Etiqueta: música

  • Los reproductores de música siguen vigentes

    Redacción Quito

    Henry Melo, un quiteño de 25 años, escucha música todo el día. Desde que sale de su casa enciende su reproductor MP3 y le pone ‘play’ a su lista de reproducción favorita. Su discoteca tiene alrededor de 80 gigabytes (GB) de canciones. En su iPod Classic de 120 GB lleva a todo lado, desde música clásica de Mozart, hasta blues de los años sesenta. Su dispositivo portátil lo adquirió hace un año y se ha convertido en su compañero inseparable en sus labores cotidianas.

    El mercado tecnológico oferta varias opciones de reproductores de MP3. Por ejemplo, la marca japonesa Sony todavía conserva su línea de productos Walkman, que inició como reproductor portátil de casete. Este producto fue lanzado en 1979. Actualmente, Walkman tiene una gama de reproductores digitales con tres modelos: MP3, MP4 y MP3 touch. Los precios oscilan entre USD 75 y 349.

    En la tienda Sony del Quicentro Shopping, en el norte de Quito, se han vendido cerca de 10 unidades de estos equipos en lo que va del año. Mientras que solo en diciembre pasado se vendieron 160.

    Para Jennifer Franco, encargada de Walkman de la marca Sony en Ecuador, existe una disminución de ventas en estos productos, debido a la competencia de los teléfonos celulares que cumplen similares funciones. Por esta razón, señala que la marca ha incorporado nuevas aplicaciones con el sistema operativo Android, que le permite al usuario conectarse a Internet y realizar varias tareas.

    En el 2011, Sony en Ecuador vendió unas 25 000 unidades de reproductores MP3, que representó USD 500 000 en ventas. Franco sostiene que a pesar de la competencia con los teléfonos celulares, en comparación con el 2010 las ventas de estos artículos se duplicaron. Al momento, los más vendidos son los Walkman de la serie B, que solo reproducen música y son los más económicos, junto a la línea MP4 que reproduce video.

    La marca Apple también se ha posicionado en los consumidores con el iPod, que lleva 11 años en el mercado mundial. Actualmente, este producto tiene cuatro modelos: Shuffle, Nano, Classic y Touch. Sus precios en el país están entre los USD 85 y 340, de acuerdo con el equipo.

    Laura Vaca, gerenta de Mercadeo de Intelec, empresa que distribuye esta marca en Ecuador, comenta que la demanda de su gama de productos depende de la necesidad del cliente. Por ejemplo, deportistas y empresas para promociones compran el shuffle; los amantes de la música que quieren tener todo en un iPod, compran el Classic. Las mujeres se inclinan por el Nano, por ser ‘más fashion’ y también lo usan como reloj. En el 2011 esta empresa vendió 4 825 unidades. El modelo que más se vendió fue el shuffle con 1 860 unidades.

    En Point Technology se venden MP3 y MP4 de la marca Titán, que tienen incorporada TV y cámara de fotos. Marianela Jiménez, su gerenta comercial, dice que las ventas de estos dispositivos bajaron, porque los celulares también realizan las funciones de un reproductor de audio.

    En este tipo de productos, la comercialización en el 2011 se redujo a la mitad frente al 2010. De 10 000 unidades vendidas pasó a 5 000. Jiménez señala que teléfonos como el Blackberry son los más buscados por realizar varias tareas.

  • Un emprendimiento virtual que suena por todo lo alto

    Redacción Quito

    «Ser baterista no solo implica pegarle a unos tambores. Es más que eso. Implica todo un estilo de vida». Así lo entendieron Gabriel Valarezo, Gregorio Carrera y Daniel Romero, músicos y emprendedores. Estos tres jóvenes quiteños observaron que en el mercado nacional no existe una oferta de tiendas especializada para bateristas. Por ello, en agosto del año pasado, apostaron por esta idea y dieron paso a la creación de X-Drumz, una tienda ‘on-line’ de accesorios para este tipo de músicos.

    Valarezo, quien creó la propuesta, es baterista de la banda de ‘hardcore’ Custodia y estudió comunicación social en la Universidad de las Américas (UDLA). Él se encarga de las relaciones públicas de la marca. Mientras que Romero busca crear nuevos productos; mientras que Carrera, quien en principio fue la imagen de la tienda, se convirtió en socio.

    Pero el proceso para iniciar su negocio empezó a inicios del 2013, cuando Valarezo contactó a marcas internacionales como Kickport, Skullcandy, DW, Remo, Gibraltar, entre otras. Tras presentar su propuesta a un sinnúmero de firmas y luego de recibir respuestas positivas y negativas, hizo las primeras compras.

    De a poco su portafolio de productos creció; actualmente, la inversión asciende a USD 4 500. Su oferta va desde sillas, baquetas, parches, pedales, audífonos, estuches y baterías. Su plataforma de ventas está en su ‘fan page‘ de Facebook.

    El concepto de la tienda es ofrecer un servicio personalizado al baterista, junto a una gama de productos que son complicados de encontrar en las tiendas locales.

    Valarezo, creador de la propuesta, asegura que en el país hay locales que venden instrumentos musicales en general o son especializados para guitarristas. Por esta razón, su propuesta es crear un espacio para bateristas, en el que puedan recibir asesoramiento, intercambiar ideas y probar los productos que se ofertan.

    Para posicionar su marca los tres socios organizan eventos. El primero de ellos se denomina «La batalla». Este consiste en que los músicos suban sus videos en YouTube tocando la batería; el que mayor talento demuestre se lleva accesorios. Actualmente, su promedio mensual de ventas asciende a USD 400.

    Felipe Proaño es profesor de la UDLA y cliente de X-Drumz desde hace cinco meses. Comenta que es una iniciativa «vanguardista», debido a que en el medio no existen propuestas similares.

    Efraín Vizuete es de Santo Domingo de los Tsáchilas y baterista de Kontratake Punk. Él también destaca la variedad de accesorios para músicos profesionales. Él adquirido un «Kickport», un accesorio para mejorar el sonido del bombo.

    La tienda La procedencia.  En su mayoría, los productos se importan desde Miami. Al momento el negocio está en la fase de desarrollar su marca X-Drumz.

    El servicio.

    • El cliente puede realizar pedidos, en su ‘fan page’ de Facebook.
    • 4 500 dólares es el monto que tiene invertido este emprendimiento.
  • Las ventas de discos en vinilo se mantienen en alza

    El Mercurio de Chile Grupo de Diarios América (GDA)

    Sobrevivió apenas a la irrupción del casete; con el arribo del CD, muchos lo dieron por muerto. Y ahora, con esos dos soportes de música casi aniquilados por los formatos digitales, el vinilo está de regreso.

    El más claro ejemplo es que, en Inglaterra, las ventas de discos de vinilo alcanzaron durante el 2013 su máximo nivel en 15 años, según datos de la Industria Fonográfica Británica (BPI).

    En total se vendieron unos 780 000 vinilos, lo que supone un incremento de 101% respecto del 2012. Se trata del mejor resultado desde 1997, cuando se comercializaron 817 000.

    Las cifras también fueron auspiciosas en EE.UU., el mayor mercado mundial de la música. En ese país, las ventas de vinilos aumentaron 32%: pasaron de 4,5 millones de unidades el 2012 a seis millones en el 2013, según datos elaborados por la firma Nielsen SoundScan.

    En ambos países también hubo un incremento de las ventas de suscripciones digitales a sitios de ‘streaming’ como Spotify y Deezer. En el Reino Unido, por ejemplo, ese formato alcanzó las 100 millones de libras (USD 164 millones en promedio), por primera vez.

    Mientras el vinilo ve aumentar su mercado de la mano de aquellos fanáticos de la música que los prefieren por la calidad del sonido, o simplemente para coleccionarlos, el CD está viviendo una realidad muy distinta.

    Después de reinar por aproximadamente dos décadas, ese formato parece estar siguiendo los pasos del casete. En Inglaterra registró una disminución de ventas de 63%, mientras que en Estados Unidos bajó un 14,5%. La consecutiva caída en las ventas de CD ha tenido un gran impacto en las tiendas especializadas, como la famosa HMV, que se vio obligada a cerrar hace un año.

    Pero hay otras novedades en este segmento. El negocio de las descargas (legales) de música en EE.UU. disminuyó en el 2013 por primera vez en más de una década, según la revista Billboard.

  • Musiart, cómo sobrevivir en economía de guerra

    Redacción quito

    Musiart nació en medio de un gran sacudón financiero, hace 11 años. Rolando Valladares, músico de siempre, había inyectado en sus dos hijos, Franciné y Cristian, el amor por la música. Ambos, ya con sus títulos bajo el brazo (ella, como relacionadora pública, y él, como ingeniero de sonido y acústica), decidieron emprender el reto junto a su padre.

    Pero la ilusión y alegría de edificar un negocio próspero sufrió un fuerte traspié en su origen. Un préstamo de alrededor de USD 250 000 en una institución financiera en el exterior iba a servir para retirar todos los equipos de sonido y otro material importante para la acústica de eventos. Lamentablemente, el dueño de la financiera falleció y el crédito no se concretó. Empezaron dos años difíciles.

    Los equipos ya estaban en la Aduana, pero no había dinero para realizar el trámite. Rolando juntó todos sus ahorros, más algunos préstamos bancaros y logró retirarlos. Pero la economía familiar había entrado en «estado de guerra», como él lo recuerda. «Comer poquito, andar contentos y estar preparados para la guerra», repetía Rolando a todos.

    Franciné recuerda que durante todo ese tiempo tuvieron que dejar de comer ciertos alimentos, ajustar muchos gastos, trabajar muy duro y, sobre todo, llenarse el alma con la música. «Eso siempre nos mantuvo unidos como familia».

    Esa misma sonrisa y amabilidad con la que miran la vida, les fue abriendo poco a poco el mercado. Y la familia fue aglutinando servicios: producciones artísticas, conciertos, espectáculos, eventos culturales, artes escénicas… Y en todo ello, asesoría y calidad en el sonido e instalación de sistemas de amplificación, iluminación LED, iluminación arquitectónica, escenarios y estructuras, escenografía, decoración, etc. «Ese es nuestro sello diferenciador», dice Franciné Por ello, esta compañía pasó de tener cinco colaboradores a dar empleo a más de 20, indirectamente, además del ‘staff’ de siete personas que trabajan día a día. Su nómina de clientes se engrosó rápidamente, entre instituciones públicas (presidencia, Alcaldía de Quito, Secretaría de Cultura) y empresas privadas, como Avon. Además de haber creado escenarios para artistas reconocidos como Tadashi Maeda o Gilberto Santa Rosa.

    Y a todo esto sumaron un proyecto social de enseñanza de la música a niños de escasos recursos. Allí entró a participar la madre de familia, María Augusta.

    Los tiempos turbulentos pasaron para la y la experiencia les dejó réditos, en vivencias, crecimiento personal y también en las finanzas. La facturación se multiplicó (ver cifras) y sus clientes están satisfechos. «El trato es familiar y profesional», cuenta Tatiana Figueroa, una cliente de la empresa.

  • Spotify inquieta a la industria

    Redacción quito

    El 2013 fue el año Spotify. El servicio de música en ‘streaming’, que cuenta con unos 24 millones de usuarios a escala mundial, se expandió a 20 nuevos mercados, incluyendo a Latinoamérica.

    De esta forma, está disponible ahora en 55 países. Una de las principales razones de su crecimiento es que parte de su servicio es gratuito. Los usuarios que deseen acceder a otros beneficios, como reproducción de mayor calidad y sin interrupción de comerciales, deben pagar entre USD 5 y 10, al mes.

    De hecho, actualmente su modelo de negocios se basa en ello, en la suscripción de usuarios por servicios pagados, que actualmente suman unos 6 millones. Pero también la pauta publicitaria forma parte de sus ingresos.

    Y como ocurre con los emprendimientos tecnológicos exitosos, el pasado 19 de febrero la empresa anunció que contratará a un especialista en información financiera en EE.UU., para preparar su salida a la Bolsa de Valores. Se estima que el costo de la firma tecnológica ascienda a USD 8 000 millones.

    Gracias a su creciente popularidad, Spotify encabeza el negocio de música en ‘streaming’. Sin embargo, el mercado también cuenta con otras propuestas, como Deezer, Rdio o los servicios de radio como iTunes Radio o GoogleMusic, que ofrecen música, pero no a la carta, como los primeros.

    También ya comienzan a aparecer los detractores. A mediados del año pasado, Thom Yorke, vocalista de la banda in­glesa Radiohead criticó a Spotify debido a las pocas regalías que les corresponden a los artistas. Asimismo, representantes de agrupaciones como Pink Floyd y The Beatles se han negado a que su música esté en Spotify.

    Pero, ¿cómo influye Spotify en la industria de la música? Para el productor musical Daniel Pasquel, integrante de la banda Can Can y quien mantiene su proyecto como solista denominado Marley Muerto, Spotify es una gran plataforma desde el punto de vista del consumidor. La razón principal, según Pasquel, es que el usuario cuenta con un catálogo musical extenso y lo puede reproducir de acuerdo con sus gustos. Pero desde el lado de los artistas, el tema de las regalías no es claro, «pero hay que darle tiempo para que se consolide».

    Sin embargo, asegura Pasquel, Spotify se convierte en una plataforma interesante para la difusión de las nuevas propuestas de los músicos pequeños. Para poder llegar a Spotify se necesita un intermediario, como las disqueras, pero también se puede hacer por medio de la tienda de música online, CD Baby.

    En ello está de acuerdo Gabriel Valarezo, baterista de la banda quiteña Custodia. El músico señala que este tipo de plataformas permiten descubrir nueva música y que agrupaciones locales lleven sus propuestas a países lejanos. Valarezo cuenta que gracias a la difusión de su videoclip en YouTube viajará en los próximos meses a tocar en Indonesia.

    Para Teresa Brauer, especialista en derechos de autor e industria de la música de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), este tipo de plataformas no afectarían a la comercialización de música en iTunes, por ejemplo. El impacto a mediano plazo sería para la radio tradicional, comenta Brauer.

    Más cifras

    Inversión. En noviembre del año pasado, Spotify recaudó USD 250 millones en una ronda de financiación, lo que la convierte en una de las ‘startu ps’ más capitalizadas del mundo.

    Los acuerdos. La empresa, que tiene su sede en Estocolmo (Suecia), ha firmado acuerdos con las discográficas Universal Music, Sony BMG, EMI Music, Hollywood Records y Warner Music entre otras firmas.

    Las canciones. En la actualidad, Spotify tiene alrededor de 4 millones de canciones que no se han reproducido ni una vez. El catálogo completo reúne alrededor de 20 millones de temas.

    24 millones de usuarios suma en el mundo.

    6 millones tiene la modalidad de pago.

  • Con su guía los estudiantes se convierten en artistas

    Mónica Orozco

    En sus aulas se sienten como en un escenario. En los estudios de grabación se convierten en verdaderos productores. Para HotCold, la música y el canto son cuestión de práctica.

    Luego de incursionar en el ámbito artístico, el dúo Las Lolas (conformado por Lola y Fernanda Guevara) decidió abrir esta escuela de formación artística.

    A diferencia de otras compañías de canto, este emprendimiento busca, además de instruir en la parte técnica, inculcar a los estudiantes en otros aspectos de la formación artística: manejo de imagen, expresión corporal, desenvolvimiento en el escenario, etc.

    Esto es lo que más atrajo a Catalina Gavilanes, una de las estudiantes de esta escuela. Tiene 37 años y ama la música desde que era niña. Cree que nunca es tarde para alcanzar los sueños y, por eso, asiste a esta escuela desde que abrió sus puertas en el 2011.

    «Lo llamamos HotCold, porque conjuga lo ‘hot’ de ser artista con lo ‘cold’ de la formación profesional», explica Lola, directora de este emprendimiento.

    Esta escuela, que se ubica en Quito, inició como una propuesta de formación enfocada a niños y adolescentes; pero, luego, atrajo la atención de estudiantes en edad adulta. Gavilanes vive en Ambato y viaja todos los sábados a Quito para poder asistir a clases. «Los maestros son profesionales. He recibido actuación, baile, lectura musical…».

    Las clases están diseñadas para cada grupo de edad y ponen énfasis en la práctica musical y artística. Durante el módulo, graban discos y realizan presentaciones.

    «Me gusta mucho, porque nos dejan desenvolvernos en el campo musical que nosotros queremos. Tengo más confianza de pararme en un escenario», dice Eva Barreno, de 15 años, quien también recibe clases en esta escuela.

    HotCold inició con una inversión de USD 25 000, que destinaron a la adecuación de instalaciones, muebles, equipos de sonido y computación, etc.

    En el primer año de operación HotCold registró un promedio de USD 5 000 de facturación mensual.

    A fines del año 2012 decidió abrir un departamento de Gestión de proyectos, para atender la demanda de nuevos productos musicales.

    Esta estrategia elevó la facturación promedio a USD 8 000 mensuales. De esos, 50% corresponde a ingresos por clases, 30% por cursos vacacionales y el resto por proyectos o eventos.

    «Los proyectos, tanto públicos como privados, tienen que ver con la creación de grupos musicales, composición de canciones para campañas, grupos y solistas en ‘shows’ en vivo, etc.», acota Lola.

    La proyección Presupuesto.

    SEnS HotCold espera aumentar su presupuesto en un 30% el próximo año.

    Proyectos. En los planes está abrir un teatro musical para realizar nuevas producciones y abrir sucursales.

  • Cajones peruano y español, con ritmo quiteño

    REDACCIÓN QUITO

    Cuando a Saed Zabana se le pregunta sobre cómo aprendió a elaborar el cajón peruano y español, un instrumento de percusión elaborado de madera, cuenta la historia del guitarrista flamenco Paco de Lucía, en Lima.

    Transcurría la década de 1970, explica Zabana, y al fallecido músico le llamó la atención el instrumento autóctono andino. Se llevó dos a España y los adaptó añadiéndoles cuerdas para que suenen a palmadas, y así se acople al flamenco.

    De esta manera se derivaron estos dos instrumentos, que ahora se han popularizado en el mundo musical y se utilizan para interpretar desde pop hasta ritmos fusión contemporáneos.

    Pero Zabana no es español ni peruano. Es un percusionista quiteño que a principios de la década pasada se apasionó por el flamenco.

    El músico, quien ha estudiado percusión y batería en el Conservatorio Nacional, Mozarte, el Instituto de Música Contemporánea de la Universidad San Francisco de Quito, entre otros centros, aprendió cómo se trabaja la madera para conseguir un sonido particular.

    Un amigo argentino con el que tocaba en la agrupación de flamenco, del cual no recuerda su nombre, pero al que le decían «el Pesetas» le enseñó cómo se fabrican estos instrumentos en el 2006.

    En principio, los fabricaba para uso personal, pero luego decidió emprender su propia marca. Con una inversión de USD 2 500, que destinó para la compra de materiales y herramientas para la manufactura, nació Zukran Musik.

    Zukran es una palabra árabe que significa gracias, y su valor agregado es que son instrumentos fabricados a mano y a la medida del cliente.

    Su padre, Nabil Zabana, le sugirió que lacara sus cajones con un aditivo especial, con la que lo hacía un violinista clásico. Ahora esta recomendación es un secreto de su fabricación y le da el sonido característico a sus productos.

    De a poco, Zukran Musik ganó terreno entre los músicos locales quienes comenzaron a demandar sus instrumentos. Por ejemplo, los integrantes de la banda Tercer Mundo o Sergio Sacoto tocan con sus creaciones.

    Una de las estrategias para posicionarse en el ámbito musical ha sido entregar instrumentos a músicos para que los utilicen y los recomienden. Uno de los cajones españoles de Zukran Musik llegó a manos del mismo Paco de Lucía, el año pasado y de Alejandro Sanz, en el 2012.

    Zabana, quien gracias a su desempeño es músico de marcas internacionales como Yamaha y el fabricante alemán de platillos Paiste, ha manufacturado bajo su marca unos 300 cajones. Los precios van desde los USD 200 a 400.

    Si es que el cliente lo prefiere, el cajón puede llevar alguna inscripción realizada con láser en la madera. Al mes, este emprendimiento factura entre USD 1 500 a 2 000.

    Efrén Gordillo, propietario de Uio Guitars, tienda de música distribuye los cajones de Zukran Musik. Él comenta que tienen una gran demanda debido a su sonido y gracias a que se elaboran de acuerdo a las demandas del cliente. «Tienen un excelente sonido y no envidia nada a marcas internacionales», añade Gordillo.

    En ello coincide Juan Francisco Jijón, percusionista quiteño, quien utiliza los cajones desde el año pasado. «Tienen un sonido único y son versátiles para diferentes géneros», concluye.

    El dato

    USD 1 500 es la facturación mensual de la marca