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  • El cambio de matriz productiva mantiene asuntos pendientes

    Redacciones Quito y Cuenca (I)
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    El proceso de cambio de la matriz productiva deja dudas y tareas pendientes. Este plan promocionado por el Gobierno Nacional y dirigido por la Vicepresidencia de la República, en conjunto con el frente productivo, lleva en la práctica cerca de dos años.

    En la teoría, el programa pretende impulsar la transición del país de una economía basada en recursos primarios, sobre todo petroleros, a una economía pospetrolera sustentada en el conocimiento, según el documento titulado ‘Estrategia nacional para el cambio de la matriz productiva’.

    En el 2014, la Vicepresidencia de la República hablaba de algunos objetivos del programa como: un aporte de USD 5 200 millones al año más al Producto Interno Bruto en industrias básicas como petroquímica, siderúrgica, aluminio, astilleros, refinación de cobre, entre otras. Un aporte positivo de USD 2 300 millones anuales a la balanza comercial, también en industrias básicas; la reducción de importaciones no petroleras (conservas, cosméticos, ensamblaje, ropa y calzado) a través del fortalecimiento de la industria nacional; entre otros propósitos.

    Pero los hechos muestran otra realidad y autoridades y empresarios reconocen que los avances no son los esperados. El ministro de Industrias, Eduardo Egas, comentó en una entrevista publicada por LÍDERES el 1 de febrero, que el cambio de la matriz incluye el desarrollo de industrias básicas y estas no se hacen de la noche a la mañana. “Primero hay que definir una estrategia para que el país no esté creando elefantes blancos. Eso toma tiempo; estamos en el proceso de concretar proyectos. Pero los resultados todavía van a tomar un poco de tiempo más”.

    ¿Cuánto se ha avanzado en el cambio? “No es muy fácil hacerlo; diría en el caso de las industrias básicas, si lo queremos ver por el número de industrias, sería un 40%”. En resumen, según Egas, el 2015 fue un año crítico para todos y no escapa el sector industrial. “Ahora tenemos fuertes desafíos internos y externos”.

    En las empresas existen distintas miradas. Según Andrés Tapia, ejecutivo del Grupo Ortiz, la propuesta del cambio de matriz productivo impulsó y aceleró la decisión que tiene este grupo económico por invertir en el sector industrial desde hace varios años.

    La idea del grupo fue invertir en plantas para sustituir importaciones, por eso, instaló fábricas de bicicletas, de cocinas de inducción, toallas, juguetes y vajillas de melamine. También, amplió la línea de producción de plásticos.

    Tapia explica que son inversiones que no se recuperan en el corto plazo, pero aclara que todas están funcionando. “El Grupo sigue pensando en inversiones para desarrollar nuestro giro de negocio, que es el industrial”.

    El planteamiento de Grupo Ortiz, comenta Tapia, fue mejorar la productividad, eficiencia y calidad para competir y posicionarse en el mercado.

    El presidente de la Asociación de Ensambladores Eléctricos y Electrónicos del Ecuador, Gabriel Garcés, destaca la idea de contar con una nueva matriz, pero considera que aún falta trabajo. Él menciona que para este año la previsión de ensamblaje de celulares en el país no superará las 100 000 unidades, cuando en el 2014 se llegó al techo de 967 000 teléfonos armados en el país. Garcés espera que con el retiro de las salvaguardias durante el 2016 se recupere la producción de los dispositivos en el país.

    Otro sector interesado en el tema de la matriz productiva es el de software. Berioska Torres, directora ejecutiva de la Asociación Ecuatoriana de Software, califica como neutro al proceso.

    Torres menciona que hace dos años acudió a la Vicepresidencia de la República a presentar un formato de software alineado a la matriz, pero hasta el momento, dice, no existe respuesta.
    Desde la construcción se analiza el tema. Diana Cifuentes, técnica de la Cámara de la Industria de la Construcción, cuenta que del discurso oficial al hecho solo existen primeros pasos. “No existe un cambio total, no se mira una transformación”.

    El mayor avance, señala, es el impulso a la norma de la construcción en el que constan las edificaciones sustentables. En ese documento se habla del uso de paneles solares, así como el concepto de confort térmico, de iluminación de energía solar, eólica, entre otros puntos.

    Los avances no son los esperados en el sector productivo

    Dirigentes gremiales y empresarios miran los avances del programa del cambio de matriz productiva con una combinación entre expectativas y dudas.

    Francisco Alarcón, presidente de la Cámara de Industrias de Guayaquil (CIG), califica el plan del Gobierno como una “expresión de deseo”, que comparten con el Ejecutivo, porque valora la industria nacional, pero que de ahí no pasa.

    La industria ha ido tecnificándose, asegura, pero no es suficiente. Alarcón sostiene que para mejorar se requiere fomentar e invitar a la inversión privada, proteger la propiedad intelectual y brindar un clima de confianza. “Así se puede producir con mayor valor agregado, pero eso no se ha dado”.

    De acuerdo con Alarcón, el cambio de matriz productiva requiere de economías de escala; es decir, producir en grandes volúmenes y para ello es necesario trabajar con mercados grandes como la Unión Europea y EE.UU. Con el primer bloque, Ecuador está por confirmar un acuerdo comercial y con el segundo país no existe mayor acercamiento.

    Para el presidente de la Asociación de Ensambladores Eléctricos y Electrónicos del Ecuador, Gabriel Garcés, cuando se inició la propuesta del cambio de matriz productiva sí hubo beneficios para las ensambladoras de teléfonos móviles.

    Desde el 2011, cuando se ensamblaron 7 000 unidades, se registró un incremento constante en la producción hasta llegar al 2014, año en el que llegó a 967 000 celulares ensamblados en el país. Eso generó la creación de fuentes de empleo y el mejoramiento de la tecnificación porque había una normativa clara, dice Garcés.

    Pero a partir de ese año la situación cambió. No hay una normativa clara ni apoyo para el sector, asegura el representante gremial. “Ahora estamos en un proceso de desinversión y despidiendo al personal”.

    Según Garcés, el cupo autorizado para importaciones en el 2015 fue de USD 212 millones e ingresaron 150 millones. “Ahora subieron a 250 millones y en la práctica representa una liberación de importaciones”. Él señala que el efecto en las siete ensambladoras del país será la disminución de la producción. Para el 2016 la previsión de ensamblaje de celulares en el país no superará las 100 000 unidades.

    Garcés explica que el ensamblaje de televisión mantiene una normativa clara que fomenta la actividad y pese a que el año pasado se aplicaron salvaguardias a los CKD (partes y piezas), el sector ha ganado participación frente a las importaciones.

    En el 2014 se importaron CKD para ensamblar televisores por USD 111 millones y en el 2015 cayó a 77 millones por la situación económica del país y la vigencia de salvaguardias. Garcés espera que con el retiro de estas medidas se recupere la producción.

    Para Guillermo Pavón, director general de la Federación Ecuatoriana de Industrias del Metal (Fedimetal), el avance ha sido satisfactorio. Él recuerda que, a fines del 2013, se firmó un convenio con el Ministerio de la Producción. Se mencionaba incrementar el valor agregado, diversificar la producción, sustituir las importaciones, desarrollar cadenas productivas y mejorar las exportaciones del sector.

    En ese entonces acordaron ejecutar ese convenio en dos etapas. La primera etapa fue la capacidad de respuesta competitiva de la industria metalmecánica, para resolver el déficit de la balanza comercial. Eso implicó fabricar nuevos productos como laminados, tubería, alambre, manufacturas de metal, depósitos, tanques, equipos de transmisión de energía eléctrica, entre otros.

    Se cumplió en un 80%. No se concretó por completo, porque hubo dificultades en la contratación pública, pero se logró un ahorro en importaciones de USD 300 millones entre 2014 y 2015.

    La segunda etapa está en proceso de implementación y consiste en incrementar el valor agregado, diversificación de los productos, el desarrollo de cadenas productivas y el crecimiento de las exportaciones.

    Metas de empleo y de innovación aún se trabajan

    El empleo y la innovación son otras dos variables que se contemplan en el programa del cambio de la matriz productiva.

    Según la Vicepresidencia de la República uno de los objetivos del plan es incrementar los puestos de trabajo con la generación de 9 000 empleos directos en la operación de industrias básicas y de 485 000 empleos directos en agroindustrias.

    La estrategia nacional para el cambio de la matriz productiva habla de generar empleo de calidad y se fija como meta alcanzar una tasa de 55% de empleo adecuado en el 2017; en diciembre pasado la tasa cerró en 46,5%.

    El ministro de Trabajo, Leonardo Berrezueta, reconoce no contar con datos de cuánto empleo ha generado el programa del cambio de la matriz productiva. “Pero puedo decir que el tema del cambio de la matriz productiva está en plena marcha”. Según el funcionario, el plan del Gobierno permite impulsar al sector productivo e inyectar capital.

    En cuanto a la innovación, la estrategia para el cambio de la matriz productiva señala que debe contar con diversas opciones de financiamiento, que se ajusten a las realidades de cada etapa de su desarrollo. “No solo debe existir crédito productivo sino también capital de riesgo para incentivar emprendimientos que aporten al cambio de la matriz”.

    Alejandro Añazco, gerente de la empresa fabricante de cabezales para pozos petroleros y válvulas Mission Petroleum, explica que el proceso de cambio de la matriz es de largo plazo y requiere de fuertes inversiones.

    El empresario advierte que es un proceso en el que deben interactuar tanto el Gobierno como la empresa privada. La firma empezó con la reparación de cabezales hace 15 años y desde hace tres los fabrica.

    Pero para llegar a este paso de creación de valor añadido, además de las inversiones, la firma tuvo que implementar procesos de innovación y de certificación internacional que les permitiera vender estos equipos especializados para el sector petrolero.

    Esta es la parte que cumplió la empresa y que desplazó a las importaciones de estos productos. “Pero del lado del Gobierno debe haber una voluntad de priorizar esa producción local de calidad en el largo plazo, para que puedan existir más inversiones y valor añadido”, dice Añazco.

    Rafael Serrano, gerente de Industria Harinera -que además de producir harina de trigo, trabaja en el campo de la galletería y de las premezclas para la elaboración de diversos postres- indica que en su sector se ha visto pocos avances en el tema del cambio de matriz productiva. Eso, debido básicamente a dos factores.

    En primer lugar, señala, porque es un sector que puede crecer poco en valor agregado, además de que tiene una amplia competencia. Y en segundo lugar, porque hay normas muy rígidas y punitivas para las empresas en cuanto a controles sobre todo en temas tributarios. “Esto ha impedido que las empresas sean más eficientes y logren alcanzar un mayor valor añadido”.

    Para Cristian Riofrío, director de la Asociación Ecuatoriana de Industriales de la Madera, si bien se cree en los conceptos generales del cambio de la matriz productiva, en la práctica, no se ha llegado a consolidar. Aún está pendiente el trabajo en incrementar la oferta exportable, diversificar la producción y generar valor agregado, ejes que forman parte del cambio de matriz pero que aún no se cumplen.

    El Grupo Ortiz, con su base de operaciones en Cuenca, ha invertido en plantas para sustituir importaciones. Cuenta con fábricas de bicicletas, cocinas de inducción, toallas, juguetes, etc. Foto: archivo Xavier Caivinagua / LÍDERES
    El Grupo Ortiz, con su base de operaciones en Cuenca, ha invertido en plantas para sustituir importaciones. Cuenta con fábricas de bicicletas, cocinas de inducción, toallas, juguetes, etc. Foto: archivo Xavier Caivinagua / LÍDERES
  • Cepal sugiere a Venezuela diversificar producción y apoya medidas

    Agencia EFE

    México

    La secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, dijo este 13 febrero que uno de los grandes retos de Venezuela es diversificar su matriz productiva y uno de sus fines debe ser la autosuficiencia en materia alimentaria, al tiempo que apoyó las medidas cambiarias.

    «Uno de la grandes desafíos que tiene Venezuela es diversificar su matriz productiva para no ser tan dependiente del petróleo, tienen territorios vastos como para hacer una producción agropecuaria mucho mayor», dijo la mexicana a los medios de comunicación.

    Bárcena habló sobre el momento que vive el país suramericano tras dictar la conferencia magistral «Panorama económico y social de América Latina y el Caribe en una coyuntura mundial compleja» en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

    «Yo diría que tiene que invertir en otros sectores productivos para poder volverse realmente una nación más autosuficiente, sobre todo en materia alimentaria«, apuntó. La titular de la Cepal indicó que la actual situación por la que atraviesa Venezuela «preocupa mucho», sobre todo en materia económica.

    «El precio del petróleo, que ha bajado tanto, y las medidas que acaban de tomar respecto a abrir el mercado cambiario, creo que van en la dirección correcta», apuntó. La funcionaria dijo que deben esperar para ver la implementación de esas medidas y cuáles son los desafíos que va a traer, pero es un tema muy importante, toda vez que -apuntó- «no puedes tener tres tipos de cambio en una economía, ya que es muy complejo».

    «Creo que va en la dirección que debe ir y esperemos que esto sea un primer paso para resolver otros problemas que tiene Venezuela«, mencionó. El nuevo modelo cambiario, representado en el Sistema Marginal de Divisas (Simadi) y anunciado el martes pasado por el vicepresidente para el Área Económica, Rodolfo Marco Torres, comenzó a funcionar ayer después de la publicación del nuevo convenio cambiario en la Gaceta Oficial del Estado.

    Al Simadi podrán acudir las personas naturales y jurídicas públicas y privadas para realizar transacciones en divisas en efectivo o a través de bonos de deuda y transferencias bancarias. La oferta y la demanda determinará cada día el valor de la divisa, que se encargará de difundir el Banco Central de Venezuela.

    Cepal
    La secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), recomendó a Venezuela diversificar su matriz productiva. Foto referencial: EFE
  • El empresario espera las pautas específicas del programa oficial

    El cambio de la matriz productiva, uno de los programas económicos más ambiciosos del Gobierno, tiene un año crucial, según empresarios y analistas consultados.

    En el desarrollo de esta iniciativa, las autoridades apuestan por el trabajo con la empresa privada. Esto quedó demostrado en noviembre, cuando el ministro de Industrias, Ramiro González, señaló que sin el sector privado no se puede dar el cambio de matriz productiva. «Los empresarios son los artífices de este cambio».

    Richard Martínez, vicepresidente ejecutivo de la Cámara de Industrias y Producción, cree que este año será de concreciones. «Hasta el momento se han observado los grandes lineamientos del cambio de matriz, pero en el 2014 se van a definir las pautas específicas». El dirigente considera necesario fortalecer la competitividad y crear un canal de diálogo estructurado.

    Uno de los sectores involucrados con el cambio de matriz productiva es el de la industria del metal. Guillermo Pavón, de la Federación Ecuatoriana de Industrias del Metal, cree que con el programa que impulsa el Gobierno, el sector metalmecánico tendrá mayor desarrollo. Añade que el cambio de matriz permitirá en el 2014 que el segmento diversifique su producción, sustituya importaciones y mejore la oferta exportable de las 37 empresas que son parte de la Federación. «Se pueden sustituir unos USD 630 millones en importaciones».

    Los textileros también están a la expectativa. El presidente de la Asociación de Industriales Textiles del Ecuador, Javier Díaz, califica al cambio de matriz productiva como una idea ambiciosa. Pero añade que para este sector, antes de dar el salto, las prioridades son tres: recuperar el mercado interno que está saturado de contrabando y productos importados. Los otros dos puntos son: incrementar el financiamiento y mejorar la mano de obra.

    • USD 630 millones se pueden sustituir en importacio nes metalmecánicas.
  • Los economistas hablaron para sus futuros colegas

    Redacción Quito

    La realidad económica nacional, el cambio de matriz productiva, el capital humano, la soberanía alimentaria y el endeudamiento público… fueron algunos de los temas analizados durante la III Semana Internacional del Economista, organizada por la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, del 18 al 22 de noviembre, en Quito.

    Durante los cinco días que duró el evento, 54 expositores presentaron sus ponencias en los auditorios del centro universitario. Algunas de las charlas fueron dictadas por los egresados de la Faculta de Economía de la PUCE.

    María José Vaca, por ejemplo, habló sobre el impacto del bono de desarrollo humano en la oferta laboral ecuatoriana. Diana Zambonino, también graduada de la PUCE, analizó las diferencias laborales y discapacidad en Ecuador, el 2005 al 2011. La sostenibilidad de las cooperativas de ahorro y crédito, fue el tema de la exposición de Carina Morales. «Todos estos fueron trabajos de tesis elaborados por los mismos estudiantes», asegura Mónica Mancheno, decana de la Facultad.

    Este evento, explica Mancheno, es el resultado de seis meses de planificación conjunta entre las autoridades universitarias y los estudiantes. Alrededor de 150 personas, entre estudiantes y personas particulares asistieron a las charlas, en la mañana, tarde y noche Adicionalmente, se realizaron 14 foros en los que participaron los representantes de l sector público y privado, como Richard Ramírez, de la Cámara de Industriales de Pichincha, y José Arauz, de la Senplades, quienes expusieron sus ideas sobre los que traerá el cambio de matriz productiva, respecto a las microfinanzas, la industria y la política pública.

    «Esta es una oportunidad para analizar la economía desde diferentes ángulos y también dar una participación importante a los estudiantes», explicó Danilo Albán, estudiante del 3° semestre de Economía. Los estudiantes colaboraron en la organización y desarrollo.

  • Los primeros acuerdos firmados

    Yachay pretende ser el puntal para el cambio de la matriz productiva. El engranaje entre la Academia, la innovación y la industria ecuatoriana.

    Para ello, las alianzas estratégicas son claves en el proceso de vinculación con el empresariado, para plasmar las ideas en proyectos concretos de desarrollo.

    Uno de los sectores que más apuesta por la investigación y la innovación es el ganadero. Hace cinco meses, la Asociación de Ganaderos de la Sierra y el Oriente (AGSO), suscribió un acuerdo con la entidad pública. El convenio, cuenta Juan Pablo Grijalva, gerente general de la Asociación, busca mejorar la crianza del ganado ecuatoriano para conseguir mejores productos.

    Para ello, explica el ejecutivo, el convenio cuenta con dos puntales: el primero es la construcción de laboratorios para el mejoramiento genético de los animales. El segundo es la capacitación continua a los ganaderos del país.

    Por esta razón, el proyecto incluye la instalación de tres laboratorios en el campo de Yachay EP, para la transferencia de embriones, la transferencia de embriones in vitro y la extracción de semen, fresco y congelado.

    El área de construcción tendrá entre 2 500 m² y 3 000 m², en una superficie total de 40 hectáreas. Para concretar este proyecto, que se prevé esté listo a principios del próximo año, se realizará una inversión público-privada de aproximadamente USD 1,5 millones.

    En el momento trabajan 20 técnicos de la AGSO en la búsqueda de expertos internacionales para el asesoramiento. Procedimientos argentinos y neocelandeses están en la mira.

    Otro aliado es Telefónica Movistar. Juan Manuel Casas, su presidente Ejecutivo, asegura que firmaron un convenio, «para que el talento ecuatoriano se quede en el país y no tener que emigrar a Silicon Valley, por ejemplo».

    El acuerdo consiste en la creación de un laboratorio de innovación centrado en soluciones para ciudades digitales (‘smart cities’). Este centro buscará resolver problemas como la eficiencia en el tráfico, el consumo de agua para riego público, la electricidad, la seguridad ­ciudadana, entre otros.

    Walpana -un emprendimiento ecológico que se dedica a la fabricación de productos de limpieza con materias primas naturales-, también tendrá su centro de operaciones en la Ciudad del Conocimiento. Javier Pozo, su gerente, estima que para mediados de este año tienen previsto que empiece la producción.

    Para ello, invertirán USD 600 000, en la maquinaria, los insumos y el laboratorio para investigación. Su portafolio de productos posee cuatro categorías: cuidado del hogar, cuidado personal, industrial y automotriz.

    Otra de las alianzas se suscribió con la Cámara de Transportistas Pesados del Ecuador. El objetivo es crear el primer instituto de investigación para el servicio de transporte para la profesionalización de este sector, así lo asegura Nelson Chávez, presidente del gremio.

    Opciones para las compañías

    El trabajo. Yachay EP ofrece dos modalidades a las empresas: Zete y Proyectos.

    Zete. Con la zona económica de desarrollo especial, la empresa se instala en Yachay EP y obtiene reducción del 5% del Impuestos a la Renta; tarifa 0% de IVA en importación de bienes de capital y materias primas, entre otros.

    Proyectos. Se fijan necesidades y una inversión en el tiempo para disfrutar de los resultados.

    LA PROPIEDAD INTELECTUAL INQUIETA A LAS EMPRESAS

    Las definiciones de propiedad intelectual, de lo que es una patente, sobre derechos de autor -entre otros- son temas que generan inquietud entre representantes de empresas y gremios que están vinculados con Yachay EP.

    Berioska Torres, directora ejecutiva de la Asociación Ecuatoriana de Software (Aesoft), tiene la percepción de que aún no están claros los conceptos y alcances de una patente o de un derecho de autor. Ella añade que en todo desarrollo la propiedad intelectual está involucrada. «Por eso buscamos que se promuevan esos conceptos».

    Guadalupe Durán, gerenta de Microsoft en Ecuador, comparte lo dicho por Torres. La ejecutiva añade que es necesario educarnos en diferenciar una patente, un registro de marca, etc.. «No podemos generalizar y pensar que lo que ocurre en una industria se replica exactamente igual en otra. Una cosa es ser autor, desarrollador, inventor, etc. Hay que entender diferencias y conceptos de propiedad intelectual en cada industria».

    Torres y Durán están a la expectativa de lo que se plantee en el Código Orgánico de la Economía Social de Conocimiento. En esta normativa habrá un capítulo específico sobre la política de propiedad intelectual, según lo comentó en diciembre pasado René Ramírez, titular de la Senescyt.

    La representante de Aesoft, gremio que agrupa a 132 empresas, añade que los representantes de Yachay EP han ofrecido en las reuniones sostenidas respetar la propiedad intelectual. «Pero lo que no está claro son los límites o las formas», dice Torres.

  • Estado y empresas usan las alianzas con mayor frecuencia

    Redacción Quito y Guayaquil

    Las alianzas público-privadas cada vez tienen mayor espacio en los programas de las entidades públicas, así como en la planificación de las empresas.

    Los anuncios de convenios o acuerdos se escuchan con frecuencia. Así se encuentra que Movistar, por ejemplo, colabora con el Municipio de Quito en desarrollos tecnológicos, o que Continental Tire Andina, la Corporación Financiera Nacional y el Ministerio de Agricultura trabajan desde hace un mes en un programa de incentivos forestales.

    Otro ejemplo: el Ministerio de Industrias tiene convenios de cooperación con los sectores metalmecánico, de tecnología, automotor, alimentos y otros. La idea es fortalecer la productividad y la cadena de valor, la promoción y la inserción de productos nacionales en mercados locales e internacionales con miras al cambio de matriz productiva.

    Además, el Ministerio ejecuta desde julio pasado talleres en el marco del Proyecto Nacional para el Desarrollo de Cadenas Industriales (Encadena Ecuador). Con ello, se busca identificar e impulsar los productos que tienen potencial para producirlos localmente e ir a una sustitución selectiva de importaciones.

    Para Sebastián Hurtado, de la consultora Prófitas, las alianzas públicas-privadas surgen por un motivo: el presupuesto limitado que tiene todo gobierno. Según su punto de vista, para que las autoridades del país mantengan el ritmo de construcción de obras e infraestructura de interés nacional se requiere participación del sector privado, como socio.

    «Así se consiguen dos objetivos: que la empresa privada invierta y tenga rentabilidad, y que el Gobierno y las entidades públicas desarrollen proyectos para el bien de una ciudad o una región», asegura Hurtado.

    Ana María Correa, también de Prófitas, añade que este tipo de procesos requiere un cambio de cultura y mentalidad. «Hay complejidades en ambos sectores que se pueden desconocer. En un proyecto de 30 o 35 años el inversionista privado debe entender que hay una cadena de valor social y que no solo importa la ganancia económica».

    El vicepresidente de la República, Jorge Glas, asegura que las alianzas con el sector privado son claves para el cambio de matriz productiva. Para impulsar la industria y los diferentes sectores, el empresariado cumple un papel fundamental para llevar a cabo los proyectos que el Gobierno ha implementado.

    Según el funcionario, la alianza ayuda a compartir e intercambiar experiencias para conseguir objetivos. Así lo afirmó en el marco del Encuentro Empresarial por el Cambio de Matriz Productiva, efectuado en Quito la semana pasada.

    El ministro de Industrias, Ramiro González, pone como ejemplo el trabajo que se cumple el ministerio que dirige con autopartistas y ensambladoras con el fin de que esta industria se tecnifique y estandarice procesos. «Con ellos estamos fortaleciendo la cadena metalmecánica para en dos años sustituir importaciones por USD 400 millones».

    Consorcios

    El programa.  Ese año se conformaron cuatro consorcios de exportación, bajo la dirección del Ministerio de Industrias y Producción.

    En operación. Dos consorcios del sector Agroindustrial, uno del sector metalmecánico y uno del sector cosméticos.

    En lo que va del 2013.  Este año se cuentan 15 consorcios. Nueve de Promoción; uno de Exportación; tres de Promoción y Venta; y dos Consorcios de origen.

  • El Gobierno de Pichincha apoya a las iniciativas privadas

    Redacción Líderes

    Los gobiernos seccionales también han centrado sus esfuerzos en desarrollar proyectos de apoyo al sector privado. Una de estas entidades es el Gobierno Autónomo Descentralizado de Pichincha (GAD Pichincha).

    El pasado miércoles la entidad junto con la Cámara de la Pequeña Industria de Pichincha inauguraron el I Encuentro Empresarial por el Cambio de Matriz Productiva. Allí 140 empresas mostraron sus productos y los gremios de diferentes sectores contaron sus experiencias de trabajo público-privado.

    Uno de ellos es el sector gráfico. Óscar Ayerve, director gráfico de esta área de la Capeipi, indicó que el Gobierno Descentralizado de Pichincha y la Senescyt se pusieron de acuerdo para formar prensistas y personal especializado.

    «Trabajadores técnico-operativos escasean en el país. Ahora todo es empírico. Esto va a ayudar para que la industria esté más tecnificada y pueda competir. La visión del gremio y del Gobierno Provincial permitirá que el año que viene ya se pueda empezar a formar a la gente en el instituto de la entidad».

    La idea es que estos trabajadores alcancen el título de tecnólogos. Inicialmente, según Ayerve, podrían ingresar a la capacitación entre 80 y 300 personas.

    Del lado privado, las empresas pondrán sus instalaciones y equipos para que se realicen las prácticas. Mientras que el Gobierno alemán, a través de la Cámara de Comercio Ecuatoriana Alemana, va a hacer una donación de máquinas para el instituto, con el fin de que se puedan formar a los alumnos (cada equipo que se done tiene un costo de USD 200 000).

    También USD 200 000 son los fondos japoneses a entregar al sector metalmecánico en el marco de un convenio con el Ministerio de Industrias. El objetivo es conseguir un desarrollo técnico con el trabajo de la academia, en este caso con la Escuela Politécnica Nacional (EPN).

    Adicionalmente, el sector metalmecánico de la Capeipi está trabajando con el Gobierno Descentralizado de Pichincha en un centro de diseño industrial. El fin es desarrollar nuevas tecnologías y productos, dar mayor valor agregado. Todo es parte del proceso de cambio de la matriz productiva.

    También en este sentido el gremio de industrias de alimentos y bebidas de la Capeipi ha recibido apoyo del Gobierno Provincial. Édison Romo, vicepresidente de este sector, asegura que las empresas han recibo capacitación en diversas áreas.

    «Para el cambio de la matriz productiva hay que abrirse a otros mercados, dejar de importar cosas que se pueden producir acá, desarrollar la mano de obra, generar productos con valor agregado, etc. Hemos tenido un importante apoyo del Gobierno Provincial en capacitación en temas de producción limpia, implementación de buenas prácticas de manufactura, entre otros».

    La voz oficial El GAD de Pichincha.   La entidad señala que busca la concertación público – privada para el desarrollo productivo de Pichincha. Brinda apoyo técnico, desarrolla compentecias laborales, etc.

  • Inversiones domésticas

    Las acciones emprendidas por el Gobierno, en cuanto a promover el cambio de la matriz productiva y mantener las restricciones en las importaciones, han provocado una serie de anuncios de nuevas inversiones en el sector empresarial.

    Solo la semana pasada, se informó que un grupo inversionista francés destinará USD 6 millones para instalar una planta de cacao fino de aroma; y el grupo Ortiz de Cuenca, comprometió USD 40 millones para una nueva fábrica de juguetes. En cerámica, también se anuncian USD 40 millones para potenciar la producción local.

    También se suman inversiones en las empresas públicas, como la de Tame EP para su cobertura amazónica con USD 18,9 millones o la de los nuevos centros de faenamiento de carne, con USD 20 millones hasta fin de año. A eso se añade que las tres principales ensambladoras, Ómnibus BB, Maresa y Aymesa, han identificado la sustitución de importaciones en USD 90 millones.

    Por ahora, el Ejecutivo no ha cuantificado el monto total de ofrecimientos de inversión en el sector privado, pero destaca que ha llegado a 400 acuerdos con empresas, para impulsar la producción local, optimizar la capacidad instalada y reemplazar al producto importado.

    Si todos los ofrecimientos se concretan es un paso positivo en el objetivo de promover la generación de empleo. Asimismo, puede ser el comienzo de una nueva etapa para la industria. Todo dependerá de que exista claridad, estabilidad y transparencia en las reglas de juego.

  • Las empresas tienen en el 2014 cuatro desafíos cruciales

    Mónica Orozco y Pedro Maldonado O.

    Con un año entero por delante, el sector empresarial ecuatoriano afronta cuatro grandes desafíos: las nuevas leyes que tramitará la Asamblea Nacional, el cambio de la matriz productiva, el Código Orgánico Penal Integral y el déficit de la balanza comercial.

    De los cuatro puntos en mención, los tres primeros tienen el sello del Gobierno y sus autoridades, e implican un nuevo marco de acción para los sectores productivos. Pero a diferencia de otros años, el 2014 inicia con un diálogo entre Gobierno y empresarios, que evoluciona favorablemente. A finales de noviembre pasado, en un acto público, el ministro de Industrias, Ramiro González, y el titular de la Cámara de Industrias y Producción, Pablo Dávila, intercambiaban halagos.

    El funcionario estatal señalaba que sin los empresarios no puede haber un cambio de la matriz productiva. «Ellos saben lo que se requiere para desarrollar una política industrial eficiente». Dávila añadía que los industriales confían en el Ministerio de Industrias y que están dispuestos a seguir trabajando con las autoridades.

    La mirada del empresariado ecuatoriano también estará atenta de lo que ocurra en la Asamblea Nacional. Allí están pendientes, por ejemplo, la reforma a la Ley de Mercado de Valores que se encuentra en segundo debate y lista para ser tratada por el Pleno; también están a la espera las reformas a la Ley de Economía Popular y Solidaria, de Recursos Hídricos, entre otras.

    Para María Rosa Fabara, presidenta del Consejo de Cámaras y Asociaciones de la Producción, algunos de estos cambios pueden ser positivos, pero no dejan de generar incertidumbre. «Los cambios legales, sean buenos o malos, generan una inseguridad y estos son mal valorados en el momento de invertir».

    La preocupación inmediata para el sector empresarial es el Código Orgánico Integral Penal (COIP), tras su aprobación en segundo debate en la Asamblea el pasado 17 de diciembre.

    El Ejecutivo tiene que pronunciarse hasta mediados de enero y nuevamente el texto regresará al Pleno del Legislativo, para su aprobación definitiva.

    Los temas que más inquietan tienen que ver con las secciones llamadas Delitos contra el derecho al trabajo y a la Seguridad Social, y contra el Régimen de Desarrollo. El documento endurece los delitos tributarios al establecer hasta 10 años de pena privativa de la libertad. Hoy, el Código Orgánico Tributario establece penas de hasta seis años. También plantea hasta siete días de prisión a los empleadores que no afilien a sus trabajadores.

    Sobre los cambios al tema laboral, Xavier Sisa, director jurídico de la Cámara de Industrias y la Producción (CIP), señala que deben definirse temas como los derechos de los trabajadores, las obligaciones de empleadores y las modificaciones a figuras como la jubilación patronal o la sindicalización por ramas de actividad. En los otros temas, como leyes de Tierras y Aguas, deben definirse -dice- derechos de propiedad privada, fortalecimiento de actividades productivas y los permisos de aprovechamiento de los recursos.

    La balanza comercial es otro de los desafíos. La paralización de la Refinería de Esmeraldas, prevista para abril, obligará al país a importar más combustibles y lubricantes; además, la previsión del crecimiento de las exportaciones no supera el 5%, según Fedexpor.

    El mismo Gobierno reconoció hace un par de semanas que se está llegando a una situación difícil por el déficit de la balanza comercial y la de pagos. El ministro de Finanzas, Fausto Herrera, señaló días atrás que el déficit de la balanza comercial es la principal debilidad de la economía del Ecuador.

    En general, la economía ecuatoriana, si no hay cambios abruptos en los precios del petróleo y de las materias primas agrícolas, podría presentar un crecimiento similar al del 2013, es decir, alrededor del 4% anual. Así lo asegura Santiago García, docente de la Universidad Central del Ecuador.

    En un análisis, este investigador sostiene que el crecimiento previsto obedecería a que la inversión pública mantendría similares niveles al año precedente; además, el precio del barril de petróleo podría ser menor a los USD 86,4 presupuestado en la Pro forma presentada para este año; porque la balanza comercial continuará siendo deficitaria; y porque la inversión extranjera directa no variará mayormente manteniéndose en niveles muy modestos.

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  • Máquinas láser que se desarrollan en Cuenca

    Redacción Cuenca

    Su proyecto se enfoca en el cambio de la matriz productiva. Desde hace 15 años, la empresa cuencana Caditex importa maquinaria para los sectores textil, publicitario…, pero desde hace cinco decidió incursionar en el desarrollo de máquinas con aplicaciones láser para hacer cortes y grabados en diferentes materiales no metálicos.

    Luego de tres años de investigaciones e inversiones en desarrollo, que se calculan en USD 300 000, inició la producción de su primera máquina. Es una cortadora y grabadora con láser que puede ser utilizada en madera, plástico, tela, papel, vidrio, cuero, cerámica, gomas, cauchos, entre otros materiales. La marca es Dumen.

    En promedio comercializa una unidad al mes y el año pasado facturó USD 100 000, señala su gerente, Fernando Méndez. Ha tendido clientes de ciudades como Cuenca y Otavalo.

    En enero pasado, esta empresa lanzó su segundo producto que es una grabadora láser para prendas textiles. En la actualidad, está en la fase de promoción. Cuesta desde USD 65 000, mientras que la estándar de la primera se vende en USD 9 500, sin considerar el IVA.

    Según Méndez, esta grabadora láser tiene dos ventajas. La primera: un retorno de capital en dos años y la segunda que es ecológica. Asegura que al utilizarla se elimina el permanganato de potasio para realizar el desgate de un pantalón jean. «Es contaminate, cancerígeno y con esta máquina no se usa». Un envejecimiento de un pantalón puede durar entre 40 segundos y cuatro minutos dependiendo del modelo y la potencia.

    La primera fase de este proyecto de desarrollar esta tecnología consistió en auspiciar tesis de ingeniería electrónica y mecánica. Los egresados universitarios recibían repuestos de las máquinas que importaba Caditex. Según Méndez, una vez que se identificó la potencialidad del proyecto empezó la inversión. «Hubo un momento en que identificamos que el experimento se estaba convirtiendo en una importante inversión».

    Con su esposa decidieron destinar recursos de su negocio de importación para apostar por esta tecnología. En la actualidad, dice Méndez, tienen la capacidad para producir hasta cuatro unidades aunque tienen un cuello de botella en la fabricación de la parte estructural, que es encargada a un proveedor.

    Su objetivo es construir 10 unidades al mes, aunque su punto de equilibrio es tres. Este mes tiene cinco unidades en proceso de producción para clientes de línea blanca, publicitaria y textil.

    El empresario cuencano, Jaime Mendieta, de la firma Roka Jeans, compró la máquina de corte y grabado láser. Según él, la inversión valió la pena porque redujo el tiempo de producción, los costos y el plazo de entrega de sus pantalones que los comercializa en todo el país.

    Con esta máquina elabora etiquetas, placas, coloca nombres… «Antes tenía que estar atado a un mínimo de pedidos que me exigían los proveedores y no podía variar los modelos».

    Esta empresa, que funciona en el centro de Cuenca, cuenta con expertos como Diego Cabrera, quien se encarga del desarrollo de accesorios para las máquinas. También diseñan las placas electrónicas para realizar un montaje superficial. Estas controlan el funcionamiento de las máquinas.

    Junto a él trabaja Sebastián Argudo. En un computador revisa el perfecto funcionamiento de las máquinas antes de ordenar la producción.

    Los datos de la firma

    Los empleados. Esta empresa cuenta con nueve empleados, principalmente son ingenieros y expertos electrónica, diseño industrial y mecánica.

    Apoyo estatal. El Gerente busca que el Gobierno ayude a mostrar su oferta y que existan igualdad de condiciones.