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  • Su pensamiento crítico lo cultivó con la lectura

    Giovany Astudillo

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    Su padre Fabián Mogrovejo le motivó constantemente a leer y le enseñó a ser crítica. Cuando Pamela Mogrovejo, quien en la actualidad es gerente de la empresa Indupanifec (Pan del Día), tenía ocho años recibió como regalo de su progenitor el libro ‘Platero y Yo’, de Juan Ramón Jiménez.

    “Me dijo que después de unos años voy a saber porqué es importante la lectura”, recuerda esta ingeniera electrónica. Aún lo conserva y su objetivo es regalarlo a sus hijos. Ella aprendió que la lectura permite ampliar los conocimientos, desarrollar el pensamiento crítico y generar una mayor conciencia de los problemas pasados y actuales, que ha tenido y tiene la sociedad.

    También permite desarrollar actividades artísticas y ayuda a alejarnos de la banalidad mundana de las redes sociales. “Podemos discernir qué información es relevante al tener un pensamiento crítico”, reflexiona Mogrovejo.

    Un libro que habla sobre este tema y que ella destaca es ‘La Civilización del Espectáculo’, del escritor Mario Vargas Llosa. Allí, dice, se explican las razones para alejarnos de esa banalidad y de la información que no es relevante.

    Otro de sus autores favoritos es el israelí Yaval Noah Harari. “Él habla sobre el poder de ser crítico al momento tomar la información”. De este historiador y escritor, resalta la publicación ‘21 lecciones para el siglo XXI’.

    En su infancia, luego de leer ‘Platero y Yo’, ella optó por las publicaciones de Julio Verne. Tuvo acceso a todos sus libros y, ahora, los lee a sus hijos para que tengan el mismo interés por la lectura.

    Mogrovejo no solo se quedó en novelas, también buscó desarrollar su pensamiento crítico mediante este hábito. Ella se inclinó por textos de debate y análisis político. Entre otros, resalta ‘El Manual del perfecto idiota Latinoamericano’, que es un ensayo de Plinio Apuleyo Mendoza, Carlos Alberto Montaner y Álvaro Vargas Llosa.

    “Allí, hace una crítica a la política de izquierda, que -aunque yo no sea una derechista total y declarada- aprendí a leer cosas que no necesariamente estaba a favor”, explica la empresaria. Ella señala que una persona, a veces, se inclina por leer solo las cosas que a uno le interesa o está de acuerdo, pero es necesario abrir la mente para ampliar nuestro mundo y las situaciones de la vida.

    En cuanto a géneros literarios tiene muchos intereses, pero, entre todos, prefiere los textos de actualidad y temas contemporáneos y los que se refieren al comportamiento de la sociedad o del trabajo y la influencia de la política en las decisiones económicas o negocios.

    Mogrovejo lee varios textos a la vez y le gusta el papel porque puede subrayar lo más importante. “Me cuesta mucho revisar las publicaciones digitales”. Ella dedica su tiempo a la lectura durante la mañana luego de enviar a sus hijos a la escuela y antes de ir a la fábrica, ubicada en la parroquia Javier Loyola, en el cantón Azogues.

    También, lo hace durante una hora en las noches antes de dormir. Es un hábito, que la cumple de lunes a domingo.

    Pamela Mogrovejo en su oficina en la empresa Indupanifec, en Azogues. Foto: Xavier Caivinagua / LÍDERES
    Pamela Mogrovejo en su oficina en la empresa Indupanifec, en Azogues. Foto: Xavier Caivinagua / LÍDERES
  • La lectura fue el medio para crecer en la vida

    Giovanni Astudillo. Editor (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    Cuando tenía 14 años, el actual gerente de la Cooperativa de Ahorro y Crédito Crea, Patricio Barzallo, se interesó por leer. Lo hizo gracias a su amigo Arman Chávez, quien le prestó el libro ‘El Vendedor más grande del Mundo’, de Og Mandino. En ese entonces vivía en su natal Pucará, que está ubicado en la zona suroccidental de Azuay.

    En ese lugar, dice Barzallo, era muy complicado acceder a buenos textos. Su amigo tenía una colección de 20 publicaciones. El relato de Og Mandino fue contundente para este ingeniero comercial, abogado y licenciado en Ciencias de la Educación. “Terminé ese texto en un par de días y después quería algo similar”.

    Por ello, leyó ‘El Secreto más grande del Mundo’ y ‘El Milagro más grande del Mundo’, del mismo escritor estadounidense. Le gustaron porque son textos que motivaron. Luego se decantó por las publicaciones relacionadas con su primera carrera universitaria que fue Ciencias de la Educación y que la siguió a distancia en la Técnica Particular de Loja. “Mis profesores definitivamente me enseñaron a leer”.

    Según Barzallo, después de la motivación que recibió comenzó a interesarse por conocer quiénes somos, para qué existimos… Se hizo esas preguntas constantemente. Para hallar respuestas, él investigó ciencias profundas, el comportamiento humano y buscó textos relacionados.

    También, optó por la ciencia ficción y la conspiración escrita por autores como el estadounidense Dan Brown o el español J. J. Benítez. De este último destaca la colección del ‘Caballo de Troya’.

    Otra de sus pasiones es conocer la vida de personajes importantes de la historia como Jesús. “El mexicano Miguel Ángel Cornejo decía que la mejor motivación de una persona es leer biografías”. Los libros de Gabriel García Márquez son otros de sus preferidos.

    En la biblioteca de su hogar y otros espacios, Barzallo guarda una colección de 3 000 libros. Entre ellos, hay varios relacionados con la fotografía.

    En ocasiones le gusta leer varias publicaciones a la vez, pero en otras solo prefiere una.

    Aunque es un apasionado por sentir un libro físico, desde hace siete años también tiene publicaciones digitales. Estos últimos son sus compañeros de viaje, porque para él es complicado cargar los otros de textos en un desplazamiento. Se demoró casi un año en adaptarse a este cambio.

    Antes de dormir, Barzallo destina por lo menos 30 minutos para leer. También lo hace durante los fines de semanas y en los viajes.

    Para él, la lectura le permitió actualizarse en los conocimientos de sus tres profesiones, pero también relajarse. “Me siento bien al leer, pero, sobre todo, me ayuda a tener un criterio más amplio de lo que es la vida”.

    Barzallo, también, se interesa por difundir el gusto por la lectura entre los colaboradores de la Cooperativa de Ahorro y Crédito Crea. A cada uno de ellos regala libros para que los lean. Está consciente que no todos los harán, pero se siente tranquilo en despertar el interés de algunos de ellos.

    Mi libro de cabecera

    Steve Jobs. La biografía del fundador de Apple escrita por Walter Issacson es el libro favorito de Patricio Barzallo porque el personaje es uno de los mayores innovadores de la historia por sus aportes con el computador, el iPhone, iPod, iPad. Su historia le motiva.

    Patricio Barzallo tiene una colección de cerca de 3 000 libros en su casa. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
    Patricio Barzallo tiene una colección de cerca de 3 000 libros en su casa. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
  • Una iniciativa cultural germina en el Carchi

    José Luis Rosales

    (F)
    Contenido Intercultural

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    Las muñecas Meibi y Neibi, personajes de un cuento de la comunidad afrochoteña de La Concepción, en Carchi, son los recientes artículos de un emprendimiento cultural.

    Casa Editora R&R, del escritor Ramiro Cabrera y su esposa Rosem Tamayo, publica textos didácticos que están basados en la tradición oral y la mitología de los pueblos ancestrales.

    En el 2013 desarrollaron una monografía en La Concepción, cantón Mira, una parroquia con población mayoritariamente afrodescendiente.

    Las mujeres y maestras de la localidad compartieron sus saberes, la mayoría han sido transmitidos de padres a hijos de forma oral.

    Después de esa experiencia, Cabrera escribió el cuento ‘Meibi y Neibi & El Árbol de las Palabras’.

    El relato se basa en dos hermanas gemelas, hijas de Coronita Ogonaga. “Eran idénticas, como dos gotitas de agua, sus ojos eran brillantes como dos estrellas en la noche, eran alegres y juguetonas”.

    Cuando aún eran niñas, las afrochoteñas tenían la costumbre de ir a jugar en un frondoso árbol de ceibo. En su adolescencia empezaron a soñar que ese macizo tenía en sus ramas palabras que susurraban con el viento.

    Por eso, decidieron llamarle El Árbol de las Palabras. Así fueron aprendiendo sobre música, danza, medicina y comida tradicional de sus ancestros.

    Como el centenario árbol, que inspiró una parte de este cuento, hay tres ejemplares en las localidades de La Concepción y Chamanal, en Carchi.

    El cuento tiene el apoyo del Plan Nacional de Promoción del Libro y la Lectura José de la Cuadra, una iniciativa del Ministerio de Cultura que busca fomentar el consumo de lectura en el país.

    Tamayo se capacitó en técnicas de lectoescritura. Ahí aprendió que hay formas lúdicas para atraer a los lectores de más corta edad.

    La editora también recuerda que las mujeres de La Concepción tienen un lema: “Hay que enseñar queriendo y aprender haciendo”.

    Así surgió la idea de personalizar a las hermanas Meibi y Neibi, para dar valor agregado al libro. Para eso, les recomendaron que acudiesen a la Unidad Educativa Municipal 1 de Mayo, de Tulcán.

    Este plantel educativo forma bachilleres técnicos en la Industria de la Confección. Actualmente hay 78 estudiantes.

    Los chicos aprender a diseñar y confeccionar ropa deportiva, uniformes, trajes casuales y de gala. Sin embargo, la elaboración de estas muñecas de trapo puso a prueba a las hábiles estudiantes y a sus profesores.

    Rosem Tamayo entregó un prototipo de las muñecas y en el aula la diseñaron con parámetros técnicos. Las figuras fueron confeccionadas por seis estudiantes, bajo la guía de la profesora del área técnica, Lourdes Paguay.

    En el proceso de elaboración se cuidaron todos los detalles. La pareja va incluida en un bolso que está elaborado en tela cambrela.

    Meibi luce un traje de color lila, Neibi, en cambio, lleva puesto un vestido rosado.

    Winston Erazo, rector del establecimiento, explica que tienen planes para conformar una empresa para ofrecer el servicio de confección.

    Previamente, los rasgos de los rostros de las muñecas fueron realizados por la diseñadora gráfica, Andrea Rosero. Los bordados pertenecen a Juan Carlos Herrera.

    Otros datos

    El cuento ‘Meibi y Neibi & El Árbol de las Palabras’ se vende en librerías de Carchi e Imbabura o al 099 785 7247.

    El kit de las muñecas Meibi y Neibi y el cuento tiene un costo de USD 32.

    El próximo año tienen previsto publicar dos libros de antropología y cinco cuentos.

    Antes editaron el texto ‘Camilita Piarpuesán’, sobre la identidad indígena Pasto. También cuentan con un estudio sobre los apellidos Pasto.

    Rosem Tamayo, editora, Winston Erazo, rector de la Unidad Educativa Municipal 1 de Mayo, y las estudiantes. Foto: cortesía
    Rosem Tamayo, editora, Winston Erazo, rector de la Unidad Educativa Municipal 1 de Mayo, y las estudiantes. Foto: cortesía
  • ‘La gente debe leer más sobre finanzas’

    Priscilla Alvarado (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    Juan Diego Gómez es un ‘coach’ de finanzas que busca, a través de sus libros, potenciar el carácter financiero de una persona.

    La filosofía de este youtuber colombiano, considerado un gurú en educación financiera, es que los libros tienen las herramientas necesarias para triunfar y llevar una vida plena. Es así como en el libro ‘44 estrategias para ser millonario’ se recoge la idea de encontrar el poder para hacer realidad tus metas en ocho capítulos.

    Gómez ha publicado otros textos de contenido similar, como ‘Hábitos de ricos’ y ‘Menos miedos, más riquezas’.

    ¿Por qué son 44 y no 50 o 60 estrategias millonarias?

    Las 44 ideas engloban la necesidad de enfocarse en lo que uno mejor sabe hacer y triunfar. Es un camino de ideas concatenadas que tienen un mismo fin: el descubrimiento personal.

    Dentro de su libro, en al menos tres ideas habla de salir del estado de ‘confort’. ¿Cómo salir de ese estado?

    Nadie se hace grande dentro de una zona de comodidad en la que se ha estado por muchos años. Debemos estar exigiéndonos, presionándonos y retándonos con metas cada día más grandes. La mayoría de las personas minimizan su trabajo y se exigen poco sabiendo que lo tienen todo. Además, se dejan influir por los comentarios de la gente que está a su alrededor.

    ¿Cuál sería la base para lograr unas finanzas saludables?

    Dejar de pensar en el resto y enfocarse en lo que realmente uno es bueno. Se pierde tiempo sin conocer cuál es nuestro propósito de vida y para qué vinimos a este mundo. En el momento que encontramos este propósito, que por lo general es algo que nos apasiona y nos gusta, prácticamente llega a nosotros el tiempo perdido y los recursos que tanto esperábamos.

    Entonces, al descubrir el propósito de vida, ¿se apunta a la estabilidad financiera?

    Sí y en el menor tiempo posible. No soy de la idea de que deben pasar años para conseguir el equilibrio en las finanzas personales, hay que hacer saltos cuánticos. Una persona que se dedique a trabajar en su propósito de vida será exitosa. Sin embargo, también se necesita paciencia y capacitación constante.

    ¿Cómo educarse mejor en materia financiera?

    Los empresarios y microempresarios de todas las áreas deben estar pendientes de saber qué hacer con su dinero, que sus ingresos no dependan de su actividad básica y que el dinero pueda trabajar por ellos. Todo eso se logra autoeducándose con lo que está a la mano, libros y sitios web. Además, ante una sociedad de consumo, debemos compartir nuestros conocimientos sin egoísmo, para que las personas tengan más criterio a la hora de invertir y manejar sus gastos.

    Leer de forma diferente es otra de las ideas, ¿cómo lograrlo?

    La lectura se convierte en un arma para encontrar ese propósito de vida. Alguna vez le pregunté a una persona: ¿qué estás leyendo?, su respuesta fue tenaz. La gente debe dejar de leer revistas de moda y empezar a tener lectura financiera. Si queremos alcanzar una estabilidad económica se debe empezar a cambiar la forma en la que leemos y qué leemos.

    Ecuador ¿es un país con estabilidad y educación financiera?

    Todos los países de América Latina lo son. La base para lograr este objetivo se simplifica en varios puntos: reducir deudas, ser más inteligentes en la forma de gastar dinero, monitorear los gastos y armar presupuestos y apostar por una idea de negocio innovadora. Y todo esto debe obedecer el propósito de vida que se descubre.

    Su trayectoria

    Administrador de Negocios con un postrado en Finanzas por la Eafit. Estudios económicos de la London School of Economics. Tiene estudios en Programación Neurolingüística en Colombia y EE.UU.

    Fue profesor de pregrado y posgrado en diferentes universidades de Colombia por 12 años. Trabajó, por cinco años, en la Bolsa de Valores de Medellín. Es autor de tres libros de finanzas.

    Juan Diego Gómez, escritor colombiano, promueve la estabilidad financiera basada en la lectura. Foto: Mario Faustos / LÍDERES
    Juan Diego Gómez, escritor colombiano, promueve la estabilidad financiera basada en la lectura. Foto: Mario Faustos / LÍDERES
  • Los libros sobre liderazgo priman en su biblioteca

    Gabriel Flores

    (I)

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    Tara Mohr es experta en liderazgo y bienestar. También es la autora de ‘Playing Big’ (Jugar en Grande), un libro en el que sostiene que el desarrollo personal y empresarial de las mujeres debería enfocarse en un proceso híbrido donde se valore, con la misma jerarquía, el conocimiento aprendido y la sabiduría intuitiva.

    Las reflexiones de Mohr se han convertido en fuente de consulta constante para Paola Durán, una de los seis expertos que LinkedIn ha reconocido en Latinoamérica.

    Para ella, la importancia de esta publicación radica en que explica las razones por las que las mujeres siguen ‘jugando pequeño’ dentro del mundo empresarial. “Otra de las ideas que me interesaron de esta autora -dice- es que revaloriza a la intuición, un saber interno que históricamente ha sido despreciado y que tenemos tanto mujeres como hombres”.

    A la revalorización de su intuición, Durán sumó a su vida personal y profesional una dosis de paciencia para ver el resultado de su trabajo. Antes de leer ‘The Compound Effect’ (Efecto Compuesto) de Darren Hardy ya pensaba que la sociedad vivía en lo que llama el mundo del microoondas, en alusión a la velocidad con la que este artefacto permite calentar la comida.

    En su libro Hardy sostiene que uno de los problemas del mundo empresarial es que siempre está en la búsqueda de la inmediatez. Frente a ese paisaje, donde el lento siempre es aniquilado por el más rápido, plantea que una serie de pequeñas acciones con enfoques específicos pueden generar, a largo plazo, resultados positivos.

    “Para mí esta idea es una invitación para volver al tiempo de nuestros abuelos, donde el éxito duradero solo se lograba después de años de esfuerzo y constancia. Como estamos acostumbrados a la inmediatez, no tenemos la paciencia para reconocer que en un momento dado nuestras acciones van a generar resultados”.

    Otro de sus libros preferidos es ‘Built to Sell’ (‘Construido para vender’) de John Warrillow, una obra novelada que cuenta la historia de un empresario que quiere vender su negocio. El autor cuenta, de una manera coloquial y amena, el proceso que una persona debería realizar para convertir un emprendimiento o un negocio pequeño en una empresa apetecida por varios compradores.

    Durán leyó el libro de Warrillow en su Kindle, un dispositivo electrónico que tiene abarrotado de publicaciones. Aunque prefiere los libros físicos, porque le gusta subrayar y escribir al margen, cuenta que lee mucho en digital porque la mayoría de lecturas que le interesan están en inglés y no se encuentran con facilidad en las librerías ecuatorianas.

    También recuerda que antes de enfocarse en la lectura de libros empresariales le gustaban las obras de escritores rusos como León Tolstói, autor de ‘Ana Karenina’, una de las novelas que más ha disfrutado. Agrega que ahora también le ha dado espacio a los audiolibros. “Me encanta leer, pero para mí cada libro que termino es una conquista, porque es complejo dedicar tiempo a esta actividad en medio de esta cultura de microondas de la que te hablaba”.

    Mi libro de cabecera

    ‘Playing Big’. Paola Durán recomienda este libro porque está convencida que el ser humano tiene la capacidad de jugar a lo grande en todas las facetas de su vida. “Se han producido cambios en relación a las empresarias pero aún falta cambiar la mentalidad”.

    Paola Durán junto a la pequeña biblioteca que tiene en su casa. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
    Paola Durán junto a la pequeña biblioteca que tiene en su casa. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
  • La lectura le permite superar la adversidad

    Giovanni Astudillo. Editor (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    La afición por la lectura que tiene la abogada cuencana Claudia Inés Campoverde Cárdenas fue inculcada por su padre Manuel, quien le encomendaba que lea a diario las principales noticias y que le dé un resumen verbal. Al principio lo hizo por obligación, pero paulatinamente le gustó.

    “Agradezco que mi papá hizo que me interesara por la lectura. Es mi ejemplo”. Esa suerte de tarea se repitió años más tarde, cuando ingresó al Servicio Nacional de Aduana del Ecuador (Senae), que fue su primer trabajo.

    En ese entonces, el Director de la Aduana en Cuenca le ordenó que revisara a diario los boletines con las resoluciones de esta entidad y que haga un resumen. De esa forma aprendía y se actualizaba sobre la legislación relacionada con el comercio exterior.

    Campoverde, quien es la actualidad es la Directora Distrital de la Senae en Cuenca, considera que la muerte de su hermana mayor y, posteriormente, de su madre Inés Cárdenas, marcaron su vida y su interés por determinado tipo de libros o temas especiales. “No nos preparan para la muerte”.

    Cuando las perdió, empezó a revisar a través de Internet publicaciones que explicaban cómo enfrentar el proceso de un duelo y las que etapas que se deben atravesar. Allí, surgió su interés por libros relacionados con la vida y la muerte. “De esa forma aprendí a amar la vida y vivir cada instante, porque no somos eternos…”.

    Entre otras publicaciones, ella destaca la ‘Antropología de la muerte’, escrita por el profesor universitario e investigador francés Louis-Vicent Thomas. Accedió al texto porque su esposo, quien es abogado, sigue una maestría en Antropología. “Este libro es muy interesante porque enseña cómo ven la muerte las personas de Oriente y las de Occidente. Cómo vieron nuestros antepasados y cómo lo hacemos nosotros. Da un enfoque diferente y el autor nos invita a que nos preparemos”.

    Además, le permitió entender que ella es una persona resiliente y que tiene la capacidad de recuperarse ante la adversidad.

    Campoverde también es catedrática en la Escuela de Derecho de la Universidad del Azuay. Por ello, se interesa por leer textos que le permitan aprender sobre el futuro, nuevas generaciones y su rol como docente. “Me ha ayudado a entender el comportamiento de los alumnos e intereses. Para estar más cerca a ellos y que sea más sencillo impartir mis cátedras”.

    Uno de esos libros es ‘Homo Deus’, del autor Yaval Noah Harari. Según ella, si bien lee textos relacionados con la jurisprudencia y comercio exterior para estar actualizada, estas otras publicaciones le permiten relajarse.

    Entre las 05:00 y las 06:00 es su horario predilecto para leer, pero también lo hace en la noche, antes de dormir. En esos tiempos busca un libro que no esté relacionado con su trabajo, sino que le permita desarrollarse personalmente. Otra predilección es leer un texto a la vez y luego comenzar otro.

    Campoverde no tiene inconveniente en leer en digital por sus estudiantes, sin embargo, prefiere hacerlo en papel porque le gusta subrayar para volver a revisar.

    Mi libro de cabecera

    Frida Kahlo. A Claudia Campoverde Cárdenas le gusta este libro de Laia González, porque relaciona a la protagonista con su madre. Ella dice que su progenitora tuvo la capacidad de afrontar la adversidad, como la muerte de su primera hija, y lo hizo a través de la pintura.

    Claudia Campoverde en su oficina particular en el centro de Cuenca. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
    Claudia Campoverde en su oficina particular en el centro de Cuenca. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
  • Estudios y biografías están en sus lecturas

    Alexander García

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    Como un apasionado por la geografía y de los viajes el principal interés como lector de Isidro Fierro es el de los estudios culturales e interculturales. El decano de la Facultad de Estudios Internacionales de la Universidad Espíritu Santo (UEES) es además un estudioso de las dinámicas de las relaciones internacionales y de los conflictos en oriente medio.

    Si hay un libro clásico en esa materia es el ‘El choque de civilizaciones’ del politólogo Samuel P. Huntington. “Narra cómo se sembró en Oriente Medio ese crisol de odio hacia los occidentales desde la guerra rusa-afgana en 1979 y se empezó a gestar Al Qaeda y el Estado Islámico”, dice Fierro, biólogo molecular con un magíster en Administración de Empresas.

    Sobre los retos que supone el choque de culturas para los negocios internacionales, el académico destaca el libro ‘Strangers, neighbors, friends’ (Extraños, vecinos y amigos, 2018), escrito entre otros por Aziz Abu, activista palestino y periodista explorador de National Geografic.

    El libro, que lleva como subtítulo el de ‘reflexiones musulmanes, cristianas y judías sobre la compasión y la paz’, cuenta la historia de un palestino que entabla amistad con su vecino judío y emprenden juntos una agencia turística para enviar turistas a Jerusalén con dos guianzas, una judía y una palestina, sobre los sitios de interés de la Ciudad. “Es un gran ejemplo de emprendimiento en culturas antagónicas, de cómo se pueden salvar diferencias culturales e históricas tan marcadas”.

    La Facultad de Estudios Internacionales de la UEES estrena la carrera de Negocios Internacionales, con clases completamente en inglés y la obligatoriedad de hablar un tercer idioma. La Escuela de Idiomas de la Facultad ofrece los itinerarios de francés, japonés, italiano, portugués y español, para los estudiantes extranjeros. “El tema que más me interesa ahora es de las competencias interculturales en términos de los negocios internacionales, lo que implica no solo hablar dos o tres idiomas, sino adaptarse a todo un entorno cultural”, dice Fierro.

    También es un lector de biografías de personajes como Mahatma Gandhi, el apóstol de la desobediencia civil no violenta; y de activistas de los derechos civiles como César Chávez, líder campesino estadounidense de origen mexicano. En su biblioteca conserva por cultura general una traducción comentada de El Corán – Fierro vivió seis meses en Malasia, país que tiene al Islam como religión oficial, ha viajado por 45 países y colecciona billetes y souvenirs del mundo-. También acumula libros sobre geografía y las banderas de los países.

    Esa pasión por la geografía y los viajes la adquirió leyendo de niño la novela ‘El país de Manuelito’, de Alfonso Barrera, clásico de la literatura infantil ecuatoriana, que cuenta la historia de un niño que recorre las provincias del Ecuador. Ahora Fierro les lee a sus dos hijos el ‘Acebedario’, de María del Mar Gómez, en el que las letras un día hacen huelga y escapan de las páginas de los libros, “enojadas porque todo el mundo no se despega de tabletas y celulares”.

    Isidro Fierro dirige hace 8 años la Facultad de Estudios Internacionales. Foto: Mario Faustos / Líderes
    Isidro Fierro dirige hace 8 años la Facultad de Estudios Internacionales. Foto: Mario Faustos / Líderes
  • La lectura fue el pilar para su crecimiento

    Redacción Cuenca

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    El gusto por la lectura es una herencia familiar que fue inculcada por su abuelo, su progenitor y su madre. Ellos incentivaron esa afición en la arquitecta, María Augusta Hermida, y en su hermana Tania, la cineasta.

    La literatura nacional fue la temática preferida durante la infancia y adolescencia de la actual Directora del Grupo de Investigación Ciudades Sustentables Llacta Lab. Luego optó por la latinoamericana y la ciencia ficción.

    Uno de los primeros libros que la cautivaron fue ‘Un mundo feliz’, del británico Aldous Huxley. “Se planteaba qué estaba pasando con la humanidad en ese entonces”. Fue publicada por primera ocasión en 1932.

    Su gusto por la lectura influyó en la toma de sus decisiones para su formación profesional. Ella empezó sus estudios universitarios en la Politécnica Nacional siguiendo Ingeniería de Sistemas. Luego incursionó en Sociología y Filosofía. Finalmente llegó a la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Cuenca.

    “De alguna forma en esta profesión confluyen las ciencias técnicas, las sociales y la creatividad y el arte. Esta posibilidad de acceder a un conocimiento interdisciplinario se abrió por la lectura”, señala María Augusta Hermida, quien también es catedrática de la Universidad de Cuenca.

    Entre los libros más importantes que ha leído para su formación está la ‘Teoría del proyecto’ del arquitecto catalán Helio Piñón. Es un texto transcendental que ella recomienda a quienes están estudiando esta carrera porque aporta con las bases de lo que se debe considerar como una buena arquitectura. “Como debe ser rigurosa y consistente… Fue mi libro de cabecera durante mi tesis doctoral, que realice en la Universidad Politécnica de Cataluña”.

    La publicación ‘Momentos estelares de la humanidad’ de Stefan Zweig también está entre sus predilectos porque tiene un mensaje esperanzador: la genialidad de una persona o un momento determinado o casual generaron cambios radicales en la historia.

    La actualidad, dice Hermida, plantea muchos desafíos por el cambio climático, necesidad de nuevas energías… y “este libro da esperanzas de decir que somos capaces”.

    La lectura también le ha sido fundamental en la dirección del Grupo de Investigación Ciudades Sustentables. Un texto fundamental, señala, es ‘Ciudades para la gente’, de Jan Gehl, que orienta para que las urbes sean pensadas desde el punto de vista de las personas y tener alta calidad de vida.

    A ella le gusta leer en papel porque las imágenes impresas dicen mucho y permiten aprender. También le gusta acceder a varias publicaciones a la vez. En ocasiones, solo le interesan capítulos o artículos, muy puntuales, para la producción científica en la que está inmersa.

    Su horario preferido es por la noche porque suele dormir muy tarde. Según Hermida, la lectura le permite tener un momento de ocio y la posibilidad de aprender desde otras miradas. Y es una herencia que también ha inculcado en sus dos hijos.

    María Augusta Hermida y sus libros en su departamento en Cuenca.
    María Augusta Hermida y sus libros en su departamento en Cuenca. Foto: Xavier Caivinagua para Líderes
  • Un espacio para los juegos y la lectura de los pequeños

    Patricia González

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    Ana María Pinto es maestra de preescolar de un colegio ubicado en Cumbayá. También es madre primeriza de un varón de seis meses. Meses atrás, durante su embarazo, buscaba ideas en Internet para decorarle el cuarto a su bebé. Visitando la red social Pinterest halló modelos de ‘tippies’ o carpas para niños, que no había visto.

    Su madre, Ana Mercedes Salazar, quien se dedica a la confección de bolsos ecológicos desde hace varios años, se puso manos a la obra para regalarle el ‘tippie’ a su nieto, con los patrones que su hija encontró en Pinterest.

    El ‘tippie’ formó parte de la decoración del cuarto del bebé en Ambato, ciudad natal de Ana María y en la que permaneció tres meses después del parto. Entre los familiares y amigos que visitaron al pequeño, este elemento fue una sensación. Les preguntaban si los hacían para vender. Y así, surgió el negocio.

    Luego de varias pruebas, hija y madre comenzaron a confeccionar los primeros modelos que salieron a la venta en enero pasado. El emprendimiento se bautizó como Kiddo’s place, nombre con el que se lanzó en redes sociales, canal por donde fueron llegando más y más pedidos.

    El producto es personalizado. El cliente escoge el tipo de tela, que puede ser nacional e internacional, los colores, el tamaño y los accesorios adicionales que desee. El modelo original mide 1,10 metros por lado por 1,50 metros de alto. Pero, esto puede variar según la edad del niño o los usos que quiera darle el cliente.

    Los materiales que se utilizan son cuatro palos de madera y lona de algodón. Si el cliente lo desea se le incluye un piso acolchado o sencillo. También cojines o accesorios decorativos como banderines o atrapasueños.

    El costo del ‘tippie’ sin ningún elemento adicional, en tela nacional, es de USD 95. Mientras que en tela importada es de USD 105. El piso se vende en USD 20, los cojines en 8 y otros accesorios en 10.

    Estefanía Dávila conoció a Ana María y su emprendimiento a través de Facebook y un amigo en común. Hace alrededor de un mes le compró tres carpas para sus hijos: dos mellizas de seis años y un bebé de cinco meses. “Las niñas lo ocupan en las tardes en sus tiempos de lectura, con el bebé me sirve para ejercicios de estimulación de la motricidad, porque ya pronto empezará a gatear”.

    Como maestra y apasionada de la lectura, “desarrollar el amor por este hábito” es uno de los fines con el que Ana María ha promocionado el producto, del que también ha hecho uso en la sala de juegos del colegio, con sus alumnos de tres años.

    Gabriela Carvajal es otra cliente. Ella es representante del colegio donde Ana María trabaja. Uno de los ‘tippies’ es para sus dos hijas, de cinco y siete años, y el otro para su sobrino de dos años.

    “A mis hijas les encanta hacer cuevas, con cobijas y sillones. Por eso me pareció bonito para sus juegos y un lugar donde puedan tener sus muñecos”, comenta Gabriela. Destaca la calidad de las telas y del trabajo.

    La marca está facturando en promedio USD 2 000 al mes y a la fecha han logrado vender alrededor de 50 unidades. Los productos los envían a cualquier parte del país por courier. Desde el próximo mes también se venderán en el local Punto Concept Store, en Cuenca, donde se vende ropa y accesorios para niños.

    Los planes son expandir el negocio con la elaboración de cortinas que hagan juego con los ‘tippies’. Además, ofrecer asesoría en decoración de habitaciones.

    Cifra
    USD 95 es el costo de un tippie elaborado en tela nacional.

    Ana María Pinto, una maestra de preescolar, fundó el negocio en compañía de su madre, Ana Mercedes Salazar. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
    Ana María Pinto, una maestra de preescolar, fundó el negocio en compañía de su madre, Ana Mercedes Salazar. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
  • El amor por la poesía surgió con la lectura

    Giovany Astudillo

    Por su afición a la lectura le surgió otra pasión: la poesía. El director del Departamento de Educación Continua de la Universidad de Cuenca, Marcelo Vázquez, ha publicado siete poemarios.

    Son textos románticos, en su mayoría, que fueron dedicados a su esposa, a sus hijos y a la unidad familiar. También, evocan las vivencias personales o problemas y otros son para sus amistades.

    El último y reciente poemario se titula ‘Entre nubes de papel’. Los anteriores fueron ‘Pensamiento’, ‘Un baúl de recuerdos y un puñado de sueños’. Tienen un lenguaje coloquial, personalista y de fácil lectura, señala Vázquez. Todos fueron apoyados por la Universidad de Cuenca.

    La lectura de los poemas del español Gustavo Adolfo Bécquer fue una inspiración para Vázquez. “Es un sentimentalista nato, que caló en mi afición”, cuenta el exgerente de la Cámara de la Pequeña Industria de Azuay. También, le gusta la poesía clásica como la de Pablo Neruda.

    Su hábito por la lectura empezó en la adolescencia cuando tenía 12 años y cursaba el primer año del colegio Rafael Borja. En ese entonces una editorial y un medio de comunicación nacional publicaban libros de literatura, que se denominaba Ariel Juvenil.

    Este economista, de 59 años, recuerda que esos textos salían cada miércoles y los adquirió todos. Era un gusto que compartía con un grupo de compañeros. Cada libro lo leía durante una semana para estar listo para el siguiente. “Me dedicaba, por lo menos, una hora al día. Cada uno tenía cerca de 40 páginas”. Eran obras clásicas de la literatura universal como ‘María’, de Jorge Isaacs.

    Según Vázquez, eso aportó mucho a sus conocimientos literarios; por ello, cuando los profesores del colegio le recomendaban la lectura de algún texto, él ya tenía conocimiento. Con eso, logró un hábito de lectura diario, que perdura hasta la actualidad.

    Ese gusto ha buscado transmitir a sus estudiantes universitarios durante los 36 años que tiene como docente de economía, microeconomía y otras cátedras.

    A Vázquez también le gustan los textos de ciencia ficción. Tiene cerca de 100 libros vinculados con esa temática. Para él, estas publicaciones le permiten salir del trabajo diario. “Mi trabajo se centra en números, estadísticas y presupuestos, lo que da una formación esquematizada. Por eso, estos textos ofrecen otra visión social y más humana”.

    Los libros vinculados a la economía, realidad local, ecuatoriana y Latinoamericana, también, entre las preferencias de Vázquez.

    Además, tiene textos de macroeconomía, microeconomía, economía… Su intención es prepararse permanentemente. “En el caso de la realidad nacional tengo que recurrir a medios digitales y de comunicación”.

    El catedrático tiene una biblioteca amplia, que ya no cabe en los estantes de su casa, por ello los tiene guardados. Por lo general, los libros los adquiere en cada uno de sus viajes a encuentros internacionales de educación continua. “Siempre busco los libros de literatura o de economía”.

    Marcelo Vázquez fue dirigente gremial. Tiene 36 años en la cátedra. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
    Marcelo Vázquez fue dirigente gremial. Tiene 36 años en la cátedra. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES