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  • Las empresas miran en la felicidad un nuevo indicador

    Redacción Quito

    Los indicadores de las empresas suman un nuevo actor: la felicidad. Por eso, la medición de este estado de ánimo en los sectores productivos cada vez cobra más fuerza a escala internacional.

    Un ejemplo es lo que ocurre en Reino Unido. En ese país europeo se creó el Índice de Planeta Feliz o Happy Planet Index, que se trata de un índice alternativo de desarrollo, bienestar humano y ambiental. El desarrollo de este novedoso indicador cuenta con el respaldo del Gobierno del Reino Unido y la New Economics Foundation. El índice surgió en el 2006 y se publica cada tres años; el creador de esta herramienta es el británico Nick Marks.

    Él asegura, por ejemplo, que el 90% de la felicidad es un tema interno de cada persona o que si un ser humano es feliz, las probabilidades de éxito, en lo profesional y en lo personal son mayores.

    En el país ya se presentan casos de empresas que analizan y ven a la felicidad como un indicador importante. El estudio denominado ‘Felicidad en el Trabajo’, desarrollado por The Edge Group e Ipsos Consultor es un ejemplo. Esta investigación encuestó a 1 034 trabajadores del Ecuador, desde mayo pasado.

    Los participantes de la encuesta levantada en el país fueron consultados sobre aspectos generales de la experiencia en el trabajo, detalles del día a día en sus actividades, sobre la organización en la que trabajan y sobre la vida personal que llevan. Entre las variables que se analizaron estuvieron los ingresos que reciben, el equilibrio del trabajo con la vida personal, la utilidad de su empleo, las relaciones con el equipo, entre otras.

    Los resultados de esta investigación señalan que existe satisfacción y disfrute del trabajo. También se aprecia que el ecuatoriano está consciente de que su labor beneficia a los clientes de la organización, de que hay buenas relaciones con los compañeros de equipo y que existe la sensación de ser útil.

    Pero también se percibió una deficiencia en la capacidad de resiliencia, en la compensación económica y en el balance entre el trabajo y la vida personal. «Las mayores alarmas se disparan en torno a la percepción que el ecuatoriano teme perder su trabajo en los próximos seis meses, así como el estrés que le generan sus funciones diarias y los retos».

    ¿Por qué se tiene que medir la felicidad en el lugar de trabajo? Johan Stuve, consultor de The Edge Group, sostiene que la medición es un buen negocio. «Los estudios demuestran que las personas felices tienen la posibilidad de desempeñarse en su rango alto de capacidades. Liberan endorfinas y dopaminas en el cerebro, lo que nos permite pensar mejor, más rápido, ser más creativos y asertivos».

    Según Stuve, si los trabajadores de una empresa son felices, entonces van a desempeñarse de mejor manera, se van a enfermar menos, y especialmente van a poder realizar sus funciones con un sentido de propósito y trascendencia. El consultor agrega que así ganan empresas y trabajadores. Las primeras obtienen un mapa claro sobre los impulsadores de la felicidad en sus equipos y pueden crear una cultura de felicidad. Los trabajadores, al mejorar su ánimo, pueden cumplir con sus labores de manera más simple, más eficiente y con menos desgaste.

    Una mirada a la realidad corporativa

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    En las oficinas de empresas ecuatorianas ya se mide el nivel de felicidad de los empleados y se desarrollan planes y estrategias para fortalecer el desempeño de los equipos de trabajo.

    En mayo de este año arrancó una encuesta en la población trabajadora ecuatoriana, para medir este parámetro. A través de un cuestionario online y de entrevistas presenciales, The Edge Group en alianza con Ipsos Consultor consultó a 1 034 trabajadores a escala nacional.

    Entre las variables que se tomaron en cuenta para la medición se contemplaron la edad, género, grupo socio económico, sector productivo y ocupación. Los principales datos constan en el gráfico.

    Los resultados del estudio revelaron que el sistema de gestión, las relaciones dentro de las compañías, el clima laboral y la expresión personal, son los factores más importantes de la felicidad en el trabajo para los ecuatorianos.

    Cada uno de estos aspectos contribuyen significativamente en el nivel general de felicidad en el trabajo. Si cualquiera de estos factores son considerados buenos en el lugar de empleo, entonces los colaboradores son hasta dos veces más felices en su trabajo. Por ello, para que las empresas puedan conseguir mayores grados de satisfacción laboral en su plantilla deben mejorar esos aspectos.

    En la evaluación, los encuestados respondieron 40 preguntas, que buscaban indagar sobre aspectos generales de la experiencia en el trabajo, detalles del día a día, sobre la organización en la que trabajan, y sobre su vida personal.

    Con ello, The Edge busca identificar cuáles son los impulsores de la felicidad en el mundo laboral en el Ecuador.

    Los hallazgos de la evaluación mostraron que existe un buen nivel de satisfacción en torno a la percepción del disfrute del trabajo, de qué tanto el empleado puede dedicarse de manera eficiente a cumplir sus labores, al beneficio que generan a sus clientes, a las buenas interacciones con los compañeros de equipo, y a la utilidad del trabajo que realizan los ecuatorianos.

    Sin embargo, el estudio también mostró una deficiencia en la capacidad de resiliencia (sobreponerse a situaciones adversas), en la compensación económica y el balance: vida frente al trabajo.

    Mientras que las mayores alarmas se disparan en torno a la percepción que tienen los ecuatorianos de poder perder su trabajo en los próximos seis meses, así como el estrés que les genera sus funciones diarias y retos por alcanzar.

    Este tipo de estudios también se han aplicado en otros países del mundo. Los últimos 12 a 15 años han estado llenos de numerosos estudios sobre psicología positiva, bienestar, ciencia de la felicidad y su impacto en el desempeño de los colaboradores en las firmas.

    Algunos datos de empresas más felices señalan que las empresas mejoran en diferentes aspectos, de acuerdo con diferentes sondeos de consultoras. Por ejemplo, incrementos del 31% de productividad (ShawnAchor), 37% en ventas (Gallup), 44% en retención (Gallup), 300% en innovación (HBR).

    Uno de los avances más importantes en esta materia, ha sido el alcanzado por Nic Marks, quien con el respaldo del Gobierno del Reino Unido y la New Economics Foundation, ha desarrollado herramientas de medición de la felicidad. Primero creó el Happy Planet Index, que permite medir la felicidad de países. Y con esta base y experiencia, creó Happiness at Work, para el trabajo.

    Las conclusiones

    1. Sistema de Gestión

    a) El 85% de los trabajadores en el Ecuador necesita saber y sentir que colabora en una empresa bien gestionada, como respaldo para ser feliz en su trabajo. Sin embargo, solo el 40% de los trabajadores ecuatorianos considera que los sistemas de gestión son adecuados.

    2. Relaciones laborales

    a) El 84% de los empleados que tienen buenas relaciones con sus pares y jefes, son felices en el trabajo.

    c) En este aspecto, casi el 70% está satisfecho, por lo que la brecha a cerrar es relativamente pequeña.

    3. Clima laboral

    a) El 83% de los empleados que trabajan en un buen clima laboral en el país, son felices.

    b)  Son varios los factores que influyen en este tema, y en general la medición arroja un 62% de satisfacción frente a los componentes de clima.

    4. Expresión personal a) El 78% de los empleados que se pueden expresar libremente, son felices en el trabajo.

    b)  La apertura para ser uno mismo, ser creativo y usar nuestras fortalezas y habilidades en la empresa, es uno de los factores más importantes de los que depende la felicidad a nivel global. En Ecuador estamos en el 64%.

    Otros datos

    La motivación.  Los equipos que motivan, apoyan y aprecian los esfuerzos de sus miembros tienen más probabilidades de tener un buen rendimiento. Frente a esto, el 72% de los trabajadores ecuatorianos considera que tiene buenas relaciones con sus compañeros.

    Confianza. La encuesta reveló que casi el 70% de los trabajadores en el país siente que su gerente confía en ellos, lo cual es sin duda un impulsor de la felicidad.

    La meta es mejorar la productividad de las empresas

    Proyecto Happiness (www.proyectohappiness.ec), que provee al sector corporativo de mediciones, hallazgos y soluciones para desarrollar la Felicidad en el Trabajo, realizó este estudio para establecer un punto de referencia de la Felicidad en el Trabajo en Ecuador.

    El estudio fue conducido por The Edge Group, una firma que asesora a empresas de la región en temas de innovación, equipo y liderazgo, felicidad y sostenibilidad. Para el Proyecto Happiness integró un equipo de especialistas internacionales en el campo de la Ciencia de la Felicidad, con el que facilitan el desarrollo de la felicidad en el trabajo.

    La encuesta que se utilizó y desarrolló en el Ecuador fue concebida y analizada por Nic Marks, director de la organización Happiness Works.

    Esta entidad se dedica a desarrollar herramientas y servicios basados en la Ciencia de la Felicidad, para medir y entregar nuevas posibilidades a las organizaciones que permitan mejorar sus niveles de felicidad y productividad.

    Las metodologías empleadas están basadas en los desarrollos de la Government Office of Science’s Foresight Programme en el Reino Unido; tiene una experiencia internacional de 12 años.

    Marks sostiene que «existe un creciente número de estudios que demuestran que la felicidad no depende únicamente de qué tan bien nos vaya en el trabajo y de los resultados que obtengamos». Además, muestran que las personas más felices se desempeñan mejor.

    Este investigador asegura que la felicidad es un marco fundamental para aumentar los niveles de productividad y optimización en la organización.

    Sobre el estudio en Ecuador, Marks dice que los latinoamericanos son conocidos por su espíritu vibrante y el informe refleja cómo ese espíritu influye en la felicidad en el trabajo. El estudio muestra cómo los ecuatorianos privilegian más un buen sistema gerencial, las relaciones, el ambiente y la libertad para ser uno mismo, que los niveles salariales.

    Para José Antonio Torres, presidente de The Edge Group, tener un punto de referencia sobre los indicadores de felicidad ofrece una posición privilegiada para mejorar en el bienestar, crecimiento y productividad de las organizaciones.

    Más indicadores

    La gestión. El 40% considera que los sistemas de gestión de las organizaciones en el Ecuador son los adecuados.

    Las relaciones. Casi el 70% de los consultados está satisfecho sobre las relaciones con sus pares y sus jefes.

    El clima laboral. La medición arroja un 62% de satisfacción frente a los componentes del clima laboral.

    La expresión personal.  La apertura para ser uno mismo es uno de los factores más importantes de los que depende la felicidad. En Ecuador el nivel de satisfacción al respecto es el 64%.

    La felicidad interna bruta entra al debate

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    Con el ejemplo del pequeño reino de Bután, pionero desde hace varias décadas en evaluar la Felicidad Interna Bruta de su población, México, Ecuador, Uruguay, Bolivia y Venezuela también planean cómo medir el «vivir bien» o el «buen vivir«, como alternativa a la cuantificación de la riqueza material.

    Por eso, a mediados de agosto, representantes de gobiernos y organizaciones sociales de Bután y las cinco naciones discutieron en La Paz, las ideas y propuestas orientadas a ese propósito en el «Encuentro internacional para la métrica del vivir bien, felicidad y el buen vivir», según una nota de la agencia EFE.

    El presidente del Centro de Estudios de Bután, Dasho Karma Ura, explicó en que las mediciones hechas en su país han detectado varios grados de felicidad, entre los «no felices, mas no desesperados» y «los profundamente felices».

    Según este investigador, «cuando una persona tiene mucho tiempo no cuenta con recursos y no tiene energía para ser feliz y, por otro lado, cuando se tiene tiempo, ya no cuenta con los recursos, ni la energía para serlo».

    Karma Ura apuntó que los «intensamente felices», lograron hacer su mente inmune a las influencias externas, independientemente de sus condiciones de vida. Por eso considera una necesidad la habilidad de una «fluctuación de la mente» para buscar la felicidad.

    En el 2011, la Asamblea General de la ONU aprobó una resolución que reconoce la felicidad como un «objetivo humano fundamental», a instancias de Bután, que mide la Felicidad Interna Bruta (FIB), para conocer cuán satisfecha está su población, tras considerar que para ello es insuficiente el tradicional Producto Interior Bruto (PIB).

    Karma Ura recomendó reformular las preguntas de un cuestionario que el Gobierno de Bolivia está diseñando para evaluar el «vivir bien» de sus ciudadanos. Algunas ideas básicas que deben tomarse en cuenta son la calidad de vivienda o el número de días de felicidad, pero con una escala de valoración, por ejemplo, del 0 al 10, como se hace en Bután, en lugar de una simple diferenciación entre el «sí» y el «no», agregó.

    El encuentro planteó que ante la crisis económica, ambiental, energética social, moral y espiritual, fruto del «delirio del desarrollismo», el mundo debe tomar conciencia de que «la supervivencia de la humanidad y de la Madre Tierra será posible si retoma el equilibrio basado en valores como vivir bien, felicidad y el buen vivir», según un documento discutido en el foro.

    El origen de la FIB

    Bután. El índice de la Felicidad Interna Bruta (FIB) surgió en este país asiático en la década de 1970. Mide la felicidad en función de la economía, la cultura, el medioambiente y el buen gobierno.

  • La felicidad en las empresas, en cifras

    Por JohAN Stuve. Consultor de The Edge Group en Ecuador

    En mayo del 2014 comenzamos a correr con nuestro socio estratégico IPSOS (inteligencia de mercados), una encuesta relacionada con una muestra representativa de la población trabajadora del Ecuador. A través de un cuestionario que se levantó online y de entrevistas cara a cara, consultamos a 1 034 trabajadores del país sobre su ‘Felicidad en el Trabajo’.

    Todos los participantes de la encuesta fueron consultados sobre aspectos generales de su experiencia en el trabajo: detalles del día a día, sobre la organización en la que trabajan, y sobre la vida personal que llevan. Esto nos permitió entender cuáles son los niveles de Felicidad en el Trabajo de los ecuatorianos, pero yendo aún más allá, identificamos cuáles son los impulsores de la Felicidad en el Ecuador.

    A través del Proyecto Happiness, que provee al sector corporativo de mediciones, hallazgos y soluciones para desarrollar la Felicidad en el Trabajo, se realizó este estudio para establecer un punto de referencia nacional sobre la Felicidad.

    El estudio fue conducido por The Edge Group, que asesora a empresas de la región en temas de innovación, equipo y liderazgo, felicidad y sostenibilidad. En el Proyecto Happiness se ha integrado un equipo de especialistas internacionales en el campo de la Ciencia de la Felicidad y el bienestar con el que facilitan el desarrollo de la felicidad en el trabajo.

    «Tener un punto de referencia sobre los indicadores claves de los niveles de felicidad en el país nos da una posición privilegiada para mejorar en el bienestar, crecimiento y productividad de las organizaciones en el Ecuador». Este es el criterio de José Antonio Torres, presidente ejecutivo de The Edge Group.

    La encuesta que se ha utilizado y desarrollado en el Ecuador -con la firma especializada en investigación de mercados IPSOS-, fue concebida y analizada por Nic Marks, director de la organización Happiness Works. Esta entidad internacional se dedica a desarrollar herramientas y servicios basados en la Ciencia de la Felicidad, para medir y entregar nuevas posibilidades a las organizaciones que permitan cambiar sus niveles de felicidad y productividad.

    Sus metodologías están basadas en los desarrollos de la Government Office of Science´s Foresight Programme en el Reino Unido; y tienen una experiencia internacional de 12 años.

    «Existe un creciente número de estudios que demuestran que la felicidad no depende únicamente de qué tan bien nos vaya en el trabajo y de los resultados que obtengamos. Los mismos estudios muestran que las personas más felices también se desempeñan de mejor manera», sostiene Nic Marks.

    El Director de Happiness Works añade: «Es por esto que la felicidad en el trabajo trasciende de ser algo chévere, y por el contrario, es un marco fundamental para aumentar los niveles de productividad y optimización en la organización. Nutrir la felicidad en el trabajo tiene un retorno de inversión muy alto para la empresa, además de dejar una satisfacción por el trabajo bien hecho».

    En el transcurso de las próximas semanas, en el Semanario de Economía y Finanzas LÍDERES se publicarán los principales datos del estudio sobre la Felicidad de los colaboradores de las organizaciones en el Ecuador. Hay cifras interesantes que recogen el criterio de los trabajadores en las principales ciudades del país; además, se encuentran datos en cuanto a la posición dentro de la empresa y el género. Se trata de un material importante para tomar decisiones.

    Por ahora es interesante ver un par de resultados que arrojó la muestra. IPSOS consultó: ¿Qué tan feliz eres cuando trabajas? El 56% de los entrevistados respondió afirmativamente. Otra pregunta: ¿Estás orgulloso de la organización en la que trabajas? El 67% respondió con optimismo.

    Sobre el estudio realizado en Ecuador, Nic Marks menciona que los latinoamericanos son bien conocidos por su espíritu vibrante y el estudio refleja exactamente cómo ese espíritu juega en términos de la Felicidad en el Trabajo en Ecuador. «Ha sido una revelación descubrir cuáles son los impulsores de la Felicidad en el Trabajo en Ecuador».

    El estudio muestra cómo los ecuatorianos privilegian más un buen sistema gerencial, las relaciones, el ambiente y la libertad para ser uno mismo, que los niveles salariales», indica el Director de Happiness Works.

  • Sonríe, Ríe y sé feliz para trabajar mejor

    El Universal de México. Grupo de Diarios América (GDA)

    En el 2010, un camión escolar pintado de azul salió a recorrer las calles de Austin, Texas, para «escuchar» de primera mano cómo la gente estaba transformando sus vidas a través de la felicidad.

    Suena frívolo o banal, pero Jenn Lim, entonces mánager de Tony Hsieh, CEO de la firma de zapatos Zappos, reconocida por ser uno de los mejores lugares para trabajar según la revista Fortune, y Hsieh hallaron que la felicidad dentro de las oficinas puede ser un modelo de negocio. Es decir, que entre más felices sean las personas en una organización, más ganancias habrá para esa empresa.

    ‘Entregando Felicidad’, el libro en el que el CEO de Zappos explica las bases de la cultura organizacional basada en la felicidad y que se ha traducido a 20 idiomas y ha vendido 550 000 copias, fue precursor de un movimiento que se ha contagiado a través del mundo.

    ‘Entregando Felicidad’ hoy es una consultoría fundada por ella y por Hsieh que ha logrado influencia en 110 países en la que Jenn es en vez de CEO, CHO, Chief Happiness Officer (que podría traducirse como oficial en jefe de la felicidad); se encarga de inspirar pasión y propósito en el trabajo y en la vida.

    Lo que hace un CHO, según Jenn, es lo mismo que un CEO pero a través de la felicidad como un modelo de negocio.

    La felicidad no solo es uno de los más placenteros sino uno de los que hacen ganar más dinero a las organizaciones, según demuestran varios estudios.

    Los efectos de la felicidad en el trabajo traen 300% más innovación en las empresas; 37% más en ventas, 31% más en productividad; 125% menos de personas sufriendo ‘burnout’, síndrome que fatiga a colaboradores e incluso les impide trabajar, y 66% menos ausentismo laboral, según fuentes de la consultoría.

    La idea de ‘Entregando Felicidad’ parece sencilla y hace sentido al hablar de negocios: empleados felices = a clientes felices = a empresa exitosa.

    En una entrevista a propósito de su visita al INCMonterrey -uno de los eventos más grandes de emprendimiento organizado por el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey-, Jenn Lim, cofundadora de este movimiento, asegura que construir una organización a través de este método se convierte en una ventaja competitiva que la hace exitosa a largo plazo.

    «Si puedes aumentar la felicidad o el bienestar de tus empleados como individuos y como equipo se sienten más comprometidos con su trabajo; se sienten alineados con los valores y el propósito de la compañía y alinean los suyos a estos.

    Eso en sí es más motivante, y en consecuencia, los vuelve más productivos al final, ya que hacen las cosas porque las quieren hacer, no porque las tienen que hacer», explica Lim.

    Buscar la felicidad al interior de las organizaciones no es algo frívolo como puede sonar para algunos, es en realidad una estrategia de negocio. En tres años desde que fue fundada por Lim y Tony Hsieh, ‘Entregando Felicidad’ ya ha trabajado con empresas como Deloitte, Morgan Stanley, HP, Audi, Cisco, The Economist y Facebook, entre otras. «Sugeriría considerarlo como algo que necesita ocurrir para innovar, para mantener a buenos empleados y atraer a verdaderos buenos empleados», dice Lim.

    El propósito de ‘Entregando Felicidad es crear más personas, compañías, comunidades y en consecuencia, un mundo más feliz. Esta felicidad dentro de las organizaciones se logra a través de la alineación de los empleados con los valores y esta razón de ser de la empresa.

    Quizá haya quienes no crean en esta metodología, asegura Jenn, sin embargo, no es asunto de hacer cambiar a las personas de opinión, sino que en realidad se trata no de obligar a ser felices sino de mostrar la manera en la que se logra dentro de las organizaciones.

    Así lo ha logrado su staff, hoy desperdigado alrededor del mundo. El proceso siempre será inacabado, porque la felicidad es una travesía. «Es casi como el champú: enjuaga, lava y repite. Es un ciclo cambiante y dinámico», asegura.

    Mandamientos de Zappos
    Para los analistas corporativos, el punto central del éxito detrás de Zappos está en los 10 mandamientos que orientan su forma de hacer negocios: 1) Sorprender con calidad de servicio. 2) Tener mentalidad permanente de cambio. 3) Disfrutar y divertirse con el trabajo. 4) Aventurar con creatividad. 5) Crecer y aprender constantemente. 6) Construir relaciones transparentes basadas en buena comunicación. 7) Trabajo en equipo y espíritu familiar. 8) Hacer más con menos. 9) Pasión y 10) Humildad.

    En cuanto a la mística laboral, la firma también ha marcado la diferencia. Sus más de 1 400 empleados comparten diariamente información a través de Twitter, transmitiéndose lecciones en un ambiente de trabajo que empieza con cuatro semanas de inducción remuneradas.

    Alcanzar la felicidad

    El proceso. La manera en la que ellos (Lim y Tony Hsieh) lo hacen en el interior de las empresas es esta: primero, educan e inspiran con la historia de la felicidad como un modelo de negocio.

    El siguiente paso. Aplican una encuesta entre los empleados para medir los niveles entre el equipo. Luego se reúnen con los líderes para definir las metas, visión, valores y el propósito de la empresa, porque toda esta metodología se basa en que la organización, para lograr que todos sus empleados estén felices, tenga un propósito y valores.

    Resultados. Esta meta va más allá de generar dinero y busca la creación de una propuesta de valor para los clientes.

    El especialista

    Felicidad laboral, ¿existe tal cosa?

    Arturo Castillo. Motivador y prof. de técnicas psicorrelajantes

    No hay nada que el ser humano busque con más afán que la felicidad; nada que le resulte más difícil de alcanzar. Está convencido de que al hallar la felicidad, conjurará definitivamente el sufrimiento. No se le puede culpar, solo trata de escapar del dolor.

    Por ello, le resulta difícil rehusarse a cualquier promesa de felicidad, por ello se vuelve vulnerable, manipulable, al punto de confundir felicidad con ilusión. Sin embargo, lo que concibe como felicidad, no es algo duradero, permanente, una posesión. Pronto se verá enfrentando la frustración, de vuelta a algún refugio, a una nueva promesa de felicidad.

    Y esa promesa puede estar en diferentes lugares, como un señuelo. Por ejemplo, puede que la persona busque la felicidad en el trabajo, en su profesión. En sintonía con ese anhelo, quizás algunas empresas se propongan garantizarle la consecución de la felicidad; pero se trata de un ofrecimiento que excede sus verdaderas posibilidades.

    Es bien sabido que la felicidad es transitoria, que, en el mejor de los casos, los individuos experimentan momentos de fugaz felicidad.

    Consecuentemente, en el campo del trabajo, parece más pertinente hablar de satisfacción, como un sentimiento de autorrealización.

    Mientras que la felicidad está condicionada a factores externos (como una empresa que se ‘encarga’ de que sus trabajadores sean felices), la satisfacción es, en cambio, una conquista personal, algo que se experimenta en la entrega plena, en la conexión emocional con los quehaceres.

    Desde esta perspectiva, la satisfacción no es un subproducto del trabajo, sino aquello que lo sustenta, su valor espiritual. La satisfacción es un sentimiento íntimo, que no se mide, necesariamente, con la productividad.

    ¿Se puede ser feliz sin experimentar satisfacción? Difícilmente.

    En ese sentido, tal vez las empresas debieran medir el grado de satisfacción de sus colaboradores desde otros parámetros que no sean estrictamente el rendimiento y la eficiencia. Finalmente, no se puede pretender que la felicidad se convierta en una experiencia colectiva, como si se tratara de una droga infalible. Tal propósito trae a la memoria el relato futurista de Aldous Huxley, en su famosa obra ‘Un mundo feliz’.

    La frase. «La satisfacción es un sentimiento íntimo, que no se mide, necesariamente, con la productividad en el trabajo».

  • La visión del tiempo afecta el desempeño

    Redacción Quito (I)

    Cada vez es más común medir el nivel de felicidad dentro de las compañías. La premisa: «trabajadores con una mayor estabilidad emocional son más productivos y creativos», ha movido a los departamentos de talento humano a buscar ese anhelado bienestar en su plantilla.

    Ahora se suma una variable más que puede contribuir en la búsqueda de la felicidad laboral. Se trata de la concepción del tiempo. Esta variable cuantifica la visión de los colaboradores y cómo afrontan sus problemas. Con los resultados se pueden formar equipos de trabajo más equilibrados con procesos más eficientes.

    Esta metodología, de acuerdo con los resultados obtenidos, clasifica a las personas y su concepción del tiempo en cinco grupos: pasado negativo, pasado positivo, presente fatalista, presente hedonista y visión de futuro.

    En Ecuador, la firma Holística Consultores aplicó este estudio en 300 personas en cinco empresas del país, de sectores como retail, asegurador, manufactura y a estudiantes de maestría.

    En el país, explica Édgar Lascano, gerente de la firma, existe una alta incidencia de visión hacia el pasado, debido a un tema cultural. En parte, este aspecto es positivo, porque permite no incidir en los mismos errores cometidos.

    Los adultos de mediana edad (35-50) tienen una visión negativa del pasado y un presente fatalista. «Ellos creen que no se puede cambiar el destino y por lo tanto tienen poca visión del futuro», puntualiza Lascano.

    Mientras que los adultos jóvenes (25-35 años) miran el pasado de una manera más positiva. Una de las razones, explica el consultor, es que esta generación atravesó problemas de la nación, como la guerra del Cenepa (1995) o el feriado bancario (1999) a edades tempranas, por lo que sus recuerdos son demasiado vagos sobre estos acontecimientos.

    Sin embargo, este mismo grupo mira su situación enfocada en un presente hedonista, que implica satisfacción material a corto plazo, que conlleva sobreendeudamiento y en el ámbito laboral, planteamiento de proyectos superficiales y mayor riesgo de procrastinación. Asimismo, la perspectiva de futuro no es tan alta.

    Lo ideal, indica el consultor, es buscar un equilibrio en los equipos. «Por ejemplo, en una tarea puede haber desincronización en los tiempos debido a las diferentes visiones y eso afecta en la productividad en las tareas».

    Luego del diagnóstico empresarial vienen los correctivos. Con este test, y de acuerdo con los resultados, se emiten recomendaciones.

    Mario Pérez, estudiante de la maestría en Gestión de Talento Humano de la Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE), realizó este test en unos 25 minutos. Este ingeniero en administración de empresas de 40 años, comenta que las personas que realicen la evaluación pueden «proyectarse mejor al futuro» y tienen la posibilidad de mejorar su desempeño en el ámbito profesional, académico e incluso en la vida cotidiana.

    Asimismo, Alejandra Vásquez, coordinadora de Talento Humano en la empresa RVR Transformadores, realizó esta evaluación. Ella comenta que a través de esta prueba pudo notar que tenía una visión de «destino que no se puede cambiar». Con los hallazgos, la profesional de 34 años evidenció que debe «salir de su zona de confort». Gracias a su experiencia, indica Vásquez, el test es ideal para apuntalar a la plantilla laboral.

    La evaluación

    Modalidad. La prueba es escrita y dura aproximadamente entre 20 y 25 minutos, consta de 54 preguntas.

    Los resultados. De 20 a 25 minutos se demora en determinar los hallazgos de la evaluación; luego, se realizan las recomendaciones.

    Perspectivas. El test indica en qué tendencia vive el evaluado: pasado (positivo o negativo), presente (fatalista o hedonista) o futuro.

    La cultura. La concepción del tiempo varía según cada cultura; las que tienen una perspectiva más equilibrada son más realizadas y productivas, de acuerdo con los estudios.