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  • Mipymes generan el 20% de los ingresos del tejido empresarial

    Evelyn Tapia

    Redactora (I)

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    Nueve de cada diez empresas en el Ecuador están en el segmento de las mipymes (micro, pequeñas y medianas empresas); es decir, tienen ingresos anuales brutos que no sobrepasan los USD 5 millones y emplean a menos de 200 personas.

    Aunque las empresas pequeñas son las más numerosas, su participación en el flujo de dinero que se mueve en el tejido empresarial ecuatoriano se ha mantenido estancado en los últimos cinco años.

    En 2013, de cada USD 100 de ingresos por ventas de bienes y servicios en el Ecuador, USD 20 los aportaron las mipymes, mientras que en el 2017 el aporte subió a USD 21, según el informe ‘Panorama de las mipymes y grandes empresas del Ecuador 2013-2017’ que presentó en septiembre pasado la Superintendencia de Compañías.

    De ahí que el Gobierno ha intentado impulsar el crecimiento de este sector durante su gestión.
    En diciembre del año pasado entró en vigencia la Ley de Reactivación Económica, que dispone la exoneración del impuesto a la renta durante tres años a las nuevas microempresas.

    En agosto, la Ley de Fomento Productivo, que entre otros incentivos propuso dar prioridad en la contratación pública a las mipymes y que se exonere por 20 años del impuesto a la renta a las mipymes del sector turístico.

    Ese mes, en el Plan Prosperidad, el Gobierno presentó un programa de reactivación mediante crédito para este sector, por USD 235 millones.

    Para Pablo Arosemena, presi­dente de la Federación de Cámaras de Comercio, la Ley de Fomento no es suficiente mientras el Gobierno no realice reformas a las modalidades contractuales, que hacen que el mercado laboral del país sea rígido.

    Francisco García, presidente de la Cámara de la Pequeña Industria del Guayas, coincide con Arosemena. Añade que los incentivos para el sector son necesarios, pero critica que estos todavía no son bien conocidos y entendidos.

    Otro de los problemas que limita el crecimiento del sector es la tramitología, añade García.
    “Hay muchos requisitos de varias entidades y aunque hay entidades que sí se han modernizado, aún hay instancias que no están digitalizadas, como por ejemplo ciertos municipios. El emprendedor termina gastando tiempo y dinero que podría invertir en innovar y producir más”.

    Segundo Camino, director nacional de Investigación y Estudios de la Superintendencia de Compañías, que estuvo a cargo del estudio, destaca que pese a que la participación de las mipymes no ha despuntado, en el análisis se encontró que en época de crisis, este tipo de empresas respondió mejor que las más grandes.

    En el 2016, cuando la economía atravesó una recesión por la caída de los precios del petróleo y el PIB decreció un 1,5%, las grandes empresas tuvieron un decrecimiento de sus ventas del 8,6% respecto del 2015, mientras las mipymes registraron decrecimiento de un 4,8% en el mismo período.

    Según Camino, una hipótesis que explica este comportamiento es que la apreciación del dólar en el 2016 afectó principalmente a las empresas que más importan y exportan: las firmas más grandes.

    “Las mipymes se concentran en el mercado local, viéndose menos afectadas. Más bien este tipo de empresas pudieron verse afectadas por ‘shocksinternos como restricción de crédito, productividad de sus trabajadores, ambiente de negocios, entre otros”, indica.

    Tras la crisis del 2016, el panorama que enfrentan las mipymes se avizora complejo. Los ingresos por ventas registrados en el 2017 cayeron USD 635 millones por debajo de las ventas del 2016.

    Para García, esto refleja la merma de inversión pública que deriva en una caída de la contratación pública y atrasos en los pagos por parte del Estado.

    El sector generó el 49% de empleo

    La participación de las mipymes en la generación de empleo ganó espacio en los últimos cinco años, de acuerdo con el informe ‘Panorama de las Mipymes y las grandes empresas del Ecuador 2013-2017’, realizado por la Superintendencia de Compañías.

    El documento detalla que las micro, pequeñas y medianas empresas generaron el 46% del empleo en el 2013; mientras que el año pasado fueron responsables del 49% de las plazas de empleo.

    Este análisis señala además que el sector con mayor peso en el pastel del empleo es el del comercio, que representa el 19% del empleo generado por las Mipymes. Le siguen el sector agrícola y el de servicios administrativos, con un 12% cada uno. Se trata de los sectores que generan mayores ingresos por ventas en el segmento de las Mipymes, de ahí que la demanda de mano de obra es más alta.

    Segundo Camino, que formó parte del equipo de la Superintendencia de Compañías que realizó el informe, destaca que la seguridad privada, por ejemplo, es un rubro que, a pesar de que se ubica en séptimo lugar en cuanto a la generación de ingresos, aporta una importante proporción del empleo mipyme, con el 6%.

    La desaceleración económica del 2016 marca un hito en el período de análisis que realiza la Superintendencia de Compañías. Ese año, la cantidad de trabajadores reportados por los negocios ecuatorianos disminuyó en un 4,1% respecto al 2015.

    Pero mientras el empleo proveniente de las grandes empresas disminuyó en 6% frente al 2015, en las mipymes la reducción fue de un 1, 8%.

    Para Francisco García, presidente de la Cámara de la Pequeña Industria del Guayas, esa cifra debe analizarse tomando en cuenta la naturaleza de las Mipymes.

    “Los negocios de este segmento tienen tiempos de vida más cortos que las grandes. En el período de cinco años, muchas empresas murieron y nacieron otras nuevas”, advierte el dirigente.

    Para el dirigente, el sector es el más vulnerable ante la desaceleración económica que atraviesa el país, principalmente, por la rigidez laboral del país. Señala que en este tipo de negocios, las probabilidades de requerir reducir personal son más altas y en este escenario, prescindir de los empleados “resulta demasiado costoso”, dice.

    Carlos Zambrano, presidente ejecutivo de Farmavet, una pyme que comercializa productos para el sector pecuario, dice que los costos de producción para las mipymes ecuatorianas resultan más altos porque contratar mano de obra en Ecuador es más caro que en Colombia o en Perú.

    “La empresa invierte en contratar, en capacitar y si el empleado se va, es dinero que se pierde. Además, en el caso de que se requiera despedir al empleado, las indemnizaciones son muy elevadas”, cuestiona.

    El estudio además destaca que las actividades que desempeñan las mipymes se distinguen por ser actividades de bajo grado de complejidad tecnológica. El reto está en adaptarse “a nuevos procesos e incorporar tecnologías disruptivas que les brinden ventaja frente a la competencia”, detalla el documento.

    Para Carol Marcial, propietaria de Perla Organic Chocolate, la innovación tecnológica es clave para una empresa de este segmento, porque al ser las más numerosas, tienen mucho más competencia. Además, le permite ganar mercado internacional. “Es necesario dar valor agregado para competir y diferenciarnos. La mayor parte de la inversión de mi negocio está destinada a innovación”.

    Perla Organic Chocolate exporta chocolates con sabores exóticos a Suiza, España, Canadá, Corea del Sur y Estados Unidos.
    Perla Organic Chocolate exporta chocolates con sabores exóticos a Suiza, España, Canadá, Corea del Sur y Estados Unidos. Foto: Archivo EL COMERCIO
  • 375 partidas arancelarias van a revisión del Comex esta semana

    Evelyn Tapia

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    Con una economía que no tiene moneda propia, la salida de dólares del país es una de las preocupaciones más profundas que tiene el Gobierno.

    Desde el 2014, el Gobierno ha implementado tres estrategias: imposición de salvaguardias, cupos para bienes como celulares y automóviles, y el alza de aranceles para solucionar este problema.

    En el plan económico, presentado el 2 de abril del 2018, esta última estrategia vuelve a ser utilizada para “proteger la dolarización”, según el presidente Lenín Moreno.

    El programa contempla cuatro ejes. Uno se enfoca en la sostenibilidad de la dolarización y fortalecimiento del sector externo.

    En este eje se espera incrementar los aranceles de al menos 375 subpartidas de bienes de consumo, hasta los techos permitidos por la Organización Mundial de Comercio (OMC).

    La ministra de Finanzas, María Elsa Viteri, explica que esta disposición estará vigente un año, mientras la Aduana desarrolla una base de valoración real efectiva de las mercancías.

    La medida se anuncia 11 meses después del desmonte de las salvaguardias por balanza de pagos.

    En octubre pasado, cuando Aduana implementó una tasa de 10 centavos para el control aduanero, el Gobierno ya anunció su intención de subir aranceles hasta los techos permitidos.

    Según datos del Banco Central, entre 2015 y 2016, mientras estuvieron vigentes las salvaguardias, las importaciones cayeron en USD 4 900 millones.

    A pesar de que el Gobierno dijo que esta medida apuntaba a reducir solo la importación de bienes de consumo, las compras de materias primas y bienes de capital también cayeron en 17% y 26% respectivamente. Ya en el 2017 las importaciones crecieron un 30% en relación al 2016.

    Según Pablo Campana, ministro de Comercio Exterior, el Comité de Comercio Exterior (Comex) presentará esta semana las partidas que se ajustarán. Añadió que esta revisión no solo se traducirá en alza de aranceles.

    “Habrá partidas en las que se eliminarán ciertos aranceles, por ejemplo, de materias primas, bienes de capital o subpartidas de deportes salud y cultura”.

    Aunque no se ha dado a conocer el listado, el Ministerio de Finanzas estima que la decisión le dejará USD 288 millones de ingresos al Fisco durante el 2018.

    Viteri precisa que ya se han identificado productos que ameritan acción inmediata. “Para poner (a estos bienes importados) en igualdad de condiciones con la producción nacional”.

    Entre estos, menciona a los productos de cuero, juguetes, plástico, vestimenta, textiles.
    Aunque el plan económico fue bien recibido por el sector empresarial, el alza de aranceles es el tema que más cuestionan los representantes de empresas grandes.

    “Las medidas no deben venir por el lado del encarecimiento de productos comunes, como celulares, textiles o calzado. El país necesita reducir el gasto y tamaño del Estado”, dice Patricio Alarcón, presidente de la Cámara de Comercio de Quito.

    La Cámara de Comercio de Guayaquil señala que durante el período de las salvaguardias se perdieron 270 000 plazas de empleo adecuado, de acuerdo con un estudio econométrico que presentó este año.

    Según Francisco Briones, director de investigación de esta Cámara, las alzas arancelarias derivan en un mayor nivel de precios para el consumidor final en un contexto en el que Ecuador registra siete meses de inflación negativa. “Si la oferta se contrae porque los costos no dejan de subir, el tema inflacionario se podría agravar”, dice Briones.

    Christian Cisneros, director ejecutivo de la Cámara de Nacional de la Pequeña y Mediana Empresa (Canape), considera que el Gobierno no solo debe enfocarse en medidas temporales para solucionar problemas de pago, sino en planteamientos que protejan a la industria nacional e incentiven su crecimiento.

    Añade que el plan deberá contener una propuesta clara de reducción de tasas de interés para que las pequeñas y medianas empresas accedan a crédito barato.

    La mipymes reciben el plan económico con optimismo

    Las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) están de buen ánimo luego de conocer el programa económico que presentó el Presidente de la República. Voceros de gremios, empresarios y académicos consideran que los planes anunciados por el Gobierno serán beneficiosos para los sectores productivos, incluido el de las mipymes.

    Lenín Moreno anunció que habrá una revisión tributaria por el 100% de intereses, multas y recargos y estará dirigida a micro, pequeñas y medianas empresas, con plazo de hasta dos años. También ofreció que la simplificación de los trámites y aquellos que no sean debidamente justificados en los próximos 180 días serán eliminados. Además, hay otras acciones con efectos directos sobre las mipymes.

    En los gremios existe optimismo. Para Christian Cisneros, director ejecutivo de la Cámara Nacional de la Pequeña y Mediana Empresa (Canape), la declaratoria de moratoria del SRI y del IESS ayudará a muchas empresas que estaban complicadas en sus pagos por falta de liquidez.

    Cisneros considera también que las medidas anunciadas por el Ejecutivo tendrán que ser desarrolladas en el tiempo. “Entendemos que con los anuncios de los ministerios vendrán otros mecanismos compensatorios, como el apoyo a ciertos conglomerados, búsqueda de más inversión extranjera, parques industriales que beneficien a las pymes”.

    Cisneros cree necesario que ahora se debe trabajar en encadenamientos, un cambio en la lógica de administración pública o apertura de capital de parte de las empresas. “También hay que impulsar la exportación, pero cumpliendo procesos y requisitos”. En la Canape, apenas el 10% de los socios exportan en la actualidad.

    Carlos Ribadeneira, presidente del Tribunal de Honor de la Cámara de la Pequeña Industria de Pichincha, también mira de manera positiva las medidas económicas. “El Presidente de la República está reconociendo el rol del sector privado. Esto abre una puerta de esperanza de contar con mayor seguridad jurídica y confianza. Esto traerá inversión y empleo. Ahora estamos a la expectativa de que los enunciados se conviertan en hechos”.

    Ribadeneira considera que las pymes tienen en la actual coyuntura un rol importante en la absorción de desempleo, “pero primero hay que hacer estudios y análisis al respecto”.
    Cisneros coincide. Él teme que con la reducción del tamaño del Estado se desplazarán empleos. Esto puede generar una disminución en el consumo y eso termina desplazando mano de obra del sector privado.

    El vocero de la Canape plantea una posible solución. En lugar de que un empleado del sector público que pierde su trabajo use su liquidación en taxis, tiendas, panaderías o restaurantes que precarizan las condiciones de empleo, “pueden invertir sus liquidaciones en pymes que tienen abierto su capital, así apuestan en negocios que están funcionando”.

    Hasta el año 2015, en el país se contaban cerca de 840 000 mipymes que daban empleo a un poco más de un 1 700 000 personas, según datos del Observatorio de las Pymes de la Universidad Andina Simón Bolívar.

    Para el director del Observatorio, Wilson Araque, las medidas anunciadas en general tienen un sentido de apoyo a la producción.

    El investigador cree que el apoyo a las mipymes y a la economía popular y solidaria (EPS) se podrá medir de manera más concreta una vez que se desagreguen las propuestas y se conviertan en programas oficiales.

    La medida 14, por ejemplo, incorpora el tema de la asociatividad en la EPS. “Allí no solo debe incluirse a los actores de la economía popular y solidaria, sino incorporar a la gran empresa, que puede servir de ancla y fortalecer todo el encadenamiento”.

    Otro punto que Araque considera necesario analizar es el de la nueva imposición de aranceles. Allí la idea es que mientras duren los aranceles, las empresas pueden aprovechar para vender más en el mercado nacional. “Pero las pymes no deberán confiarse en que sea una situación permanente. Estarán obligadas a innovar y elevar su productividad, para que cuando se retiren los aranceles no queden desprotegidas”.

    Medidas económicas

    1. Recaudar USD 810 millones hasta el 2021 gracias a controles contra la defraudación fiscal que esta implementando el Servicio de Rentas Internas. Generar 1 037 millones a través de la racionalización de cinco beneficios tributarios que favorecen a las personas con ingresos anuales superiores a los USD 100 000. Incremento temporal de aranceles hasta llegar al techo permitido por la Organización Mundial del Comercio.

    3. Revisión tributaria que no se centra solo en la recaudación, sino en la reactivación productiva. La revisión será por el 100% de intereses, multas y recargos; estará dirigida a micro, pequeñas y medianas empresas, con plazo de hasta dos años. La revisión se hará extensiva a las deudas con el IESS. Para las grandes empresas habrá una revisión similar con un plazo de 90 días, siempre que desistan de acciones legales.

    3. Reducir USD 1 000 millones en los presupuestos anuales de las entidades de la Función Ejecutiva. Eliminar ministerios, subsecretarías, viceministerios, subsecretarías y coordinaciones generales. Reducir a la mitad el número de asesores. Bajar gasto en viáticos, sobre todo al exterior. Recortar el gasto en arriendos, optimizando el uso de espacios propios. Suprimir 7 de las 22 empresas públicas de la Función Ejecutiva.

    4. Optimizar los contratos petroleros y los de preventa. También establece la elaboración de un plan de fortalecimiento y sostenibilidad fiscal. Esto significa buscar deuda en mejores condiciones. El Gobierno acudirá a organismos multilaterales, a las empresas y bancos para obtener mejores condiciones de tiempo y costos de nuestra deuda. Esto porque las condiciones de deuda contraída han sido duras y onerosas.

    5. Fomento de exportaciones. Se generarán nuevos incentivos para el ingreso de divisas al país, tanto por nuevas exportaciones como por el incremento de inversión. Se devolverá el impuesto a la salida de divisas (ISD) y otros tributos a los exportadores que demuestren ingreso neto de divisas. Los beneficios e incentivos para los exportadores se darán cuando se demuestre el fiel cumplimento d e sus obligaciones.

    6. Habrá incentivos tributarios del impuesto a la renta (IR) e impuesto a la salida de divisas (ISD) para nuevas inversiones que se lleven a cabo entre el 2018 y el 2019. En el caso de las inversiones que no involucren las áreas estratégicas y que se comprometan a reinvertir el 50% de sus utilidades en el país, no retendrán un valor adicional de pago de dividendos al que ocasionó el pago del impuesto a la renta.

    7. En lo relacionado con el sistema financiero, el Gobierno ecuatoriano ampliará el acceso a crédito productivo y a créditos de inversión. Además, se implementará el marco normativo para incentivar la entrada de entidades financieras internacionales, que financien créditos de inversión para los sectores productivos. La medida genera expectativa en el sector financiero, así como en sectores productivos del país.

    8. Se generarán condiciones de seguridad para el desarrollo empresarial. Se fortalecerá el mercado de valores con incentivos como la racionalización de todos los costos a las transacciones de acciones de las empresas. Esto promueve la apertura de capitales y el funcionamiento del mercado de valores. Se racionalizará la ­norma que respon­sabiliza a accionistas de una empresa por las acciones del administrador.

    9. En materia laboral, entrarán en marcha en los próximos días nuevas modalidades de contratos de trabajo, que respeten íntegramente los derechos de los trabajadores y, recogiendo las necesidades de sectores productivos como el turismo, el sector agrícola, la pesca, entre otros. Este ofrecimiento ya se había anunciado en meses anteriores, por parte de las autoridades del Ministerio de Trabajo.

    10. Se eliminará el cálculo de impuesto mínimo del anticipo al impuesto a la renta, a partir del ejercicio fiscal del próximo año. Esta medida era una de las principales solicitudes que venían realizando el sector productivo y los gremios empresariales desde el Gobierno anterior. Los críticos argumentaban que era una medida que restaba liquidez a las empresas. El tributo mencionado entró en vigencia a mediados del 2010.

    11. Se reducirá gradualmente el impuesto a la salida de divisas (ISD), en la medida en la que mejore el saldo de la balanza de pagos privada. El anterior Gobierno introdujo en el 2008 el impuesto a la salida de divisas, que arrancó desde el 0,5% hasta llegar al 5%. El impuesto fue considerado la principal herramienta de la autoridad tributaria para controlar el flujo de divisas desde el Ecuador hacia el exterior.

    12. Se simplificarán los trámites para impulsar la producción y para dinamizar la economía. Los trámites que no sean debidamente justificados en los próximos 180 días serán eliminados. Para fortalecer este proceso, el Presidente firmará un decreto ejecutivo que disponga a todas las entidades que justifiquen por completo los trámites, usando parámetros de evaluación y transparentando costos´para la ciudadanía.

    13. Se iniciará un proceso de alianzas público-privadas. Está en marcha la concreción de Alianzas Público-Privadas para las inversiones en infraestructura, hidrocarburos, energía, minería, telecomunicaciones, transporte y obras públicas. Se esperan inversiones por USD 7 000 millones, entre 2018 y 2021, lo que además generaría ingresos adicionales al Estado en el orden de los USD 267 millones, en el 2018.

    14. Se fomentará la economía popular y solidaria como eje central de la reactivación productiva y la inclusión económica. Bajo esta medida se dará impulso a la asociatividad entre pequeñas organizaciones, la asistencia técnica, la comercialización de productos de la economía popular y solidaria y se dará acceso preferencial a servicios financieros para los diferentes actores de este ­segmento.

    La actividad de embarque y desembarque de mercadería en Puerto Bolívar, en El Oro. La elevación de aranceles estará vigente un año, según informaron las autoridades del Gobierno. Foto: Mario Faustos / EL COEMRCIO
    La actividad de embarque y desembarque de mercadería en Puerto Bolívar, en El Oro. La elevación de aranceles estará vigente un año, según informaron las autoridades del Gobierno. Foto: Mario Faustos / EL COEMRCIO
  • Dayanara Harnisth deja la mejor impresión entre las mipymes

    Redacción Quito

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    Los números acompañan cada día a Dayanara Harnisth desde que inició su carrera profesional. Esta ingeniera comercial, graduada en la Escuela Politécnica Nacional, es una ejecutiva incansable que equilibra sus desafíos profesionales con el amor por su familia.

    Este balance no ha sido sencillo, pero ella ha encontrado la fórmula para desarrollar una carrera de casi 15 años en Xerox Ecuador, sin afectar a sus seres más queridos: su esposo y sus tres hijos. En ese proceso, esta ecuatoriana de ascendencia alemana ha trabajado siempre con números.

    A los 19 años se vinculó con el sector financiero, al mismo tiempo que estudiaba. La actual Gerenta Comercial de Comunicaciones Gráficas de Xerox Ecuador se vinculó con entidades bancarias y ocupó cargos como tesorera, analista financiera, entre otros. “Pero eran tareas de mucha rutina”, cuenta en una de las oficinas que esta multinacional tiene en el norte de Quito.

    La experiencia en el mundo financiero culminó cuando Harnisth tenía 26 años. Esta ejecutiva, que de niña vendía chocolates, cosméticos y bisutería a sus compañeras en la escuela y colegio, se conectó con la empresa en la que trabaja en la actualidad por un tema laboral.

    Xerox era proveedor de la entidad financiera en la que se desempeñaba. “En una reunión, un gerente de la firma, que ya dejó la compañía, me propuso que trabajara con él en el área de ventas”.

    Harnisth vio una oportunidad para crecer como profesional y aceptó el desafío. Su primer cargo fue de gerente de Cuentas de Gobierno y su tarea era trabajar con entidades públicas a las que asesoraba en temas de impresión y gestión documental. Era el inicio de una carrera en la que ha desempeñado, con capacidad y profesionalismo, distintos roles comerciales en todas las líneas de la compañía que tiene su base en Estados Unidos.

    Dos años después ascendió a manejar Artes Gráficas y Equipos de Producción. Eduardo Perdomo, director comercial de Xerox Ecuador, conoce a Harnisth desde que ella ingresó a la empresa. Y desde hace seis meses es su superior directo. Él la define como una profesional enfocada en los resultados y apasionada por los clientes. “En el futuro, la miro ocupando una posición a escala regional”, añade Perdomo.

    Esta mujer, que dedica su tiempo libre a pasear por el país con su familia y que se declara una fiel creyente en Dios, tiene muy claro que el trato a los clientes y la asesoría a la hora de escoger equipos de impresión son las bases de su carrera. “Trabajo mucho con micro y pequeñas empresas que tienen en nuestros equipos de impresión su razón de ser, por eso la confianza que se genera es fundamental”.

    Entre los clientes con los que trabaja Harnisth está Imprenta Mariscal. Su gerente, Andrés Valdivieso, conoce a la quiteña desde hace 10 años y cuenta que en ese tiempo ha comprobado que es una luchadora, que no se da por vencida. “Es una ejecutiva que desarrolla una amistad con los clientes y eso permite que los negocios fluyan. Es una gran persona”.

    Paola Ortiz es la propietaria de Gráficas Paola, una empresa del sector gráfico con más de 30 años en el mercado. Ella recuerda a Harnisth desde que empezó su trayectoria profesional en Xerox y da fe de su crecimiento.

    “A Dayanara la conocí cuando era ejecutiva de ventas. Ha crecido no solo en la empresa sino tratando de cumplir con su hogar y las dos cosas lo hace bastante bien”.

    Ortiz añade que Harnisth cumple las metas y los objetivos que se plantea. “Todo lo que hace lo mide, y con base en los datos crea proyectos, cronogramas, lo que permite que Xerox crezca”. Además, destaca su papel como madre y esposa. “Todo lo que ha logrado es por su perseverancia, constancia, disciplina, conocimiento y una gran actitud de servicio”.

    Una de las maneras que esta mujer tiene para desestresarse es cantar en el coro de la iglesia. Pero también se relaja viajando por el país con su familia o con los juegos de mesa que tiene en su casa en Cumbayá.

    Al mirar en retrospectiva se siente a gusto con lo logrado. Harnisth se mira en el corto plazo con nuevas responsabilidades, pero también muy pendiente de sus hijos, de los que no se pierde ningún evento en la escuela y mucho menos una cita con el pediatra. “Hay cosas que solo las mamás sabemos sobre nuestros hijos”.

    En su rol de madre y ejecutiva, ella se apoya siempre en la tecnología. Su ‘smartphone’ o su computadora portátil le permiten manejar temas de la oficina de manera remota. “Mis días no son una rutina, pero al menos una vez al mes me dedico a la cocina para mimar a mis hijos con un locro de papas o una lasaña”.

    Su CV

    Se graduó de la Escuela Politécnica Nacional como Ingeniera Comercial MBA con mención en Finanzas y Marketing.

    Tiene 14 años de experiencia en el medio gráfico, con énfasis en producción de impresos digitales.

    Previamente se desempeñó en las áreas de finanzas y en segmentos como banca e industria, que fueron su base profesional

    Dayanara Harnisth tiene un amplio conocimiento de la industria gráfica del país y de las nuevas tendencias tecnológicas en temas de impresión. Unode sus focos sonlas mipymes. Fotos: Vicente Costales / LÍDERES
    Dayanara Harnisth tiene un amplio conocimiento de la industria gráfica del país y de las nuevas tendencias tecnológicas en temas de impresión. Unode sus focos sonlas mipymes. Fotos: Vicente Costales / LÍDERES
  • 228 mipymes se fortalecen para conquistar el mercado europeo

    Giovany Astudillo

    Diana Serrano y Angelina Castillo

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    Wayú es un emprendimiento social que funciona desde hace cinco años en Quito. Fue creado con el objetivo de generar fuentes de empleo para madres que tienen hijos que padecen cáncer.

    Este emprendimiento elabora infusiones y snacks de frutas deshi­dratadas sin aditivos ni conservantes, que llegaron a Suiza, Inglaterra, Francia, Alemania, Canadá, Francia y Estados Unidos. Estas ventas se lograron a través de participaciones que tuvo Wayú en ferias internacionales.

    Según la directora del proyecto, Sandra Cobo, el 2017 exportaron USD 400 000, de los cuales el 50% fue adquirido en Europa. Enviaron un contenedor a Suiza y otro a Francia y menores cantidades al resto de destinos. Para el 2018 prevé triplicar las exportaciones al aprovechar el acuerdo comercial con la Unión Europea (UE).

    Wayú es parte de las 108 micro, pequeñas y medianas empresas que exportan a la UE y que fueron seleccionadas por la Corpei para aumentar sus ventas a Europa. Forman parte del programa de Fortalecimiento a Mipymes ecuatorianas para la internacionalización a la Unión Europea, que tiene un fondo de 10 millones de euros y es cofinanciado por la UE.

    Este programa, que empezó el 2017, es ejecutado por la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor) y la Corpei y tiene el apoyo del Ministerio de Comercio Exterior y de Pro Ecuador.

    La Corpei escogió a 98 mipymes del sector de bienes y 10 de servicios, que ya exportaron. En cambio, Fedexpor lidera el proceso de otras 120 firmas, que tienen potencial para vender por primera vez.

    Según Cobo, en el caso de Wayú buscan mejorar su participación en ferias, promoción y empaques, pese a que en este último aspecto ya tienen avances.

    Anteriormente, señala Cobo, aprendieron que los empaques deben tener la información del producto en el idioma del país de destino. Wayú cuenta con empaques en francés, italiano, inglés y, próximamente, en alemán.

    Este programa, que se centra en firmas que facturan hasta USD 5 millones al año, tendrá dos años más de vigencia. Según la directora de Consultoría y Proyectos de la Corpei, Liggia Estrella, al principio se inscribieron 641 empresas, que pasaron por un proceso de autoevaluación y cumplimiento de requisitos. Las escogidas son empresas que se dedican a las flores, café, cacao, confitería, alimentos procesados como snacks, frutas deshidratas, papas nativas, chifles, polvos para hacer jugos de frutas exóticas, entre otras.

    En la actualidad, agrega Estrella, se realizan visitas personalizadas para afinar la ayuda, que será individual y que se cumplirá en los próximos dos años. “El objetivo es aumentar sus exportaciones”.

    El programa cuenta con la denominada caja de herramientas. En el caso de las firmas que ya han exportado o realizado envíos de muestras a la UE tiene un componente mayor de promoción para lograr el cierre de los negocios. Además, adaptaciones de normativa y empaques, cambio de etiquetas, calidad y estrategia de publicidad y comunicación.

    En cambio, las otras (con potencial de exportación) se centran más en la capacitación. Según el gerente técnico de Fedexpor, Xavier Rosero, las 120 empresas con potencial de exportación que fueron seleccionadas, funcionan en 17 provincias. La mayoría se dedica a elaborados de cacao, textiles, madera, alimentos procesados…

    Rosero explica que, en la actualidad, se realiza un diagnóstico de su capacidad exportadora para hacer un mapeo sus debilidades y fortalezas. Se analiza el empaque, infraestructura, tecnología, sistema de calidad, promoción y se implementará un proceso de fortalecimiento, de acuerdo con la caja de herramientas.

    Rosero dice que se realizarán capacitaciones, cursos, seminarios y talleres. Fedexpor prevé ofrecer más de 40 talleres. Ahora, están por cerrar los diagnósticos y desde el próximo mes empezarán con la caja de herramientas.

    El bloque europeo trae oportunidades

    El mercado europeo se ha convertido en una oportunidad para el crecimiento de las mipymes ecuatorianas, debido a que es un mercado donde los productos de exportación no petrolera tienen mayor aceptación. Así lo asegura Marianne Van Steen, embajadora en Ecuador de la Unión Europea.

    A partir de enero del 2017, fecha que entró en vigencia el acuerdo comercial con la Unión Europea (UE), hasta noviembre de ese año, el intercambio comercial entre el país y el bloque económico creció 23%, con un saldo positivo de la balanza comercial para Ecuador de USD 1 045 millones, según datos de Fedexport.

    Este organismo asegura que las mipymes representan el 60% del total de las exportaciones. En el caso de las que realizan envíos a la UE, Daniel Legarda, presidente de Fedexport, considera que el porcentaje es mayor.

    Natluk es una pequeña empresa que ofrece productos del mar, como camarón y langostinos. Las exportaciones a la UE comenzaron en noviembre del 2016. Cuando entró en vigencia el acuerdo, las oportunidades comerciales crecieron.

    El año pasado la empresa envió entre 10 y 15 contenedores a seis clientes. Para este año la cifra estimada de envíos es de 80 contenedores, señala Verónica Dahik, gerenta de Natluk.
    Los camarones están entre los principales productos de exportación hacia la UE, junto con el banano y las conservas de atún.

    En cuanto a productos no tradicionales están flores, vegetales congelados, artesanías. Van Steen asegura que también han ingresado al mercado europeo frutos exóticos como tamarindo, piña, aguacate. Otros frutos y los granos andinos (quinua, amaranto, chía) también tienen potencial de comercialización en la UE.

    En cuanto a las importaciones, se destacan productos farmacéuticos, aparatos médicos, vehículos y máquinas. Según Van Steen, las exportaciones desde el bloque hacia Ecuador crecieron 38%, no solo por el acuerdo, sino por otros factores ocurrido el 2017, como la eliminación de salvaguardias y la reducción de 2 puntos del impuesto al valor agregado (IVA).

    Exporganic es una de las pymes que se benefició del acuerdo comercial. Su propietario, Jimmy Terán, asegura que usualmente las ventas al bloque eran complicadas por las distancias y las exigencias de calidad.

    “A partir de la firma del acuerdo ganamos un apoyo directo y estamos trabajando en mejoras de nuestro producto y ampliación de mercado”, señala.

    En el 2017, Exporganic envió un cargamento de 10 toneladas de frutas deshidratadas –mango, piña y banano– a España y a Alemania. Fue la primera experiencia con el producto, pues hasta el 2016 solo exportaba banano orgánico.

    El envío de fruta deshidratada estaba entre los planes de la empresa, pero fue el acuerdo multipartes, lo que los animó a iniciar la exportación, recuerda Terán.

    La compañía, cuya planta está ubicada en el kilómetro 29 vía a Daule, en Guayas, exporta desde el año 2004 banano orgánico a Estados Unidos, principalmente; aunque también había realizado algunos envíos a determinados países europeos.

    Terán asegura que este año seguirá asistiendo a ferias y misiones comerciales para aumentar el volumen de exportación hacia el bloque, porque –a su juicio– cada vez existe mayor interés de los clientes europeos por los productos ecuatorianos.

    El mercado

    Según el presidente de la Asociación de Industriales Textiles del Ecuador, Javier Díaz, para exportar a la Unión Europea hay que considerar que son 27 países con distintas culturas e idiomas

    y distintos perfiles de consumidores. Por ello, es necesario es­tudiar a qué clientes quiere atender y de qué país. Hay que contratar estudios de mercado y se puede hacer con las oficinas comerciales del Ecuador.

    Además, agrega Díaz, hay que conocer cuáles son los requerimientos técnicos que exige cada país como normas de etiquetado o salubridad tanto para productos textiles como infantiles. Por ejemplo, para ingresar con ropa infantil a Alemania solo se puede hacer con ropa 100% en algodón y que no tenga químicos ni colorantes.

    La oferta no tradicional crece entre los compradores de Europa

    Frutas nacionales comienzan a ganar terreno en el mercado de productos no tradicionales de exportación al mercado de la Unión Europea.

    Según la embajada del bloque en Ecuador, entre los alimentos cuyas ventas se incrementaron en el 2017 con relación al año anterior se encuentran piñas con un 32%, limones con 41%; tamarindos y maracuyá con un 64%. Asimismo, se registraron exportaciones de productos que antes no se vendían como nueces en cáscara, mandarinas, cocos desecados, toronjas , etc. “Esto permite pensar que serían nuevas frutas potenciales para exportaciones a los 28 estados de la UE”, dice el organismo.

    Al cumplirse un año de vigencia del acuerdo, la delegación diplomática indicó que “otras importaciones de la UE desde Ecuador que crecieron visiblemente, a pesar que sus montos de ventas son aún pequeños, pero demuestran que existe oportunidades de negocios”. Allí están plásticos, barcos y estructuras flotantes, productos farmacéuticos, calzado, etc. Ecuador también tiene definidos productos potenciales que pudieran despertar interés entre los compradores del bloque.

    Según Pro Ecuador, entre estos se encuentran pimienta sin triturar, etileno, azúcar de caña o de remolacha, suéteres, chalecos de punto o algodón, frutillas, madera contrachapada, malta, entre otros.

    La entidad explicó que la tendencia en Europa es preferir lo natural a lo procesado. Existe aumento de orgánicos principalmente en mercados de ese continente como Dinamarca, Suecia, Austria, Alemania y Francia.

    La Federación Ecuatoriana de Exportadores explicó el año pasado que los exportadores deben trabajar para aprovechar las oportunidades con el mejoramiento de procesos, presentación, etc.

    Wayú funciona hace cinco años en el norte de Quito. Sus infusiones y snacks de frutas deshidratadas llegaron a Suiza, Inglaterra, Francia, Alemania, Canadá, Francia y Estados Unidos. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
    Wayú funciona hace cinco años en el norte de Quito. Sus infusiones y snacks de frutas deshidratadas llegaron a Suiza, Inglaterra, Francia, Alemania, Canadá, Francia y Estados Unidos. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
  • La capacidad instalada de las Mipymes se encuentra a la baja

    Redacción Quito

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    En el país las micro, pequeña y mediana empresas (Mipymes) no utilizan su maquinaria, instalaciones y fuerza productiva en toda su capacidad. La recesión de la economía más el tamaño del mercado nacional están entre los factores que han influido en ello.

    Según Cristian Cisneros, director de la Cámara de la Pequeña Industria de Pichincha, al 2017 el 22% de la capacidad instalada de las Mipymes estaba subutilizada. Esto implica que bajó cinco puntos porcentuales frente al 2016, cuando alcanzó un 17%.

    La situación es más compleja si se revisa los datos del 2015 del desaparecido Ministerio Coordinador de la Producción (Mcpec), que revela que las instalaciones y la maquinaria de las firmas tenían un estado ocioso del 30%.

    El Ministerio de Industrias, entidad que asumió en este Gobierno las competencias del Mcpec, no respondió, hasta el cierre de la presente edición, un pedido de información actualizada.

    Más allá de las cifras, lo que sí se conoce es que la caída de las ventas, durante dos años económicamente complejos, impactó directamente en la producción de las empresas de menor tamaño.

    En la industria procesadora de carnes y embutidos Macafri, por ejemplo, el uso de su capacidad instalada llega actualmente al 70%. Esta empresa se amplió en función del buen ritmo de crecimiento que tuvo, al igual que el país, hasta 2014. Pero luego la situación cambió.

    “Nunca tuvimos una baja en las ventas. Lo menos que crecíamos era un 15% anual. Pero, en 2015 caímos un 12% y en el 2016 un 13%. En 2017 no bajamos más, pero tampoco crecimos”, indica Édison Romo, gerente de Macafri.

    En el 2018, la empresa espera reactivar su producción, que se ralentizó. El plan es desarrollar productos de nicho, con valor agregado y con mayores facilidades de cocción con una oferta de alimentos listos para preparar.

    Hoy, la empresa procesa 20 toneladas al mes. Hasta 2014 eran 25 o más en el mismo período.
    Un estudio llamado Productividad en la Industria en el período 2007-2016, elaborado por el Ministerio del ramo, revela que la capacidad instalada cayó siete puntos desde 2010. Pese a ello, indica, la producción sí se ha mantenido.

    Según la Capeipi, los sectores que menos han usado su capacidad instalada han sido metalmecánica, madera y construcción.

    Para otras Mipymes, como las del sector gráfico, la situación es más compleja debido a factores estructurales como la reducción en el uso del papel, nuevas formas de hacer publicidad en el mundo o la digitalización de diversas áreas

    Por ello un elemento decisivo para no desaparecer es reinventarse y realizar inversiones, más aún si se ha determinado sitios del mercado que faltan por atender.

    En este caso se encuentra la productora de helados Cofrunat, Coqueiros. Esta Mipyme trabaja, actualmente, con el 70% de su capacidad instalada.

    Xavier Bustos, gerente general, indica que en el 2017 la empresa invirtió USD 150 000 en mejoras de la planta y para más a mediano plazo espera hacer otra inversión de USD 150 000. “No llegamos a todo el mercado por el tema de cobertura, que va dela mano con la inversión en congeladores. Producimos unas 150 000 unidades, dependiendo el mes”.

    Con la inversión tendrían mayor capacidad instalada qué aprovechar. La empresa solo se dedica a surtir al mercado nacional.

    Un estudio del Observatorio de la Mipyme de la Universidad Andina revela que el 50% de las Mipymes cubría el mercado local y apenas del 4% exportaba. Wilson Araque, director de esta entidad y director del área de gestión de la Universidad Andina Simón Bolívar, asegura que el mercado nacional es pequeño y que es importante que las empresas apunten al mercado internacional.

    El catedrádito explica que en promedio las empresas trabajan únicamente el tiempo previsto por la ley: 40 horas semanales, cinco días a la semana.

    En algunos casos este trabajo de “solo lo justo” lleva a que se utilice en menor cantidad la maquinaria y las instalaciones, lo que genera menos producción. Se deja de realizar gastos adicionales en horas extras, por ejemplo, pero la fabricación es menor y las ventas se mantienen iguales.

    La situación se complica, según Cisneros, cuando el país importa más artículos baratos, que desplazan a los que desarrollan las Mipymes locales. Esto da paso al desplazamiento del empleo, pues sin tener trabajos por hacer las compañías ya no necesitan tanto personal y reducen las nóminas.

    El tamaño de la Pyme también incide

    Aprovechar la capacidad instalada de las plantas de producción es un desafío para las pequeñas y medianas empresas. Factores como el tamaño del mercado, el tipo de producto, los planes de exportación, entre otros, son vitales para las empresas que quieren optimizar y aprovechar recursos como maquinaria, tecnología y personal.

    La trayectoria también es un elemento que pesa. La empresa Gourmet Andino surgió en el 2016 y se enfoca en la elaboración de productos orgánicos con base en diferentes granos andinos, sin conservantes ni aditivos y con azúcares menos procesados.

    La planta de esta pequeña empresa se encuentra en Perucho, al nororiente de Quito. La producción arrancó hace 20 meses y el volumen no llegaba ni a una tonelada al mes, recuerda su fundador, José Luis Quintero.

    “En principio pensamos tercerizar la manufactura con empresas de la ciudad”, dice Quintero. Pero este emprendedor tenía como meta presentar al mercado un producto orgánico con valor agregado. “Pero las empresas a las que me acerqué no garantizaban que sea orgánico y libre de gluten. Por eso decidimos invertir en una planta propia”. El monto destinado bordeó los USD 140 000 para infraestructura, maquinaria y certificaciones.

    La planta de Gourmet Andino tiene capacidad para producir 10 toneladas al mes, pero en la actualidad está trabajando a la mitad. “Nuestro caso es aislado porque somos nuevos en el mercado y vamos ocupando la capacidad instalada con el tiempo”.

    Quintero añade que tener una planta propia tiene puntos a favor y en contra. En los primeros está que puede controlar el proceso de sus productos orgánicos; en los puntos en contra menciona que es un costo fijo.

    Otra empresa joven en el mercado es Rikocom Alimentos, que produce salsas, aderezos, mermeladas y otros productos de la industria de alimentos. Su caso es distinto, porque si bien lleva cuatro años en el mercado su planta de producción trabaja al 100%.

    Su director, Andrés Alarcón, explica que esto ocurre porque trabajan en un solo turno. “Si haríamos dos turnos el uso de la capacidad bajaría a 60%”.

    Alarcón detalla que también juegan las especificaciones de la maquinaria empleada, su afinamiento y ciertos cuellos de botella. “Cuando eso se afine los niveles de producción bajarán.

    Este empresario señala que la subutilización de maquinaria ocurre porque Ecuador es un mercado pequeño y la maquinaria que se importa viene diseñada para otros mercados. “En otros países el nivel de consumo y población es distinto, así como los niveles de empleo y poder adquisitivo”.

    La estrategia para hacer frente a este desafío, dice Alarcón, es lanzar nuevos productos y así aprovechar lo que se llama la capacidad ociosa de la planta. “Si antes ofertaba una presentación de 500 gramos ahora vende una de 300 gramos. Si ofertaba en vidrio ahora se hace en plástico”.

    Alarcón explica que se abarató el producto porque cayó el poder adquisitivo de la gente, dada la economía del país. “La idea es mantener la venta unitaria cambiando empaques o tamaños, sin afectar la producción en toneladas”.

    Una idea parecida es la de Macafri, empresa del sector cárnico. Su plan es desarrollar productos de nicho, con valor agregado y con mayores facilidades de cocción con una oferta de alimentos listos para preparar, según explica su gerente Édison Romo.

    Otra alternativa para aprovechar la capacidad de producción es externalizar los servicios, es decir buscar clientes que deseen usar la maquinaria. Eso ocurre con Unilimpio, firma que tiene dos líneas: químicos para la limpieza y productos absorbentes.

    El gerente de Producción, Marcel Filbig explica que elaboran productos para clientes para ocupar la maquinaria. Aún así, dice, en la planta de químicos solo se usa el 30% de la capacidad (con 300 toneladas por mes). “Operamos en un turno de ocho horas, con ciertas excepciones”.

    En absorbentes se trabaja en un 90% de la capacidad y produce 100 toneladas al mes. Unilimpio tiene expectativas luego de que empezaron a exportar a Perú, el año pasado. “Confiamos en que mejorará la economía. Mientras optimizamos procesos internos para aprovechar la inversión”.

    Las jornadas ampliadas no son una opción para los negocios

    Pocas son las Mipymes que trabajan más horas de las estipuladas en la ley. Así lo revela información del Observatorio de la Mipyme de la Universidad Andina Simón Bolívar.

    Los datos muestras que en promedio las Mipymes trabajaron entre el segundo cuatrimestre del 2011 y el segundo cuatrimestre del 2016, un total de 8,4 horas al día.

    “Este es un indicador fuerte. Es un comportamiento negativo porque afecta la productividad. Esas horas que no están siendo utilizadas implican una subutilización de otros recursos como máquinas, equipos, infraestructura física. Cuando se genera capacidad ociosa el efecto es un incremento en los costos de producción, principalmente unitarios”, explica Wilson Araque, director del área de gestión de la Universidad Andina Simón Bolívar.

    La fabricación de artículos o la atención de servicios en volumen obliga a una reducción de los precios porque se trabaja más, se reduce el uso ocioso de las maquinarias y se vende mucho más.

    En el análisis hecho por el exMinisterio Coordinador de la Producción en el 2015 se establece que la productividad laboral media de la industria se estancó. En ese año la cifra alcanzó un 11,6.

    Bolivia, Colombia, Chile y Uruguay son los países de la región cuya productividad media laboral es alta y tuvo importante crecimiento durante el 2014 y 2015.

    El Panorama Laboral y Empresarial del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) muestra que “la productividad de las microempresas representa apenas el 8,9% del total”.

    Las pequeñas empresas registran una productividad del 31,2%. En el caso de las medianas (divididas en dos tipos) y las grandes su situación es diferente y tienen mayor producción.

    Según Araque, si las firmas utilizaran más su capacidad instalada es probable que podrían contratar más trabajadores e impulsar el círculo productivo ya que necesitarían más materia prima y, por ende, los proveedores podrían crecer en su producción y ventas.

    Lo mismo sucedería si estas decidieran trabajar más horas. Claro está que para ello las compañías deben tener mercado a quien vender sus bienes o servicios.

    “Las Mipymes necesitan financiamiento especializado para crecer, principalmente de parte de la banca pública. La idea es generar productos adecuados a la realidad que tiene cada sector productivo. No es lo mismo un crédito para el agro que para hacer ropa”, dijo.

    Macafri, empresa del sector cárnico. Su plan es desarrollar productos de nicho.  La planta de producción espera mejorar sus indicadores en este año. Foto: Alfredo Lagla / LÍDERES
    Macafri, empresa del sector cárnico. Su plan es desarrollar productos de nicho. La planta de producción espera mejorar sus indicadores en este año. Foto: Alfredo Lagla / LÍDERES
  • Marco Carrión: ‘Los trámites frenan a las mipymes’

    Carolina Enriquez

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    El presidente de la Cámara Nacional de Pequeños Empresarios (Canape) habla sobre la competitividad de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes). La capacitación, la apertura de mercado, mejores precios, etc., son claves para ello.

    Ecuador está en un momento en que busca reactivar su economía, incluyendo la de las mipymes. ¿Qué falta para que estas unidades productivas sean más competitivas?

    La competitividad obedece a varios factores, pero uno clave es el costo de los bienes o servicios. Cuando se produce a escala es posible tener precios mejores. Sin embargo, el mercado ecuatoriano es pequeño y eso no es posible. Por ello la salida es exportar.

    ¿Solo con eso ya se vuelven competitivas?

    Hay factores que enfrentamos que tampoco permiten avanzar, en ese sentido. La exportación demanda demasiado esfuerzo de las mipymes debido a la cantidad de normas que deben cumplir. La tramitología es excesiva. Por ello es que dentro del Consejo Consultivo se lo incluyó como uno de los temas a revisar por el Gobierno.

    ¿Qué le recomendaron al Régimen?

    Que se elimine la mayor cantidad de trámites porque estos demandan demasiado esfuerzo, tiempo y dinero. Estamos enfocados en el cumplimiento de estos procesos en vez de volvernos más competitivos.

    ¿Es el único factor que impide producción y exportaciones competitivas?

    No. Está el tema del acceso a mercados. Ahora nos resulta difícil y creo que las embajadas deben ayudarnos a trabajar en ello. Lo que tienen que hacer es ir y buscar nichos de mercado, obviamente con el apoyo privado. Debe haber oficinas inteligentes de mercados, que detecten los productos que se demanda y nuevos destinos.

    ¿Eso no se ha logrado con las oficinas comerciales?

    Eso no se ha dado, todavía no tenemos una institución inteligente en ese sentido. Debería hacerlo el ministerio de Comercio Exterior. En la Cámara recibimos a embajadores que nos vienen a ofrecer sus productos y nos consultan lo que estamos demandando. Ese tipo de acercamientos nos hace falta.

    De todas formas las oficinas comerciales existen para ello.

    Todavía no trabajan de la mano con las mipymes, que son las que pueden dar un salto, un valor agregado, diversificación de productos, etc. Junto a todo esto hay un tercer factor que impide la competitividad.

    ¿Cuál?

    Falta de personal especializado. Las pequeñas y medianas empresas estamos permanentemente formando a las personas. Muchas se van a las grandes industrias y otra vez volvemos a empezar. Tenemos que capacitar en el uso de máquinas y nuevas tecnologías. Eso para las mipymes es difícil porque representa un alto costo.

    ¿Qué se puede hacer?

    Ahí es donde hay que trabajar con instituciones como el ministerio de Industrias, la Secretaría Nacional de Ciencia y Tecnología o Yachay. Deben establecer parámetros de cómo se va a trabajar para transferir conocimientos.

    ¿Qué sugiere?

    Anteriormente había institutos técnicos. Hemos planteado que vuelvan a existir para formar en carreras técnicas, personal que podamos absorber las mipymes.

    En el marco del Consejo Consultivo se hicieron 139 propuestas. ¿Cuáles permiten impulsar la competitividad de las mipymes?

    Una de las cosas que pedimos fue que no se grave el anticipo al impuesto a la renta (IR) a las empresas que venden hasta USD 1 millón al año. Eso lo volvimos a pedir. Creemos que este tributo no debería cobrarse, porque a renta ganada renta cobrada. Le resta liquidez a las empresas.

    Desde las pequeñas empresas se ha solicitado, en diversas ocasiones, que se apliquen salvaguardias, aranceles, etc. ¿Cómo influye esto en su competitividad?

    De las alrededor de 4 000 partidas que existen estamos intentando que se revisen 316. Lo proponemos porque no queremos competencia desleal de determinados productos. Hay productos chinos que llegan mucho más baratos y es así porque los costos de producción en ese país son mucho más bajos y tiene fabricación de escala. Ante esto se debe proteger a la industria local y desarrollar productos de mayor calidad.

    ¿El ecuatoriano debe creer en su industria?

    Sí, hay excelente calidad en cuanto a zapatos, tecnología, software, máquinas, etc. El mercado local debe fortalecerse y una medida son salvaguardias, aranceles, que puedan protegernos de productos que, incluso, entran por contrabando. De forma no justa.

    ¿Las importaciones son malas?

    No las de productos necesarios, que tengan calidad, que sirvan para la producción. Y en esos casos hay que liberar de aranceles, principalmente si son materias primas y bienes de capital, necesarios para una cadena de valor.

    ¿Qué opina de una liberalización del comercio exterior?

    No creo que quitando todos los aranceles, todas las salvaguardias, vamos a salir adelante. Se debe aplicar un conjunto de factores.

    Del otro lado, ¿cuál sector de las mipymes tiene grandes posibilidades de exportar?

    El sector alimenticio. El sector de plásticos tiene un desarrollo importante. La construcción, por otro lado, puede exportar servicios. En la exportación están las divisas, que son claves para un esquema dolarizado.

    ¿Queda afuera algún factor para el fortalecimiento de las mipymes?

    Fortalecer el tema de compras públicas, que eso sí se trató en el marco del Consejo. Hay alrededor de USD 10 000 millones en compras del Estado. Comprando en el país se fortalecería la industria nacional. Esperamos que se compra más localmente.

    ¿Cuántas mipymes hay en el país?

    Existen unas 500 000 mipymes. No todas forman parte de gremios. Considero que se genera unos seis millones de empleos y representan el 92% del tejido empresarial. En el mundo la proporción es del 89%.

    Carrión es ingeniero mecánico graduado en la Escuela Politécnica Nacional (EPN). Foto: Diego Pallero / LÍDERES
    Carrión es ingeniero mecánico graduado en la Escuela Politécnica Nacional (EPN). Foto: Diego Pallero / LÍDERES
  • La UE aporta USD 430 000 para competitividad de mipymes colombianas

    Agencia EFE

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    La Unión Europea aportará 1.270 millones de pesos (más de USD 430 000) para que micro, pequeñas y medianas empresas del departamento del Atlántico (norte) mejoren la competividad, sobre todo en la cadena de producción y la comercialización de sus productos, informó este martes 3 de octubre el organismo en Bogotá.

    La firma de acuerdos de colaboración para la competitividad se realizará el miércoles en Barranquilla, iniciativa impulsada por la Cámara de Comercio de la ciudad. «Este es un programa que va enfocado a la colaboración empresarial dentro de cada uno de los sectores (…) y busca mejorar el producto, el proceso, la gestión, la planificación, la estrategia y la comercialización», aseguró la encargada de negocios de la Unión Europea en Colombia, Rachel Brazier, citada en un comunicado.

    La UE «prevé que un 15% de las empresas participantes en el proyecto estén lideradas por mujeres», y asimismo, auspiciará un conversatorio llamado «Europa, un mercado lleno de posibilidades». En el coloquio, miembros de la UE y empresarios colombianos discutirán temas como el aprovechamiento del acuerdo comercial entre Colombia y los 28 países miembros, herramientas que facilitan el comercio y de los desafíos de los sectores más importantes del comercio.

    El encuentro es organizado por la Cámara de Comercio de Barranquilla como parte de su proyecto «Apoyo a la competitividad y mejora de la asociatividad para las mipymes del departamento del Atlántico», agregó la información.

    María José Vengoechea Devis, Presidenta Ejecutiva de la Cámara de Comercio de Barranquilla y Laura Cepeda Emiliani, Directora Ejecutiva de Fundesarrollo presentaron en Rueda de Prensa. Foto: Camara de Comercio de Barranquilla
    María José Vengoechea Devis, Presidenta Ejecutiva de la Cámara de Comercio de Barranquilla y Laura Cepeda Emiliani, Directora Ejecutiva de Fundesarrollo presentaron en Rueda de Prensa. Foto: Camara de Comercio de Barranquilla
  • 30 Mipymes se sumaron al tejido exportador en el 2016

    Redacción Quito

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    Pez cobia que se exporta EE.UU., cuadernos que se envían a México, piñas y filetes de peces espada congelados a España, stevia que va a China, quinua a los Países Bajos, vestidos al Reino Unido y hortalizas a Japón. A estos bienes se suman envíos de azúcar a Colombia y de dentífricos a Bolivia.

    Estos y otros productos conformaron el año pasado la nueva oferta exportable ecuatoriana. En total fueron 183 nuevos productos que llegaron a mercados extranjeros en el 2016, según datos de la agencia estatal Pro Ecuador, entidad adscrita al Ministerio de Comercio Exterior.

    A esto hay que sumar que 30 micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) exportaron por primera vez el año pasado. Todo esto muestra que la actividad exportadora cuenta con nuevos actores, especialmente pequeñas y medianas empresas, según empresarios y autoridades.

    Una de las empresas ecuatorianas que exportó por primera vez el año pasado fue Intiorganics, que elabora productos semielaborados de cacao. La primera exportación la realizó en abril del año pasado a Estados Unidos. Actualmente también está exportando a Italia y Holanda.

    Intiorganics procesó el año pasado 94,5 toneladas entre cacao y semielaborados. El 90% se destinó a exportación, explica Diego Paredes, gerente de Producción.

    Él también cuenta que la empresa apunta hacia Canadá, Alemania y Japón. “Hay interés de parte de esos mercados y estamos trabajando para llegar allá”.

    Para Silvana Vallejo, directora de Pro Ecuador, la meta del Gobierno es tener un nuevo Ecuador exportador, diversificando la estructura productiva e insertando más bienes locales en los mercados extranjeros.

    La funcionaria indica que hasta hace 10 o 15 años aparecían no más de tres o cuatros productos nuevos por año. Pero ahora la cifra viene creciendo cada año, en los registros de Pro Ecuador. “Estas nuevas exportaciones corresponden especialmente a las Mipymes”, dice Vallejo.

    La vocera de Pro Ecuador admite que al tener el dólar como moneda y no poder devaluar las empresas tienen altos costos productivos . “Sin embargo, un punto a favor del dólar es que es más fácil hacer negocios con Ecuador. Podemos concretar un precio y no se va a cambiar. Eso permite planificar en el corto y mediano plazos”.

    Según Pro Ecuador existen cerca de 8 000 productos o partidas que exporta el país. De esa cifra unos 5 000 bienes se envían al extranjero de manera constante. Bajo este contexto, dice Vallejo, la clave es que las Mipymes innoven. “Solo así Ecuador ha logrado colocar, por citar dos ejemplos, papel, muebles y colchones en Bolivia, o uvillas deshidratadas en Alemania”.

    Daniel Legarda, presidente de la Federación Ecuatoriana de Exportadores, considera que las empresas que quieren internacionalizarse deben cumplir requisitos: el primero es tener un producto de calidad. Luego deben conocer qué demanda el consumidor en el extranjero. “Esto parece algo básico, pero muchas veces el desconocer lo que quiere el mercado termina siendo un impedimento”.

    Para consolidar los envíos Legarda menciona otras condiciones como establecer relaciones de largo plazo y generar confianza en el importador que compra el producto (ver página 13).
    La empresa Tecopesca es parte del mundo exportador desde hace 17 años. Su presidente ejecutivo, Ricardo Herrera, recomienda conocer con claridad los requisitos y normas que establecen los distintos mercados. “Con esto el trabajo para exportar es menos complicado”, asegura este empresario que envía a EE.UU. y Europa.

    En lo que todos los consultados coinciden es en no quedar mal con los importadores. De lo contrario los negocios no prosperan y las puertas de los mercados internacionales se cierran. “Lo mas difícil es ingresar a un país y lo más costoso es perder un cliente”, resume la directora de Pro Ecuador.

    Calidad, ferias y contactos son tres claves

    Durante el 2016, Ecuador sumó nuevos productos a su canasta exportable. Entre la oferta se encontraron alimentos, textiles, muebles y otros ítems.

    Algunas de las empresas nacionales que ahora tienen presencia en el exterior son jóvenes en el mundo de los negocios. Contactos en el extranjero, participación en ferias y el apoyo de organismos públicos y privados son parte de las estrategias que les han permitido salir al mundo.

    Wipala Healthy Snacks es una productora de snacks hechos a base de granos andinos, frutas tropicales, ingredientes amazónicos y vegetales. Está en el mercado desde hace cuatro años y su primera exportación fue en octubre del año pasado,hacia EE.UU., con 400 000 barras de 45 gramos.

    “El proyecto nació como una empresa que pueda mostrar Ecuador ante el mundo. Pero, sabíamos que no era fácil”, comenta Jaime Santillán, cofundador y CEO de la empresa ecuatoriana.

    Concretar la primera exportación les tomó un año. El proceso para el envío incluyó cotizaciones y envió de muestras al cliente, desarrollo de campañas de promoción, permisos, entre otros pasos.

    Santillán señala que lo que suele demorar más es la negociación con el cliente. En el caso de trámites y permisos necesarios, asegura que el proceso es más sencillo que para distribuir localmente.

    La semana pasada, Wipala realizó su primera exportación del año, con el envío de 100 000 barras al mercado estadounidense, para ser distribuidos en Texas, California, Nueva York y Florida. En los próximos meses prevén exportar hacia Chile y México, y para 2018 hacia la Unión Europea.

    El apoyo de Pro Ecuador ha sido clave para algunas empresas. Es el caso de Mikhuna, empresa que desde enero de este año comercializa en el exterior productos orgánicos a base de quinua y amaranto en grano.

    Actualmente, sus productos se exportan hacia Reino Unido, Estados Unidos y Rusia. La empresa está en negociaciones para distribuir sus productos en la India.

    La agencia estatal Pro Ecuador les ha brindado apoyo para participar en ferias desarrolladas en Inglaterra, EE.UU. y Alemania. Para Estefanía Morales, propietaria de Mikhuna, estar presente en estas ferias ha sido muy importante para darse a conocer en el mercado internacional.

    El haber vivido dos años en Escocia también le facilitó a Morales hacer contactos en el Reino Unido, primer lugar al que exportó su empresa. También, gracias a esa experiencia se dio cuenta de que eran pocos los productos ecuatorianos que se vendían en el exterior.

    “Ecuador tiene que exportar. Es la única forma de darnos a conocer en el mundo. Tenemos muy buenos productos”, subraya la propietaria de Mikhuna.

    Hasta la fecha esta pequeña empresa ha realizado cuatro exportaciones que han representado una facturación USD 30 000.

    Comercializar sus productos en el mercado local también es un objetivo de esta empresa, que próximamente sacará una línea de cremas y sopas instantáneas a base de quinua que esperan ubicar en las perchas de supermercados en todo el país.

    Intiorganics, con presencia en el mercado desde agosto de 2015, realizó su primera exportación en abril de 2016, con destino a EE.UU. Esta empresa produce y comercializa cacao raw (crudo) y semielaborados de cacao: nibs, pasta, manteca y polvo.

    Diego Paredes, gerente de Operaciones, considera que en el extranjero se aprecia mejor el cacao fino de aroma. Subraya que esto les ha facilitado la exportación de sus productos, que también tienen presencia en el mercado italiano y holandés.

    La participación en ferias también ha sido una estrategia de promoción importante, tanto en el mercado local como en el internacional. Para este año la meta de Intiorganics es destinar al menos el 80% de la producción para exportación.

    La buena reputación se construye desde el inicio

    La primera exportación es un hito para toda empresa. Ese primer envío marca un punto de quiebre para todo emprendimiento. Pero también abre un nuevo desafío: exportar de manera sostenida.

    Eso lo saben empresas como Tecopesca, del sector pesquero. Esta firma exporta desde hace 17 años a mercados como Europa y EE.UU. principalmente, pero también a la región y Asia.
    Ricardo Herrera, presidente ejecutivo de Tecopesca, cuenta que existen varias claves para que la exportación se mantenga en el tiempo. “Cumplir las normativas es vital para ganar reputación. Esto genera confianza y permite consolidar mercados”.

    En los mercados europeos, añade Herrera, el consumidor es muy exigente. Por eso es importante dar a conocer la trazabilidad del producto que se envía. “Esto implica contar todo el proceso por el que pasa un bien, desde que se elabora hasta el envío”.

    El empresario también recomienda tareas casa adentro como afinar costos que permitan una operación exportadora de largo plazo, así como apoyarse en gremios exportadores.

    Otra empresa ecuatoriana que exporta es Livekuna que desde le 2015 envía al extranjero semillas de chía y otros superalimentos. Su titular, Carlos Gutiérrez, dice que el proceso para exportar implica contar con canales de venta adecuados en el extranjero; precios competitivos;calidad de primera; inversión inteligente y efectiva en publicidad; así como constante innovación y perseverancia. “Importa mucho la rapidez de cómo se trabaja, se desarrolla y hace que las cosas pasen”.

    Ahora, con una inversión de USD 150 000, Livekuna planea exportar en julio próximo 200 toneladas de harina de quinua y 200 toneladas de harina de banano para abastecer la demanda en Estados Unidos para los supermercados Wal-Mart Stores.

    Para Carlos Ribadeneira, empresario de los sectores textil y metalmecánico, una de las claves es acordar desde el inicio el sistema de pagos con el importador. También, es una obligación tener certificados de origen, cumplir normas de etiquetado, tener el registro sanitario. “Para eso hay que conocer bien las reglas del país al que se exporta”, dice Ribadeneira.

    En el Ecuador existen cerca de 2 500 empresas que exportan, según los registros de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor). De esa cifra el 60% son micro, pequeñas y medianas empresas, asegura su titular, Daniel Legarda. Esto significa que alrededor de
    1 500 Mipymes ecuatorianas exportan en la actualidad.

    Para Legarda las empresas que se internacionalizan tienen varios dilemas. Uno es cumplir el compromiso de entregar los volúmenes acordados.

    Pero lo más importante que señala el vocero de los exportadores es desarrollar relaciones de largo plazo. En este camino, en ocasiones se puede sacrificar el precio, con tal de consolidar la relación. “El precio es importante, pero no lo es todo. Importa más el largo plazo”, asegura Legarda.

    El representante recuerda que la dinámica del comercio exterior hoy en día es mucho más dinámica y rápida que hace 20 o 30 años y si un proveedor queda mal con el importador, lo más probable es que sea reemplazado con otro.

    Un empleado de Intiorganics trabaja en la planta de producción de esta Mipyme ecuatoriana. La empresa exportó el año pasado productos semielaborados de cacao a tres países. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
    Un empleado de Intiorganics trabaja en la planta de producción de esta Mipyme ecuatoriana. La empresa exportó el año pasado productos semielaborados de cacao a tres países. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
  • Un fondo de 10 millones de euros para Mipymes que apuntan a la Unión Europea

    Redacción Quito

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    Las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) tienen otro motivo para estar optimistas. Ahora podrán participar en el programa ‘Apoyo al Sector de Comercio en Ecuador para Mipymes‘.

    Está iniciativa cuenta con un fondo de 10 millones de euros y es cofinanciado por la Unión Europea. El programa fue presentado hoy, martes 11 de abril del 2017, y será ejecutado por la Federación de Exportadores (Fedexpor) y Corpei, con el apoyo del Ministerio de Comercio Exterior, y Pro Ecuador.

    Según el Presidente de Fedexpor, Daniel Legarda, serán 200 empresas beneficiarias que participarán durante los tres años del proyecto, que está abierto para las firmas que venden hasta USD 5 millones al año. Legarda agregó que actualmente se están realizando en varias ciudades del país talleres de difusión del programa para notificar a las Mipymes la apertura del sistema.

    Los interesados en ser parte del programa podrán inscribirse hasta finales de julio a través del sitio web www.exportaaeuropa.ec.

    Ligia Estrella, Directora de Proyectos de CORPEI, reiteró su compromiso con el sector empresarial para que puedan hacer uso efectivo de las ventajas del Acuerdo Comercial con la UE, a través de los fondos de cooperación.

    Luego de la selección de las Mipymes se realizará un diagnóstico para conocer sus necesidades, según un comunicado. Además se les brindará asistencia técnica con el objetivo de mejorar el diseño de empaques, implementar certificaciones, y lograr su participación en eventos de promoción comercial, entre otros, para cerrar negocios.

    Silvana Vallejo, Directora Ejecutiva de Pro Ecuador, aseguró que, en los 100 primeros días del acuerdo con la UE los exportadores ya han experimentado los primeros beneficios. “Cabe destacar que tenemos productos con potencial entre ellos, de comercio justo, productos orgánicos, súper alimentos, entre otros, que sin duda se ajustan a las necesidades que tiene hoy en día el mercado europeo”.

    (De izq. a der.) Ligia Estrella, Directora de Proyectos de CORPEI, Silvana Vallejo, Directora Ejecutiva de Pro Ecuador, Daniel Legarda, Presidente Ejecutivo de Fedexpor y Marco Venegas, Gestor de proyectos de cooperación de la Delegación de la Unión Europ
    (De izq. a der.) Ligia Estrella, Directora de Proyectos de CORPEI, Silvana Vallejo, Directora Ejecutiva de Pro Ecuador, Daniel Legarda, Presidente Ejecutivo de Fedexpor y Marco Venegas, Gestor de proyectos de cooperación de la Delegación de la Unión Europea en Ecuador. Foto: Cortesía Pro Ecuador
  • Productores y Mipymes suman recursos para exportar a la UE

    Carolina Enriquez

    Modesto Moreta y Marcel Bonilla

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    Las micro, pequeñas y medianas empresas ecuatorianas productoras de bienes agrícolas y agroindustriales tienen una especie de socio para entrar a la Unión Europea. Se trata del programa Al Invest edición V.

    Este proyecto ha tenido otras cuatro ediciones desde 1994, cuando arrancó. Así lo explica la Cámara de Industrias, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz, (Cainco) en Bolivia, entidad que lidera el proyecto Al Invest V.

    “En sus inicios era un programa de la Unión Europea (UE) que buscaba atraer inversionistas europeos a Latinoamérica. Sin embargo, viendo las realidades de las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) de la región, mutó para potenciar las firmas de la región para que estas puedan exportar al mercado de Europa”.

    Hasta la fecha la UE, en todas las fases, ha colocado 50 millones de euros (USD 53 millones) en la región y ha beneficiado a 150 000 pymes. La quinta edición, según Cainco, es la más grande y destinará hasta 31 millones de euros (USD 33 millones) hasta el 2019.

    Los fondos se destinan para el fomento empresarial en 18 países de América Latina. En Ecuador, dos gremios, la Cámara de Comercio de Quito (CCQ) y la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor), se presentaron como solicitantes de los fondos para canalizarlos a través de dos proyectos (uno por cada uno).

    La herramienta principal del programa es la creación de núcleos empresariales “que son grupos de firmas del mismo rubro que se reúnen para, a través del trabajo en equipo y guiados por un consejero, encontrar soluciones a los problemas comunes”, según la Cainco.

    En Fedexpor, gremio en el que la quinta edición arrancó en diciembre, están en esta fase, según Daniel Legarda, presidente del mismo. Él añade que trabajarán con productores de pymes de seis provincias, a quienes se les brindará asistencia técnica.

    500 000 euros (USD 531 000) canalizará Fedexpor, provenientes de Al Invest V, a través de los cuales buscan beneficiar a unas 200 Mipymes. Un valor similar maneja la CCQ, la cual calcula 620 micro, pequeños y medianos empresarios beneficiarios.

    Patricio Alarcón, titular de la CCQ, indica que la idea es mejorar la productividad, la competitividad y el acceso al mercado europeo de productores de cacao, chocolate y derivados, café verde y tostado, quinua, etc. “Se los pone en contacto con el procesador y se investigan mercados. Formamos encadenamientos productivos y aprovechamos las ventajas del acuerdo que, principalmente, es el no pago de aranceles en la UE”.

    La importancia de impulsar a las Mipymes, en el marco del acuerdo, está vinculada al hecho de que el 30% de las exportaciones a la UE pertenecen a este sector. Además, sus productos, usualmente, cumplen con requerimientos de los consumidores del bloque como certificaciones orgánicas, de comercio justo, entre otras.

    Para estos negocios el 35% de la cartera de exportaciones corresponde al bloque europeo.
    La CCQ explica que cuentan con empresas ancla, que están a punto de exportar o ya lo están haciendo, cuyos proveedores son los productores que ahora trabajan en el programa. “Estas empresas procesan lo que les entregan los agricultores. Con ellos estamos implementando certificaciones en, por ejemplo, inocuidad alimentaria. Luego apoyamos en el proceso exportador colaborando en la visita a ferias, diseño de nuevos productos, etc.”.

    Al menos ocho empresas ancla participan en el proyecto entre las cuales se encuentra Pacari.
    La firma cuenta que se involucró en el proyecto a través de la CCQ y su aporte es mejorar las cadenas productivas de maracuyá, uvilla, mortiño, ají, hierbas aromáticas y cacao. “Trabajaremos con ocho asociaciones de productores que juntos suman más 800 familias de agricultores”.

    La asesoría abre puertas al productor

    Los beneficiados por la quinta fase del programa Al Invest son 620 micro, pequeños y medianos productores agrícolas de cacao, café y quinua. En esa cifra también se incluyen empresas fabricantes de chocolate, café tostado, alimentos a base de quinua de Chimborazo, Esmeraldas, Los Ríos, Manabí, Napo, Pichincha y Zamora Chinchipe.

    Las empresas de Cereales Andinos localizadas en la parroquia Calderón, en Quito, y la Asociación de Pequeños Exportadores Orgánicos del Sur de la Amazonía, en Zamora Chinchipe, son parte de la quinta fase del proyecto Al Invest.

    Cereales Andinos elabora bocadillos de quinua denominado Quinua Crunch, hojuelas de quinua (Quinua fácil) y harina de quinua para panadería y repostería en general. Estos productos se comercializan en cadenas como Supermaxi, Mi Comisariato, Santa María, TÍA, Fybeca, Coral y otros. Además, exporta desde el 2014 a EE.UU., Canadá, Corea del Sur y China.

    Esta empresa se fundó hace 10 años, trabajan 20 personas en la planta y con pequeños productores de quinua de Imbabura y el norte de Pichincha. Actualmente tienen la certificación de Buenas Prácticas de Manufactura.

    Guillermo Tapia, gerente de Cereales Andino, explica que con el apoyo del programa de la Unión Europea financiarán la obtención de las certificaciones de calidad internacional como Hacct, Gluten-Free y CMO, estas estarían listas abril de este año. El costo de inversión es de USD 10 000.

    Esto es importante porque los sellos de las certificaciones estarán en los empaques de los productos que serán exportados a la Unión Europea. “Es un programa interesante que nos beneficia para llegar a otros países”.

    Con los recursos además se financiarán las certificaciones, investigación y desarrollo de nuevos productos y se solicitará la asistencia técnica de profesionales europeos.
    En Zamora Chinchipe la Asociación de Pequeños Exportadores Orgánicos del Sur de la Amazonía es otra de las beneficiarias del Proyecto Al Invest.

    En la actualidad en esta asociación se cuentan 140 familias asociadas en la producción 70 hectáreas de café, 90 de cacao y 30 de plátano. En total se cosechan 600 quintales de café en el año y se venden en Quito. Toda la producción de chifles se exporta a Francia y Bélgica.
    Roberto Jiménez, gerente Comercial, dice que la propuesta les permitirá fortalecer la producción, el procesamiento y la comercialización del cacao, café y plátano, aunque está enfocado directamente con el café.

    Los recursos de Al Invest ayudarán a la Asociación a cubrir gastos que no pueden asumir como la certificación orgánica y de Comercio Justo para los productores de Zamora Chinchipe.
    Jiménez manifiesta que al momento exportan ‘snacks’ o chifles de plátano a la Comunidad Europea, especialmente a Francia y Bélgica. El café y cacao se venden en el mercado nacional y hay las posibilidades de exportación a EE.UU y Francia. “La Certificación orgánica es uno de los requisitos para ingresar a Europa y Estados Unidos. Son mercados que reconocen la calidad y el trabajo en finca y es más rentable y clave para una organización de pequeños productores”, indica Jiménez.

    La inversión para obtener la certificación es de USD 9 000 y para el proyecto completo USD 60 500. El 70% es financiado por el Plan Al Invest y el porcentaje restante por la Asociación. También se financiará la asistencia técnica para diseñar prototipos para mejorar la eficiencia y la calidad en el proceso de poscosecha de café especialmente lavado y fermentado. Así como, en el mejoramiento social de las comunidades.

    El grupo tiene planificado desarrollar un estudio para el mejoramiento de las variedades de café que mejor se adaptan en la zona para asesorar a los productores.

    Marco Molina es gerente de la empresa Green Products, que se dedica a la producción de carne vegetal (embutidos, hamburguesas y albóndigas, a base de trigo, quinua, soya, garbanzo y lenteja). Desde hace un año participa del programa Al Invest, con el aval de la Unión Europea.
    Uno de los beneficios que ha recibido Green Products es la ayuda para asesoría en desarrollo de productos. “Ya hemos reunido los documentos y calificamos para beneficiarnos del asesoramiento que necesitamos”, señala Molina.

    Por ahora están en el mercando nacional y tramitan las certificaciones para entrar en el proceso de exportación a Colombia y Chile, para eso han empezado por mejorar la producción.
    La empresa La Leyenda, dedicada a la producción de chocolate en Calderón, en el norte de Quito, también busca asesoría en tema de cacao. Esta compañía tiene la capacidad para producir hasta 12 toneladas de chocolate al mes, con maquinaria propia. El capital económico de la empresa corresponde a los socios que necesitan uno mayor para ampliarse.

    Entre los productos están el polvo del cacao y chocolates de varias dotaciones con distintos porcentajes de cacao, explica José Meza, gerente general de la empresa La Leyenda.
    A través del programa, hasta el momento, no han recibido recursos económicos para capitalizar su negocio, pero sí asesoría para lograr conocer cómo abrir mercados en Europa. Estas empresas miran optimistas su futuro.

    La producción en la fábrica de Cereales Andinos, ubicada en Llano Grande. Esta empresa es una de las agregadoras de valor, es decir ancla, en el programa. Hay otras siete firmas. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
    La producción en la fábrica de Cereales Andinos, ubicada en Llano Grande. Esta empresa es una de las agregadoras de valor, es decir ancla, en el programa. Hay otras siete firmas. Foto: Patricio Terán / LÍDERES