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  • Ecuador apuesta por un ‘atún sostenible’

    Agencia EFE

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    Ecuador presentó este jueves su nueva marca de «atún sostenible» con el que busca ofrecer un valor añadido y diferenciado al tercer producto no petrolero que exporta, con cifras que superan los USD 1 400 millones anuales.

    La nueva marca sectorial se presentó en el marco del IV Foro Regional de Sostenibilidad del Atún, patrocinado por la Organización de la ONU para la Alimentación y Agricultura (FAO) y la Cámara Ecuatoriana de Industriales y Procesadores Atuneros (Ceipa), en la ciudad de Manta, conocida por su puerto y la industria pesquera de túnidos.

    La directora ejecutiva de Ceipa, Mónica Maldonado, explicó en una rueda de prensa con la que arrancó el encuentro que el Ministerio de Pesca premiará a aquellas industrias nacionales del atún que desarrollen su labor cumpliendo con un sistema de certificación.

    «Se trata de mantener el mercado, el sector tiene mucha competencia a nivel mundial», expresó la ejecutiva, para quien la clave de cara al futuro será «la diferenciación basada en la sostenibilidad» tanto del comercio interior como de exportaciones.

    El sector atunero es uno de los más desarrollados de Ecuador, que después de Tailandia es el segundo exportador de este pescado, con mercados prioritarios en la UE, EE.UU. y Colombia.

    España recibe el 25 por ciento del atún que Ecuador exporta a los países comunitarios.

    Ahora, Ecuador busca subir un peldaño y convertir la reconocida calidad de su atún en una marca identitaria, con el fin de apuntalar una industria que lleva más de siete décadas procesando este tipo de especies en el Pacífico oriental y que dispone de una flota de más de 115 barcos.

    Maldonado resaltó que los atunes de aleta amarilla son los que copan buena parte de la pesca ecuatoriana, y que se ha logrado que tanto el sector oficial como el privado cumplan con los ordenamientos sobre la pesca y procesamiento, incluida una veda de 72 días al año.

    Por su parte, el ministro encargado de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca, Yuri Parreño, subrayó en el evento que la exportación del atún ecuatoriano ascendió el último año a los 1 400 millones de dólares, lo que supuso 327 000 toneladas de pescado fresco y enlatado.

    Esa suma equivale a un 11 por ciento del total de las exportaciones ecuatorianas.

    La pesca de atún es regulada en Ecuador por unas estrictas restricciones medioambientales y sanitarias, lo que es visto por la FAO como un ejemplo de explotación responsable.

    Su representante en Ecuador, John Preissing, explicó el interés de su organización en un evento en el que la pesca sostenible y la alimentación, y la seguridad alimentaria van de la mano: «Aquí se analiza todo el rango, cómo se produce, cómo se transforma y se consume».

    Interpelado sobre el porqué de la sostenibilidad hoy en día es considerada un «valor añadido» para la exportación, manifestó que independientemente de que el comercio haya visto una ventaja cualitativa en esa «etiqueta», la realidad de los mares es plausible.

    «El 33 por ciento de la pesca está sobrexplotada y a punto de caer al precipicio, el 60 por ciento se encuentra al máximo de su explotación y solo el 7 por ciento está subexplotada. Definitivamente, tenemos que cambiar algo», concluyó.

    En este encuentro regional de dos días participan representantes de Perú, España, Panamá y El Salvador y se desarrolla de forma paralela a un concurso, el «Golden Tuna Award«, que premia a los mejores talentos culinarios del Ecuador, que serán seleccionados por tres maestros de la cocina reconocidos con estrellas Michelin, como el español Juan Rafael Zafra.

    El sector atunero es uno de los más desarrollados de Ecuador, que después de Tailandia es el segundo exportador de este pescado. Foto: Archivo / EL COMERCIO
    El sector atunero es uno de los más desarrollados de Ecuador, que después de Tailandia es el segundo exportador de este pescado. Foto: Archivo / EL COMERCIO
  • La ONU lanzó la década de agricultura familiar

    Agencia EFE

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    La ONU inauguró la semana pasada la Década de la Agricultura Familiar, que durará hasta el 2028, con el objetivo de poner en práctica un plan de acción global que luche contra el hambre y la pobreza en las zonas rurales.

    El director general de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), José Graziano da Silva, subrayó en el acto de inauguración celebrado en Roma que “los agricultores familiares producen alimentos frescos y locales de manera sostenible”, una contribución clave para la lucha global contra el hambre y la obesidad.

    También indicó que durante los próximos diez años trabajarán con el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y las alianzas de parlamentarios en los distintos países, con el fin de promover el plan de acción global.

    Así buscan crear un entorno político propicio para fortalecer la agricultura familiar, apoyar a los jóvenes, fomentar la equidad de género, impulsar las organizaciones de dichos productores, mejorar su inclusión y resiliencia, lograr sostenibilidad e innovar a favor del desarrollo territorial, según los siete pilares de los que se compone el plan.

    El presidente del FIDA, Gilbert Houngbo, destacó que los 500 millones de pequeños agricultores que viven en el mundo son la “columna vertebral” de las economías rurales y los sistemas alimentarios a largo plazo, además de importantes generadores de empleo en el campo.

    “Este decenio llama a la comunidad internacional a aumentar los esfuerzos para un mundo sin pobreza ni hambre”, dos problemas que afectan especialmente a las poblaciones rurales de los países en desarrollo, afirmó.

    Theo De Jager, presidente de la Organización Mundial de Agricultores, criticó los obstáculos que siguen enfrentando los productores más pobres, incluyendo el dominio de las grandes corporaciones, las disputas comerciales, las barreras de los países ricos, la competencia desleal, el acaparamiento de tierras, los conflictos y el cambio climático.

    Desde el Foro Rural Mundial, su presidente, Martín Uriarte, instó a la elaboración de planes nacionales y a la asignación de presupuestos para mejorar la vida de los agricultores familiares, fortalecer los espacios de diálogo político y las organizaciones de productores, y supervisar el cumplimiento de las políticas.

    En el mundo existen más de 600 millones de explotaciones agrícolas, de las que más del 90% son gestionadas por una sola persona o familia y producen más del 80% de los alimentos.

    Los agricultores de la región

    Más de 60 millones de personas son agricultores familiares en Latinoamérica, un importante motor de la economía rural al que más le vale encontrar socios si no quiere quedarse estancado.

    Agruparse en organizaciones, cooperativas o asociaciones más amplias les da la posibilidad de defender sus derechos y desarrollarse con más ímpetu a esos campesinos protagonistas de la Década de la Agricultura Familiar.

    “Trabajamos autofinanciados. Con algunos aportes y voluntad luchamos por nuestra gente. ¿Quién va a hacer algo si nosotros no lo hacemos?”, plantea la paraguaya Florinda Silva, de la Alianza por la Soberanía Alimentaria de América Latina y el Caribe.

    Silva saca adelante su finca de 20 hectáreas junto a su marido y uno de sus seis hijos, produciendo alimentos sobre todo para consumo propio, y desde hace dos décadas milita en organizaciones agrícolas, como hiciera su padre. Ella echa en falta políticas públicas que atiendan sus necesidades y comprendan que para ellos, los agricultores familiares, el campo es su vida.

    Los participantes de la conferencia celebrada en la sede de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura, en Roma. Foto: EFE
    Los participantes de la conferencia celebrada en la sede de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura, en Roma. Foto: EFE
  • Los alimentos y los bosques crecen juntos

    Agencia IPS

    Mientras América Latina sigue talando sus bosques para expandir su frontera agrícola, uno de sus países, Costa Rica, lleva décadas remando en sentido contrario, y ahora representa un modelo de convivencia entre producción de alimentos y conservación de su masa forestal.
    El informe sobre El Estado de los Bosques del Mundo, de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), revela que 70% de la deforestación de la región fue para dar paso a la agricultura comercial, entre 2000 y 2010.

    “Eso mismo que la FAO menciona que ocurre en países latinoamericanos, que deforestan para hacer espacio para cultivos agrícolas y ganadería, Costa Rica lo vivió en la década de los 70 y los 80”, explicó a IPS el director del costarricense Fondo Nacional de Financiamiento Forestal (Fonafifo), Jorge Mario Rodríguez.

    En su punto máximo de deforestación, en la década de los 80, la cobertura boscosa de este país centroamericano se limitó a tapizar solo entre 21 y 25% de su superficie. Ahora, los bosques cubren 53% de los 51 100 kilómetros cuadrados de la superficie del país, donde viven cinco millones de habitantes.

    Aún más, el país ha logrado contener y repeler la frontera agrícola mientras ha elevado los niveles de seguridad alimentaria, según la FAO, que señala que Costa Rica mantiene un nivel de subalimentación menor a cinco por ciento, que la organización considera como “cero hambre”.

    “Aquí hablamos de que hay una lección aprendida: no es necesario talar los bosques para producir más alimentos”, señaló a IPS el director de la FAO en Costa Rica, Octavio Ramírez.
    Pese al incremento en cobertura forestal, la FAO señala que el valor medio de la producción de alimentos por persona aumentó 26% entre los periodos 1990-1992 y 2011-2013.

    La organización atribuye la mejoría boscosa a “los cambios estructurales realizados en la economía y la prioridad otorgada a la conservación y la gestión sostenible de los bosques”, que se traducen en una coyuntura socioeconómica específica que las autoridades costarricenses supieron aprovechar. “Tiene que ver un poco con la crisis de ganadería de esos años pero también el Estado costarricense le da prioridad al manejo de los bosques”, apuntó Ramírez.

    En el Estado de los Bosques, lanzado el 18 de julio, la FAO explica que durante gran parte del siglo XX los bosques costarricenses se consideraban “bancos de tierra”, que podían utilizarse según fuera necesario para satisfacer las necesidades agrícolas. “Era una mala acción el hecho de no botar (talar) el bosque. Era un sinónimo de vago o de no trabajar la tierra”.

    Pero en los años 80, dos factores se aliaron a favor de la protección forestal, según el economista ambiental Juan Robalino. Los precios de la carne se desplomaron y el turismo ecológico empezó a abrirse paso como una actividad de peso en el país, explicó el especialista de la Universidad de Costa Rica y del Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza.

    “Esto abrió posibilidades para generar políticas interesantes como el programa de Pago por Servicios Ambientales (PSA) “, dijo Robalino, uno de los académicos que más ha estudiado el tema.

    El estudio de la FAO atribuye gran parte del éxito precisamente al PSA, un reconocimiento financiero por los servicios ambientales generados en las actividades de conservación y manejo de bosque, reforestación, regeneración natural y sistemas agroforestales.

    El objetivo del programa es mejorar la productividad de los cultivos respetando los recursos naturales propios de la zona. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
    El objetivo del programa es mejorar la productividad de los cultivos respetando los recursos naturales propios de la zona. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
  • La FAO apoyará a pescadores y campesinos en la zona del terremoto

    Agencia EFE

    El Fondo de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO) apoyará un plan de recuperación rápida de pescadores y campesinos afectados por el terremoto, que el pasado 16 de abril asoló la provincia de Manabí y el sur de su vecina Esmeraldas, en la costa norte de Ecuador.

    Se trata de una «asistencia de emergencia para la recuperación de los medios de vida de los productores y pescadores de pequeña escala afectados por el terremoto» y para el «fortalecimiento de las capacidades de respuesta» a las emergencias, informó la oficina de la FAO en Quito.

    El programa, que se ejecutará tras un pedido del Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (MAGAP) de Ecuador, cuenta con un presupuesto de 500 000 dólares y favorecerá a 2 010 familias de las jurisdicciones de Muisne, Pedernales, San Vicente, Sucre, Montecristi y Jaramijó, entre las más afectadas por el sismo.

    El objetivo del proyecto es evitar al aumento de la inseguridad alimentaria y de la pobreza entre las familias afectadas, según explicó en un comunicado Pedro Pablo Peña, representante de la FAO en Ecuador.

    «El Gobierno ha solicitado el apoyo de emergencia bajo el Programa de Cooperación Técnica de la FAO para permitir a familias de productores y productoras agropecuarios, pesqueros, y acuícolas afectadas por el terremoto, recuperar rápidamente sus fuentes de sustento asociadas a estas actividades», añadió Peña.

    El ministro ecuatoriano de Agricultura, Javier Ponce, resaltó la respuesta inmediata de la FAO, tanto en la entrega de equipos de emergencia tras el terremoto y ahora con la puesta en marcha del programa de recuperación de productores de pequeña escala ubicados en zonas rurales dispersas.

    «Esto ha sido fundamental para restituir los medios de vida de las poblaciones rurales de las provincias de Esmeraldas y Manabí, quienes han sido gravemente afectadas por este desastre natural», expresó Ponce.

    El proyecto permitirá una «rápida restauración de las actividades de producción de alimentos, devolverá la capacidad de los principales medios de sustento y, por lo tanto, apoyará en la lucha contra la inseguridad alimentaria y la malnutrición», señala el comunicado de la FAO.

    Las actividades durarán 12 meses y brindarán «apoyo a pequeños productores familiares, incluidos pesca, acuicultura, agricultura y ganadería, para la reactivación rápida de sus actividades productivas.

    También apoyará a la «rehabilitación de infraestructuras comunitarias de procesamiento y comercialización» y ofrecerá apoyo técnico «para el fortalecimiento de las capacidades institucionales en respuesta a situaciones de emergencia y gestión de riesgos», añade el texto.

    El plan de recuperación favorecerá a 2 010 familias de Muisne, Pedernales, San Vicente, Sucre, Montecristi y Jaramijó. Foto: Archivo LÍDERES
    El plan de recuperación favorecerá a 2 010 familias de Muisne, Pedernales, San Vicente, Sucre, Montecristi y Jaramijó. Foto: Archivo LÍDERES
  • FAO: Inversión agraria requiere expertos en seguridad alimentaria y nutrición

    Agencia EFE

    La inversión en agricultura requiere garantizar la seguridad alimentaria y la nutrición de las personas, para lo que se necesitan técnicos especializados que ayuden a mejorar las políticas nacionales, declaró hoy (21 de abril) un experto de la FAO.

    El especialista de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) Karel Callens explicó a Efe que la inversión «no solo consiste en aumentar la producción y la productividad, sino también en asegurarse que las personas con inseguridad alimentaria y desnutrición tienen un mayor acceso a una dieta sana».

    Para ello reivindicó la figura del experto en políticas alimentarias, que «observa el ambiente en el que se realizan las inversiones y garantiza que las condiciones son buenas» para lograr un impacto adecuado.

    A través de una iniciativa conjunta financiada con unos 40 millones de euros, la agencia de la ONU y la Unión Europea están buscando actualmente especialistas en esa materia para proporcionar asistencia técnica hasta en una treintena de países en desarrollo.

    «Queremos que (esas personas) tengan la experiencia de involucrarse de forma neutral en los procesos» y relacionarse con todo tipo de socios, incluidos gobiernos, sector privado y sociedad civil, indicó Callens.

    Las necesidades que deberán atender dependen de cada Estado y su contexto particular. Mientras que en Yibuti existe una fuerte preocupación por la ausencia de agua, Birmania está más interesada en los asuntos de tenencia de la tierra, y los países costeros del oeste de África, en la actividad pesquera.

    El objetivo de ese programa, añadió el experto de la FAO, es «añadir valor» a la inversión que la UE está dedicando a los programas nacionales de los países seleccionados, dentro de una cooperación más amplia en cuestiones de seguridad alimentaria, nutrición y agricultura sostenible.

    El especialista de la Plataforma global de donantes para el desarrollo rural Jim Woodhill insistió, por su lado, en la necesidad de reorientar los fondos públicos en los países en desarrollo y trabajar constantemente con el sector privado y la sociedad civil entendiendo sus prioridades.

    Durante una charla en la FAO, consideró que debe haber un «diálogo de políticas» que consiga atraer a todas las partes, aunque las agendas e intereses de cada una de ellas sean diferentes.

    Woodhill reclamó mayor atención al desarrollo de las infraestructuras, las finanzas, los servicios rurales, la tenencia de la tierra y la protección social, entre otras áreas esenciales para fomentar la transformación del medio rural.

    Y, al igual que Callens, hizo hincapié en la importancia del contexto y los condicionamientos como los que hacen, por ejemplo, que en algunas regiones pobres de tradición cafetera y exportadora estén cambiando sus cultivos por el de verduras frescas para abastecer la demanda local. 

    La inversión en agricultura requiere garantizar la nutrición de las personas. Foto: Archivo
    La inversión en agricultura requiere garantizar la nutrición de las personas. Foto: Archivo
  • La FAO y el Gobierno firman acuerdo por la ganadería sostenible

    Agencia EFE

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    La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Gobierno de Ecuador implementarán un proyecto que busca impulsar la ganadería sostenible por medio de la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y de la reducción de la degradación de la tierra.

    Con una duración prevista de cuatro años, el proyecto prevé la utilización de sistemas de seguimiento de las emisiones de los gases de efecto invernadero, así como la aplicación de estrategias de transferencia de tecnologías para el manejo ganadero sostenible, informó hoy 11 de marzo del 2016, la FAO en un comunicado.

    La iniciativa «Ganadería Sostenible: Integrando la Reversión de la Degradación de Tierras y Reducción del Riesgo de Desertificación en Provincias Vulnerables» se desarrollará en las provincias de Imbabura, Loja, Guayas, Manabí, Santa Elena, Morona Santiago y Napo.

    Según el representante de la FAO en Ecuador, Pedro Pablo Peña, la ganadería tiene un papel importante que desempeñar en la respuesta al cambio climático.

    «Las inversiones en el sector pecuario pueden apoyar simultáneamente a la adaptación y mitigación del cambio climático, al tiempo que mejoran los medios de vida de la población rural», expresó.

    El acuerdo de ejecución de este proyecto fue suscrito por los Ministerios de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap) y del Ambiente (MAE), junto a la FAO, que indicó que el programa cuenta con el apoyo financiero del Fondo Mundial para el Medio Ambiente (FMAM).

    La FAO y el Ministerio de Agricultura firmaron un acuerdo para impulsar la ganadería sostenible. Foto: Diego Pallero/ EL COMERCIO
    La FAO y el Ministerio de Agricultura firmaron un acuerdo para impulsar la ganadería sostenible. Foto: Diego Pallero/ EL COMERCIO
  • Malnutrición y pobreza extrema, asignaturas pendientes en América Latina, dice la FAO

    Agencia EFE

    Pese a haber reducido el hambre, América Latina tiene entre sus asignaturas pendientes la malnutrición y la pobreza extrema derivada de la concentración «brutal» de los recursos, advirtió hoy, 25 de febrero, el director general de la FAO, José Graziano da Silva.

    El responsable brasileño, que el sábado viaja a México para participar la próxima semana en la conferencia regional de la organización, destacó en una entrevista a Efe que América Latina «va muy mal en nutrición».

    «Hemos visto crecer la obesidad sobre todo en el Caribe, pero también en México y en países de América del Sur, sobre todo entre niños y mujeres», afirmó.

    A su juicio, los países ni dedican una atención especial a la nutrición, ni limitan el contenido de sal, azúcar y grasas en los alimentos comercializados, ni tienen una política orientada para la educación de los niños en la escuela.

    No es suficiente para la región haber cumplido las metas de reducir al menos a la mitad el número de personas que pasan hambre (hasta 34,3 millones) y su proporción (5,5 % de la población), según las últimas estimaciones de la FAO.

    Sobre los que aún sufren inseguridad alimentaria, Da Silva consideró que el hambre en la región «está asociado a la pobreza extrema«, vinculada a su vez a la mala distribución de la riqueza.

    Allí -enfatizó- existe «una concentración brutal de los medios de producción, sobre todo en el acceso a la tierra y al agua».

    Al igual que en el resto del mundo, el hambre en Latinoamérica se ceba con la población rural y está relacionado con «la posibilidad de que esa población pueda alcanzar un nivel mínimo de ingresos», dijo Da Silva, que mostró su preocupación por el creciente número de jóvenes que entran en el mercado laboral y corren el riesgo de trabajar sin derechos.

    Esa realidad convive en América Latina con el crecimiento económico de los últimos años, impulsado por las exportaciones de minerales de Chile o Perú y las de productos básicos agrícolas de países como Argentina o Brasil.

    Según el director general, un ejemplo de ese contraste lo escenifica Paraguay, «que ha alcanzado un avance impresionante, pero siguen los bolsones de pobreza extrema y no ha mejorado el acceso a la tierra y el riego, aunque tiene gran disponibilidad de agua».

    De desarrollo rural e inclusión social hablarán los representantes gubernamentales en México, así como de la posible extensión de la cobertura de la FAO en países como los del Caribe, entre los más afectados por el cambio climático y el fenómeno El Niño.

    Otro motivo de alerta es el impacto del zika y, aunque el liderazgo en la ONU corresponde a la Organización Mundial de la Salud por ser un asunto de salud humana, el responsable de la FAO reiteró que hasta el momento la única solución pasa por la prevención.

    Evitar la procreación del mosquito transmisor del virus y las aguas estancadas en las zonas rurales son algunas de las recomendaciones de Naciones Unidas, unidas al uso de ciertos larvicidas con precaución para no dañar el medio ambiente.

    «Este no es un problema de los gobiernos, es de la sociedad, y hay que involucrar a todos en ese combate», sostuvo.

    Da Silva, que el pasado año renovó por un segundo mandato al frente de la FAO, se mostró firme en su labor de sensibilizar sobre esta y otras cuestiones relacionadas con la agricultura y la alimentación.

    Así como esta organización de 70 años de historia promueve las compras locales a pequeños productores para abastecer a las escuelas, también lo hace con programas de agricultura familiar y ahora pretende que 25 países firmen un acuerdo para frenar la pesca ilegal y que este pueda entrar en vigor (por ahora forman parte 21 Estados).

    Este año están incentivando el consumo de legumbres y, aunque de otra naturaleza, Da Silva tampoco les hace ascos a los insectos, que la FAO también impulsa por ser nutritivos.
    «En México preparan una fritada de huevos de hormiga en el desayuno y yo soy adepto a eso por las mañanas», apuntó.

    José Graziano da Silva, director general de la FAO. Foto: Archivo AFP
    José Graziano da Silva, director general de la FAO. Foto: Archivo AFP
  • La FAO constata la mayor caída de precios de alimentos desde el 2008

    Agencia DPA

    Las buenas cosechas, las bajadas de los precios de la energía y la débil coyuntura china han hecho que los precios de los alimentos registren su mayor retroceso desde la crisis financiera, informó hoy (10 de septiembre de 2015) la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

    El índice de precios alimentarios de la FAO cayó en agosto un 5,2% respecto a julio, hasta los 155,7 puntos, el mayor retroceso desde diciembre de 2008. La FAO, con sede en Roma, calcula su índice según los precios de mercado de los cereales, la carne, los productos lácteos, los aceites vegetales y el azúcar.

    La mayor caída la registró el precio del azúcar, con un 10%, relacionada con la devaluación del real brasileño y la expectativa de que India -el segundo mayor productor del mundo- se convierta en un exportador neto, apuntó la FAO. También los precios de la leche, el aceite y los cereales cayeron considerablemente, mientras que el de la carne se mantuvo invariable respecto a julio pero bajó un 18% respecto al nivel récord de agosto del 2014.

    Los bajos precios generaron en los últimos meses protestas sobre todo entre los agricultores franceses. El pasado lunes, miles de agricultores europeos se manifestaron en Bruselas contra los bajos precios de la leche. Como respuesta, la Comisión Europea presentó un plan de ayudas por 500 millones de euros (USD 557 millones) que, procedentes de fondos europeos, serán destinados en particular a productores de leche y de carne de cerdo

    La mayor caída la registró el precio del azúcar, con un 10%, relacionada con la devaluación del real brasileño. Foto: Pixabay
    La mayor caída la registró el precio del azúcar, con un 10%, relacionada con la devaluación del real brasileño. Foto: Pixabay
  • La reina de España considera inaceptable que se tire comida en un mundo con hambre

    Agencia EFE

    La reina Letizia consideró «inaceptable» un mundo en el que cada día se tira comida «mientras 800 millones de personas pasan hambre» y otros miles de millones padecen obesidad, en el que fue su primer mensaje como embajadora especial de la FAO para la Nutrición.

    La reina Letizia acudió este viernes (12 de junio) a Roma, donde fue nombrada embajadora especial de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en el que es su primer cargo como representante de un organismo internacional.

    Vestida con un traje de chaqueta blanco de media manga y botones dorados, Letizia tomó la palabra en la Sala Plenaria de la FAO, que la recibió con un aplauso. Doña Letizia, quien desde hoy se comprometió a difundir los objetivos de esta organización para acabar con el hambre, consideró que se han ido haciendo progresos, pero exhortó a continuar.

    Para la reina hay que «seguir avanzando en el desafío que supone mejorar esa cifra aterradora de personas que padecen hambre» y observó que para ello «se requiere el concurso de todos». Desde los «gobiernos, desde luego, pero también al sector privado, a la sociedad civil y, en definitiva, a cada individuo», agregó.

    Otro de los argumentos que abordó la reina española fue el de la malnutrición y calificó como «una paradoja contemporánea» que «mientras millones de personas no tienen que comer, más de mil millones comen mal y en exceso, lo que significa que padecen sobrepeso y obesidad.

    En esta lucha contra el hambre, pero también la malnutrición, la reina destacó dos puntos que consideró capitales: el papel de la mujer y de la industria agroalimentaria mundial. Respecto a la industria agroalimentaria, señaló la importancia de que «colaboren de forma activa y responsable en la toma de conciencia general para llevar una vida saludable y, por tanto, libre de enfermedades».

    Subrayó el importante papel de la investigación científica, para aportar «mejoras en las prácticas de consumo y fabricación en la cadena alimentaria». «Sería además deseable capitalizar los avances que ya existen en la investigación del genoma para lograr una medicina preventiva, precisa, personalizada y, por tanto, eficaz», añadió.

    La reina Letizia también elogió la «tradicional dieta mediterránea», como ejemplo de alimentación sana y sostenible, y aseguró que es «el mejor ejemplo de alimentación saludable y sostenible» y un «estilo de vida».

    Un ejemplo de dieta mediterránea fue el elegido por la organización para el almuerzo que mantuvo la reina con los dirigentes de la FAO y que consistió en una ensalada de canónigos, milhojas de gazpacho y atún. La reina concluyó afirmando que el deber de todos es «contribuir, cada uno desde su ámbito de responsabilidad, a que esta realidad que todos conocemos cambie».

    Como comentó a Efe el director adjunto de comunicación de la FAO, Enrique Yeves, Doña Letizia había manifestado en noviembre del año pasado su voluntad de colaborar con este organismo de manera activa y no sólo con un título «honorífico».

    Por ello, tras la ceremonia de nombramiento, la reina mantuvo una reunión de trabajo con expertos de nutrición y de comunicación para poner las pautas de este nuevo cargo y debatir cuáles pueden ser las primeras actividades en la agenda. Tanto en la reunión como en los distintos actos, la reina Letizia estuvo acompañada por la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina.

    El director general de la FAO, José Graziano da Silva, se refirió en su discurso al «talento como experta en comunicación y la pasión por la investigación científica» de la reina Letizia, que puede ayudar en la misión de la lucha contra el hambre. Explicó que su nombramiento como embajadora especial de la nutrición se debe a su «compromiso personal y de España con la seguridad alimentaria y nutricional». 

    La reina Letizia de España durante su participación en la 39 Conferencia de la FAO en Roma. Foto: EFE
    La reina Letizia de España durante su participación en la 39 Conferencia de la FAO en Roma. Foto: EFE
  • Hambre y libre comercio: una relación compleja sin una receta clara

    Agencia EFE

    Igual que el libre comercio ha contribuido al desarrollo de distintos países, también puede hacer peligrar la seguridad alimentaria en otros, una cuestión compleja y de difícil respuesta. Así lo afirmó, por ejemplo, el economista de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) George Rapsomanikis este jueves (28 de mayo de 2015) en declaraciones a Efe, que el libre comercio es un «asunto sensible» cuando se relaciona con la alimentación de las personas.

    Actualmente no solo imperan los planteamientos más liberales, sino que muchos países siguen apoyando su agricultura local con subsidios, ayudas directas a los productores o medidas proteccionistas, entre otras. Ese apoyo «distorsiona en parte» el mercado internacional, aseguró Rapsomanikis.

    A su juicio, los países ricos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) continúan respaldando el sector primario, pero menos que antes y al margen de la producción, mientras que en Estados emergentes como China o la India esas ayudas están aumentando.

    La principal preocupación de estos dos países, dijo, es que «tienen mucha población pobre y una gran inseguridad alimentaria, por lo que intentan aumentar su producción» para alimentar a los más vulnerables.

    El caso indio es paradigmático, ya que llegó a paralizar en 2013 de manera temporal las negociaciones para un acuerdo en la Organización Mundial del Comercio, en defensa de su política de subsidios agrícolas.

    En otros casos, los países en desarrollo optaron por restringir las exportaciones y prohibir las importaciones para garantizar su producción interna cuando hace unos años trataban de mantener su producción interna mientras los precios de las materias primas estaban al alza.

    «En África ciertos países quisieron protegerse prohibiendo las exportaciones, aislando su sector agrícola sin que los precios aumentasen, y crearon dificultades en los países vecinos y tradicionales socios de comercio», argumentó Rapsomanikis.

    En el informe divulgado esta semana por las agencias de la ONU en Roma sobre el estado de la inseguridad alimentaria en el mundo se aborda la relación entre el comercio y el hambre sin una receta clara.

    Las Naciones Unidas recomiendan de forma genérica que los países apliquen con flexibilidad las medidas «más efectivas» para evitar que la seguridad alimentaria peligre con las prácticas de libre comercio, el cual -reconocen- no es «ni una amenaza ni la panacea».

    Se trata de un llamamiento a adaptarse al mercado agrícola actual, que ha pasado de la estabilidad a la volatilidad de los precios, cada vez más condicionados por los cambios en la economía o el clima. El informe de la ONU cita por igual ventajas e inconvenientes del libre comercio en la agricultura.

    Por una parte, ese fenómeno dinamiza la producción local con más inversiones, aumenta la variedad de alimentos disponibles, los precios disminuyen en aquellos países acostumbrados a importar alimentos y se promueven sistemas de control internacionales y una dieta más equilibrada.

    Sin embargo, el estudio también alerta de que los países exportadores netos de alimentos pueden acabar destinando sus productos al mercado internacional cuando los precios están al alza y dejar sin suministro a la demanda interna, así como perder competitividad o capacidad de reacción cuando haya desequilibrios. La experiencia, además, varía de país a país.

    La ONU admite que las reformas económicas en China han reducido la pobreza y el hambre, y el comercio ha jugado un papel clave para estimular su crecimiento. En Nigeria y Chile la apertura al libre comercio ha incentivado la producción agrícola, al igual que en Perú, que combinó esa transformación con programas sociales para evitar efectos negativos en la población más desfavorecida.

    Del lado contrario, Guatemala, Kenia, Senegal y Tanzania han visto cómo su lucha contra el hambre se ralentizaba ante el impacto del libre comercio, según el informe, que ve en la falta de acceso al crédito y otros recursos uno de los impedimentos para el desarrollo agrícola en este mundo globalizado. 

    La ONU también señaló que las reformas económicas en China han reducido la pobreza y el hambre. Foto referencial: Pixabay
    La ONU también señaló que las reformas económicas en China han reducido la pobreza y el hambre. Foto referencial: Pixabay