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  • Manuel González: ‘La deuda crecerá, pero más lento’

    Pedro Maldonado

    (I)  
    Editor del Semanario LÍDERES

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    La semana pasada el Gobierno Nacional anunció una serie de medidas económicas con el objetivo de cuidar la dolarización, intentar equilibrar el déficit fiscal y reformar los modelos de trabajo, entre otros puntos. La decisión más impactante, y que derivó en una serie de manifestaciones a escala nacional, fue la eliminación de los subsidios a la gasolina extra y al diésel.

    LÍDERES se contactó con Manuel González, catedrático de la Escuela Politécnica del Litoral (Espol), para analizar las decisiones económicas tomadas por las autoridades.

    González hace un repaso de los incrementos del precio de los combustibles y dice que la eliminación de subsidios a los combustibles es un cambio estructural en la economía.

    ¿Son suficientes las medidas adoptadas por el Gobierno ecuatoriano o habrá que esperar nuevos ajustes?

    Creo que esto depende del margen de maniobra que tenga el país con los prestamistas internacionales, en particular con el Fondo Monetario en relación al programa de desembolsos. Yo no creo que sean suficientes estas medidas y que se necesitará de más ajustes si la economía no empieza a recuperarse y a generar ingresos tributarios más altos al Fisco.

    La eliminación del subsidio a la gasolina extra y al diésel se discutía hace mucho tiempo y ahora es una realidad. ¿Qué efectos traerá esta medida?

    El incremento en el precio de los combustibles es significativo, con el diésel incrementándose en alrededor del 120%. Es de esperarse que este incremento provoque un incremento en los precios generales, pero con la economía atravesando un momento de desaceleración profunda, es probable que buena parte de este incremento no sea traspasado a los consumidores que ya están afectados con un nivel de ingresos laborales a la baja en el último año.

    ¿Se puede decir que es el primer paquetazo en dolarización? ¿Cómo benefician o afectan las medidas al sistema monetario usado en Ecuador?

    Ha habido dos incrementos significativos en el precio de los combustibles desde el año 2000, ambos en el marco de acuerdos Standby con el FMI. El primero a finales de 2000 cuando los precios de las gasolinas se incrementaron en alrededor del 25% y el segundo en enero de 2003 cuando los precios aumentaron en alrededor del 35%. El diésel siempre ha sufrido aumentos menos agresivos, entre el 15% y el 30%. Desde el 2003 no habíamos tenido cambios en el precio de los combustibles hasta los cambios hechos durante la administración de Moreno, incluido el más reciente e importante incremento. Fueron 16 años de precios de combustibles estancados, cuando el resto de los precios de la economía se incrementó en alrededor del 70% en promedio.

    La dolarización no debería verse afectada por este aumento del precio de los combustibles. Más bien, debería servir para que los precios no se incrementen significativamente.

    ¿El alto nivel de endeudamiento del Ecuador se frenará con estas medidas?

    La deuda debería seguir creciendo, pero a un ritmo más lento. Mientras siga existiendo déficit fiscal, la deuda seguirá aumentando. Pero mientras más pequeños sean los déficits, menos crecerá la deuda. Las medidas recientes están dirigidas a conseguir ese fin.

    ¿Mejorará la imagen del país ante los mercados internacionales y ante los inversionistas?

    El ingreso petrolero neto (descontando subsidios) es mayor con la eliminación de subsidios, lo que podría tener un símil con un incremento en el precio del petróleo, que usualmente está inversamente relacionado con el riesgo país. Por lo tanto, es posible que el riesgo país se reduzca.

    Hablemos del empleo. ¿Las reformas laborales y los ajustes en la burocracia se ajustan a los nuevos modelos de trabajo que evolucionan en el mundo?

    Creo que tomará tiempo evaluar el efecto de las medidas en la dinamización del mercado laboral. Con una economía en desaceleración es muy difícil que se pueda generar empleo y estas medidas están diseñadas para el empleo nuevo. Aún el mercado laboral ecuatoriano es bastante rígido.

    ¿Se puede decir que en el tema laboral ganan los empresarios?

    No.

    ¿Cuál será ahora la tarea de las autoridades económicas para lo que le queda de tiempo al actual Gobierno?

    Primero, poner en práctica lo más rápido posible las reformas anunciadas. El trabajo con el poder Legislativo es fundamental. Al mismo tiempo, el gobierno no debe descuidar el frente político ya que si existen protestas, la incertidumbre política puede ser contraproducente para la actividad privada que necesita confianza. Creo que debe insistirse en dejar lo más avanzado posible el programa con el Fondo Monetario para corregir los desequilibrios heredados de la administración anterior.

    ¿Todo esto es un avance o solo una repetición de ciclos económicos del pasado?

    Creo que la eliminación de subsidios a los combustibles es un cambio estructural en la economía. El siguiente paso es dejar de depender de las fluctuaciones en el precio del petróleo. En gran parte, el problema actual de la economía del Ecuador tiene su génesis en la caída en el precio del petróleo que empezó en la segunda mitad del 2014.

    Manuel González, catedrático de la Espol. Foto: cortesía Espol
    Manuel González, catedrático de la Espol. Foto: cortesía Espol
  • La deuda pública del Ecuador es la octava más alta de la región

    Evelyn Tapia y Pedro Maldonado

    Todos los países necesitan endeudamiento para sostener sus presupuestos, pero ¿cuál es el monto apropiado?

    Los analistas coinciden en que no hay un monto bueno o malo de endeudamiento. Lo clave es evaluar las condiciones y el uso que cada país da a los recursos, explica Daniel Baquero, investigador de la Corporación de Estudios para el Desarrollo (Cordes).

    El año pasado, en América Latina, la deuda pública representó el 42,3% del Producto Interno Bruto (PIB) , según un estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) que recogió información de 18 países.

    El listado muestra que en países como Argentina la deuda estatal representa el 95% de su PIB, mientras que Paraguay tiene compromisos que apenas llegan al 17 % de su PIB (ver gráfico).

    Sin embargo, Brasil tiene el mayor nivel de pago de intereses; es decir, adquirió deuda más costosa que sus vecinos, por la que pagó en el 2018 un monto equivalente al 5,6% de su PIB. En el otro extremo, con niveles de costo de la deuda inferiores al 1% del PIB, está Chile.
    El Ecuador ocupa el puesto ocho en relación con el monto de endeudamiento y el puesto siete en cuanto al pago de intereses.

    Según el Ministerio de Finanzas, los compromisos del Ecuador llegan al 45% del PIB; esto es, unos USD 51 214 millones.

    Ese porcentaje significa que la deuda per cápita del país es de unos USD 6 245; es decir, ese es el monto que a cada ecuatoriano que forma parte de la Población Económicamente Activa (PEA) le correspondería pagar si se dividiera la deuda adquirida por el Estado.

    Uno de los factores que más se han cuestionado sobre el endeudamiento del país es el rápido crecimiento que tuvo durante el Gobierno anterior, lo que llevó al país a sobrepasar el límite del 40% del PIB permitido por la ley.

    En el 2008, la deuda pública era del 27,2% del PIB y 10 años más se duplicó. Baquero añade que también es cuestionable que buena parte del dinero obtenido se utilizara para incrementar el tamaño del Estado, con lo que los gastos como el de salarios y mantenimiento de las entidades se incrementó demasiado.

    El Ministro de Finanzas, Richard Martínez, reconoce que la deuda es insostenible y, como parte del acuerdo económico firmado con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Gobierno se comprometió a reducir el monto al 40% del PIB hasta el 2022.

    David Castellanos, director de la firma Análisis Económico, menciona que es un paso importante que el Gobierno trate de controlar los niveles de endeudamiento, pero reconoce que no será un proceso de corto plazo.

    Castellanos estima que el proceso podría tardar cinco años, debido a que resultará complejo recortar en gran medida los gastos y, por ende, reducir rápidamente las necesidades de financiamiento.

    Otro factor de análisis sobre la deuda de la última década es el de las tasas de interés y los plazos. Las condiciones han ido variando conforme cambió el protagonismo de los acreedores.

    Baquero señala que hay al menos tres hitos que explican cómo han ido variando las condiciones.

    El primero está entre el 2008 y el 2010. Luego de haber caído en ‘default’ por no pagar los intereses de los bonos Global en el 2008, el Gobierno anterior encontró en China un aliado en financiamiento.

    Baquero explica que si bien China ofrecía tasas de interés de entre el 6 y 7% -un poco más cómodas que las tasas altas que ofrecía el mercado de los bonos al Ecuador por haber caído en ‘default’-, estaban atados a condiciones como preventas petroleras y entrega de concesiones de obras que luego presentaron irregularidades.

    Así, en ocho años la deuda con el gigante asiático llegó a USD 6 796 millones en diciembre pasado.

    El segundo hito está en el 2014, cuando el Régimen anterior decidió volver a emitir bonos en el mercado internacional, a pesar de que las tasas de interés resultaron costosas. Este instrumento siguió teniendo protagonismo hasta el primer año del gobierno del presidente Lenín Moreno. En ocho meses de su gestión se emitieron USD 7 500 millones en bonos.
    Desde el 2014, el país ha obtenido USD 14 750 millones en bonos, con tasas de entre 7,87 y 10,75%. Este tipo de deuda tiene las tasas más altas de los compromisos.

    De ahí que el Gobierno decidió llevar a cabo un reperfilamiento de la deuda en bonos, un ‘liability management’, informó Finanzas.

    Castellanos explica que es un proceso en el que el Gobierno buscaría hacer un canje de bonos que están por vencer, por nuevos bonos a plazos más largos. “Este es un buen momento para reperfilar, aprovechando que la firma del acuerdo con el FMI ha reducido la volatilidad y hay más confianza

    en el país. Los inversionistas pueden recibir bien esta intención, que es mejor que no pagar y volver al default”, explicó.

    El tercer hito comenzó este año, cuando el Gobierno decidió volver a buscar financiamiento en el FMI luego de casi 15 años, con lo que se incrementó además el monto de créditos de otros multilaterales por USD 10 200 millones que deberán llegar hasta el 2021.

    La tasa de interés promedio de los recursos es del 3% y el plazo de pago será de 10 años.
    El reto para el país será cumplir con los compromisos que pide el FMI, como recorte de gastos en salarios y subsidios.

    La transparencia, clave en el manejo de la deuda interna

    La deuda interna se ha estabilizado entre el 2018 y este año. Al comparar las cifras del Ministerio de Finanzas se observa que el monto pasó de USD 14 364 millones en marzo del 2018 a USD 14 134 millones en el mismo mes de este año.

    La deuda interna es la parte de la deuda pública de un país cuyos acreedores son personas naturales o jurídicas del mismo país. Jaime Carrera, secretario del Observatorio de la Política Fiscal, explica que son préstamos que pide el Gobierno a personas o instituciones que están dentro del país, no en el exterior.

    En el caso de la deuda pública ecuatoriana, esta se reparte hoy en día en bonos de largo plazo (USD 13 335 millones) y entidades del Estado (USD 798 millones). Carrera menciona como ejemplo los recursos que el Gobierno obtuvo con la emisión de bonos que compraba el Banco Central del Ecuador (BCE).

    En el país, la deuda interna sufrió una modificación cuando el gobierno de Rafael Correa empezó a utilizar el concepto de deuda consolidada, en el que no se incluía la deuda con entidades públicas. Eso generó una distorsión de las cifras y restó claridad al manejo de la deuda.

    Ahora el tema ha cambiado y existe mayor transparencia según analistas consultados. Pedro Romero, director de la maestría de Economía de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), señala que pasar de un gobierno que quería ocultar los números de la deuda a uno que la transparenta es una buena señal. “Es una manera de ganarse el apoyo de la sociedad y de generar tranquilidad. No hay que olvidar que en el sector financiero la transparencia es vital”.

    Romero advierte que en el caso del dinero obtenido del BCE es necesario saber el monto exacto, establecer mecanismos de devolución, transparentar los papeles emitidos y los acreedores. “Esas reservas tienen que estar líquidas y no debieron ser utilizadas para financiar al fisco y tratar de ocultarlo”.

    El vocero del Observatorio de la Política Fiscal reconoce que el actual manejo de la deuda interno es claro, pero añade que hay detalles que afinar. Carrera dice, por ejemplo, que aún no están totalmente definidos los atrasos con ciertos proveedores o el tema de los certificados de tesorería. “Hay que afinar cifras para tener absoluta claridad”.

    El tema de la deuda pública, externa e interna, tuvo un giro a inicios del 2018 cuando la Contraloría General del Estado anunció una veeduría para auditar la deuda contraída durante el gobierno anterior.

    Uno de los miembros de esa veeduría es Ramiro Crespo, analista financiero y director general de Analytica Investments. Él dice que la veeduría de la deuda no ha concluido, “sino que entre tantas denuncias recibidas la Contraloría no se da abasto. Pero la veeduría debe continuar porque se trata de plata de todos los ecuatorianos”.

    Crespo añade que se espera que la Contraloría convoque nuevamente a los veedores después del 24 de mayo, luego de que el Presidente de la República rinda su informe a la nación. Para Crespo, lo de la deuda consolidada no fue más que un maquillaje pare engañar al pueblo ecuatoriano.

    Los consultados coinciden en que no está mal que un Gobierno se endeude externa o internamente. Lo que está mal, dice Pedro Romero, es tomar deudas de un actor para pagar otras deudas. “Es una señal de debilidad financiera”.

    Datos

    En enero  de este año la deuda interna llegó a USD
    13 886 millones y en marzo llegó a 14 134 millones, según datos del Ministerio de Finanzas.
    La deuda interna representaba en marzo pasado el 12,5% del Producto Interno Bruto del país.
    Esta deuda  se concentra en bonos de largo plazo y en entidades del Estado. En estas últimas se encuentran el Banco Central, el IESS, entre otras.
    Los expertos  piden una normativa para los Certificados de Tesorería o Cetes.

    En febrero pasado, representantes del FMI y otros seis multilaterales llegaron a Quito para dar detalles del acuerdo económico por USD 10 200 millones que recibirá el país hasta el 2021. Foto: Archivo / LÍDERES
    En febrero pasado, representantes del FMI y otros seis multilaterales llegaron a Quito para dar detalles del acuerdo económico por USD 10 200 millones que recibirá el país hasta el 2021. Foto: Archivo / LÍDERES
  • Petroamazonas canceló USD 100 millones adicionales a Schlumberger

    Mayra Pacheco

    Petroamazonas hizo un nuevo pago a la empresa Schlumberger dentro de la deuda que la petrolera estatal mantiene con esta firma francesa. La transacción fue en efectivo por un monto USD 100 millones.

    Este pago se realizó el 21 de noviembre del 2017 informó el Ministerio de Hidrocarburos en un comunicado remitido este 22 de noviembre.

    En el documento se señala que la Petroamazonas ha cancelado ya a USD 650 millones de los 850 millones que tenía pendientes. Los pagos se han realizado en efectivo, mediante Títulos del Banco Central del Ecuador y a través de Acuerdos de Reconocimiento de Deuda.
    Los USD 200 millones pendientes se cancelarán en las próximas semanas, según el Ministerio de Hidrocarburos.

    Carlos Pérez, ministro de Hidrocarburos, mencionó en una entrevista anterior que los pagos a la firma francesa se cumplen de acuerdo con los parámetros establecidos entre ambas empresas. Además, enfatizó que se cancelará el 100% del valor adeudado.

    El 21 de noviembre Sameh Hanna, presidente de Schlumberger Limited, asistió a un evento organizado por Petroamazonas, en el auditorio 2 de la Universidad Central del Ecuador.

    Carlos Pérez, ministro de Hidrocarburos, mencionó anteriormente que los pagos a la firma francesa se cumplen de acuerdo con los parámetros establecidos entre ambas empresas. Foto: Archivo/ ÚN
    Carlos Pérez, ministro de Hidrocarburos, mencionó anteriormente que los pagos a la firma francesa se cumplen de acuerdo con los parámetros establecidos entre ambas empresas. Foto: Archivo/ ÚN
  • La deuda del Estado con el IESS ya suma USD 2 900 millones, según la entidad

    Patricia González

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    El Estado mantiene una deuda de USD 2 900 millones con el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) por atenciones médicas no pagadas, informó hoy 10 de octubre del 2017 Richard Espinosa, presidente del Consejo Directivo de la entidad, en entrevista con Teleamazonas.

    Esta deuda, que se acumula desde el 2001, corresponde a gastos por atenciones médicas brindadas a personas de la tercera edad y con enfermedades catastróficas. La Ley de Seguridad Social señala que la entidad prestará atención médica de jubilados con cargo al Estado y de las personas con enfermedades catastróficas del IESS con el aporte del Fisco.
    En septiembre del 2016, el IESS quitó USD 2 506,7 millones de sus estados financieros, que estaban reportados como “Deuda del Gobierno”, al asegurar que la deuda era inexistente e incuantificable, al no haberse documentado las atenciones brindadas en administraciones pasadas y por la falta, o vigencia, de un Reglamento a la Ley de Seguridad Social, que permita determinar la deuda y establecer el cobro.

    Sin embargo, tras realizar un examen especial a los valores adeudados por el Estado a la entidad, la Contraloría General del Estado determinó en junio pasado que el Seguro Social debía restituir en sus balances la deuda del Estado. Ese mismo mes, Espinosa confirmó que la deuda se incorporó en los estados financieros que se enviaron a la Su­perin­­tendencia de Bancos, al Ministerio de Finanzas y a la Contraloría.

    Espinosa aclaró hoy que ya no se deben esos USD 2 500 millones, sino que la cifra actualizada a la fecha asciende a USD 2 900 millones, que aún no han sido pagados.
    “Siempre dije que la deuda era incuantificable, porque no existían los documentos desde el año 2001 hasta el año 2009 sobre las atenciones médicas que se prestaron. Pero respetuosos de la institucionalidad, si la Contraloría General del Estado decía que eran USD 2 500 millones, a nosotros nos correspondía aceptarlo”, agregó Espinosa, hoy por la mañana en entrevista con el canal televisivo.

    El titular del Seguro Social explicó que la Contraloría les pidió constituir una comisión que se encargara de revisar todos los documentos vinculados a los hospitales del país. “Lo estamos haciendo. Nos falta alrededor de un mes, porque nos planteamos tres meses para lograr ese objetivo. Después nos pondremos de acuerdo con Ministerio de Finanzas para que proceda al respectivo pago”, señaló Espinosa.

    Esta deuda, que se acumula desde el 2001, corresponde a gastos por atenciones médicas brindadas a personas de la tercera edad y con enfermedades catastróficas. Foto: Archivo
    Esta deuda, que se acumula desde el 2001, corresponde a gastos por atenciones médicas brindadas a personas de la tercera edad y con enfermedades catastróficas. Foto: Archivo
  • Infraestructura y deuda de empresas, retos a batir en Latinoamérica, según FMI

    Agencia EFE

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    América Latina y el Caribe afronta un año complicado debido en gran parte a la caída de los precios de la materias primas y a la debilidad global, por lo que tiene la tarea de fortalecer su infraestructura y disminuir la deuda de sus empresas para aminorar el golpe, identificó el 27 de abril el FMI.

    Según el pronóstico más reciente del Fondo Monetario Internacional (FMI), este año la economía regional se contraerá un 0,5 %, que se suma al -0,1 % de 2015, y no será hasta 2017 cuando crecerá un 1,5 %.

    Latinoamérica «presenta un crecimiento promedio negativo para un segundo año, que se explica por las cuatro economías que están en recesión, Venezuela, Brasil, Ecuador y Argentina«, explicó el director del FMI para el Hemisferio Occidental, Alejandro Werner.

    En la presentación del informe Panorama Económico Regional para América Latina y el Caribe, en la Ciudad de México, Werner subrayó las debilidades y fortalezas del subcontinente.

    Sobresale el «importante» crecimiento de la deuda de las empresas privadas no financieras, que aumentó en las cinco economías más importantes de América Latina -Brasil, Chile, Colombia, México y Perú- de USD 170.000 millones en 2010 (4,3 % del PIB) a USD 380.000 millones en 2015 (10,5 % del PIB).

    «Gran parte de esto está concentrado en el sector energía y en otros sectores de materias primas«, advirtió Werner, por lo que el Fondo considera necesario «revisar» este deuda acumulada en su mayoría en bonos en divisas extranjeras.

    En la presentación de este estudio, el director para el Hemisferio Occidental también subrayó los baches en infraestructura.

    «Hay una necesidad de seguir impulsando esta agenda», dijo, luego de exponer una gráfica en la que solo Chile -no así Argentina, Brasil, Perú, México y Colombia- tiene una calidad de infraestructura similar a la de sus principales rivales comerciales.

    Además de ello, la región tiene que hacer frente a un aumento del gasto público que en la última década ha crecido en proporción del Producto Interno Bruto (PIB), señaló.»Ha de haber niveles de eficiencia muy importantes (…) para contener el crecimiento del gasto y lograr eficiencias», apuntó.

    Puso como ejemplo que el incremento al gasto público pasó de representar el 20 % del PIB al 40 % en Argentina en la última década, del 30 al 34 % en Brasil o del 19 % al 25 % en México.
    Positivamente, celebró que la depreciación de muchas divisas frente al dólar no haya repercutido en la inflación, que presenta niveles relativamente bajos, lo que atribuyó a las medidas preventivas tomadas y por los bancos centrales.

    Así, depreciaciones de hasta el 50 % de la moneda nacional han generado inflaciones «relativamente bajas» de entre el 2 % y el 9 %.+

    En la crisis mexicana de 1995, puso como ejemplo, una devaluación real del 30 % llevó a una inflación promedio de casi el 40 %.

    No obstante, de esta subida de los precios no se salva Venezuela, que para este año tiene un pronóstico de inflación del 720 %, que aumentará hasta el 2.200 % en 2017.

    Con una contracción del PIB este 2016 del 8 %, la nación bolivariana tiene una situación que «no es sostenible a mediano plazo», sentenció el representante del FMI.

    Este crecimiento regional negativo, puntualizó, se centrará especialmente el Suramérica, mientras que Centroamérica, el Caribe y México serán empujados por una economía norteamericana -principalmente de EE.UU.- donde «el consumidor sigue aumentado su gasto».
    También porque Centroamérica, dependiente del petróleo, se ve beneficiada por sus bajos precios.

    A modo de conclusión, Werner resaltó que para salir de este ciclo negativo América Latina debe fomentar sus «fuentes domésticas» de crecimiento tras la evidencia de que el «impulso externo» ha aminorado.

    Y «claramente las fuentes internas tienen que estar por el lado estructural en educación, Estado de Derecho, infraestructura», y adaptados a las características de cada nación, sentenció.

    En este punto, abogó por implementar reformas como las promulgadas en México en la actual Administración de Enrique Peña Nieto, como la energética o la de telecomunicaciones.

    Werner remarcó que la economía mexicana no logrará crecer al 3 % hasta la próxima década, a pesar de las reformas y los ajustes al gasto público, en gran parte debido a las embestidas globales y al bajo precio del crudo.

    Problemas en infraestructura y deudas de las empresas son los mayores retos que el sector empresarial latinoamericano debe superar. Foto: Archivo /EL COMERCIO
    Problemas en infraestructura y deudas de las empresas son los mayores retos que el sector empresarial latinoamericano debe superar. Foto: Archivo /EL COMERCIO
  • Avianca calcula en USD 236 millones de deuda de Venezuela por boletos

    Agencia EFE

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    La aerolínea colombiana Avianca anunció hoy que agotará «todas las instancias» para recuperar la deuda por concepto de ventas de boletos represadas en Venezuela, que calculó en USD 236 millones.

    «Nosotros vamos a hacer todo lo que tenemos a nuestro alcance en todas las instancias para cobrar ese dinero», declaró en una conferencia de prensa en Bogotá el presidente de la junta directiva de Avianca, Germán Efromovich.

    El empresario confió en que llegará el momento en que ese país «se estabilice y pueda honrar sus compromisos».

    «Sin duda que esos recursos deberán en algún momento volver a donde les pertenece que es a Avianca», añadió el ejecutivo.

    El vicepresidente financiero de Avianca Holding, Gerardo Grajales, indicó por su parte que actualmente tienen más de 1,9 billones de bolívares fuertes depositados en bancos de Venezuela, que calculó ascienden a 236 millones de dólares y que no pueden ser retirados del país.

    Grajales recordó que desde 2014 Avianca solo vende pasajes en dólares en el mercado venezolano, mientras que las frecuencias a ese país, que eran siete, fueron reducidas a tres.

    Avianca es la compañía más antigua del continente americano y la segunda más antigua del mundo.  Foto: Cortesía Avianca
    Avianca es la compañía más antigua del continente americano y la segunda más antigua del mundo. Foto: Cortesía Avianca
  • Cuba alcanza un ‘histórico’ acuerdo con acreedores sobre deuda

    Agencia AFP

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    Cuba alcanzó este sábado 12 de diciembre del 2015 un acuerdo para reestructurar su deuda con sus acreedores del Club de París.

    El acuerdo  prevé la anulación de USD 4 000 millones de intereses y el pago por parte de La Habana en un plazo de 18 años de 2.600 millones atrasados, indicó el ministerio de Finanzas francés.

    “Este acuerdo permite resolver definitivamente la cuestión de la deuda a mediano y largo plazo de Cuba, que no había sido pagada desde la década de 1980”, celebró el ministerio francés en un comunicado.

    Vista del hotel Habana Riviera en La Habana (Cuba). Foto: EFE
    Vista del hotel Habana Riviera en La Habana (Cuba). Foto: EFE
  • FMI alerta sobre crecimiento de la deuda privada en países emergentes

    Agencia EFE

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    El Fondo Monetario Internacional (FMI) alertó el martes 29 de septiembre del 2015 sobre el impacto desestabilizador de un aumento de las tasas de interés de Estados Unidos sobre el endeudamiento del sector privado de los países emergentes.

    Un informe del FMI dice que en la última década muchos inversores abandonaron los países desarrollados de tasas de interés de casi cero y se orientaron a los países emergentes que eran más rentables.

    Esos flujos permitieron a las empresas de esos países, especialmente a las no financieras, endeudarse fuertemente. Entre 2003 y 2014 sus deudas casi que se cuadriplicaron al saltar de 4 000 a USD 18 000 millones, dice ese informe. «El nivel de endeudamiento de las empresas de mercados emergentes aumentó, especialmente en la construcción, petróleo y gas, debido a las bajas tasas de interés de las economías avanzadas», dijo.

    Ese crecimiento de la deuda puede ser «bueno» porque estimula inversiones y apoya la actividad pero, advierte el FMI, «implica riesgos». La empresas podrían perder ese flujo de liquidez con el próximo aumento de la casi nula tasa de interés de Estados Unidos la cual podría estimular que los capitales vuelvan a refugiarse en países ricos y menos riesgosos.

    «Las empresas más endeudadas quedan ante el riesgo de enfrentar a brutales tasas de servicio de su deuda una vez que las tasas monetarias de algunas economías clave empiecen a subir», dice el FMI.

    En otro informe, también publicado el martes, el FMI dice que la liquidez del mercado -la facilidad para comprar o vender activos- podría también sufrir seriamente cuando Estados Unidos normalice su política monetaria subiendo sus tasas.

    Esa liquidez, hoy asegurada por el acceso fácil a dólares baratos, podría «evaporarse», advierte el FMI. «Una vez que aumenten las tasas, la liquidez (del mercado) probablemente declinará», dice la entidad, y traerá consigo una fuerte «volatilidad«. «Los inversores podrían demorar sus decisiones y perjudicar el crecimiento», dijo el FMI

    El Fondo Monetario Internacional realizó una alerta sobre los riesgos de la deuda de los países emergentes, en la crisis económica. Foto: Archivo/ EFE
    El Fondo Monetario Internacional realizó una alerta sobre los riesgos de la deuda de los países emergentes, en la crisis económica. Foto: Archivo/ EFE
  • Grecia busca una tercera oportunidad

    Agencia EFE

    Tras dos planes de rescate por un total de 240 000 millones de euros en cinco años, con recortes que condujeron a que el desempleo diera un salto del 9% al 27% y la economía perdiera la cuarta parte de su rendimiento, Grecia ha solicitado un tercer rescate, con perspectivas de éxito inciertas.

    En estos cinco años la deuda del Estado griego pasó, según la oficina comunitaria Eurostat, del 120% al 175% del PIB, el poder adquisitivo se redujo un 37,2%, y un tercio de la población vive ahora por debajo del límite de pobreza, según el instituto de estudios de los sindicatos griegos (GSEE).

    El primer plan de rescate fue resultado del incremento desmesurado de la deuda griega en la primera década de 2000, que pasó de 180 000 millones de euros en 2004 a 300 000 millones de euros a finales de 2009.

    En mayo de 2010 Grecia firmó con la denominada «troika» -la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI)-, el primer préstamo de 110 000 millones de euros, a cambio de recortes drásticos en el gasto público, reducción de salarios de los funcionarios e incrementos de impuestos.

    El Gobierno griego aceptó asimismo proceder a reformas estructurales, para modernizar el Estado y liberalizar una serie de profesiones protegidas, que nunca se realizaron.
    Además, el plan preveía la evaluación regular de su aplicación por representantes de la «troika».

    La firma del «Memorando» por el entonces primer ministro socialista Yorgos Papandreu contó con el rechazo total de los partidos de la oposición y de los sindicatos.

    Mientras los sindicatos y la izquierda convocaban una huelga general tras otra y paralizaban el país, el nuevo líder de la oposición conservadora Andonis Samarás prometía cancelar el memorando si llegaba al Gobierno.

    La aplicación del plan de ajuste acentuó la recesión de la economía griega en los dos años subsiguientes, provocó la explosión del desempleo, mientras la pobreza extrema, que había desaparecido desde los años 1980, tuvo una reaparición rampante.

    Los objetivos financieros no se conseguían y cada evaluación de la troika se traducía en nuevas medidas de austeridad, aún más draconianas, con objetivos fiscales aún más inaccesibles.

    Ante el fracaso del primer programa, en octubre de 2011 se aprobó un segundo rescate, con un nuevo préstamo de la «troika» por un total de 130 000 millones de euros y una quita de 50% de la deuda griega en manos privadas.

    A cambio, el Gobierno debía eliminar 150 000 puestos de funcionarios, reducir drásticamente el gasto de la sanidad pública, introducir nuevos impuestos, y reducir el salario mínimo en un 22% (en un 32% para los menores de 25 años).

    Las elecciones de mayo y junio de 2012, que siguieron a la aprobación de este segundo memorando, se saldaron con el hundimiento del partido socialista Pasok, que había dominado la vida política desde la caída de la dictadura de los coroneles en 1974.

    Además, el izquierdista Syriza multiplicaba por seis su influencia electoral y se convertía en la mayor fuerza de la oposición, mientras entraba por primera vez en el Parlamento el partido neonazi Amanecer Dorado.

    El Gobierno de coalición que tras las elecciones de junio de ese año formó el conservador Samarás con los socialistas, no pudo alcanzar los objetivos financieros cada vez más inaccesibles, lo que, a su vez, provocó nuevas exigencias de la troika, y se entró en otros dos años de recesión y un aumento del desempleo hasta el 27,3% a finales de 2013.

    La negativa de Samarás, a partir de septiembre de 2014, a cumplir con las exigencias de la troika aceleró su caída y en enero pasado Syriza ganaba las elecciones con un programa que prometía el fin de la austeridad y la reestructuración de la deuda griega.

    Sin embargo, apenas reiniciadas las negociaciones con los acreedores, que ahora pasaron a llamarse «instituciones» en lugar de «troika», Tsipras tuvo que echar por la borda buena parte de sus promesas anteriores.

    Tras cinco meses de negociaciones, y mucha pérdida de confianza por parte de las instituciones, el Gobierno de coalición izquierdista nacionalista, ha acabado solicitando un tercer rescate y presentando un programa que incluye duras medidas, como subidas de impuestos y bajadas de las prestaciones sociales.

    El rescate por un total de 53 500 millones de euros solo serviría para devolver créditos al BCE y al FMI.

    A ellos podrían añadirse otros 35 000 millones de euros que no son sino ayudas de los diversos fondos comunitarios que Grecia de por si obtendría como miembro de la Unión Europea.

    La reactivación de la economía, por tanto, la deberá conseguir por sus propios medios y confiando en que las medidas que aplique sirvan para ello, a diferencia de los rescates anteriores.

    Grecia decretó el feriado bancario para impedir la salida del dinero, tras la negativa de los países de la Eurozona, en ampliar el plazo para el pago de la deuda. Foto: EFE
    Grecia decretó el feriado bancario para impedir la salida del dinero, tras la negativa de los países de la Eurozona, en ampliar el plazo para el pago de la deuda. Foto: EFE
  • ¿Cuánto debe Grecia y a quién?

    Agencia AFP

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    La deuda griega, que ha sido reestructurada en tres ocasiones desde 2012, se eleva a unos 312 000 millones de euros (USD 347 000 millones), el 177% del Producto Interno Bruto (PIB), de los que más de tres cuartos están en manos de los Estados o de las instituciones públicas. Este es el desglose de la deuda contraída por el Estado griego, realizado por la AFP sobre la base de informaciones ofrecidas por los principales acreedores de Grecia.

    FMI

    El Fondo Monetario Internacional cuenta con el 8% de la deuda griega, es decir, unos
    21 000 millones de euros, según la tasa de cambio de los Derechos Especiales de Giro (DEG). Grecia tiene que reembolsar esta deuda antes de 2025. Grecia cayó en impago el 30 de junio con el FMI al no abonar un reembolso de 1 500 millones de euros y ha pedido una extensión del plazo. Atenas tiene que abonar 5 400 millones de euros al FMI en 2015. El próximo 13 de julio tiene otro vencimiento de 455 millones de euros.

    Bancos centrales

    El Eurosistema, que agrupa al Banco Central Europeo (BCE) y a los bancos centrales nacionales (BCN) de los países miembros de la zona euro, ha prestado a Grecia 23 000 millones de euros, debido, principalmente a la compra de títulos griegos en el marco del Securities Market Program (SMP), establecido en 2011-2012.

    Esta deuda, que representa una parte importante de los pagos que Atenas tiene que desembolsar en los próximos cinco años, no puede ser reestructurada porque lo impiden los tratados europeos al tratarse de una financiación encubierta, recordó el lunes el gobernador del Banco de Francia Christian Noyer.

    FEEF

    El mayor acreedor de Grecia es, de lejos, el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), creado en mayo de 2010 para ayudar a los países de la zona euro en dificultades, con 130 900 millones de euros en préstamos, cerca del 41% de la deuda del país. Se trata de una deuda con plazos muy largos que no empezará a devolverse hasta 2023 y cuyo vencimiento se prolonga hasta 2055. Alemania es el primer acreedor de Grecia con 41 200 millones, seguido de Francia (28 600 millones), Italia (27 200 millones) y España (18 100 millones).

    Deudas bilaterales

    Además de los préstamos de las instituciones monetarias, Grecia ha contraído deudas bilaterales con sus socios europeos, por un monto de 53 000 millones de euros. Se trata también de deudas de largo plazo, con un periodo de carencia hasta 2021. El país más expuesto es también Alemania, con 15 200 millones de euros en préstamos. Francia está en segunda posición con 11 400 millones, por delante de Italia (10 000 millones), España (6 700 millones), Holanda (3 200) y Bélgica (1 900 millones).

    Deuda privada

    Desde la reestructuración de 2012, los bancos y otros fondos de inversiones, que sufrieron una quita de entre el 60 y el 75% de sus préstamos, según las estimaciones, tienen el 20% de la deuda griega. Varias decenas de miles de euros de préstamos están en manos de acreedores privados, a través de títulos resultantes de la reestructuración o que no estuvieron sometidos a la misma, o títulos del Tesoro de muy corto plazo, que Atenas sigue emitiendo regularmente.

    Un impago de estos títulos privados podría provocar una reacción en cadena particularmente difícil de gestionar. Hasta ahora, Atenas, privada de acceso al mercado de deuda de largo plazo, no ha tenido problemas reales para financiarse a corto plazo y podría refinanciar el viernes una emisión de 2 000 millones de euros en títulos del Tesoro, en manos de los bancos griegos.

    La deuda griega se origina en préstamos de organismos internacionales, países y hasta bonos. Foto: AFP
    La deuda griega se origina en préstamos de organismos internacionales, países y hasta bonos. Foto: AFP