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  • Alianza que busca ayudar a emprender

    Con el objetivo de modelar ideas de emprendimiento, la iniciativa Ruta E capacitará a emprendedores y líderes comunitarios del país.

    El proyecto es coordinado por la Fundación Comunidad Sostenible y cuatro organizaciones internacionales: Ashoka, que financia y ofrece servicios profesionales de apoyo y conexiones a más de 3 000 emprendedores sociales; Kaos Pilot, una escuela internacional de negocios con sede en Dinamarca; Dancing Freedom, que se especializa en crear experiencias de inmersión educativas; y BiD Network.

    Samantha Sweetwater, representante de Ashoka, cree que en el Ecuador los principales emprendimientos están dirigidos al sector agrícola, tecnológico, educativo y de servicios.

    El programa Internacional de Innovación y Emprendimiento de Alto Impacto, como se denomina la iniciativa, ofrece asesoría para otorgar financiamiento a los proyectos de negocios que surjan de las capacitaciones.

    Ana Mogro, coordinadora de Ruta E, menciona que uno de los principales objetivos es crear una comunidad virtual de emprendedores y líderes.

    El 28 de junio, en el Centro de Convenciones de Guayaquil, se realizó un Workshop con al menos una treintena de empresarios, microempresarios y líderes comunitarios.

    En la cita, los asistentes conocieron cómo pasar de la idea a la realización. En Quito y Cuenca también se realizó la misma jornada. El programa consta de tres módulos de tres talleres cada uno, con un costo individual de USD 160. Para los líderes comunitarios se ofrecen becas. En el sitio www.rutae.org se puede postular.

    Mogro considera que los emprendedores en el país deben trabajar en cómo vender sus ideas de negocio. «Se busca crear líderes que se puedan sentar a negociar y obtener financiamiento», expresa la Coordinadora.

    Silvana Bósquez, asesora de la fundación, menciona que es importante que un emprendedor desarrolle un plan de negocios correctamente, además de una plataforma multimedia en donde pueda intercambiar y generar ideas entre emprendedores con experiencia y sin ella.

    «Los emprendedores que asisten a este tipo de talleres, normalmente, no tienen una noción clara de su idea, pero sí ganas», acota Mogro.

    Una de las principales estrategias que busca este proyecto es contar con un sitio online de emprendimiento y desarrollo de las pymes, con más de 46 000 miembros de todo el mundo de la firma BiD Network.

  • El Banco es un colector de solidaridad

    Andreína Laines Redacción Guayaquil / LÍDERES

    Los materiales, insumos inmobiliarios y demás artículos que sobran en las obras de construcción, remodelaciones o aquellos que aparentemente no tienen ninguna utilidad para sus propietarios, son útiles para el Banco de Materiales de la Fundación Hogar de Cristo.

    Este centro es el nexo para que más de 3 000 familias de escasos recursos económicos accedan a la compra, por un valor simbólico, de materiales donados por empresas u organizaciones.

    Los donativos pasan por un proceso de recuperación, que incluye la reparación, pintura y adecuación del bien. El trabajo de carpintería lo realizan tres personas, quienes además fabrican productos mobiliarios como mesas, bancos, cajoneras, anaqueles, armarios, camas…

    Margarita Flores, habitante del sector Paraíso de la Flor, ubicado en Flor de Bastión, una de las zonas periféricas en el norte de Guayaquil, adquirió por USD 5 una puerta para su dormitorio.

    El dinero que se recolecta es destinado para comprar los materiales que se usan en la reparación de las donaciones y sostener otros rubros como transporte. Para Flores, quien además ha comprado artículos como boquillas o bisagras, este ‘banco’ es una oportunidad de obtener artículos que no hubiese podido adquirir y también es un sitio para aprender.

    El año pasado ella, junto con otras 300 personas, asistió a diferentes talleres de capacitación y asesoramiento técnico para el mejoramiento de la vivienda, como la fabricación de muebles de caña y bambú, colocación de cerámica, etc.

    Julio Beccer es un argentino que coor­dina el proyecto en la ciudad, y tiene un galpón en Monte Sinaí. Él comenta que esta iniciativa se puso en práctica en su país natal y desde hace cuatro años se implementó en Ecuador. «Las personas que tienen poco son muy creativas con lo que a otros no les sirve, les sobra o no le prestan atención», comenta Beccer.

    Empresas como Graiman les dona cerámica que no está apta para la venta al público; este material es usado por los beneficiarios para armar pisos con diferentes tamaños, formas y colores, como si se tratara de un collage.

    Al menos ocho empresas colaboran cada mes con el Banco de Materiales, entre ellas: Madesa, Diteca, Mafrico, Novopan, Remar y los bancos Amazonas, Pichincha y Guayaquil. También hay unas 80 compañías que al menos han donado una vez. Las universidades también son parte de este proyecto. Beccer cuenta que al menos reciben un universitario por mes, que realiza las prácticas de vínculos con la comunidad. Por ejemplo, dos estudiantes de Arquitectura de la Universidad Católica Santiago de Guayaquil evaluaron algunas casas de Hogar de Cristo y dieron asesoramiento para posibles mejoras en esas viviendas.

    Beccer enfatiza en que es primordial contar con el aporte de las empresas privadas u otras organizaciones. El objetivo del Banco de Materiales es captar la ayuda de las empresas y mejorar la forma de vivir de otras personas.

  • Francisco Punina, su mayor riqueza: construir sonrisas

    Santiago Ayala Sarmiento. Redacción Quito / LÍDERES

    Todos lo conocen como ‘Pancho’. Él es feliz con ese trato. No solo que es más rápido de pronunciar que Francisco, sino que les abre a las personas una vía más directa para acercársele y compartir toda su quietud y, a la vez, su contagiante alegría y capacidad de trabajo.

    El ingeniero Francisco Punina está lejos de representar esa imagen adusta, característica de un ejecutivo que se ha batido contra todo durante su carrera profesional. Al contrario, sus ojos brillan y bailan cada vez que recuerda los miles de rostros de niños, y sus familias, a quienes ayudó a devolver la sonrisa.

    Cuando decidió, hace 18 años, colgar los planos, las herramientas, las maquinarias… para comandar la fundación Operación Sonrisa, el escenario de la ayuda social a través de la empresa privada dio un giro. Lo que hasta ese momento era una fórmula abordada desde una perspectiva de caridad empezó a verse como una responsabilidad social.

    Golpear las puertas de las empresas no era tarea fácil; mucho menos lograr que aportaran con dinero, no para él, sino para las operaciones de muchos de los uno de cada 400 niños que nacen fisurados (gracias a él, dejó de llamarse labio leporino a la malformación) en el país. Pero su sangre de ‘Boy Scout’ no le iba a hacer retroceder. Con cada exitosa operación realizada, el impulso crecía. ¿Hasta dónde? El cielo es el límite, ya que pese a todo el trabajo aún faltan manos y conciencia en la sociedad ecuatoriana.

    Hoy maneja un conglomerado social de 120 voluntarios, muchos de ellos prestigiosos médicos, y un paraguas de empresas aportantes de la talla de Citi, Coca-Cola, Nestlé, ATU, etc. Cuatro grandes operativos al año, de cinco días cada uno, han permitido devolver la tranquilidad a más de 18 000 familias. Y no se puede más, porque ni las manos alcanzan ni los recursos. Aunque, como en toda actividad manejada con el corazón y con honestidad, la multiplicación de los panes se da mágicamente.

    Jaime Pavón, fotógrafo, voluntario, conoce a ‘Pancho’ desde hace varios años. «Es una persona trabajadora a más no poder, siempre está pensando en ideas nuevas y sabe cómo motivar a la gente para que sea creativa y más productiva con su trabajo. Es un motivador nato. Además, es una persona muy amable, siempre resuelve cualquier problema conversando y buscando soluciones viables y en cualquier momento tiene un chiste que contar. Algo que personalmente valoro mucho es que siempre, de cualquier manera, está preocupado del bienestar de todas las personas cercanas a él».

    Hoy no tiene casa propia. Y su automóvil es modesto. Eso no le importa, porque la riqueza, para él, no se mide en dinero, sino en derramar una lágrima de felicidad cada vez que la malformación de un pequeño se vuelve, casi casi, invisible.

    Su prestigio y los resultados obtenidos en tender los puentes entre la sociedad y la empresa también hicieron que le propusieran ocupar un alto cargo político. Se negó. No quiere en su entorno nada que pueda perturbar el acercamiento con las familias que lo necesitan, ni tampoco interrumpir el ritual de almorzar con su esposa todos los días y de mimar a sus nietos. Eso, pese a que sus dos hijas ocupan cargos públicos. María Belén es concejala alterna de Patricio Ubidia. Y María José, con su esposo, están de embajadores en Rusia.

    De su mente no se borra el día que en uno de los operativos sonrisa llegó junto con su equipo a Santo Domingo de los Tsáchilas. La gente se había aglomerado porque una niña pequeña se iba a lanzar al río. En su escuela le hacían ‘bullying’ por tener fisura y ella quería suicidarse.

    Punina le dijo que tenía algo que contarle en la casa y que la esperaba allá. Pero que si gustaba, podría llevarla en su carro. Ella accedió y, con llanto incontenible, le contó lo que sucedía en su escuela. Aunque la pequeña había sido operada, la tenue cicatriz en su labio la seguía marcando. Y por ello, más difícil que conseguir recursos ha sido culturizar a la población para evitar los ataques a personas que tienen sus capacidades intactas y que por solo llevar esa huella en su rostro son marginadas y violentadas.

    «El problema es cultural. Vivimos en una nube, donde nos creemos generosos, dadivosos. Cuando toco una puerta y les digo ‘ayuda a un niño, la cirugía cuesta solo USD 1 000’, muchos me responden ‘es que estamos mal’. Pero antes yo había revisado sus declaraciones de impuestos, cuánto exportan, cuánto importan, y es mucho dinero. Lamentablemente aún seguimos bajo esa burbuja de insensibilidad», señala un dolido ‘Pancho’.

    Eso no es motivo suficiente para que pierda el buen humor y el sueño de que más personas y empresas se unan a la cruzada. En su sencillo despacho, toda persona es bienvenida con agua, gaseosa y galletas. Esa calidez humana fusionada con su habilidad para moverse en el mundo ejecutivo es resaltada por Wilson Merino Rivadeneira. «Tiene una gran visión sobre el sector terciario, él esta muy cerca de los niños fisurados y de sus familias, de los profesionales de la salud y de los voluntarios, sin duda alguna tiene la capacidad para trazar el camino».

    Aunque no es médico, ‘Pancho’ ha pasado incontables horas en los quirófanos. La paga ha sido cada lágrima de felicidad derramada por un niño sin fisura.

    Su perfil

    Estudios. Ingeniero industrial por la Universidad de Guayaquil. Ingeniero civil por la Universidad Vicente Rocafuerte.

    Experiencia. Desarrollador de fábricas industriales. Consultor. Es actualmente Consejero Nacional de los Boy Scouts.

    Pasatiempos. Armar y desarmar cosas. Dedicado a la familia. Gusta de la comida y la música nacional.

  • En Sudáfrica se arma batalla por el control de la marca ‘Mandela’

    El Mercurio de Chile Grupo de Diarios América (GDA)

    Convertido en una de las figuras más importantes del siglo XX, está claro que tras su muerte, la leyenda de Nelson Mandela seguirá inspirando a miles de personas en todo el mundo. Por eso el debate ahora pasa por saber quién y cómo administrará el incalculable legado y la imagen del ex Presidente. Y la discusión se vislumbra compleja.

    Hasta hace poco se sabía que el Nobel de la Paz registró, por primera vez en el 2003, su marca personal en Europa para garantizar que sus herederos pudieran conservarla más de 80 años después de su muerte.

    Ahora, con Mandela fallecido, se ha hecho evidente una pugna que involucra a su familia, al partido Congreso Nacional Africano (ANC) y a la Fundación Nelson Mandela, que buscan la forma de quedarse con el control de su legado.

    Los problemas comenzaron en abril pasado, cuando las hijas de ‘Madiba’ iniciaron una batalla legal contra el abogado y amigo de su padre, George Bizos, para anular el poder que este había recibido para administrar dos vehículos de inversión que controlan la marca del ex Presidente. Según una declaración jurada presentada por Bizos, las dos hijas, Makaziwe Mandela y Zenani Dlamini, estaban tratando de conseguir el control del principal fideicomiso de Mandela desde el 2005, y se convirtieron en administradoras sin su conocimiento.

    Por décadas, la imagen del ex Presidente se ha asociado a diversas organizaciones humanitarias y ha aparecido en miles de objetos. Así, por ejemplo, una parte de los ingresos de la línea de ropa de la fundación, llamada 46664 -por el número de prisionero de Mandela en la isla Robben-, se destina a pagar la educación de los miembros de la familia.

    Además, está la Fundación Nelson Mandela para Niños, que tiene derecho a utilizar su nombre para recaudar fondos. Entre 1995 y 2012 recaudó USD 116 millones en ingresos y otorgó 44,6 millones en becas. La figura del ex Presidente también ha servido para que sus nietas Zamaswazi y Zaziwe lanzaran una marca de ropa llamada ‘Long Walk to Freedom Apparel’ («Largo camino hacia la libertad») y para que fueran protagonistas del reality estadounidense «Being Mandela» (Siendo Mandela).

    Por otro lado, se calcula que existen al menos 40 compañías registradas oficialmente con el Gobierno sudafricano que utilizan el nombre Mandela, pero que no tienen ninguna relación con él. La lista incluye a la Academia de Enfermería Gandhi-Mandela, los Servicios de Transporte de Camiones Mandela, la Compañía de Marketing Mama Mandela o Artículos de Tocador Gracias Mandela.

  • Enseña Ecuador tiene su promoción de Líderes

    La idea nació en el 2012 y tomó cuerpo un año después, cuando la Fundación Enseña Ecuador logró la aprobación del Ministerio de Educación, para desarrollar sus operaciones en el país. El objetivo de esta ONG es interesante, porque «busca cambiar el país desde la educación» y para ello se propuso seleccionar a los 25 mejores talentos de las universidades públicas y privadas, con el fin de convertirlos en maestros y así elevar la calidad de la educación en las escuelas marginales.

    El desafío para los jóvenes más talentosos del Ecuador es dedicar dos años de sus vidas para transformar la enseñanza en los estratos con más necesidades; una idea que se puso en práctica hace 25 años en Estados Unidos, y que se ha replicado en 32 países alrededor del mundo.

    Enseña Ecuador es una organización que tiene como visión el alcanzar un país donde todos tengan la oportunidad de recibir una educación de calidad, y para ello busca atraer a los mejores talentos nacionales para que se hagan cargo de este enorme desafío. Los nuevos líderes fueron presentados la noche del pasado 18 de junio, en una ceremonia especial. En el proceso de selección se presentaron más de 1 430 aspirantes.

    Este proyecto sin duda trae beneficios. Por un lado, aquellos universitarios tendrán la experiencia de entender los problemas de la sociedad desde la raíz y a partir de ello generen soluciones innovadoras. Por otro, los universitarios compartirán con aquellos niños, para que reciban una educación de calidad.

    Esta iniciativa también cuenta con la participación de la empresas privada. Entre las firmas que dan su aporte están Corporación GPF, Corporación Favorita, Fundación Crisfe, DHL, DirecTV, OCP Ecuador, Linde, Lafarge Cementos, Microsoft, entre otras.