Desde hace tres décadas, la tecnología y la genética han sido la base del trabajo científico del Centro Nacional de Acuicultura e Investigaciones Marinas (Cenaim) de la Escuela Politécnica del Litoral (Espol).
El auge de la industria acuícola en los 90 impulsó su creación; actualmente, este lugar se ha convertido en un semillero de conocimiento ya que, desde allí, se han desarrollado estudios y ensayos que apalancan un segmento de producción que no ha parado, como es el camaronero.
La creación del establecimiento fue iniciativa del profesor del Departamento de Ingeniería Marítima y Ciencias del Mar, Édgar Arellano Moncayo. Luego, con una asistencia financiera no reembolsable por parte del Gobierno de Japón, se lograron construir las instalaciones en la comuna de San Pedro (Santa Elena), inauguradas el 26 de octubre de 1990.
Uno de los eventos que consolidó la investigación del centro y propició más relación con el sector productivo fue la aparición del virus de la mancha blanca a finales de los 90. Entre los múltiples estudios que se realizaron, tanto en laboratorio como en el campo junto con los productores, se destaca la propuesta del uso de invernaderos para elevar la temperatura del agua de las piscinas, para combatir la infección del virus y mejorar las supervivencias del camarón.
En la moderna edificación en la actualidad labora un equipo multidisciplinario de 78 personas, entre quienes figuran técnicos e investigadores, personal administrativo, operarios y trabajadores.
En sus laboratorios con tecnología de punta se realizan estudios perennes sobre diagnóstico temprano de enfermedades en cultivos de camarón y ensayos para el mejoramiento genético del crustáceo y otras especies marinas.
El director, Stanislaus Sonnenholzner, dice que con estos trabajos se han dado alertas tempranas y oportunas al sector camaronero sobre diagnósticos de patógenos bacterianos y virales. Además, desde la sede investigativa se ha probado la efectividad de sustancias y productos para mitigar las enfermedades del crustáceo.
Hoy se trabaja en fomentar la diversificación acuícola. El Cenaim ha contribuido con transferencia tecnológica para el cultivo de ostra japonesa en mar abierto y el policultivo ostra-camarón en piscinas camaroneras. Ha desarrollado protocolos de producción de alevines de peces marinos en laboratorio, para sustentar futuras producciones en el mar.
La sede de investigación ha sido pionera en lograr la reproducción de spondylus en cautiverio. Foto: cortesía de Espol
La empresa de telecomunicaciones Huawei firmó un convenio interinstitucional con la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt), con el objetivo de contribuir a fortalecer la educación con tecnología de última generación.
Con la participación de Agustín Albán Maldonado, Secretario, el Gerente General de Huawei en Ecuador, Fan Yanping y Pan Lei, apoderado especial de Huawei, se realizó la firma del convenio de cooperación en materia de educación, investigación e innovación, en el área de las tecnologías de la comunicación e información.
Esta alianza público-privada tendrá como finalidad trabajar conjuntamente en el avance de la educación mediante la organización y ejecución de conferencias, talleres, cursos, seminarios, actividades y proyectos que encabezan el programa “Seeds for the Future” (semillas para el futuro) a escala global y que tiene por objetivo promover el talento joven, con experiencias que les ayudan a ganar mayor competitividad en el mercado laboral, así como fortalecer la colaboración con los gobiernos locales, institutos de educación superior y otras organizaciones.
Con este convenio, se beneficiará a estudiantes de diferentes universidades del país, quienes podrán acceder a educación de calidad y beneficiarse de la mejor tecnología, con la implementación de un programa de capacitación anual financiado por Huawei en temas relativos a áreas tecnológicas. Estas capacitaciones se realizarán bajo la modalidad de cursos online masivos y abiertos – MOOC (por sus siglas en inglés) y estarán abiertos a diferentes universidades del país.
Son alrededor de 3 000 estudiantes, quienes podrán acceder a estos programas y a la tecnología de punta con la red 5G que favorecerá la transferencia de conocimiento y una mejora continua de la educación en el país.
Este convenio permitirá a Huawei brindar asesoría para proyectos o programas relacionados con las TIC a la Senescyt y apoyar con conocimiento, innovación y tecnología de punta para el fortalecimiento de la Institución. El secretario de la Senescyt, destacó la contribución de Huawei como un acto que ayudará a seguir mejorando la educación en todos sus niveles, y la apuesta por las nuevas tecnologías.
La firma del convenio se cumplió con la participación de represenantes de Senescyt y Huawei. Foto: Cortesía
Desde agosto del 2019 vive en la ciudad española de Salamanca. Allí, estudia una maestría en psicogerontología y hasta antes de las medidas de confinamiento -dictadas por el Gobierno de España– realizaba sus prácticas en centros geriátricos.
En el tiempo que estaba trabajando en esos lugares, la psicóloga cuencana, Andrea Alvarado Rodas, pudo percibir que los pacientes tenían miedo al pensar qué sucedería en la cuarentena y la soledad que tendrían. Eso desencadenaba sentimientos de tristeza, ansiedad y estrés.
Cuando no pudo ingresar a estos centros por el confinamiento, ella no se quedó tranquila en su casa y buscó alternativas para ayudar a los adultos mayores de España e, incluso, de Ecuador.
Su investigación
“Tuve la idea de realizar un estudio sobre los efectos negativos que ocasionaron los anteriores confinamientos. Extrapolé toda la información de lo que ocurrió en el pasado para realizar una intervención en la actualidad.
Determiné que las personas en las cuarentenas experimentan miedo, tristeza y ansiedad, que si no son atendidas en ese momento pueden enfrentar cuadros más críticos como estrés postraumático. Mi objetivo fue prevenir que las personas presentaran esos efectos negativos en la cuarentena por covid-19. Busqué las alternativas para comunicarme con mis pacientes porque ya no lo podía hacer de forma presencial. Pensé en los medios tecnológicos, pero los adultos mayores tienen limitaciones para acceder a estos, por lo que me valí de sus cuidadores o familiares para contactarme a través de Whatsapp y Facebook.
La intención fue llegar a la mayor cantidad de personas usando estas alternativas de uso común. Lo hice mediante videollamadas. Atendí 80 personas mayores de Salamanca y Cuenca, que tienen más de 65 años de edad.
El proyecto intervino por cuatro semanas; y se dividió en varios aspectos. Al inicio fueron los primeros auxilios psicológicos mediante videollamadas. Luego mediante la psicoeducación, expliqué temas relacionados con el virus y sus medios de transmisión. Mi idea era que estén bien informados de la situación.
Ofrecí terapia de relajación con ejercicios sencillos mediante video y explicaciones para que los pueden replicar en casa. Además, recomendé que los adultos mayores tengan una rutina similar a la que tenían anteriormente. Es decir, que se mantenga el mismo horario para dormir, alimentarse y para el ocio. Que no sean aislados del resto de la familia y entorno, que expresen sus emociones y que reciban estimulación de lenguaje, atención y memoria con fichas psicológicas. Esas son las principales estrategias psicológicas de enfrentamiento”.
El interés de la OMS “Este trabajo finalizó el 9 de este mes y desde entonces los resultados están siendo analizados para obtener las conclusiones respectivas. La investigación debe finalizar hasta el próximo 7 de julio. Mi propósito es que quede un procedimiento para que sea replicado en el futuro para las nuevas cuarentenas.
Una colega en España me comentó que la OMS buscaba experiencias positivas de profesionales que trabajaban en salud mental en este confinamiento. Por ello, me contactó con un investigador canadiense, quien recibió el estudio y fue el nexo con esta organización internacional.
Envié todo el marco teórico, objetivos y los resultados que espero obtener para que efectúen un monitoreo. Ellos revisaron si el trabajo cumplía con los procedimientos y estándares para determinar si podía o no ser calificada como historia de éxito.
El pasado 6 de este mes recibí un e-mail con la felicitación y me informaron que mi trabajo había sido elegido. Fue publicado primero en inglés y luego en español. Mi estudio fue presentado por la OMS”.
Su proyecto a futuro
“Cuando retorne a Ecuador buscaré erradicar los estereotipos que existen en torno al envejecimiento y que la imagen psicológica del adulto mayor se centre en la evidencia científica. Eso falta mucho por realizar en el territorio de Ecuador.
Además, visibilizaré la necesidad de lograr una atención integral de este segmento de la población y que la especialización del psicogerontólogo sea conocida en el país
La psicóloga cuencana atendió mediante plataformas tecnológicas a las personas de la tercera edad de España y Ecuador. Foto: Cortesía Andrea Alvarado
La investigación científica fue la clave para que la empresa Vainuz empezara a producir y exportar vainilla a más de 10 países en Europa, Asia y América.
El proyecto se inició hace 17 años en Santo Domingo de los Tsáchilas, cuando Eduardo Uzcátegui sembró la primera planta de vainilla.
Él recuerda que su amigo George Ester tuvo una plantación de vainilla en el noroccidente de Pichincha. Pero el clima de esa zona no favoreció a las plantas, traídas desde Holanda.
Así que Ester regresó a Europa, pero antes le obsequió una planta de vainilla a Uzcátegui, quien en el 2002 era decano de la Facultad de Agropecuaria de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ).
Él sembró la planta en Santo Domingo, que tiene un clima más cálido que el de Mindo. Tras una larga espera (de alrededor de tres años), la planta al fin floreció e inició un proceso de multiplicación de las plantas para poder crear un invernadero y así estudiar el cultivo.
Al principio no fue fácil descubrir cómo cultivar vainilla. Por eso, Uzcátegui ha realizado estudios y experimentos para mejorar el proceso de fecundación, floración, entre otros.
Uno de los primeros experimentos consistió en hacer dos sembríos. Unos a la intemperie y otro en un invernadero. Los primeros obtuvieron resultados menos favorables en relación con el rendimiento y calidad.
Así que Uzcátegui decidió invertir en los invernaderos. En la actualidad tiene siete, que cuentan con sistemas de riego, medidores de temperatura, entre otros. Están ubicados en un terreno de 17 000 metros cuadrados, ubicado en la vía hacia la comuna tsáchila Colorados del Búa.
La primera producción se dio en el 2007 y fue de 20 kilos. Pero llegar a eso implicó pérdidas económicas, más de 30 investigaciones sobre la planta, el manejo del cultivo, control de plagas y la capacitación de 20 mujeres, la mayoría con estudios agropecuarios.
La flor de la vainilla es una orquídea, de donde nacen unas vainas. Para que adquieras el olor característico, las vainas deben someterse a un proceso de secado.
Ellas son las encargadas de realizar la fecundación de la planta, a través de un método manual en el que se requiere delicadeza y precisión. “Las mujeres tienen más desarrollada la motricidad fina y por eso son más idóneas para este trabajo manual”.
Tras la primera producción, Uzcátegui inició un plan de difusión para promocionar las vainas secas.
Una de las acciones fue participar en ferias de emprendedores a escala nacional para que las personas conozcan el producto. Los chefs que asistían a esos eventos ya conocían el producto y fueron los primeros clientes.
También se empezó a vender a la escuela de Gastronomía de la USFQ para que los estudiantes aprendieran a trabajar con este producto.
Luego, la Asociación de Chefs del Ecuador también empezó incentivar el uso de la vainilla en los platos de alta cocina, a través de visitas educativas a la planta. “Eso nos fue abriendo un mercado nacional”.
Tomas Contag, del restaurante Muckis en El Tingo, al este de Quito, es uno de los clientes nacionales. Él compra, la vaina a USD 2, para elaborar helados, salsas y platos a la carta. “Es una excelente opción, porque si no tendría que importarla de México”.
Sin embargo, la producción empezó a aumentar en la plantación, pero a escala nacional solo se vendían 5 kilogramos al año. Así que el resto de la producción se almacenaba hasta encontrar compradores. “Guardada puede durar hasta 10 años”.
En cinco años se almacenaron alrededor de 300 kilos de vainilla. Durante ese periodo, la participación en esas ferias era constante. En uno de esos espacios se consiguió -a través de intermediarios – la primera exportación. “En tres meses vendimos todo y dimos la impresión que producimos mucho y no era así”.
Uzcátegui nuevamente recurrió a la ciencia para encontrar un método que permita que la floración se dé en menor tiempo y no a los tres años, como en las primeras plantaciones.
Él afirma que si no se cambiaba esa metodología, el negocio quebraba porque luego de la floración se debe esperar nueve meses más para cosechar las vainas. Ese es el tiempo que tarda el plástico de los viveros en deteriorarse. Ese material equivale al 30% de la inversión de un invernadero de 1 000 metros cuadrados (USD 25 000). Así que se hicieron nuevas pruebas y se descubrió que si se hace una poda al año, la planta igual florece y a los nueve meses puede cosecharse.
En la actualidad se exportan 300 kilos anuales a más de 10 países. Además se exportó por primera vez, 4 000 plantas patentadas a Filipinas.
Las cifras
300 kilos de vainas de vainilla se exportan a EE.UU., Perú, Argentina, Alemania, Filipinas, Taiwán y otros.
20 trabajadoras se encargan del cultivo y cosecha de la vainilla.
7 productos derivados de la vainilla se producen en una planta ubicada en Tabacundo.
1 año tarda la planta en florecer y nueve meses para que esté lista para cosecharse.
2 dólares es el valor en que se vende la vainilla ecuatoriana. El gerente
Eduardo Uzcátegui
Ser pioneros no ha sido fácil porque debimos crear nuevos conocimientos para el cultivo y control de plagas sin dejar de ser plantaciones orgánicas. Además, los nuevos productores dependen de nuestros aciertos. Pero es un negocio rentable. En un vivero de 1 000 metros cuadrados se invierten USD 25 000. Pero genera USD 60 000 anuales. En el mundo hay pocas plantaciones, porque el cultivo requiere dedicación.
En Vainuz trabajan 20 mujeres con estudios en Agronomía, que se encargan de la polinización de la vainilla y de la cosecha de vainas. Fotos: Juan Carlos Pérez para LÍDERES
Un proyecto que busca determinar el impacto del mercurio en los peces de la cuenca del Santiago, norte de la provincia de Esmeraldas, es desarrollado por catedráticos y estudiantes de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador sede Esmeraldas.
Los docentes Eduardo Rebolledo, Pedro Jiménez y Jon Molinero, de la Carrera de Gestión Ambiental, desarrollan el Análisis de mercurio total en peces de la cuenca Santiago-Cayapas en la provincia de Esmeraldas afectados por minería aurífera.
La zona norte de Esmeraldas fue escogida debido a la presencia de la minería ilegal que deposita el agua utilizada en el proceso de obtención del oro en los afluentes, hábitat de muchas especies bioacuáticas.
El proyecto se realiza en colaboración con el Centro de Estudios aplicados en Química de la Universidad Católica del Ecuador de Quito, que se ha sumado al trabajo que busca determinar cuáles son las repercusiones en los peces.
Además, los servicios generales de investigación de la Universidad del país Vasco (UPV/EHU) en España, que apoya con el análisis de los metales pesados en la muestra de agua y sedimento.
Las investigaciones se han desarrollado durante el 2019 y seguirán en el 2020, de acuerdo con lo planificado. Para ello se prevé tres investigaciones de campo con técnicos y estudiantes. Posteriormente se enviarán nuevas muestras a Quito.
En el laboratorio de la Universidad constan una variedad de peces de agua dulce que han sido sometidos a un análisis para ver qué tipos de microorganismo tienen en su piel y branquias.
Jon Molinero, catedrático de la Escuela de Gestión Ambiental de la Universidad Católica e investigador, explica que la propuesta contempla un monitoreo una vez al año. Eso implica nuevas capturas de peces para aplicar el proceso de bioacumulación, para conocer el acopio de microorganismos que podrían ser peligrosos para la comunidad que consume peces.
Entre los ríos más contaminados están el Tululbí y Bogotá, en San Lorenzo. Luis Ayoví, habitante de Tululbí, señala que las comunidades quieren en saber qué pasa con la especies bioacuáticas que cada vez disminuyen.
De acuerdo con los últimos muestreos realizados durante el 2019 por el equipo de investigadores de la universidad, se han encontrado deformidades y tumoraciones en los peces. La primera hipótesis es que podrían ser un efecto de la minería.
“No es difícil llegar a determinar, en una primera investigación, cuál es la causa, pero se continuará investigando hasta determinar qué provoca esas tumoraciones y malformaciones en los peces”, señala Molinero.
En el norte de Esmeraldas existen otros efectoscontaminantes que están actuando a la vez, a más de la minería, las palmicultoras, con los productos químicos que usan en el proceso de la palma, precisan los investigadores.
En el laboratorio, los estudiantes de Gestión Ambiental ayudan en el análisis químico del agua y los peces que han sido parte de investigaciones.
Yaritza Lagos, una de las estudiantes de Gestión Ambiental, explica que en el laboratorio han podido observar cómo la contaminación de los afluentes del norte han dejado su huella en los peces.
“Hemos sido parte de las indagaciones, por eso estamos dispuestos a transmitir la información a la comunidad a través de talleres y conozcan el impacto que puede tener en la salud, consumir peces contaminados”, señala Karen Holguín, otra estudiante.
Estudiantes y catedráticos de la Universidad Católica son parte del programa de investigación. Foto: Marcel Bonilla / LÍDERES
Carolina Montero es una académica que domina la química y que busca que más jóvenes conozcan sobre esta ciencia.
En la secundaria, mientras cursaba la especialización de Físico Matemático en el Colegio Simón Bolívar, decidió que se dedicaría a las ciencias exactas. Una maestra le sugirió que escogiera la Ingeniería Química como carrera.
Se graduó en la Universidad Central (UCE) y a los seis meses consiguió una beca de la Fundación Carolina, para estudiar una maestría en Procesos Químicos y Desarrollo Sostenible en España, en el País Vasco.
En el 2011, casi a los dos años de haber terminado el posgrado, inició en dicha entidad su doctorado gracias a otra beca de convocatoria abierta de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt), en la misma rama que su maestría.
En el campo profesional ha trabajado en entidades públicas y privadas. Actualmente, está fuertemente vinculada a la academia. Es catedrática y maneja su propio laboratorio en la Universidad Central, también es docente de posgrados en otras instituciones de educación superior.
La academia “Ser mujer es una fortaleza porque, a diferencia de antes, cualidades nuestras como ser metódicas, responsables, ordenadas están muy bien valoradas. La sociedad, principalmente los empleadores, reconocen todas estas virtudes.
Sin embargo, para las mujeres siempre será difícil porque tienen que cumplir roles como el de profesional, madre, amiga, etc. Muchas veces se podría decir que es un triple trabajo para hacer.
Creo que otra de las fortalezas de ahora, particularmente de las que ocupamos posiciones de liderazgo, es ser ejemplo de otras”.
Apoyo “La Ingeniería Química, a escala mundial, es una de las carreras en las que más equidad de género existe. De hecho, aquí en la UCE tenemos el 60% de alumnas frente a 40% de estudiantes hombres. Sin embargo, en la parte docente no sucede lo mismo, somos 20% mujeres y el resto son varones.
El hecho de que mis alumnas vean que yo pude salir adelante, que hice muchas cosas y que lidero un grupo de investigación hace que ellas, a quienes estoy formando, vean que es posible lograr cualquier meta que se tenga.
Trato de dar siempre un ejemplo de rectitud y honestidad. Trato de meterles el bichito de ‘hagamos esto, investiguemos esto, tratemos de descubrir nuevas cosas, etc’. Tengo tres alumnas que se formaron en mi grupo que ya lograron becas internacionales.
Para uno, que se ha formado en este sistema de becas, le llenan esos logros alcanzados”.
Mujer y trabajo “El tema laboral en Ecuador sabemos que está complicado. Pero una de las fortalezas que tienen las mujeres que estudian este tipo de ciencias es que son metódicas.
Las mujeres están pendientes de todo, del mínimo, de cosas que a la vista de nuestros compañeros varones pueden ser de poca importancia. Nuestro plus es estar en los detalles y, de esa manera, lograr la eficiencia de los procesos.
Siempre hay prejuicios en la sociedad latinoamericana. No solo por el hecho de ser mujer, sino por otras cosas como la edad.
La gente nos mira diciendo ‘qué puede saber esa guagüita’. Hay gente que piensa que la experiencia es acumulación de años, cuando en realidad es de conocimientos. A veces nos toca superar eso.
Hubo una ocasión que para contratarme en una empresa me recomendaron cambiarme de foto. Yo le dije que no vengo a vender una fotografía, sino mi conocimiento. Enseguida me retiré del sitio”.
Barreras
“El tema de las barreras ha sido complicado no por el hecho de ser mujer sino porque yo tengo artrosis degenerativa de la cadera.
Sobre todo, al inicio de mi formación profesional fue muy duro porque la mayoría de mis compañeros ingresaron a petroleras, mineras que requieren trabajo de campo. A mí se me dificultó el ingreso por el tema de la salud.
Respecto de poder trabajar en la academia, si bien es cierto aún hay brechas de género, sobre todo en las posiciones de liderazgo de las entidad educativas en general, creo que han ido disminuyendo.
Actualmente, mis objetivos como profesional están centrados en consolidar mi grupo de investigación. En este, tratamos de dar soluciones a problemas de las empresas; hacemos valorización de residuos industriales.
La idea es que se amplíe la sinergia entre la industria y la academia. Que las investigaciones sean soluciones para la sociedad”.
Datos Cátedra. En el área de posgrados es docente en la Espoch, la Espe y la UIDE.
Premios. Este año ganó el Premio Universidad Central, gracias a su investigaciones.
Familia. Ella considera que en su vida es fundamental cada uno de sus integrantes. Le impulsaron a conseguir sus metas.
Actividades. Por temas de salud realiza rehabilitación física. Practica pilates y xtreme combat. Desarrolla diferentes manualidades. Otro ‘hobbie’ es pintar.
Visión Considera que el estudio es importante para alcanzar diferentes metas, a pesar de cualquier barrera. El ser detallistas y metódicas son cualidades claves de las mujeres en todo ámbito.
Carolina Montero es PhD en Procesos Químicos y Desarrollo Sostenible. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
El poder de transformación de la economía en las sociedades es uno de los motivos por el cual esta ciencia social le apasiona tanto a Vanessa Carrión.
Nació en Loja y su vida ha transcurrido entre esa ciudad y Quito. Precisamente, estudió economía en la Universidad Técnica Particular de dicha urbe (UTPL).
Sin embargo, quiso expandir su conocimiento y en el 2010 viajó junto a su familia a EE.UU. para realizar sus estudios de posgrado. Obtuvo su maestría en Ciencias, Agricultura y Economía Aplicada en Virginia Tech; en esa misma institución alcanzó su doctorado en economía hace tres años.
En el ámbito laboral ha desempeñado funciones en el sector privado en el área farmacéutica y en diferentes entidades públicas. Asimismo, ha sido catedrática de la Universidad Católica y de la Universidad de las Américas.
Actualmente se desempeña como profesora asistente e investigadora en la última casa de estudios. Su interés también se centra en la política: utiliza métodos cuantitativos para investigaciones relativas a esta área.
Estudios y familia
“Mi pasión es la economía. Es una ciencia social que se entrecruza con un montón de cosas. Uno puede relacionarla con la salud, el urbanismo, la política, el comportamiento, entre otros. Es tan amplia y permite especializarse en diferentes áreas.
Ahora, si analizo la situación de ser mujer en este mundo creo que es un reto. A veces es un poco más complicado para nosotras crecer profesionalmente. Todo depende de muchos factores que son, en cierto punto, aleatorios.
En mi caso he sido súper afortunada porque tengo un esposo que es un soporte enorme. Los dos nos distribuimos las responsabilidades, de manera equitativa.
Esa es una ventaja que no tienen todas las mujeres. Yo la tuve y me ha permitido conseguir muchas metas a escala profesional.
Mi esposo y yo fuimos al mismo tiempo estudiantes de doctorado y teníamos ya una hija. Allá tuvimos otra. No había manera de lograrlo si no compartíamos las responsabilidades que teníamos. Aquí esa es otra realidad. No sucede frecuentemente”.
Foto: Galo Paguay / LÍDERES
Sociedad
“Creo que todavía somos una sociedad que valora muchísimo los estilos de liderazgo masculinos. Cuando las mujeres tenemos esas características, entre las que están el ser directa y estar orientada a objetivos, es más fácil sobresalir. Sin embargo, hay investigaciones que indican que el estilo de liderazgo más empático funciona muy bien en las corporaciones”.
Investigaciones
“A mí me gustan mucho los temas de género. Recientemente presenté en Puebla un artículo sobre la penalidad de género en las elecciones en Ecuador. Analicé la cantidad de votos bajo un sinnúmero de características y descubrí que el votante no discrimina porque alguien es mujer, pero aún la participación femenina es baja.
El 80% de las listas está conformada por hombres. Hace falta mucho trabajo en las organizacionespolíticas del país, fallan en cuanto a los liderazgos.
La mujer, para incursionar en la política, enfrenta algunas limitaciones. Se supone que para hacer algo más primero se debe cumplir con otros roles como ser buena madre, cuidar del hogar, etc. Luego de eso, para la sociedad, hay espacio para otras cosas.
No sucede eso con los hombres. Ellos pertenecen al espacio público. No tienen que cumplir otras obligaciones para hacer algo más.
Otro trabajo, con un colega del Reino Unido, es sobre los factores que influyen en los votos que reciben las candidatas. Uno de ellos es el de la apariencia, que impacta más a mujeres que a hombres.
Encima tienes que ser guapa para ganar. Si eres hombre no”.
Maternidad “Me siento orgullosa de ser madre de tres hijas y aún así haber logrado lo que he logrado. Siempre estoy viajando, presentando conferencias, investigando, etc.
Creo que para mi familia, mi círculo cercano, sí he sido un modelo a seguir. Ser mamá muy joven, como yo, complica las cosas pero jamás impide lograr las aspiraciones y los sueños que uno tiene.
Mis hijas están creciendo y lo que siempre les digo es persigan sus sueños. Escuché alguna vez que a los hijos no se les debe decir que uno tenía un sueño pero que se truncó por culpa de ellos, sino que persigan sus anhelos de la misma forma que uno lo hizo.
Los hijos no tienen por qué ser una camisa de fuerza, sino una inspiración. La maternidad impacta a las mujeres, pero permite siempre lograr las aspiraciones”.
Datos Logros. Se le seleccionó para participar, el año que viene, en una estancia de investigación en Finlandia. Estará dos meses para analizar el tema de mercado laboral.
Carrera. Considera que no existe nada más lindo en el mundo que trabajar en lo que a uno le gusta. Eso genera felicidad, a pesar de la carga de trabajo.
Familia. Está casada y tiene tres hijas. Además, cuenta con una mascota que trajo de los EE.UU. A futuro espera continuar sus investigaciones.
Visión. Considera que todavía es complicado para las mujeres crecer profesionalmente. Sin embargo, cree que se debe enfrentar retos. Compartir responsabilidades en familia es fundamental.
Vanessa Carrión es doctora en economía y realiza investigaciones en género y política. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
Siempre luce una sonrisa en su rostro. Sus estudiantes la recuerdan por su personalidad carismática y su profundo amor por la ciencia y la investigación. Davinia Sánchez, de 37 años, es una de las investigadoras más sobresalientes de la Universidad Nacional de Chimborazo (Unach) debido a sus aportes en la investigación de productos cárnicos y otros de origen animal.
Dejó su ciudad natal Vecindario, en las Islas Canarias (España), hace ocho años para radicarse en Ecuador. Llegó al país para formar nuevas generaciones de investigadores en las universidades y compartir con otros docentes sus conocimientos sobre investigación en sanidad animal y biología.
Ahora se desempeña como docente en la Unach. Allí ha realizado importantes aportes científicos que se han publicado en las revistas indexadas más importantes del mundo como Meet Science y Journal of Dairy Science.
Además ha compartido sus hallazgos en congresos de ciencia internacionales en México, Brasil, Grecia, Italia y España. Su pasión por la ciencia El amor por la biología y la ciencia surgió durante su infancia. Cuando cumplió siete años sus padres le obsequiaron por Navidad un juego de biología que le permitió hacer su propio insectario y experimentar con organismos vivos.
Desde que recibió ese obsequio supo que dedicaría su vida al estudio de la vida. Cuando cumplió 18 años tuvo que movilizarse lejos de su familia a la Isla de Tenerife, para cursar la carrera de biología en la universidad de La Laguna.
La carrera que amaba tenía poca proyección laboral en España y antes de ingresar al centro universitario le advirtieron que al menos un 60% de profesionales en esa área no tenían demanda laboral, sin embargo su pasión por la ciencia impulsó su decisión de continuar con sus planes académicos.
Convivir con otros estudiantes de todo el mundo y esforzarse por contar con recursos propios la volvieron una mujer independiente, tolerante y segura de sí misma. Ella dice que esos atributos son vitales en su profesión.
La formación adicional Mientras cursaba su carrera universitaria, Davinia notó que todos sus compañeros se graduarían con el mismo título y que para triunfar en su profesión requería conocimientos adicionales.
A los 19 años aprendió a manufacturar joyería y accesorios que luego comercializaba en pequeñas tiendas y peluquerías aledañas a la universidad. Con el dinero que recaudó se inscribió en cursos de especialización disponibles para estudiantes de doctorado, lo hizo siendo aún una estudiante de pregrado.
Eso le ayudó posteriormente a obtener una beca para estudiar su PhD y a participar en estudios sobre los quesos de cabra bajos en grasa que luego se publicaron en Meet Science, una de las revistas científicas más importantes del mundo.
El trabajo en Ecuador Tras su llegada al país en el 2012, Davinia se enfocó en emprender nuevas investigaciones junto con sus estudiantes. Uno de los proyectos con mayor reconocimiento a escala mundial es su investigación sobre la carne de cuy.
Ella trabajó durante al menos cinco años en la creación de un estándar de procedimiento para estudiar el cuy que ha sido citado al menos 10 veces por otros investigadores del mundo. Antes de que ella y su equipo investigaran sobre las propiedades de la carne de este roedor no había otros estudios similares en ningún otro país.
Actualmente dirige una tesis doctoral sobre el efecto de la presencia de calostro en los productos lácteos. Junto a su equipo descubrió que, si el calostro es sometido a un adecuado proceso de pasteurización, los productos lácteos pueden durar más tiempo en las perchas debido a las propiedades naturales antibacterianas de esa sustancia.
Las mujeres en la ciencia
Davinia siente que el principal desafío para las mujeres que optan por la investigación científica como carrera es compartir su experiencia profesional con su rol como madres y esposas. Para ella la compresión de su familia y allegados es básica en la profesión debido a todas las horas de estudio que deben dedicarse a la ciencia.
Según ella, ese es el motivo por el que muchas mujeres europeas han optado por retrasar la maternidad y la razón por la que hay menos presencia de mujeres en estudios científicos. Sin embargo, cree que la participación de las mujeres en la investigación es posible y necesaria, pero que en los centros de estudios se requieren políticas laborales más equitativas.
HOJA DE VIDA
Formación. Obtuvo su licenciatura en biología en la Universidad de La Laguna, Complementó sus estudios en universidades de EE.UU. e Italia. Es PhD y habla dos idiomas. Actividades. Como coordinadora de Relaciones Internacionales negocia convenios y colaboraciones con otros centros. Es miembro de la junta directiva de la Asociación Internacional Caprina y de la Asociación de Mujeres Científicas de Países en Vías de Desarrollo.
Su visión La formación de una nueva generación de investigadores, hombres y mujeres, que contribuyan a la solución de los problemas mundiales más coyunturales a través de la ciencia es una prioridad.
Davinia Sánchez es coordinadora de Relaciones Nacionales e Internacionales de la Unach, docente e investigadora. Foto: Cristina Márquez / LÍDERES
El día empieza temprano para Henri Herrera, un entomólogo riobambeño que investiga las especies invasoras de las islas Galápagos. Él espera descubrir un mecanismo para controlar a estos insectos que afectan la agricultura, el turismo y las especies nativas, sin afectar al delicado ecosistema del archipiélago.
Las horas pasan y él continúa en el laboratorio. Su rigurosa rutina de investigación la comparte con las horas que dedica a la docencia en la Facultad de Recursos Naturales, en la Escuela Superior Politécnica de Chimborazo (Espoch).
“Es agradable participar en la preparación de las nuevas generaciones, son ellos quienes deberán retomar los estudios que yo he estado construyendo toda mi vida profesional. La meta es aportar al país con estudiantes con proyección, que entienden las necesidades y prioridades”, cuenta Herrera, de 47 años.
Él se enamoró de las cienciasbiológicas en su juventud. Siempre demostró aptitud para todo lo relacionado con el estudio de los recursos naturales y, aunque en un inicio tenía una marcada fobia a los insectos, el estudio de estos animales se convirtió en su pasión. Hoy incluso un micromolusco que ayudó a descubrir lleva su nombre.
“Es como haber ganado un premio Nobel, cuando una nueva especie descubierta lleva tu nombre”, explica entusiasmado. Ese micromolusco, que hoy está registrado en los libros de la ciencia como Henri Herrera, lo descubrió con la ayuda de su colega argentino Sergio Miquel en el 2011, y fue casi por casualidad. Esa época, él viajaba junto a otros científicos por las Islas para recoger insectos, mientras sus colegas recogían plantas y muestras del suelo.
“Yo estaba encargado sólo de los insectos, pero decidí dar un vistazo también a las muestras de suelo, y fue una sorpresa. Descubrimos varias especies de micromoluscos de las que no había registros”, recuerda.
Él ha trabajado en las IslasGalápagos por más de 16 años. Se vinculó a la Fundación Charles Darwin y al Parque Nacional Galápagos en el 2003, cuando trabajaba en su tesis de pre grado con la que buscaba medir el impacto de la actividad humana en la zona de uso especial.
Su trabajo le permitió obtener un puesto permanente como investigador de invertebrados y curador del museo de entomología de Galápagos, donde se exhiben unas 3 000 especies de insectos, y es uno de los más grandes del mundo.
En esa misma época se sintió atraído por la mirmecología (la ciencia que estudia a las hormigas). Él enfocó sus estudios a una especie introducida a las Islas desde la zona costera del Ecuador que se conoce como la ‘hormiga de fuego’ por su tonalidad rojiza, que afecta a las especies nativas y que también causa estragos en la zona cultivable de Galápagos.
Además, estudia los nematodos de la Isla para entender el rol que cumplen en el ecosistema. Durante los 16 años de investigación, encontró al menos 8 especies de las que no había registros en los libros de biología, entre ellos un nematodo del que se pensaba que sólo existía en África.
Ahora, Herrera lidera seis proyectos de investigación en la Espoch, que buscan prevenir un desastre ecológico en Galápagos. La meta de él y sus estudiantes es encontrar una forma de control biológico que les permita reducir la población de hormigas sin afectar a las hormigas nativas.
Los investigadores ahora realizan pruebas con hongos y otros parásitos que podrían exterminar a las hormigas y a otras especies invasoras, como una microabispa que acaba con las larvas de las mariposas endémicas del Archipiélago y de la que no hay registros.
Henri Herrera, docente de la Espoch, quiere evitar un desastre ecológico en las Islas Galápagos. Él investiga las hormigas y otros insectos. Foto: Glenda Giacometti / Líderes
La bellezanatural y la gastronomía son los principales atractivos que ofrece Imbabura a los turistasnacionales y extranjeros.
Un estudio realizado por la Universidad Técnica del Norte (UTN), de Ibarra, señala que estos son los dos primeros motivos que convocan a más visitantes. Les siguen los atractivosculturales y las artesanías.
Esta zona del país es famosa por sus lagos, montañas y valles, matizados por una variedad de climas.
Si bien hay sitios concurridos como la Plaza de Ponchos, en Otavalo; y la laguna de Cuicocha, en Cotacachi; ahora también sobresalen nuevos atractivos como la ruta del cordero asado en Angochagua, en la capital imbabureña.
Las empanadas de morocho, fritada, carne colorada, cuy frito y el helado de paila encabezan la lista de los productos de mayor agrado para los visitantes.
La mayoría de visitantes proceden de Pichincha (31,16%). Después están Guayas (5,03%) y Carchi (3,27%), según la investigación de la oferta y demanda del sectorturístico de la provincia de los Lagos, realizada por la Facultad de Ciencias Administrativa (Facae).
El estudio fue uno de los proyectos aprobados para este año por el Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico de la UTN, explica VinicioSaráuz.
Este catedrático lideró el equipo del área de Contabilidad y Administración de Empresas que hizo un análisis sobre la oferta.
La información se levantó en 480 establecimientosturísticos registrados en los seis cantones de Imbabura. De eso se encargaron 280 alumnos de este centro de educación superior, que previamente fueron capacitados sobre la información requerida.
Esta línea base se hizo en hoteles, hosterías, restaurantes, centros de diversión y se basó en siete temáticas.
A los emprendedores se les consultó sobre datos generales, acceso a líneas de financiamiento y seguros, cumplimiento de obligaciones. Además sobre equipamiento tecnológico, marketing, capacitación y percepción del turismo internacional.
Saráuz indica que son ejes relacionados a los ámbitos administrativo, contable y financiero del sectorturístico.
Uno de esas datos, por ejemplo, señala que el 49,39% de los encuestados asegura que el equipamiento de su establecimiento está en buen estado. Mientras que, el 45,28% dice que es excelente.
En esta primera fase, que empezó en enero y concluye este mes, igualmente se confirmó que Carnaval es el feriado de mayor concurrencia de turistas al año.
En eso influyen programas como el Carnaval Coangue, en Ibarra, y el Pawkar Raymi de Peguche, en Otavalo, explica Vinicio Guerra, otros de los investigadores de la demanda de turismo.
También en el caso de los viajeros nacionales la mayoría señala que recorren la provincia de Los Lagos, al menos, una vez en el año.
La información sobre los foráneos se recabó mediante una encuesta por muestreo no probabilístico que se aplicó a 398 turistas, en junio pasado.
Xavier Dávalos, docente investigador del área de Marketing, asegura que durante tres semanas, unos 200 encuestadores se desplazaron a las zonas más visitadas por turistas y excursionistas.
Éstos últimos son los visitantes del día, como los define la Organización Mundial de Turismo. En este análisis este segmento esta en primer lugar con un 38,69%.
En tanto, los turistas en el que su viaje incluye pernoctación sobresalen los de una noche (20,85%), dos (17,09%) y tres 11,31%.
Los resultados de este análisis fueron difundidos en días pasados a directivos e integrantes de la Asociación de Hoteleros de Imbabura y a propietarios de restaurantes.
Dadas las condiciones de la provincia, el turismo es una alternativa importante para el sectorrural, según Dávalos.
Por eso, los catedráticos coinciden que esta investigación está orientada a determinar cuáles son los aspectos que deben implementarse o mejorarse.
Una de ellas es la construcción de una ruta turística que apoye nuevas iniciativas, como las de Angochagua, señala GuillermoBrucil, integrante del equipo. La idea es tener nuevos servicios para sorprender permanentemente a los visitantes.
Xavier Dávalos, Guillermo Brucil, Vinicio Saráuz, Eduardo Larra y Vinicio Guerra, parte de los investigadores. Foto: Álvaro Pineda para Líderes