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  • Expertos de 16 países abordarán los retos actuales de las industrias creativas

    EFE

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    Un centenar de expertos de 16 países abordará los retos actuales de la industria creativa en un encuentro virtual sobre economía naranja, que propone un diálogo sobre el impacto de la pandemia del covid-19 en el sector y mostrar el «poder sanador» del arte y la cultura.

    Medellín, a través de una plataforma digital, nuevamente acogerá el Gran Foro de Artes, Cultura, Creatividad y Tecnología (Gfacct), que entre el 9 y 16 de noviembre tendrá su segunda edición con algunas modificaciones y el liderazgo de la Presidencia de Colombia, la Alcaldía de la ciudad anfitriona y la Corporación CoCrea.

    «El foro es un espacio de diálogo, conocimiento y cooperación internacional», expresó la ministra de Cultura colombiana, Carmen Inés Vásquez, en la presentación virtual del evento.

    El contenido del encuentro de economía creativa tendrá como ejes temáticos las artes, cultura, creatividad y tecnología, además de economía, emprendimiento y desarrollo.

    Vásquez destacó la participación de sus pares de Bolivia, Ecuador, Argentina Jamaica, Uruguay, Perú, Panamá y Chile, con quienes intercambiará información para «generar nuevas oportunidades» para los sectores culturales y creativos a través de «agendas que fortalezcan la cooperación entre los países de Iberoamérica».

    Retos que deja el virus

    Para este año, el Gfacct tiene en su programación más de 50 páneles y conferencias entre su agenda académica, que presentará también casos de estudios destacados y se irá desgranando simultáneamente con presentaciones de artistas locales y nacionales.

    El viceministro de la creatividad y la economía naranja, Felipe Buitrago, explicó que entre los segmentos más llamativos está la franja «Tanques de Pensamiento», dedicada a congregar a distintos expertos y pensadores en grupos de trabajo para debatir sobre problemáticas del sector y articular estrategias para ser un «punto de partida» en la solución.

    «El foro interroga esos retos que tenemos. Este año, particularmente, serán alrededor de la gran pandemia que estamos soportando y que ha afectado tan fuertemente al sector cultural», señaló Buitrago.

    Espacios de discusión

    La conferencia «Una Clase Creativa con Richard Florida» permitirá conocer la experiencia de este experto estadounidense en competitividad económica e innovación cultural y tecnológica, que es fundador y director de la red de comunicaciones Creative Class Group.

    También participará el emprendedor y desarrollador de videojuegos finlandés Peter Vesterbacka, con su charla «Del Entretenimiento Digital a la Transformación Social: Una Conversación con el Creador de Angry Birds», mientras que los académicos británicos Andrew Senior y Chris Smith estarán en el coloquio «El Reto de Crear».

    En el listado de panelistas también aparece la diseñadora española Agatha Ruiz de la Prada; el sociólogo y político brasileño Juca Ferreira; los artistas de identidad cyborg Neil Harbisson Y Moon Ribas, y el cantautor colombiano Carlos Vives, entre otros.

    Alianzas y el caso de Medellín

    Dentro del foro se llevará a cabo la segunda Cumbre de Mundial Economía Naranja con 22 espacios en una agenda multilateral con organismos como la Unesco, la Alianza del Pacífico, la Conferencia de Autoridades Audiovisuales y Cinematográficas de Iberoamérica (CAACI) y la Comunidad Andina, entre otras.

    A través de una alianza con Circulart 10, una plataforma profesional de la industria musical latinoamericana, el encuentro contará con programación adicional, que también refuerzan eventos como la inauguración de sexta edición del festival colombiano «Smartfilms», para películas realizadas con teléfonos celulares.

    Por su parte, Medellín presentará casos de éxitos como el centro de innovación, ciencia y tecnología Ruta N, y el Área de Desarrollo Naranja en el distrito económico y creativo Perpetuo Socorro.

    «Medellín le apuesta a convertirse en un valle del software para el mundo y por conectar todo el sistema de innovación, arte y cultura «, declaró el alcalde de Medellín, Daniel Quintero.

    El Gran Foro de Artes, Cultura, Creatividad y Tecnología (Gfacct), se realizará el 9 y 16 de noviembre del 2020 en Medellín, Colombia. Foto: captura
    El Gran Foro de Artes, Cultura, Creatividad y Tecnología (Gfacct), se realizará el 9 y 16 de noviembre del 2020 en Medellín, Colombia. Foto: captura
  • Cámara de Industrias, Comercio y Servicios Ecuatoriano-Suiza se crea con la participación de 20 empresas

    Redacción Quito (I)

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    En el marco de la ratificación del acuerdo económico entre Ecuador y la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA), se dio paso a la apertura de la Cámara de Industrias, Comercio y Servicios Ecuatoriano-Suiza, con 20 empresas como socias fundadoras.

    Luego de un proceso de negociación de dos años, Ecuador firmó el convenio con el bloque EFTA en junio del 2018. Posteriormente, en abril de este año contó con la aprobación de la Asamblea Nacional y en junio pasado fue ratificado por el presidente de la República, Lenín Moreno.

    El acuerdo económico entre Ecuador y el EFTA, que entrará en vigor el próximo 1 de octubre, permitirá que un número importante de productos ecuatorianos ingresen en un proceso gradual de desgravación arancelaria, impulsando al sector productivo exportador.

    Daniel Legarda, viceministro de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca, señaló que este tratado marca un hito, pues en medio de la crisis económica causada por el covid-19, el país no ha dejado de establecer acuerdos que contribuyan al comercio y la inversión.

    Rita Hämmerli-Weschke, embajadora de Suiza en Ecuador, aseveró que la Cámara será el nexo comercial entre ambos países, potenciará la riqueza en sus mercado e incrementará flujos comerciales y de inversiones bilaterales.

    “Es el momento propicio para su instalación, pues la aprobación del acuerdo económico permitirá una relación estable y de confianza con los países del EFTA (Suiza, Noruega, Islandia y Liechtenstein)”, añadió la diplomática en el evento digital de inauguración, el 16 de julio.

    La presidenta de la Cámara, Sofía Almeida, ratificó que el acuerdo firmado con el bloque EFTA facilitará el comercio y las inversiones, permitiendo a Ecuador ampliar las oportunidades de sus productos, inclusive de empresas Mipymes y de la economía popular y solidaria, con el ingreso de más de 130 productos.

    De igual forma, favorecerá la generación de fuentes de empleo en el sector productivo, y la importación de insumos médicos, vacunas, medicinas y otros bienes de capital con las mismas condiciones arancelarias, durante el tiempo que dure la pandemia.

    El evento digital también contó con la presencia del director de la División de Relaciones Comerciales de la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA), Martin Zbinden, así como autoridades de las Swisscham en Latinoamérica.

    Con 20 empresas como socias fundadoras se dio paso a la apertura de la Cámara de Industrias, Comercio y Servicios Ecuatoriano-Suiza. El evento digital de inauguración se realizó el 16 de julio del 2020. Foto de la cuenta Twitter @Produccion_Ecu
    Con 20 empresas como socias fundadoras se dio paso a la apertura de la Cámara de Industrias, Comercio y Servicios Ecuatoriano-Suiza. El evento digital de inauguración se realizó el 16 de julio del 2020. Foto de la cuenta Twitter @Produccion_Ecu
  • Industrias ya aplican las nuevas reglas

    Redacción Líderes

    Las empresas ya se acogen a las nuevas regulaciones en materia laboral que estableció el Gobierno, a través de acuerdos ministeriales, para aliviar su complicada situación económica, generada por la pandemia de covid-19.

    Según el Gobierno, el 70% del aparato productivo está parado y el 30% operativo, aunque no en toda su capacidad. Entre las actividades más golpeadas, según la Cámara de Comercio de Quito (CCQ), están la comercial y la manufactura.

    Constructores Positivos es una agrupación que reúne 600 actores entre empresas, profesionales, cámaras, proveedores, etc. Joan Proaño, vocero del grupo, explica que la actividad está parada pero que “más allá de nuestra productividad e ingresos está un tema humano y de seguridad pública. La única manera de que la gente esté en sus casas de forma voluntaria es si tiene qué comer”.

    Por esta razón es que en marzo la mayoría de las empresas de esta agrupación pagó el sueldo a sus empleados. El personal administrativo está teletrabajando; el operativo, correspondiente alrededor del 95% de la nómina, ya está bajo la modalidad de suspensión laboral. Las horas no trabajadas se recuperarán tras la emergencia.

    Proaño explica que Constructores Positivos decidió, además, que no va a despedir personal y que, luego de la cuarentena continuará con sus obras en curso, con todas las medidas de seguridad.

    Lo que le preocupa a estos empresarios es cómo se incentivará la demanda de vivienda. Sin ventas no será posible obtener liquidez y, por ende, no habrá la posibilidad de seguir construyendo.

    Inquietudes económicas también existen en el sector textil. Javier Díaz, presidente de la Asociación de Industriales Textiles del Ecuador (AITE), dice que 85% de empresas del sector está parado; solo operan aquellas dedicas al segmento de salud, higiene y limpieza, así como las exportadoras.

    “La mayor parte de las que están cerradas se han acogido a figuras como la reducción de jornada o la suspensión laboral, que constan dentro del Acuerdo Ministerial 77. Se han acogido a todas las disposiciones, según las normas: llegar a convenios con los trabajadores, negociar los pagos, etc. Algunos se cancelarán a plazos, otros contra vacaciones, etc. Hay empresas que sí han pagado marzo. Las realidades son distintas”.

    Otro dato: el 15% de las firmas, que están activas, ha ajustado horarios en función de la demanda y necesidad de producción.

    Para los confeccionistas la situación es igual de compleja. Así lo indica Milton Altamirano, representante de la Asociación de Confeccionistas Textiles (Acontex).

    El 98% de estos negocios no está trabajando. El 2% se encuentra elaborando mascarillas y trajes médicos protectores. “Se hace imposible el pago. Se tendrá que reducir nóminas en un 50% y con el resto llegar a acuerdos para cancelar sueldos. Si no se trabaja no hay recursos y nosotros estamos pensando cómo vamos a sostener la mano de obra”, señala.

    El sector de la construcción es uno de los que están paralizados debido a la emergencia sanitaria que vive el Ecuador
    El sector de la construcción es uno de los que están paralizados debido a la emergencia sanitaria que vive el Ecuador. Foto: Cortesía
  • Conoce de todo en las industrias cartonera y gráfica

    Priscilla Alvarado

    (I) 
    redaccion@revistalideres.ec

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    Para José Jaramillo Miranda nunca hubo obs­táculos. El trabajo y la responsabilidad estuvieron allí desde su niñez. Este interés, más su experiencia, le permiten gerenciar uno de los más grandes grupos de la industria gráfica y cartonera del país.

    El industrial, el menor de cinco hermanos, nació en Guayaquil hace 70 años; sus estudios superiores los realizó en la Universidad de Guayaquil, en la Facultad de Economía. Desde pequeño sintió inclinación por los negocios. No en vano quería ser empresario.

    A los 10 años, cuando los niños jugaban con pelotas y trompos, él empezó a trabajar. Una pequeña fábrica de sellos de caucho lo contrató como vendedor.

    “Ganaba el 40% de la venta y me iba bien”, dijo Jaramillo. Comenta que esto forjó mucho su carácter. La autoexigencia y el positivismo en el trabajo lo marcaron.

    A medida que pasaban los años, su visión se amplió. Mientras cursaba la secundaria, consiguió un nuevo empleo. Ingresó a trabajar a una empresa embotelladora a la edad de 13 años. Su rol dentro de la compañía fue de ayudante contable. Luego trabajó para la banca hasta los 15 años. Sin embargo, esto no era lo que quería Jaramillo Miranda.

    Desde que empezó a trabajar su meta era ser empresario. Cuenta que cerca de donde vivía, en Escobedo y Tomás Martínez, centro de Guayaquil, estaba ubicada la fábrica de La Reforma. “Todos los días observaba cómo hacían los cuadernos y procesaban el papel, ahí me di cuenta que en eso quería enfocarme para mi negocio”.

    José Jaramillo en su premiación como el Mejor Industrial 2019. Foto: archivo particular
    José Jaramillo en su premiación como el Mejor Industrial 2019. Foto: archivo particular

    En 1970 fundó Papelesa, industria gráfica. La inversión inicial fue de USD 10, al cambio de ese entonces; empezó en un espacio de 8 metros cuadrados, en donde vendía papeles y cartulinas, en la avenida Quito y Vélez.

    En 1972, cuando abrió sus puertas, solicitó su primer préstamo al Banco del Pacífico. “Llegué a la oficina de don Marcel Laniado de Wind con mi carpeta y le dije que mi mejor garantía era yo”.

    Luego de un apretón de manos obtuvo USD 3 200 (80 000 sucres en esa época). “Desde ese momento supe que Dios y el vital apoyo de mi madre guiaban mi camino”, exclama sonriente.

    Con ese positivismo, cuatro años después adquirió una máquina para hacer cuadernos y en 1990 creó la compañía cartonera Grupasa e IMPO, comercializadora de papel en la industria gráfica.

    Su experiencia en el sector le ha permitido darse cuenta que el país tiene todo lo que se necesita para sumergirse en la revolución 4.0. Tras seguir la pista de firmas en Colombia y EE.UU. con alta tecnología, decidió invertir e innovar para que todo esté automatizado.

    José Jaramillo con sus tres hijas en la empresa. Foto: archivo particular
    José Jaramillo con sus tres hijas en la empresa. Foto: archivo particular

    Miguel Valdiviezo, amigo y exgerente de Grupasa, ha vivido junto a Pepe, como le dice de cariño, todo este proceso. “Lo conocí en 1984 y siempre lo catalogué como un visionario. Nunca está lo suficientemente satisfecho para parar de innovar. Tiene muchas ganas y cariño por lo que hace”.

    Valdiviezo tiene una anécdota con Pepe. Cuenta que en un viaje a EE.UU. conoció una de las plantas más grandes de ese país: Kraft. “Allí me di cuenta que su visión era crear trabajo, absorber lo más que se pueda de los grandes y no parar de producir”.

    A la par que Jaramillo ha impulsado su empresa, también ha participado en cursos de alta gerencia en Harvard University, Babson College, MIT y Kellog University. Además, es miembro activo del Club de Presidentes del Incae ­Business School.

    El empresario cree que la industria es un puente para compartir con la gente. Jaramillo gusta de motivar a los jóvenes a que alcancen sus sueños.

    “Tener recursos para uno mismo no es motivante, lo que sí llena es compartir con la gente”.
    Es un fiel creyente. Levantó una capilla dentro de Grupasa, como un acto de gratitud hacia Dios; disfruta junto a sus colaboradores de realizar obra social.

    José Jaramillo junto a los colaboradores de Grupo Papelesa, ubicada en el norte de Guayaquil. Foto: archivo particular
    José Jaramillo junto a los colaboradores de Grupo Papelesa, ubicada en el norte de Guayaquil. Foto: archivo particular

    Una parte vital de este industrial son su esposa y sus tres hijas, a quienes llama ‘las tres Marías’. María Gracia, María Lucía y María José son su soporte, ya que cada una cumple un rol dentro del grupo. “Desde muy pequeñas aprendieron a amar el trabajo, hoy tienen grandes responsabilidades dentro de la empresa”, dijo.

    Según Roberto Chávez, colaborador y conocido de Jaramillo Miranda desde hace 30 años, sus hijas son la razón de la innovación en la empresa. “El economista quiere dejar un legado no solo dentro de la empresa sino en ellas y en sus colaboradores. Él es un hombre de valores y muy perseverante”.

    Entre sus planes no está jubilarse. José o Pepe se levanta todas las mañanas a meditar y a hacer ejercicios para mantenerse con vitalidad. Además, dice que el trabajo lo llena de salud y de alegría diaria.

    DATOS

    Economista. Por la Universidad de Guayaquil.

    Cursos. En Harvard University, Babson College, MIT y Kellog University.

    Presidente. Fundador de Papelesa y Grupo Papelesa.

    Pasatiempos. Gusta de escuchar audiolibros, meditar en las mañanas y hacer ejercicio.

    Familia. Casado. Tiene tres hijas.

    La industria que apunta a la revolución 4.0

    Redacción Guayaquil (I)

    Hace 50 años, Papelesa nació y revolucionó el mercado de la industria gráfica. José Jaramillo Miranda estructuró la compañía que se dedica, hasta la actualidad, a la producción de cuadernos e insumos escolares y de escritorio.

    “El objetivo fue incursionar en un segmento de la industria que aún no estaba siendo muy explotado en el país”, indicó su fundador.

    En 1970, cuando se creó la compañía, competía con dos grandes de la industria gráfica como La Reforma y Sonapal. A pesar de todas las adversidades, Papelesa pudo vencerlas siendo el único sobreviviente de la época.

    Jaramillo, su líder, no contento con el resultado que la firma alcanzó en ese tiempo buscó diversificar su participación en el sector industrial.

    En 1990 creó la cartonera Grupasa. La filial del grupo cubre la demanda de cajas destinadas a productos de exportación como banano y camarón. La cartonera fabrica cajas de cartón corrugado, microcorrugado y auto-armables en polyboard y dúplex.

    También se incorporó, en esta fecha, IMPO, una empresa de formularios continuos, rollos y comercializadora de papeles y cartulinas para la industria gráfica. Todas estas líneas de producción forman parte de lo que hoy es Grupo Papelesa.

    El conglomerado ha logrado certificaciones como ISO 9001, OHSAS y premiación BASC dos años seguidos en la categoría Exportador.

    Actualmente, la firma distribuye sus productos en todo el territorio nacional. Además, exporta a 15 países.

    Jaramillo adelantó que la empresa se renovará totalmente con la adquisición de nueva tecnología, que automatizará todo el proceso de producción.

    José Jaramillo Miranda, economista, es el presidente del Grupo  Papelesa, que atiende a la industria gráfica y cartonera. Foto: Enrique Pesantes / LÍDERES
    José Jaramillo Miranda, economista, es el presidente del Grupo
    Papelesa, que atiende a la industria gráfica y cartonera. Foto: Enrique Pesantes / LÍDERES
  • Él conecta industrias gracias a las nuevas tecnologías

    Patricia González

    (I) 
    redaccion@revistalideres.ec

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    Marcelo Peñaherrera recuerda la casa de sus abuelos como un “quilombo”. En esa casa del sector de la Villa Flora, en el sur de Quito, vivió buena parte de su infancia y adolescencia, junto a su madre, sus tres hermanas, sus siete tíos y sus abuelos.

    Su abuelo era transportista y su abuela, profesora en una escuela fiscal. Por el trabajo de su abuelo, su abuela era la figura de autoridad y quien llevaba las riendas. “Crecimos en un ambiente donde la mujer estaba muy empoderada”.

    Su madre, en tanto, trabajó para el área administrativa de un colegio y luego brindó servicios para estudiantes de intercambio. La distancia con su padre desde temprana edad considera que tuvo impacto en la adopción de comportamientos más “agresivos” de responsabilidad y recursividad.

    Estudió en el Colegio Marista y desde siempre le apasionaron los números. Cursó Ingeniería Comercial en la Universidad Salesiana, pero al cuarto año se retiró porque no podía continuar pagando la carrera. Años más tarde se graduó de Licenciado en Marketing en la Universidad de Las Américas.

    Con 17 años, junto a un amigo, tuvo su primer emprendimiento, por necesidad: bouquets de flores para ocasionales especiales, armados por ellos. El negocio duró un par de años.

    Marcelo Peñaherrera con su esposa en el Festival Cannes Lions. Foto: archivo particular
    Marcelo Peñaherrera con su esposa en el Festival Cannes Lions. Foto: archivo particular

    También trabajó para McDonald’s y Cinemark. A la par de sus estudios universitarios en la Salesiana, laboró por dos años como ejecutivo de call center para la multinacional de telecomunicaciones BellSouth.

    En 2003, aún estudiando, ingresó a trabajar en Telecsa-Alegro, donde en seis años ocupó distintas responsabilidades: servicio al cliente, coordinador de capacitaciones a la fuerza de venta, coordinador de precios y jefe de Servicios de Marketing.

    Ricardo Bastidas, su excompañero en Alegro y con quien mantiene una relación de amistad, destaca su potencial profesional y de desarrollo de negocios, con vanguardia tecnológica. Desde el punto de vista personal, menciona su transparencia y ética.

    En adelante, Peñaherrera trabajó para empresas integradoras de soluciones tecnológicas. La primera de ellas fue Message Plus, donde ocupó la Gerencia Comercial durante un año.

    Luego, pasó a Movix, firma en la que estuvo a cargo de la Gerencia de la sucursal local, la Dirección de Ecuador y Perú y, finalmente, la Dirección Comercial Andina (Ecuador, Perú y Colombia).

    Marcelo Peñaherrera practicando bicicleta de montaña. Foto: archivo particular
    Marcelo Peñaherrera practicando bicicleta de montaña. Foto: archivo particular

    Durante los siete años que estuvo en Movix desarrollaron proyectos para multinacionales, como Claro y Fox, vinculados a análisis de datos, que les permitieron acercarse a sus audiencias.

    “El haberme entrenado en estas empresas me ha permitido ver las oportunidades que hay para otras industrias, sobre una base tecnológica; identificando mejoras en procesos, productos o servicios”, explica Marcelo.

    En 2017 ingresó a Grupo Link, como Director de Operaciones y Comercial. Uno de los proyectos en los que trabajó en esta firma fue un servicio de streaming, que permitía a los clientes de Claro ver el campeonato nacional de fútbol desde cualquier dispositivo. Otro proyecto importante fue el diseño de una plataforma para comercializar publicidad cada vez que un cliente de telefonía móvil se quedara sin datos. Esta solución fue vendida a las tres operadoras.

    “La tecnología ha permitido que se desarrolle un mercado que tiende a ser más colaborativo que competitivo. Estamos en un punto de quiebre donde las personas deben engranarse y la tecnología puede ser la solución”.

    Con esa visión, Marcelo dio impulso a su nuevo emprendimiento: Lab iA, un laboratorio de adopción tecnológica, manejo de data e inteligencia artificial. La empresa, que lleva adelante junto a un socio, arrancó oficialmente en septiembre. Sus servicios están dirigidos principalmente a dos industrias: banca y publicidad.

    Uno de los objetivos del laboratorio también es ayudar a emprendimientos en etapa temprana. Ese apoyo ya lo ha venido brindando Marcelo desde la Alianza para el Emprendimiento y la Innovación (AEI), donde es mentor. Andrés Zurita, director de la AEI, destaca la capacidad de Peñaherrera para traducir una necesidad en una solución tecnológica.

    Para Juan Carlos Díaz, director de la Cámara de Comercio de Guayaquil, una de las fortalezas de Marcelo como empresario son las relaciones públicas que mantiene tanto en Quito como en Guayaquil. Por ocho años, especialmente mientras trabajó para Movix, vivió en Guayaquil.

    Marcelo está casado con María Isabel Núñez y es padre de un varón de ocho años y una niña de cinco. Le apasiona el buceo y la bicicleta de montaña. Además, practica crossfit y yoga.

    CV

    Licenciado en Marketing por la Universidad de las Américas.

    MBA por la Universidad Espíritu Santo.

    Programa de Marketing Internacional en Georgetown University, EE.UU.

    Dirección comercial Andina en Movix.

    Director de Operaciones y Comercial en Grupo Link.

    Socio fundador de la empresa Lab IA.

    Laboratorio de soluciones tecnológicas

    Redacción Quito (I)

    Lab iA es una firma especializada en adopción tecnológica, manejo de data e inteligencia artificial. Fue fundada por Marcelo Peñaherrera, un experto en la industria tecnológica y el manejo de datos, con apoyo de un socio capitalista.

    La compañía, que arrancó en septiembre pasado, agrupa a un equipo de expertos en distintas disciplinas: arquitectura de datos, estadística, ciencia de datos, tecnología, manejo de proyectos; además del equipo administrativo y comercial.

    “Lo llamamos laboratorio porque hay mucha necesidad de manejar procesos académicos y de experimentación”, comenta Peñaherrera. Los servicios de Lab iA permiten a las empresas diagnosticar sus necesidades tecnológicas, a nivel de diseño, planificación y evolución.

    Inicialmente, se enfoca en soluciones para las industrias financiera y publicitaria y emprendimientos con modelos disruptivos.

    El apoyo a emprendimientos en etapa temprana, especialmente en el diseño del negocio, es uno de sus objetivos. Por el momento están colaborando con cuatro, enfocados en: reconocimiento facial, impresión en 3D, un sistema para conectar a emprendedores y masificación de productos.

    Peñaherrera explica que es clave ayudar a entender a otros cómo funcionan los datos. “Las empresas que quieren involucrarse en transformaciones tecnológicas necesitan tener un catalizador que les permita evaluar bien qué cambios necesitan hacer y quiénes les pueden ayudar”, añade.

    Lab iA cuenta con tres inversionistas nacionales. Además, está firmando alianzas con conglomerados tecnológicos en Chile, Argentina y Brasil.

    Marcelo Peñaherrera es socio de Lab iA, un laboratorio de adopción tecnológica e inteligencia artificial. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
    Marcelo Peñaherrera es socio de Lab iA, un laboratorio de adopción tecnológica e inteligencia artificial. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
  • El piso industrial, la especialidad

    Mayra Pacheco

    Redactora (I)

    El espacio que se utiliza a diario para caminar o transportar productos es clave en los procesos que se realizan en las industrias. La empresa Rinol, que se especializa en diseñar y construir pisos, sabe que si un piso se encuentra en buen estado las actividades se cumplen de manera eficiente.

    Por eso esta compañía diseña, planifica y construye pisos en función de los procesos que se cumplen en cada empresa. Vincent Lahmani, gerente general de esta empresa, explica que para la elección de estas superficies se evalúa los productos con los que se trabaja en cada industria.

    No es lo mismo -explica- producir lácteos, cárnicos, aceites, textiles u óxidos, porque según la composición de estos productos se puede afectar en mayor o menor medida a los pisos.

    Pese a esta realidad, el tema de la construcción de los pisos era un tema secundario. “Lo importante era que la estructura se vea bonita”, recuerda Verónica Miranda, socia de Rinol.

    El tema es que los dueños de las industrias con el tiempo advierten que donde se trabaja realmente es el piso por lo que es necesario priorizar ese espacio. Al tener esta estructura en buen estado mejora la productividad.

    “El piso tiene que ser un aliado, no tiene que convertirse en un enemigo y afectar a la producción de las industrias”, expresa Lahmani.

    En Ecuador, la primera empresa que apostó por construir pisos empleando la tecnología de Rinol fue Ransa, una almacenadora de productos de uso diario. La obra se realizó en el Parque Industrial de Quito, en el sur.

    Para ejecutar este proyecto, el Grupo Rinol realizó en el 2012 una alianza con Miranda, firma de ingeniería civil especializada en pisos industriales. Así se conformó la empresa ecuatoriana que lleva la misma marca Rinol.

    Para constituir esta empresa se invirtieron USD 100 000.

    La conformación de esta sociedad implicó aprender nuevas técnicas y productos. Antes de esto, en el país la construcción de pisos se realizaba con maquinaria tradicional.

    Rinol, en cambio, emplea juntas prefabricadas, maquinaria que funciona con tecnología láser y una variedad de productos (resinas) para que los acabados se adapten a los procesos de cada industria. Incluso, en el catálogo que maneja esta firma se cuenta con un diseño con cobre en el interior. Esto ayuda a mitigar la radiación.

    Una vez que Rinol concluyó la primera obra, llegaron nuevos pedidos.

    Para cada piso, en función de cada industria, la firma diseña el tipo de superficie requerida, calcula los materiales, construye, instala los acabados, monitorea la obra y se extiende una garantía de hasta cinco años.

    El hormigón que se emplea para estas obras tiene características especiales. Según el caso se emplea incluso uno reforzado con fibras de acero.

    Marlon Herrera, jefe nacional de Producción de Hormigonera Equinoccial, menciona que entregan hormigón premezclado para Rinol desde hace unos tres meses. En promedio, en este período se han vendido cerca de 800 m³. “El producto que solicitan es especial, la fórmula de este depende de las especificaciones del diseño que ejecuta Rinol”.

    Este material se coloca y distribuye con ayuda de maquinaria importada que emplea tecnología láser. Para la aplicación de las resinas o de las cubiertas, que sirven como recubrimiento, se ocupa un equipo parecido.

    Los precios de los pisos industriales varían en función del proceso que se realiza en cada industria, cuánto tráfico tiene, el tipo de carga, si los productos tienen derrame, las características de los montacargas y otros.

    Considerando estos parámetros, Rinol ha construido los pisos para las almacenadoras de Grupo Tía, Corporación El Rosado, para empacadoras como Omarsa, exportadoras de camarón como Songa y otras. Pero también tiene experiencia en pisos para parqueaderos, en procesadoras de carne y otros.

    La cobertura es a escala nacional. En promedio, por esta actividad esta firma facturó en el año anterior USD 10 millones.

    Rinol cuenta con el respaldo de Grupo Rinol, que es una empresa alemana que tiene casi 70 años de trayectoria y está presente en 27 países. Esta firma internacional investiga, fabrica materiales y construye pisos. Estas técnicas cumplen normas internacionales e incluso tienen algunas fórmulas patentadas. Eso permite que esta empresa ecuatoriana vaya a la vanguardia en este ámbito.

    Para colocar los materiales en el proceso de construcción de los pisos industriales esta firma emplea maquinarias que tienen tecnología láser.
    Para colocar los materiales en el proceso de construcción de los pisos industriales esta firma emplea maquinarias que tienen tecnología láser. Foto: Cortesía Rinol
  • Industrias Ales reusará 60% de sus aguas

    Mónica Mendoza

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    Una de las inversiones más importantes de Industrias Ales C.A. está en su nueva Planta de Tratamiento y Recuperación de Aguas Residuales.

    Empezó a operar el 15 de junio cuando se inauguró, en los patios posteriores del complejo industrial de 17 hectáreas, instalado en el ingreso a Manta, en Manabí.

    La inversión en la planta con tecnología de punta fue de USD 1,1 millones y es parte del plan estratégico de responsabilidad social de la compañía, que en noviembre próximo cumplirá 75 años.

    María del Carmen Burneo, presidenta del directorio de Industrias Ales, explica que la construcción de la planta apunta a la filosofía del cuidado del ambiente e innovación industrial. “Estamos construyendo país y comprometidos con los principios de calidad y cuidado del medioambiente, ratificando así nuestro compromiso con la comunidad y nuestros consumidores”.

    Durante el acto de inauguración de la planta, Burneo destacó la innovación de este proyecto que se inserta en los planes de sustentabilidad en la visión de negocios y gestión empresarial.

    La planta de tratamiento tiene una capacidad de producción de 499 m3 por día de las aguas residuales que provienen de sus procesos fabriles.

    El agua ya tratada y recuperada se reutiliza en los calderos de la industria. Eso permite ahorrar el 60% de las aguas que se usan en los procesos de producción. Así, ya no descargan esos líquidos residuales hacia la red urbana de la ciudad o afluentes.

    El agua de todas las áreas se almacena en un tanque pulmón donde se retiran los sólidos y se adicionan los químicos necesarios. Hasta lograr un Ph neutro del agua y reusarla en la industria.

    Industrias Ales se convirtió en una de las compañías agroindustriales más grandes y dinámicas del Ecuador. Ha diversificado su producción desde 1943 cuando arrancó como una empresa fabril dedicada a las velas y los tradicionales jabones de lavar Ales.

    El último lanzamiento de productos fueron las nuevas salsas de su marca estrella Alesol (salsa de tomate, mayonesa y mostaza). La presentación fue el 11 de mayo del 2018. Así ingresó este año a un nuevo segmento de mercado, denominado el de salsas frías. El producto tiene diferentes presentaciones: ‘doypacks’, un formato de envase flexible con más auge actualmente, ‘squeeze’ (400 g- 200 g) y sachets.

    La industria tiene activos por USD 207,2 millones y registró ingresos por ventas USD 168,5 millones en el 2017, según el ranking empresarial de la Superintendencia de Compañías.

    Luis Domínguez, presidente ejecutivo de Ales, señala que el año pasado la industria logró recuperar sus niveles de producción. Esto luego del fuerte impacto que sufrió por el terremoto del 16 de abril del 2016 que afectó a Manabí.

    Ese año las ventas cayeron a USD 152 millones. El sismo destruyó el edificio de envasado de mantecas, aceites y jabones. Pero consiguieron el apoyo de otras industrias para producir en una especie de maquila durante ocho meses, según el directivo. Él calcula que en el 2018 las ventas serán de USD 174 millones.

    En noviembre la firma cumplirá 75 años y se proyecta que tendrán inversiones por USD 3 millones en lo que resta del año.

    La nueva Planta de Tratamiento y Recuperación de Aguas Residuales tiene una capacidad diaria para procesar 499 m3 de aguas de la fábrica. Foto: Enrique Pesantes / LÍDERES
    La nueva Planta de Tratamiento y Recuperación de Aguas Residuales tiene una capacidad diaria para procesar 499 m3 de aguas de la fábrica. Foto: Enrique Pesantes / LÍDERES
  • Ecuador y Colombia buscan potenciar su turismo y comercio

    Carolina Enriquez

    Autoridades nacionales y colombianas participaron en un encuentro en el que dialogaron sobre la importancia de impulsar el comercio y el turismo bilateral.

    La información la dio a conocer este lunes, 2 de julio del 2018, el Ministerio de Industrias.
    La ministra de ramo, Eva García y el embajador de Colombia en Ecuador, Fernando Alzate, ratificaron su compromiso de desarrollar ambos sectores.

    En la cita también estuvieron presentes representantes de diversas marcas que operan en el país, Edisson Garzón, presidente del directorio de Empresa Coordinadora de Empresas Públicas (Emco), entre otros.

    Durante el encuentro, García indicó que el país “cuenta con una nueva política industrial encaminada a cerrar las brechas de competitividad existentes. ‘Esto no lo podemos hacer solos, tenemos que hacerlo de la mano con nuestros principales socios comerciales’”, indicó.

    Por su parte, el embajador destacó el crecimiento del turismo comercial, durante 2017, de los dos países. Cerca de 500 000 colombianos y ecuatorianos viajaron en ese periodo desde y hacia las dos naciones.

    Asimismo, sostuvo que tanto Ecuador como Colombia son recíprocamente mercados de alto valor agregado para las exportaciones.

    Foto: Twitter Ministerio de Industrias
    Foto: Twitter Ministerio de Industrias
  • USD 5 000 para emprendimiento que desarrolla producto de higiene para mujeres

    Carolina Enriquez

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    El Ministerio de Industrias y la empresa privada reconocieron a Paula Salazar y Karla Altamirano, representantes del emprendimiento Comfy, por el desarrollo de un producto de higiene para las mujeres.

    La propuesta de Comfy consiste en el desarrollo de un cobertor impermeable y antibacterial que elimina el 89% de gérmenes que pueden existir en un baño público.

    Por esta iniciativa ganaron el primer lugar en la categoría ‘Mujeres’ en el EcoReto 9.0., que se llevó a cabo en abril del 2018 en Perú.

    El Ministerio destacó que las emprendedoras desarrollan encadenamientos productivos. Una parte de las materias primas las reciben de Fundación Chankuap de Morona Santiago, que trabaja con comunidades de origen Shuar y Achuar en la Amazonía.

    En reconocimiento a la iniciativa de Comfy, la compañía Tesalia le entregó capital semilla por USD 5 000. María Isabel Parra, gerente de asuntos corporativos, dijo que buscan contribuir con el desarrollo de los emprendimientos que generan valor social.

    Paula Salazar y Karla Altamirano junto a la Ministra de Industrias. Foto: Twitter Eva García
    Paula Salazar y Karla Altamirano junto a la Ministra de Industrias. Foto: Twitter Eva García
  • Industrias Mushee lleva 30 años produciendo invisibles

    Carolina Enriquez

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    Como dice el refrán: en un minuto la vida puede cambiarle a cualquiera. Eso le pasó a José Salazar Cadena, dueño de Industrias Mushee, cuando tenía 17 años y no le quedó otra opción que convertirse en empresario siendo todavía adolescente.

    La historia de esta compañía se remonta a 1968, cuando comenzó a operar en un local en La Tola, en el centro histórico de Quito. Su creador fue José Salazar Araque.

    “Mi papá fue el que inició todo. Él tenía muchos inventos, pero vio que los invisibles tenían mucha acogida y no había un producto similar que llegara en esa época al país. Toda la producción era totalmente artesanal. Casi no se cambió hasta mi administración”, manifiesta Salazar Cadena.

    José hijo creció solo con su padre en la planta y siendo niño recibió una noticia que le impactó: su progenitor tenía cáncer. Enfrentó la enfermedad por casi 10 años, hasta su muerte en el 2003. Asumió la empresa sin conocimiento alguno de administración.

    Gracias a su intuición y a la guía de la secretaria de su padre de toda la vida, Mónica Navas, no solo mantuvo el negocio sino que lo desarrolló.

    Pasó de tener una sola presentación del producto -la caja regular antigua de 130 unidades – a otras nuevas a las que, por ejemplo, agregó otros colores, además del negro. Asimismo, la empresa dejó de pintar los invisibles y optó por la aplicación de un recubrimiento especial amigable con el medioambiente y la salud.

    “Hemos pasado a la fabricación con máquinas. El señor Salazar Cadena aprendió muy rápido, pese a su edad. Conmigo conoció la parte administrativa y de logística. Es inteligente, como el fundador”, señala Navas.

    De hecho, Salazar Cadena es un autodidacta. Debido a la situación en la que asumió la compañía y a otras condiciones personales no pudo acabar la universidad, pero todo lo que sabe de manejo empresarial lo aprendió en los 15 años de manejo de Mushee.

    Desde los primeros años de esta empresa la venta de los productos se ha realizado a través de distribuidoras o entregando a peluquerías, locales de productos de belleza, academias, etc. Hasta ahora se mantiene ese esquema, pero también se incorporó la venta en cadenas de farmacias y retail.

    Por ejemplo, los productos se venden en la zona de perfumería de Megamaxi. Corporación Favorita explica que Mushee es su proveedor desde el 2013 y que son artículos ampliamente reconocidos en el mercado.

    Actualmente, esta empresa tiene unos 800 clientes en el país.

    Durante la administración anterior el producto solo se vendía en las principales ciudades del país, pero ahora llega, incluso, a la Amazonía. Salazar Cadena apunta, además, a la exportación. Considera que hay mercado en EE.UU., Brasil y países de la Comunidad Andina como Bolivia.

    Para ello el propietario ha hecho todos los trámites necesarios. Él considera que es el momento de la compañía para buscar mercados internacionales.

    Salazar Cadena comenta que sus productos son de calidad y que uno de los elementos que permitió la innovación fue la construcción de una planta y la modernización de la maquinaria.
    La empresa salió del local arrendado del centro en el 2010 y se mudó a un terreno propio en Conocoto, donde se construyó la nueva planta.

    Por otro lado, la tecnificación permitió incrementar la fabricación de menos de 200 invisibles por minuto por línea a 300, además que se automatizó el empacado. La industria tiene cinco líneas de producción.

    Actualmente, cuenta con nueve empleados. Su apoyo ha sido clave para el crecimiento de la compañía; incluso, algunos de ellos laboran desde el tiempo del fundador.

    El propietario actual de la industria también destaca la confianza que tienen sus clientes. Grace Arcos dice que lo que más le gusta del producto es la calidad con la que están hechos. “Son artículos que no vienen con defectos. Los comercializo en una distribuidora, llamada Grupo Comercial Viserco, que funciona en el Centro Histórico de Quito. Compro USD 100 al mes en temporada baja, pero cuando hay más actividad subo a unos trescientos”.

    Salazar Cadena destaca que su producto es conocido por diversas generaciones.

    La compañía busca seguir creciendo tanto a escala nacional como internacional. Su propietario, además, ha analizado la posibilidad de desarrollar otros productos a futuro.

    Las cifras

    USD 0,85 centavos es el precio de la caja tradicional de 130 unidades.

    USD 30 000 representó la última inversión. Se hizo hace seis meses. Esta se destinó a maquinaria, modificación de procesos y reducción de pérdidas.

    USD 400 000 fue la inversión que este empresario hizo en el terreno y la infraestructura de la fábrica.

    800 clientes tiene la empresa en la actualidad a escala nacional, entre pequeños negocios y grandes cadenas

    El gerente
    José Salazar Cadena

    La empresa representa mi segundo hogar. Yo me crié entre las máqui nas. Toda la vida ha sido para mi la fabricación de los invisibles, haciendo una compañía. La gente que trabaja acá es una familia, todos laboramos por un mismo objetivo. Cuando tenemos problemas entre todos tratamos de ayudarnos a resolverlos. Eso es fundamental, la gente con la que uno puede contar. O nos hacen crecer o nos hunden la banca.

    Una imagen de la producción de Industrias Mushee. El nombre de la empresa surgió por una palabra de cariño que decía el fundador con sus hijas. Fotos: Diego Pallero / LÍDERES
    Una imagen de la producción de Industrias Mushee. El nombre de la empresa surgió por una palabra de cariño que decía el fundador con sus hijas. Fotos: Diego Pallero / LÍDERES