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  • Con buenas ideas gana todo el equipo

    Ivanna Zauzich

    La productividad laboral dejó de medirse en objetivos individuales; ahora apunta al logro de metas conjuntas. En este contexto, los proyectos que generan y desarrollan los equipos de trabajo son clave para el crecimiento de la organización.

    Las empresas optan porque sus empleados presenten iniciativas y, una vez aprobadas, las ejecuten, señala el consultor de RR.HH., Ramiro Ortega.

    Esta modalidad aún es nueva en Ecuador, indica Ortega, pero tomará fuerza. Esto porque mediante la ejecución de proyectos, hay unión de los equipos de trabajo. Se adquiere experiencia y los retos laborales son más satisfactorios.

    Este consultor pone un ejemplo: el área de ventas diseña un plan para que se comercialice un producto. Al trabajar en equipo, sus miembros buscan que el plan que funcione, “porque si fallan, la culpa no es de un individuo, sino de un grupo”.

    Para la directora de Talento Humano de Softdesarrollo, Fernanda Zabala, trabajar en proyectos impulsa a la consecución de objetivos. Pero aclara que se necesita cuidado, porque no todas las áreas pueden apuntar a esta metodología. Por ejemplo, dice, servicio al cliente no debe competir en cuantas personas atiende, sino en hacerlo con calidad y paciencia.

    Por lo general, los proyectos buscan cuantificar resultados, como incrementar cartera de clientes o facturación, “pero no todo puede medirse en estos ítems”.

    Lo importante, indica esta ejecutiva, es que en las áreas donde se incentiva a trabajar en proyectos, el individualismo pierde fuerza.

    Carolina Ochoa trabaja en una entidad bancaria. Allí recibe un salario y comisiones trimestrales adicionales si sacan adelante los proyectos planteados. Por ejemplo, mejoramiento del ‘call center’, recuperación de cartera, entre otros.

    Esta quiteña tiene una posición dividida respecto a esta metodología. Por un lado impulsa a esforzarse para obtener una remuneración adicional. Pero por el otro obliga a las personas a trabajar en equipo, aun cuando no se entienden. Esto, en su experiencia, genera caos en el ambiente de trabajo de la empresa.

    Una de las socias de la consultora de RR.HH., Ecuaworkers, Carmen Salazar, señala que la implementación de proyectos debe hacerse paulatinamente y con una medición previa del ambiente laboral. La clave es que trabajar en equipo resulte satisfactorio.

    Por eso es clave, según Salazar, que al contratar a un colaborador se le explique que el desarrollo de proyectos es un pilar para su crecimiento profesional dentro de la firma. También mediante pruebas psicológicas se determina qué tan apto es para el trabajo en grupo.

    Según los especialistas consultados por LÍDERES esta modalidad tomará fuerza en Ecuador hasta el 2015. Los empleados serán contratados para funciones determinadas, pero a sus competencias deben sumar una más: trabajar en proyectos.

    Otro punto que fomenta esta tendencia es el acceso a la tecnología. Esta permite que los profesionales sostengan una conversación por Skype, sigan a sus clientes vía Twitter, posicionen sus productos en Facebook o envíen cotizaciones a través de sus ‘smartphones’.

    “Esta capacidad para atender asuntos simultáneamente les da elementos para que los proyectos programados en la firma sean un reto y no una carga adicional”, puntualiza Salazar.

  • Esta pareja funde sus ideas en finas joyas a la medida del cliente

    Redacción Quito

    Karina López recuerda que hace dos años, Jorge Jaramillo le pidió que fuera su esposa y le entregó un anillo de oro blanco, de 18 kilates. Antes de que esto suceda, Jaramillo le solicitó a Aldo Guayasamín, diseñador de joyas, que elabore una pieza para esa ocasión.

    A partir de ese hecho, este matrimonio se convirtió en cliente de Aldo Guayasamín Diseños y Joyas, un emprendimiento que lleva siete años en el mercado.

    Guayasamín comenta que combinar y fundir metales es su pasión y oficio. Por medio de esta actividad, él manufactura aretes, collares, pulseras, anillos portarretrato…, en materiales como plata, oro, cobre, bronce, latón, entre otros.

    Este quiteño de 27 años instaló su taller en su casa ubicada en Nayón (nororiente de Quito); su nombre y apellido se convirtieron en la marca para comercializar sus creaciones plasmadas en joyas. El emprendimiento lo inició en 2005, junto a su esposa y socia Soledad Velasco.

    Pero el origen de este negocio se remonta cuando Guayasamín tenía 18 años de edad y decidió viajar por Latinoamérica. Su objetivo, como él mismo lo indica, fue “encontrarse consigo mismo”.

    Luego de su travesía por la región llegó a Guaraparí, estado de Espíritu Santo en Brasil, en 2002. Ahí aprendió la orfebrería. Esta actividad le ayudó a permanecer en esa nación durante unos tres años.

    De regresó al país, en 2005, conoció a su esposa, quien estudió en España un curso de repujado en metales (una rama de la orfebrería). En esa época juntos invirtieron aproximadamente USD 7 000; con este monto compraron herramientas y materia prima. Ahora tienen una facturación mensual entre USD 650 y 850.

    Guayasamín comenta que decidieron crear la marca con su apellido, debido al reconocimiento que este tiene en la sociedad ecuatoriana. Él define su público como hombres y mujeres entre los 22 y 70 años, de clases media y media alta.

    La realización de las joyas le puede tomar desde unas cuatro horas, en casos de piezas básicas; o inclusive, seis días para diseños complejos. El proceso conlleva trabajar en aleaciones de metales, realizar diseños, incrustar piedras preciosas, etc.

    Los precios de las obras varían de acuerdo con el metal con el que las elabora. Se ubican entre los USD 15, si es de latón, por ejemplo; hasta pueden costar 1 800, cuando son de oro blanco, con diamantes que se importan desde Rusia.

    Liliana Hallo, diseñadora de interiores, cuenta que encontró a Aldo Guayasamín Diseños y Joyas en la feria Alaja, que se realizó hace tres semanas en el Centro de Arte Contemporáneo, en Quito. Ella destaca la diversidad de modelos. En esa ocasión compró unos aretes y anillos de plata que le costaron unos USD 70.

    Mientras que Bernarda Pérez, consultora para un organismo internacional, realizó un pedido de manufacturación de un anillo en oro blanco. Pérez sostiene que le brindaron asesoría completa y que quedó satisfecha con el trabajo final. Por la joya pagó unos USD 800.

  • Con el intercambio de ideas se arma una ‘compu’

    Redacción Quito

    El concepto de hardware libre tiene bases en la llamada ‘cultura de la libertad del conocimiento’. Los profesionales que simpatizan con esos postulados, promueven la facilidad para compartir un desarrollo y usarlo.

    Andrés Larco, docente de la Escuela Politécnica Nacional y especialista en ingeniería en Sistemas, explica que esta tendencia comparte los diseños y esquemas cuyos planos o procesos de desarrollo son públicos, para que otras personas puedan estudiarlos, innovarlos, replicarlos y distribuirlos en una sociedad.

    Larco añade que “antes (finales de la década de los noventa) la manera que se elaboraba un chip electrónico era un enigma. Este tipo de elementos, esenciales para el funcionamiento de un artefacto moderno, solamente podían ser ‘leídos’ y modificados por quienes los desarrollaban”. El catedrático, que coincide con otros consultados por LÍDERES, señala que desde lo económico, el hardware libre no se refiere a que una empresa distribuya gratuitamente un tangible de computación. Va desde los científicos que comparten sus desarrollos a cambio de que las comunidades sean recíprocas.

    Según Edgar Jácome, gerente de la mayorista de equipos tecnológicos Compuventas, la idea de hardware libre podría considerarse aún como una utopía. “Las marcas compiten por sus patentes. Difícilmente Samsung, por ejemplo, expondría libremente sus desarrollos”.

    Pese a esto, Larco menciona una de las bondades conseguidas. La tecnología CDMA de teléfonos móviles fue reemplazada por la GSM, debido a que esta última presentaba una tecnología ‘liberada’. También era más económica y permitió el crecimiento de la industria.

    Del software libre, menciona Jácome, se mantiene un crecimiento constante y prometedor. Pero añade que en cuanto a hardware su desarrollo está condicionado a la limitada producción de piezas tecnológicas, que se da en el país.

    Antonio Sánchez, presidente de la Asociación Ecuatoriana de Software (AeSoft), comenta que otro aspecto indispensable se vincula con el movimiento monetario que genera el hardware, tanto de los diseñadores por el tema de patentes, como el de los productores.

    El principal de Aesoft puntualiza datos referentes al sector a escala mundial. En el 2009 generó unos USD 534 000 millones y en el 2010, unos USD 560 000 millones. En el país, añade Sánchez, los números indican que alcanzó ingresos por USD 790 millones, en el 2009, no se tiene cifras de años posteriores.

  • Más oído a las ideas del colaborador

    Ivanna Zauzich / Redacción Cuenca

    Disney es una multinacional que integra hoteles, parques de diversiones, producción de películas y TV, entre otros negocios. Esta firma ha crecido y se ha mantenido gracias a una gestión empresarial adecuada enfocada en la innovación, diversificación e impulso de su talento humano, como plantearon los expositores en las conferencias dictadas en noviembre pasado en Quito, organizadas por la firma The Edge y el Semanario LÍDERES.

    Uno de los secretos de esta corporación es receptar las ideas de todos sus colaboradores. Aunque suene difícil, cada jefe en cada área debe estrechar relaciones con sus empleados y abrir un canal para compartir ideas y las más viables deben ejecutarse. ¿Por qué? La razón, responde la analista de talento humano Ximena González, es que los empleados se relacionan con los clientes o están al frente del proceso productivo y sus ideas son claves para ofrecer un mejor servicio, diversificar la oferta y crecer.

    Para Lorena Pástor, especialista en RR.HH, desde su experiencia, esta es una estrategia que sí da resultado en las empresas. Ella recomienda los blogs o chats internos para que los empleados se comuniquen con los gerentes y propongan sus iniciativas. Además de las buenas ideas que surjan y se ejecuten, los colaboradores se involucran más y se apropian del proceso de innovación.

    La firma Softnetworks, en Guayaquil , es un ejemplo de que la participación de los empleados aporta al crecimiento de la organización. Esta empresa que desarrolla ‘software’ tiene, desde el 2011, un chat interno en el que todos los empleados se comunican, incluso con su Presidente Ejecutivo.

    Una vez al mes, los 12 colaboradores se reúnen para compartir ideas, indica la directora de RR.HH. Daniela Ponce. Precisamente, uno de sus productos surgió de una de las secretarias, quien propuso que desarrollaran una aplicación amigable para integrar las funciones del ‘smartphone’, ya que ella “aún no asimila la tecnología”. El proyecto está en fase de desarrollo, pero será muy útil y tendrá mercado, asegura Ponce.

    Ese es un ejemplo de cómo escuchar las ideas de los empleados sirve para desarrollar nuevos productos. No obstante, es clave identificar el número de personas que trabajan en una organización para implementar la vía idónea para lograr este cometido, señala el consultor de talento humano Miguel Córdova. Las opciones para escuchar ideas son reuniones, chats, blogs y buzones de sugerencias.

    Es ideal que el jefe de cada área esté comprometido con la recepción de ideas, para que a través de él lleguen a los altos ejecutivos y se analicen. Eso sí, agrega Córdova, respetando la autoría de quien propuso para que cualquier empleado reciba el reconocimiento. “Grandes multinacionales, como Pfizer o P&G, trabajan con este mecanismo y reciben ideas desde los encargados de la limpieza hasta los CEO, sin distinción”.

    Según la experiencia de González, en Ecuador aún no es común escuchar las ideas de los empleados, pero paulatinamente las empresas replican ejemplos de las multinacionales, que son las que tienen mayor crecimiento y, por ende, buenas prácticas. Disney, con más de 140 000 empleados en el mundo, ha logrado implementar este sistema, ¿por qué en el país no pueden? Esta experta agrega que esta política debe ser sostenible. Es decir, una vez que la firma se compromete a escuchar a sus empleados, debe hacerlo continuamente y no cortar esa práctica, para que, con el tiempo, quienes no participen lo hagan y haya una real inclusión.

    Igual que los jefes escuchan a sus empleados, estos deben escuchar a sus clientes para proponer cambios desde la perspectiva del consumidor, que es la que mueve el negocio, señala Córdova. “Escuchar es la consigna para proponer ideas y ejecutarlas. Esto beneficiará a la empresa y a la dinámica laboral”.

    La ejecución

    • Las reuniones. Cite a sus empleados y explique que quiere escuchar sus ideas, por más absurdas que parezcan.
    • La tecnología. Mediante chats internos o blogs de la compañía, los empleados pueden expresar sus ideas para mejorar procesos o productos.
    • El compromiso. Los colaboradores y gerentes deben proteger la confidencialidad de las ideas, para que no se filtre la información a otras empresas. Esta responsabilidad debe plantearse en el código de ética de la compañía y, obviamente, ponerse en práctica.
  • Los jóvenes se capacitan para generar ideas de negocios

    Redacción Guayaquil

    Talleres, charlas motivacionales y seminarios fueron parte de la preparación que recibieron 45 estudiantes de diferentes carreras de ocho provincias del país. La capacitación es parte del proyecto Emprendedores Ecuatorianos, organizado por el Instituto Ecuatoriano de Economía Política (IEEP), que finalizará en el 2014.

    El programa de formación para jóvenes emprendedores empezó en enero del 2013 con una preselección.

    Los estudiantes y egresados de universidades de Manabí, Los Ríos, El Oro, Santa Elena, Azuay, Loja, Chimborazo y Guayas (excepto Guayaquil), fueron escogidos según sus capacidades e ideas de emprendimiento que propusieron en la postulación online. Posteriormente, fueron entrevistados uno a uno.

    Los alumnos escogidos iniciaron, en junio pasado, talleres en la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES) en Guayaquil. Durante las charlas de 100 horas presenciales, los becarios pudieron conocer y debatir sus ideas de negocios. Además, compartieron experiencias sobre el desarrollo económico de sus ciudades natales.

    Xavier Andrade, director de desarrollo institucional del IEEP, explica que este tipo de proyectos busca encaminar a los jóvenes a ser emprendedores desde las aulas. «La idea es que estos estudiantes no salgan a buscar trabajo, sino a generarlo mediante negocios propios».

    La segunda fase del proyecto consistió en preparar a los becarios en temas como: modelos de negocios, marketing para pequeñas y medianas empresas, comunicación, liderazgo, economía y ventas. La inducción también abarcó entrevistas con empresarios y emprendedores, quienes les compartieron las experiencias asimiladas antes y después de desarrollar sus negocios propios.

    Para aprobar el programa los estudiantes deben completar las sesiones y presentar un Plan de Negocios completo.

    En el transcurso de las jornadas, los estudiantes recibieron tareas para pulir sus ideas de negocio. Para ello recibieron la asesoría de profesores expertos en marketing, economía y finanzas entre otras especialidades. Uno de los objetivos del proyecto busca que estos jóvenes transmitan los conocimientos adquiridos a los demás estudiantes universitarios.

    «Se darán 18 talleres de réplica y los becarios, apoyados por capacitadores profesionales, estarán a cargo de ello», señala Andrade. Se tiene previsto capacitar a estudiantes de colegios. Esta actividad es un requisito dentro del programa.

    Paola Castillo, alumna de la Universidad Metropolitana de Machala (El Oro), comenta que para ser parte de este proyecto se inscribió junto a otros tres compañeros. «Me atrae mucho tener una guía para poder emprender un negocio propio de consultoría», indica.

    Castillo cursa el noveno semestre de la carrera de Ingeniería en Gestión Empresarial y aspira crear su microempresa antes de obtener su título.

    Los becarios tendrán la posibilidad de implementar en su ciudad los planes de negocio que hayan presentado y definido durante la preparación. Para ello, el IEEP les ayudará a realizar un plan de negocios a fin de que estos obtengan un capital semilla de entidades financieras aliadas al programa. Las ideas de negocios serán concretadas, entre septiembre del 2013 y marzo del 2014.

    Antes de ello, los 45 estudiantes organizarán una Feria de Emprendimiento, en la que presentarán sus ideas. «El objetivo del evento es ofrecer a los jóvenes que participan del plan, la oportunidad de presentar ante instituciones financieras e inversionistas del país, sus emprendimientos», señala Sugey Tola, gerenta de Emprende Ecuador.

    La exposición tiene previsto realizarse en agosto próximo, en las instalaciones de la UESS. Allí los becarios presentarán un prototipo de lo que sería su microempresa o idea de negocio.

    Según el tipo de negocio, los becarios pueden recibir entre USD 10 000 y 15 000 de capital para iniciar su emprendimiento. Luego de una evaluación la Fundación Crisfe financiará cinco emprendimientos. Además, los tres primeros lugares recibirán un premio económico no reembolsable. Para Angie Romero, de la Universidad Técnica de Manabí, ser parte de Emprendedores Ecuatorianos es una oportunidad para hacer realidad sus diferentes aspiraciones: ser una profesional y generar empleo.

    LA CIFRA:
    45 becarios de 18 universidades participan en el proyecto.

  • Más de 40 ideas de negocios toman forma en este centro

    Redacción Esmeraldas

    Los alumnos de la Universidad Técnica Luis Vargas Torres tienen 40 ideas de negocios registradas. Las iniciativas fueron presentadas ante el Centro de Desarrollo de Emprendimientos, según Paola Lastra, coordinadora.

    Las ideas son apoyadas por la universidad. Con esa visión se creó la Asociación de Recicladores Esperanza y Fe, liderada por estudiantes de este centro de estudios superiores.

    La asociación lleva cinco años en el mercado, con más de 50 personas dedicadas al reciclaje. Al mes reciclan 35 toneladas de plástico fino, cartón, papel y plástico grueso, generando un ingreso de USD 5 000 mensuales. Ellos cuentan con ocho centros de acopio, donde se compacta el producto reciclado.

    Esta organización de recicladores cuenta con un sistema integrado de reciclaje que involucra al Colegio Sagrado Corazón, Nuevo Ecuador, Universidad Católica Sede Esmeraldas, Universidad Luis Vargas Torres, Multiplaza y Refinería Estatal de Esmeraldas.

    Ese no es el único proyecto que recibe el respaldo de la universidad. Jimabel Ponce es estudiante de Administración de Empresas. Desde hace dos años trabaja en su propia empresa dedicada a la producción de miel de abejas, jalea y polen. Los cultivos están en Quinindé, de donde obtiene la producción que es comercializada en Esmeraldas.

    En cambio, Janeth Tenorio -también estudiante de la universidad- montó su microempresa de producción de manjar de plátano. La particularidad es que lleva canela y leche condensada.

    Esta idea de negocio surgió en los primero ciclos de la carrera de Admi­nistración, pero tomó fuerza en los últimos seis meses.

    Esta iniciativa surgida en las aulas de la universidad produce hasta 500 unidades al mes con un costo de USD 1,50 y USD 1,25. «La experiencia ha sido buena porque genero mis propios ingresos y doy empleo a tres personas que me ayudan en la producción», señala la estudiante universitaria.

  • Tres días para pulir las buenas ideas en negocios

    Redacción Guayaquil

    Un fin de semana para que las ideas de emprendimiento se pulan y con la guía de mentores se conviertan en exitosos negocios. Ese es el escenario que propone el Start Up Weekend, que se realizará por primera vez en Ecuador.

    Del 14 al 16 de noviembre, Guayaquil (todavía no se ha definido el sitio preciso), será la sede del evento que se realiza en otras 478 ciudades y que es avalado por Google Entrepreneur, Amazon, Coca-Cola, Go.co y Bill and Melinda Gates Foundation.

    Luis Loaiza y David Chang, que han participado en varios Startup Weekends alrededor del mundo, y Fundación Emprender, anfitriona de la Semana Global del Emprendimiento (Global Entrepreneurship Week) en Ecuador, trajeron el evento al país.

    Durante 54 horas, los asistentes asumirán el reto de convertir una idea que no se haya desarrollado, en un plan de negocios, aliándose con otras personas que no conozcan.

    Hay cupo para unos 120 emprendedores que tengan conocimientos en las áreas de negocios, desarrollo y programación, comunicación, diseño y emprendimiento en general.

    «Es un proceso educativo desde la configuración de equipos, buscar a las personas adecuadas que tienen perfiles que nos pueden ayudar a desarrollar una empresa», explica Lourdes Serrano, project manager del evento.

    Una decena de mentores participarán como guías para que los equipos armen sus proyectos. «Todos son empresarios y emprendedores de negocios que venden sus productos a nivel nacional e internacional, que han tenido éxito, pero también fracasos, porque pueden compartir de esas experiencias y también se aprende», añade Violeta Morán, coordinadora de Fundación Emprender.

    La cita para emprendedores arranca el viernes 14, a las 16:30, pero a las 21:00 ya se comenzarán a formar los equipos. Al final de los tres días, el domingo 16, a las 15:00, los equipos deberán presentar sus ideas y venderlas ante los jueces.

    El ganador participará en el Global Startup Battle, una competencia mundial donde las startups ganadoras recibirán incubación de primer nivel y tendrán acceso a rondas de inversión. Además Google Entrepreneur apoyará el desarrollo de la idea y le dará seguimiento.

    Algunos detalles

    Las entradas. Las precios cuestan USD 50 hasta el 15 de octubre; luego de esa fecha costarán USD 60. Aunque el sitio en el que se realizará todavía no se ha definido, en www.up.co se puede revisar el cronograma del evento.

    Una ponencia interesante. Eduardo Hernández, cofundador de Easy Taxi, un negocio que nació en un Start Up Weekend de Brasil, será el encargado de dar la bienvenida al encuentro.

  • El Mipro premió a 26 ideas de negocios

    El Ministerio de Industrias (Mipro) premió el 6 de noviembre a los proyectos realizados por 26 emprendedores del país, con un financiamiento de USD 25 000 para su desarrollo.

    Este concurso se lanzó hace tres meses y demandó la presentación de proyectos de emprendimiento, para recibir asesoría a nivel de gestión empresarial, asesoría comunicacional, asistencia técnica y estudios de mercadeo.

    De esta manera se presentaron 300 propuestas a escala nacional de los sectores artesanal, agropecuario, textil, de cuero y calzado, de energía, software y de alimentos entre otros, indicó el ministro de Industrias, Ramiro González.

    Los 26 ganadores recibirán un incentivo de USD 25 000, para ser invertidos en asesoría a fin de que sus proyectos «logren concretarse en emprendimientos y que permanezcan a lo largo del tiempo».

    El primer premio lo recibió Héctor Velasco, gerente de Inlliyaku, empresa que está desarrollando el ensamblaje de calefones eléctricos en el país.

    Con el premio, Velasco recibirá asesoría y productos de comunicación y publicidad para su producto que comenzará a fabricar en los próximos meses. El Gobierno prevé lanzar un programa de reemplazo de calefones de gas por calefones eléctricos próximamente.

    Otro proyecto premiado fue el de prótesis móviles, que funcionan con base en impulsos eléctricos para personas que han perdido un miembro de su cuerpo.

    La idea fue desarrollada por los estudiantes de mecatrónica de la Universidad Técnica del Norte (Ibarra), Mayra Yépez y Oliver Ortega, quienes recibirán asesoría técnica para desarrollar el proyecto de prótesis electrónicas.

    También fue premiado Igor Sánchez, quien se beneficiará de un estudio de mercado para té endulzado con stevia.

  • Un lugar de encuentro para ideas de impacto

    Redacción Quito (I)

    Ahora no basta que una empresa sea solo rentable. Las nuevas ideas de negocios deben involucrar un beneficio no únicamente para el dueño de la idea, por muy innovadora que sea. También debe generar beneficios para todos los actores de la cadena de producción.

    Es más, los emprendimientos deben generar un impacto positivo en su entorno. Con esta premisa nació Impacto Quito, un espacio de coworking, que busca agrupar a emprendimientos sociales, ambientales y culturales para la ciudad.

    Michelle Arévalo-Carpenter, Javier Dávalos González, Daniela Peralvo, Juliana Maza y Shawn Smith son los cofundadores de esta iniciativa que pretende ser un espacio para el encuentro de emprendedores, que quieren desarrollar propuestas innovadoras.

    Arévalo-Carpenter, abogada en derechos humanos, desarrolló un proyecto de clínicas legales para refugiados en Tailandia, Malasia y Tanzania. Esta quiteña dejó Suiza el año pasado, lugar en donde estaba radicada para la dirección y ejecución de su propuesta, para crear un proyecto que beneficie a su país natal.

    En el camino se encontró con Peralvo, quien ya había trabajado en temas de emprendimiento en el Ecuador, y con Dávalos González, también abogado, quien estaba vinculado con Impact Hub Bogotá, una incubadora de negocios que operaba en la capital colombiana. Asimismo, se sumaron Maza y Smith.

    Con una inversión de unos USD 4 000 de cada uno de los cofundadores, que se destinó para constituir la empresa y adecuar oficinas en el norte de la ciudad, Impacto Quito abrió sus puertas en marzo de este año.

    Diana Pazmiño, cofundadora de Metier, una empresa que se dedica a fabricar sombreros de paja toquilla, es una de las participantes de Impacto Quito. Esta firma trabaja con artesanos de Manabí y Azuay para la producción de sus sombreros; a cada feria internacional que asisten pueden llevar entre 300 y 700 sombreros. «En Impacto Quito hemos conseguido asesoría y contactos importantes», comenta Pazmiño.

    Otra de las asistentes es Verónica Buitrón, fundadora de Suspiro Taller. «Se trata de un proyecto justo que capacita en temas textiles a artesanos de comunidades rurales de Cotopaxi«, explica.

    Servicio

    Talleres. Cada mes ofrece cursos de diferentes temáticas, como marketing; temas legales para emprendedores, etc.

    Membrecías. Se puede pagar una membrecía para rentar un sitio de trabajo.

    Asesoría. En temas legales, redes sociales, marketing…