Etiqueta: franquicia

  • La regla: más locales cerca de los clientes

    Redacción Quito

    En un perímetro de cinco cuadras, en la zona de la República del Salvador, entre Portugal y NN.UU. (norte), Subway tiene tres restaurantes. En tan solo dos años, esta cadena especializada en sánduches abrió 22 locales en Ecuador.

    Esta franquicia estadounidense, cuya sede central está en Milford (Connecticut), llegó al país, por segunda ocasión, en el 2010 y ha tenido una gran expansión en el mercado. Sin embargo, a mediados de los 90, este caso de éxito tuvo un primer capítulo negativo. Subway ingresó al mercado con cuatro locales, dos en Quito y dos Guayaquil. Por poca aceptación la marca dejó Ecuador.

    Jorge Saltos, agente de Desarrollo del Territorio 1 de Subway (norte del país y Galápagos), comenta que en esa época el mercado ecuatoriano no estaba preparado para la franquicia; una de las razones fue que en ese entonces la moneda era el sucre, y debido a los altos precios de los ingredientes, la mayoría importados, los costos finales de los sánduches resultaban muy altos para este medio.

    Por esta razón, para Saltos fue un reto traer de nuevo la marca. Él señala que la casa matriz de Subway tuvo una estrategia inteligente: esperar un largo plazo para evitar la recordación de la marca y su salida del mercado. Por ello, cuando solicitó traer la franquicia, en el 2005, le pidieron esperar. No fue hasta el 2010 que Subway decidió reingresar al país.

    Ahora, esta cadena se ha consolidado y sus proyecciones son seguir creciendo; su facturación mensual en sus 22 locales es de unos USD 700 000. Subway espera cerrar el 2013 con 53 locales, a escala nacional. Pero ¿cómo definen la ubicación? ¿cuáles son los parámetros? Pablo Arosemena, agente de Desarrollo del Territorio 2 (sur del país), comenta que la marca busca sitios estratégicos, cerca de oficinas y donde exista movimiento comercial. Privilegia a los locales que se encuentren en esquinas, la inversión para montar un local está entre USD 80 000 y 130 000.

    Para Guido Santillán, gerente de Ecuafranquicias, los factores para que una franquicia tenga éxito es que debe ofrecer un producto y/o servicio diferenciado y de calidad. Además, debe contar con proveedores calificados, aplicar capacitación inicial y continua a sus empleados, e innovar constantemente su atención al cliente

  • Una nueva marca en el segmento de la depilación

    REDACCIÓN QUITO

    Marco Vintimilla tenía claro que pasado el umbral de los 40 años quería tener su propio negocio. Cuando llegó el momento sumaba 15 años de experiencia en mercadeo y en el área comercial; había pasado por multinacionales como General Motors y Procter & Gamble. Por su último trabajo residía en Colombia y allí conoció a la familia Rocha, que había desarrollado Depilarte, una franquicia de depilación definitiva en Venezuela y Colombia.

    Fue así como este ingeniero comercial tomó el reto de desarrollar el negocio en Ecuador y Perú. Aunque no revela el monto que pagó por la franquicia máster, sí comparte que invirtió USD 10 000 en montar el primer local, que está en el Centro Comercial El Bosque, en Quito.

    Junto con un socio minoritario llevan menos de dos semanas en el mercado y todos sus esfuerzos están concentrados en la promoción. En el buscador de Google aparecen como primera opción cuando se busca «depilación».

    La técnica que usan se llama IPL (luz pulsada intensa, por sus siglas en inglés), que es una alternativa a la depilación definitiva con láser, con una efectividad del 95% en la desaparición del vello corporal.

    El plan de expansión de esta franquicia es agresivo. La meta es cerrar el 2013 con cinco locales y tener entre 15 y 20 hasta el 2015. Las zonas de clima cálido están en la mira de los socios de Depilarte. El costo para entregar la marca a los subfranquiciados es de USD 35 000.

    Datos
    La sede. La franquicia surgió en Venezuela en el 2010.

    Locales. En la actualidad tiene un local, en el Bosque, en Quito.

  • Una disputa empieza bajo el aroma del café

    Portafolio / GDA y EFE

    El anuncio de Starbucks de desembarcar el próximo año en Colombia agitó la semana pasada el mercado interno de café de ese país, hoy dominado por Juan Valdez. El ingreso de la cadena norteamericana podría generar una contienda interesante entre ambos titanes.

    La semana pasada Starbucks anunció un proyecto para establecer hasta 50 locales con su marca en varias ciudades colombianas en los próximos cinco años, con lo cual busca, además, que el país sea uno de sus mayores proveedores de café en América Latina. Para lograr este objetivo, la multinacional prevé invertir unos USD 20 millones hasta el 2018.

    «Nuestra larga y orgullosa historia de compra y tostado de café colombiano se remonta a 1971, cuando se fundó Starbucks. Desde nuestro humilde comienzo en Pike Place Market de Seattle (EE.UU.), Starbucks siempre ha admirado y respetado la distinguida tradición del café colombiano», dijo el director ejecutivo de Starbucks, Howard Schultz.

    Las tiendas estadounidenses en ese país serán operadas a través de una alianza entre la multinacional colombiana de alimentos Nutresa y el operador mexicano de restaurantes Alsea. La firma mexicana opera en Colombia desde el 2008 y trabaja con más de 500 tiendas Starbucks en México, Argentina y Chile.

    Según Starbucks, el café que será vendido en sus tiendas en Colombia provendrá de su socio local Colcafé, que únicamente suministrará grano producido en tierras colombianas.

    Al ser consultado sobre si Starbucks será un competidor en Colombia de la cadena local Juan Valdez, Schultz descartó esa posibilidad.

    «No estamos aquí para competir ni ser irrespetuosos con Juan Valdez», empresa que -dijo- tiene una amplia trayectoria en el mercado.

    Pero el café en Colombia no es un mercado cualquiera. Este producto es una tradición y emblema para el país. Esto hizo que el tema, que en otros países cafeteros -Brasil, México o Costa Rica- pasó solo como un plan de expansión de una multinacional, ocupe las planas de importantes diarios de ese país.

    Hernán Méndez, gerente general de Procafecol (empresa encargada del desarrollo de las tiendas Juan Valdez), en entrevista con Portafolio.co, consideró que la llegada de la cadena estadounidense no afectará a los almacenes de la marca.

    Una conexión emocional y un café premium y 100% colombiano es la mezcla que, según Méndez, mantendrá a las tiendas Juan Valdez por encima de Starbucks en Colombia.

    El directivo dice que la cadena estadounidense será un actor que dinamizará el mercado, en un país que aún no tiene un consumo alto de café.

    «Juan Valdez es una marca que está en el corazón de todos los colombianos. Creo que esa conexión, más un café de alta calidad, más unas tiendas con alta calidad también, nos va a mantener, por lo menos en Colombia, con el liderazgo en tiendas de café», proyectó el ejecutivo.

    Juan Valdez tiene 175 tiendas en Colombia y 63 en el exterior. El mercado más grande es Ecuador, en donde tiene 27 locales. Este año, además, arrancó con franquicias en Perú, donde ya dispone de siete cafeterías. «Antes de finalizar el año veremos una tienda en Kuwait, lo mismo que en Corea del Sur, en donde ya se otorgó la franquicia, anunció Méndez en Portafolio.co.

  • Desde Cincinnati llega la guìa de entrenamiento ejecutivo

    Redacción Quito

    The Growth Coach es una franquicia creada hace 30 años en Cincinnati, EE.UU. Su enfoque es brindar capacitación empresarial, asesoría y ‘coaching’ o entrenamiento a pequeñas y medianas empresas en 67 ciudades a escala mundial.

    En el 2010 esta franquicia llegó al Ecuador de la mano de Santiago García, el franquiciante máster de The Growth Coach en el país. Hoy, la marca cuenta con tres franquicias en Quito.

    García explica que la diferencia de esta propuesta con las demás ofertas en el mercado es el asesoramiento continuo que brindan a sus clientes mediante el trabajo de ‘coaches’ capacitados en métodos de trabajo experimentados y certificados que ofrecen resultados positivos.

    El método de trabajo ‘Coaching Strategic Mindset‘ es el eje de esta franquicia. Consiste en una metodología que crea un balance entre el trabajo y la vida personal. El resultado: «ejecutivos productivos y eficientes».

    Las propuestas de trabajo que oferta la franquicia a sus clientes son talleres grupales trimestrales, ‘coaching’ uno a uno, entrenamiento para equipos de ventas y asistencia en proyectos especiales; todo bajo métodos específicos de trabajo de The Growth Coach.

    Los requisitos para todos los aplicantes a la franquicia son: tener título de tercer nivel, experiencia en el campo de los negocios y un perfil que tenga como meta principal ayudar a los clientes.

    Los franquiciados reciben acceso a cuentas nacionales, campañas de marketing, soporte continuo de operaciones mediante un entrenamiento experimentado, manejo de relaciones públicas, sistema de Intranet para comunicarse con otros ‘coaches’, entre otros beneficios.

    El valor de la licencia de esta franquicia es de USD 35 000 para 10 años, que pueden ser renovables por otros 20 años. Esta franquicia es hereditaria y negociable; el valor mensual a pagar por regalías es de USD 1 500. Los primeros 24 meses el franquiciado solo paga el 50% de este valor.

    Alfredo Carrera, franquiciante desde noviembre del 2012, cuenta que The Growth Coach llamó su atención por ser un método único de ventas en el mercado que reduce su jornada de trabajo y le permite ejercer su principal pasión: la educación. ‘La franquicia da la oportunidad de integrar métodos de trabajo propios’, indica Carrera.

    La revista Entrepreneur Magazine, que se publica en EE.UU., la considera la franquicia global número uno de América. ‘Si la franquicia no es atractiva para el franquiciado, devolvemos su inversión’, indica García.

  • La nueva imagen de esta firma se diseñò para crecer en Asia

    Redacción Quito

    Su consigna era ser más amigables y cercanos con sus clientes. Para conseguirlo, Wall Street Institute cambió el diseño de su logotipo.

    Pero la transformación no solo fue de imagen. A partir de este año, Wall Street Institute será Wall Street English.

    José Luis Álvarez, director general de esta institución que ofrece cursos de inglés para jóvenes y adultos, señala que el principal motivo para la renovación es que la marca ganó terreno en el mercado asiático, especialmente en China.

    En ese país, por temas culturales, la palabra «instituto» no tiene relación con cursos de idiomas. Por ello, la firma inglesa Pearson, que es propietaria de la marca decidió modificar el nombre a Wall Street English, y aplicarlo para todas sus franquicias a escala mundial.

    En febrero de este año Pearson anunció la transición al nuevo nombre e imagen. La agencia de publicidad BBDO (Barton, Durstine y Osborn), que nació en Nueva York y que cuenta con sedes en América, Europa, Asia y Oceanía.

    El nuevo logotipo consta de un globo de diálogo, con colores azul y rojo; mientras que las letras están en cursiva. El concepto del logo busca representar la «informalidad y frescura» de la marca.

    Wall Street English nació en Italia y España en 1970. En principio, la marca perteneció a Sylvan Learning Systems. Luego pasó a Carlyle Group.

    Esta es la segunda vez que la marca cambia de logo. El diseño anterior estuvo vigente desde el 2003.

    Francisco Montesdeoca, coordinador de Marketing Digital, asegura que el logo de Wall Street English ha ido evolucionando y tratando de ser más acorde con su público: personas que están entre 16 y 30 años de edad.

    Álvarez asegura que el monto de inversión para el cambio de imagen en Ecuador asciende a USD 100 000. Con ello, se prevé cambiar logos en sus 12 sedes del país. Actualmente, los nuevos diseños se los ha promocionado por medio de su página web y en sus cuentas de redes sociales (Facebook y Twitter).

  • El sabor de su pizza llega a nuevas ciudades

    Redacción Quito

    La motocicleta repartidora de Pizza Hut también recorrerá las calles de Ibarra. Esta franquicia llegará por primera vez a la provincia de Imbabura, a finales octubre próximo.

    Luego de realizar un estudio de mercado la cadena de pizzerías instalará dos locales en Ibarra, tras una invitación del centro comercial Laguna Mall; estos serán los primeros en contar con la decoración e imagen más actualizada de la marca en el país (nuevos colores, en paredes, pisos y techos).

    Ambos funcionarán en ese sitio de compras: uno con una capacidad para 100 personas y otro (un local exprés) en el patio de comidas. Para ello, la inversión asciende a USD 700 000. En estos lugares trabajarán unas 40 personas.

    Jorge Witt, gerente de Desarrollo de Pizza Hut, asegura que la ubicación en el centro de la ciudad es estratégica porque les permitirá llegar a oficinistas que trabajan en ese sector. Además, el crecimiento demográfico de la población, los nuevos comportamientos de consumo y el turismo, impulsaron a la marca a incursionar en este mercado.

    Para el próximo año, otro de los proyectos confirmados es la apertura de un local en Manta (Manabí). También están en la mira de la cadena Ambato y Machala (Tungurahua y El Oro).

    Witt asegura que hoy el mercado de las pizzerías en Ecuador se concentra en tres franquicias internacionales y dos marcas nacionales que ya tienen su tradición y nombres consolidados.

    Por ello, otro de los campos de batalla ahora son las redes sociales. Melissa de la Torre, gerente de Marketing de Pizza Hut Ecuador, asegura que la promoción en Facebook, Twitter y YouTube es clave para obtener el criterio de los clientes.

    Durante este año inauguraron siete locales a escala nacional: dos en Quito y Cuenca, y tres en Guayaquil; es decir siete en total. La inversión de cada local varía de acuerdo con sus dimensiones. Por ejemplo, en uno grande el costo puede ascender a USD 500 000. En el caso de uno exprés, el monto llega a 200 000.

    Actualmente, Pizza Hut cuenta con 34 locales a escala nacional (17 en Quito, 14 en Guayaquil y 3 en Cuenca). Al cierre de este año la compañía prevé facturar en el país USD 25 millones, lo que implica un crecimiento de entre el 5% y 8%, en comparación al año pasado.

    Guido Santillán, gerente de Ecuafranquicias, asegura que ahora las firmas prevén llegar a ciudades más pequeñas porque en las principales urbes «el mercado ya está copado».

    Santillán explica que la incursión de estos restaurantes son positivos para esas ciudades, debido a que imponen nuevos estándares en atención al cliente y ello sirve de ejemplo para las pymes.USD 700 000 invertirá la marca en los dos nuevos locales de Ibarra.

  • Nuevas reglas obligan a franquicias a ajustar sus operaciones

    Mónica Orozco / Redacción Quito

    La última restricción de importacionesv obligará a las franquicias que operan en el Ecuador a implementar en sus negocios un modelo con sello ecuatoriano.

    En diciembre, el Instituto Ecuatoriano de Normalización (INEN) emitió una serie de normas de calidad que han generado dificultades en este segmento de negocio en el país.

    Una franquicia permite utilizar el modelo de negocio desarrollado por otra persona quien transmite el ‘know how‘ (cómo hacerlo). Se trata de generar negocios ya desarrollados y por eso es la forma de negocio de menor riesgo, explica Roberto Palacios, catedrático en la ESPAE Graduate School of Management.

    Según el último dato disponible en la Federación Iberoamericana de Franquicias, en el Ecuador existían 203 franquicias en el 2011. De esa cifra, un 87% son de origen extranjero.

    Ahora, las normas de calidad emitidas por el INEN restringieron el ingreso de determinados insumos básicos, porque según las autoridades algunos se pueden producir localmente.

    Esto abrió varios frentes para las franquicias. Para evitar el desabastecimiento de insumos se vieron obligadas a buscar acuerdos con el Gobierno para sustituir paulatinamente los insumos importados por locales. Y, a su vez, obligó a las empresas a negociar sus contratos con los propietarios de las franquicias para evitar perder la representación de la marca.

    Esto, porque los interesados en operar una franquicia firman contratos con los propietarios de la marca donde se obligan a cumplir parámetros en cuanto a imagen de marca, procesos de elaboración de productos, normas de calidad e incluso insumos. Empresarios del sector explicaron que las marcas están abiertas a cambios, aunque estos requieren tiempo. Por ejemplo, el cambio de un insumo debe ser sometido a auditorías.

    «Los cambios tendrán que ser aceptados o no van a poder operar», explica Henry Kronfle, presidente del Comité Empresarial Ecuatoriano.

    Una modificación en la receta puede generar multas o incluso el retiro de franquicias, aunque todo dependerá de cuán flexible sea el propietario de la marca, explica Palacios.

    Kronfle explicó que existen normas del INEN que son prácticamente imposibles de cumplir. Entre ellas, controles previos y la obligatoriedad de certificados que, en la práctica, son complicados de conseguir en los tiempos que demanda la norma.

    No obstante, el dirigente gremial considera que a la larga las medidas resultarán positivas. «Si se importa tiene que pagar por anticipado, hay riesgo en los tiempos de entrega y costos. Si se puede comprar localmente se resuelven muchos problemas».

    El titular del gremio dice que el éxito de la medida dependerá de la capacidad de respuesta del empresario local. Richard Espinosa, ministro Coordinador de la Producción, reconoce que el cambio será en el corto, mediano y largo plazo, según el tipo de producto.

    En tanto, las cadenas de comida rápida han enfrentado dificultades. Burger King, por ejemplo, sufrió a inicios de este mes la falta de un insumo fundamental: la carne preparada.

    Palacios cree que las medidas no harán que Ecuador se quede sin hamburguesas, pero sí afectan el clima de negocios en el país.

    Sobre este tema, Espinosa sostiene que las franquicias, por lo general, se adaptan al mercado donde están. «En Argentina la carne de hamburguesas no es importada…En la India no se consume carne sino una ‘carne’ vegetal. Es decir las franquicias se adaptan».

    La comida rápida no es el único segmento que enfrenta restricciones. En la lista también se encuentran las franquicias de ropa.

    «Ya va a haber ropa ‘Made in Ecuador’, que no la teníamos. La diferencia es que esta no se basará en la explotación laboral. El Ecuador tiene los mejores salarios de la región, que son marginales cuando algo de calidad se produce», asegura el Ministro. Y agrega que han avanzado en diálogos para la firma de convenios con dos franquicias internacionales de ropa para producir prendas no solo en el Ecuador sino en los diferentes países en los que operan las franquicias, aunque no mencionó los nombres.

    Los insumos locales son una alternativa

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    La franquicia Bourbon Grill auténtico sabor Cajún, que opera en el Ecuador, tardó un año y medio para lograr que la marca internacional le apruebe cambios en los insumos. La idea era utilizar productos nacionales en la preparación de los platillos ofertados por esta cadena de comida rápida.José De Howitt, representante de la franquicia en el país cuenta que negoció con el propietario de la marca que no me exija nada importado. «Había sazonadores importados».

    El cambio implicó buscar proveedores locales, pasar por auditorías, pruebas de laboratorio, obtener nuevos registros sanitarios, entre otros trámites.

    El esfuerzo valió la pena. Hoy más del 97% de los insumos de esta marca en el país son nacionales. Por esta razón, la firma no ha tenido problemas en la importación de sus insumos, tras la vigencia de las normas de calidad emitidas por el Instituto Ecuatoriano de Normalización que restringió las importaciones.

    Otras dos cadenas de comida, que pidieron la reserva, señalaron que han negociado ya el cambio de algunos de sus insumos como papas y algunas salsas.

    De Howitt cree que la restricción de importaciones es un cambio coyuntural que no impactará en cambios en la composición del mercado.

    Otro caso lo cuenta Rodrigo Pineda, dueño de la marca local ‘A lo bestia’. Él explica que el 100% de sus insumos son nacionales. La cadena utiliza carne de productores locales, papa chola, etc.

    La franquicia abrió hace poco el primer local de un nuevo producto Hot Dogs a lo bestia, que también se provee con insumos locales.

    23,7 millones se importaron en insumos de enero a noviembre del 2013

    Los acuerdos son el camino a recorrer

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    El segmento de alimentos de las franquicias fue uno de los principales afectados por la restricción de importaciones generada por las normas de calidad emitidas por el Instituto Ecuatoriano de Normalización (INEN).En la lista de productos que el Gobierno quiere restringir están íconos de la comida rápida como pizzas y hamburguesas. Ciertos ingredientes de estos tradicionales platos enfrentan nuevas reglas que han dificultado su ingreso al país.

    La medida, vigente desde diciembre, establece controles previos y la obligatoriedad de obtener certificados que en la práctica son complicados de conseguir.

    «¡Hasta papas fritas estaba importando el país, hasta carne para estas cadenas Burger King y McDonald’s!», exclamó a mediados de este mes el presidente Rafael Correa al criticar el excesivo consumo de productos foráneos que, según el Gobierno, el país está teóricamente en capacidad de producir.

    A inicios de este mes, la cadena Burger King sufrió un desabastecimiento momentáneo de carne preparada, debido a dificultades para desaduanizar los contenedores que venían de Bolivia.

    Finalmente, se logró ingresar este insumo, luego de que se pidiera al Inen y a la Aduana que se respete la resolución 506 de la Comunidad Andina. «Esta una norma supranacional que está sobre cualquier norma nacional y establece que si el producto tiene la certificación de un organismo avalado por el Gobierno de Bolivia no tiene que acreditarse ante el organismo ecuatoriano», explica Henry Kronfle, presidente del Comité Empresarial Ecuatoriano.

    El titular del gremio asegura que McDonald’s, en cambio, disponía de insumos en sus bodegas hasta el 27 de enero próximo. El problema, señala, es que no ha podido desaduanizar tres contenedores de carne importados desde Chile que habían sido adquiridos antes de que se emitiera la norma.

    «Esperamos que se cumpla el principio de buena fe internacional. Si usted hizo una orden de compra o tiene crédito con un proveedor previo al cambio de reglas se debe respetar», dice Kronfle.

    Para futuras importaciones, las cadenas deben llegar a acuerdos con el Gobierno. «Se flexibiliza la importación a cambio de sustituir los insumos», dice.

    Para ello, según Kronfle, están en diálogos con productores locales de carne como Pronaca y Agropesa. Teófilo Carvajal, presidente de la Federación de Ganaderos del Ecuador (Fedegan), dijo que el país está en capacidad de abastecer con carne a las cadenas locales y espera que el Gobierno los incluya en los diálogos.

    Un acuerdo en este sentido ya se alcanzó con los importadores de papas fritas. Los importadores se comprometieron a reducir en un año el 23% las compras; esto será reemplazado con producción local una vez que se desarrolle el tipo de papa requerido por las cadenas.

    Pero aún falta coordinar acciones con las entidades estatales para aplicar el convenio. Dado que una importación tarda 28 días, temen que se genere nuevo desabastecimiento de productos.

  • El postre cotidiano argentino llega con el toque del abuelo

    Redacción Quito

    Corría el año 2000 y en Buenos Aires (Argentina), en el barrio de Mataderos, nacía un emprendimiento sin pensar que la crisis más aguda de ese país estaba por acontecer.

    José María Sánchez, quien aprendió el oficio de la repostería a los 11 años en Gualeyguanchú, una provincia del interior, dio vida a una panadería.

    Su estrategia era sencilla: además de los productos tradicionales de la panadería, ofrecía facturas y medialunas (postres tradicionales argentinos), al granel. La consigna era que siempre estén disponibles para el cliente, a toda hora, y calientes para servirse. Así, en ese año, nació Las Medialunas del Abuelo.

    «El pan se vende mucho, pero deja poco dinero. En cambio, las facturas se venden bien siempre; y entre ellas más las medialunas. Estas subvencionan a todos los otros productos». Así lo asegura Óscar Zanabone, gerente de Calidad y Negocios de esta empresa argentina.

    Su lógica tuvo sentido y luego de pasar la crisis comenzó a ganar terreno en el mercado de ese país. Ahora es una de las franquicias con más locales en la ciudad porteña. Solo en Buenos Aires suma 140 y cuenta con dos más en Mendoza.

    En el 2012, a un ecuatoriano que paseaba por Buenos Aires, le llamó la atención el concepto de la panadería. Con esta inquietud llegó al país para proponer a un grupo de socios la compra de la franquicia para que llegue a Ecuador.

    Así se conformó Almafac S.A., firma responsable de traer las Medialunas del Abuelo a Ecuador. Antes de concretar la compra, dice Sebastián Vallejo, gerente de Almafac, realizaron un estudio de mercado. Luego de ello, instalaron el primer local en la avenida República del Salvador (norte de Quito), en julio del año pasado. La inversión por cada local oscila entre USD 50 000 y 70 000.

    Además del sitio, montaron una planta de producción en Amaguaña (suroriente de Quito), con una capacidad de producción para abastecer entre 35 y 40 locales. Mientras que a finales del año pasado instalaron un nuevo local en el sector de la Mariscal y está en camino otro, ubicado en el valle de Los Chillos.

    También cuentan con clientes corporativos, como Adelca, Hotel Quito o Deli Montaditos, empresa que se especializa en sánduches. Con esta última trabaja desde hace cuatro meses en la entrega de pan. Enoc Salazar, su gerente, asegura que le compra al mes unos 4 000 panes. Él destaca la calidad del producto y la puntualidad de entrega.

    La empresa en breve

    La proyección. En el 2014 la firma prevé abrir entre ocho y 10 locales.

    Los clientes. Acude un promedio de entre 250 y 400 personas diarias.

    La planta. En el área productiva de 110 m2 trabajan ocho empleados.

  • ‘La franquicia ayudó a expandirnos’

    Redacción Quito

    La gastronomía peruana está de moda. La fusión de sabores andinos y orientales dio como resultado un sabor que se han convertido en una marca. Pero para que ello ocurra, los diferentes actores de la industria culinaria y turística del vecino país debieron trazar diferentes estrategias, para que su comida se posicione a escala mundial.

    David Edery, coordinador del Departamento de Exportación de Servicios de PromPerú, habla sobre el proceso de crecimiento de esta industria y cómo ahora capitalizan réditos a través de la expansión de sus franquicias.

    ¿Cuál fue el proceso para que la gastronomía peruana se posicione en el extranjero?
    La gastronomía peruana data de hace 5 000 años. Desde esa época, ya se preparaba nuestro plato insignia: el cebiche. Si uno recorre el país, va a encontrar diferentes tipos y variedades de comidas, y cada uno exquisitas. El peruano tiene el hábito de cocinar, eso es muy innato en el Perú.

    En los últimos años, vendimos una nueva imagen de promoción del país para atraer mayor inversión y uno de esos vehículos fue la gastronomía. Creamos nuestra marca Perú y empezamos a expandirnos a nivel internacional.

    ¿Qué tan grande es la industria gastronómica en la actualidad?
    En Perú existen 220 000 restaurantes, en todas las regiones, y de todos esos, 1 500 están en el extranjero, en Europa, EE.UU. Latinoamérica, ya posicionados con sus ingredientes.

    Incluso en Suiza ya existen restaurantes peruanos. Otro de los aspectos es que se ha elevado el nivel de la preparación y la infraestructura. Ello ha sido posible gracias al evento anual que se denomina Mixtura, al que acuden unas 450 000 personas de todo el mundo.

    ¿Cómo lograron que los restaurantes peruanos tradicionales se conviertan en franquicias?
    Muchos de estos negocios, que en p rincipio tenían una carretilla o un quiosco, lograron tener un local. Muchos de estos negocios se han podido empaquetar, moldear los procesos, en donde combinan el arte culinario, la conceptualización, la distribución del local y el servicio.

    Todos esos procesos, al haberlos empaquetado se han expandido por medio de las franquicias. A ello se han sumado manuales de proceso, la forma en la que debo tratar a mis clien tes, etc.

    Actualmente, ¿qué porcentaje representan las franquicias de comida en su industria?
    Corresponden el 65%. Tenemos un alto componente, son 17 marcas que ya han llegado al mercado internacional. La más conocida es el Grupo Acurio, pero también tenemos otras propuestas.

    ¿Cuánto mueve la industria gastronómica en su país?
    Debe estar entre un 5% o 6% del PIB.

    En el ámbito de las nuevas tecnologías, ¿qué estrategias están ejecutando en su país para la promoción?
    En Perú, por medio de las redes sociales, estamos trabajando en propuestas que están muy ligadas a la fidelización de la marca país. Por ejemplo, todos los peruanos tenemos la costumbre, cuando vamos a comer a un sitio, tomamos una foto al plato que nos vamos a servir. Solo ese hecho de que esa foto se traslade a las redes sociales, ya se convierte en un mecanismo de divulgación de nuestros platos a escala nacional e internacional.

    En Ecuador, hace tres meses se inició la campaña ‘All you need is Ecuador’ para fortalecer la marca país. ¿Cómo ha visto esta iniciativa?
    El desarrollo de las marcas es muy importante. Hay dos ámbitos en los que se debe trabajar: el extranjero y el nacional. El nacional, porque da una sensación de propiedad muy fuerte. Eso es importante, porque debe impulsar a las personas a tratar bien al extranjero.

    Todo ello con vista a atraer inversiones y no solamente pensando en el ámbito turístico. Otro de los ámbitos de desarrollo son las redes sociales, para cada una de ellas se deben desarrollar estrategias adecuadas.

    Su experiencia

    En eventos. Expositor en diversos foros internacionales sobre estrategias, políticas y promoción en temas de exportación de servicios.

    La promoción. Organizador del sector privado, a través de esquemas asociativos.

  • El restaurante Segundo Muelle desembarcó en Guayaquil

    Redacción Guayaquil (I)

    En la planta baja del centro comercial San Marino, en el norte de Guayaquil, atiende desde noviembre el tercer local en el Ecuador de la franquicia peruana Segundo Muelle.

    El restaurante especializado en platos del mar operaba desde hace cinco años en Ecuador, con dos franquiciados en la ciudad de Quito. La idea de abrir un tercer local en el país nació de un grupo de empresarios guayaquileños, que decidió unirse para adquirir la franquicia.

    Así, la cadena de restaurantes completa unos 15 locales en Perú, Estados Unidos, Panamá, y Ecuador. La marca tiene 20 años en el mercado y el 26 de noviembre inauguró el primero en el Puerto Principal, con una clase magistral de cebiche a cargo de su propietario, el chef peruano Daniel Manrique.

    Rómulo Jarrín, gerente operador de la marca en Guayaquil, explica que, tras conocer la buena acogida del restaurante en otras ciudades, inició conversaciones con el propietario de la marca, para abrir una franquicia en el Puerto Principal. «Los responsables de concretar la franquicia son un grupo emprendedores de diferentes sectores que no estaban involucrados con el tema gastronómico», confiesa Jarrín. La inversión para un local de ese tipo, explica, requiere de un monto que ronda los USD 1 500 el metro cuadrado. El restaurante abierto en Guayaquil abarca un área de 370 metros cuadrados.

    Como toda franquicia, esta mantiene la imagen de la marca desde el diseño de los platos, pasando por el mobiliario, hasta la vestimenta de los empleados. Segundo Muelle en Guayaquil abrió con 42 empleados, incluido el chef principal, el peruano Moisés Velásquez.

    El restaurante se inauguró con un menú provisional de 40 platos, que se ampliarán a 75 desde enero próximo.

    Aunque la carta se centra en los platos de mar, esta se amplía hacia otros potajes típicos peruanos. Además, incluye una variedad de pasteles y cócteles como el popular pisco sour, una bebida elaborada a partir de la uva.

    El local que se inauguró en Guayaquil tiene capacidad para 120 personas, que pueden distribuirse en cuatro ambientes: un área familiar, una zona reservada, la terraza exterior y el área de la barra.

    Pablo Iturralde, uno de los socios y arquitecto de profesión, se encargó de darle un toque local al diseño estándar que exige la marca para todos los franquiciados. En cuanto a los platos, estos también debieron adaptarse al gusto del comensal en el país.

    La oferta

    La carta. Además de platos de mar, el local ofrece piqueos, pastas, parrillas, ensaladas y sopas.

    Expansión. La marca prevé abrir más locales en Guatemala, Costa Rica y El Salvador.