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  • Daysi Lata: ‘Apoyamos a que los migrantes retornados produzcan’

    Cristina Marquez

    (I)
    redaccion@revistalideres.ec

    Daysi Lata tiene 29 años, es elocuente al hablar y, aunque nació en Venezuela, se siente identificada con la etnia indígena Puruhá. Ella viste con orgullo la vestimenta tradicional de Colta, la tierra de donde son oriundos sus padres Pedro y Juana.

    Ellos dejaron su pequeña parroquia natal, Santiago de Quito, situada frente a la laguna de Colta en los años 80, al igual que decenas de familias de ese poblado. En esa época el trabajo en Ecuador era escaso, los cultivos no eran rentables y la situación económica se complicó aún más tras la dolarización en el 2000.

    La familia decidió retornar al país en el 2017, debido al grave estado de salud de su madre, quien padecía cáncer. Para ese año los hospitales de Venezuela estaban desabastecidos de medicamentos

    A pesar de los intentos médicos, Juana Charco falleció ese mismo año. Para superar la depresión que tuvo después de la muerte de su madre, Daysi y su familia decidieron iniciar una fundación que lleva su nombre.

    La vida en Venezuela

    “No conocí la parroquia en la que nacieron mis padres, pero siempre sentí que pertenecía ahí, por eso estoy muy conectada con mis raíces indígenas y me identifico con la etnia Puruhá. Crecí en Venezuela, rodeada de otros ecuatorianos que también migraron a ese país.

    Allí pude educarme, obtuve mi título universitario en Bioquímica y Farmacia, mis padres tenían un negocio y toda la familia ayudaba.

    Incluso formamos una Iglesia a la que asistían muchos migrantes, allá también estábamos organizados y desde pequeña aprendí a ser solidaria, eso me inculcó mi madre. A ella le encantaba ayudar a los demás y siempre me dijo que quería iniciar una fundación.

    En Venezuela teníamos una vida estable, pero cuando su salud se complicó tuvimos que dejar todo lo que teníamos y volver. Lamentablemente fue tarde y ya no pudimos hacer nada por ella. Mi mamá murió pero incluso en sus últimos momentos se preocupaba por los demás y eso me marcó”.

    La migración en Colta

    “Por los nexos que teníamos con los miembros de la Iglesia a la que asistíamos en Venezuela, nos dimos cuenta de que muchos ecuatorianos empezaron a volver. Muchos de ellos llegaban, al igual que nosotros, por situaciones de salud. Algunos incluso padecían enfermedades catastróficas y llegaban buscando hasta clínicas privadas que les pudieran ayudar porque no conocían cómo funciona el sistema de salud aquí.

    Otros migrantes llegaron para empezar su vida desde cero, sin un trabajo estable y sin un plan concreto para emprender un negocio. Estas realidades las conocimos de cerca y como familia pensábamos en cómo ayudar.

    Una gran cantidad de migrantes ecuatorianos salieron de Santiago de Quito y otras comunidades de Colta. Allí la migración es alta debido a que muchos ecuatorianos radicados en Venezuela estaban en una situación estable allá mientras que aquí faltaban las oportunidades laborales.

    Eso cambió con la crisis económica en Venezuela. Calculamos que al menos unas 600 personas que conocimos allá retornaron a Ecuador en los dos últimos años”.

    Tres formas de ayudar

    “Nuestra Fundación funciona en tres ejes. El primero es la ayuda en el acceso a la salud.
    Cuando nosotros llegamos no sabíamos a qué hospital acudir, cómo obtener un turno o cómo solicitar ayuda. Por eso, cuando recibimos el reporte de que hay una persona con una enfermedad catastrófica hablamos directamente con las autoridades y nos aseguramos que los migrantes retornados reciban atención gratuita y medicamentos en los hospitales públicos.

    Otra forma de ayudar es la asistencia y capacitación para iniciar un emprendimiento. Hablamos con las familias, identificamos sus capacidades y potencialidades, les enseñamos cómo iniciar un emprendimiento y cómo acceder a un crédito especial para migrantes retornados.

    En Riobamba ya tenemos 13 emprendedores que accedieron al crédito de BanEcuador para migrantes retornados. Trabajamos de cerca con ellos para conseguir que este producto especial se incluyera en la oferta.

    Y la última línea de ayuda social está dirigida a los venezolanos que llegan al Ecuador huyendo de la crisis. Los socios de la Fundación y propietarios de emprendimientos nos unimos para ofrecer almuerzos gratuitos. Lo hicimos cada martes durante seis meses. Ahora no podemos hacerlo porque necesitamos más donaciones y respaldo». 

    CV

    Farmaceutica. Obtuvo su título en la Universidad Santa María en Caracas, Venezuela.

    Maestría. Tiene una maestría en Toxicología en la Universidad Central de Venezuela

    Idiomas. Habla kichwa, español e inglés.

    Cargo actual. Presidente de la Fundación Juana Charco.

    Jornadas de ayuda. Ha trabajado en jornadas médicas, de salud visual y ayuda social para migrantes en Ecuador y Venezuela.

    Daysi LaTa es la representante legal de la Fundación Juana Charco retornó de Venezuela para ayudar a otros migrantes que vivían en ese país. Foto: cortesía
    Daysi LaTa es la representante legal de la Fundación Juana Charco retornó de Venezuela para ayudar a otros migrantes que vivían en ese país. Foto: cortesía
  • La Fundación Cecilia Rivadeneira firma un convenio para proteger a los niños del cáncer de piel

    Redacción Quito

    La Fundación Cecilia Rivadeneira firmó un convenio con Suncare para trabajar en contra del cáncer de piel. Los niños de la fundación estarán protegidos de los efectos dañinos de los rayos UV.

    La firma entre la fundación y la empresa se realizó en agosto del 2019. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el cáncer de piel es causado por una exposición excesiva a las radiaciones ultravioletas, provocadas por el sol.

    En un boletín de prensa, la fundación señaló que el convenio forma parte de la campaña ‘Por un Ecuador sin cáncer de piel’ y que consiste en la protección de los niños de la fundación y la difusión de los métodos preventivos de este tipo de cáncer.

    Wilson Merino, director de la Fundación, suscribió el acuerdo convirtiendo al ente en la primera organización protegida de los rayos UV en el país.

    La Fundación Cecilia Rivadeneira fue creada en 2004 y ha sabido generar un modelo innovador en el campo de lo social. La meta es hacer que los niños con cáncer y sus familias tengan un mejor estilo de vida.

    Wilson Merino,  presidente del Directorio de la Fundación Cecilia Rivadeneira; Sofía Merino Directora Ejecutiva junto a Roberto Vernaza Gerente de Unidad de Negocio Gramon Millet y Pedro Alonso Hidalgo, Gerente Corporación Siegfried.  Foto: Cortesía
    Wilson Merino, presidente del Directorio de la Fundación Cecilia Rivadeneira; Sofía Merino Directora Ejecutiva junto a Roberto Vernaza
    Gerente de Unidad de Negocio Gramon Millet y Pedro Alonso Hidalgo, Gerente Corporación Siegfried. Foto: Cortesía
  • María Belén Mora impulsa a los jóvenes a servir y a conocer el mundo

    Evelyn Tapia

    Evelyn Tapia (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    A María Belén Mora no le resulta difícil conocer por qué le apasiona lo que hace. Su familia ha influido fuertemente en ello.

    Su abuela, Ruth Herrera, fue presidenta del grupo de damas voluntarias de la Cruz Roja de Ambato. Durante su infancia, esta mujer, de 34 años, solía compartir tiempo con estudiantes voluntarios que sus padres recibían en su casa, pues eran parte del Club Rotario de dicha ciudad serrana.

    Mora estudió una licenciatura en lenguas extranjeras aplicadas a los negocios e intercambios internacionales en la Universidad Católica de Quito. En el 2015 creó la Fundación Intercambio Internacional para el Desarrollo (Fiides), que recibe y envía voluntarios a realizar servicio social en diferentes países del mundo.

    Fiides ha recibido a unos 100 voluntarios de Alemania y ha enviado a unos 25 ecuatorianos a Reino Unido, Kenia, India, Brasil y México, países en donde la fundación tiene programas de ayuda a personas con discapacidad y de la tercera edad.

    “No es alto el número de voluntarios que viajan de Ecuador porque la mayoría de jóvenes quieren vivir la experiencia a través del estudio. Pero queremos democratizar la experiencia internacional a través de viajes a sitios muy distintos, aprender de otras culturas”, señala la ambateña.

    Añade que la intención es que los jóvenes “pongan los pies sobre la tierra y se conviertan en agentes de cambio” para el planeta.

    Con entusiasmo y orgullo, ella cuenta que cada vez que envía un voluntario recibe de vuelta a un ecuatoriano globalizado, que ha aprendido cómo es la vida fuera de la zona de confort.

    Es lo que ella experimentó a los 21 años, cuando decidió trabajar como niñera en Alemania por un año; estuvo a cargo de tres niños. Cuando llegó no hablaba el idioma, pero lo aprendió “a la fuerza” y ahora es una de las lenguas que domina, junto al francés e inglés.

    “Siempre recuerdo mi primera experiencia cuando preparo a mis chicos. Yo fui sin preparación a Alemania. Llegas y crees que todo será color de rosa y luego descubres que todo es bastante diferente”, cuenta.

    Carolina Arcos, quien conoce a Mora desde que estudiaban en la universidad, fue quien la incentivó a vivir esa experiencia en Alemania, pues ella había ido antes. “Ella siempre ha tenido ese interés por la ayuda social, posee un corazón muy generoso. Cuando estudiábamos, la primera vez que viajamos fue a construir casas a un sector de escasos recursos en Guayaquil”, recuerda.

    Tras vivir en Alemania, Mora se convenció de que quería seguir conociendo el mundo y ayudando. Hizo una maestría en desarrollo y cooperación internacional en la Universidad de Lérida.

    Como parte del proceso de graduación, tuvo que vivir seis meses en Alhaucemas, en el norte de Marruecos. Debía evaluar cómo se usaban los recursos y el impacto que tenían en un proyecto productivo con enfoque de género, financiado por el Gobierno español. Lo más enriquecedor, recuerda, fue haber aprendido a vivir una dualidad de la cultura occidental española y descubrir cómo es la árabe.

    Tras esa vivencia, Mora, que es madre de dos hijos (Julia, de cuatro años y Juan Andrés, de 8 meses), aportó casi cinco años a la Fundación Voluntariado para la Ayuda Social en Ecuador (VASE) en donde fue directora ejecutiva.

    La joven reconoce que esta fue una escuela que la ayudó a conocer contactos que, más adelante, le permitieron emprender.

    Una de las labores que más destaca de su paso por VASE fue la creación, junto con voluntarios de otros países, de un libro guía al que llamaron: ‘La aventura de recibir voluntarios internacionales’.

    Esta fundación le permitió conocer países como Uganda, Kenia, Togo, entre otros. “Una vez, cruzando en bus la frontera de Uganda a Kenia, un funcionario no sabía si dejarme pasar porque no sabía si Ecuador requería visa. Era de noche, llovía, tenía miedo de perder el bus. Al final, logré pasar y así he ido acumulando varias aventuras”, comenta.

    Esas experiencias se redujeron desde que fue mamá. Reconoce que tener hijos es otro aspecto que la hace feliz. Está casada hace cinco años con Andrés Galarza, quien está a cargo de los asuntos financieros de la fundación.

    Cuando tuvo a su primera hija, creó en redes sociales un grupo de apoyo y conexión entre madres llamado Once Upon a Mami. En este espacio las mamás comparten ideas, consejos, problemas y emprendimientos.

    Vanessa Salvador, directora ejecutiva de Fiide, destaca que Mora ha sabido compartir bien su tiempo entre estas dos facetas gracias a que es constante y proactiva.

    Su Vida

    Estudios. Tiene dos maestrías: una en marketing por la Universidad Europea de Negocios y una en desarrollo y cooperación internacional, por la Universidad de Lérida.

    Charlas. Fue parte de la organización de la charla Desarrollando la calidad del trabajo con voluntarios, de la fundación Icye y de talleres con France Volunteers.

    Familia. Es la mayor de tres hermanos.

    María Belén Mora creó una fundación que busca promover el intercambio para jóvenes con programas de ayuda social. Foto: Galo Paguay / Líderes
    María Belén Mora creó una fundación que busca promover el intercambio para jóvenes con programas de ayuda social. Foto: Galo Paguay / Líderes
  • Lorena Espinoza:‘Creer en uno mismo, la clave para concretar los sueños”

    Cristina Marquez

    La fusión de la neurociencia y la gastronomía apasiona a Lorena Espinoza, la propietaria de una del instituto de cocina Canadian School, de Riobamba, en Chimborazo. A sus 41 años, ella se ha destacado como promotora de organizaciones de ayuda humanitaria y gestora de empresas en España y Ecuador.

    El esfuerzo, la disciplina y la confianza en uno mismo son su lema personal y asegura que son las premisas del éxito que alcanzó en sus proyectos personales. En España ella gerenció cinco empresas inmobiliarias con las que a la vez buscaba ayudar a los migrantes de todo el mundo en ese país que no tenían casa.

    A su retorno a Riobamba abrió una academia de cocina avalada por el Estado con el objetivo de impulsar la capacitación en el sector turístico de personas de todas las edades que no pudieron titularse en una universidad.

    Su formación

    “Empecé a soñar muy joven. A los 17 años obtuve una beca académica que ofrecía la Embajada de Cuba en Ecuador y viajé a ese país para estudiar en el Instituto de Economía Playa Girón, allí estudié durante cuatro años.

    Adaptarme no fue sencillo, por primera vez estaba sola y muy lejos de mi casa. Esa experiencia marcó mi vida, me ayudó a madurar, me volví independiente y decidí el curso que quería tomar para mi vida.

    En 1999 decidí continuar mis estudios en España, aspiraba titularme en dirección comercial, pero en cuanto descubrí la gestión empresarial y el trabajo en las organizaciones no gubernamentales cambié de idea. Mientras cursaba mis estudios en Alicante, me relacioné con chefs y propietarios de los mejores restaurantes españoles, y el añorar la comida ecuatoriana me hizo enamorarme de esa carrera”.

    La familia

    “Vengo de una familia donde predominó el matriarcado. Mi abuela, Julia Calderón, preparaba dulces tradicionales lojanos y hacía que todos los miembros de la familia participemos en su negocio. Cada uno tenía un rol en el pequeño negocio familiar, y así aprendí el valor del trabajo y la importancia de la organización.

    Tengo dos hijos, Boris e Isabella. Los crié sola y los saqué adelante acosta de sacrificios y mucho esfuerzo. Ellos son mi legado y mi aspiración es heredarles los mismos valores que aprendí en mi casa y que sean muy felices.

    Educarlos sola fue un desafío que enfrenté y me volvió más humana y más empática con otras mujeres que atraviesan por la misma situación”.

    El trabajo

    “Retorné a Ecuador en el 2004 para que mis hijos crecieran en un entorno familiar seguro. Decidí radicarme en Riobamba porque me pareció el lugar más tranquilo para educarlos y para iniciar un negocio. Aquí abrimos un restaurante, pero al estudiar el mercado y las necesidades de la ciudad descubrí que había una carencia de profesionales para el sector turístico y que había graves problemas de calidad.

    En Canadian School se han educado hasta la fecha alrededor de 3 000 estudiantes en diferentes especialidades gastronómicas. Muchos de ellos al graduarse emprendieron negocios propios y son generadores de fuentes de trabajo en Riobamba y otras ciudades; otro grupo logró ubicarse en importantes negocios vinculados con la gastronomía.

    El equipo de la empresa está integrado en un 95% por mujeres. Lo hicimos así para darles a las mujeres la oportunidad de adquirir más competencias y para que puedan crecer laboralmente en un ambiente que hasta hace poco era dominado por hombres”.

    Mujeres y hombres

    “Alcanzar el éxito en el mundo de la gastronomía implica un esfuerzo doble para las mujeres por el rol de madres que cumplimos en el hogar. Con frecuencia tenemos que sacrificar nuestro crecimiento personal y las oportunidades laborales porque nuestro rol de madres exige nuestra presencia y concentración de tiempo completo, pero sí es posible.

    A pesar de que la gastronomía estuvo dominada por hombres, las mujeres han demostrado sus habilidades y el potencial que nuestras cualidades femeninas tienen en la cocina. La sensibilidad, la capacidad de trabajar en tareas múltiples y el sello individual de cada una nos ha hecho prosperar en ese campo.

    Pero independientemente del género, estoy segura de que la confianza en uno mismo, la disciplina y el esfuerzo nos hacen brillar en distintas áreas y profesiones”.

    Estudió  en el Instituto de Economía Playa Girón, en Cuba. En España se capacitó en Odis, una organización que vela por el desarrollo integral de los inmigrantes. En Fundense, Sector 3 y CDT se especializó en coaching, gestión de ONG’s. Tiene estudios de
    Estudió en el Instituto de Economía Playa Girón, en Cuba. En España se capacitó en Odis, una organización que vela por el desarrollo integral de los inmigrantes. En Fundense, Sector 3 y CDT se especializó en coaching, gestión de ONG’s. Tiene estudios de Bartender y Cocina. Foto: Foto: Glenda Giacometti / LÍDERES
  • Hyundai entrega un auto eléctrico a la Fundación Charles Darwin

    Redacción Líderes

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    Un programa de responsabilidad social corporativa para la conservación de las Islas Galápagos es lo que busca la alianza entre Hyundai Motor Company y Neohyundai, distribuidor oficial de la marca en Ecuador junto con la Fundación Charles Darwin.

    Los ejecutivos de Hyundai participaron de la ceremonia de presentación del acuerdo, el pasado en donde  se realizó la entrega del vehículo IONIQ Electric a la Fundación Charles Darwin.

    Una de las ventajas de este vehículo es su rango de conducción de hasta 250 km con una carga de batería y su sistema de carga regenerativa, que servirá para satisfacer las necesidades diarias de los trabajadores y voluntarios de la Fundación Charles Darwin en las Islas Galápagos.

    Además se realizó la donación de un generador de energía, que asegurará que los experimentos de laboratorio de la Fundación no se vean afectados por los frecuentes cortes de energía que ocurren en el Archipiélago.

    «Es un honor para nosotros compartir el gran trabajo que Hyundai Motor Company está haciendo con tecnologías ecológicas. Esperamos que estas donaciones sean de gran ayuda para el buen trabajo de la Fundación Charles Darwin», indicó el presidente de Neohyundai, Marcos Malo.

    Marcos Malo, presidente Ejecutivo de Neohyundai y Hans Van Poelvoorde, vicepresidente del Directorio de la Fundación Charles Darwin. Foto: Cortesía
    Marcos Malo, presidente Ejecutivo de Neohyundai y Hans Van Poelvoorde, vicepresidente del Directorio de la Fundación Charles Darwin. Foto: Cortesía
  • Fundación Microfinanzas BBVA impulsa en Panamá a más de 17000 emprendedores

    Agencia EFE

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    La fundación española con fines sociales Microfinanzas BBVA destacó el jueves 20 de julio del 2017 que a través de Soluciones de Microfinanzas (Microserfin), su entidad en Panamá, ha contribuido a impulsar el desarrollo de más de 17 000 emprendedores panameños que han mejorado su calidad de vida con un negocio propio.

    El informe de Desempeño Social presentado en Ciudad de Panamá por la Fundación Microfinanzas BBVA (FMBBVA) señala que en 2016 unos 4.000 emprendedores de su entidad panameña Microserfin mejoraron sus excedentes y de estos casi 500 superaron la línea de la pobreza.

    La directora de medición de impacto y desarrollo estratégico de la Fundación, Stephanie García Van Gool, dijo que Microserfin es una entidad que destaca por atender clientes vulnerables «en una amplia variedad de sectores» capaces de generar «nuevos puestos de trabajo de manera sostenida en el tiempo» pese a su vulnerabilidad.

    De hecho, de acuerdo con el informe, el 71 % de sus clientes son calificados como vulnerables y el 38 % proveniente de entornos rurales.

    Además, destaca que durante 2016 3.840 personas mejoraron sus excedentes y casi 500 superaron la línea de pobreza.

    En el balance se concluye que los desembolsos crecen en función de la antigüedad del cliente y aumentan significativamente cuando este alcanza los cuatro años de permanencia «porque su negocio prospera».

    Entre los productos que ofrece Micoserfin, detalla el documento, se encuentra «Casafin» que apoya la mejora del hogar y que consigue que cerca de un 9,5 % de los emprendedores de la entidad «mejore su vivienda tras dos años».

    La viceministra panameña de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Ampyme), Nedelka Navas, destacó el impacto de Microserfin en el desarrollo del país.

    Navas enumeró los retos futuros de Panamá dentro de un contexto de desaceleración económica que dura ya cinco años y dijo que uno de ellos es el déficit habitacional que en septiembre de 2016 rondaba las 150.000 viviendas.

    Por ello, la Fundación reiteró que «Casafin» está destinado a facilitar la mejora progresiva del hogar y que cerca de un 10 % de los emprendedores cuenta con este producto, que da apoyo económico y asistencia técnica para planificar y mejorar su vivienda.

    «Tenemos que crear productos que apoyen el crecimiento de los emprendedores, que impacten en la generación de empleo, en la reducción de la pobreza y en el desarrollo sostenible de Panamá», afirmó, por su parte, el gerente general de Microserfin, Luis Germán Linares.

    La Fundación es una institución gestionada de modo independiente, sin ánimo de lucro y especializada en promover el desarrollo económico y social, sostenible e inclusivo, de las personas vulnerables.

    El presidente del Patronato de la FMBBVA, Claudio González-Vega, ha señalado que la Fundación «llega donde otros no llegan para ofrecerles una gama completa de productos y servicios financieros, así como capacitación y asesoría, para acompañarlos en sus actividades productivas y ayudarles a mejorar en el tiempo».

    En diciembre de 2010, la fundación española con fines sociales Microfinanzas BBVA se hizo con el control de la panameña Soluciones de Microfinanzas (Microserfin), al adquirir el 70 por ciento de sus acciones.

    Microserfín está especializada en el otorgamiento de créditos, contando con una base de clientes integrada por 9.000 empresarios de escasos ingresos, 120 empleados y 8 oficinas ubicadas en distintas regiones del país.

    La adquisición de Microserfín forma parte del proyecto de expansión de la Fundación Microfinanzas BBVA en Centroamérica, que cuenta actualmente con instituciones en Perú, Colombia, Puerto Rico, Chile y Argentina.

    La Fundación Microfinanzas BBVA es una entidad sin ánimo de lucro creada en 2007, independiente del Grupo BBVA, destinada a promover el desarrollo económico y social autosostenible de las personas más desfavorecidas de la sociedad mediante el acceso a micro créditos.

    La investigación denominada 'Panama paper' ha desatado un escándalo a escala internacional. Imagen panorámica de Panamá. Foto: EFE
    La investigación denominada ‘Panama paper’ ha desatado un escándalo a escala internacional. Imagen panorámica de Panamá. Foto: EFE
  • Una red de ayuda que se enfoca en atender a niños

    Redacción Quito

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    Donar un excedente de las ganancias a una actividad caritativa o filantrópica ya no califica como actividad de responsabilidad social, y las empresas lo saben. Quienes trabajan en esta área también están conscientes de que ni siquiera es necesario un enorme presupuesto para mantener una gestión que promueva el bienestar económico, social y ambiental en la comunidad donde cada organización desarrolla sus operaciones.

    Del otro lado, para las organizaciones no gubernamentales, cuyo trabajo se sostiene en gran medida gracias a aportes, se vuelve un desafío plantear formas de ayuda y apoyo que vayan más allá del asistencialismo.

    El objetivo es ahora que las empresas de todo tamaño se involucren en acciones con una meta por cumplir, y que estas puedan mantenerse en el tiempo.

    Dentro de este ámbito, con sueños a lo grande y altas dosis de creatividad, firmeza y perseverancia, la Fundación Cecilia Rivadeneira, creada en el 2004, ha sabido generar un modelo innovador en el campo de lo social.

    Ha creado redes de colaboradores permanentes que incluyen a empresas privadas y públicas –en menor grado-, organizaciones sociales, entidades educativas y cientos de personas cuyo única meta es hacer que los niños con cáncer y sus familias tengan un mejor estilo de vida y, por qué no, soñar que algún día la enfermedad no ataque a ningún ecuatoriano. Actualmente cuenta con puntos de trabajo continuo en seis provincias del país.

    La tarea ha demandado horas y horas de trabajo de todo este voluntariado. Durante este tiempo esta célula viva ha logrado sumar más y más proyectos en beneficio de los pequeños niños y niñas ecuatorianos: visita a los hospitales con los Doctores Sonrisa; formación en artes escénicas para los niños con cáncer; investigación socio-económica sobre las problemáticas de la enfermedad; la primera escuela sociodeportiva en alianza con el club de fútbol español Real Madrid para los hermanos de los niños y niñas afectadas; capacitación en emprendimiento a los tutores de los niños que tienen cáncer…

    En total, 12 programas son financiados en un 48% por donaciones y el resto por diferentes actividades. Quizás la más importante es la colecta anual, que este año se realizará el 21 y 22 de abril, con cientos de sonrientes voluntarios en las calles con el único fin de captar el 37% del presupuesto de la Fundación para el 2017.

    Este entretejido de colaboradores, según explica Wilson Merino, director de la Fundación, “permite motivar a miles de jóvenes a salir a la calles para ser parte de algo más grande, de la cultura del ahorro, y de la visión macro sobre un proyecto de invaluable aporte de justicia social, económica, medioambiental, e inclusive racial”. Agrega que no buscan el paternalismo sino “construir una sociedad con conciencia social, donde los beneficiarios de cada acción son al mismo tiempo actores de su propio desarrollo”.

    Decenas de voluntarios participan en actividades lúdicas y educativas en la Escuela Granja de la Fundación. Foto: Alfredo Lagla / LÍDERES
    Decenas de voluntarios participan en actividades lúdicas y educativas en la Escuela Granja de la Fundación. Foto: Alfredo Lagla / LÍDERES
  • La UTPL y Fundación Ecuador promueven los cursos virtuales gratuitos

    Redacción Líderes

    Alrededor de 2 000 bachilleres de Guayaquil podrán acceder de forma gratuita a los curso virtuales MOOC de realidad nacional, expresión oral y escrita; y metodología de estudio. Esta iniciativa surge tras convenio de la Fundación Ecuador y la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL).

    Estos cursos abiertos y masivos crean comunidades de aprendizaje que imparten conocimiento usando material audiovisual interactiva. Gracias al convenio, los estudiantes podrán acceder a la plataforma virtual moocs.utpl.edu.ec.creada por la UTPL; allí los jóvenes tendrán a su disposición tres cursos de modalidad a distancia.

    Mauricio Ramírez, director Regional UTPL Costa, señaló que la universidad mantiene proyectos de vinculación las comunidades, uno de ellos, son los cursos gratuitos MOOC. El objetivo de este proyecto es promover y fortalecer actividades académicas, científicas y culturales en los campos de la enseñanza, innovación y emprendimiento.

    Estas capacitaciones tendrán una duración aproximada de tres a seis meses en la primera fase. El proyecto avanzará de forma progresiva durante este año, período en el cual Fundación Ecuador hará el seguimiento respectivo a los estudiantes registrados.

    Para el lanzamiento del proyecto académico se contó con la presencia del Pedro Aguayo, presidente de la Fundación Ecuador; Santiago Acosta, vicerrector UTPL; Miguel Ángel Valdivieso, coordinador general de Fundación Ecuador; y Víctor Hugo Calderón, rector de la Unidad Educativa Lemas.

    La Universidad Técnica Particular de Loja impulsa
    La Universidad Técnica Particular de Loja impulsa
  • La Caixa y fundación de Shakira presentan proyecto para jóvenes emprendedores

    Agencia EFE

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    La Fundación Pies Descalzos, creada por la cantante colombiana Shakira, y la Obra Social «la Caixa» de España presentaron el miércoles 17 de febrero del 2016 en Barranquilla el Proyecto Jóvenes Emprendedores, con el que esperan beneficiar a 500 alumnos de cuatro escuelas en Colombia.

    El director del Área Comercial y Educativa de la Fundación Bancaria «La Caixa», Xavier Bertolín, y la directora ejecutiva de la Fundación Pies Descalzos, Patricia Sierra, explicaron en rueda de prensa cómo aprenderán los estudiantes el concepto, las características y los valores de una actitud emprendedora y creativa.

    «Cuando Shakira conoció el proyecto nos dijo: por qué no intentamos llevar esto a Colombia?. Dijimos: vamos a evaluarlo, y decidimos pilotear el mismo y hoy estamos empezando en cuatro instituciones educativas, movilizando 500 chicos», indicó a Efe Bertolín.

    Según Bertolín, despertar actitudes emprendedoras, «mirar con ojos de explorador», identificar problemas y ver a su alrededor qué oportunidades pueden tener es el objetivo de este programa, que mediante seis módulos entregará a los niños y jóvenes herramientas para generar soluciones creativas, trabajo colaborativo y saber comunicarlas.

    Según Sierra, son muchas las expectativas que se tienen por esta alianza con la Fundación La Caixa, «de modo que este proyecto se multiplique por todo el país, que estos muchachos salgan con una manera de gestionar sus vidas de forma diferente y que entiendan que emprender no es Steve Jobs no más, es resolver el problema del día a día, partiendo de los problemas que tienen en el colegio y cómo lo resuelven y desde ahí inventemos».

    La directora de Pies Descalzos manifestó que el Ministerio de Educación, al cual se presentó el proyecto, espera que esta iniciativa permita bajar los índices de deserción escolar, al tiempo que se puede mejorar los indicadores de las pruebas Saber y Pisa, especialmente en el componente de emprendimiento.

    En Barranquilla participarán 120 estudiantes, que se sumarán a otros 380 de instituciones de Cartagena, Quibdó y Soacha, quienes luego de la primera etapa de formación presentarán un proyecto.

    «Vamos a escoger a los equipos ganadores y llevaremos a 10 chicos a Barcelona a un campus para mejorar el proyecto que ellos creen, durante la primera semana de mayo», anotó el directivo de Fundación Bancaria La Caixa.

    «La Fundación Pies Descalzos ha reconocido el programa educativo de la Obra Social la Caixa, eduCaixa, como una conducta de referencia en el nuevo paradigma de la educación, que contempla el desarrollo integral de los alumnos», expresó.

    El Proyecto Jóvenes Emprendedores se está implementando en cuatro escuelas de Colombia: Institución Educativa Distrital Fundación Pies Descalzos (Barranquilla), Institución Educativa Fundación Pies Descalzos Cartagena, Instituto Tecnológico Antonio Ricaurte (Quibdó) e Institución Educativa Eugenio Díaz Castro (Soacha, departamento de Cundinamarca, centro).

    El Proyecto Jóvenes Emprendedores comenzó a desarrollarse desde el inicio del año escolar, y su aplicación, llevada a cabo por el profesor o profesora, parte de un kit digital que contiene seis módulos, cada uno de los cuales consta de dos sesiones cada uno para trabajar los conceptos claves de un proyecto emprendedor.

    El proyecto Jóvenes Emprendedores es una innovadora propuesta educativa que la Obra Social «la Caixa» puso en marcha en 2013, y cuya demanda crece cada año de forma significativa.

    En el actual curso escolar español lo están desarrollando 1 323 colegios de toda España con el objetivo de despertar habilidades emprendedoras en los alumnos, promoviendo su crecimiento personal y potenciando su capacidad de iniciativa.

    El Proyecto Jóvenes Emprendedores esperan beneficiar a 500 alumnos de cuatro escuelas en Colombia. Foto: Archivo
    El Proyecto Jóvenes Emprendedores esperan beneficiar a 500 alumnos de cuatro escuelas en Colombia. Foto: Archivo
  • Wilson Merino R.: Lo que toca se hace… sonrisas

    Santiago Ayala Sarmiento. Redacción Quito / LÍDERES

    Una parte de su historia de vida pudo haber sido el guión perfecto para elegir descarriarse. Y hasta pudo ser, en cierta forma, entendible: su madre murió de cáncer cuando él tenía 19 años. Y el año pasado su padre fue asesinado luego de un confuso secuestro.

    Pero no. Wilson Merino Rivadeneira decidió mostrarle su sonrisa al destino e intentar contagiarla al mundo. Por eso, no deja de sonreír y hacer sonreír. Aunque claro está, como todo ejecutivo que se enfrenta al mundo, también debe sacar su casta de luchador. Y ahí, no siempre está sonriente, porque, cuando quiere lograr lo que quiere, pelea con todo.

    Así fue desde el inicio. Con el dolor a cuestas por la partida de su madre, y obligado a buscar su autosustento, montó una empresa, Get & Go, que regalaba tarjetas promocionales de puntos estratégicos (hoteles, restaurantes, tiendas de compras, etc.). «En ese tiempo era toda una novedad para el mercado ecuatoriano. La gente podía tomar gratis estas tarjetitas y llevárselas. A partir de allí nacieron otras ideas similares», recuerda el marketero Juan Carlos Frei.

    La firma estuvo vigente cinco años, desde enero del 2003 hasta el 2008, con un buen prestigio que lo llevó incluso a exportar la marca hacia Perú. Sin embargo, algo no engranaba. Este joven quiteño sentía que ese no era su camino, pese a que el negocio caminaba bien.

    Y la noche del 31 de enero del 2003, fue al mar a visitar a su madre (el deseo de ella había sido que sus cenizas fueran regadas en el mar); y en medio del océano tuvo la visión de crear una organización de ayuda contra el cáncer. Así nació la Fundación Cecilia Rivadeneira, en honor al ser que esa noche le susurró a su corazón que emprendiera este reto.

    Con pocos recursos para empezar y sin noción de cómo hacerlo, se lanzó. El doctor José Iguiguren, entonces jefe de Oncología en Solca, le abrió las puertas. El día que el joven fue a tocar las puertas de su consultorio llegó con la convicción de sacar el proyecto a como diera lugar. Viendo la determinación, Iguiguren le brindó todo el apoyo.

    ¿Cómo emprender un proyecto social cuando no se tiene dinero? Simple: el voluntariado. Y empezó improvisando, creando una red con sus amigos, con los amigos de los amigos. Así, ladrillo por ladrillo fue construyendo, desde el 2004, el mayor voluntariado juvenil del país, por donde han pasado más de 8 000 jóvenes.

    Y sin recibir un solo centavo de donaciones, la Fundación se ha ido sosteniendo bajo una estructura bautizada como «la cultura del regalo», donde ser autosustentable es la columna vertebral. Los voluntarios dan sus habilidades, sus conocimientos, su trabajo y, a cambio, reciben capacitación u otros beneficios.

    En el medio se desarrollan varios productos y servicios que generan recursos, entre ellos la producción y venta de kits lúdicos que incluyen lápices de colores, marcadores, títeres de dedo, etc., capacitación en ‘terapias de la risa’ y ‘clowns’ y otros programas que se ejecutan en alianza con terceros.

    En este último aspecto, los hechos más relevantes fueron la llegada al país de l famoso ‘clown’ hospitalario Patch Adams y del lanzamiento de la escuela de fútbol del Real Madrid en el Ecuador, para los hermanos de los niños afectados con cáncer.

    La socióloga Daniela Armijos, quien ha hecho seguimiento de las fundaciones en el país, señala que el trabajo realizado por Merino ha sido valioso en cuanto a la incorporación, primero, de los jóvenes, y, segundo, de una idea conceptual de utilizar al payaso como un canalizador de alegría y sanación emocional a los enfermos. «El hecho de que sea autosustentable también le brinda una independencia de posibles presiones externas».

    Y eso se evidencia en todo el equipo de trabajo de la Fundación, que no pasan de cinco (en el área administrativa), pero que a través del impulso en redes sociales han logrado insertar el proyecto a nivel mundial. Por eso, ahora, esto que nació como un sueño, se ha convertido en una realidad que es vista con buenos ojos desde afuera.

    De hecho, la labor de la Fundación acaba de ser seleccionada como participante para el concurso del Emprendedor Social del Año, que organiza la prestigiosa Fundación Schwab.

    Merino, de 31 años, feliz reciente tío, no se ha quedado allí. Durante los últimos cinco años vivió en China, haciéndose un lugar en ese ‘caníbal’ mundo ejecutivo. Su capacidad para olfatear proyectos que impacten positivamente en la sociedad, le permitió acceder al cargo de Cónsul Comercial de Ecuador en ese país.

    Desde su escritorio construyó un innovador proyecto de apoyo a los exportadores ecuatorianos (en especial a los más pequeños) para que logren colocar más productos allá sin incurrir en los altísimos costos de operación. El proyecto reposa en las manos de las principales autoridades del Comercio Exterior.

    Y aunque salió de su cargo público, Merino espera haber dado un granito de arena para que muchas personas se beneficien de esta herramienta. Al fin y al cabo, como él dice: «El dinero, la multiplicación de recursos es algo que permite alcanzar un fin colectivo. La mejor paga son la sonrisa y el abrazo de gratitud».

    La fundación

    La Fundación mantiene alianzas con entes como Children Cancer en Singapur o Make a Wish.

    Cada voluntario debe cumplir con cuatro horas de voluntariado/mes.