La Universidad de Especialidades Espiritu Santo (UEES), a través de la ESAI Business School, firmó, el pasado 30 de octubre, el SAP University Alliance. Este es un programa integral al que más de 3 500 instituciones educativas, de al menos 113 países, han accedido para integrar las últimas tecnologías del sistema informático, para la administración empresarial (SAP, por sus siglas en inglés) a la enseñanza en sus instituciones.
El convenio suscrito con la firma alemana facultará que los alumnos de la UEES utilicen las soluciones de software producidas por el sistema, con el mismo material de entrenamiento con el que SAP forma a sus empleados y socios de negocios.
El acuerdo convierte a la institución educativa de Guayaquil en el primer socio estratégico universitario que busca desarrollar las competencias claves en el uso y aprovechamiento del software SAP Business One, para las empresas que buscan insertarse a la era digital.
Con esta nueva herramienta, la comunidad estudiantil y el público en general podrán acceder a las soluciones informáticas que ofrece la multinacional, que están enfocadas en el fomento de estrategias para construir empresas inteligentes. Además se brindará asesoría a organizaciones de todos los tamaños, para que logren sus metas y propósitos con la utilización de herramientas digitales.
Según informó la institución, esta iniciativa tiene como objetivo impulsar la transformación digital e innovar en la comunidad empresarial ecuatoriana.
La UEES y SAP, entendiendo la necesidad que tienen más de 600 empresas que usan el software en Ecuador, desarrollará, a través de programas de formación, las competencias adecuadas en el uso y aprovechamiento de la plataforma Business One. De acuerdo con la universidad, esta sinergia permitirá que las empresas de Ecuador continúen creciendo de manera sostenible, “aportando al desarrollo económico de nuestra sociedad”.
En la actualidad, la UEES mantiene convenios con distintas universidades y empresas a escala mundial para la ejecución de programas de cooperación, así como de intercambio estudiantil. De esta manera, la institución optimiza la formación profesional de sus alumnos al conocer otros países y mercados de América, Asia y Europa.
El objetivo del acuerdo es ofrecer a la comunidad estudiantil nuevas herramientas tecnológicas de aprendizaje. Foto: Cortesía UEES
El impacto más fuerte que las firmas locales tuvieron que afrontar de cara a la pandemia fue la adaptación de su plantilla a nuevos modelos de oficina. La forma híbrida que combina el trabajo a distancia (teletrabajo) con el presencial es la “boya salvavidas” de las organizaciones, para continuar operando luego de la reactivación paulatina de actividades en el Ecuador.
Ana Muñoz es de Guayaquil y trabaja para el sector público. En los 10 años que lleva en la institución, en marzo, fue la primera vez que no asistiría a su oficina a cumplir su jornada habitual. La mujer tomó lo más esencial de su escritorio y lo llevó a su domicilio para insertarse en el teletrabajo.
Sin embargo, en mayo, cuando el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) nacional permitió un aforo de hasta el 50% en las instituciones públicas, retomó su jornada tradicional pero solo dos días a la semana.
Para Patricio Benavides, gerente de Selecta, asistir dos días de trabajo presencial por semana es una cifra óptima para lograr un equilibrio entre la vida personal y profesional en la nueva normalidad. La fusión es la muestra clara de un modelo híbrido de oficina.
Sin embargo, para Benavides, aplicar esta modalidad es un desafío para las empresas si no tienen la madurez adecuada. Por ello, según el experto es preciso tomar en cuenta al menos dos factores para que la forma híbrida sea exitosa dentro de la organización.
La primera es definir claramente qué parte de la plantilla estará dentro de esta modalidad. Es necesario reconocer en qué cargos se vuelve indispensable realizar el trabajo de forma presencial. Este elemento es importante tenerlo claro, ya que hay empleados que tienen todo su mobiliario de oficina en casa y se vuelve más complicada la movilización.
El orden es otro punto para considerar. Según Benavides es importante armar un calendario para que de esta manera el monitoreo de actividades sea más fácil.
El estudio ‘Resetting Normal’ realizado por Adecco a escala mundial demuestra que tres de cada cuatro personas quisieran insertarse en una modalidad de trabajo híbrida, es decir, una que combine el trabajo en casa con el trabajo en la oficina.
Sebastián Lima, director de calidad y servicio de Adecco Ecuador, señala que, para el próximo año, va a primar la implementación de lo híbrido para dar flexibilidad a las empresas.
El experto asegura que mudar a esta metodología hace que las compañías estén más orientadas a la consecución de objetivos y resultados, por lo que, definir KPI (Indicadores clave de desempeño, por sus siglas en inglés), con cada miembro del equipo es fundamental.
“Los espacios de trabajo remoto pueden convertirse en modelos impersonales y es el reto que las empresas deben asumir. Implementar estrategias de atracción, retención talento, motivación a sus empleados y líderes con inteligencia emocional como competencia altamente desarrollada”, destaca el especialista.
Esta reinvención de la modalidad de trabajo tradicional también supone cambios dentro de los requisitos por parte de los reclutadores, señala la gestora de talento humano, Anna Carrozzini. Los empleadores deben ser claros con los candidatos desde un inicio. Por ejemplo, si entre los elementos a considerar para un nuevo puesto están el nivel de escolaridad del postulante y el salario tentativo también se debe especificar la forma de trabajo que puede ser presencial, híbrida o remota (teletrabajo).
Y, a este factor, sumar cuál va a ser el soporte que dará la empresa al nuevo empleado, en el caso de que no cuente con los elementos necesarios para trabajar. “Si bien supone un ahorro, las organizaciones deben estar conscientes que no todos los candidatos están en igualdad de condiciones”.
75% % de la nómina de una empresa estaría dispuesta a trabajar bajo esta modalidad en el mundo
Organizaciones ponen en marcha los nuevos modelos de oficina que emergieron por la pandemia. La adaptación a estas modalidades les representa un desafío.
El Banco Mundial anunció la semana pasada que estaba deteniendo la publicación de su famoso ranking “Doing Business”, para investigar presuntas irregularidades en la recolección de los datos con los que clasifica anualmente el clima de negocios e inversión en los países, y que suscitaron una controversia por una baja en la calificación a Chile, durante el gobierno de Michelle Bachelet.
El organismo indicó quellevará a cabo una revisión sistemática de los cambios en los datos de los últimos cinco informes de Doing Business, y que auditores independientes investigarán la recopilación de datos y los procesos de revisión.
“La publicación del informe Doing Business se detendrá mientras realizamos nuestra evaluación”, indicó el banco. El estudio ha sido controvertido durante mucho tiempo porque clasifica a los países basándose en indicadores sobre cómo sus burocracias y regulaciones gubernamentales afectan -y a menudo limitan- su atractivo como destinos para la inversión empresarial.
El informe Doing Business más reciente, publicado en octubre de 2019, mostró que los países de A. Latina quedaron rezagados.
MEMO DE LA SEMANA Nunca fue algo que estuviera en mi radar, hasta que los dolores articulares como consecuencia de la influenza me impidieron llevar una vida normal. Fue entonces cuando por primera vez escuché del cannabis como alternativa contra el dolor, aunque para ese entonces era ilegal.
Hoy, al excluirse a la variedad no psicoactiva de esta planta dentro de las sustancias sujetas a fiscalización, se abrió la oportunidad para que la industria farmacéutica incursione en la fabricación de medicinas a base de la misma y que los pacientes con fuertes dolores encuentren una opción en el mercado.
Las nuevas regulaciones también permitirán el cultivo y producción de otra variedad de la planta: el cáñamo. Este tiene utilidad en las industrias de la construcción, textil, etc.
Para el sector privado, esto trae una opción para reactivarse tras la crisis económica, que profundizó la pandemia. Pero no es una panacea, sino una alternativa que debe desarrollarse con base en análisis financieros y planificación productiva estratégica.
La colaboración del Gobierno es clave. De este, los empresarios esperan normas claras, que permitan invertir y operar.
La pandemia modificó los hábitos de consumo de la ciudadanía, ocasionando un marcado repunte en de la demanda de ciertos productos, tales como medicinas y alimentos, mientras que otros artículos decayeron. El abrupto cambio motivó a empresarios a dar un giro a los negocios e incursionar en nuevas áreas, con miras a sobrevivir a la crisis.
Aunque no existe un dato concreto de cuántas empresas en el país se ‘reinventaron’, lo cierto es que en todos los segmentos hay muestras de esta transformación. Desde pequeños emprendimientos hasta grandes compañías volcaron sus esfuerzos hacia nuevos caminos, con tal de evitar el cierre y mantener plazas de trabajo.
Un caso es Corporación Azende, que a los pocos días de iniciar el estado de excepción (16 de marzo) dejó de fabricar el licor Zhumir para producir alcohol y gel.
Otra muestra es el sector textil y de confección. A raíz de la emergencia sanitaria, sondeos ciudadanos evidencian que los clientes desplazaron sus preferencias por adquirir prendas de vestir.
La caída en ventas fue precipitada. Según datos de la Asociación de Industrias Textiles del Ecuador (AITE), entre enero y abril de este año hubo una caída del 93% frente al mismo período del 2019.
Ante esa realidad, más fábricas y comercializadoras empezaron a confeccionar los productos que cobraron mayor demanda debido a la emergencia sanitaria, como mascarillas, tapabocas, trajes de bioseguridad, prendas para personal de la salud y ahora incluso se elaboran líneas de ropa a base de telas antifluidos con cubrebocas adaptados.
No obstante, dar este giro no ha sido sencillo para los negocios formales, porque las mascarillas, al igual que otros productos, requieren de registro sanitario que acredite su calidad y el trámite para obtenerlo es lento, comenta Javier Díaz, titular de la AITE.
Para tener una idea, alrededor de dos meses tardó la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa) en conceder los permisos a solo cinco empresas agremiadas a la AITE.
Hasta el 17 de junio, la Arcsa ha aprobado 238 tipos de mascarillas que en su mayoría son de fabricantes ecuatorianos y chinos.
La transformación del sector textil, así como el crecimiento de las entregas a domicilio de distintos productos, tuvo un efecto colateral positivo en empresas de la industria gráfica, puesto que se volcaron a elaborar cajas y demás materiales de paquetería.
Esto ha dado un poco de oxígeno financiero a ciertas imprentas, luego de que la producción de libros y textos escolares para instituciones públicas enfrentó problemas de distribución, además de que varias empresas recibieron como pago bonos del Estado, difíciles de negociar en la bolsa.
Así lo comentó Mauricio Miranda, presidente del Sector Gráfico de la Cámara de la Pequeña y Mediana Empresa de Pichincha (Capeipi), en mayo pasado. La situación de la industria gráfica sigue todavía compleja.
Para dar un giro a las actividades tradicionales, sin mayores inversiones, las empresas deben aprovechar el potencial de su maquinaria instalada, reflexiona Andrés Robalino, portavoz de la Cámara de Industrias, Producción y Empleo (Cipem) de Cuenca.
La reinvención, agrega Robalino, no solo se concentra en la parte industrial sino también en la comercialización y distribución.
El confinamiento social llevó a que los empresarios incursionasen en el comercio electrónico y las entregas a domicilio, lo que permitió generar ventas por medios que antes eran poco usados por algunas firmas.
Esa ha sido la vía por la que más ha apostado la industria maderera y que ha potenciado los ingresos. Además, se dio más énfasis en la elaboración de muebles para el teletrabajo y estudios en el hogar, ahorrando espacios, comentó Christian Riofrío, titular de la Asociación Ecuatoriana de Industriales de la Madera.
La emergencia sanitaria hizo que entre marzo y mayo se movieran alrededor de USD 500 millones en ventas en línea, lo que representa casi un tercio de todo lo generado en el 2019, según la Cámara de Comercio Electrónico. Se proyecta que en este año, las ventas ‘online’ alcancen los USD 2 200 millones. 500 millones de dólares en ventas en línea se realizaron entre marzo y mayo del 2020
La empresa textil Hilacril concentró sus operaciones en fabricar mascarillas y trajes de protección. Foto: Cortesía Hilacril
Charles Darwin, el creador de la teoría evolutiva y quien se inspiró en Galápagos para sus investigaciones, dio a conocer en su obra la importancia de la adaptación para la supervivencia de las especies en el mundo.
En términos más coloquiales implica “o te adaptas y evoluciones o mueres”. Algunas empresas, tras la pandemia, entendieron el mensaje e incluso optaron por cambiar el giro de sus negocios para seguir activas y proteger la mayor cantidad de empleos.
Para otras, la adaptación llegó cuando entendieron que tenían que digitalizarse para satisfacer a consumidores con necesidades urgentes, pero con pocas posibilidades para acercarse a un negocio físico por cuestiones de bioseguridad.
En el proceso de transformación, algunos negocios han encontrado aliados como las entidades del sistema financiero nacional, a través de créditos para capital de trabajo. Están también todas aquellas organizaciones que ofrecen mentorías, para entender con más claridad qué camino se deben seguir.
Además, la innovación como estrategia empresarial es un eje fundamental para adaptarse a la nueva normalidad y sobrevivir.
La lectura se ha convertido en una actividad que está ocupando el tiempo de muchos emprendedores y empresarios ecuatorianos durante la cuarentena, por la emergencia sanitaria generada por el covid-19. Uno de ellos es Esteban Prexl, quien retomó la lectura de dos obras que tenía pendientes desde hace varios meses.
Uno de esos libros lleva por nombre ‘Los primeros 90 días’ y fue escrito por Michael Watkins. Considerada por The Economist como la ‘biblia de las transiciones’, la publicación habla de la importancia de establecer estrategias para ayudar a las empresas a acelerar el cambio de función de sus empleados, un escenario que seguramente se volverá más común en los próximos meses.
El presidente de Caridel, una empresa de medicina prepagada, agrega que el libro de Watkins es una lectura que puede ayudar a aquellos líderes que llegan a dirigir una nueva empresa o tienen un nuevo emprendimiento, “el autor te presenta estrategias -dice- que sirven para conocer mejor tu mercado, tus productos y tus clientes”.
El otro libro al que volvió, durante estos días, es ‘Piense y hágase rico’ de Napoleón Hill. Las reflexiones que aparecen en este libro son el resultado de 20 años de investigaciones que el autor hizo sobre los hombres más ricos de su época, sobre todo, del famoso industrial Andrew Carnegie.
Para Prexl una de las ideas más interesantes de este libro es la necesidad de que el empresario tenga claro que el éxito es el resultado de la lucha constante por alcanzar los objetivos propuestos.
En su biblioteca abundan los libros de planificación estratégica, como ‘The balanced scorecard’ de Robert Kaplan y David Norton. Uno de los aportes más interesantes de estos autores es el Cuadro de Mando Integral, un modelo basado en múltiples experiencias que permite coordinar la reflexión estratégica con la implantación a corto plazo del control y la evaluación de resultados.
“Este cuadro ayuda a que las empresas tengan un norte y lo apliquen, así como a que los líderes empresariales entiendan que los objetivos son importantes pero también la creación de indicadores y el cumplimiento de resultados”.
En su biblioteca personal también hay libros sobre el manejo de la inteligencia emocional. Uno de ellos es ‘Inteligencia Emocional, influencia y persuasión’, que es parte de la colección de Harvard Business Review. Sostiene que esta publicación puede servir a los líderes de las empresas al momento de gestionar situaciones que pueden generar conflictos.
Prexl está convencido de que los libros son una de las herramientas más útiles para los líderes empresariales. “En los estudios formales -sostiene- se apela mucho a ciertas metodologías, mientras que en los libros puedes encontrar un abanico de visiones con estrategias prácticas para ser aplicadas en la vida cotidiana empresarial”.
Fuera del mundo empresarial uno de sus autores favoritos es el peruano Mario Vargas Llosa. El último libro que leyó de este autor es ‘La llamada de la tribu’.
Esteban Prexl con algunos de sus libros, en su hogar. Foto: Cortesía
La ética empresarial vuelve al debate tras la presentación de un estudio. La investigación titulada Ética Empresarial dice que el 27% de la población evalúa de manera favorable el comportamiento ético de las empresas, otro 27% lo califica como neutro y un 46% dice que es desfavorable.
El documento fue presentado la semana pasada y se centra en aspectos como cultura ética, claridad normativa, coherencia de la jefatura, transparencia de la información, reportes y denuncias, reconocimiento y sanción, atmósfera de confianza, entre otros.
En lo que se refiere a cultura ética, el estudio señala que los colaboradores de empresas privadas y públicas perciben muy bajos incentivos que les faciliten un adecuado comportamiento ético. Además, los consultados consideran, en general, que existe claridad normativa respecto al comportamiento ético en sus organizaciones y la coherencia de actitud ética de sus supervisores.
En la transparencia de la información, el 79% de los consultados denunciaría algún comportamiento no ético. Se añade que los adultos entre 36 y 45 años son los que menos transparencia e información perciben.
El estudio también midió el comportamiento antiético en las empresas del país. El 12% cree que ha aumentado, el 27% dice que se ha mantenido, el 36% opina que ha disminuido y el 24% de los consultados percibe que no existe un comportamiento antiético.
Estos datos se encuentran en el documento elaborado por el Comité Empresarial Ecuatoriano, la Cámara de Comercio de Quito, Advance Consultora, Banco Pichincha, Schlumberger, Itabsa, Tanasa y Proesa. El objetivo es aportar a construir un mejor país fortaleciendo el comportamiento ético de las organizaciones y diseñar una herramienta que proporcione un marco de referencia para gestionar la ética empresarial.
Entre los consultados para levantar los datos estuvieron empleados de áreas administrativas, profesionales, supervisores, vendedores, operarios y gerentes. Se entrevistaron a empleados públicos (30%) y privados (70%). Ignacio Maldonado, vicepresidente ejecutivo de Negocios de Banco Pichincha, comentó la presentación del estudio. Él cree que para generar una cultura de ética empresarial es necesario tener principios laborales justos y finanzas responsables. “La conciencia del nuevo empresario, el capitalismo consciente, implica no solo enfocarse en resultados económicos, sino en cómo ser parte del desarrollo del país”.
Para Maldonado, los códigos de conducta son una herramienta válida, pero no es suficiente. “A través de un código debemos generar un canal a través del cual las personas pueden hacer una denuncia, por corrupción, acoso, abuso. En el banco hemos implementado el canal para que el personal del banco haga denuncias bajo confidencialidad”. Lo relevante es que se conozca el impacto inmediato de estas situaciones, dice el vocero de Banco Pichincha.
Luiz Pirolo, gerente de Itabsa, Tanasa y Proesa, se refirió al cumplimiento de compromisos como un eslabón más de la ética empresarial. “Hablar de los compromisos en las empresas es fundamental para dar seguridad a los empleados. El ejecutivo cree que al hablar con los empleados las cosas salen mejor. “Así sabemos los límites y tenemos las reglas claras desde el principio”.
El estudio también se enfocó en el quiebre de confianza que generan ciertos comportamientos en las empresas. El conflicto de intereses, corrupción de algún tipo, tráfico de influencias, irregularidades en contrataciones y despidos e incumplimiento de compromisos frente a los empleados, son de los incidentes más vistos en las empresas. Estos están en el grupo de las faltas más graves.
Además, de acuerdo con la investigación, “solo el 2,3% de los colaboradores no percibe ningún incidente antiético en su organización en el último año”.
La sociedad está atenta con lo que pasa en la empresa
El trabajo de las empresas en la lucha contra conductas antiéticas es fundamental. Las organizaciones enfrentan comportamientos riesgosos que van desde los conflictos de intereses, el tráfico de influencias, el desconocimiento de los derechos de los clientes, hasta irregularidades en contrataciones, gastos inadecuados, incumplimientos de los compromisos, entre otros, según el estudio Ética Empresarial.
Para Bruce Horowitz, del centro de Estudios de Situaciones de Soborno, Extorsión y Coerción, frente a la corrupción las empresas necesitan reglas claras, transparencia y saber si están cumpliendo con el sentido de justicia. “Si queremos ayudar a la empresa hay que capacitar a la gente para conseguir algo sin una coima, por ejemplo”, dice este abogado.
La lucha contra la corrupción es tarea de todos afirmó Nelson Baldeón, Co-Champion MIT Reap Ecuador, en su intervención en la presentación del estudio. Él considera que la corrupción afecta a toda sociedad, “Esta no es solo una problemática de los gobiernos ni de las empresas, es también de los ciudadanos. Por eso, la responsabilidad de todos en combatirla”.
Las empresas que participaron en la elaboración del estudio entienden el valor de tener una gestión transparente para generar confianza y negocios a largo plazo. Ignacio Maldonado, vicepresidente ejecutivo de Negocios de Banco Pichincha, indicó que la entidad tiene USD 10 000 millones en activos, 6 000 empleados y más de 3 millones de clientes. “Por todo eso hay que blindar al banco, porque es un eje de la economía y factor determinante del desarrollo. Tenemos que blindarnos ante este virus”.
Para Mónica Villagómez, presidenta de la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) Ecuador, la ética es un estilo de vida que debe ser adoptado por las empresas y por sus colaboradores, para generar mayor productividad y competitividad. “Debe partir de la libertad del individuo que, por conciencia, decide sujetarse a valores para tener una mejor convivencia”, asegura Villagómez.
Marcelo Paredes, presidente del Instituto de Dirección de Proyectos Ecuador, añade que los valores empresariales deben estar establecidos con normas claras, y que los miembros de la empresa deban seguir y trabajar acorde a ellas. “El desempeño laboral de una persona no solo influye en el trabajo y reputación de quien está involucrado. Es un aporte que se hace a la sociedad”, comenta Paredes.
Esta analista añade que el papel de los líderes de las compañías es fundamental. Ellos son los encargados de transmitir la ética en sus equipos de trabajo. “Los trabajadores de la organización consciente o inconscientemente tratan de parecerse a la máxima autoridad y si esta no tiene principios bien cimentados, no puede transmitirlos a los subordinados”, afirma Paredes.
Si una empresa está pasando un mal momento económico y tiene la posibilidad de hacer un negocio que no es lícito, el líder es la persona indicada para evitar este tipo de situaciones, comenta Daniel Dávalos, gerente general de la consultora de recursos humanos Selecta.
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Una investigación señala que el 27% de la población evalúa de manera favorable el comportamiento ético de las empresas. El estudio también aborda el quiebre de confianza que generan ciertos comportamientos como conflicto de intereses, corrupción, tráfico de influencias, etc.
Las oportunidades de inversión en Ecuador se debate este miércoles, 30 de mayo del 2018, en Quito, en el encuentro denominado Invirtiendo en el futuro del Ecuador.
La cita es organizada por Americas Society Council of the Americas (AS/COA) con el apoyo del Gobierno ecuatoriano. En el foro, que se efectúa desde las 11:00 en el Swissotel, está prevista la participación del presidente de la República, Lenín Moreno, parte de su gabinete y empresarios ecuatorianos.
Ésta es la primera conferencia de AS/COA en Ecuador en cerca de una década y en ella se debatirán las oportunidades de inversión bajo la actual administración, según un comunicado.
“Estamos encantados de apoyar a Ecuador en su estrategia para atraer nuevas inversiones e impulsar la cooperación y la integración en la región”, expresó Susan Segal, Presidenta y CEO de Americas Society/Council of the Americas. “Estoy convencida de que el sector privado, en asocio con el sector público, va a jugar un papel muy importante en ayudar al país a consolidar su proyecto de crecimiento económico con inclusión social”.
Fundada en 1965, AS/COA es una organización que agrupa a más de 200 empresas de alcance regional y global. Su objetivo es promover el desarrollo económico y social de las Américas, reuniendo a líderes de los sectores público y privado para debatir los temas claves de la región.
Los ministros de Finanzas, Richard Martínez, y de Comercio Exterior, Pablo Campana, participarán en el foro empresarial. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
El podio del ranking empresarial 2018 mantiene a los mismos actores del año anterior. Corporación Favorita, Conecel y Corporación El Rosado se mantienen, en ese orden, como las tres compañías con mayores ingresos, según reporta la Superintendencia de Compañías, Valores y Seguros.
Esas empresas ocuparon la misma ubicación en el ranking del año pasado. Los datos indican que Corporación Favorita tuvo ingresos, en el 2017, por USD 1 948 millones; Conecel sumó ventas por 1 305 millones; y Corporación El Rosado registró ingresos por USD 1 063 millones. La primera y tercera registraron un crecimiento frente a los ingresos que tuvieron en el 2016.
El ranking que publica el organismo de control se elabora con la información que presentan las compañías, mediante sus balances. Según la página web de la Superintendencia de Compañías, 54 384 empresas presentaron sus balances, mientras que 28 822 no lo han hecho.
Al revisar el ‘top ten’ del ranking empresarial se observa los mismos protagonistas, con solo dos cambios: salieron Otecel y Consorcio Shuhufindi e ingresaron General Motors y Primax.
Los voceros de General Motors explican que, para recuperar los indicadores, una de las estrategias aplicadas fue la optimización de procesos. También incidió la reactivación económica del país.
Para Roberto Anker y Daniel Steiner, socios de la firma Proventus, especializada en expansión, financiamiento y desinversiones empresariales, el 2017 fue un mejor año frente al 2016. “El terremoto y la situación económica afectaron a las compañías en 2016”.
También anotan que en la recuperación hubo dos ritmos: uno para las empresas que estuvieron muy golpeados por salvaguardias y por la dificultad de acceder a crédito. “Allí están sectores como vehículos y electrodomésticos, ambos sintieron un repunte al igual que alimentos y retail”.
Los voceros de Proventus dicen que en la recuperación no se incluyen segmentos como la construcción. “En general los afectados son los que implican decisiones de mayor plazo, inversión en nuevas líneas de producción”. Ese fue el segundo ritmo.
¿Hay una recuperación económica? Anker y Steiner comentan que la mejoría del 2017 se sintió más en el segundo semestre, “pero aún no está enraizada”. Otro criterio es el de Pablo Carrera, catedrático de la Universidad San Francisco de Quito. Él comenta que en los 10 primeros puestos del ranking empresarial se encuentran compañías grandes con un gran músculo financiero, experiencia en el mercado, lo que les vuelve muy poderosas con una barrera muy alta para igualarlas.
Carrera anota que existe una reducción del 33,86% al 5,84% en las utilidades del 2016 al 2017. “Lo que nos hace pensar que existen dos posibilidades: una es que las empresas sacrificaron sus márgenes de utilidad para poder mantener casi el mismo nivel de ventas respecto al 2016”. La segunda posibilidad es que existe un problema estructural de costos, derivado por ineficiencias administrativas.
Carrera tampoco cree que la economía ya se encuentre estable. Una muestra es la reducción del 20,8% en activos de las empresas del ‘top ten’ del ranking. “Con esto se concluye que hubo desinversión por parte de las empresas más grandes”.
La inversión disminuye La inversión empresarial disminuyó al comparar cifras del 2015, 2016 y 2017. En el primer año el monto fue por USD 3 015 millones. Para el 2016 la cifra disminuyó un 50% hasta los 1 506 millones y el año anterior bajó a 1 375 millones.
Así consta en el estudio ‘Panorama de la inversión empresarial en el Ecuador 2013- 2017’, elaborado por la Superintendencia de Compañías y presentado en abril de este año.
Un denominador común es que la inversión se concentra en constituciones y domiciliaciones, en lugar de aumentos de capital. “La proporción de inversión en aumentos de capitales es 13 veces mayor a la correspondiente a inversión por constitución y domiciliación de compañías”, se lee en el estudio de la Superintendencia de Compañías.
Otro dato que presenta el documento ‘Panorama de la inversión empresarial en el Ecuador’ señala que en el 2016 se evidencia una caída del 15% en el número de compañías constituidas y un decrecimiento del 31% en el número de compañías que realizaron aumentos de capital. Esto se explica, en parte, por la contracción que sufrió la economía ecuatoriana en ese año, debido a los bajos precios del petróleo y a la apreciación del dólar americano.
En el 2017, añade el organismo, el país estuvo acompañado de un débil crecimiento económico junto a tasas negativas de crecimiento inflacionario (situación conocida como estanflación), debido a los bajos precios del crudo, principal fuente de ingresos del país.
Al menos cuatro fortalezas tiene el sector societario La versatilidad de compañías de sectores que no constan en el ‘top ten’ del ranking de la Superintendencia de Compañías, Valores y Seguros (SCVS) permite que tengan importantes posibilidades de crecimiento durante este año.
Paul McEvoy, gerente general de la Bolsa de Valores de Quito (BVQ), considera que en este grupo se encuentran las que adoptan buenas prácticas ambientales, responsabilidad y gobernanza, las del sector minero, las que producen artículos de exportación con valor agregado, etc.
Las oportunidades no solo son para las firmas existentes sino para aquellas por nacer. La simplicidad y celeridad, a través de procesos digitales, para constituir compañías por la SCVS son uno de los factores que han ayudado.
Para el sector societario, en general, son fortalezas la “unificación del régimen de vigilancia, auditoría, intervención, control y supervisión, mercado de valores y seguros a manos de la Superintendencia de Compañías”, indica McEvoy.
Patricio Alarcón, presidente de la Cámara de Comercio de Quito, cree que también ha ayudado a las compañías la definición de diferentes estrategias de crecimiento.
General Motors, que está dentro del top ten en ingresos de la SCVS, explica que uno de los elementos que aplicaron para salir de la “difícil situación del 2016” fue la optimización de procesos para asegurar un crecimiento rentable y sostenido de la empresa. Sin embargo, la empresa reconoce que la reactivación económica y, a su vez, de la industria han contribuido a la recuperación.
Esteban Acosta, director comercial y de operaciones para Perú y Ecuador de GM Sudamérica, explica que en 2017 la firma registró “un crecimiento de 44,8% en el número de unidades vendidas, frente al 65,3% de crecimiento de la industria. Eso significó un aumento del 50,3% en nuestras ventas”.
Mientras que Pronaca, que también está en el ranking, explica que ha superado retos relacionados con la búsqueda de eficiencias con procesos y la innovación de productos.
Wilson Araque, director del área gestión de la Universidad Andina Simón Bolívar, considera también entre las fortalezas del sector societario la posibilidad de hacer trámites más rápido que organizaciones de otros segmentos, por contar con personería jurídica, y un mejor acceso al financiamiento, por dos vías.
Con esto último se refiere a que las empresas pueden solicitar créditos a las entidades financieras, cuya garantía está en el patrimonio empresarial, y el acceso al mercado de valores, a través de cuyas operaciones se obtiene financiamiento.
Gonzalo Cucalón, vicepresidente de la Asociación de Casas de Valores (Asocaval), dice que “si bien hay años en los que los montos de transacciones han subido y otros en los que han bajado, las empresas presentes y con trayectoria han podido contar constantemente con el mercado de valores para financiarse”.
Añade que en el último año, incluso, con la recuperación de ciertos indicadores, los costos de financiamiento para algunas empresas han bajado notablemente. Y los inversionistas han podido hacer que su patrimonio crezca, incluso, durante estos tiempos de crisis. Sin embargo, existe una debilidad en el área bursátil que no precisamente está relacionada a su estructura.
Desde Asocaval se explica que “un problema es la falta de conocimiento de parte de muchos actores acerca de cómo el mercado de valores puede ayudarles. Aún hay muchas empresas, de todos los tamaños, que tienen miedo o muchos actores del sector público que no tienen claro cómo el mercado de valores puede apoyar a canalizar inversión para las empresas del país”.
Un estudio de la Bolsa de Valores de Quito (BVQ) del 2017, proporcionado por la CCQ, muestra que menos del 0,5% de las empresas usan el financiamiento del mercado de capitales.
Sin embargo, la BVQ explica que este sector tiene ventajas como la posibilidad para que accedan al mismo compañías de todos los segmentos; tiene mejores condiciones de tasas de interés y mayores plazos, entre otros aspectos.
General Motors está en del top ten por ingresos de la Superintendencia. Foto: Cortesía General Motors