¿Cómo trabaja la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (Unctad) para impulsar emprendimientos inclusivos? Desde la Unctad promovemos, por un lado, políticas y estrategias para el emprendimiento y, por otro lado, la difusión de las capacidades empresariales blandas. En Ecuador tenemos dos aliados muy importantes: la Alianza para el Emprendimiento y la Innovación (AEI) para la estrategia y políticas, y Conquito, con el programa Empretec, para la capacitación y la metodología.
¿Cuál es la situación actual de Ecuador en relación con el desarrollo de emprendimientos inclusivos? Ecuador se conoce por tener grandes logros en este sentido. En el 2014 empezamos con la AEI a implementar una guía para el fomento de iniciativas empresariales. Nosotros les llevamos la metodología, la adaptamos con ellos y empezamos a trabajar en la articulación de una estrategia empresarial. No se trataba de una receta, sino de algo que se cambia según las prioridades de los aliados públicos y privados. Buscábamos que se contase con una Ley de Emprendimiento y esta normativa por fin llegó.
¿Por qué, actualmente, en el mundo se habla tanto de emprendimientos inclusivos? Es un momento importante. Hay un cambio de paradigma. Según los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), al emprendimiento no solo se lo ve como algo para contribuir al crecimiento económico y la generación de empleo, sino también como un medio para el desarrollo, la inclusión social, la reducción de la pobreza y el respeto al medioambiente.
¿Cuál es el papel del emprendedor en estos negocios? Se vuelve actor de inclusión social y de sostenibilidad.
¿En qué se diferencian los emprendimientos inclusivos de otros, en general? En el cambio de paradigma, que no es menor. Un emprendimiento inclusivo es uno que busca ser comercialmente viable y tener un impacto social, estar dirigido hacia la comunidad y las personas que más necesitan. El emprendedor desarrolla esa actividad para resolver un problema de un grupo humano o del medioambiente.
¿Las ganancias no importan en este tipo de negocios? No es que no sean importantes, sino que no es el criterio principal por el cual se emprende. El negocio inclusivo, se debe decir, no es caritativo porque es comercialmente viable. Viene de la conciencia y de las ganas de tener un impacto positivo en la sociedad.
¿Se puede hablar de empresas sociales en el mundo? Todavía no se habla mucho de eso, pero hay. Es algo que está viniendo. Ahora estamos trabajando en la visión de la estrategia 2030, que no puede no tener a la inclusión social y a la sostenibilidad como ejes.
¿Cómo está trabajando Ecuador en cuanto al desarrollo de empresas sociales? En Ecuador la demanda no está madura, pero sí están muchas empresas sociales. Está viniendo esta tendencia, tanto a escala de políticas como de negocios. Pacari es lo más famoso acá.
Como Unctad, ¿qué estrategias están generando para impulsar a estos negocios? En Ginebra, sede de la ONU, organizamos eventos, plataformas, etc. Nos hemos dado cuenta de que en el mundo entero, en cualquier país, hay una nueva generación de jóvenes con conciencia social y ambiental muy fuerte. Emprenden porque sienten la presión de resolver un problema.
¿Qué casos conoce? Hay un médico de Nigeria que desarrolló kits sanitarios para nacimientos, a USD 5, que se llaman Help Moms. Los creó porque muchas mujeres en África utilizan vidrios para cortar el cordón umbilical. Él, con su kit, vende un producto para cortar, que está esterilizado; ayuda en lo sanitario. También está el caso de un biólogo que veía que debido al calor, las vacunas llegaban dañadas a varias poblaciones. Él inventó una mochila refrigerada; ahora, la gente tiene acceso a vacunas en buen estado.
¿En Ecuador? Debo citar el caso de Guillermo Jarrín, de Tippytea (empresa de comercio justo que adquiere sus insumos a mujeres indígenas de la zona andina), y Demetrio Santander, de Huaycana (procesa y comercializa guayusa; trabaja con poblaciones indígenas de la Amazonía como proveedores). Son negocios con mucha sensibilidad en relación con el precio que pagan: hasta un 30% más alto que el regular. Se incluye a mujeres como proveedoras y toman en cuenta la sostenibilidad. Son empresarios que lo hacen bien.
¿Los emprendimientos inclusivos surgen más en los países en vías de desarrollo? Es algo que se ve en todo el mundo. Pero se debe decir que no es algo de los países desarrollados, algo de lujo. En Ecuador, por ejemplo, existen empresarios con sensibilidad y que tienen éxito.
¿Qué se debe hacer para destacar con emprendimientos inclusivos y empresas sociales? Hay que saber hacia dónde está apuntando el mundo. Estoy convencida de que los negocios tradicionales ya no son posibles. Las empresas están cambiando. Por ejemplo, existen los temas de certificación B, criterios de sostenibilidad, comercio justo, entre otros. La existencia de los ODS ayuda mucho en este proceso de transformación de las compañías.
¿Cómo? Las empresas, usualmente las grandes, se sienten presionadas a cumplir con los mismos.
¿Qué tanto puede crecer un negocio inclusivo o una empresa social, tomando en cuenta que hay grupos sociales con los que se busca participar pero están en muy malas condiciones de vida? Una persona que está en esas condiciones es alguien que no tiene energía, tiempo ni posibilidad para emprender. Pero sí tiene algo de eso es un empresario cualquiera. Lo que hay que hacer es darle apoyo para formalizarse, establecerse y volverse un actor de la economía local, pagando impuestos y generando empleo. Su origen no cambia nada.
Hoja de vida Formación. Tiene un máster en Emprendimiento e Innovación de la Universidad de Luiss Guido Carli de Italia. Tiene un doctorado en Economía en UNU – Merit. Se trata de la Universidad de las Naciones Unidas – Instituto de Investigación Económica y Social de Maastricht sobre Innovación y Tecnología, que se encuentra en los Países Bajos. Trabajo. Tiene 22 años de experiencia como oficial de las Naciones Unidas (ONU). Actualmente desempeña el cargo de directora de Asuntos Económicos de la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (Unctad).
La directora de Asuntos Económicos de la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (Unctad) habla sobre emprendimientos inclusivos. Más jóvenes desarrollan iniciativas para resolver problemas sociales y ambientales. Foto: Armando Prado / LÍDERES
Tomando como referencia las enseñanzas de su padre, el magnate mexicanoCarlos Slimcuenta hoy con una fortuna estimada en más de USD 64 000 millones, gracias a una serie de principios empresariales como la flexibilidadlaboral, un alto nivel de exigencia, la productividad o la reinversión de beneficios.
Slim (Ciudad de México, 28 de enero de 1940) sintetiza en diez puntos su filosofía empresarial, que él considera que, al transmitir a familiares, colaboradores y equipo de trabajo, han llevado tanto al conglomerado Carso como a América Móvil a situarse entre las firmas más poderosas de América Latina.
Este es el decálogo impulsado por Slim, quien este martes 28 de enero de 2020 cumple 80 años, en el seno de sus empresas:
1. Estructuras simples, organizaciones con mínimos niveles jerárquicos, desarrollo humano y formación interna de las funciones ejecutivas. Flexibilidad y rapidez en las decisiones. Operar con las ventajas de la empresa pequeña hacen grandes a las grandes empresas.
2. Mantener la austeridad en tiempos de vacas gordas, pues fortalece, capitaliza y acelera el desarrollo de la empresa, asimismo evita los amargos ajustes drásticos en épocas de crisis.
3. Siempre activos en la modernización, crecimiento, capacitación, calidad, simplificación y mejora incansable de los procesos productivos. Incrementar la productividad, competitividad, reducir gastos y costos guiados siempre por las más altas referencias mundiales.
4. La empresa nunca debe limitarse a la medida del propietario o del administrador. No hay que sentirse grande en nuestros pequeños corralitos.
5. No hay reto que no podamos alcanzar trabajando unidos con claridad de objetivos y conociendo los instrumentos.
6. El dinero que sale de la empresa se evapora. Por eso reinvertimos las utilidades.
7. La creatividad empresarial no sólo es aplicable a los negocios, sino también a la solución de muchos de los problemas de nuestros países. Colaboramos a través de la Fundación Carlos Slim.
8. El optimismo firme y paciente siempre rinde sus frutos.
9. Todos los tiempos son buenos para quienes saben trabajar y tienen con qué hacerlo.
10. La premisa es y siempre ha sido tener muy presente que nos vamos sin nada; que sólo podemos hacer las cosas en vida y que el empresario es un creador de riqueza que administra temporalmente.
Analistaseconómicos han destacado que, además de estos diez puntos, el actuar de Slim en los negocios -de quien se destaca también su sencillez y austeridad– se ha caracterizado por orientar las inversiones y planes de crecimiento a largo plazo, con un buen olfato para la compraventa de activos, la diversificación de empresas y la rapidez en las decisiones.
Fotografía de archivo fechada el 18 de octubre de 2019, que muestra al magnate mexicano, Carlos Slim, mientras reacciona en una rueda de prensa, en Ciudad de México (México). Foto: Archivo EFE
Al igual que los individuos, las empresas nacen con identidad, evolucionan con ella, cambian a lo largo de su existencia, sufren retrocesos, tienen crisis de identidad, maduran, declinan y, en algunos casos, fenecen.
Aunque el propósito primario de las empresas es generar riqueza, sin duda también contribuyen para la realización humana y profesional. Detrás de la sostenibilidad y permanencia de las empresas, está la concreción de sueños y metas; está la estabilidad material y emocional de incontables familias.
No hay que perder de vista que las empresas son entes vivos, creados por seres humanos concretos. En tal sentido, las organizaciones reflejan la personalidad de quienes las manejan. Hay estilos empresariales que se convierten en modelos, en referentes, detrás de los cuales hay formas de liderazgo efectivas.
En su conjunto, la manera de hacer empresa determina el curso de la economía de un país. El modelo empresarial ecuatoriano, puntualmente, construido a lo largo de estos últimos veinte años, es producto de una mentalidad específica, una manera de entender la realidad local y global, de una forma de concebir la economía, el mercado, la responsabilidad social y la gestión de los recursos humanos.
Elaborar un perfil del inversionista y empresario ecuatoriano, en función de su temperamento, de su formación, de sus experiencias prácticas, de su visión social, de sus convicciones políticas, de su filosofía de vida, de su manera de entender el capital y su función respecto del ser humano, es una tarea compleja.
En general, solo se puede hablar, quizás, de estilos conservadores y progresistas, de mentalidades abiertas o cerradas. Puntualmente, de qué tamaño ven el mundo, cuánto quieren explorar otros mercados, otras economías y culturas; qué percepción tienen de los productos y servicios que ofrecen sus empresas; si se sienten competitivos o no. Qué miedos y reparos tienen, más allá de riesgos potenciales, para atreverse a crecer.
El empresario que no se educa de manera continua, que no abre su horizonte mental, difícilmente podrá establecer dentro de su propia organización un modelo de desarrollo continuo.
Alguien que no lee, que no reflexiona, que no tiene hábitos de vida expansivos y saludables; que no cuenta con un grupo de apoyo, que no se vincula con otros empresarios, que no guarda un equilibrio entre el trabajo y el ocio, entre los afanes empresariales y la familia, no tendrá una visión humanista y progresista de su compañía.
En ese sentido, la clase emprendedora ecuatoriana tiene trecho que recorrer. Alcanzar una cultura personal, que luego se refleje en la organización, exige de otras facultades, más allá de la habilidad para hacer negocios.
Las dos décadas pasadas, los empresarios ecuatorianos se vieron abocados a replantearse sus modelos empresariales domésticos, urgidos por la vorágine de la globalización, por el crecimiento de la economía y de los mercados regionales.
Las herramientas tecnológicas han sido importantes para insertarse en el nuevo contexto global, pero más que eso, el cambio de mentalidad que han experimentado; especialmente durante la década pasada.
Empresarios se dieron cita el jueves pasado en la Casa de la Música, en Quito, para celebrar el septuagésimo noveno aniversario de la Cámara de Industrias y Producción (CIP). Foto: Julio Estrella/LÍDERES
La biblioteca de Carlos Ribadeneira es un espejo de sus gustos y pasiones. Ahí está ‘Génesis’, un libro de gran formato, que reúne el trabajo del fotógrafo brasileño Sebastião Salgado; otro que recopila la obra del pintor austríacoGustav Klimt; más allá, cerca de un Quijote pintado por Stornaiolo, libros de jazz; y la obra completa de uno de sus referentes literarios, el peruano Mario Vargas Llosa.
Para Ribadeneira, miembro del Tribunal de Honor y Disciplina de la Cámara de la Pequeña Industria de Pichincha, el arte y la literatura siempre han sido una constante. Desde sus años colegiales en los que leyó ‘Las venas abiertas de América Latina’, de Eduardo Galeano, hasta ahora, que intercala las lecturas de novelas históricas con los libros de Harry Potter. La lectura del famoso mago creado por J. K. Rowling -cuenta- es parte de la complicidad que ha entablado con sus nietos. “Tengo que estar actualizado en sus gustos literarios. Esa es una forma para involucrarme en sus mundos”.
Ribadeneira no es de los lectores que se encariña con una temática o un autor específico. Si un libro llega a sus manos y le gusta, lo lee a veces de un solo tirón y otras con ciertas pausas. Su última lectura fue ‘El hombre que amaba los perros’, del cubano Leonardo Padura. Un libro que cuenta la historia de Ramón Mercader, el hombre que asesinó a León Trotski.
Durante la lectura de esta obra, Ribadeneira cuenta que hizo varias pausas para ‘googlear’ datos que le llamaron la atención. Sobre todo, los que tienen que ver con la Guerra Civil Española. “Ahora, cuando leo algo que me interesa, lo investigo. Una de las cosas que me llamaron la atención es cómo España fue utilizada como terreno de experimentación para la Segunda Guerra Mundial”.
Uno de los libros al que siempre vuelve también tiene un filón histórico. ‘Memorias de Adriano’, de Marguerite Yourcenar, la obra que narra las memorias de este emperador del siglo II, ha influenciado en su vida familiar y empresarial. Ribadeneira resalta que la valía de esta lectura está en que invita a que el lector piense y reflexione. “Es un libro -dice- al que hay que leerlo de forma pausada”.
Volviendo a Vargas Llosa, cuenta que ha leído toda su obra desde ‘La ciudad y los perros’ pasando por ‘La Fiesta del Chivo’, hasta una des su últimas novelas, ‘El héroe discreto’. Junto a los libros del Premio Nobel del 2010 hay obras de autores locales como Carlos Arcos Cabrera, Javier Vásconez e Iván Égüez
Ribadeneira comparte el gusto de la lectura con Ximena Montalvo, su esposa. “La conocí con un libro bajo el brazo”. Eso fue una de las cosas que le llamaron la atención de su personalidad. Juntos, hace unos años, armaron una pequeña biblioteca para que sea utilizada por sus empleados.
Este empresario se define como un lector de la vieja guardia, de esos que no cambian el libro físico por nada y que encuentra placer en visitar librerías locales. Cuando comenzó a armar su biblioteca compraba libros al peso. Ahora no escatima pagar sobreprecio cada vez que trae un libro, de gran formato, del extranjero.
Carlos Ribadeneira, en la biblioteca de su casa ubicada en El Condado. Foto: Diego Pallero / LÍDERES
Marco Subía conocía del trabajo de Francis Mallmann antes de que los seguidores de ‘Chef’s Table’, una de las series más populares de Netflix, vieran cómo este cocinero transformó la gastronomía argentina.
Todo lo que el Presidente de la Asociación de Representantes de Líneas Aéreas sabe de Mallmann lo leyó en ‘Siete Fuegos, Mi Cocina Argentina’, un libro con más de mil recetas y donde este cocinero habla de cómo el fuego se convirtió en la esencia de su cocina.
El mundo de la gastronomía sedujo a Subía desde muy joven. Desde sus años universitarios, cocinar y comprar libros de cocina se convirtieron en dos actividades que realizaba con frecuencia.
En su casa, ubicada en el norte de Quito, hay decenas de libros sobre Derecho, es abogado por la Universidad Católica. Pero de los que prefiere hablar es sobre su pequeña biblioteca de libros gastronómicos.
Una de las alacenas de su cocina -un espacio donde otros seguramente ponen utensilios o especias- él la atiborró de libros de chefs y de recetas de distintas latitudes, entre ellas de Italia.
En la biblioteca de Subía se cuentan clásicos del mundo culinario como ‘Graham Kerr’s Kitchen’, de Graham Kerr o el último libro de Susana Tee, ‘Pescado y marisco, del mar a la mesa’, que se compró hace dos semanas.
La cocina y la lectura, en la vida de Subía, están vinculadas al recuerdo de su padre. “Mi papá era un gran lector. Todo el tiempo estaba con un libro en la mano.
Lo que más le gustaba era los libros de biografías y los de historia, sobre todo de la Segunda Guerra Mundial”, dice.
En el mundo lector de Subía, el derecho también ha sido uno de los personajes principales. Ha leído toda la Enciclopedia de Derecho Aeronáutico. “Es mi biblia. En esta enciclopedia están todas las definiciones sobre derecho aéreo, que es mi especialidad”. A estos libros ha sumado la lectura cotidiana de los compendios de ediciones legales.
Fuera de las leyes y la gastronomía, Subía ha leído poco. Uno de los libros que lo marcó en sus años de adolescencia es ‘El Extranjero’, de Albert Camus, que se publicó en 1942 y que cuenta la historia de Meursault, un hombre que comete un crimen y que es enjuiciado. “La verdad lo leí por obligación, cuando estaba en el colegio, pero me enganché con la lectura”.
Ahora Subía solo lee lo que le interesa. Entre sus últimas lecturas está el libro que Pablo Cuvi escribió sobre Rodrigo Paz Delgado, el presidente honorario del club Liga de Quito. “Como todo los días paso leyendo cosas sobre contratos y leyes, en mi tiempo libre me dedico a hacer cosas que funcionan como escape a mi cotidianidad, ahí entra la cocina”.
Cada vez que entra a una librería, algo que hace con frecuencia dentro y fuera del país, va directo a la sección de gastronomía. Los libros que ha comprado van desde los que hablan métodos de cocción y maceración hasta los que tienen recetas ecuatorianas.
“No soy un lector de novelas o de libros de biografía, como mi padre, pero me fascinan los libros de cocina. Creo que lo importante de la lectura es que abre puertas”.
Marco Subía tiene en su casa una biblioteca llena de enciclopedias. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
Édison Garzón conformó y preside el colectivo ProponLe al Futuro, un gremio de más de 800 empresarios cercanos a Lenín Moreno. El movimiento plantea ajustes sobre el anticipo al Impuesto a la Renta y espera trabajar en el Consejo Consultivo de la Producción.
¿Cómo surgió el colectivo ProponLe al Futuro? El año pasado por casualidad estuve en EE.UU. y fui invitado al Consejo de las Américas (Council of the Americas) donde el ahora presidente electo, Lenín Moreno, expuso sobre las grandes oportunidades para la inversión en Ecuador. Allí estuvieron más de 70 inversionistas del mundo y, con mucho beneplácito escuché a un inversionista de un banco japonés sentado junto a mí: “Si este señor es lo suficientemente capaz de generar confianza, podríamos invertir en Ecuador”.
¿Usted estaba involucrado en un movimiento político? Yo jamás he estado en política, la he visto con respeto y de lejos. Sin embargo, en ese momento decidí acercarme al presidente electo y contarle quién era yo. Dirijo una de las 300 empresas más grandes del Ecuador, con un enfoque de conciencia social. Luego lo invité a participar en la colocación de la primera piedra de uno de mis proyectos de inversión y acudió.
¿ProponLe ya estaba constituido en ese entonces? Luego de dicho evento tuvimos una reunión algunos empresarios en Tungurahua. En ese momento entendí que desde la crítica no se construye, sino con la propuesta. Fue ahí que nació el colectivo, a favor de la candidatura de Lenín Moreno. Él dijo algo que impactó mucho: “No haremos nada para los empresarios, sin los empresarios”. Generó confianza y ese es el factor primordial para que exista dinamismo en la economía.
¿Cuántos empresarios conforman este nuevo colectivo? Más de 800 a escala nacional y seguimos recibiendo. Estos forman parte de sectores como el de la construcción, manufactura, bebidas, alimentos, automotriz, etc. De todos los tamaños. En ProponLe creemos que quien critica se estanca y quien propone, avanza.
¿Qué es ProponLe? No es una cámara de industriales, no es un cámara de comercio. Somos empresarios con conciencia social que creemos que hay que proponer para dar las mejores ideas y que el Gobierno tome las mejores decisiones con los empresarios.
¿ProponLe marca una ruptura con el esquema de cámaras que ha operado? Quien le habla es miembro de varias cámaras. No se trata de un ruptura, sino de encontrar espacios. Jamás hablamos ni de desconocer a las cámaras, ni de competir con ellas. Creemos que podemos trabajar junto con ellas. Estas tendrán un rol muy importante a futuro porque se debe aprovechar en lo que han avanzado y propuesto. El tema es que las cámaras últimamente han estado en la crítica y sí es importante inyectar una dosis de positivismo.
¿Es este el momento de que el sector productivo establezca soluciones? La posta está siendo entregada al sector productivo que, indistintamente de ideologías políticas, debe tener pensamiento positivo. Todos somos un país y debemos dinamizar la economía.
¿Se considera ProponLe como el nexo entre el Gobierno y los empresarios? Este colectivo de empresarios busca armonizar y convertirse en el puente, que quizá antes no estaba bien cimentado. Queremos ser el puente de diálogo entre el sector público y el privado.
¿Han mantenido reuniones con las cámaras? Hemos tenido encuentros con dirigentes de varias cámaras para poner en agenda las reuniones de trabajo. Somos respetuosos de los decretos que vaya emitir el Presidente luego del 24 de mayo, como el de la creación del Consejo Consultivo de la Producción. Esperamos las directrices y tendremos acercamientos con las cámaras. ¿Ustedes presidirán el Consejo Consultivo? Este lo está articulando el Presidente electo. Todos los sectores de la producción estarán presentes para presentar propuestas.
¿Alguno de los integrantes del colectivo formará parte del Gabinete presidencial? Creo que tenemos excelentes elementos dentro del colectivo, no solo para plantear nuevas ideas. En el Gabinete sí hace falta una dosis de empresarios que han vivido los momentos duros. Me refiero al empresario de a pie, el que día a día está haciendo empresa. Creo que hay muchos talentos. No nacimos con ese objetivo, pero elementos del colectivo en el Gabinete serían de mucho aporte.
¿Ya es un tema concreto? Todo es especulación. No hay nada concreto. Seguimos trabajando en lo que será el Consejo Consultivo de la Producción.
Usted habla permanentemente de proponer. ¿Cuáles son sus propuestas? Propusimos a Lenín dos grandes acuerdos. Uno por la inversión, la producción y el empleo; y la gran minga nacional agropecuaria.
¿Qué elementos incluye? El primero incluye optimización tributaria, más créditos de fácil acceso y largo plazo, mayor accesibilidad a las Zedes, facilidades para el emprendimiento, acceso a las Alianzas Público Privadas para todo tipo de empresarios, retornos de capitales a través de un régimen especial con bonificaciones para los mismos. Para eso hay ejemplos en la región.
En materia tributaria, ¿cuál es su propuesta? Creemos importante la reducción de algunos impuestos. El tema del anticipo al Impuesto a la Renta es uno de los que más flujo les ha quitado a los empresarios. Estamos pidiendo que se cambie la fórmula de cálculo. Todo consensuado entre el Consejo Consultivo de la Producción y el Servicio de Rentas Internas. Debemos analizar la revisión del anticipo en diferentes sectores.
¿Qué hacer para mantener las divisas? Puedo decir que el ecuatoriano se acostumbró al dólar y es lo que más va a defender Lenín Moreno. Hay que aportar para mantener la dolarización. Hemos analizado la eliminación del ISD para ciertos sectores. No podemos quitar indiscriminadamente el mismo.
El movimiento plantea ajustes sobre el anticipo al Impuesto a la Renta y espera trabajar en el Consejo Consultivo de la Producción. Foto: Glenda Giacometti / LÍDERES
Durante los últimos años, los intereses literarios de Patricio Alarcón, presidente de la Cámara de Comercio de Quito, se han enfocado en la vida de caudillos, líderes que a escala regional y global han dejado una huella imborrable en la sociedad.
Los libros sobre Hitler, Stalin, Chávez, Lenin, Castro y Velasco Ibarra ocupan un lugar importante en la biblioteca de su casa ubicada en Cumbayá y en su iPad, el dispositivo electrónico donde guarda sus nuevas lecturas.
El libro que está leyendo por estos días es ‘Lenin on the train’, de Catherine Merridale. Una novela ambientada en 1917, que cuenta el viaje que Lenin realizó a través de Alemania, Suecia y Finlandia, para regresar a San Petersburgo.
Hurgar en vidas como la de Lenin, Hitler y Stalin -también leyó el libro ‘Vidas Paralelas’- de Alan Bullock, le ha permitido a Alarcón encontrar conexiones con líderes políticos de la vida contemporánea. “A través de estas lecturas me di cuenta de que estos caudillos tienen rasgos en común que se reflejan a través de su carácter. Uno de ellos es la paranoia”.
Uno de los fenómenos sociales por el que más se ha interesado es la Revolución Cubana. En su biblioteca están libros como ‘Che Guevara: Valgo más vivo que muerto’, de Alberto Muller; ‘La vida oculta de Fidel Castro’, de Juan Reinaldo Sánchez, un relato contado en primera persona por su guardaespaldas; y ‘Cuba después de Fidel’, de Heinz Dieterich.
Al interés de Alarcón por libros sobre líderes políticos se suman lecturas relacionadas a la actualidad de la región. Uno de sus asesores literarios es el analista político Lolo Echeverría. El último libro que le recomendó tiene por título ‘Mujer, sexualidad, internet y política: los nuevos electores latinoamericanos’, de Jaime Durán Barba y Santiago Nieto. El libro publicado por la editorial Fondo de Cultura Económica está en una pequeña pila de libros que están en su escritorio.
Sobre este texto está ‘Historias del mundo’, de Jorge Ortiz. Este libro que recopila 39 relatos, de estilo periodístico, sobre episodios históricos que influyeron en el progreso de la humanidad, es una de las lecturas que más ha disfrutado. “El libro -dice- es un resumen de historias interesantes de cómo el ser humano ha evolucionado”.
Alarcón confiesa que no es un lector feroz, pero que cuando se engancha con una historia no la suelta hasta terminarla. “Para mí la lectura es un espacio para conocer más sobre otras visiones y formas de entender el mundo”.
El hábito lector de este empresario ha cambiado en los últimos años. En sus noches de lectura prefiere utilizar el iPad. En este dispositivo tiene una larga lista de libros entre los que se encuentran obras de Dan Brown, Steve Jobs y Paul Hawkins, la autora de ‘La chica del tren’, uno de los últimos best-seller mundiales.
Su última adquisición en Kindle fue la ‘La rebelión de Atlas’, un libro de Ayn Rand publicado en Estados Unidos, en 1957 que explica cómo el socialismo no es un sistema que genera valores prácticos en la sociedad.
Patricio Alarcón en la biblioteca de su casa, en el valle de Cumbayá. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
En el sector cooperativo, el microempresario se mantiene como el eje. Así lo reconocen entidades vinculadas con la economía popular y solidaria y que son fuentes de financiamiento.
Los microempresarios articulan una serie de actividades productivas que requieren recursos, entre las que se destacan la agricultura, la ganadería y el comercio. Esto lo asegura Edwin Égüez, gerente de la Cooperativa de Ahorro y Crédito 29 de Octubre. El titular de la entidad indica que las estrategias implementadas permiten lograr una mayor atención de los microempresario que buscan recursos económicos para sus negocios. “En la cooperativa estamos empeñados en cubrir las necesidades de este sector productivo”, afirma Égüez.
En la Red de Instituciones Financieras de Desarrollo (RFD), antes Red Financiera Rural, también están conscientes de que el pequeño y microempresario es vital para la evolución del sector cooperativo. Javier Vaca, director ejecutivo de la RFD, cuenta que quienes más se acercan a las entidades de la red en busca de financiamiento son los microempresarios que quieren crecer.
“La mayoría son dueños de pequeños negocios o personas que generan autoempleo que buscan capital de trabajo”. Antes, añade Vaca, iban al chulco, pero ahora ven una alternativa en las instituciones de la economía popular y solidaria, porque son reguladas y con experiencia.
En la actualidad, la RFD cuenta con 49 instituciones miembros, entre cooperativas de ahorro, bancos especializados en microcrédito y organizaciones no gubernamentales. Vaca detalla que el monto promedio de créditos en el sector subió de USD 2 000 hasta casi 5 000 en los últimos cuatro años. Pero advierte que ahora el microempresario evita endeudarse, y si lo hace es con montos menores.
Vaca aclara que esto no significa que el sector no tenga liquidez. “En la caída de la demanda de crédito ha pesado la situación macroeconómica del Ecuador de los últimos dos años y la incertidumbre generada por el ambiente político de este año”.
En esto coincide el gerente de la Cooperativa 29 de Octubre. Égüez dice que todo el sector cooperativo ha sentido una contracción de la demanda del crédito. “Hay liquidez y ahora esperamos señales de parte de las autoridades para que se reactive el microcrédito”.
La cooperativa tiene metas ambiciosas este año. En el 2016 colocó créditos por USD 150 millones y este año el objetivos es subir el monto hasta 172 o 175 millones. “Así se recuperará el tiempo perdido en años pasados”.
La Red de Instituciones Financieras de Desarrollo se enfoca en ayudar a dueños de pequeños negocios. Foto: cortesía RFD
La justicia brasileña condenó este martes 8 de marzo del 2016, al poderoso empresario brasileño Marcelo Odebrecht a 19 años y cuatro meses de cárcel por corrupción, lavado de dinero y asociación criminal en el último capítulo del multimillonario fraude a Petrobras.
El empresario de 47 años está en prisión desde hace casi nueve meses y presidió hasta diciembre pasado la constructora que lleva su apellido, además de ser uno de los más encumbrados hombres de negocios involucrados en el escándalo que desvió más de USD 2 000 millones de la petrolera.
El juez Sergio Moro que tramita la causa aseguró en su fallo -al que accedió la AFP – que las pruebas llevan a la conclusión de que “hubo ventaja indebida, o sea, sobornos, pagados por el grupo empresarial (Odebrecht) a los agentes de Petrobras» porque «no fue identificada ninguna causa lícita para esas transferencias”.
Según el magistrado, los pagos ilegales hechos por la compañía a funcionarios de Petrobras sumaron 108,8 millones de reales (unos USD 28,7 millones) más otros USD 35 millones.
Marcelo Odebrecht fue condenado por haber cometido 11 veces el delito de corrupción activa y 50 veces el de lavado de dinero.
Junto con él, también recibieron condenas adicionales exdirectivos de la petrolera estatal ya detenidos por el “ Petrolao ” .
Élite La sentencia es el último desenlace de una megacausa que salpica a la élite empresarial y política de Brasil, que tiene derivaciones en varios países y cuyas consecuencias aún son inciertas.
Odebrecht es uno de los mayores conglomerados empresariales de ingeniería de América Latina, con presencia en 23 países y que antes de que eclosionara el escándalo facturaba cerca de USD 40 000 millones anuales.
Contactada por la AFP , la firma no hizo comentarios acerca de la condena.
La trama revelada por la denominada ‘Operación Lava Jato’ (lavadero de autos) echó luz sobre un esquema en el que grandes constructoras sobornaban a directivos de Petrobras apadrinados por partidos políticos para poder manipular las licitaciones y cobrar sobreprecios por las obras.
Según la investigación, cuyo pilar son las llamadas “delaciones premiadas” que permiten a los acusados firmar acuerdos de colaboración con las autoridades a cambio de una reducción de sus sentencias, los sobreprecios eran luego distribuidos entre los involucrados y distintas fuerzas políticas, predominantemente el gobernante Partido de los Trabajadores (PT, izquierda) y sus aliados.
La procuraduría de la República define el caso como un sistema de desvío de dinero que “beneficiaba a empresas que se enriquecían a costa del Estado, directivos de Petrobras que vendían favores, lavadores profesionales de dinero que pagaban sobornos y políticos y partidos que sustentaban a los directivos de Petrobras y a cambio recibían la mayor parte de los sobornos, que los enriquecían y financiaban sus campañas”.
Lula en la mira
Además de Odebrecht, la causa llevó a la detención de directivos de otras grandes constructoras como Camargo Correa o Andrade Gutierrez, el exjefe de gabinete del gobierno de Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2010) Jose Dirceu, el extesorero del PT Joao Vaccari, y hay decenas de legisladores con cargos vigentes en la mira de la justicia.
La semana pasada, la policía llevó a declarar forzadamente a Lula en el marco del megafraude, en una operación que recalentó el clima político en Brasil.
Con Brasil hundido en una recesión y una popularidad de apenas 11%, la presidenta Dilma Rousseff enfrenta dos procesos que podrían poner fin anticipadamente a su mandato, previsto hasta el 1 de enero de 2018, y que son impulsados por una oposición en guerra abierta contra su gobierno.
La procuraduría pidió a todos los acusados en las varias causas que agrupa la Operación Lava Jato un resarcimiento total de 14.500 millones de reales (unos USD 3 825 millones).
Marcelo Odebrecht fue condenado a 19 años de prisión por el caso de corrupción en Petrobras. Foto: AFP
La palabra crisis está en la mente del empresario, llega hasta la punta de la lengua y desde allí salta a las conversaciones en reuniones de trabajo, seminarios, capacitaciones, eventos sociales y hasta en el hogar.
Pocos niegan que la economía del Ecuador vive un momento complicado. Pero también hay quienes usan una frase, que por momentos se convierte en lugar común: “la crisis es sinónimo de oportunidad”. Los “empresarios de cepa” saben que esas seis palabras no son solo un ‘cliché’, sino que se trata de una manera de entender los negocios.
Para este 2016, que arranca con más sombras que luces, el optimismo empresarial es clave. Así lo sostienen empresarios, analistas y firmas que asesoran a grandes, medianas y pequeñas empresas.
Para mantener esa actitud, las empresas alistan planes y estrategias que incluyen afinar el manejo de flujo de caja, ajustes de precios, elaboración de presupuestos mensuales o trimestrales, pensar en posibles alianzas o fusiones, reducción de la jornada laboral sin eliminar puestos de trabajo, etc.
La firma de servicios profesionales Deloitte tiene algunas sugerencias: “es recomendable que los empresarios inicien el año con un análisis objetivo de la economía del país, del mercado en el que se desenvuelven y sus tendencias. Posteriormente, deben definir estrategias partiendo de una planificación clara y concisa”.
De manera puntual, Deloitte plantea una estrategia de gestión financiera con un seguimiento detallado del presupuesto para lograr una optimización en cuanto a costos y liquidez. La eficiencia en costos permite mantener márgenes positivos y la optimización de liquidez protege la rentabilidad de la compañía.
La gestión comercial es otra clave, porque ayuda a consolidar las relaciones con los clientes más representativos de una empresa. Deloitte recomienda un plan de marketing eficiente, que promocione los productos que generan mayores ingresos.
También, es importante dar seguimiento a las ventas realizadas, así como el asesoramiento continuo antes, durante y después del servicio. Lo anterior asegura el compromiso de la empresa con el cliente.
A estas acciones se suman otras ideas como promover la transparencia en la gestión hacia los grupos de interés, un manejo responsable de los recursos humanos y la incorporación de los objetivos de los trabajadores en las metas de la compañía.
Las crisis también pueden convertirse en oportunidades para emprender en nuevos segmentos del sector, potencializar en los que estaban descuidados, o diversificar la oferta. Así lo considera Xavier Ordeñana, director académico y de Investigación de la Escuela de Negocios Espae, de la Escuela Politécnica del Litoral. “No hay que volverse excesivamente defensivos en momentos de recesión”.
Este académico señala que en los momentos de crisis, en una empresa usualmente se va por lo más drástico: la reducción de personal. Pero esa medida no es la más adecuada, “porque en economía se sabe que las recesiones son cíclicas, y en algún momento se sale de ellas, aunque no sepamos cuándo”.
Ordeñana insiste en que el recorte de personal no es la mejor opción, porque luego la empresa tendrá que contratar nuevamente, lo que implica gastos en contratación y capacitación del nuevo personal.
El análisis minucioso de los gustos y preferencias de cliente es uno de los aspectos más importantes en esta época en el mercado. Esa estrategia la conocen muy bien multinacionales como Epson, que en Ecuador desde el 2015 empezó a potencializar la venta de equipos de impresión orientados más al hogar y a presupuestos menos abultados.
“Somos muy estratégicos en cambiar, en el momento en que el mercado lo requiera”, explica Karina Riofrío, gerenta de Epson en Ecuador. “En este momento estamos más con el usuario final, porque las condiciones del mercado cambiaron”, agrega la ejecutiva.
Para Ordeñana, en tiempos de crisis las empresas deben buscar la eficiencia operacional, escudriñar en cada parte de la estructura de la compañía, para encontrar dónde se pueden reducir costos. “De esa forma se puede hallar procesos en los que la empresa está siendo ineficiente. En algunos segmentos es probable incluso que se requiera contratar personal para entrenarlo, como por ejemplo en el caso de los servicios de atención al cliente”.
Innovación y la búsqueda de nuevos mercados, en la agenda
Santiago Stacey es cofundador de Kunachia. Esta empresa invirtió cerca de USD 400 000 en una nueva planta de producción que funcionará en Ambato. Foto: cortesía Kunachia
Frente a un 2016 con previsiones económicas adversas, lo último que debe hacer un empresario es quedarse cruzado de brazos. Ejecutivos y emprendedores consultados por LÍDERES señalan que no hay que tener miedo y es necesario salir a buscar oportunidades.
En Unilever Ecuador están conscientes de la situación y se declaran estar preparados para afrontar la crisis y aprovechar oportunidades. David Balladares, gerente de Comunicaciones y Sostenibilidad, explica que entre las estrategias para enfrentar la actual coyuntura está potencializar la producción local.
“La preferencia por productos fabricados en el país tiene una muy buena aceptación en el mercado, por ello estamos trabajando en la ampliación de nuestras actuales líneas, así como en desarrollar localmente ciertos productos”, dice Balladares.
El ejecutivo admite que en las oficinas locales de esta multinacional existe entusiasmo y que el plan de inversiones se mantiene. No solo se invertirá en maquinaria e infraestructura, sino también en innovaciones, lanzamientos de nuevos productos y publicidad. “En los últimos cinco años nuestras inversiones de capital superan los 80 millones de dólares”.
Para Balladares, el arranque del 2016 ha sido bastante alentador, pero advierte que Unilever está consciente de factores externos que no se los puede dejar fuera del radar, como el clima. “Las innovaciones están dentro de nuestro plan comercial. Esperamos cumplir a cabalidad nuestra programación para seguir presentando nuevos productos al mercado ecuatoriano y por eso auguramos un año positivo en ventas”.
El chocolate ecuatoriano atraviesa por un gran momento con marcas que crecen tanto en el país como en el extranjero. La firma Pacari ya está en 43 países y los planes de expansión continúan en este año, según su fundador, Santiago Peralta.
Él señala que nunca antes en la historia del país los ecuatorianos tuvieron tanto dinero como en los últimos años, ya sea en el banco, en inversiones, en el extranjero o en el ‘colchon bank’. “Pero ahora, con la economía en problemas la gente tiene miedo, nadie quiere sorpresas. Entonces, lo que hay que hacer es quitarse el miedo y tener seguridad en lo que se hace como empresario”.
Peralta, quien fundó Chocolates Pacari hace 10 años, se declara optimista y cuenta que a finales de este mes está por viajar a Japón y Taiwán. “La receta es seguir trabajando duro. Europa y Estados Unidos son nuestras prioridades y hay que conservar esos mercados. En los nuevos destinos, en cambio, hay que entender sus culturas, sus formas de consumir y de ver al chocolate y eso se logra con trabajo y dedicación”.
Para este año, la firma que dirige planea desarrollar nuevos productos para seguir compitiendo en el mercado ecuatoriano y en el extranjero. “Una gran crisis fue la de 1999 y si pasamos esa podemos pasar cualquiera”, asegura este empresario.
Los mercados extranjeros también son una oportunidad para las empresas locales en un año complicado. Kunachia, del sector de alimentos, cuenta que este segmento acusa un bajón en ventas desde septiembre del año pasado, pero eso no ha frenado los planes de este emprendimiento en expansión.
Con una inversión de unos USD 400 000, la empresa planea inaugurar estos días una planta de producción en Ambato. Con esto, el objetivo es consolidar sus exportaciones a Estados Unidos, concretamente a Sam’s Club, una cadena de tiendas de ventas al por mayor que es operada por Walmart, el gigante del retail, explica Carlos Gutiérrez, gerente de esta empresa ecuatoriana.
En la actualidad Kunachia llega a 350 supermercados de Walmart; ahora, con la nueva planta la meta es llegar a más de 600. “Lo que nos piden son volúmenes muy grandes que vamos a cumplir gracias a la nueva planta de producción”.
Además, Kunachia trabaja este año en el desarrollo de nuevos productos elaborados con quinua, verduras, arroz orgánico, entre otros. La expansión, según Gutiérrez, continuará este año con exportaciones a España. Así la empresa calcula que sus ventas (que en el 2015 fueron por cerca de USD 2,5 millones) “se multiplicarán por cuatro este año”.
El cliente merece una atención preferencial en estos tiempos
Itamar Rodríguez, subgerente comercial de Computron, muestra las tablets Xtratech que fabrica esta compañía, con 23 puntos de venta en el país. Foto: Archivo/ LÍDERES
Los cambios siempre tienen como precedente un detonador, y en el caso de las empresas, este puede ser una situación adversa del mercado. Las empresas que entienden que las crisis son generadoras de oportunidades, son las que sobreviven en el tiempo.
Así lo entienden firmas como Computron, comercializadora de artículos electrónicos para la oficina y el hogar, y fabricante de la marca de portátiles y tablets Xtratech. La compañía, con 23 puntos de venta en el país, empezó a sentir a mediados del 2015 la desaceleración de las ventas en artículos tecnológicos de gama alta.
Por el contrario, la firma observó que productos como las tablets empezaban nuevamente a repuntar, luego de un período de estancamiento. Actualmente, alrededor del 60% de las ventas totales de tablets de esta firma proviene de los modelos de su propia marca Xtratech. Para Itamar Rodríguez, subgerente comercial de la compañía, esto es el resultado de un cambio en el tipo de demandas de sus clientes.
Tradicionalmente las mayores ventas de esta cadena de productos electrónicos han venido de las ‘notebooks’, pero desde mediados del 2015 y con mayor fuerza a finales del mismo año empezaron a repuntar las tablets. “Los adolescentes las usan más que las portátiles por su facilidad de uso y la conectividad”, considera Rodríguez.
Esta firma analiza las estrategias de ventas para el 2016, considerando estos cambios en los gustos de sus clientes y en las nuevas condiciones del mercado, como la total eliminación de sobretasas para mediados de año. “Estamos enfocados en generar más volúmenes de ventas, con menos rentabilidad. La idea ante todo es mantener la marca en el cliente”.
Las firmas inmersas en el negocio de la comercialización de productos tecnológicos tienen el desafío de ofrecer artículos menos costosos, pero con las suficientes prestaciones, para mantener el interés de los compradores.
Es, en cierta medida, la estrategia que empezó a aplicar desde mediados del 2015 y mantendrá en el 2016 ElectroCenter, una firma guayaquileña importadora de artículos tecnológicos y componentes para computadoras y sistemas de audio.
Su gerente, Pablo Carpio, considera que era el momento de dar un giro al negocio cuando las ventas de sus productos estrella, las memorias fijas y portátiles (‘memory flash’) empezaron a retraerse. “No puedes tener en exhibición productos de alta gama, que por imposición de aranceles, llegaron a costar el doble”.
La compañía potenció su departamento de servicio al cliente, y de asistencia técnica, una fuente de ingresos que solía ser marginal. “Entendimos que la gente ya no busca tanto un computador o una portátil nueva, quieren repotenciar la que ya tienen, y estamos llenando esa demanda de servicio técnico”.
Esta firma, que tiene dos locales de ventas en el centro de Guayaquil, este año abrirá uno nuevo en el norte de la urbe, para ofrecer exclusivamente servicio técnico y la venta de los componentes.
Roberto Villacreses, director de Estudios y Proyectos de la Cámara de Comercio de Guayaquil, recuerda que en momentos de crisis las familias empiezan a cambiar sus hábitos de consumo, y las empresas deben ser conscientes de ello. “Si antes viajaban dos veces al año, probablemente ahora decidan viajar una sola vez. Las empresas deben identificar estos hábitos de consumo en su nicho de mercado”, dice el especialista.
En el caso de los artículos tecnológicos, tanto Rodríguez como Carpio coinciden en identificar con rapidez estos cambios y modificar sus estrategias, según las nuevas circunstancias del mercado. “Si antes comprabas una computadora y la cambiabas cada dos años, ahora tratas de que te dure más”, considera Carpio.
La estrategia de potenciar el servicio al cliente la comenzaron a utilizar, de forma más visible desde el 2015, las concesionarias de vehículos. Estos negocios ampliaron los días y los horarios de sus servicios de posventa, para mantener los ingresos, resentidos ante una bajón en la venta de vehículos nuevos.
“Este 2016 puede resultar un buen momento para empresas como estas para reforzar sus departamentos técnicos”, añade el director de Estudios de la Cámara de Comercio.
Las crisis también pueden convertirse en oportunidades para emprender en nuevos segmentos del sector. Ilustración: Ingimage