno» Los vendedores de puros también esperan sacar provecho. Bárbara Elías Hernández, de 45 años, vendedora de habanos en el mercado de artesanías del puerto de La Habana, dice que nunca entendió por qué los estadounidenses tenían prohibido comprarlos.
«Los fumaban solo aquí pero después no podían llevarlos con ellos», indica, expresando su esperanza de que ahora compren más. «Es un nuevo mercado en que estamos entrando».
Sin embargo, las nuevas normas sobre tabaco cubano tendrán poco impacto en el mercado estadounidense, porque con USD 100 no alcanza para mucho (tres Cohiba grandes o 10 Montecristo número 2), y pocos norteamericanos pueden viajar por ahora, destaca David Savona, director ejecutivo de la revista estadounidense Cigar Aficionado.
Havana Club creó el nombre «Havanista» para cuando pudiera vender en Estados Unidos, después de que Bacardi ganara una batalla legal impidiéndole usar su famosa marca. Foto: Alejandro Ernesto/ EFE
Mastercard y American Express reanudarán sus operaciones comerciales en Cuba, luego de que el pasado 17 de diciembre Obama y Castro anuncien su intención de retomar relaciones diplomáticas.
American Express es la empresa con que más tarjetas gestiona Estados Unidos. Actualmente está a la espera de que el Departamento del Tesoro de EE.UU. autorice el procedimiento.
Las transacciones son posibles luego de que el Presidente estadounidense levantó la prohibición que impedía a bancos y compañías de tarjetas de crédito operar en la isla.
American Express, con sede en Nueva York, no precisó a partir de cuándo las personas podrían utilizar sus tarjetas en el país caribeño. La empresa carece de terminales instaladas y de relaciones mercantiles en Cuba.
Entre las enmiendas aprobadas también está que los bancos de Estados Unidos puedan crear cuentas con instituciones financieras cubanas para facilitar las transacciones.
Un reciente informe de la agencia de calificación Moody’s destacó que el nuevo capítulo de las relaciones entre Washington y La Habana generará un efecto positivo en la actividad económica de la isla en los próximos dos años.
Actualmente American Express carece de terminales instaladas y de relaciones mercantiles en Cuba. Foto: Alejandro Ernesto/ EFE