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  • Ellas siembran y venden canastas a domicilio

    José Luis Rosales (F)   redaccion@revistalideres.ec

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    El maíz es uno de los cultivos tradicionales en el pueblo kichwa Natabuela, que ocupa un territorio entre los cantones Antonio Ante e Ibarra, en Imbabura.

    Con los granos dorados, mujeres como Luzmila Meza, preparan el popular mote. Este maíz cocinado va acompañado de arveja, fréjol, maíz tostado y chochos, que igualmente son sazonados.

    La mujer indígena sostiene que se trata de un proceso laborioso. Todo inicia con la selección de los granos. Ella prefiere las mazorcas de la variedad amarilla.

    Con una habilidad que llama la atención desprende una delgada lámina transparente del maíz. Luego la lava y pone a remojar. El siguiente paso es la cocción, que dura entre cuatro y cinco horas.

    Este potaje que se ofrece en los mercados de Imbabura ha dado fama a mujeres natabuela, que son las principales productoras.

    Sin embargo, a raíz de la emergencia sanitaria por la pandemia del covid-19 y por las restricciones que se aplicaron para frenar la propagación de la enfermedad dejaron temporalmente de acudir a sus puestos de venta.

    Como una alternativa formaron el emprendimiento comunitario Warmikuna Natabuela, que se dedica a la venta de productos agrícolas y alimentos preparados a domicilio. Esta iniciativa es impulsada por 12 mujeres de diferentes sectores de este pueblo.

    Magdalena Chávez, mentalizadora del proyecto, señala que para dinamizar la economía de estas familias se han enfocado en la práctica comunitaria de la minga. “Lo que hemos invertido es nuestro esfuerzo y voluntad por la asociatividad”. El próximo paso es el registro en el Instituto de Economía Popular y Solidaria.

    El cliente tiene la opción de armar su canasta con productos como choclo, fréjol, arveja, tomate, lechuga, aguacate, limón, babaco, piña, fresa, mora. También hay hornado y, por supuesto, mote.

    Cada una de las integrantes aporta con verduras, hortalizas y frutas que ellas mismas siembran. Luz María Potosí, de 65 años, arrienda un terreno en el que cultiva haba, fréjol, arveja, choclo. Una parte de la producción la destina ahora a estas canastas.

    Los pedidos se despachan cada miércoles y sábado. Luzmila Meza, presidenta de la organización, explica que han abierto mercado en las ciudades de Ibarra, Atuntaqui y Otavalo.
    Las actividades empezaron en mayo último. Margarita Chávez, otra de las integrantes, cuenta que este emprendimiento lo promocionan por redes sociales.

    Incluso, algunas socias se capacitan en comunicación digital para microemprendimientos.
    Además, tienen un catálogo con productos y precios que los compradores pueden adquirir. Hay canastas básicas de USD 20. Cada día vende entre 20 y 30.

    Se ha establecido un protocolo de bioseguridad para la selección, empaque y entrega de los productos de este denominado supermercado comunitario.

    Estas emprendedoras también participan en cursos de manejo sustentable agroecológico que les brinda el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).

    Esta es una de las comunidades de aprendizaje que se han establecido en cada parroquia de la provincia, explica Marco Vargas, técnico del Ministerio.

    En un reciente taller aprendieron sobre el manejo y prácticas para la conservación del suelo.
    El funcionario detalla que entre ellas está la rotación de cultivos, el manejo del agua, la incorporación de abono orgánico. Este último, añade, ayudan a mejorar la textura, estructura y el contenido de materia orgánica de la tierra.

    Entre los objetivos igualmente está estimular la conservación de semillas propias de la zona. Vargas explica que en el caso de Natabuela hay una base de mazorcas que por su tamaño, color y sabor son ideales para elaborarlos como mote o maíz tostado.

    20 dólares es el valor de una canasta básicos de alimentos que producen en Natabuela.

    Luzmila Meza, Karinay Luz María Potosí y Margarita Chávez son parte de las 12 integrantes de esta iniciativa productiva, que surgió a raíz de la emergencia sanitaria. Foto: José Luis Rosales/LÍDERES
    Luzmila Meza, Karinay Luz María Potosí y Margarita Chávez son parte de las 12 integrantes de esta iniciativa productiva, que surgió a raíz de la emergencia sanitaria. Foto: José Luis Rosales/LÍDERES
  • Los servicios de belleza a domicilio, en una aplicación

    Redacción Quito

    (I) 
    redaccion@revistalideres.ec

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    A finales de 2017, Diego Espín y su hermana idearon Beautify. Una aplicación bajo demanda (on-demand) que conecta a clientes con profesionales del cuidado corporal.

    El desarrollo fue un gran reto para el equipo, compuesto de cuatro personas, por hacerse enteramente en Ecuador. “Desarrollar una aplicación de estas características no es fácil. Se deben tomar en cuenta muchos factores que influyen en la experiencia de uso”, señala Espín, quien asegura que se ha construido la ‘app’ para que sea escalable y soporte una gran base de usuarios, de unos pocos miles hasta varios millones.

    Previo al lanzamiento oficial, se probó un prototipo con ayuda de familiares y amigos. Se corrigieron errores en la interfaz y salió al mercado en marzo de 2019.

    En el proyecto se invirtieron USD 250 000, dinero destinado a pagar desarrolladores y contratar los servicios en la nube Google y Amazon. Espín, CEO de la empresa, comenta que la aplicación es de gran ayuda para la mujer actual, pues esta tiene mucho trabajo y carece de tiempo para dirigirse a un centro de belleza. Según el directivo, esta es la razón que explica su rápido crecimiento.

    Actualmente Beautify cuenta con 7 000 descargas en Android y IOS; además, se han registrado 4 000 profesionales, de las que 800 ya se encuentran trabajando.

    Para trabajar en la aplicación es necesario pasar por un proceso de selección, en el que se verifican títulos profesionales, certificados, antecedentes, referencias y se realizan pruebas de aptitud.

    Lidia Moncayo es una de la profesionales Beautify. Ella cuenta con una experiencia de 12 años brindando servicios de belleza. En la aplicación ofrece manicura, pedicura, maquillaje y peluquería. “Estoy encantada con la aplicación. Me ha permitido compartir más tiempo con mi familia. Además, mi horario es muy flexible, puedo acordar los servicios que quiero. Gano lo mismo que en un centro de belleza, pero con menos esfuerzo”, asegura.

    La aplicación cuenta con una interfaz limpia y fácil de usar. La pantalla inicial permite seleccionar la ciudad, Quito o Guayaquil; luego elegir entre los distintos servicios agrupados por categorías: cabello, uñas, masaje, depilación o maquillaje. Finalmente, el usuario debe seleccionar el método de pago.

    Gabriela Edgerton usa los servicios de Beautify desde el lanzamiento de la ‘app’. Contrata regularmente los servicios para manos, pies, cabello, cutis o masajes. “En mi casa toda la familia usa la ‘app’. Su ventaja es que permite ahorrarse mucho tiempo. Además, su uso es muy sencillo y los servicios se hacen en la comodidad del hogar”, asegura.

    En Beautify existen dos categorías que agrupan a sus profesionales, estándar y premium. Esto se determina según la calificación que recibe la prestadora al final de cada servicio.

    Por ahora la empresa ha crecido con poca inversión en publicidad, pero para octubre de 2019 está programado el lanzamiento de una gran campaña de promoción.

    La actualización más reciente que ha recibido la aplicación son los códigos promocionales. Estos se comparten entre usuarios y permiten obtener descuentos en los servicios a domicilio.

    La pequeña empresa trabaja actualmente en la Comunidad Beautify, una iniciativa para brindar beneficios de capacitación y formación profesional a sus colaboradoras, a través de convenios con otras empresas.

    Para este año, su proyección de ingresos es de USD 200 000. La siguiente ciudad en la que empezará a funcionar Beautify es en Cuenca, a comienzos de 2020.

    Diego Espín, fundador y CEO de Beautify, junto al equipo de desarrollo de esta ‘app’ ecuatoriana. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
    Diego Espín, fundador y CEO de Beautify, junto al equipo de desarrollo de esta ‘app’ ecuatoriana. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
  • La plataforma que lleva la peluquería al domicilio

    Carolina Enriquez

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    Manicuras, peinados, masajes terapéuticos y más en la comodidad de su propia casa. Es la oferta de Ocre App, una plataforma digital a través de la cual los usuarios pueden solicitar servicios de belleza a domicilio en dos ciudades del país.

    Paula Vargas es su creadora. Antes de desarrollar este emprendimiento ella trabajaba y sentía que era muy difícil acudir al salón de belleza porque llegaba muy tarde a su casa o tenía que salir muy por la mañana; además, viajaba.

    De esta necesidad surgió la iniciativa de facilitar el acceso a los servicios de peluquería para todas aquellas personas que por diferentes razones no pudieran asistir a un centro estético. ¿Cómo? A través de la tecnología.

    Comenzó a buscar programadores y los halló en Manabí. Ellos desarrollaron la aplicación Ocre App, en la cual los usuarios hallan toda la oferta del emprendimiento y los precios; también pueden solicitar los servicios que requieran.

    Vargas tenía planificado invertir USD 30 000, pero hasta el momento ha colocado 20 000. El dinero se destinó para el desarrollo tecnológico, marketing y branding (camisetas, bolsos, etc.).
    Los pedidos, a diferencia de lo que pasa en otras firmas digitales, también se los puede hacer vía aplicaciones como Instagram, Facebook o llamadas y mensajes. Para recibir estos últimos, Ocre App maneja Whatsapp Business.

    Vargas explica que, actualmente, el 60% de los pedidos se hace a través de la ‘app’ y el resto por otras vías. El servicio lo brindan, explica, “jornaleras digitales”.

    Se trata de colaboradoras que se registran en la empresa para realizar las tareas, pero no son empleadas directas. Ellas cumplen con los requerimientos de belleza de los clientes y cobran el dinero; el 70% se lo quedan ellas y el 30% lo entregan a la compañía.

    Actualmente, trabajan 19 especialistas en Quito. Ellas brindan los diferentes servicios de Ocre App, que se concentran en cinco divisiones: manos y pies; cabello; depilaciones; masajes y pestañas.

    El negocio comenzó a funcionar a inicios de año y mantiene un crecimiento regular (ver gráfico). Desde inicios de mayo se ofrece el servicio en Guayaquil y el objetivo es poder darlo, más adelante, en Manta y Cuenca.

    En el Puerto Principal trabajan cuatro especialistas. Tanto en esa ciudad como en Quito los servicios se dan desde las 06:30 hasta las 19:30, todos los días de la semana; el clientedebe hacer el pedido con anticipación.

    Lorena Daza es una cliente permanente de este negocio; ella cree que ha revolucionado el acceso a la belleza en la ciudad. “Encontré a Ocre App a través de Instagram. Me parece excelente y el material es de primera. A mí el tiempo no me da. Soy madre y esto me ha salvado la vida. Mientras mi hija está en casa jugando yo estoy tranquila; mil veces prefiero recibir los servicios en mi hogar que salir con la niña a la peluquería”.

    Andrea Paredes, por su parte, asegura que la plataforma le permite solicitar servicios de belleza de manera rápida y en horarios que se ajustan a su jornada. Ella trabaja casi 12 horas al día, por lo que asistir a un salón entre semana se vuelve casi imposible.

    “Pido los servicios por Whatsapp. En Ocre App están bien organizados. Las especialistas siempre me guían en lo que es mejorar para estar más arreglada. Si algo no se puede, también me lo dicen”.

    Desde la base de la plataforma se asignan los pedidos a las especialistas; ellas eligen si lo toman o no. Una vez que aceptan se envía al cliente información con la foto y los datos de estas trabajadoras, para dar confianza al cliente.

    Cada una acude al sitio uniformada con una camiseta con el logo de la empresa; el material de trabajo es de su propiedad. Cuentan con un bolso que indica que pertenecen a la plataforma digital.

    El cliente puede pagar el servicio en efectivo o a través de transferencia bancaria.
    Las especialistas pueden atender a una o varias personas en una misma casa. Se toman el tiempo que sea necesario para brindar un servicio de belleza de calidad.

    “Cada cliente se hace alrededor de tres servicios cada turno. En días pico las colaboradoras atienden entre cuatro y cinco turnos. Los días más fuertes son jueves, viernes, sábado y domingo”, explica la creadora de la plataforma.

    Dos especialistas de Ocre App peinan y hacen una manicura a Lorena Daza. Recibir los servicios de belleza en su casa le permiten cuidar de su hija. Fotos: Julio Estrella / LÍDERES
    Dos especialistas de Ocre App peinan y hacen una manicura a Lorena Daza. Recibir los servicios de belleza en su casa le permiten cuidar de su hija. Fotos: Julio Estrella / LÍDERES
  • Ellos enlatan cervezas, energizantes, sodas…

    Redacción Quito

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    Cuando Quito experimentaba el ‘boom’ de las cervezas artesanales, por el 2016, Paúl Vásquez Prijodko y David Ayo Macías decidieron concretar sus anhelos de tener un negocio propio y lo relacionaron con su afición por la cultura cervecera. Fue así como nació la idea de crear la Latable Canning Service.

    La empresa se constituyó legalmente en el 2017. Apareció con el fin de enlatar a domicilio cerveza artesanal del mercado local, pero lo ampliaron y ahora también trabajan con otro tipo de bebidas. Actualmente envasan 13 marcas, entre cerveza, energizantes naturales, soda y cocteles. Sus latas de aluminio llegan a Ibarra, Guayaquil y Cuenca.

    “La diferencia entre una bebida en botella y una en lata está, principalmente, en la frescura del producto. Dada la calidad de la cerveza que se está haciendo en el país, vimos la necesidad de protegerla y dar servicio para que el productor artesanal tenga la posibilidad de contar con un envase de última tecnología”, describe David.

    Los socios se conocieron en la secundaria. Paúl comenta que poner en marcha el negocio no fue sencillo y requirió de una inversión de USD 10 000, que salieron de sus bolsillos porque no lograron obtener un crédito en instituciones financieras, debido a que no disponían de garantías ni de historial crediticio.

    Con ese dinero importaron, desde Canadá, una máquina especial para enlatar bebidas. Ya en el país diseñaron y adaptaron al aparato a una plataforma metálica especial para poder trasladarlo con facilidad hasta las fábricas.

    Traen las latas desde China, en contenedores, puesto que en Ecuador no se elabora este tipo de productos. Pasaron de importar 50 000 a 200 000 unidades, en presentaciones de 330 y 500 mililitros (ml).

    Al inicio, la producción no pasaba de 300 latas por servicio. Hubo meses difíciles, sin actividad. Pero la constancia de los fundadores por promocionarse en ferias y golpear innumerables puertas logró que sean reconocidos.

    Con más clientes, llegaron a envasar 3 500 latas en un día. El primer año de funcionamiento su facturación apenas pasó de los USD 1 000. En el 2018 escalaron lo suficiente para cerrar con un aproximado de USD 80 000.

    “Pensamos traer latas más variadas. Nosotros colocamos el diseño que desee el cliente. Hacemos un contrato grande y cada mes hacemos entregas”.

    Las latas son hechas con un 60% de material reciclado, reducen espacio de almacenamiento, peso durante el transporte, son más resistentes, se enfrían más rápido y conservan la calidad del producto al protegerlo de la luz. Son selladas herméticamente, reduciendo los niveles de oxígeno en el envase.

    José Luis Pinos, propietario de Cervecería Santa Rosa, que también produce sodas artesanales, lleva cuatro años en el mercado y siempre quiso que su producto se distribuyera en lata. Hace un año trabaja con Latable con sodas de 330 ml y a partir de octubre envasa cerveza en latas de 500 ml.

    “La lata es el mejor recipiente para una cerveza, porque impide que la luz pase y debilite sus propiedades. Conserva la bebida de mejor manera”, comentó.

    Otras de las marcas que enlata su bebida es la cerveza MUT Lager, fabricada por Dora Durán y Mélani de Rodríguez Ponce.

    “Los chicos se acercaron a nosotros. Vimos que era una alternativa interesante para ofrecer a nuestros clientes. La experiencia con Latable ha sido positiva», expresa Durán.

    Paúl y David ya trabajan en expandirse hacia más ciudades este año, especialmente de la Costa, donde actualmente están en boga los establecimientos que ofrecen cervezas artesanales. Planean adquirir una nueva máquina envasadora, para lo cual requieren de más financiamiento.

    David Ayo y Paul Vasquez son los propietarios de  LaTablete, empresa dedicada a enlatar cervezas y bebidas artesanales. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
    David Ayo y Paul Vasquez son los propietarios de LaTablete, empresa dedicada a enlatar cervezas y bebidas artesanales. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
  • Estas motocicletas se usan para toda clase de entregas

    Cristina Marquez

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    La entrega de paquetes y encomiendas es la especialidad de los 12 motorizados de Ya Voy. Ellos recorren con agilidad las calles de Riobamba y pueden entregar llaves olvidadas, documentos, hacer compras o pagos, y todo aquello que les ahorre a sus clientes la necesidad de salir de su casa.

    Moverse en motocicletas abarata el costo de la entrega y reduce el tiempo de espera de los clientes. Además, abrió una nueva oportunidad de ventas a los restaurantes que no tienen servicio de entrega a domicilio.

    La empresa se inició en el 2010, cuando las calles del centro de Riobamba se cerraron al tránsito por los trabajos en las tuberías de agua potable. Durante tres meses todos los negocios ubicados en ese sector registraban pérdidas por la falta de clientes.

    Los vehículos particulares y taxis tampoco podían circular en algunos sectores de la ciudad.
    “La gente no quería salir de su casa porque las calles estaban abiertas y había mucho polvo en el ambiente. Los restaurantes y cafeterías fueron los más afectados”, recuerda Rodrigo Torres, propietario del emprendimiento.

    En esa época, él tenía una pizzería que contaba con servicio a domicilio. Dos empleados disponían de motocicletas que, sin recargo en el pedido, hacían las entregas.

    Torres notó que durante el cierre de las calles casi no había clientes en el local, pero los pedidos a domicilio se incrementaron. Un día de poco movimiento le propuso a sus empleados ofrecer el servicio de entregas y encomiendas a otros negocios del sector.

    El primer día entregaron 15 pedidos y en unos días más se duplicaron. La entrega de paquetes en motocicletas salvó la economía del pequeño negocio.

    “Descubrimos un nicho de mercado. En esa época los taxis no ofrecían el servicio de entregas o era muy costoso. Movernos en moto nos permitía llegar más rápido, y además costaba menos”, cuenta Torres, de 45 años.

    Los restaurantes que no contaban con servicio a domicilio se convirtieron en los clientes más frecuentes de la empresa. Torres y sus empleados publicitaban el servicio con hojas volantes y en conversaciones directas con los propietarios de los restaurantes.

    Tres años después la flota de motociclistas se incrementó a cuatro. Torres decidió cerrar la pizzería y concentrarse en mejorar el negocio de encomiendas.

    Él invirtió unos USD 400 en la compra de radios, el diseño del logotipo y una central. Instaló en su casa el centro de operaciones e intensificó la publicidad.

    Un catálogo de restaurantes y otros productos que incluye un menú con las opciones de cada sitio se lanzó como estrategia para facilitar la compra por vía telefónica e incrementar las ventas.

    Además, lograron posicionar la marca en Riobamba e incrementar su cartera de clientes.
    Actualmente sus servicios son requeridos también por instituciones públicas y privadas, familias que requieren compras urgentes de alimentos o medicamentos, despachos jurídicos y consultorios.

    Los 12 motociclistas logran entregar entre 350 y 400 pedidos al día. Las carreras cuestan entre USD 1 y 3, dependiendo de la distancia, el monto y el tiempo.

    “El servicio es excelente. Antes tenía que dejar encargado el local y salir a comprar los insumos diarios. Es muy cómodo hacerlo con una sola llamada”, dice Catalina Massón, una de las clientes.

    Torres espera incrementar la flota con más motocicletas y transformar la empresa en una franquicia para llegar a otras ciudades, como Ambato y Quito.

    Rodrigo Torres es el propietario de Ya Voy. Esta empresa riobambeña ofrece el servicio de entrega de encomiendas y compras  con una particularidad, se hacen en motocicleta. Fotos: Cristina Márquez/ LÍDERES
    Rodrigo Torres es el propietario de Ya Voy. Esta empresa riobambeña ofrece el servicio de entrega de encomiendas y compras con una particularidad, se hacen en motocicleta. Fotos: Cristina Márquez/ LÍDERES
  • La entrega a domicilio se hace con una ‘app’

    Patricia González

    Era un sueño de vida. Desde que era niño, Adrián Ordóñez deseaba tener una tienda de abarrotes. El concepto fue evolucionando, hasta conjugarse con la idea de un servicio delivery en línea.

    Adrián es economista, egresado de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador. Desde siempre quiso ser empresario y para ello decidió empezar por entender cómo funcionaba la economía.

    Se desempeñó en áreas comerciales en Tejidos Pintex, por cinco años, y en Phillip Morris, por ocho años. Pero la idea de un negocio propio siempre estuvo patente.

    Hace cinco años, aún como empleado de la multinacional, comenzó a trabajar en su proyecto. Para entonces, vivía y trabajaba en Guayaquil, donde encontró un local de supermercado con servicio a domicilio. Ahí vio una oportunidad. No conocía de un negocio similar en Quito, adonde retornaría al poco tiempo.

    Smart Delivery abrió sus puertas en abril del 2014, en Cumbayá, al oriente de Quito, con una inversión inicial de USD 200 000.

    “Es una empresa familiar”, dice Ordóñez, quien apenas desde hace cuatro meses está dedicado por completo al emprendimiento. Su esposa, María José Crespo, estuvo al frente los tres primeros años. Además, como arquitecta, fue quien diseñó la tienda.

    El servicio de entrega a domicilio se brinda desde el comienzo, pero de la manera tradicional, mediante una línea 1-800.

    “El consumidor ecuatoriano sigue siendo adverso al e-commerce. Conscientes de eso, el primer paso debía ser la tienda para volvernos tangibles al consumidor”, explica el economista, de 38 años.

    En el local hay un surtido de 5 000 productos, entre alimentos, bebidas, higiene personal, limpieza del hogar, comida rápida y comida de mascotas.

    Es una tienda de conveniencia, que se abastece de unos 130 proveedores. Uno de ellos es la empresa de cerveza artesanal Camino del Sol, que a la semana provee al local con cinco cajas de cerveza.

    “A través de su servicio a domicilio, encontramos una manera práctica de llegar directo al hogar”, señala Ana Lucía Nájera, gerenta de la firma.

    Fernando García es uno de sus clientes más asiduos, especialmente a la hora de hacer un pedido a domicilio. “Es una gran ventaja, porque no me gusta salir mucho. Acudo al delivery unas dos o tres veces a la semana para solicitar lácteos, gaseosas, cervezas”.

    Hace un mes, Smart Delivery lanzó una aplicación móvil para ofrecer el servicio a domicilio, desde una alternativa digital.

    Sin necesidad de un registro previo, es posible visualizar en la ‘app’ una oferta de 600 productos. El cliente va sumando los artículos y cantidades deseadas a un carrito de compra virtual.

    Una vez que se conoce qué monto se debe cancelar, se solicita cargar un perfil y los datos para la factura. El pago se hace en el momento de la entrega, con la modalidad escogida por el cliente.

    Juan Carlos Araujo fue el primer cliente que hizo un pedido por la ‘app’. “Me sorprendió. Es muy intuitiva y fácil de usar”, comenta. También destacó la variedad de productos y los buenos tiempos en las entregas delivery.

    Adrián Ordóñez enseña la aplicación móvil para el servicio delivery, que fue lanzada hace un mes. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
    Adrián Ordóñez enseña la aplicación móvil para el servicio delivery, que fue lanzada hace un mes. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
  • Los regalos a domicilio son su negocio y alegría

    Redacción Quito

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    Un sentimiento y una emoción. Así describe Gissela Pérez a su negocio Sincerité, que se especializa en la entrega de regalos a domicilio.

    Las canastas de chocolates, los desayunos, los peluches y objetos personalizados son algunos de los productos que pueden pedir los clientes de este emprendimiento, que nació en el 2007.

    La idea surgió de esa alegría que genera regalar algo a un ser querido, pero no cualquier cosa: algo diferente y con valor agregado.

    Comenzó su emprendimiento con la entrega de desayunos a domicilio. Al principio entregaban un desayuno en una canasta. Hoy han variado y la entrega se realiza en un desayunador de madera.

    La oferta de este negocio incrementó: tienen 10 tipos de desayunos. El producto no solo tiene alimentos sino regalos como chocolates, globos metalizados, peluches o una taza.

    Esta último puede ser personalizado con una foto o con algún logo que le guste al consumidor. “Queremos transmitir la alegría de las personas al momento de hacer un presente a su ser querido”, manifiesta Pérez, quien labora junto a tres personas en este negocio.

    Los precios de los desayunos oscilan entre USD 20 y 50, dependiendo de los productos que contengan los desayunos. Por ejemplo, el de tipo empresarial tiene cerca de 10 artículos como sánduches, jugo natural, barra de chocolate, jarrón de porcelana, globos, lazos y una tarjeta.
    El mes anterior este negocio vendió 80 desayunos en la ciudad. Sincerité ofrece sus servicios en el centro, norte y sur.

    Para Pérez, la confianza y la puntualidad son dos de sus fuertes ya que con eso han logrado posicionarse en el mercado de las ventas a domicilio. Las entregas se realizan de dos formas: motorizados (dos empleados) y en vehículo, en el caso de entrega de flores.

    Desde Sincerité se indicó que sus productos son elaborados por manos ecuatorianas y su cobertura es internacional, ya que sus clientes son migrantes ecuatorianos que buscan hacer un presente a sus familiares en el país.

    Una de las anécdotas que recuerda ella y su esposo es la entrega de un regalo de un migrante. Unos padres hicieron el regalo a su hijo que vivía en el país. “La emoción del niño y de los padres fue indescriptible. No tiene nombre”, indicó al emprendedora.

    Este negocio produce su oferta de desayunos en su domicilio, ubicado en el norte de la capital.

    La inversión de este negocio alcanzó los USD 6 000. Mientras que las ventas oscilan entre los USD 1 500 y 2 000.

    Andrea Sanabria es una de sus clientes. Ella envió un regalo a su pareja porque quería sorprenderlo y lo logró ya que a él le gustan esa clase de presentes. “La experiencia es gratificante porque ayuda a mostrar el cariño hacia una persona. Es un regalo ideal que se lo hace en toda fecha”.

    Los productos de Sincerité pueden ser entregados en toda ocasión especial. Por ejemplo: los bautizos o ‘baby shower’ porque ofrece regalos para bebés. Estos presentes están entre los USD 35 y 50.

    También hay alternativas para cumpleaños con regalos personalizados como tazas con diferentes motivos. Si usted está de aniversario puede optar por una almohada con la foto de su pareja y suya.

    Este tipo de regalos están entre USD 18 y 95. Este último incluye una caja de whisky.
    Pérez planea nuevas sorpresas para este año, que incluyen nueva imagen en la página de Facebook y de la web para que sea más dinámica y amigable. Además ofrecerá la opción de compras en línea.

    “Eso hará que la compra y venta sea una mejor experiencia”, comenta la pequeña empresaria.
    Otra de las novedades que presentará este negocio es la entrega de nuevos productos nacionales dentro de su oferta de regalos. El objetivo es mejorar la experiencia de los clientes y generar sentimientos y emociones.

    Gissela Pérez levantó su negocio en 2007 y ofrece todo tipo de regalos para ocasiones especiales: cumpleaños, ‘baby shower’ y más. Foto:Julio Estrella/LÍDERES
    Gissela Pérez levantó su negocio en 2007 y ofrece todo tipo de regalos para ocasiones especiales: cumpleaños, ‘baby shower’ y más. Foto:Julio Estrella/LÍDERES
  • El negocio es el lavado de autos a domicilio

    Redacción Guayaquil

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    Prohibido desperdiciar agua para lavar un carro. Esa fue la consigna que aplicó Mariela Casanova, al momento de crear su emprendimiento Wash it, el cual le permite ahorrar tiempo y agua en la lavada de autos.

    Casanova cuenta que el negocio nació el año pasado cuando junto a su esposo se quedaron sin trabajo. Entonces hicieron un estudio de mercado en Puerto Azul, donde viven y hallaron que los moradores prefieren que les vayan a lavar los autos a sus domicilios.

    Así nació Wash it, que significa Lávalo en español, con un capital de USD 500 que fue utilizado para comprar aspiradoras de mano, mochilas y productos de limpieza.
    Luego se realizó una convocatoria para contratar a los ‘waserhers’, seis jóvenes, dos de ellos mujeres que realizan los lavados en las casas de los clientes.

    En cada lavado utilizan sólo un galón de agua por vehículo, gracias a que han creado su propia línea de productos de limpieza. Los cuales tienen polímeros que al ponerlos en la superficie del automotor separa las partículas de suciedad de la carrocería. Tras un minuto, el líquido se retira con unos paños con microfibras.

    Según Casanova, quien es publicista de profesión, al igual que su esposo, su emprendimiento crece con buen ritmo. Dice que cada quincena y a fin de mes registra entre 6 a 10 lavadas diarias por USD 8 para los vehículos pequeños y USD 9 , los más grandes.

    La lavada comprende, “el abrillantado de llantas y paneles, la aspirada por dentro y la puesta de aromatizantes”. Además el 70% de lo recaudado es para los waserhers y el restante para el emprendimiento, señala Casanova.

    La manera de contactarlos es a través de las redes sociales o de su página web. “Los clientes me llaman a mi número, me dicen la dirección y yo me comunicó con el waserher para que vaya a la dirección con los implementos”.

    Carlos Torres, es cliente del negocio y dice que le gusta por la rapidez y el método que utilizan. “No me piden nada solo llegan, lavan el carro y se van. Es rápido y ahorran agua”, manifiesta.

    Casanova cuenta que entre sus metas para este año está llegar a otras ciudades con su negocio y realizar el lanzamiento de una aplicación para celulares.

    Mariela Casanova, de 37 años, es  copropietaria del negocio. Ella decidió emprender en octubre pasado cuando fue despedida. Foto: Joffre Flores / LIDERES
    Mariela Casanova, de 37 años, es copropietaria del negocio. Ella decidió emprender en octubre pasado cuando fue despedida. Foto: Joffre Flores / LIDERES
  • El chef y sus platillos llegan a domicilio

    Valeria Heredia

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    Una hamburguesa de portobello con queso y verduras es uno de los platillos que se puede degustar en una fiesta familiar o en un encuentro con amigos. A este plato se añaden unas papas artesanales y un aderezo gourmet. A simple vista, este plato se puede conseguir en un restaurante, pero también tiene la opción de llamar al chef para que lo prepare en casa.

    Este es el emprendimiento de David Loaiza; su negocio se llama 1800 Chef y consiste en llevar a un experto en la cocina para que prepare la comida en su domicilio.

    La idea nació a inicios de este año y ya tiene una buena acogida entre los amantes de la cocina. Loaiza junto a su novia Paula León levantaron este emprendimiento. “Tenemos un trato más directo y nuestro objetivo es que nuestra cocina se conozca en todos los niveles”, explica el joven.

    La dinámica es sencilla. La persona interesada solo tiene que llamar a los teléfonos 099 810 2033 o al 099 779 1385 para hacer la reservación del chef. Si es una reunión familiar pequeña puede llamar con dos días de anticipación. Si es una fiesta grande se recomienda hacerlo con más días, ya que el servicio es personalizado y el chef se reúne con la familia para hablar sobre el presupuesto y el menú.

    Ese es uno de los plus, ya que Loaiza se acomoda al precio que sugiera su cliente.
    Por ejemplo, si una persona tiene previsto gastar USD 20 por persona. El chef, que hizo sus estudios en Ecuador y Venezuela, acomoda el menú para que alcance para el plato, los chefs contratados, la limpieza después del evento y demás detalles.

    Andrés Palma y su esposa hicieron una cena familiar hace unas semanas atrás. Les llamó la atención el anuncio en la página de Facebook y contrataron los servicios de Palma. El joven y su familia quedaron fascinados, porque el servicio fue de calidad. Además no tuvieron que preocuparse por arreglar la cocina porque el chef lo hizo todo: preparó una deliciosa comida de carne y vegetariana y limpio la vajilla.

    Palma volvería a contratar y recomendaría los servicios de 1800 chef. “El servicio es muy bueno”.

    La facturación de este emprendimiento es positiva, ya que alcanza los USD 600 al mes. “No es malo y esperamos mejorar en noviembre y diciembre por fiestas”.

    La inversión, en el momento, no es muy alta: alcanza los USD 1 000 e incluye los utensilios, uniformes, publicidad, etc.

    1800 Chef además ofrece el servicio de vajilla, meseros y más. Incluso, hay personas que piden que el experto culinario lleve los ingredientes. Eso ahorra tiempo y es más cómodo para ellos, dice.

    Este emprendimiento se proyecta como una empresa a escala nacional y que abra las puertas a más chefs. Su novia Paula ayudó a impulsar este negocio, porque es una apasionada de la buena comida. Ella es la encargada de comunicación, cotizaciones y servicio al cliente.

    Incluso se encarga de recibir las llamadas, redes sociales y el correo (1800chefec@gmail.com). Para León es importante tener confianza con el cliente para que abran las puertas del hogar. Además, que tienen la oportunidad de conversar con el chef, preguntar sobre las recetas…

    Este es el emprendimiento de David Loaiza; su negocio se llama 1800 Chef y consiste en llevar a un experto en la cocina para que prepare la comida en su domicilio. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
    Este es el emprendimiento de David Loaiza; su negocio se llama 1800 Chef y consiste en llevar a un experto en la cocina para que prepare la comida en su domicilio. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
  • Regalos al gusto del cliente llegan a domicilio

    Washington Paspuel

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    Sus creaciones son el resultado de los deseos de sus clientes, pero con un toque profesional.
    Así resume la universitaria guayaquileña Suaenny Zambrano su emprendimiento, que consiste en la entrega a domicilio de detalles personalizados.

    El negocio lo empezó a inicios de este año, con poca inversión. Lo hizo luego de una experiencia agridulce con un primer emprendimiento, que lo inició en el 2014 y consistía en el servicio a domicilio de maquillaje y cuidado capilar.

    Zambrano, una especialista en estética capilar de 24 años , empezó a ofrecer sus servicios dentro de la urbanización donde habita, La Joya, un amplio conjunto residencial desarrollado en varias etapas, en la parroquia La Aurora, vecina de Guayaquil.

    En ese negocio invirtió USD 15 000, pero no prosperó por dificultades con la Administración de la urbanización. De esa primera experiencia Zambrano ganó clientes.

    A finales de enero pasado esta emprendedora empezó a promocionar junto con su esposo, Daniel Avellán, un ingeniero en sistemas, el servicio de entrega a domicilio de detalles personalizados. “Mi esposo me impulsó en este emprendimiento y como tengo habilidad para la elaboración de manualidades decidí seguir adelante”, manifestó.

    Shopall.ec, el nombre de este emprendimiento, ofrece sus detalles a través de las redes sociales, especialmente en Whatsapp, Facebook e Instagram. Con las primeras ventas la pareja reinvirtió en la compra de material, herramientas y en ampliar la promoción de su servicio personalizado.

    Muchos de los clientes habituales de este emprendimiento se contactan a través del servicio de mensajería Whatsapp, donde establecen el nombre de la persona a quien quieren que se envíe el detalle, la ubicación donde enviarlo, y lo que quieren regalar, de entre las opciones de Shopall.ec

    Esta iniciativa ofrece pequeños cubos de diferentes materiales que contienen en su interior fotos, mensajes, detalles como chocolates, frutas, arreglos florales, etc. Todos van acompañados de cartas o mensajes, según la ocasión.

    También, ofrecen globos, peluches gigantes o tarjetas personalizadas. “Son detalles que se pueden adecuar y entregar a una persona especial en su domicilio”, menciona Zambrano, quien tiene su taller en su residencia.

    Este emprendimiento comercializa un promedio de 20 detalles semanales, cuyos precios van desde los USD 15 hasta los 180, por un peluche gigante. Cuando el destinatario recibe el obsequio, Zambrano hace una foto de la entrega para que el cliente sepa que su detalle fue bien recibido.

    Uno de los detalles creados por Shopall.ec es el bautizado como cajita explosiva: un cubo formado de fotografías, cartas, tarjetas o mensajes especiales para el destinatario, que lleva globos, luces LED, dulces o frutas, según lo prefieran los clientes. También, son muy solicitadas las cajitas con diseños de equipos de fútbol.

    Avellán, esposo de Zambrano, indicó que esperan ampliar su negocio, si es posible con la inversión de socios estratégicos. La meta en corto plazo es abrir una tienda on line en una red social en la que los clientes puedan hacer sus pagos directos y luego llegar a los centros comerciales.

    Para Angee Cabrera, una clienta usual, los detalles personalizados a domicilio son muy útiles. “Hace dos meses le envié a mi esposo una cajita con chocolates. Le encantó”, manifestó.

    La universitaria Suaenny Zambrano elabora detalles personalizados a pedido, que entrega a domicilio. Foto: Wladimir Torres para LÍDERES
    La universitaria Suaenny Zambrano elabora detalles personalizados a pedido, que entrega a domicilio. Foto: Wladimir Torres para LÍDERES