Etiqueta: gourmet

  • Nueve variedades de miel son la esencia de esta iniciativa

    Redacción Quito, redaccion@revistalideres.ec

    The Ecuador Honey Company es una microempresa que crece, obtiene ganancias y se posiciona cuidando abejas y produciendo miel. Con esta estrategia se ha ganado un lugar en el mercado gourmet del Ecuador desde hace siete años.

    Esta iniciativa de Salomé Flores nació en la plantación de su esposo -Ramiro Peñaherrera- en la que se siembra hypericum, una planta medicinal para tratar la depresión. Allí la pareja necesitaba de las abejas para fecundar las flores del hypericum. Ellos regalaban la miel a familiares y conocidos.

    En el 2006, al constatar que la miel tenía aceptación, la pareja adquirió 140 colmenas de abejas africanas. Pero enfrentaron un reto: las abejas cosechaban el néctar de otras plantaciones y no de la suya, por lo que decidieron dividir las colmenas y enviarlas a Guayllabamba, Ibarra, Chaltura, Los Chillos, Tumbaco y Alangasí.

    Esto dio como resultado nueve variedad de mieles que se diferencian entre sí por su color, transparencia y textura. Esto, según Flores, se debe a la variedad de las flores de la región donde se encuentren las abejas. La pareja comenzó entonces a comercializar sus productos no sin antes diseñar la presentación de los empaques. Hoy, la firma trabaja con empresas como Avianca, Cyril, Galería Ecuador Gourmet, entre otras.

    Diego Castillo, gerente general de Galería Ecuador Gourmet, ofrece este producto. Él señala que la miel de esta microempresa brinda todas las bondades en un empaque exclusivo.

    Para mantener el cuidado de sus colmenas, Flores trabaja en conjunto con cuatro pequeños productores quienes también cuentan con sus propias abejas. «Contamos con 1 000 colmenas para la fabricación de nuestra miel», explica.

    Su reto principal fue trabajar con los apicultores puesto que considera que «es difícil romper el esquema de producción tradicional y convertirlos en pequeños emprendedores». De igual manera, diferenciarse de la miel extranjera brindando un producto natural sin aditivos fue otro desafío. «En el Ecuador no se ve la miel como producto potencial a pesar de ser de gran calidad».

    Hoy esta firma quiteña factura USD 2 000 mensuales y los precios de sus productos oscilan entre USD 2 a 57. Su servicio de personalización es gratuito.

    María del Carmen López, asistente administrativa de Coolbrand Publicidad, cuenta que adquirió este producto hace cinco años como regalo para sus clientes corporativos en Navidad. Ella explica que escogió la marca por ser algo diferente y novedoso por su presentación original. «El sabor era excelente y la miel tenía diferentes colores lo que lo convierte en un producto único».

  • Cassolette aplica un toque gourmet a los alimentos caseros

    Redacción Quito

    Esta empresa nació hace 11 años en Quito. Actualmente, su marca se posicionó y ya cuenta con cuatro locales en la ciudad.

    En cada hogar, la comida tiene sus secretos y encantos. Todos en algún momento hemos exclamado: «¡nadie lo prepara como mi mamá!».

    Pero, para Juan Cristóbal y María Pía Lira, las recetas en su casa no solo eran buenas. A finales del 2002, estos hermanos creían que las preparaciones de su madre, María Correa, tenían tanto potencial que podrían comercializarse.

    Y no se equivocaron. 11 años después, la tradición familiar de elaborar ‘cheesecakes’, pastel de choclo o ensaladas se convirtió en una marca que se ha posicionado en el mercado de alimentos preparados en Quito: Cassolette.

    Con una inversión inicial de unos USD 16 000, el publicista y la bachelor en Artes Liberales, adquirieron equipos de cocina, materias primas y alquilaron un pequeño local en Cumbayá (nororiente de Quito).

    Así nació Cassolette -que significa cazuela en francés- con la propuesta de comida casera para llevar. El concepto lo tomaron de negocios que tenían éxito en Chile; en esa época, ese era un nicho no explorado en el país.

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    El primer punto de venta tenía una dimensión aproximada de 35 m². Contaba con una cocina, el sitio para despachar los alimentos y dos mesas. En ese entonces, el único objetivo era entregar los pedidos para llevar y no atendían a comensales en el lugar.

    Desde el principio definieron su target como personas de clase media alta de Quito. Ello, debido a que luego de la crisis que atravesó el país, a finales de la década de 1990, este segmento presentaba mayor estabilidad y era ideal para consumir su portafolio de productos. El negocio tuvo aceptación. De a poco, ganaron popularidad entre los clientes gracias a sus postres. Sin embargo, el margen de ganancias era reducido.

    Los hermanos, más un empleado que trabajaba en la cocina, se encargaban de todo el negocio. Incluso Diego Dumet, amigo de Juan Cristóbal, fue un colaborador improvisado de Cassolette.

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    Entre una de las anécdotas que recuerdan los propietarios es que a Dumet, gracias a su confianza y gran amistad, le pagaban con un postre o el plato que eligiera por su contribución. Pero a finales del 2004, Dumet se convirtió en socio de Cassolette. Este publicista quien trabajó para varias agencias del país, decidió apostar por el emprendimiento.

    El siguiente año, la firma buscó expandirse. Los emprendedores se arriesgaron y llevaron su marca a Quito. El sector elegido fue la av. González Suárez (norte de la ciudad). Con una inversión de USD 20 000, que obtuvieron de los beneficios de su local de Cumbayá, abrieron la nueva sucursal.

    En ese sitio, implementaron la primera motocicleta para el servicio a domicilio (ahora son 16) y también agregaron mesas, debido a que los oficinistas buscaban servirse sus pedidos en ese instante.

    El nuevo punto de venta ayudó a la consolidación de la empresa. En el 2006, con USD 15 000, Cassolette abrió otro local en el sector del Quito Tennis (norte), y en el 2007 se constituyó como compañía anónima. En ese año también María Pía Lira dejó la sociedad.

    En mayo del año pasado, Mall El Jardín le propuso estar en su patio de comidas. La firma accedió y con un monto de USD 40 000 abrieron un local express.

    Hace tres semanas inició las operaciones de su nueva planta, ubicada en Tumbaco (nororiente), que se encarga de las preparaciones de toda la cadena. Con un costo de unos USD 50 000, este lugar triplicó la producción de Cassolette. Semanalmente se cocinan 5 000 porciones de postre y 1 500 de alimentos de sal.

    Ahora, entre los nuevos objetivos de la empresa está llegar al mercado corporativo, como hoteles y restaurantes.

    Pamela Ponce, diseñadora de muebles e interiores, es clienta de Cassolette desde sus inicios. Ella asegura que la calidad de los alimentos se ha mantenido desde que empezaron. Al ser una compradora frecuente, los propietarios siempre le preguntan cómo estuvo la comida y el servicio. «Ese es un valor destacable», añade.

    Diego Jarrín, publicista, señala que Cassolette es una marca con prestigio. Entre sus favoritos están los postres y las ensaladas. En ello coincide Antoinette Cook, dedicada al turismo, quien degusta sus platillos desde hace 11 años.

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    El insignia

    Carlos Eras  / Jefe deLogística y Control de Inventarios

    ‘Fui un testigo de crecimiento’

    Llegué a la empresa hace unos cinco años. En este tiempo he podido presenciar como creció la empresa, tanto en puntos de venta como en compradores corporativos.

    Ahora Cassolette es un nombre reconocido; sus platos son buscados y valorados por los clientes en Quito.

    Me encargo de que se ejecute la producción en la cocina; hago las compras y también soy el responsable de que los alimentos lleguen a todos los locales.

    Todo este tiempo ha sido de constante aprendizaje, ha sido enriquecedor trabajar para Cassolette. Mi aporte para la empresa es trabajar con empeño, responsabilidad y ponerle ganas cada día para cumplir nuestros objetivos.

    Mi jornada empieza a las 06:00, con los despachos de productos, y termina a las 17:00. El ambiente de trabajo es bueno, existe compañerismo en todos los momentos. Compartimos y bromeamos con el equipo en los ratos libres y en las horas de almuerzo.

  • El cliente atiende más a sus gustos gourmet

    Redacción Guayaquil

    La pastelería gourmet despuntó en el país a inicios del 2000, comenta Francisco Neira, representante de Domremi. Esta es una pastelería que tiene 13 años en el mercado guayaquileño.

    Neira recuerda que por esa época, la oferta de ‘pastelería fina’ era exclusiva en los hoteles cinco estrellas. «Actualmente, algunos productos ‘exclusivos’ se pueden encontrar en pastelerías que han tenido una transición entre lo clásico y tradicional a lo moderno y gourmet».

    Las pastelerías y cafeterías con una propuesta gourmet ofertan una variedad de recetas de tortas, pies, cheesecakes… y demás postres, dulces y salados. Entre los productos e ingredientes que sobresalen en la preparación están el chocolate, leche, cremas, frutas, almendras, nueces…

    En Guayaquil existen 46 locales dedicados a la elaboración de pasteles y otros productos a base de frutas y demás bocadillos. Ese dato forma parte del estudio de Sí Emprende. Esta base de datos la ofrece el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), a través de su sitio web. Este mercado mueve en Guayaquil alrededor de USD 3,9 millones por año.

    Los locales que ofertan galletas, bocadillos, postres y pasteles tipo gourmet tienen a sus potenciales clientes en las personas de ingresos medios, medio altos y altos; pues, los costos superan a los de una pastelería tradicional, aunque la calidad del producto es mayor.

    En Dolce Incontro, una pastelería que se define ‘totalmente gourmet’ y que tiene ocho años en el mercado, la porción de un postre gourmet supera los USD 4. En las pastelerías ‘tradicionales’ los dulces y/o bocadillos, valen USD 1 y 2.

    En Domremi, una pastelería que tiene cuatro locales en Guayaquil, se ofertan tortas tradicionales y las del tipo gourmet, cuyos precios varían entre USD 18 y 22, y registran un promedio de ventas entre 80 y 10 tortas diarias. Sus principales clientes son los oficinistas.

    Fabián Torres, gerente de marketing y copropietario de Dolce Incontro, cree que el toque especial de este negocio es la preparación. «Un estricto control de calidad prevalece en todo momento, desde la selección, recepción y almacenamiento de la materia prima».

    Dolce Incontro tiene tres locales en Guayaquil y dos en Samborondón. Uno de ellos está en el Mall del Sol (norte). Allí, diariamente acuden ejecutivos, universitarios y amas de casa para ‘deleitarse’ con algún postre mientras conversan. Esta pastelería vende 826 tortas al mes y se atienden unos 950 pedidos de dulces y postres.

    Los productos de pastelerías más vendidos son los elaborados con base en chocolate y frutas. Julianna Vega, estudiante universitaria, comenta que suele acudir a estos lugares por la variedad de la oferta. «Siempre uno se topa con algún postre que tiene un nuevo sabor, o una galleta diferente». Ella dice que destina unos USD 50 al mes, para darse sus ‘pequeños gustos’, como lo define.

    Otra pastelería de este tipo es La Bonbonnière, que abrió su primer local en el 2009, en el centro comercial Las Terrazas (vía a Samborondón) y oferta galletería recién horneada de seis sabores. También cuenta con postres calientes con helado, distintas variedades de dulces y bebidas como café e infusiones.

    María Isabel y Verónica Zambrano, propietarias de La Bonbonnière, indican que la clientela es variada. «Vienen desde niños en brazos hasta estudiantes; grupos de amigos y parejas», comentan.

    LA CIFRA:
    USD 3,9 millones mueven al año las pastelerías gourmet en Guayaquil.

  • Las especias dan sabor a los frutos de Artigiano Gourmet

    Redacción Guayaquil

    Natalie Cossettini prepara a diario nueces o almendras picantes con especias, tostadas con ajo y caramelizadas. También encurte pimientos, berenjenas, champiñones y aceitunas rellenas de almendras o de pimiento. Ella es la propietaria de Artigiano Gourmet, una microempresa que oferta estos productos en Guayaquil y Samborondón.

    La idea de negocio surgió hace tres años, cuando Cossettini laboraba en una firma importadora de frutos secos. El conocer de esos productos la animó a hacer de esa empresa su proveedora y dar a los frutos un toque personal, para comercializarlos con su marca propia.

    Así, invirtió unos USD 600 de ahorros personales para comprar insumos y empezó a tostar las almendras y nueces en su domicilio, agregándoles ingredientes como ajo, canela y especias.

    En un inicio, los vendía solo a familiares y amigos. Más tarde fue invitada a participar en la feria El Mercadito. Allí, promocionó sus productos, con una gran acogida. En esa ocasión, vendió los productos al peso pero, en el 2011, la oferta cambió a envases de 200 y 500 gramos.

    Además, agregó los vegetales encurtidos al portafolio de productos. Estos -dice- son cocinados con la receta de su abuela y cuestan entre USD 4 y 7.

    En cambio, los frutos secos oscilan entre USD 5 y 6, dependiendo del tamaño y sabor. También están disponibles en presentación de regalo, en envases de vidrio. Cossettini vende en promedio 100 unidades al mes. La mayor demanda se da entre octubre a diciembre.

    Los pedidos los recepta con tres días de anticipación y pueden ser retirados en su domicilio, en la vía a Samborondón. Allí, elabora los productos junto con una ayudante.

    Asimismo, los entrega en Guayaquil y Samborondón, con un recargo adicional desde USD 1,50, según la ubicación. Además, entrega en otras ciudades a través del servicio de Servientrega.

    Andrea Wagner es clienta de Artigiano Gourmet desde el año pasado. Ella afirma que sus favoritos son las nueces con ajo y las almendras con ají. «Lo mejor de los productos es su sabor. La mayoría de veces los uso como ingredientes esenciales en las ensaladas. En reuniones sociales, los sirvo de aperitivos». Wagner agrega que los precios son asequibles y van de acuerdo con la calidad.

    Otra clienta es Cristina Cornejo, quien probó los productos desde el inicio de la microempresa. Esta clienta dice que, a pesar de que todas las variedades le gustan, sus favoritos son las nueces caramelizadas con canela. «Los precios son razonables y resultan algo novedoso ya que productos de este tipo no se encuentran fácilmente en el mercado».

    El mercado potencial
    El target.  Son productos multitarget. Va desde hombres y mujeres jóvenes hasta adultos que disfruten de los productos artesanales y gourmet.

    La promoción.  Se promociona en ferias y en redes sociales como Facebook.

    LA CIFRA
    100 envases co mercializa en promedio cada mes este negocio

  • los productos gourmet también se venden en línea

    Redacción Guayaquil

    Más de 10 marcas de productos elaborados por microempresarios ecuatorianos se ofrecen en la página www.exotique.ec.

    Esta iniciativa nació en diciembre del año pasado, de la mano de Carolina Orellana y Betty Cheng. Ambas socias, quienes al retornar al país, luego de concluir sus estudios, decidieron crear un emprendimiento basado en el e-commerce.

    Para Orellana, emprender en este tipo de negocio representa también la oportunidad de incursionar en un mercado que está en pleno desarrollo en el país.

    La inversión en la elaboración de la página web, en la compra de los artículos a los microempresarios y en la creación de su línea de alimentos gourmet: Tea & Co., representó una apuesta de alrededor de USD 10 000. La línea Tea & Co. incluye unos 50 productos como café tostado cubierto con chocolate, especias, frutos secos, higos en lata… que son adquiridos a proveedores locales, principalmente de la provincia del Guayas.

    Exotique se especializa en la venta en línea de productos gourmet y artesanales. Por ejemplo, las velas con fragancias de la marca Voluspa o los jabones y exfoliantes de Tikay.

    Stephanie Holst, propietaria de Tikay, oferta hace dos semanas sus productos en este sitio web. «Funciona como un distribuidor directo de mis productos y además contribuye a crear una cultura de compra en línea», comenta Holst. En la primera venta a Exotique incluyó jabones, cremas y exfoliantes de aromas de la temporada playera.

    La oferta la completan las líneas: Delicatesen que incluyen conservas, frutos secos, bebidas y chocolates; Accesorios, que tiene productos para el hogar y de belleza; y Pet Shop, que son productos para mascotas. En diciembre pasado, como parte de una promoción, ellas elaboraron canastas de regalos y kits con una variedad de toda su oferta. «Funcionó como un regalo de Navidad», dice Cheng.

    En promedio, al mes las ventas son de unos USD 800. Y al menos el 70% de esos ingresos son a través de tarjetas como Pay Pal. El 30% restante es por medio de depósitos bancarios. Los productos llegan a varias provincias como Galápagos, Pichincha y Loja.

    La marca de barras energéticas Wipala Snacks oferta en cambio sus productos desde diciembre. «Los productos nutricionales tienen mucha acogida en el mercado. Es algo que nos hemos venido dado cuenta por la cantidad de pedidos», comenta Betty Cheng.

    El negocio en breve

    La estrategia. Una de las estrategias de venta es incluir gratis el envío a todo el país, por compras superiores a los USD 25.

    Pay Pal. Las ventas a través de la Web representan el 70%; también venden con depósitos bancarios.

  • Lo exclusivo marca a esta variedad de queso

    Leonardo Gómez P. Redacción LÍDERES

    El sabor del queso gourmet es peculiar y varía no solo por sus ingredientes sino por otros factores como el tiempo de maduración y la temperatura en la que fue elaborado. Así lo aseguran Christian Sáenz y Andrea Utreras, propietarios de La Mansión del Queso, en Quito.

    «El sabor mejora si se trata de un queso elaborado de forma artesanal», asegura Sáenz, un chef que ofrece en su restaurante una variedad de 22 tipos de quesos artesanales gourmet, elaborados en Pichincha, y diferentes platillos preparados con estos productos.

    Este es un lácteo marcado por la exclusividad, pues sus principales consumidores son personas que buscan experimentar con nuevos sabores o que de alguna forma han estado en contacto con Europa en donde existe una mayor cultura del queso, indica Sáenz.

    En su elaboración, los quesos artesanales gourmet combinan aliños, especias y hasta frutas. En el caso de la empresa Cowa, por ejemplo, se utilizan cereza, sandía, maracuyá… para obtener variedades tipo crema y semimaduros.

    Andrea Vizcaíno, copropietaria de Cowa, describe a su público objetivo como jóvenes y adultos, que están entre los 18 y los 35 años de edad y a los que les gusta experimentar nuevos sabores. Sus quesos se venden a precios que van entre los USD 0,50 y 6, pero admite que quien más compra sus ítems son restaurantes que elaboran sus platos con queso gourmet artesanal.

    Existen otras opciones como el queso fino de cabra Tannenwald, que se fabrica en Tumbaco. Esta empresa oferta 12 tipos de quesos tipo brie, camembert, maduros… elaborados con especias como el ajo, el ajonjolí, el romero, el cebollín… Su propietaria Regina Schimmele, destaca el sabor y calidad del queso elaborado de forma artesanal. «Cuando se fabrica un queso de forma artesanal, uno tiene mayor cercanía al producto, lo revisa y se apersona del proceso. Eso asegura una mayor calidad».

    El costo del queso Tannenwald va desde los USD 4 por 100 gramos. El queso de leche cabra es un producto más costoso, explica Schimmele, porque una cabra puede producir hasta dos litro de leche mientras que una vaca produce 20 litros. «Un queso maduro de leche de cabra necesita hasta 10 litros por kilo, uno fresco hasta tres», cuenta.

    Encontrar quesos artesanales gourmet no es sencillo pues no se produce en grandes cantidades, asegura Felipe Cifuentes, uno de los clientes de La Mansión del Queso. «Además, es un gusto costoso, tomando en cuenta que un buen queso maduro puede llegar a costar hasta USD 40 el kilo. Pero la calidad y sabor valen ese precio».

    Lo que Cifuentes no sabía es que muchos de los quesos que compra en este delicatessen y restaurante son elaborados en Pichincha. Otro ejemplo son los quesos del Grupo Salamanca, dirigido por Ana Cristina Gutiérrez y Margarita Baena. Ellas distribuyen quesos provolone ahumado y con orégano, pimienta, ají… desde hace un año, lo entregan a domicilio por USD 6 los 400 gramos.

  • Tres emprendedores le ponen ruedas a la pizza gourmet

    Redacción Quito

    La pizza con ingredientes gourmet no es tan común en el mercado ecuatoriano. Mucho menos que se oferte en un remolque que se mueva por diferentes lugares de la ciudad, distribuyendo esta variedad de comida.

    Esta iniciativa nació luego de que Andrés Sandoval, Daniel Vélez y Juan Francisco Jaramillo lanzaran ideas, a inicios del año pasado, en la búsqueda de reivindicar la comida ambulante.

    Estos tres jóvenes quiteños, profesionales en gastronomía y turismo decidieron dar forma a su idea; pero para hacerlo necesitaban un remolque y transformarlo en una cocina rodante.

    Para ello, invirtieron USD 20 000 y con la ayuda de una metalmecánica convirtieron el armatoste en una pizzería ambulante. Todo el proceso, que incluyó soldadura de piezas, instalación de un horno de piedra, una nevera y pintura externa, tomó cerca de seis meses.

    Así, en enero de este año comenzó a circular por las calles de Cumbayá (nororiente de Quito), Pizzería Rodante. El enfoque de este negocio es llegar a los eventos que los clientes les soliciten.

    En estos 10 meses que llevan en el mercado, han estado presentes en competencias atléticas, festivales de música, exposiciones de arte y reuniones corporativas. Actualmente, esta iniciativa cuenta con un promedio de cuatro eventos a la semana. Gracias a ello, su facturación mensual está en los USD 5 500.

    Su producción asciende a unas 400 pizzas mensuales; la masa la preparan en panadería Baguette, de propiedad de uno de los socios.

    Gabriela Muñoz, productora de Ecuavisa, cuenta que en este canal han contratado a Pizzería Rodante en dos ocasiones. Ella destaca el sabor de los productos y la variedad de ingredientes.

    Este año Pizzería Gourmet estuvo presente en el Bazar Gastronómico de Cumbayá. Camila Avellán, organizadora de esta feria, asegura que esta propuesta fue bien recibida por el público, debido a «su sabor e innovación».USD 5 500 es la facturación mensual de este negocio