Etiqueta: Cumbayá

  • Emprendedores tienen su espacio en un ‘mall’

    Diana Serrano (i)  
    redaccion@revistalideres.ec

    Cada fin de semana, la plaza principal del centro comercial Paseo San Francisco se llena de colores y aromas con la diversidad de productos, que ofrecen 60 emprendedores.

    Este espacio se llama Farmers’ Market, el cual abrió sus puertas en enero del año pasado y desde entonces ofrece hortalizas, carnes, frutos secos, lácteos, mermeladas, miel, entre otros insumos artesanales.

    La idea surgió a finales del 2017 con el objetivo de crear un lugar de comercio diferente, que aporte al desarrollo económico, la visibilización de emprendimientos y la alimentación saludable.

    Primero se realizó un estudio de mercado, el cual concluyó que el sector de pequeños productores y emprendedores estaba desatendido en la ciudad y en Cumbayá existía el deseo de tener una opción diferente a los supermercados habituales, donde hay una mediación para llegar al cliente, explica Jorge Gómez, presidente del centro comercial.

    Para arrancar con el proyecto, se tuvieron que adecuar espacios y trabajar en el fortalecimiento de la marca, con la entrega de uniformes para los productores, así como tener en cuenta otros detalles como bolsas de compras con el logo de la feria.

    “La idea no era solo darles un espacio, sino hacer algo estéticamente placentero para que el comprador tenga una experiencia agradable”, dice Gómez.

    En un inicio, este espacio contaba con 40 expositores por cada fin de semana. En la actualidad, el número creció a 60.

    En el primer año de funcionamiento de la iniciativa, varios emprendimientos han podido darse a conocer en el sector.

    “Hay gente que ha sabido responder al reto y han entendido la importancia de construir una relación con el cliente. También hay personas que vieron el espacio solo como una oportunidad inicial de abrir mercado para sus productos y otros que no pudieron mantener la frecuencia de la asistencia”, detalla Gómez.

    Sin embargo, el 60% de los expositores, que están desde el inicio del proyecto se mantiene hasta la fecha. En marzo, José Tobar se incorporó a este espacio con su negocio Tob yogurt griego. En este lugar ha podido dar a conocer su producto, a través de degustaciones y ha logrado fidelizar clientes.

    Además, esta experiencia ha permitido el crecimiento del negocio y le ha abierto puertas para comercializar el yogurt en otros puntos de venta en Quito y Cumbayá.

    En la oferta de expositores también hay historias de éxito e innovación como el caso de Marullacta, un negocio que cuenta con certificación orgánica y que, por sus productos lácteos, tiene reconocimiento internacional.

    Los integrantes de Farmers’ Market pagan un arriendo mensual por su puesto y tienen contratos trimestrales, para garantizar su asistencia regular. Los ingresos por las ventas van directamente a cada productor.

    Poco a poco, la iniciativa se popularizó entre los visitantes del Paseo San Francisco, quienes acuden frecuentemente a este lugar no solo por la oferta permanente del ‘mall’, si no también para hacer sus compras en la feria artesanal.

    La cifra de visitantes por día es de aproximadamente 2 500 personas, asegura Gómez.

    Por lo menos una vez al mes, Niefar Calancha visita Farmers’ Market para comprar frutos rojos orgánicos, salsas artesanales y vino de mortiño. “Aquí puedo adquirir productos novedosos y saludables y, lo mejor, a un buen precio”, afirma. Este comprador destaca la facilidad de pago de sus compras, ya que los emprendedores tienen un ‘data fast’ para las compras a crédito o con débito.

    Hace poco, en la feria se incorporó un espacio para que chefs puedan preparar platos con los productos que ofrecen los productores y que los asistentes puedan aprender también de esta demostración. Se realiza todos los domingos.

    Para este año, el reto de los impulsores de Farmers’ Market es fortalecerlo, tras entender los requerimientos de los participantes y las necesidades de los clientes.

    Jorge Gómez, presidente del Paseo San Francisco, señala que Farmers’ Market ha sido un impulso para los productores artesanales del país. Foto: Eduardo Terán / LÍDERES
    Jorge Gómez, presidente del Paseo San Francisco, señala que Farmers’ Market ha sido un impulso para los productores artesanales del país. Foto: Eduardo Terán / LÍDERES
  • Su idea es una vitrina para lo orgánico y lo tradicional

    Redacción Quito

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    La idea se concretó en cuestión de meses. En mayo del 2016 Jossette Vázquez, una madre de familia con espíritu emprendedor, tenía en mente un negocio para promover iniciativas de otras mujeres que impulsaban la comida orgánica y artesanal.

    El análisis fue rápido. “Estaba dedicada a mis hijos, pero también quería ayudar a mujeres que promocionan sus productos en redes sociales”. Así surgió El Market Express, en Cumbayá, un negocio que abrió sus puertas el 1 de septiembre del año en mención.

    Para arrancar, Vázquez se contactó con mujeres que están en grupos como las Wikis o las Destrabadas para que sean sus proveedoras. En esos espacios virtuales existe mucha creatividad y se confirma la tendencia de una alimentación enfocada en alimentos orgánicos o elaborados artesanalmente, cuenta Vásquez en su local, mientras también atiende a los clientes que preguntan por mariscos frescos.

    En principio tuvo cerca de 60 proveedores de productos como galletas, mermeladas, lácteos, carnes y más alimentos. La oferta incluía lo orgánico y artesanal, así como lo tradicional. “Si hacía solo orgánico no sé si hubiera crecido. La clave fue no limitar la oferta”.

    Los primeros días fueron emocionantes. El local se llenaba de amigos y familiares que compraban. Pero luego de unas semanas, las ventas se estancaron. Entonces Vázquez apeló a las redes sociales. Tanto Facebook como Instagram se convirtieron en sus espacios de promoción. Así fue cómo el negocio levantó cabeza y se consolidó. Hoy cuenta con cerca de 300 proveedores y decenas de clientes por día, que se multiplican los fines de semana.
    Los sábados, por ejemplo, llegan padres de familia que desean cocinar en casa. “Nuestros productos se caracterizan por ser de fácil preparación”, añade esta mujer.

    El 30% de los clientes llega buscando productos orgánicos y libres de gluten. El 70% restante viene porque le gusta comer rico, bien y gourmet. “Esa es la esencia del mercado al que me dirijo”.

    Vázquez reconoce que el negocio de comida es bastante sacrificado. El local abre todos los días y la emprendedora se apoya en un equipo de trabajo: dos mujeres le ayudan en la caja y el pago a proveedores. Una tercera lleva la contabilidad de manera externa.

    Esta emprendedora es bastante exigente. Por eso ella se encarga, desde el principio, de probar cada producto que desea estar en las perchas de El Market Express. “Muchas veces llegan productos con unas presentaciones muy novedosas, pero fallan en los sabores o ingredientes. Por eso les doy ciertos consejos y mejoran la calidad. Así ganan los proveedores y cuido la reputación de mi local”.

    Uno de los proveedores es Gourmet Andino, una pequeña empresa que elabora mezclas orgánicas de frutos andinos para pastelería. José Luis Quintero, representante de esta iniciativa, cuenta que sus productos tienen buena rotación en el local de Vásquez. “Trabajamos con ella desde hace un año. Cada mes le envío una caja de 24 unidades con nuestros productos”.

    Según Quintero, El Market Express es un negocio con mucha afluencia de público. “No es tanto el target al que apuntamos, pero me sirve para posicionar y dar a conocer mi producto”.
    En el crecimiento del negocio de Vázquez, las redes sociales se mantienen como una ventana. Ella publica todos los días fotos, recetas y consejos para sus clientes. “Me han pedido franquiciar o abrir locales en Quito, pero no lo haré todavía. El negocio es como un hijo y quiero hacerlo crecer fuerte y sano”.

    Jossette Vázquez es la propietaria de El Market Express. Este minimercado ubicado en el corazón de Cumbayá oferta alimentos orgánicos, artesanales y tradicionales. Fotos: Vicente Costales / LÍDERES
    Jossette Vázquez es la propietaria de El Market Express. Este minimercado ubicado en el corazón de Cumbayá oferta alimentos orgánicos, artesanales y tradicionales. Fotos: Vicente Costales / LÍDERES
  • Conferencia para sastres y modistas se desarrollará en Cumbayá

    Redacción Líderes

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    Sastres y modistas podrán capacitarse en temas como nuevas tendencias, propiedades y cuidados de la tela e insumos básicos este viernes, 13 de octubre del 2017.

    El primer Ciclo de Conferencias Magistrales para la industria textil es organizado por la empresa ecuatoriana Delltex Industrial. El objetivo es apoyar el desarrollo de los artesanos del área textil, “a través de un espacio para la capacitación técnica” que aporte a su gestión, señaló la empresa en un comunicado.

    David Dueñas, gerente de Comercialización de Delltex Industrial, dijo que este año su objetivo es capacitar a los sastres y modistas, tanto en la parte profesional, como en el incremento de sus ingresos.

    La actividad se realizará en la planta industrial de Delltex, en las calles Ricardo Chiriboga E2-168 y Juan Montalvo, Cumbayá, desde las 08:00.

    En este evento también participará el presidente de la Asociación de Industrias Textiles del Ecuador (AITE), Javier Díaz, representantes de ProEcuador y el Municipio de Quito.

    La capacidad instalada de la planta de Grupo Delltex es de una producción semanal de 193 500 kilos de hilos, 85 metros de telas y 32 000 unidades de cobijas. Fotos: Vicente Costales/LÍDERES
    La capacidad instalada de la planta de Grupo Delltex es de una producción semanal de 193 500 kilos de hilos, 85 metros de telas y 32 000 unidades de cobijas. Fotos: Vicente Costales/LÍDERES
  • 28 negocios de Cumbayá tienen sello ambiental

    Redacción Quito

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    Sus mimados tienen cuatro patas y una nariz desarrollada. Hacen travesuras y, a la vez, obedecen sus órdenes. Corren, ladran y son considerados el mejor amigo del hombre. Son los perros de Totos Hospedaje y Guardería.

    Es un emprendimiento que se asentó en la parroquia de Conocoto (al oriente de Quito) y tiene como objetivo cuidar a los perros de las personas que aman y miman a los animales.

    Su dueña es Sinthia Gudiño y levantó este negocio hace 10 años. Comenzó como una peluquería canina; pero creció por la necesidad que tienen los propietarios de los perros de dejarlos en un lugar seguro. “Es un hospedaje para perros mimados, que pasan sus días dentro de la casa; comen pollo, carne y otros alimentos”.

    La idea es que los animales se sientan como en casa. Es decir, se los cuida con amor y paciencia; además se los entrena.

    En Totos hay varios servicios. Uno de ellos es la guardería canina. Es similar a un establecimiento educativo para niños, es decir, los perros tienen un recorrido que les recoge desde las 06:00 hasta las 09:00. Posteriormente, llegan a la casa estilo campestre y tienen un tiempo para correr, jugar en la piscina (una vez a la semana) y comer un refrigerio.

    El costo del paquete es de USD 7 cada clase. No incluye el transporte que depende del lugar de residencia, ya que es de casa en casa.

    También se brinda el servicio de hospedaje, que crece en feriados como Navidad, Carnaval y otros. El local tiene capacidad para alrededor de 60 canes.

    Si los dueños del animal gustan una habitación dentro de casa el costo es de USD 13. Pero si son habitaciones en el exterior con techo y paredes, el precio baja a USD 10.

    Los amantes de los perros deben tomar en cuenta que la alimentación deben proporcionarla, porque el animal está acostumbrado a comida de casa. Además, si el perro se queda más días deben enviar una manta con el olor de la casa para que el perro no extrañe su hogar, ni su familia.

    El negocio, que comenzó con USD 40 000 de inversión creció a pasos veloces, según relata Ricardo Arellano, quien se encarga de la logística de los canes.

    El hombre renunció a su trabajo para ayudar a su esposa y, juntos, levantaron el espacio para los mimados peludos de la casa. “Le apoyo siempre y nunca pensamos que crecería tan rápido”.

    La facturación mensual de Totos es de USD 3 000. La pareja cuenta que otro valor agregado de su negocio es la peluquería que se ofrece e manera gratuita para los ‘huéspedes’ que se quedan en la guardería o en el hotel reciben el servicio, una vez al mes.

    Esta casa para perros tiene otras sorpresas. Por ejemplo, en festividades como Navidad, los canes juegan al ‘amigo secreto’ e intercambian regalos. O en Navidad hacen el pesebre canino, donde todos los animales se disfrazan según los personajes. La pasan genial, asegura Gudiño, quien dejó las leyes para dedicarse de lleno al cuidado de estos animales.

    César Torres es dueño de Francesa. Cuando sale de viaje, lo más difícil es dejar a su perra en la casa, por lo que buscaba un lugar para dejarla. “No me gusta que se quede sola”, dice el hombre, quien deja a su mascota en Totos.

    En Cervecería Nacional se entregaron certificados de buenas prácticas ambientales a dueños de negocios. Foto: Alfredo Lagla / LÍDERES
    En Cervecería Nacional se entregaron certificados de buenas prácticas ambientales a dueños de negocios. Foto: Alfredo Lagla / LÍDERES
  • Huertos urbanos, su aporte a la comunidad

    Sofía Ramirez

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    Unas 350 familias de la comunidad de Santa Inés, en Cumbayá se beneficiarán del Centro de Interpretación de Agricultura Urbana, Kikinta.

    La puesta en escena del proyecto -en el área arquitectónica- fue desarrollado este año por estudiantes y docentes del Colegio de Arquitectura y Diseño Interior de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ).

    Aunque la iniciativa surgió desde la Cervecería Nacional; cuenta también con el apoyo de la Agencia de Promoción Económica (ConQuito) afirma Paola García, docente universitaria y coordinadora del proyecto.

    La Kikinta busca a largo plazo ser el punto de encuentro de los habitantes de Santa Inés (Cumbayá), en donde aprenderán a manejar huertos urbanos en casa con productos orgánicos.
    Pero también se quiere compartir el conocimiento de cómo tratar estos cultivos a través de talleres multifacéticos y capacitaciones. Por eso construyeron un domo, en un área donada por Cervecería Nacional para impartir charlas.

    Desde agosto pasado, 100 estudiantes de la USFQ y 10 docentes iniciaron el diseño arquitectónico de la Kikinta. Incluso, el esquema fue reconocido como uno de las 50 mejores iniciativas presentadas durante la pasada edición de Hábitat III, en octubre pasado, indica García.

    Andrés Bolek, presidente de Asuntos Corporativos de la cervecera, detalla que tenían una propiedad ubicada junto al Chaquiñán, en Cumbayá.

    Este espacio se escogió para construir el centro de agricultura urbana de la Kinkinta. Aunque Bolek detalla que anteriormente la empresa ya instaló un huerto en la misma zona con la USFQ, con la idea de que las familias de Santa Inés se autoabastezcan de alimentos orgánicos.

    Para la construcción del domo los estudiantes buscaron opciones vanguardistas.
    Utilizaron materiales reciclables como la madera -resistente a la humedad- y ensamblaron la estructura en un lapso de seis días, menciona Eliana Salazar, docente de Arquitectura Efímera de la casona universitaria.

    Daniela Herrera, estudiante de quinto año de Arquitectura de la USFQ, participó en la construcción del domo. Señala que, además de instalar huertos orgánicos, la idea es explicar a quienes visiten el centro de interpretación el origen de las plantas nativas. Estas son las guabas, por ejemplo.

    La inauguración de la Kikinta para el público será en el 2017, una vez esté culminada la fase dos.

    En esta etapa ya se tendrá listo un vivero de especies endémicas y plántulas (plantas pequeñas) de hortalizas y vegetales que se cultivarán según la temporada.
    A largo plazo se busca que la comunidad comercialice los vegetales y hortalizas cultivados en el huerto. La idea es que se presenten con marca propia.

    Docentes y estudiantes de la USFQ, junto a Cervecería Nacional, desarrollaron el huerto urbano en Cumbayá. Foto: Galo Paguay/ LÍDERES
    Docentes y estudiantes de la USFQ, junto a Cervecería Nacional, desarrollaron el huerto urbano en Cumbayá. Foto: Galo Paguay/ LÍDERES
  • Una nueva edición del Grand Bazaar Gourmet se cumplirá en Cumbayá

    Redacción Líderes

    (I)

    85 expositores participarán en la cuarta edición del Grand Bazaar Gourmet, que se cumplirá del 23 al 25 de septiembre en Cumbayá. Los participantes mostrarán platos, que van desde mantequilla de macadamia, leche de chocho, entre otros.

    Alexis Guerrero, organizadora del evento, explica que este espacio se ha convertido en una plataforma para promover pequeños y medianos emprendimientos con propuestas diferenciadoras de alimentación y cocina. “Solo en los tres años hemos tenido la participación de 270 expositores, de los cuales muchos de ellos han logrado expandir sus negocios”.

    En esta edición, los visitantes podrán disfrutar de una oferta gastronómica, que incluye cocina internacional y fusión, además de alternativas vegetarianas, veganas y light. Además se dictarán clases de cocina, coctelería y repostería, así como charlas de nutrición y emprendimiento.

    Los organizadores esperan recibir a 8 000 personas durante los tres días del Grand Bazaar Gourmet,que se cumplirá en el Club California, en Cumbayá. Habrá degustaciones y lanzamiento de nuevos productos, sala de niños, patio de comidas con stands, ‘food bikes’ y ‘food trucks’; también habrá varias opciones de cerveza artesanal.

    El costo de la entrada es de USD 5 por persona, salvo niños, personas de la tercera edad y discapacitados, que tienen una tarifa preferencial de USD 3.

    Los organizadores esperan recibir a 8 000 personas durante los tres días del Grand Bazaar Gourmet.
    Los organizadores esperan recibir a 8 000 personas durante los tres días del Grand Bazaar Gourmet.
  • En cuatro décadas su paila le ayudó a levantar un palacio

    Redacción Quito (I) 
    redaccion@revistalideres.ec

    Con una paila prestada y la ayuda de su hija adolescente, María Albertina Oña comenzó su negocio de fritadas en 1974. El trabajo consistía en vender comida a los obreros de construcciones y la reciente creada Cervecería Nacional en Cumbayá, uno de los valles aledaños a Quito.

    “Mi gran motivación era trabajar para que mis seis hijos no tengan necesidades. Mi esposo nos dejó a mis 32 años; entonces, no me iba a dar por vencida”, explica Oña, propietaria del Palacio de la Fritada en Cumbayá.

    En 1979, tras cinco años de visitar a sus clientes con sus platos de comida, Oña decidió ponerse un restaurante. Realizó un préstamo de 30 000 sucres, USD 1 200 de la época que, con una inflación total del 246,84% al 2015, representarían USD 4 200 en la actualidad. Este dinero le permitió construir una casa de madera en el terreno donde sigue hasta el día de hoy el Palacio de la Fritada.

    “Mamá nos hacía regar la calle con mangueras, porque como era de tierra se levantaba el polvo. Para ella, la limpieza y el ambiente que recibe el cliente siempre han sido claves”, comenta Olga Mullo, una de las hijas que trabaja con Oña. Ella se encarga de la cocina del restaurante y la producción.

    Junto con sus hijas trabajaban hasta las 24:00 y se despertaban a las 03:00 todos los días, para preparar la comida nuevamente. “Fueron tiempos duros para todas”, afirma Oña. El negocio continuó creciendo paulatinamente, pero los grandes cambios ocurrieron hace 12 años.

    En el 2003, remodelaron y modernizaron el restaurante, al adquirir equipo industrializado de cocina y adecuando el primero y segundo piso con una inversión total de USD 800 000.
    El local tiene capacidad para 600 comensales. Los fines de semana son los días con más movimiento: llegan a vender un promedio de 700 platos diarios. Para poder cumplir con la demanda tienen un personal de 40 empleados que entre semana se reduce a 20.

    La última contratación se realizó hace dos años y el resto de empleados no tienen menos de cinco años en el restaurante. “Aprecio mucho la lealtad y para mi la gente que trabaja con nosotros son como familia”, agrega Oña.

    Sus platos han sido premiados por el Municipio del Distrito Metropolitano de Quito, Ekos y la Universidad de las Américas (UDLA), entidad que le adjudicó un reconocimiento en el 2013 por su fanesca típica. Además, la “calidad de la comida” ha sido reconocida por la Asociación de Chefs del Ecuador.

    Oña también recibió una condecoración por parte de la Junta Parroquial de Cumbayá por los aportes a las escuelas Carlos Aguilar y Carmen Hidalgo.

    En la actualidad, el restaurante ha duplicado su facturación mensual comparada con el 2012. En ese año cerraron con una facturación total de USD 950 000, un año después, con 1,5 millones y el 2014 con 1,7 millones. Para lo que va del 2015 han facturado USD 900 000.
    “Vendemos más que años pasados, pero la utilidad es menor. La comida y los implementos están más caros, porque muchos tenemos que importar”, afirma Rocío Mullo, hija de Oña, y encargada de la administración del restaurante.

    Aunque Oña nunca tuvo la idea de expandirse, la opción de abrir un local en Quito está siendo analizada para el próximo año por sus hijas. Pero eso es algo en que esta emprendedora ha decidido no se involucrará, ya que a sus 78 años comenta riendo, “está feliz de haber cumplido sus objetivos”.

    Insignia

    “Este lugar es más que un trabajo para mí”

    Manuel Reyes. Cocinero

    Entré a trabajar hace 14 años en el restaurante. Mi hermano me trajo para que aprenda, porque a él le gustaba como le trataban los jefes y el ambiente de trabajo. Cuando ingresé no sabía nada de cocina, pero aquí tuvieron mucha paciencia y me enseñaron poco a poco todo lo necesario y así he seguido creciendo.

    La señora María es como mi madre, porque ella siempre me ha ayudado a sobrepasar mis obstáculos. Cuando nos ve con problemas nos ayuda a solucionarlos. Por eso en este trabajo no solo he aprendido mi oficio sino cómo tratar a las personas y ser más responsable en todo lo que hago. Hasta en mis días libres me gusta visitar el restaurante, porque para mí es un segundo hogar. En la cocina me he ganado el respeto de mis compañeros y de los jefes. Algo que considero importante en este tipo de negocios es siempre mantener el orden y la limpieza. De esta manera uno siempre puede brindar un producto de calidad, que sea el mismo sin importar el día.

    Fritada Cumbayá
    Rocío Mullo, María Albertina Oña y Olga Mullo trabajan de lunes a domingo en el restaurante, cada una se encarga de una tarea diferente para continuar el legado de su madre. Foto: Julio Estrella/LÍDERES
  • CumbaYO vuelve con fuerza, ahora lanza una propuesta digital de interacción

    Lucia Vasconez

    El programa CumbaYO promueve prácticas de buena vecindad en la comunidad. En mayo de 2015 lanzó una plataforma digital para que los habitantes del valle de Cumbayá se mantengan comunicados con todo lo que acontece en esa parroquia quiteña.

    El programa de Buena Vecindad CumbaYo ​nació el 2012 con al apoyo de Cervecería Nacional y propuso acciones de mejora ambiental, deportiva, social y cultural en el sector. Ahora, gracias a la tecnología, pretende alcanzar a la juventud y crear espacios virtuales de interacción.

    El objetivo es que a través de diferentes aplicaciones, redes sociales y su página web, la comunidad pueda proponer diferentes actividades como: eventos gastronómicos, culturales, educativos, deportivos y más, según señaló la empresa en un comunicado.

    El portal www.cumbayoCN.com cuenta con varios links donde los usuarios puedan publicar sus anuncios, encontrar la agenda de actividades de la parroquia, además pueden conectarse con las redes sociales de esta iniciativa. Próximamente estará disponible la aplicación de Bolsa de Empleo con las ofertas laborales de empresas ubicadas en Cumbayá, así como las hojas de vida de los aspirantes.

    La comunidad que esté interesada en ser parte de la iniciativa digital CumbaYO puede ingresar a través de su fanpage de Facebook, Instagram, Twitter y cumbayoCN.com, en la que se podrá usar los hashtags: #cosasbuenas para mencionar cosas positivas, #saborescumbaYO para temas gastronómicos y #miradacumbaYO, cuando se publiquen fotografías de Cumbayá.

    La comunidad participa del programa Buena vecindad Cumbayo desde 2012. Foto: Archivo/El Comercio
    La comunidad participa del programa Buena vecindad Cumbayo desde 2012. Foto: Archivo/El Comercio
  • Una vitrina itinerante que nació en Cumbayá

    Redacción Quito (I)
    redaccion@revistalideres.ec

    Emprendedoras, madres y esposas. Así se definen Verónica Salem de Massuh y Carla Macchiavello de Fernández, creadoras del Zoco de Cumbayá. Ambas nacieron en Guayaquil y llegaron a Quito hace 12 años; la amistad que forjaron se transformó en la base de su negocio. 

    “Nos encantan los bazares y como amigas hemos frecuentado bastantes, pero nunca sabíamos qué íbamos a encontrar”, comenta Salem. Hace cuatro años crearon un nuevo concepto de negocio. “El Zoco es un bazar itinerante con productos de alta calidad e innovadores”, dice Macchiavello.

    Desde que arrancaron tuvieron claro cuál sería su objetivo: “No queríamos ni lo muy elemental o improvisado ni lo muy sofisticado, importado o hecho en una línea de producción. Queríamos buscar ese punto medio con productos que reúnen calidad, tendencia, moda y precio”, explica esta emprendedora.

    Al principio, tenían que buscar a los expositores por medio de las amistades y del ‘boca en boca’, como explica Salem. Pero al tener tan buena acogida en sus primeras ediciones, poco a poco empezaron a recibir más propuestas.

    Ahora lo único que se encargan es de avisar con dos a tres meses de anticipación a los expositores interesados y seleccionados. ­

    Para mantener ciertos estándares de calidad, ellas deciden qué tipos de negocios participan en cada edición del Zoco.

    Los productos que se ofertan en el bazar varían entre antigüedades hasta alimentos, dependiendo de la época. El Zoco se realiza en abril y en noviembre, antes del Día de la Madre y de Navidad.

    “Nuestro ‘target’ es una segmento medio-alto y alto. Independientemente de eso tenemos una convocatoria masiva, porque siempre queremos crecer y queremos que nuestros expositores crezcan”, cuenta Salem.

    Una de las claves para su éxito es ver a sus expositores como personas y no como clientes. El resultado es la lealtad: 70% son participantes recurrentes.

    “Nunca pasamos de los 60 expositores. Si quisiéramos meteríamos 150, pero lo que buscamos es que ese emprendedor se luzca y que no tenga tanta competencia”, explica Macchiavello.

    Las dos ayudan a sus expositores en lo que necesiten. Para eso cuentan con un equipo para solucionar cualquier problema técnico y ayudar en la logística si sus expositores lo necesitan.
    El 85% de estos expositores llega de Quito y el 15% restante viene de otras ciudades, así que muchas veces ellas deben coordinar desde alojamiento hasta bodegaje.

    La feria se lleva acabo en el parqueadero de la iglesia de Cumbayá, donde entran tres tipos de estands. El más pequeño, que es una mesa de 2 metros cuadrados y el más grande de 7 metros cuadrados. “Cobramos USD 16 por metro cuadrado”.

    Para no subir los costos a los expositores, empezaron a buscar auspiciantes. La Alianza para el Emprendimiento y la Innovación (AEI), uno de sus auspiciantes, ha otorgado premios para los negocios más destacados.

    “Ellos nos propusieron pagarle el estand al ganador pero preferimos que les incluyan, como premio, en rondas de negocios con distribuidores para que así puedan comercializar mejor su producto”, cuenta Salem.

    Ahora estas empresarias analizan extenderse por Quito.

    Carla Macchiavello
    Carla Macchiavello y Verónica Salem buscan el estilo tanto en sus expositores como en sus vidas. Foto: Eduardo Terán / LÍDERES
  • Forever 21 inauguró su nuevo local en Cumbayá

    Redacción Quito

    La franquicia estadounidense de moda ‘low cost’ (bajo costo), Forever 21, inauguró el 15 de enero su segunda tienda en el mercado ecuatoriano.

    Su local, ubicado en el Centro Comercial Scala Shopping en Cumbayá, cuenta con 1 000 m2 de construcción y dispone de 80 empleados para atención al público.  

    En la oferta de este nuevo almacén se podrá encontrar artículos en zapatería, bolsos, lencería y productos en Denim (jean) para mujeres, además de la marca 21 Men para el segmento masculino.  

    Este es el segundo local que se inaugura en menos de dos meses en Ecuador. El pasado 11 de diciembre abrió el primero en el Mall del Sol de Guayaquil, en vísperas la temporada navideña.

    En la apertura realizada la semana pasada, la presencia de una decena de guardias de seguridad y una baranda de control fueron necesarios para controlar la excesiva demanda de los clientes. Esto se debe a la popularidad de la marca, cuyo público objetivo son jóvenes adultos y adolescentes.

    Esta firma fue fundada en 1984 en Los Ángeles, EE.UU., por el inversionista surcoreano Won Do-Chang y su esposa, Jin-Sook.

    La compañía inauguró su primera tienda en Figueroa Street  y en su primer año logró reunir USD 700 000 con una inversión inicial de 35 000.

    Hoy, Forever 21, dispone de cerca de 650 tiendas en 45 países, solo en Latinoamérica, y cuenta con ingresos anuales de USD 128 millones.

    La firma espera inaugurar 200 nuevos locales en este año.Además, en el 2014, esta marca de prendas y accesorios abrió tiendas en Chile y Colombia, siendo una marca reconocida en el vecino país, donde ya se ha se había asentado como tienda de retail. También, la firma incursionó en el mercado de Uruguay.

    Según Milton Altamirano, presidente de la Asociación de Confeccionistas Textiles y presidente de la Corporación Impaxtec, el Ecuador es considerado como un mercado donde existe potencial de crecimiento para las tiendas departamentales.

    En el Ecuador, otras firmas como Inditex y el Grupo Cortefiel han ingresado con sus marcas Stradivarius, Pull & Bear y con productos en perchas de locales como De Prati.