El gasto en snacks y bebidas fuera del hogar tuvo un fuerte impacto en el contexto de la pandemia a escala mundial.
La información parte de un estudio realizado por la consultora Kantar, que se dio a conocer este 9 de septiembre del 2020.
Miguel de la Torre, country manager de la División Worldpanel de Kantar Ecuador, explicó que las compras fuera del hogar representaban antes de covid-19 más del 40% del gasto. Sin embargo, tras la llegada del virus cayó entre un 10% y un 30%.
Las gaseosas lideran el ranking de bebidas que se consumen fuera de casa, mientras que las botanas saladas están en el segmento de snaks. Estas últimas superan a las opciones saludables.
Imagen referencial. Las gaseosas lideran el ranking de bebidas que se consumen fuera de casa. Foto: Archivo / EL COMERCIO
Un pequeño taller de costura al sur de Quito, donde Eugenia Velásquez elaboraba las muñecas de trapo que vendía junto a su esposo, Patricio Buitrón, fue el lugar donde años después germinó Prismahogar una empresa textil que abastece con su lencería de hogar a almacenes y cadenas comerciales del país.
El pequeño taller de costura fue creciendo. Un préstamo del Banco de Fomento (actual BanEcuador) les permitió adquirir cinco máquinas de coser para distintas funciones y materia prima. El trabajo se fue industrializando y se decidió incursionar, con el apoyo de un equipo de costureras, en la elaboración de edredones desde el año 1993. Oficialmente, con el nombre de Prismahogar están desde 1995.
Luego del taller artesanal, los dueños pasaron a una pequeña planta de producción de 500 metros, en el norte de Quito, donde estuvieron cerca de 10 años. Hasta que en el 2003 levantaron un edificio de 3 000 metros cuadrados y cuatro pisos, que incluye taller de corte y costura, área de acolchado, espacios para atención a los distribuidores, un ‘showroom’ para clientes particulares. La inversión fue cercana a los USD 400 000.
“Los mismos clientes fueron empujándome. Gracias a ellos dimos el salto y dejamos de ser artesanos”, cuenta Eugenia, cofundadora. La empresa familiar es administrada desde hace varios años por una segunda generación. Santiago Buitrón, hijo del matrimonio fundador, a cargo de Recursos Humanos, y Ximena Buitrón, sobrina, en la Gerencia General.
Para mantenerse a la vanguardia, la empresa solía recorrer ferias textiles en Colombia, Perú, EE.UU., Alemania, México, España, entre otros países, comenta Eugenia.
La producción se fue diversificando. Hoy, la firma elabora 50 líneas de productos, que incluyen cobertores, sábanas, cobijas, almohadas y complementos: cojines, toallas, manteles, cortinas, almohadas viajeras, batas de baño. Además, cuenta con un segmento para bebés y otro para niños.
Buscando ser un apoyo en la emergencia sanitaria, por covid-19, la empresa comenzó a elaborar en meses recientes una línea de bioseguridad con mascarillas y overoles, en telas antifluidos. También bufandas.
La compañía trabaja con más de 100 proveedores, la gran mayoría nacionales. Las telas, en sus distintas variedades, son importadas de China, Taiwán y Paquistán, principalmente.
Intimoda, una firma importadora y distribuidora de telas, es uno de sus proveedores desde hace más de 20 años. Carlos Jurado, gerente de Producto de la empresa, detalla que le proveen de polialgodón de 144 hilos, microsuede para cortinas y cojines, microfibra “piel de durazno”, tela toalla, entre otras variedades. Al año le venden cerca de USD 500 000 en telas, importadas de Paquistán, de calidad tipo A.
Los clientes de la compañía se dividen en varios segmentos, según su tamaño. Particulares, que suelen visitar la empresa en su ‘showroom’, tienen cerca de 150. Pero el principal negocio de la empresa es abastecer a almacenes de hogar (cerca de 500 en todo el país) y a las grandes cadenas comerciales, entre ellas Pycca, Corporación Favorita, Todo Hogar, Créditos Económicos, El Rosado.
A Pycca le provee desde hace cuatro años diversos productos textiles, como sábanas y edredones. “La calidad es bien recibida por los clientes. Los productos se venden con nuestra marca. Son proveedores muy responsables”, señala Laura Pesántez, líder de la categoría de Dormitorios y Baños de esa cadena de almacenes.
Cosas de Hogar, un almacén localizado en Latacunga, también se abastece con Prismahogar. “Sus productos son de excelente calidad y muy buenos acabados”, comenta Mélida Espinoza, propietaria de la tienda.
La empresa textil, que factura cerca de USD 2 millones al año, viene fortaleciendo su estrategia de marketing digital desde el 2019. El pasado junio lanzó su tienda virtual en la página web, que con el apoyo de las redes sociales les ha permitido continuar vendiendo durante la cuarentena, con entrega a domicilio.
Para la gerente general, Ximena Buitrón, la cultura organizacional de respeto que caracteriza a la empresa ha sido clave para mantenerse por tantos años. Santiago Buitrón, jefe de Recursos Humanos, agrega: “la buena administración, el trabajo de equipo y una relación fuerte con clientes y proveedores” han sido claves.
En la compañía existen estrictos controles de calidad. Las telas que se utilizan para la producción vienen de China, Taiwán y Paquistán. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
El gerente Santiago Buitrón “La sostenibilidad de la empresa en el tiempo ha sido posible gracias a diferentes factores: la buena administración, un trabajo en equipo excelente, tomar buenas decisiones sobre financiamiento e inversión, una relación muy buena con los empleados con una cultura organizacional superfuerte. Hay un compromiso importante de parte de los empleados con la empresa. Mamá tenía una fuerte relación con clientes”.
400 mil dólares invirtió la empresa en su sede actual.
8 000 unidades de productos confecciona la empresa al mes.
8 cadenas nacionales tiene la compañía.
500 almacenes del país se abastecen de esta firma textil.
35 personas son empleados de nómina y 30 son maquiladores tercerizados.
50 líneas de productos fabrica, actualmente, la empresa ecuatoriana.
Dos trabajadoras de la compañía textil revisan los edredones que se fabrican en la planta de producción. Se manejan insumos importados. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
Los condimentos y aliños de calidad internacional se producen en la actualidad en Ecuador. Uno de sus protagonistas es Chef en casa. Es una marca nacional que ha innovado en recetas y productos de cocina para que los hogares ecuatorianos puedan contar con comida de alta calidad gourmet.
Henry Richardson, fundador y Chef ejecutivo de la marca, ha acumulado más de 30 años de experiencia en la cocina nacional e internacional. Durante este tiempo, el profesional cuenta que realizó pruebas e investigaciones sobre mejoras de los aliños y condimentos para incrementar la calidad de los alimentos.
“Me había dado cuenta que el personal de la cocina puede cambiar, pero la calidad de los productos siempre debe permanecer igual. Es por esto, que decidí desarrollar recetas que se utilicen regularmente para garantizar la calidad del producto final”, comenta Richardson.
Además, dice, la industria de los condimentos y aliños en el país era muy limitada y no ofrecía productos que los cocineros profesionales requerían para poder sazonar correctamente los ingredientes que se utilizaban.
Es así que, armado con su experiencia y conocimiento culinarios, Richardson decidió crear Chef en casa, una marca nacional que provea los mejores condimentos y aliños no solo a chefs profesionales, sino a todo aquel que desee elaborar platos que tengan una alta calidad desde la comodidad de su hogar.
En el 2015, cuando la marca salió oficialmente a la venta, la empresa contaba con 10 productos; sin embargo, en la actualidad, ya son más de 20, entre los que están condimentos y accesorios de cocina, que facilitan la actividad culinaria a miles de ecuatorianos que ya prefieren esta marca.
Además, según la directora de mercadeo y innovación de Chef en casa, Genevieve Abraham, la marca se mantiene en constante búsqueda de productos que se utilizan a escala internacional, pero que no se encuentran en el mercado nacional.
“Buscamos los ingredientes e insumos que utilizamos para los sazonadores desde su lugar de origen. Esto nos permite ofertar productos que antes se encontraban únicamente en el mercado internacional”, señala Abraham.
Así también, la marca trabaja con productores nacionales para potenciar su producción y subir la calidad de los insumos que se ofertan. La línea de accesorios de cocina Chef en casa, que se puede encontrar en la cadena de almacenes Sukasa, es producida por fábricas nacionales que ya tenían los productos, pero que necesitaron de la capacitación y experiencia profesional de Richardson y su equipo para mejorar su calidad.
“Por ejemplo, trabajamos con una empresa local que ya producía guantes de cocina, pero en Chef en casa invertimos para mejorar las características del guante y sacar, finalmente, un producto de calidad internacional. Además, todos los artículos que se venden bajo nuestra marca son probados y garantizados por chefs profesionales”, comenta Richardson.
Hoy en día, la marca cuenta ya con varios convenios para poder potenciar sus ventas y producción, como el acuerdo con La Favorita que permitió comercializar los artículos en la cadena de supermercados Supermaxi. Gracias a estos acuerdos, Chef en casa logró facturar aproximadamente unos USD 183 000 el año pasado.
Además, la marca ha tenido un crecimiento importante con una proyección de expansión muy grande. Richardson comenta que se espera lanzar al mercado alrededor de 21 productos nuevos con innovaciones en las fórmulas, entre apanaduras, mezclas para tortas, salsas, congelados, entre otros, para facilitar aún más las actividades culinarias.
Henry Richardson es un chef ecuatoriano que incursiona en varios campos de la cocina; incluyendo la académica, la empresarial, entre otras. Es un chef profesional desde 1985. Foto. Pavel Calahorrano / LÍDERES
Sobre dos paredes blancas curvas, de más de 3 metros de alto y 5 metros de largo, dispuestas una frente a otra se proyectaron imágenes coloridas en alta definición.
La calidad de la imagen buscaba demostrar la nitidez visual de los videoproyectores de la multinacional japonesa Epson. La compañía mostró en Guayaquil sus nuevos videoproyectores y equipos de impresión durante el inicio de su Tour Epson Experience, en Guayaquil, la noche del 25 de octubre.
En Ecuador, la firma domina en el mercado de los equipos de impresión, con una participación en ventas que ha variado entre el 63% y el 65% en los últimos tres años, según la compañía. Ese predominio se ha acentuado con la oferta de versiones caseras de sus equipos de impresión y videoproyección.
En el 2015, por ejemplo, el equipo más vendido de la marca fue la impresora de tanque de tinta, bautizada EcoTank. Las ventas de la multinacional también se anclaron en oferta de los modelos para el hogar de sus videoproyectores, una opción frente a los televisores de pantalla plana de gran formato.
Karinna Riofrío, gerenta de Epson Ecuador, cuenta que pese al éxito de sus equipos para el hogar, la compañía no ha descuidado su oferta de soluciones para el sector corporativo. Durante el evento, la multinacional mostró el desempeño de su línea de uso corporativo, con diferentes equipos y software. Una de esas soluciones es una impresora de etiquetas del tamaño de un equipo de impresión promedio para la oficina.
La máquina busca convertirse en una alternativa a las prensas que la industria gráfica utiliza para la impresión de miles de etiquetas. Según Riofrío, debido al pequeño tamaño, su equipo permite una personalización de la impresión de las etiquetas, lo que a su criterio resulta útil para pequeñas empresas o emprendimientos, que no requieren volúmenes grandes de distintivos.
Aunque no resulta una novedad en su oferta de equipos, la compañía también exhibió las ventajas del uso de su línea de impresión textil, o de sublimación de tinta. Más allá de la marca de los equipos, en Ecuador el proceso de impresión textil ha tenido aceptación como alternativa a la impresión tradicional.
La diseñadora gráfica quiteña Camila Burbano utiliza ese formato de impresión en muchas de sus creaciones, diseños textiles plasmados en sofás, cojines y prendas de vestir.
Burbano lidera el emprendimiento Insólito, que elabora diseños personalizados para espacios interiores. “En esa búsqueda de nuevas opciones me topé con la técnica de la sublimación para el diseño de superficies textiles”.
Dependiendo del tipo de equipos, las impresoras de sublimación de tinta pueden usarse sobre una variedad de superficies. Burbano explica que crea los diseños inspirada en fotos que toma previamente, y envía su trabajo a proveedores que se encargan del proceso de impresión. En impresión textil, Epson ofrece la línea Surecolor, con equipos de diferentes tamaños y opciones de impresión. En su línea de videoproyectores, en su evento en Guayaquil mostró las particularidades de su proyector de alta gama de 25 000 lúmenes, destinado a nichos especializados.
La venta de impresoras en Ecuador tuvo un revés a inicios del 2015, cuando el Gobierno impuso salvaguardias a su importación. Estos equipos fueron gravados con una sobretasa del 40% desde marzo de ese año. Esa salvaguardia se redujo luego al 35%, y volvieron a reducirse desde octubre pasado, en un 5%.
La importación de estos equipos, vía terrestre, también está restringida. Además, desde octubre pasado, solo los importadores debidamente registrados pueden introducir impresoras a través de las fronteras terrestres. Para la gerenta de Epson en Ecuador, la reducción de la salvaguardia a las impresoras en un 5%, se verá reflejada positivamente en el precio de los equipos para los consumidores, en aproximadamente un mes.
La multinacional japonesa presentó en Guayaquil su nueva oferta de soluciones de impresión y proyección para las empresas. Foto: Cortesía Epson
En general, la tecnología contemporánea ha derribado los umbrales del tiempo y el espacio, al punto de la ambigüedad, de la pérdida de líneas de referencia, tan necesarias para la psiquis.
El tiempo, llamado a veces tiempo ‘real’, es un tiempo que hace referencia a la simultaneidad de la información, sin consideraciones horarias, espaciales, que llega a millones de sujetos, ‘afortunados’ espectadores de un mismo espectáculo.
En ámbitos más domésticos, en la cotidianidad, la imposibilidad para desconectarse del tiempo marcado por las máquinas está provocando una especie de fatiga colectiva. ‘Always on’ es la condición mental de millones de sujetos, cuyas vidas parecieran ser una extensión de las máquinas.
El tiempo fabricado por la tecnología es, finalmente, una negación de la realidad, una invención que ha vaciado de sentido a la existencia misma, que ha superpuesto la ficción a lo tangible. En fin, el tiempo le es radicalmente ajeno al ser humano de nuestros días; pertenece a aquellos que le obligan a mantenerse en ininterrumpida conexión.
Este es el caso del trabajo, que hoy es más ‘portable’ que nunca. Los aparatos electrónicos sirven de maravilla para hacer de los individuos gente adicta al trabajo.
La computadora es una oficina omnipresente, un jefe omnipresente; es la responsabilidad fuera de todo límite, el sentimiento de ser eficiente llevado a la exacerbación.
El condicionamiento del trabajo hace que muchas personas conviertan su hogar en una oficina adjunta. Sin embargo, este hábito no es siempre atribuible a la carga de trabajo o a la imposición de jefes abusivos. Tiene que ver, en muchos casos, con el aburrimiento, con el tedio.
La laboriosidad es usada como una forma de evasión, como una manera de sacarle el cuerpo al contacto familiar. Pasa con individuos cuyo estilo de trabajar les ha vuelto ciudadanos mecánicos y fríos, pragmáticos, al punto que se han desconectado de sus emociones. El contacto familiar exige de él otra forma de inteligencia, capacidad para escuchar. Y no es fácil, puesto que en la oficina siempre es él quien habla, y los demás escuchan.
En su reino laboral, todo tiene un orden, una secuencia, un proceso. Por el contrario, el hogar, la familia, tienen que ver con la espontaneidad, con el arte de la improvisación, con la frescura de cada instante, aspectos que la mente estructurada mata.
El aburrimiento conyugal puede volver a algunas personas adictas al trabajo en casa. Obviamente, lo ocasional no debe ser motivo de preocupación o conflicto, pero si ya se vuelve algo rutinario, quizás es tiempo de discutirlo en pareja.
Un punto de acuerdo podría ser, por ejemplo, nada de computadoras en la alcoba matrimonial. Respecto de los jefes que se creen dueños del tiempo de sus trabajadores, es necesario poner un límite claro. Naturalmente, detrás de un jefe que no respeta el tiempo libre de sus empleados, hay un sujeto autoritario.
Existen también los flemáticos laborales, individuos que pretenden que el mundo se mueva a su ritmo. Ellos tienen siempre tareas pendientes, de modo que frente a la presión, se ven obligados a llevar trabajo a casa. Pero es un círculo vicioso, porque difícilmente llegan a ponerse al día, ya que el meollo del asunto está en su parsimonia.
No se puede dejar de lado a aquellas personas que aseguran amar el trabajo. Lo hacen de manera tal que parecerían dispuestos a ofrendar su armonía familiar, su relación de pareja. Esa afectividad laboral no alcanza a jerarquizar las situaciones, a priorizar las necesidades propias y las de los demás. Estamos ante un amor neurótico.
Adi Tatarko creyó que remodelar su hogar sería divertido pero resultó una pesadilla, lo que la llevó a crear Houzz, una plataforma con 35 millones de usuarios que reúne a 800 000 profesionales y emplea a 600 personas.
«Compramos nuestra primera casa en 2006. Vivimos en ella durante algún tiempo y ahorramos dinero para remodelarla. Creímos que sería un proceso maravilloso pero se convirtió en una auténtica pesadilla», explicó Tatarko en una entrevista con Efe.
La ejecutiva de origen israelí vive con su familia en Palo Alto (California), en el corazón de Silicon Valley, donde tiene también la sede Houzz, una empresa que nació oficialmente en el año 2010 y emplea a unas 600 personas.
Tatarko, que lanzó la firma con su marido, Alon Cohen, un exempleado de la empresa de comercio electrónico eBay, recuerda que los primeros usuarios de Houzz fueron 20 padres de la escuela de sus hijos, a los que ayudó a conectarse con expertos en la remodelación de interiores en el área.
«Sentimos que había una desconexión entre los propietarios de hogares y los profesionales de la remodelación, que se quejaban de que la gente no entendía el proceso y necesitaban ser realistas sobre el presupuesto», recordó Tatarko durante la entrevista en la sede de la empresa en el centro de Palo Alto.
«A los profesionales les gustó la idea de educar a la gente y dar publicidad a su marca y a los propietarios de casas interesados en remodelar su hogar les entusiasmó el poder conectarse no solo con los profesionales sino con gente como ellos», recordó Tatarko, quien dice que Houzz empezó a crecer «de forma orgánica, gracias al boca a boca».
En 2010, ella y su marido decidieron dedicarse a Houzz a tiempo completo y buscar inversores para lanzar el proyecto.
«Tuvimos que dejar nuestros trabajos y dedicarnos a Houzz a tiempo completo y en cinco años hemos pasado de 20 padres a 35 millones de usuarios al mes y de un pequeño grupo de profesionales a un total de 800.000«, explicó Tatarko.
Houzz pasó también de ser una plataforma local para vecinos de Palo Alto a extenderse a otras ciudades como Nueva York o Chicago y otros países como España, el Reino Unido, Australia, Francia, Rusia, Italia o Japón.
«Ampliamos nuestra presencia a toda Europa y con Japón pusimos un pie en Asia. Vamos a continuar con esa expansión», afirmó Tatarko, quien dice que hace dos años el 30% de los nuevos usuarios del sitio web provenían de fuera de Estados Unidos, una cifra que ha aumentado ya hasta el 45%.
Ese proceso ayudó a los fundadores de Houzz a entender que la gente quiere saber lo que están haciendo sus vecinos, cuáles son las tendencias en remodelación de interiores a nivel local, pero también están interesados en lo que está pasando en otras partes del mundo.
«Este es un negocio local por naturaleza, pero hemos añadido una nueva capa que es la discusión global, la interacción global y, en algunos casos, servicios que cruzan fronteras», apuntó la ejecutiva, quien mencionó una firma de jardinería de California que recibió una oferta para un trabajo en Dubai.
«Hemos empezado a escuchar un montón de historias de profesionales que están haciendo trabajos en otros países», explicó.
La directiva de Houzz apuntó que a nivel global se observa una creciente tendencia a derribar muros dentro de la casa y crear grandes espacios abiertos en los que solo están cerradas las habitaciones.
«Vemos como incluso en países más tradicionales como Japón la tendencia es a derribar las paredes y crear grandes espacios familiares abiertos», apuntó Tatarko.
A esa tendencia se suma la de la fusión entre los espacios exteriores y los interiores. «Existe un aprecio cada vez mayor por la vida al aire libre y combinar el espacio interior y exterior, algo que habíamos observado en países que disfrutan de buen clima pero que ahora llega incluso a los que no tienen mucha luz», dijo.
Para lograr esa conexión existen distintas vías, entre ellas el diseño de amplios ventanales, la fusión de espacios, al tener el mismo suelo dentro y fuera de la casa o incluso sofás que están mitad dentro y mitad fuera de la vivienda.
«El mundo se está convirtiendo en un lugar cada vez más pequeño», celebró la fundadora de Houzz, quien bromeó que siete años después de empezar la remodelación de su casa está a punto de concluirla.
«Sólo me falta el jardín. Estamos trabajando en eso ahora y espero poder decir que 2015 fue el año en el que acabé la remodelación de mi hogar», concluyó.
Adi Tatarko, consejera delegada y fundadora de Houzz, junto a su marido, Alon Cohen, presidente y cofundador de la empresa. Foto: EFE
Goji, una cerradura inteligente que se abre con el teléfono celular, puede activarse remotamente, da la bienvenida a casa al propietario y envía fotos al correo electrónico, quiere convertir las llaves en cosa del pasado.
«Si tienes el teléfono contigo, simplemente se conecta con la cerradura y te abre y te da un mensaje de bienvenida con tu nombre, con lo cual sabes que te está reconociendo», explicó en entrevista con Efe Bestard-Ribas, el economista de origen catalán de 45 años que desarrolló Goji junto con otros tres socios.
La cerradura, que comenzó a venderse recientemente en el área de la Bahía de San Francisco, funciona con pilas y está conectada al servicio de internet inalámbrico de la casa.
«Desde cualquier sitio del mundo sabes quién está entrando a la casa y desde cualquier sitio del mundo si alguien llama a la puerta le puedes abrir», explicó el emprendedor catalán.
Goji, que se vende por 299 dólares, viene equipada con un acelerómetro que genera una alerta cuando alguien llama a la puerta y envía un mensaje al propietario. Además, tiene una pantalla en la que se pueden dejar mensajes como «no estoy en casa» o «vuelve mañana».
Bestard-Ribas y sus socios concluyeron tras «mucha investigación de mercado» que el problema para la gente no es llevar las llaves de casa en el bolsillo.
«El problema es que una vez que le has dado las llaves a alguien ya no sabes si esa persona tiene una copia y no tienes control sobre quién tiene acceso a tu casa», dice el empresario, quien subraya que las cerraduras inteligentes otorgan «control total sobre el acceso a la casa y la gestión del acceso a la casa».
Goji debuta en un segmento cada vez más popular, el de la automatización del hogar, y ha buscado diferenciarse de la competencia al ser, por ejemplo, la única cerradura que hace fotos de quién llega a la casa del propietario y enviarlas al móvil.
Bestard-Rivas, exejecutivo de la firma de productos lácteos Danone, reconoce que el ser emprendedor en Silicon Valley ha supuesto un gran aprendizaje y no solo por los desafíos que plantea el desarrollo de un nuevo producto.
«Es un proceso, entre comillas, de perfeccionamiento y purificación del alma porque te das cuenta de que la empresa que crees es igual a ti como persona», explicó, lo que implica que si uno quiere hacer una empresa grande «tiene que convertirse en una persona muy grande».
«Habiendo nacido en España aprendes a ver el mundo desde una óptica muy española. Es una óptica muy europea, donde vas mercado a mercado», dice el economista catalán, quien apunta que los estadounidenses, por el contrario, tienen una mentalidad de «el mundo es mío».
En su opinión, Estados Unidos en general, y Silicon Valley en particular, es la plataforma ideal para el lanzamiento global de un producto, por ser «un gran escaparate» que otorga mucha visibilidad.
Su consejo para los que quieran convertirse en emprendedores es «que se consigan a un buen psicólogo, asesor, consejero, quien sea». «No puedes hacerlo solo, o lo podrás, pero es mucho más duro», dice.
Su equipo está integrado por un experto en cerraduras, con más de 30 años de experiencia en ese área, un tecnólogo que se encargó de toda la parte del software y mecánica de la cerradura y otra persona que lleva la parte de inteligencia empresarial.
A diferencia de lo que ocurre con frecuencia en Silicon Valley, donde abundan los millonarios veinteañeros, Bestard-Rivas y su equipo han rebasado ya el listón de los 40. «Tenemos todos más de 40 años, lo que hace más fácil tener cierta serenidad ante los eventos», afirmó.
La automatización del hogar ha ganado empuje en los últimos años y facilita el control remoto de un número creciente de objetos, como el aire acondicionado.
Un estudio realizado el año pasado por la firma Forrester Research entre 4 556 usuarios de internet concluyó que al menos un 18 % de los entrevistados usaba al menos un sistema de automatización en sus viviendas.
Forrester Research pronostica que para el año 2020, la mitad de los hogares en EE.UU., en especial los de rentas más altas, tendrán un elevado grado de automatización.
Goji ganó el premio de innovación en el segmento de automatización del hogar en la Feria de Electrónica de Consumo (CES) celebrada en enero en Las Vegas.
La compañía Procter Gamble Co. optó por reactivar las ventas estancadas. Para eso, introdujo más productos de primera calidad dentro de una línea nueva de fragancias exclusivas a través de las cuales su casa huele como si tuviera un mayordomo.
Unstopables es el nombre de la gama de productos que se lanzará en Estados Unidos, en febrero a través de cadenas de gran distribución, dijo la compañía. La línea incluye velas, aceites, aromatizadores de ambiente, seis aromas para la ropa. Lleva nombres como Lush y Shimmer.
Para P&G, las fragancias para el hogar son una categoría donde es posible captar a clientes de las grandes tiendas y cadenas especializadas como Yankee CandleCo. El nombre de la campaña para promocionar los nuevos productos es: «Smell like the lifestyle you deserve» («huele como el estilo de vida que mereces»).
«Hay un gran mercado para los aromas premium para el hogar», dijo Shailesh Jejurikar, presidente de P&G para Norteamérica, en una entrevista.
Los productos cuestan alrededor de USD 5 a 7. Dos a tres veces más que las tradicionales fragancias, comentó Jejurikar. Por ejemplo, el aerosol premium Glade de SC Johnson cuesta USD 1,34. Pero los consumidores están dispuestos a gastar hasta USD 20 por una vela perfumada mediana «Beach Walk» en Yankee Candle.
Reduciéndose
P&G está convirtiendo Unstopables en una línea de producto independiente. La compañía acordó la venta de sus unidades de alimentos para animales y la marca de baterías Duracell en acuerdos multimillonarios, y en diciembre pasado dijo que vendería parte de su línea de jabón a Unilever.
Mientras se deshace de áreas, la compañía también busca oportunidades de crecimiento, con el objetivo de salir de una caída de ventas.
Desde 1999 hasta 2013, el tamaño del mercado de fragancias para el hogar de Estados Unidos se ha más que duplicado, según Euromonitor International. La firma de investigación espera que la categoría alcance casi los USD 3 400 millones en ventas para el 2018.
P&G ya es uno de los productores de fragancias más grandes del mundo. Mientras que sus aromatizadores Febreze están orientados a eliminar los malos olores, los productos Unstopables serán comercializados, más bien, como de decoración para el hogar, dijo Jejurikar.
Los anuncios de televisión tienen un tono de aspiración. En uno, una mujer doblando ropa exclama: «Yo quiero que mis pantalones de yoga huelan como si sudara dinero».
La línea incluye velas, aceites, aromatizadores de ambiente, seis aromas para la ropa. Foto: Archivo El Comercio
Una cena romántica, cocinada por un chef profesional, servida al detalle por un mesero, pero en su propia casa es parte de los servicios que ofrece Löffel (cuchara en alemán).
La idea de hacer un negocio de catering y eventos nació, hace un año, de Diego Albuja y Alejandro Tabango. Ellos se conocieron en las aulas de la Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE), en el 2008.
Con USD 10 000 de inversión familiar y ahorros arrancaron su primer catering. “Estábamos muy nerviosos, porque es distinto cuando hay que mandar y dirigir”, recuerda Albuja. El trabajo se hizo para la recepción de un bautizo, con 120 invitados.
Luego vinieron bodas, baby showers, primeras comuniones, eventos corporativos, pero son las cenas personalizadas lo que les distingue en el mercado.
Albuja y Tabango trasladan la comodidad y elegancia de un restaurante a los hogares. Se encargan de la comida, decoración, el servicio (a través de un mesero), la música y, al terminar, dejan la cocina y la mesa completamente limpias.
Para Bruno Yanuzzelly, este “es muy buen servicio, agradable como en un restaurante de gama alta en casa, y esto da una mayor privacidad”. Él contactó a Löffel a través de Facebook y ha utilizado sus servicios en dos ocasiones.
Una opinión similar tiene Byron Durán. Comenta que la cena personalizada es “genial”, pues incluye una muy buena comida, presentación y servicio. “Fue una sorpresa para mi esposa por su cumpleaños. No se esperó que un chef, con todo su equipo y sus instrumentos, vaya a casa y preparen comida gourmet”. Además, Durán ocupó el catering para un evento empresarial, con unas 250 personas, que lo realizaron con igual “profesionalismo y calidad”.
La participación de estos socios está presente en cada detalle. Ellos se encargan desde el traslado del mobiliario, vajilla, cristalería, la puesta en escena, la decoración, la comida, el servicio…
Su centro de trabajo está ubicado en la vivienda de Albuja. Allí se equipó un lugar con los instrumentos necesarios de una cocina profesional y una bodega, hasta poder adquirir un sitio propio.
Para los eventos, Löffel también cuenta con el apoyo de estudiantes de la UTE, quienes realizan pasantías en esta microempresa, en donde además de experiencia reciben un pago, dice Tabango.
Löffel factura entre USD 3 000 y 5 000 al mes, dependiendo de la cantidad de eventos. En promedio atienden unos ocho al mes. “Nosotros vendemos elegancia en el servicio, que sea personalizado y la calidad de la comida”, dice Albuja. Y Tabango añade que “lo más difícil es el reconocimiento en una industria competitiva como la del catering”.
1Características. El calefón para el hogar es un aparato cuya función principal está en el calentamiento del agua y se lo utiliza con gas licuado de petróleo, bajo encendido automático. Debe estar ubicado, preferentemente, en un lugar abierto (patio) y si es en departamentos se tiene que garantizar un área con ventilación.
2Funcionalidad. En el hogar, los calefones son útiles para bañarse, aseo personal en general y funciones básicas para la limpieza de la cocina o en el patio. Por medio de la presión de agua, estos aparatos emiten fuego internamente a través de una pieza llamada serpentín expuesta al calor.
3 Instalación. Por seguridad deben ser instalados por técnicos especializados. Hay que tomar en cuenta la salida de gases CO² (evacuación de dióxido de carbono), con un tubo de aluminio o contar con un espacio ventilado. La instalación se la realiza con tubería de cobre por su durabilidad.
4 Variedades. Existen tres tipos de calefones; de tiro natural, de tiro forzado y eléctrico. En el primero, las emisiones de gases suben naturalmente hacia el exterior; el segundo posee un extractor eléctrico interno que acumula salida de gas tóxico. Los eléctricos son similares a las duchas clásicas.
5 Costos y recomendaciones. El calefón tiene un precio promedio de USD 260, con un tiempo de vida de entre 20 y 25 años con revisiones periódicas cada año. Es recomendable ubicarlos en la cocina (con ventilación), en una sala de máquinas o en el exterior para no afectar a la salud.