Etiqueta: familiar

  • La tradición familiar se conserva en sus productos

    Redacción Quito (I)

    Para las tres hermanas Grijalva, el amor por la comida fue algo que heredaron de su madre, María del Carmen Álvarez. Ellas recuerdan que en su hogar todos se reunían alrededor de los alimentos realizados con las ‘recetas de la abuela’. Con el afán de compartir estos sabores caseros y desarrollar un negocio propio, su madre decidió crear Grial. Este emprendimiento se dedica a comercializar conservas, salsas y mermeladas artesanales.

    “Todos le alentamos a que empezara este negocio, porque queríamos que otras personas también sientan el amor que ella transmitía a través de su cocina, con esos sabores tan hogareños y típicos”, comenta María del Carmen Grijalva, gerenta de Grial.

    En el 2005, la madre de Grijalva empezó el negocio en la cocina de su casa, con dos empleados. Ellos empacaron los productos finales en pequeños frascos y en una canasta; Álvarez, salió a vender sus conservas de puerta en puerta. Tras ocho años de trabajo, en el 2013, la salud de la madre de Grijalva empeoró y por esta razón una de sus hijas asumió el negocio.

    “Esos años fueron difíciles, porque teníamos que balancearnos entre el cuidado de mamá y el negocio. Este año ella falleció, pero su legado y amor por la cocina sigue con sus hijas y la marca que creó”, cuenta Grijalva.

    En la actualidad, todas las conservas, mermeladas y salsas de Grial se realizan en una planta de producción de 200 metros cuadrados, situada cerca de la Mitad del Mundo, en el noroccidente de Quito. Dispone de un cuarto frío, cocinas industriales, bodega, marmitas y pasteurizadora, todo avaluado en alrededor de USD 100 000 de inversión. La planta produce un promedio de 10 000 kilogramos de alimentos procesados, mensualmente. Casi el 90% de los ingredientes viene de un solo proveedor, de Cotacachi.

    Entre los “productos estrella”, como explica Grijalva, se encuentran los tomates en aceite de oliva, las alcachofas y pimientos morrones. Estos y el resto de conservas se comercializan en tres presentaciones: de 250 gramos, 1 kilogramo y 3 kilogramos.

    “Todo lo hacemos de manera ­artesanal, manteniendo las mismas recetas de mi madre y de mi abuela. Es por esta razón que empleamos a 14 personas, ya que muchos de los procesos no pueden ser industrializados, pues perderían la esencia de lo que somos”, agrega Grijalva.
    Aparte de los operarios, las emprendedoras cuentan con una ingeniera en procesos, una contadora e Isabel Grijalva, hermana de María del Carmen, que desde hace un par de meses empezó a encargarse de las ventas.

    Los productos, desde su inicio, han sido comercializados en la cadena Supermaxi y los restaurantes El Español. En los supermercados solo tienen en percha tres tipos de conservas y mermeladas, aunque proveen también los productos por kilo, para la sección de delicatessen. Con el objetivo de afianzarse en el mercado local han ingresado en pequeñas boutiques y restaurantes, como Sel et Lumiere, en el norte de Quito.

    “Apuntamos a trabajar con Grial, ya que el producto es realmente de calidad. Tenemos un plato que utiliza todos los productos y aparte vendemos los frascos. En el momento, la gente está muy interesada y está saliendo bien el producto”, afirma David Zea, propietario de Sel et Lumiere.

    Las empresarias esperan agregar dos nuevas opciones de salsas a los 12 productos que ya poseen en su portafolio. Como explica Grijalva, lo único que las detiene son los procesos de registro sanitario, que han “durado más de año y medio y todavía no salen”. Con la salsa de tomate y pesto esperan brindar más opciones, tanto de sal como de dulce al consumidor.

    Isabel y María del Carmen Grijalva trabajan directamente en la empresa, su otra hermana ayuda con ideas y decisiones desde el exterior. Foto:  Paúl Rivas / LÍDERES.
    Isabel y María del Carmen Grijalva trabajan directamente en la empresa, su otra hermana ayuda con ideas y decisiones desde el exterior. Foto: Paúl Rivas / LÍDERES.
  • Kronos: la tradición familiar está en la creación de nuevas fórmulas

    Thalie Ponce / LÍDERES

    Para saber gerenciar una empresa hay que empezar desde los bajos mandos. Es la filosofía de Renato Carló, gerente general de Kronos, una empresa familiar constituida por su padre, Nicolás Carló, en Guayaquil en 1977, que inició sus funciones en 1978.

    Este empresario recuerda que su padre trabajó como visitador médico y supervisor de Ecuador, Perú y Bolivia, para una firma farmacéutica, por más de 14 años. Paralelamente dirigía la Droguería Kronos en Guayaquil, una importadora de materias primas y preparaciones galénicas, creada en 1966 junto a su esposa.

    [[OBJECT]]En 1977, gracias a la experiencia adquirida a través de los años, decidió independizarse y fundar su propia empresa de producción y distribución de farmacéuticos. Para ello invirtió 400 000 sucres, equivalentes a USD 16 en la actualidad. Así surgió Kronos en Guayaquil.

    La firma inició en el km 8½ de la vía a Daule (norte). La planta tenía un área de 200 m² y trabajaban seis personas.

    Hoy, Kronos está ubicada en el mismo lugar donde empezó, pero tiene un espacio de 1 800 m², de los cuales 400 corresponden a la planta y 1 400 a bodegas. En el lugar laboran 180 empleados. De ellos, 20 pertenecen al área administrativa y 160 al área operativa.

    Carló cuenta que él y sus cuatro hermanos incursionaron en el negocio familiar desde corta edad. Sin embargo, no siempre pertenecieron al área administrativa. “Mi padre se preocupó porque aprendiéramos de todo, desde manejar equipos”.

    Actualmente, él desempeña el cargo de Gerente General y su hermano Luis, el de gerente financiero. Los hijos de ambos también están involucrados en la empresa y han empezado, igual que sus padres, desde los bajos mandos. Son Cynthia y Alison, hijas de Renato Carló, quienes se desempeñan como jefa de Personal y jefa de Logística, respectivamente; y Bruno y Valeria, hijos de Luis Carló, quienes también ocupan cargos administrativos.

    Alison Carló señala que trabajar en una empresa familiar tiene ventajas y desventajas. Como desventaja menciona el llegar a mezclar los lazos de afecto con el negocio. Sin embargo, dice que vale la pena ya que permite pasar más tiempo juntos.

    En la trayectoria de la firma ha habido momentos difíciles. Así lo recuerda el Gerente General. Cita la crisis del 2000 en el contexto de la dolarización en el país.

    Sin embargo, menciona que los problemas dieron cabida a búsqueda de soluciones que llevaron a la empresa a crecer cuando parecía imposible. “Ese año aumentamos las ventas en un 160%”, dice.

    Desde ahí esta compañía no ha dejado de crecer. Cada año ha ido aumentado su producción y ventas, llegando a facturar USD 8,7 millones en el 2010 y 9,6 millones en el 2011. Basados en este crecimiento y el aumento de la demanda de los productos más vendidos, como antibióticos y multivitamínicos, la proyección para este año es vender USD 11 millones.

    Carló cree que el éxito se debe a dos estrategias principales. La primera es la capacitación constante del personal y la segunda la rigurosidad en los procesos.

    Evelyn Villacís es la supervisora de aseguramiento y control de calidad de Kronos. Ella dice que los productos se revisan desde el momento que ingresan las materias primas. “Se realizan todos los análisis correspondientes para cada uno de ellos según las normas internacionales”.

    Alejandro Sáenz es subdirector de Salud e Higiene del Municipio de Guayaquil. Él afirma que desde el 2004 Kronos provee de medicinas antigripales, gastrointestinales y más, para el programa Más Salud del Municipio de la ciudad.

    Sáenz menciona que los productos que oferta Kronos son de calidad. Destaca el proceso y control de fabricación “Además, los precios son adecuados”, asegura.

    José Castillo es otro cliente de Kronos. Compra los productos desde hace 20 años. Resalta también la calidad.

    LA INSIGNIA

    ‘He podido crecer junto a esta firma’

    Giamnina Ruiz / jefa de producción

    Ingresé a trabajar en Kronos en el 2001 como jefa del área de inyectables. A lo largo de los años fui subiendo puestos, ya que luego se me dio también la responsabilidad del área de polvos orales en sachet. Más tarde me hice cargo del área de tabletas. Finalmente, en el 2009, pasé a ocupar el cargo de jefa de Producción, el cual desempeño hasta la actualidad.

    Mi experiencia en esta compañía ha sido muy satisfactoria. Desde el inicio, he tenido el apoyo de los directivos de la empresa. Además, nuestras labores son reconocidas a través de las evaluaciones.

    Uno de los aspectos importantes es la preocupación de los propietarios por la capacitación del personal. Todos los químicos tenemos entrenamientos técnicos constantes. Incluso este año voy a asistir a un entrenamiento en Estados Unidos.

  • Una imagen fresca, familiar y juvenil promociona té helado

    Redacción Quito

    En noviembre, la multinacional Nestlé puso al aire en el mercado ecuatoriano su nuevo comercial, Nestea: El Original. Lo hizo para promocionar su producto Nestea, con sabor a té negro y el Nestea, con sabor a limón.

    Christian Guerrero, director ejecutivo de Lácteos, Café y Bebidas de Nestlé, explica que este spot publicitario es un refuerzo a las características que ya conoce el consumidor del producto. “Creemos que esta pieza comercial llega de manera familiar a los consumidores”.

    El comercial estuvo a cargo de la agencia Publicis. Esta firma se encargó de la filmación y producción del comercial, en un lapso de siete días.

    Guerrero explica que la firma buscaba resaltar con el comercial, las características del producto ‘on the go’; es decir, productos de consumo inmediato “y la frescura de la marca de Nestlé”.

    El anuncio se transmite durante este mes a nivel nacional, en los canales de televisión abierta, en todas las franjas horarias y tiene una duración de 38 segundos. “Decidimos priorizar los momentos en los cuales sabemos que el target consume el producto. Los horarios del ‘prime time’ de la mañana, tarde y noche”.

    Unas 50 personas trabajaron en la producción, posproducción y edición del comercial, entre los que se encontraban actores, maquilladores, directores, productores, entre otros.

    El comercial fue filmado en el sector de El Batán (norte de Quito), para mostrar la ‘típica’ tienda de barrio. Esto, porque la bebida es de consumo masivo y los mayores puntos de venta son estos locales.

    El costo de un comercial con características similares con pautaje para cadena abierta es de USD 28 000. Dentro de este paquete se incluye el precio de producción, posproducción y edición.

    Una característica singular es que en el fondo, detrás de la escena, se encuentran otros productos Nestlé como la Lechera, Natura, galletas Amor, Ricacao, Nescafé, entre otras marcas de la firma.

  • Juan Diego equilibrio familiar y empresa

    Carlos Alberto Borja (i) IDE Business School

    Los padres de Juan Diego vivieron su infancia y juventud en un pueblo de una pequeña provincia ecuatoriana. Tanto la madre como el padre provenían de familias numerosas y con un ambiente familiar no muy alentador. Ambos se encargaron del cuidado de sus hermanos menores por lo que eran bien vistos entre sus conocidos.

    La familia de Matilde, la madre de Juan Diego, tenía una alta calidad humana por el interés en los demás y su imagen era la de «digna hija de tal madre». El padre, de nombre Matías, también era respetado.

    Cuando se casaron decidieron ir a vivir a una ciudad más grande en busca de nuevas oportunidades y una mejor educación para sus cinco hijos.

    Juan Diego, al ser menor de los hermanos, recibió desde un inicio especial atención de parte de sus padres; con el tiempo se convirtió en un estudiante prometedor debido a que era un niño muy disciplinado Sin embargo, eso fue algo que le trajo conflictos al momento de controlar sus emociones y esa situación preocupaba mucho a sus padres.

    Los padres de Juan Diego

    Matilde, madre de Juan Diego, era la hermana mayor de cinco hermanos, y desde muy temprana edad trabajó ayudando a la abuela en el negocio que le proveía de ingresos para cubrir los gastos familiares, dado que el abuelo no se ocupó nunca del cuidado del hogar. Matilde también se encargaba de la educación y cuidados de sus otros cuatro hermanos, quienes se llevaban diferencias de poco más o menos dos años.La familia de Matilde era considerada entre los lugareños como una de las más adineradas y de mucha calidad humana ya que siempre estaban atentos para ayudar a quien lo necesitare.

    Matías, padre de Juan Diego, vivía en el mismo pueblo de Matilde y siempre se había dedicado a las tareas del campo. Él era un joven autodidacta, muy respetado en el pueblo por ser el «padre» de sus siete hermanos menores, el abuelo paterno -como en el caso de Matilde- también brillaba por su ausencia, hecho por el cual se hizo cargo de la familia junto a una madre del tipo de las que aún hoy a sus más de 90 años gusta todavía de montar a caballo.

    El joven Matías tenía un ‘hobby’: soñar con un libro a las riberas de los lagos que rodeaban a la hacienda. En este ambiente se conocieron Matías y Matilde.

    La familia Martínez

    Cuando Matías y Matilde se casaron, decidieron vivir en una ciudad grande, en busca de nuevas oportunidades. Matías aspiraba a un mejor desarrollo profesional y una mejor educación y nivel de vida para sus hijos.Pronto Matías consiguió trabajo como bodeguero en una importante cadena de distribución de productos de consumo masivo, a la vez que nacían sus cuatro primeros hijos (espaciados con dos años de diferencia); ello demandaba que el hogar necesitara más ingresos. Él trabajaba jornadas de hasta 12 horas.

    Esta frecuencia de embarazos no permitía que Matilde pudiera pedirle a sus hijos que la ayudaran, además que siempre ha pensado y sostenido que «los niños… ¡niños son! y deben vivir como tales… ¡ya les tocará el día de mañana trabajar!» Refiriéndose a las tareas escolares y demás responsabilidades que ella sabía que venían con el pasar de los años.

    Matilde se dedicó a tiempo completo a sus labores de madre y esposa, en ese orden.

    Cuando María Rosa, la menor de sus hijas tenía 15 años, Matilde quedó embarazada de su quinto hijo: Juan Diego. Como los demás estaban ya grandes, es a Juan Diego a quien más tiempo y atenciones dedicó, es así que este pasó a ser su mejor y mayor compañía.

    Disciplina y escuela

    Juan Diego fue inscrito en el mismo colegio que habían estudiado sus hermanos varones. Este era un plantel de mucho prestigio por su exigencia y formación, lo que permitió que Juan Diego desde pequeño adquiriera hábitos de orden y disciplina. Además, su mamá tenía mucho cuidado en la presentación de las tareas escolares.A mediados de primaria consideró que podía atenderlo menos a diferencia de los hermanos mayores a los que hasta de grandes les tenía que controlar las tareas, lo cual derivaba en constantes reuniones con los profesores.

    Su dormitorio, para ser un niño de edad escolar, permanecía arreglado con un orden estricto. Cada cosa tenía un lugar específico, los libros en la biblioteca, los lápices en su vaso de barro, las reglas mostraban un cuidado especial. A más de esto, su ropa y presentación personal siempre fueron impecables.

    Control de emociones

    Juan Diego, pese a ser un niño muy disciplinado y un estudiante con altas calificaciones y reconocimientos académicos, tenía un problema que preocupaba mucho a sus padres y maestros.Cuando alguien incursionaba en su territorio y le desordenaba sus cosas o lo perturbaba cuando estaba concentrado sufría una de sus famosos «colerines»; en alguna ocasión sobre algo que ya nadie alcanza a recordar, Juan Diego a sus escasos 12 años pegó tal puñetazo sobre una mesa de vinos -reliquia y recuerdo de bodas de doña Matilde- que la quebró.

    Ella salió en su ayuda para calmarlo, hablando con él durante horas, pues temía que se pusiera como loco. Los estallidos de ira y reacciones violentas hacían que Matías tuviese que pedir permiso en el trabajo e ir constantemente a la escuela en compañía de Matilde y Juan Diego para tratar con los profesores.

    Secundaria y adolescencia

    En la secundaria, Juan Diego mantuvo su característica de prominente estudiante, sumándole a eso, su interés por el ejercicio físico y la lectura.Precisamente la lectura lo llevó, en su momento a leer sobre comunismo y pierde su fe, a la vez que se le despierta un interés muy marcado por el servicio, que él llamaba «redención de los más necesitados«. Tenía un vivo deseo de tener «la gloria de cambiar el mundo».

    Algunos de los libros que leía hacían referencia a personajes que habían dominado naciones; algunos pasaron a la historia como monstruos: Hitler, Napoleón, Atila… Sin embargo solía defenderse de la crítica de sus padres diciendo «solo tomo de ellos sus mejores rasgos: voluntad de hierro, afán de conquista, ambición». Se volvía muy complicado discutir estos temas con Juan Diego, y Matías nuevamente combinaba su trabajo con las visitas al colegio.

    Programa ‘Patrullas’

    Juan Diego fue seleccionado en su colegio para formar parte de un programa de «patrullas» para desarrollar nuevas técnicas de exploración. En el primer campamento, el animador lo inquieta hacia una vida de servicio desinteresado y por razones más altruistas que «el mero poder por el poder».Por este hecho y entre una cosa y otra se reencuentra con su fe perdida y sin que nadie se lo pida decide hacer un cambio rápido y retomar su abandonada misa dominical. Esto por el consejo del cura de la parroquia, a quien acudió motivado por ese deseo de cambio. El encuentro fue grato, pues a este sacerdote amigo de la familia no lo había visto desde hacía un par de años.

    Sus amigos empezaban a verlo con más respeto y admiración. Estas nuevas actitudes tranquilizaban a sus padres, sobre todo a Matías, que ahora se podía comprometer más.

  • Morgan Doyle: La empresa familiar tiene retos de gestión

    Redacción Quito

    El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) organizó en junio en Quito un encuentro sobre gobierno corporativo con las empresas ecuatorianas Adelca, Endesa-Botrosa, Indurama, Industrias Ales, Pronaca, Vicunha Ecuador y Banco Atlántida. A partir de este intercambio de experiencias surgen conceptos importantes que los transmite el Representante del BID.

    ¿Qué tan complicado es que una empresa familiar incorpore las políticas de gobierno corporativo?

    Al final de cuentas se trata de una cuestión de convencimiento por parte de sus propietarios. No es que sea intrínsecamente muy complejo, pero la naturaleza humana y la inercia, en conjunto con el «corre-corre» normal de gerenciar una empresa, no lo hace ver como una prioridad o una urgencia.

    ¿Qué es lo que se debe tener en cuenta?

    Hay que diferenciar lo que es la adopción formal de procesos de su implementación efectiva; esta última puede llegar a ser compleja pues requiere poner en práctica los cambios necesarios. Es en esta etapa en donde muchas veces fallan las empresas. En la práctica, un buen gobierno corporativo evitará potenciales problemas futuros, pues hay medidas que se pueden adoptar sin mayores dificultades y que han probado ser muy efectivas en sustentar la sobrevivencia de una empresa.

    ¿Qué pasa con la empresa en Ecuador?

    Las cifras de sobrevivencia de las empresas familiares en el Ecuador, al traspasar de una generación a la siguiente, no son nada alentadoras. Según un estudio de Deloitte en el 2010, apenas el 30% sobrevive el paso a una generación de los hijos. Y a la generación de los nietos, apenas el 15% de las empresas logran sobrevivir. La introducción de medidas para resolver controversias, la definición de un plan de sucesión y la aclaración de la distinción entre propiedad y gobierno son elementos claves. Se vuelven aún más relevantes cuando uno considera que, según cifras publicadas en la revista Vistazo, en el período del 2006 al 2011, el 77% de las empresas más grandes del país son familiares; este número sube al 95% si se incluye las pymes.

    ¿Cuáles son las dificultades que se encuentran en el camino las empresas hacia el buen gobierno corporativo?

    Siempre hay retos asociados con poner de acuerdo a los dueños de una empresa familiar, sobre la necesidad de formalizar las estructuras de gestión empresarial. En parte, esto se debe al efecto de la inercia -siempre se han manejado así, ¿por qué cambiarlo ahora?- y en parte a la falta de claridad sobre la distribución de la propiedad. Discutir temas de herencias no es fácil para nadie. Esto lleva a que se vayan postergando las discusiones difíciles pero necesarias, y por tanto, postergando el logro de los acuerdos necesarios para una mayor formalización de las empresas familiares.

    Para las empresas familiares, en Ecuador se habla mucho de gobierno corporativo, pero los resultados son escasos. Son contadas las empresas que aplican la política del gobierno corporativo. ¿Por qué ocurre eso?

    No me atrevería a decir que los resultados sean escasos. Al fin y al cabo, estos son procesos que requieren tiempo para su maduración. La resistencia a una mayor formalización es un fenómeno común en todo el mundo, quizás es un tema de naturaleza humana la resistencia al cambio, a menos que uno se encuentre obligado a ello. En todo caso, las ventajas de contar con estructuras formales de gobierno corporativo son muy importantes, tal como se discutió durante el foro de junio pasado con las empresas ecuatorianas mencionadas. Desde nuestra perspectiva, es importante acompañar a las empresas familiares en la región en sus esfuerzos de promover reformas, que les permitan asegurar un buen gobierno corporativo.

    ¿Es más fácil para una empresa no familiar aplicar las buenas prácticas el gobierno corporativo? ¿Por qué?

    En general, las empresas que tienen una presencia activa en los mercados de capital tienden a tener estructuras de gobierno corporativo más establecidas y formalizadas. Ello se debe a que los inversionistas y/o financiadores lo exigen. Por lo tanto, es normal que las empresas listadas en los mercados de capitales suelan ser más proclives a contar con estructuras bien establecidas por sus propias necesidades de financiamiento.

    ¿Lo que ocurre en Ecuador se repite en otros países de América Latina?

    Los retos asociados con la implementación de estructuras sólidas de gobierno corporativo en empresas familiares son comunes en todos los países de América Latina y, dicho sea de paso, muchas otras regiones del mundo.

    ¿Qué empresas de otros países, a escala global, son los mejores ejemplos en la práctica del gobierno corporativo?

    Más que un tema de país, la implementación de buenas prácticas de gobierno corporativo tienen que ver con la madurez de un mercado o de ciertas empresas. Varios estudios académicos han demostrado que países con instituciones fuertes tienden a tener mejores prácticas. Estos suelen ser, por ejemplo, los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos. Pero no hay una correlación perfecta.

    ¿Qué pasa en los países menos desarrollados?

    En ciertos países con instituciones menos desarrolladas, también hay empresas que deciden adoptar buenas prácticas de gobierno corporativo que van más allá de lo que requiere las leyes o normas de sus países. Esto lo hacen o por necesidad financiera, para mejorar la competitividad o para atraer a empleados de alto rendimiento. Varias encuestas realizadas por firmas como McKinsey en el año 2002 o el IFC, en el 2010, han demostrado por ejemplo que inversores internacionales que invierten en mercados emergentes, suelen preferir empresas con buen gobierno corporativo.

    ¿Y empresas de qué sectores son las que más aplican esta política?

    Más que una segregación sectorial es un tema de tamaños, aunque ciertos sectores son más propensos a contar con empresas grandes (bancos, telecomunicaciones, industria exportadora, etc.).

    ¿Cómo se encuentran las relaciones entre el Banco Interamericano con el país?

    Quisiera resaltar que además del trabajo que hemos emprendido para estrechar nuestras relaciones con el sector privado ecuatoriano, el BID tiene una amplia trayectoria de apoyo al Gobierno para el desarrollo de importantes proyectos de inversión y asistencia técnica. Los proyectos para el desarrollo del sector de electrificación, los programas de electrificación rural y urbano marginal, modernización del Registro Civil, programas de vivienda popular, entre otros, de desarrollo.

    BREVE PERFIL DE SU GESTIÓN

    La formación. Maestría en Desarrollo Internacional de la Universidad de Brown (EE.UU.).

    La experiencia. En el 2000 ingresó al BID como especialista de operaciones del Departamento Regional de Operaciones. Fue especialista Sectorial Sénior en temas financieros en IFD. Luego se desempeñó como Asesor Sectorial Sénior en la Vicepresidencia de Sectores y Conocimiento en Washington, D.C.

    El cargo. Desde mayo del 2013 se desempeña como representante del BlD en Ecuador.

    La frase. «Es importante acompañar a las empresas  familiares en la región en sus esfuerzos de promover reformas, para asegurar un buen gobierno corporativo».

  • La Panela Gourmet sustenta este emprendimiento familiar

    Redacción Quito

    Iniciar un negocio es una tarea compleja, pero cuando se trabaja en familia la gestión puede ser menos estresante. Desde esa perspectiva, Galo Quizanga de 25 años, su hermana Verónica y su cuñado José de los Reyes, ambos de 31 años, empezaron hace cuatro años su microempresa Bio Alimentos. Su idea era brindar un producto sano y natural al mercado. «Lo que está en boga hoy son los productos orgánicos», comenta Galo.

    Es así que el primer producto que surgió en este negocio es la panela granulada. Verónica y José, técnicos de alimentos de la empresa, realizaron su tesis de grado en estudios de panela granulada, para contribuir con el proyecto.

    Pero su iniciativa no quedo ahí. Verónica indica que en el mercado existen otros productores de panela. Por lo que su idea iba más allá: tras el desarrollo de nuevos estudios, crearon una bebida instantánea gourmet de panela combinada con sabores 100% orgánicos.

    Bio Alimentos Ecuador lanzó en enero del 2014 su primera marca, EcoCaña para ofertarla en el mercado nacional y también internacional. La planta de producción se encuentra en Imbabura, en donde, dicen sus dueños, cuenta con máquinas ecológicas y trabaja con pequeños productores de esa provincia.

    Este emprendimiento, como lo describe su fundador, es un negocio social y ecológico ya que reutilizan la materia prima en los procesos.

    Bio Alimentos a través de EcoCaña factura de entre USD 10 000 y 15 000 mensuales.

    La relación que mantiene la empresa con los productores es de dos tipos. El primero, mediante el cual otorga capacitación y asesoría a los agricultores; el segundo, en cambio, implica solo una relación comercial.

    Alexandra Duarte, administradora de Megasano, una tienda de productos naturales y orgánicos (en Quito) es una de sus clientes. Duarte dice que Bio Alimentos les provee panela granulada y panela gourmet hace tres meses y compra a la semana 15 productos de EcoCaña. «El producto es muy bueno y saludable, la gente regresa por más», afirma Duarte.

    EcoCaña fue parte de las microempresas que participaron en la feria el Gran Bazar, que se realizó del 19 al 21 de septiembre en el sector de Cumbayá (oriente de Quito). En este encuentro -como parte de su exhibición- realizó degustaciones de su panela gourmet con los sabores limón y maracuyá. Bio Alimentos Ecuador también ofrece asesorías para emprendedores.

    El emprendimiento

    Los precios. La panela granulada cuesta USD 2, mientras que la panela gourmet de sabores (bebida instantánea), cuesta USD 3.

    Colaboradores. Bio Alimentos genera ocho plazas fijas de trabajo.

  • ¡No sé qué hacer! Empresa y familia

    Carlos Alberto Borja. IDE Business School

    Ana Cristina acudió en busca de un consejo que le permitiese solucionar, o al menos dar luces, respecto a la situación que enfrentaba en ese entonces.

    El consultor al que acudió era una profesional de mucha trayectoria y prestigio; a eso se le sumaba el hecho de haber orientado profesionalmente a la empresa en la cual trabajaba Ana Cristina, en todos los años que llevaba operando en el mercado.

    Esta vez Ana Cristina estaba presta para contarle su problema: hace un año y medio había entablado una relación de enamorados con un hombre que conoció en un viaje a Máncora, y esa situación que a ella le llenaba el mundo de color rosa, había desencadenado una serie de conflictos en su familia y en la empresa, básicamente por la condición social y laboral de él.

    El consultor quedó muy desconcertado con todo lo que le contó Ana Cristina, y mientras ella esperaba por un consejo, él meditaba sobre todo lo que le había enseñado a sus propios hijos. A continuación un resumen de un caso de Empresas y Familia.

    La empresa

    La organización

    Importadora García, compañía anónima con sede en Guayaquil, había logrado importante estabilidad financiera en los 27 años que llevaba operando en el mercado de la importación y distribución de equipos industriales.

    Fue fundada por Arturo García junto con su esposa, con un capital que tenían ahorrado. Su asertivo y estricto control de toda la cadena de valor le permitió una pronta recuperación de la inversión, a la vez que obtenía una significativa holgura financiera en el negocio y en su patrimonio personal.

    Los ingresos del negocio le habían permitido costear los estudios de sus cuatro hijos en instituciones muy prestigiosas de la ciudad y al mismo tiempo gozar de una posición económica cómoda y sin mayores preocupaciones. Para el 2008, la empresa ya tenía operaciones en varias ciudades del país, y aunque Arturo continuaba en la gerencia general, había delegado importantes funciones a sus cuatro hijos dentro del negocio.

    Ana Cristina, la menor de ellos, estaba al mando de la gerencia financiera; recientemente había obtenido su MBA en una prestigiosa Escuela de Negocios del país y de Latinoamérica. Su aporte a la empresa era muy valioso, su padre consideraba que era la más calificada para sustituirlo en su pronto retiro.

    Ana Cristina

    La gerencia financiera

    Ana Cristina desde temprana edad mostró ser muy inteligente y capaz de lograr grandes cosas, y salir victoriosa de cualquier reto que le propusieran, cualidades que le llevaron a ayudar en asuntos importantes en la empresa desde el primer día que se integró a tiempo parcial con apenas 16 años.

    Luego de culminar su carrera de Ingeniería Comercial, pudo dedicarle más tiempo al negocio familiar, y debido a su desempeño e iniciativa en poco tiempo le fue encargada la gerencia financiera de la compañía. Dicho evento la motivaba mucho y cada día quería aprender más para lograr que la empresa crezca tanto o más de lo que se había desarrollado a lo largo de sus años de existencia.

    En la búsqueda de nuevos conocimientos, decidió cursar una maestría en Dirección de Empresas, lo cual potenció su valía profesional y su liderazgo organizacional. Arturo, al borde de su retiro, estaba totalmente convencido que ella era la mejor opción para quedarse a cargo del negocio; también, tenía una visión moderna y futurista que poco a poco daba importantes resultados.

    En la empresa y la familia había un buen ambiente, todos aceptaban con firmeza el liderazgo de Ana Cristina pese a ser la hermana menor, hasta que apareció Pablo en escena.

    Pablo

    El surfista

    Pablo tenía 30 años, y pese a ser un joven muy talentoso para aprender rápido, no había conseguido un título universitario. Se dedicaba eventualmente al mantenimiento y reparación de equipos de computación, tenía su propia cartera de clientes.

    Dedicaba mucho tiempo a estar en la playa, surfeando, de hecho esa era su mayor ocupación, vivía una vida muy ligera y sin mayores preocupaciones.

    Cuando le pregunté a Ana Cristina cómo se conocieron, respondió: «Bueno, con Pablo nos conocimos hace un par de años, en un viaje que realicé con mi familia bordeando la costa sur rumbo a Máncora. Fue un viaje que hicimos en plan un poco ecoturístico, con varias familias amigas y conocidos de mis padres. Y allí estaba él… un apuesto muchacho de rizos al aire, decolorados por el continuo contacto con el mar y el sol y muy hábil con las olas -hacía giros y piruetas-. Al salir del mar se acercó a un grupo de nosotras y en particular a mí; la verdad es que quedé flechada y con la mirada envidiosa de mis amigas, las cuales no pudieron permanecer más horas bajo el candente sol, que yo ni sentía. No me di cuenta que había pasado la hora del almuerzo y el sol comenzaba a ocultarse… ¡Fue la mejor caída de sol que jamás haya visto en mi vida!»

    La relación

    Ana Cristina y Pablo

    Al final del viaje, Pablo le dijo a Ana Cristina que jamás había conocido a nadie como ella, tan madura y tan dueña de sí misma.

    Después de tantos elogios era claro que aquello terminaría en una declaración de amor, y así fue.

    Ella quería decirle sí en ese mismo momento, pero en medio de esa situación emocional había recordado las clases en su maestría, en donde en muchas ocasiones le recomendaron que no debía ser impulsiva, que pensara antes de tomar una decisión importante.

    Todo eso la desconcertaba mucho, decía: «Estoy encargada de un área dentro de la compañía que requiere cabeza fría para tomar decisiones; mi familia ha confiado en mí por mi criterio para asumir esas responsabilidades y casi no he tenido inconvenientes con ellos, ni por eso, ni por nada… ¡hasta ahora!».

    Las reflexiones continuaban y sobre todo eran parte de una situación que le generaba inconvenientes en la familia.

    Ana Cristina decía: «Desde el momento en que conocí a Pablo, vengo teniendo problemas en mi casa, cuando nunca antes los tuve; discuto con mayor frecuencia con todos, me dicen que me he vuelto intratable y que estoy distante de la familia». Todo ello le generaba una situación compleja.

    [[OBJECT]]

    Conflictos

    La familia

    Por un lado, cuando Ana Cristina se sentía muy enamorada, comentaba «todo está lleno de color -como lo de la niña en la película de Spielberg-; es alegre, súper condescendiente conmigo, me hace reír y la pasamos regio. Me siento como la niña de la película, llena de color, silbando y corriendo….».

    Sin embargo, sus padres decían que Pablo era un vago, que ¿cómo puede alguien que tiene casi 30 años «tomarse días libres», en medio de semana para ir a la playa? Y es allí cuando comenzaban las discusiones; no sabía qué decir ni cómo defenderlo sin mentir, pues era verdad que muchas veces en media semana, él estaba «corriendo olas».

    Sus hermanos decían que era un tipo sin ambiciones, sin aspiraciones de logro. Ella les refutó ¡que no era así! Que él sí tenía ambiciones, solo que no era de «niño bien» -como ellos- sino de alguien más sencillo, no solo por su menor condición económica sino por su forma de ver y tomar la vida, de manera mucho más «descomplicada». Les había aclarado a sus hermanos que él no había tenido tantas oportunidades como ellos para obtener una carrera o una maestría; que se quedó huérfano muy joven, que tuvo que salir adelante solo, con su madre y su hermana menor, y por eso no ha podido lograr una carrera universitaria.

    Conflictos

    La empresa

    Su familia le repetía mucho que ella había cambiado, que se había vuelto irresponsable desde que conocía a Pablo. Ella se defendía: «Lo que pasa, es que me juzgan por haberme fijado en alguien que -como me dicen- «vivirá de mi herencia» y que de «técnico reparador» de computadoras no pasará; incluso mi mamá ha intervenido con gran cariño -pero con más preocupación que cariño-, y me ha llegado a decir cosas como esta: «mire bien hijita lo que está haciendo de su vida, usted tiene un MBA, gerencia las finanzas de una empresa familiar, una mujer de temple…. ¿cómo va a creer que pueda conformar un hogar duradero con alguien tan distinto de usted y de su familia?».

    Arturo García, que jamás había tenido sino solo halagos y muestras de orgullo para con su hija, ahora le reclamaba por no estar «al pie del cañón» en la empresa. Decía que se estaba aprovechando de los privilegios de estar trabajando en una empresa familiar y que en un par de ocasiones se había ido a la playa (ida por vuelta) con Pablo entre semana, acompañándolo a correr olas en Engabao; es verdad que nunca hacía eso, siempre cumplía las normas de la empresa sin diferencia de cualquier otro funcionario, pero jamás abandonó su responsabilidad, dejaba todo bien cubierto.

    Pregunta para el lector

    Una inquietud que es clave para la discusión sobre una situación de empresas familiares en clase:

    Si usted fuera el consultor, ¿qué le recomendaría a Ana Cristina?

  • Claves para la empresa familiar

    EFE

    Las nuevas generaciones al frente de compañías latinoamericanas familiares destacaron la importancia de la meritocracia en la sucesión del liderazgo, más allá de los vínculos filiales, así como de impulsar el emprendimiento y la innovación en todos los ámbitos de la empresa. Jóvenes empresarios de México, Colombia, Panamá y Argentina participaron en un panel sobre emprendimiento, que abrió la XXV asamblea plenaria del Consejo Empresarial de América Latina (CEAL), que se celebró del 1 al 3 de octubre en Madrid.

    «En mi empresa hay una estricta política para asumir el liderazgo. Llevo un año y medio como vicepresidente de la empresa de mi familia, pero antes he tenido que graduarme en la universidad, trabajar tres años en otra compañía y obtener una maestría», señaló Larry Maduro, de la distribuidora comercial de Panamá, con fuerte presencia en Costa Rica.

    Maduro forma parte de la tercera generación al frente de la empresa, la «más peligrosa», porque «dicen que la primera la crea, la segunda la levanta y la tercera la destroza». Para que las empresas familiares puedan seguir creciendo con el paso de las generaciones, el empresario insistió en la necesidad de inculcar los valores de emprendimiento a los más jóvenes, así como que los miembros más veteranos de los consejos de administración estén abiertos a las ideas de los más jóvenes.

    En este diagnóstico coincidió Leandro Sigman, también tercera generación al frente del grupo farmacéutico Chemo, quien señaló que las empresas que crecen, familiares o no, son siempre las que innovan y se atreven a salir de su zona de confort. «Latinoamérica es lo suficientemente grande como para que no nos tiente salir, pero creo que el sudeste asiático tiene un potencial enorme y nos deberíamos fijar más en ellos».