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  • La FAO destaca la protección social de América Latina para reducir el hambre

    Agencia EFE

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    El director general de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), José Graziano da Silva, afirmó este miércoles (27 de mayo) que América Latina demuestra que la protección social que desarrolló la región es un aliado para reducir el hambre mundial.

    «Hemos aprendido de América Latina que la protección social ayuda mucho» (para combatir el hambre), dijo Da Silva en la presentación del informe sobre el estado de la inseguridad alimentaria publicado por la FAO, el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA).

    El texto revela que en América Latina la prevalencia de la subalimentación cayó del 13,9% en 1990-1992 a menos del 5% en 2014-2016, mientras que el número de personas subalimentadas se redujo desde 58 millones hasta menos de 27 millones.

    «América Latina ha superado ampliamente tanto la primera meta de los Objetivos del Milenio como de la Cumbre Mundial sobre Alimentación (CMA)», destaca el informe en referencia a los dos propósitos de la ONU de reducir a la mitad el porcentaje de personas que sufren hambre y de personas desnutridas.

    Los avances globales en la región se deben, según la ONU, a «los buenos resultados económicos generales, el crecimiento constante de la producción agrícola y la aplicación satisfactoria de políticas de protección social».

    También contribuyeron la combinación de redes de seguridad con programas especiales para agricultores familiares y pequeños productores y el apoyo específico a grupos vulnerables, junto con intervenciones de seguridad alimentaria, entre los que destacó «los programas de alimentación escolar».

    Sin embargo, se observan diferencias importantes entre los países y regiones, pues mientras que América del Sur logró reducir la subalimentación en más del 75%, la prevalencia en América Central disminuyó en un 38,2%».

    Las tres agencias de Naciones Unidas concluyeron que el objetivo de reducción del hambre se cumplió en Argentina, Brasil, Chile, Guyana, Nicaragua, Perú, Venezuela, Uruguay, Bolivia, Panamá y Surinam.

    Añade que Colombia, Ecuador, Honduras y Paraguay están «en camino» de alcanzar la meta «durante los próximos años si mantienen las tendencias actuales», mientras que Guatemala o El Salvador «no parecen estar en la vía de conseguir las metas internacionales».

    Ni América Central ni el Caribe la alcanzaron, aunque «la carga del hambre en casi todos los países del Caribe es menor y, por tanto, resulta más manejable», ya que cayó del 27% en 1990-92 al 19,8% en 2014-16.

    Por países, sí lo consiguieron Barbados, Cuba, la República Dominicana y San Vicente y las Granadinas, mientras que Jamaica y Trinidad y Tobago «también están muy próximos a alcanzar la meta de los ODM».

    En la región caribeña, es Haití el mayor responsable del atraso, «país afectado por catástrofes naturales recurrentes y caracterizado por el crecimiento aún lento de la disponibilidad de alimentos con respecto al crecimiento de la población». 

    José Graziano da Silva, director de la FAO, aseguró que la protección social ayuda a combatir el hambre mundial. Foto: FAO
    José Graziano da Silva, director de la FAO, aseguró que la protección social ayuda a combatir el hambre mundial. Foto: FAO
  • La ONU cree que erradicar el hambre está muy cerca pero requiere compromiso

    Agencia EFE

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    La Organización de Naciones Unidas (ONU) consideró es miércoles (27 de mayo) en Roma que es posible erradicar el hambre, que aún padecen en el mundo casi 800 millones de personas, pero pidió compromiso político y social para lograrlo.

    Así lo dijo el director general de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), José Graziano da Silva, quien sostuvo que erradicar el hambre es un objetivo que está «muy cerca» de conseguirse y pidió compromiso político para lograrlo.

    «Estamos muy cerca, pero desgraciadamente no hemos logrado la meta para 2015», dijo Da Silva en la presentación del informe sobre el estado de la inseguridad alimentaria publicado por la FAO, el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), todos con sede en la capital italiana.

    El texto revela que la meta de reducir a la mitad la proporción de personas que pasan hambre está a punto de cumplirse pero siguen desnutridas 795 millones de personas, cifra que ha disminuido en 167 millones en la última década y en 216 millones desde 1990.

    «El mensaje principal y más importante es que de 129 países en vías de desarrollo, 72 han alcanzado ya el Objetivo del Milenio. Podemos erradicar el hambre», sentenció Da Silva, quien incidió en la necesidad de desarrollar «políticas activas» para lograrlo.

    Se refirió a la voluntad política como la clave para explicar la reducción del hambre en estos países, aunque también apuntó al compromiso social porque «es la sociedad la que quiere erradicar el hambre y la que lo lleva como la gran prioridad».

    Las agencias de la ONU destacan que un factor clave para luchar contra la desnutrición es el crecimiento económico inclusivo, con nuevas oportunidades de desarrollo para los pobres. En este sentido, Da Silva destacó la necesidad de «buenos empleos, empleos decentes» y «políticas activas para erradicar el hambre», especialmente en las áreas rurales, porque «el crecimiento por sí mismo no resuelve la pobreza ni el hambre».

    Por el contrario, los conflictos, la inestabilidad política y los desastres naturales han conllevado crisis en diferentes países, aumentando su vulnerabilidad y el hambre entre su población, de acuerdo al informe.

    «Es muy importante que los países menos desarrollados llamen a la comunidad internacional a que les ayude a superar los problemas persistentes», sentenció Da Silva, quien aseguró que la ayuda internacional actualmente «se concentra en afrontar emergencias». «No podemos solo actuar para aliviar los primeros problemas tras un desastre.

    El objetivo de la ayuda internacional es crear resiliencia», apostilló. Añadió que la crisis, que ha afectado «fuertemente» a los países desarrollados, también lo hace a los que están en vías de desarrollo, en los que hay desde hace dos años «una disminución en el ritmo de reducción de pobreza extrema y desnutrición».

    La vicepresidenta del FIDA, Josefina Stubbs, insistió en la importancia del desarrollo agrícola para avanzar en los objetivos, porque «tres cuartas partes de las personas pobres y hambrientas están en áreas rurales». Estas zonas necesitan «inclusión» para que las poblaciones rurales puedan «contribuir a seguridad alimentaria, que lograrán si tienen acceso a los mercados y apoyo financiero».

    El director del área de Programas y Políticas del BMA, Stanlake Samkange, abogó por «proteger lo que se ha alcanzado» y en mantener la determinación «para avanzar en los trabajos aún no completados».

    El informe sostiene que por zonas, América Latina, el Cáucaso, las regiones del sudeste, el este y el centro de Asia y las del norte y el oeste de África consiguieron alcanzar el objetivo por su rápido progreso en reducir la desnutrición.

    Los avances han sido más lentos en el Caribe, Oceanía, el Sudeste Asiático y en el sur y el este de África, mientras que el hambre ha aumentado en el centro de África y el oeste de Asia. Actualmente el Sur de Asia concentra el mayor número de personas desnutridas, 281 millones, mientras que en África subsahariana el 23,2% de la población pasa hambre. 

    Hay 795 millones de personas desnutridas en el mundo, pese a los avances globales para reducir el hambre. Foto referencial: Pixabay
    Hay 795 millones de personas desnutridas en el mundo, pese a los avances globales para reducir el hambre. Foto referencial: Pixabay
  • FAO pide fomentar consumo de pescado para enfrentar el hambre en Centroamérica

    Agencia EFE

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    El pescado, por su alto valor nutritivo, puede ayudar a enfrentar el «grave» problema del hambre que aqueja a cerca de 14 millones de personas en parte de América Central, dijo este martes (19 de mayo) en Panamá la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

    «Los productos del mar son productos de muy alta calidad nutricional y se constituyen como una alternativa en países donde enfrentamos graves problemas alimenticios», apuntó el coordinador subregional de FAO, Ignacio Rivera, en un taller sobre pesca artesanal y acuicultura que se celebró la mañana de este martes, en la capital panameña.

    El problema es que en América Central, a pesar de ser una región rodeada de océanos, el consumo de pescado es bastante deficitario y se aleja de la media mundial, que ha crecido en la última década motivado principalmente por el incremento de la oferta pesquera, el aumento de la población y del poder adquisitivo de la misma, y la expansión de los canales de distribución del pescado.

    Según la FAO, en el año 2000 se consumía al año una media de 17 kilogramos de pescado por persona. En el año 2012, la cifra asciende hasta los 19,2 kilos. En la región, apuntó Rivera, «solamente Panamá, con 23 kilos de consumo per cápita, supera el consumo per cápita mundial». Le sigue Costa Rica con 12,3 kilos de pescado al año. «El resto de países de América Central  presentan indicadores de consumo muy inferiores, que se sitúan en el rango de entre los 1,7 kilos y los 7 kilos por persona al año», añadió el representante del organismo internacional.

    Los países que enfrentan mayores retos en materia de seguridad alimenticia son, según el organismo internacional, Honduras, Guatemala, El Salvador y Nicaragua. Expertos de 11 países de la región se reúnen hasta el miércoles 20 de mayo en la capital panameña para buscar fórmulas que aumenten la ingesta de pescado y mejoren la confianza del consumidor en la pesca artesanal y la acuicultura de pequeña escala.

    El taller, que forma parte del programa ‘Mesoamérica sin hambre’ y lleva por título ‘Consumo de pescado en Mesoamérica: Las perspectivas para aumentar su contribución a la nutrición de la población’, fue organizado por la FAO y el Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (OIRSA).

    «Sabemos que la pesca representa una contribución económica importante para los países de Mesoamérica, el actual reto es cómo lograr que la pesca artesanal y la acuicultura contribuyan a mejorar la seguridad alimentaria de los sectores más vulnerables de la población», indicó el director de OIRSA, Laureano Figueroa. 

    «Es el alimento con mejor perfil de aminoácidos, aceites grasos y minerales, nutrientes indispensables en cualquier momento de la vida humana», añadió el representante de la FAO.

    La pesca artesanal se enfrenta a riesgos importantes como la marginalidad social, la sobreexplotación, la contaminación de los océanos, el mal uso de desechos en espacios urbanos y el cambio climático, apuntó Rivera.

    También hay que tener presente al pez tigre, según la FAO, una especie depredadora que representa un peligro para la biodiversidad marina y que se alimenta de peces, langostas y crustáceos juveniles, entre otras cosas. Según datos del organismo internacional, 540 millones de personas viven de la pesca artesanal en el mundo, lo que representa cerca del 8% de la población mundial. 

    El pescado es el alimento con mejor perfil de aminoácidos, aceites grasos y minerales, según al FAO
    El pescado es el alimento con mejor perfil de aminoácidos, aceites grasos y minerales, según al FAO
  • Propugnan un cambio de mentalidad para hacer la agricultura más ecológica

    Agencia EFE

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    La agricultura puede ser más ecológica si se cambia la mentalidad de sus principales actores, incluidos agricultores y gobiernos, dijo este 9 de abril Etienne Hainzelin, experto en agronomía y desarrollo.

    Hainzelin sostuvo que «no será fácil un cambio de usos para todos los grupos interesados», por lo que se necesita «un cambio de mentalidad».

    Este experto del Centro Francés de Cooperación Internacional en Investigación Agronómica para el Desarrollo (Cirad) participó en un coloquio sobre prácticas agroecológicas en la sede de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), «Si tienes suelo, sol, lluvias y biodiversidad de manera gratuita, ¿por qué no aprovechas esos recursos durante el tiempo que no tienes ningún cultivo en la tierra?», se preguntó el investigador, que instó a recuperar biomasa en aquellos lugares donde el cultivo solo se desarrolla durante una parte del año.

    La agroecología busca la sostenibilidad ambiental de los sistemas de producción agrícolas frente a un modelo de agricultura generalizado y centrado en el uso intensivo del terreno cultivable y de productos químicos como pesticidas.

    Hainzelin defendió ese nuevo sistema como una «nueva oportunidad» para los países en desarrollo que quieren vender sus productos en un mercado globalizado, por lo que animó a promover esas prácticas a pesar de sus costes iniciales.

    Puso de ejemplo países como Brasil, donde hay una «fuerte comunidad que impulsa el proceso de cambio»; Cuba, donde años atrás se pusieron en marcha acciones de ese tipo para fomentar la producción interna ante el embargo estadounidense; Francia, Laos o Argelia, por sus iniciativas políticas en ese sentido.

    El profesor reconoció que se mantienen «obstáculos» para desarrollar esas ideas debido, entre otros, a los grupos de presión y los modelos imperantes, pero consideró que hay necesidad de un cambio ante problemas acuciantes como el cambio climático o la inseguridad alimentaria en el mundo.

    Según el BID hay que aprovechar los recursos que existen y diversificar a partir de esos recursos: agregar valor a los productos de minería y de agricultura. Foto: Glenda Giacometti/ El Comercio
    Según el BID hay que aprovechar los recursos que existen y diversificar a partir de esos recursos: agregar valor a los productos de minería y de agricultura. Foto: Glenda Giacometti/ El Comercio
  • El comercio mundial del banano cambia

    Agencia AFP

    La Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) reconoció cambios importantes en el mercado mundial del banano, tras un análisis de los informes anuales de las mayores multinacionales del sector.

    «Aunque las empresas multinacionales siguen siendo importantes en el comercio mundial del banano, su participación en la producción de banano se ha reducido drásticamente en las últimas tres décadas, cambiando su ámbito de actuación hacia otras áreas en este sector y creando así oportunidades para otras empresas», sostiene la FAO en un comunicado divulgado en Roma.

    Para la organización, el panorama en el comercio mundial del banano «es cambiante». La agencia de Naciones Unidas analizó los datos de las tres mayores sociedades bananeras (Chiquita, Dole y Del Monte), las cuales controlaban el 65,3% de las exportaciones de banano en la década de los 80. «En el 2013, esa cuota de mercado conjunta apenas superaba un tercio, el 36,6%», subrayaron los expertos de FAO.

    En ese mismo año, el 2013, la cuota de mercado de las cinco mayores empresas bananeras era del 44,4%, con un notable descenso con respecto al 2002, cuando sumaba el 70%.

    «Hay nuevas oportunidades, ya que el mercado ya no está dominado por grandes actores, y además están apareciendo nuevos compradores», explicó Ekaterina Krivonos, economista la División de Comercio y Mercados de la FAO. «Aunque la competencia entre los países productores de banano es feroz», advirtió.

    Los datos de la agencia especializada de Naciones Unidas fueron realizados después de la fusión (en marzo) entre la firma Chiquita, la mayor empresa de comercio bananero en el mundo y con presencia dominante en el mercado de EE.UU. (61% de las ventas de la empresa), y Fyffes, uno de los principales proveedores del mercado europeo.

    Para la FAO, los cambios que se están registrando en el mercado del banano pueden resultar una «gran oportunidad» para los productores. «Las grandes multinacionales han sufrido también un cambio importante, alejándose de la propiedad de las plantaciones y la producción», reconocen los expertos.

    Las grandes sociedades se están concentrando en la logística posproducción, transporte, instalaciones para madurar el fruto, y comercialización, explicaron.

    Para la FAO, las principales cadenas de supermercados en EE.UU. y la Unión Europea, se han convertido en actores importantes en el comercio mundial del banano, ya que «dominan el mercado minorista en los principales países consumidores». Igualmente, «están comprando cada vez más a los mayoristas más pequeños o directamente a los productores», según los datos de los expertos de las Naciones Unidas.

    El «cambio de riendas» en el mercado, con una relación directa entre las grandes marcas de banano con los minoristas «fue facilitado por el establecimiento de líneas directas para el transporte de contenedores desde las regiones productoras a los principales mercados de destino».

    En Ecuador, uno de los mayores exportadores de banano de América Latina, se registra una menor concentración entre las empresas exportadoras.

    El escenario actual

    • Los riesgos. La FAO pidió a la comunidad internacional que tome medidas urgentes ante el resurgir de una de las enfermedades más destructivas del banano, que amenaza la producción mundial: ‘enfermedad de Panamá’.
    • Las incidencias.  La ‘enfermedad de Panamá’ o el marchitamiento por Fusarium TR4 (o fusariosis), se ha propagado hace poco en Asia, África y Oriente Medio, pero por el momento no ha llegado a Colombia ni a Ecuador, los mayores exportadores de América Latina.
    • La enfermedad. La «fusariosis», que agosta progresivamente las hojas del banano, penetra a través de las raíces y es muy resistente a los fungicidas.