La idea general del lugar de trabajo sufrió una transformación tras el covid-19. Así lo indica una encuesta de Cushman & Wakenfield, empresa global de servicios inmobiliarios corporativos, publicada por LinkedIn.
Hoy en día, el sitio de trabajo es una red de espacios físicos y virtuales que incluyen la casa y las oficinas.
Al consultar a personas que laboraron en ambos sitios durante toda la cuarentena se llegó a la conclusión que:
1) Los empleados son productivos en cualquier parte.
2) Gracias a la tecnología, la colaboración alcanzó nuevos niveles de éxito.
3) Se aceleró la flexibilidad para elegir desde dónde trabajar.
4) La oficina solo será el lugar de conexión de la cultura organizacional, más no para desarrollar las actividades empresariales. Seguirán evolucionando como espacios de trabajo.
5) Se generó una cultura de la confianza hacia el colaborador.
Sin embargo, la encuesta determina que hay una serie de desafíos a superar.
1) La pérdida de las conexiones personales.
2) El tiempo de descanso entre trabajo y vida personal, particularmente para los milennials, es muy reducido.
3) Para todas las generaciones hay un déficit para la conectividad.
4) Para la generación X y los milennials es duro enfrentar trabajo y cuidado de integrantes del hogar.
5) Para la generación Z la casa es un sitio de trabajo poco adecuado.
Finalmente, el futuro para las oficinas representa un reto pues deben combinar actividades dentro de ellas y en las casas. Solo los empresarios que estén preparados podrán enfrentar nuevos cambios.
Imagen referencial. Hoy en día, el sitio de trabajo es una red de espacios físicos y virtuales que incluyen la casa y las oficinas. Foto: Reuters
En duda. Ese es el futuro que les espera a las oficinas que, previo al inicio de covid-19, funcionaban en espacios abiertos y que tenían áreas lúdicas.
Entre los consejos que da la Organización Mundial del Trabajo (OIT) sobre seguridad y salud ocupacional pospandemia está el distanciamiento en las instalaciones con un espacio de dos metros entre cada empleado.
A esto, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) agrega que es fundamental la limpieza de superficies y objetos que puedan contaminarse con fluidos corporales entre los que están escritorios, teléfonos, muebles, artefactos de cafetería y más.
La mayoría de estos se encuentra en áreas compartidas de oficinas modernas como estaciones de trabajo, cubículos o espacios de reuniones con puffs, pizarrones para lluvia de ideas con ‘post it’ o marcadores, mesas con sillas ergonómicas, espacios de juegos y descanso, etc.
Para Christian Estay, PhD en Innovación y gerente de Estay Consulting, la continuidad de este tipo de oficinas dependerá de las restricciones de salud que adopten las empresas. Además, explica que las empresas deberán considerar que es posible que aumente la cantidad de gente y el número de horas en teletrabajo, lo que implicará una subutilización de espacios que antes estaban destinados a trabajo presencial.
“La tendencia que se va a dar es de un modelo mixto. Dependerá de la compañía si será más virtual y menos físico. Pienso que la presencia debe ser mínima”.
Daniel Montalvo, director de la maestría en Gestión del Talento Humano de la Universidad de Las Américas, considera que entre los cambios que traerá la nueva normalidad en oficinas será el retorno a espacios cerrados.
El estudio Acciones, plan de retorno de las empresas, elaborado por PwC, con la participación de 30 compañías, indica que entre las medidas de distanciamiento social que se aplicarán en las oficinas está la colocación de los colaboradores pasando un puesto; además, el 8% de las encuestadas afirma que ya ha instalado o instalará en las oficinas láminas plásticas entre módulos de “oficinas abiertas”.
Esto último lo confirman también negocios que se dedican a instalar estos elementos.
Carlos Méndez, quien hace instalaciones de diferente tipo en industrias y oficinas, asegura que hay demanda de empresas para colocar estas barreras, de vidrio o plástico, en áreas interiores y aquellas en las que hay contacto con clientes. Por otro lado, ya se encuentra instalando cubículos para que el personal ingrese del exterior a las oficinas; en esos lugares podrá descontaminarse.
Estay, además, cree que las empresas deben analizar qué tanto aportan para el trabajo, creatividad e innovación metodologías que incluyan espacios abiertos y lúdicos. “El futuro de estos espacios está en duda. Para aprovechar la inversión, los espacios podrían usarse para otras actividades. Hay que aprovechar el teletrabajo”.
Con ello concuerda Javier Verdesoto, CEO de Nexos Talent EFH Ecuador. Él aconseja que si se decide mantener ciertos espacios como los de sillones para reuniones, cubículos de silencio, entre otros, se deben desarrollar protocolos para su uso.
Estas guías deben incluir mecanismos de limpieza y desinfección, reducción del número de personas dentro los mismos, etc. El informe de PwC, de hecho, explica que las encuestadas han decidido bajar en 50% las personas en pisos, oficinas y cafeterías.
Zonas comunes para tomar café, según Verdesoto, deberían eliminarse por un tiempo por cuestiones de higiene. Cada persona debe tener su propio termo.
Según los expertos, estos cambios pueden generar un impacto en los empleados, principalmente mileniales y centeniales que estaban acostumbrados a espacios de interacción. Es fundamental una guía de las organizaciones sobre las nuevas condiciones laborales.
“Se vuelve a oficinas cerradas por protección, se vuelve a poner acrílicos entre clientes y proveedor, se vuelve a poner ranuras. Eso no va a romper la comunicación, nos va a obligar a desarrollar procesos de interacción de manera diferente”, comenta Montalvo.
Además, agrega que se debe aprovechar la virtualidad para diferentes actividades, aplicar las normas de bioseguridad, ser más creativos y lograr eficiencia en las inversiones para proteger al trabajador y cliente, al mismo tiempo que se sigue siendo interactivo e innovador.
Para organismos como la Cámara de Comercio de Quito, que desarrolló su Guía poscuarentena, es clave que dentro de las oficinas se minimice el contacto entre colaboradores, clientes y con personas que necesitan atención.
El gremio cree que compartir objetos, que sucede mucho en los espacios abiertos e interactivos, ya no es una alternativa; son una fuente de contaminación.
Imagen referencial. Expertos explican que muchas empresas, como parte de sus protocolos de bioseguridad, deben reducir el contacto entre personas en las oficinas sin barreras. Foto. Pixabay
Lo único constante en nuestras vidas, y en cualquier negocio, es la certeza del cambio. Este no está bajo nuestro control. Ningún líder puede prevenir sorpresas, interrupciones, desafíos o sucesos imprevistos.
Entonces, ¿cómo organiza un líder una oficina construida con el objetivo de maximizar el talento de su fuerza de trabajo? ¿Cómo prepara una compañía a sus empleados de modo que tengan mayores probabilidades de resolver estos desafíos?
Existen estudios científicos sobre cómo crear un lugar de trabajo amigable para el cerebro: herramientas y estrategias que nos hacen más creativos, productivos, felices y mejores tomadores de decisiones. Y aunque cada vez más empresas están incorporando estos nuevos hallazgos, hay muchas que no. Según Gallup, en todo el mundo solo el 13% de los empleados dicen sentirse comprometidos con su trabajo.
¿Cómo se puede influir en la productividad de los empleados?
Desconexión
La tecnología ha revolucionado todos los aspectos de la oficina moderna. Pero, a nivel individual, todos nos sentimos cercados. Según un estudio de 2012 del McKinsey Global Institute, el trabajador medio de la economía del conocimiento pasa 28% de su tiempo leyendo y respondiendo correos electrónicos. También hay estudios que muestran que el simple hecho de tener un teléfono en una mesa cuando las personas hablan les impide sentirse conectados, incluso si el teléfono no se utiliza. Para obtener un mayor rendimiento, mayor concentración y mayor colaboración, considere tener reuniones sin pantallas: ni teléfonos ni computadoras. Las personas se sentirán más conectadas, menos distraídas, y colaborarán de manera más eficaz.
Libertad
Un estudio de la Universidad de Exeter encontró que permitir que los empleados elijan la cantidad de plantas y fotos que querían en su oficina aumentó la productividad en hasta un 32% en comparación con los empleados a quienes no se les había dado ninguna opción. Y la investigación también ha demostrado que tener una sensación de autonomía aumenta nuestra capacidad de responder al estrés y, en consecuencia, la disminución de la sensación de autonomía nos hace más vulnerables al estrés.
Vegetación
A las personas nos encanta la naturaleza y la vegetación, y cuanto más tengamos en la oficina, más felices y productivos somos. De hecho, esta tendencia a responder de manera positiva a la naturaleza y a los entornos naturales se denomina “hipótesis de la biofilia”, denominación acuñada por Edward O. Wilson en su libro de 1984, Biophelia. La investigación lo confirma. Un estudio de 2010 de la Universidad de Cornell encontró que la presencia de plantas de interior tenía un efecto beneficioso en la atención de los trabajadores. Otro estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Twente, en los Países Bajos en 2008, encontró que las plantas de interior reducían el estrés.
Movimiento
Moverse y caminar, es tan bueno para nuestras mentes como lo es para nuestros cuerpos. Un estudio llevado a cabo por los investigadores de la Universidad de Illinois descubrió que tan solo caminar durante cuarenta minutos tres veces a la semana a paso normal ayuda a mejorar las conexiones cerebrales y las funciones cognitivas. Así que anime a los empleados a caminar y moverse. Una manera de hacerlo es tratar de que los empleados no coman el almuerzo en sus escritorios. Más aún, anímelos a dejar sus teléfonos cuando van a almorzar. Caminar en las reuniones tiene el doble beneficio del movimiento, conexión y colaboración .
Dar
Hay trabajos científicos que demuestran que dar hace tanto bien para quien da como para quien recibe. Un estudio de 2013 realizado por UnitedHealth Group encontró que los programas de voluntariado de los empleados aumentaron el compromiso y la productividad; además, más del 75% de los voluntarios dijeron que se sentían más saludables, más del 90%, que estaban de mejor humor y más del 95% que sentían que tenían un propósito más importante en la vida. También se encontró que los empleados habían aumentado sus habilidades de gestión del tiempo y su capacidad para conectarse con sus compañeros.
Existen herramientas y estrategias que permiten crear un lugar de trabajo amigable para el cerebro. Foto: Ingimage
Si bien el concepto de espacios de oficina abiertos puede parecer nuevo, ha existido desde la década de 1940. En aquel entonces, los arquitectos convencieron a las empresas de que los espacios abiertos promoverían la comunidad, la conexión y la inclusión en el trabajo.
Más adelante en el 2005, Google contrató al arquitecto CliveWilkinson para crear espacios de oficinascomunitarias y salas de reuniones con mamparas acristaladas en su sede de Mountain View, California. Al igual que con muchas tendencias, cuando las compañías exitosas y respetadas innovan, otras siguen su ejemplo.
Hoy en día, la vasta mayoría (80%) de las empresas en EstadosUnidos tiene oficinas abiertas con una mínima o ninguna división entre los escritorios. Recientemente, Walmart anunció que su nueva oficina en Arkansas, que tiene más de 14 000 empleados, tendría un plan de piso abierto para atraer a la próxima generación de talentos.
Los investigadores de Harvard, Ethan Bernstein y Stephen Turban, probablemente le dirían a Walmart que reconsidere esta idea de acuerdo con los hallazgos de un estudio reciente, que mostró que los empleados en una oficina abierta pasaban 73% menos tiempo en interacciones cara a cara. Si bien los empleados pueden verse porque no hay paredesdivisorias entre ellos, terminan recurriendo a la tecnología porque valoran la privacidad y el silencio.
Aunque las oficinasabiertas pueden no ser atractivas para todos los empleados, las nuevas investigaciones muestran que las generaciones más jóvenes las prefieren y están dispuestas a aceptar sus desventajas. En una encuesta hecha con Poly a 5 150 trabajadores y encontramos que más de la mitad de la generación Z (Gen Z) y los mileniales desean oficinas abiertas en comparación con el 38% de los ‘babyboomers’.
Aún más interesante es que más de la mitad de los pertenecientes a la generaciónZ dicen que son más productivos en medio del ruido o hablando con otros, mientras que el 60% de los babyboomers son más productivos cuando están en silencio, por lo que es probable que los Gen Z prefieran trabajar en una oficina en lugar de en casa.
Otro estudio del Foro Económico Mundial, junto con Kronos, respalda esto; se descubrió que prefieren comunicarse con su equipo y recibir comentarios del gerente en persona. Incluso con toda la tecnología de colaboración que les permite trabajar de forma remota, las generaciones más jóvenes siguen valorando el contactohumano que solo pueden encontrar en una oficina.
Dado que las preferencias generacionales en cuanto a los diseños de oficinas son diferentes, las empresas deben buscar espacios de trabajo flexibles que se adapten a las necesidades de todos.
Es por esto que los espacios de trabajo conjunto se han vuelto tan populares en los últimos años. Los empleados más jóvenes quieren un sentido de comunidad y flexibilidad para ser más efectivos.
WeWork, por ejemplo, tiene todo tipo de diseños para satisfacer diferentes preferencias, como salas de reuniones, salas de estar, cabinastelefónicas, salas de conferencias y cafeterías. Todos tenemos diferentes hábitos y preferencias, por lo que la flexibilidad en el espacio de trabajo nos permite seleccionar el entorno que mejor satisface nuestras necesidades.
La pregunta no es si deberíamos reconvertir las oficinasabiertas en espacioscerrados. Necesitamos tener diseños de oficina inclusivos que puedan satisfacer las preferencias de todos, no solo a un grupo de edad específico.
Con espacios de trabajo flexibles, los empleados que se quejan del ruido pueden trasladarse a un espacio cerrado, mientras que otros pueden decidir quedarse ahí. A menudo, la toma de decisionescorporativas llega a los extremos, teniendo un espacio totalmente abierto o cerrado, cuando lo que la gente realmente quiere es flexibilidad para tomar sus propias decisiones basadas en cómo se sienten en ese momento.
Al darles opciones a los empleados, les da el control y son ellos mismos los que pueden elegir el entorno que saque a relucir su creatividad y productividad.
Sin embargo, la contaminaciónacústica, la incapacidad de conseguir un espacio para concentrarse y la imposibilidad de tener un espacio propio donde poder tener sus herramientas de trabajo y objetos personales, pueden ser causales de molestias. Esta resistencia al cambio podría ser tratada conversando con los empleados por bien de todos.
Las nuevas investigaciones muestran que las generaciones más jóvenes las prefieren y están dispuestas a aceptar sus desventajas. Foto: Ingimage
Las oficinas son espacios en los que el empleado permanecerá por lo general ocho horas al día.
Según expertos, al menos tres factores claves del ambiente físico de trabajo influyen en el desempeño y productividad de los trabajadores. Estos son la iluminación, el color y la disposición o distribución del espacio.
Sobre la distribución del espacio, Raquel Jácome, gerenta constructora Castelo Jácome, que se especializa en ambientes de oficinas, explica que las tendencias están cambiando debido a que la mayor parte de la fuerza laboral, incluidas las personas en cargos altos, actualmente pertenece a la generación milenial.
Uno de los cambios más notorios en la distribución del espacio en las oficinas con personal joven es la eliminación de los cubículos, o divisiones que impiden que los trabajadores se comuniquen con facilidad entre sí.
“La forma de trabajo se ajusta a nuevas generaciones que buscan espacios recreativos, poder comunicarse unos con otros y facilitar el trabajo colaborativo”, menciona Jácome.
José Antonio Rivas, arquitecto especializado en interiorismo, añade que la eliminación de los cubículos también contribuye en la productividad de los empleados porque al sentirse encerrados y rodeados de paredes pueden tender a aburrirse, desconcentrarse y gastar el tiempo en redessociales, por ejemplo.
En la distribución de espacios otra tendencia en las empresas es destinar áreas de recreación y descanso para sus empleados. Las oficinas del gigante tecnológico Google son referentes a nivel mundial en esta tendencia.
Ricardo Díaz, representante de la empresa de tecnología Handytec, implementó el año pasado un espacio de recreación para sus 17 trabajadores. En sus oficinas ubicadas en el norte de Quito, el espacio de dispersión tiene cojines, sofás estilo puf,césped artificial, una cafetería y videojuegos. “Trabajar con tecnología suele implicar estar es un cuarto cerrado, estar frente a la computadora por varias horas, por eso pensamos en que era necesario darles un área de este tipo”, señala.
El segundo factor importante es el color. Estos pueden influir en el estado anímico y desempeño de la persona. A la hora de seleccionar los colores también se debe tener en cuenta la identidad corporativa de la empresa, dice Jácome.
La clave está en jugar con los tonos que identifican a la marca y al negocio, con los colores con los que se quiere lograr un determinado efecto en el personal.
Rivas explica que, por ejemplo, en espacios donde trabaja la fuerza de ventas es ideal coloresfuertes que den energía a la persona, como el rojo. “En los ‘call centers’, por ejemplo, las personas tienden a un desgaste, reciben muchos rechazos, entonces necesitan estar con energía extra”.
El color azul es aconsejable cuando se quiere crear una sensación de tranquilidad. El color blanco en mobiliario como mesas y tableros de trabajo además ayuda a tener más concentración.
En la iluminación del lugar se conjugan dos elementos: las ventanas y la luz. Es importante colocar suficientes ventanas y luz eléctrica en una tonalidad e intensidad apropiada para evitar espacios demasiado oscuros que produzcan cansancio o luz demasiado cálida.
En las instalaciones de Zuhause y Studioknox, en Quito, predomina un diseño moderno con buena iluminación. Foto: Diego Pallero / Líderes
El talento profesional de las mujeres es valorado y cultivado en Banco Pichincha. Esta entidad financiera cuenta con un programa de responsabilidad social enfocado en la Inteligencia de Género.
Tener en la nómina una población importante de mujeres -alrededor de 64,5%- y contar con al menos un 68% de microempresarias motivó a Banco Pichincha a buscar estrategias para promover la equidad de género y fomentar su desarrollo profesional y personal.
El primer paso que dio la institución en este sentido fue adherirse en el 2015, de manera voluntaria, a los principios de Empoderamiento de la Mujer promovidos por Organización de las Naciones Unidas (ONU) Mujeres.
Este hecho marcó un hito, porque esta empresa ecuatoriana fue la primera en unirse a este programa de la ONU, resalta David Grey, gerente de Sostenibilidad de esta entidad. Aparte el proyecto de Inteligencia de Género cuenta con el apoyo de la Corporación Financiera Internacional y Lila Working Mom’s.
Esta iniciativa planteó el desafío de generar equidad de oportunidades para a la final alcanzar mejores resultados en el ámbito laboral y personal de sus trabajadoras.
Casa adentro, este programa permite que las mujeres se sientan seguras y tengan las mismas oportunidades que sus compañeros. Ellas reciben capacitación permanente para estar preparadas ante un posible ascenso y cumplir con sus objetivos.
Una muestra de esta política son las mujeres que ocupan cargos altos en la empresa. Actualmente, un 50% de las jefaturas y gerencias tienen al frente a una mujer.
En el ámbito personal, la entidad también apoya a sus colaboradoras. En Banco Pichincha la ausencia que implica la maternidad y la lactancia no altera el desarrollo de las actividades que se realizan.
Aunque ellas no acudan a la empresa por tres meses, para cumplir su rol de madres, no pierden los espacios ganados. Al contrario, tienen un trato preferencial.
Para apoyarles en esta etapa, ellas cuentan con profesionales en la institución que a su retorno a la oficina les acompañan a reforzar sus destrezas, tienen flexibilidad en los permisos, un seguro privado e incluso pueden asistir a un programa denominado Escuela de Familia, que les permite adquirir herramientas o consejos para gestionar su rol como ejecutiva, madre y esposa.
Alejandra Orellana, colaboradora de Banco Pichincha, comenta que este ambiente laboral le hace sentir que tiene las mismas oportunidades que sus compañeros y no le genera inestabilidad.
Ahora que Orellana está esperando su segundo hijo no teme que sus proyectos pierdan continuidad cuando retorne luego de la su permiso de maternidad.
Para las microempresarias o clientas del banco se aplican también procesos diferenciados. Grey reconoce que las prioridades al solicitar un crédito difiere entre hombres y mujeres.
Hasta el momento el programa Inteligencia de Género ha beneficiado a alrededor de 600 personas entre colaboradores del banco y sus familias. Pero la aspiración es llegar al 100% del personal, es decir, a los más de 5 000 trabajadores. Con esto se contribuirá a una sociedad justa e inclusiva.
David Grey, gerente de Sostenibilidad, junto a Daniela Landázuri, Verónica Tinoco y Carla Dueñas. Foto: Foto: Patricio Terán / LÍDERES
Las oficinas con cubículos, luz artificial y estrictos controles del tiempo ya no resultan atractivas para los trabajadores. Ahora existe una nueva tendencia que impulsa la implementación de áreas verdes dentro de las oficinas y espacios abiertos para recreación. Su objetivo es mejorar la calidad de vida de los colaboradores influenciando en mejoras en productividad y concentración las tareas laborales.
“Este tipo de espacios están pensados para que contemplen todo lo que la persona necesita aparte de su puesto de trabajo: un gimnasio, duchas, parqueaderos para bicicleta, áreas verdes para descansar y almorzar”, explica Gonzalo Diez, arquitecto de Diez Muller, firma que diseñó el proyecto Torre 6.
El edificio sustentable de 14 pisos se construye en Quito con el lineamiento de ser una estructura verde que haga bien tanto a la ciudad como a las personas que lo habitan.
Los efectos de áreas verdes en las oficinas se publicaron en 2015 en un estudio de la Universidad de Melbourne. Este reveló que el contacto con la naturaleza favorece a la concentración y a la productividad de los colaboradores. La investigación, liderada por la psicóloga Kate Lee, aseguraba que propiciar espacios verdes en el trabajo, ya sean jardines internos, verticales o terrazas, favorece a que las relaciones laborales sean más amigables y se mantenga un ambiente positivo y creativo.
Por otro lado, dos encuestas realizadas en 2014 por la Universidad Tecnológica de Sídney reflejaron que plantas o espacios verdes en la oficina llevan a una reducción del 44% de ira en los colaboradores, ansiedad en un 37%, depresión en un 58% y cansancio hasta en un 38%.
“Algo que también podemos ver con estos espacios mixtos es que el ausentismo por enfermedades disminuye tremendamente”, explica César Arroyo, arquitecto, experto en planificación. Esto se debe a que las plantas generan un microclima que controla los niveles de humedad del ambiente.
En las oficinas de Enne Arquitectos, los colaboradores cuentan con un jardín vertical y con espacios abiertos. Esto, como lo explica Antonio Naranjo, gerente de la firma, permite que el aire fluya mejorando la comodidad del espacio pero también filtrando cualquier tipo de bacteria. Además, la oficina cuenta con un sistema de detección de niveles de óxido de carbono. Cuando este se activa, los colaboradores deben prender un sistema de ventilación para mejorar la calidad del aire.
En los jardines, los colaboradores pueden salir a tomar un descanso, recoger limones y menta o ayudar a regar las plantas. “El hecho de tener este tipo de espacios también ayuda a las dinámicas del grupo. Cuando todos saben que deben abrir el sistema de ventilación o regar las plantas se crea más comunidad en la oficina”, agrega Naranjo.
Otro factor que influye es la luz. El uso de luz natural no solo es estratégico para reducir costos y mejorar la eficiencia energética de un edificio sino que ayuda a los trabajadores. En el caso de Torre 6, el proyecto está diseñado para que el uso del espacio sea perimetral cerca de las ventanas. Mientras que los ascensores y servicios se ubican en el centro de la edificación, donde hay menos luz.
“El objetivo es que los colaboradores utilicen luz natural hasta tarde. Así disminuye la necesidad de luz artificial y el cansancio relacionado a esto”, explica el arquitecto Diez. Este es uno de los factores al momento de diseñar una construcción ‘verde’.
A escala mundial existe una certificación que se cerciora de brindar los parámetros para que las edificaciones puedan considerarse sustentables. La certificación Leed (Leadership in Energy and Environmental Design) es promovida por el U.S Green Building Council, esta organización emite las guías y certificaciones globales.
En Ecuador existen aproximadamente ocho edificios con esta suerte de sello de calidad. Lo que pretende es brindar un marco referencial sobre qué parámetros se considera una oficina verde.
Estos se clasifican como la elección del sitio de la construcción, la utilización del espacio, iluminación, temperatura y seguridad. Tanto Enne Arquitectos como Torre 6 son edificios que han logrado certificarse por la implementación de estas características.
Sin embargo, Naranjo explica que Ecuador está atrasado con otros vecinos de la región. En Santiago de Chile, donde el índice de polución generó en el 2016 tres emergencias a salud pública hasta agosto pasado, los edificios corporativos han incorporado zonas verdes para contribuir a la purificación del medioambiente y crear conciencia entre la ciudadanía. La ciudad cuenta con 500 edificios certificados.
Foto: Diego Pallero / LÍDERES
En las oficinas de Enne Arquitectos se observan jardines y espacios abiertos: Allí los empleados hallan aire fresco y comodidad.
A través de un total de 31 oficinas comerciales en el exterior (OCES), Ecuador busca diversificar mercados y su oferta de productos para incrementar las exportaciones. Estas entidades han operado durante todo el período de Gobierno. Sin embargo, desde el 2012 están a cargo de la Agencia de Promoción de Exportaciones e Inversiones, Pro Ecuador. Ecuador tiene OCES en 26 países y, según la entidad, el trabajo que han desarrollado ha permitido el alza de las exportaciones. Entre el 2008 y el 2015 tuvieron un aumento anual del 7,4%.
Según el organismo, se ofrecen herramientas al empresario para ampliar su abanico de opciones, llegando a más mercados y disminuyendo el riesgo de ventas.
Esto lo ha sentido Gloria Peñafiel, jefa de exportaciones de Plásticos Ecuatorianos. A través del trabajo de OCE de Chile la firma logró participar en una feria en ese país para mostrar sus productos, en septiembre de 2015.
Peñafiel dice que la empresa ha tenido un incremento de las exportaciones entre el 15 y 20% en el último año. “Un cliente nos compraba un contenedor al mes y ahora hasta cinco (…) además Pro Ecuador siempre nos pone en contacto con interesados que se acercan a las OCES”, dice.
La empresa también comercializa artículos a países como Panamá, Perú, Colombia, etc. Su oferta exportable consiste en artículos no tradicionales como platos de plástico, vasos, etc. Pro Ecuador explica que a través de las OCES se ha diversificado la oferta nacional. La agencia informa que en el 2008 se exportaban 2 672 subpartidas arancelarias y 2 782 en el 2015. De estas 110 subpartidas adicionales, 103 corresponden al grupo de no tradicionales.
Como parte de su trabajo las OCES generan vínculos entre compradores y exportadores, promocionan bajo diferentes mecanismos los artículos nacionales y permiten acercamiento bilaterales en temas comerciales aunque también de cooperación.
Daniel Legarda, presidente de la Federación Ecuatoriana de Exportadores, destaca la promoción que las OCES hacen del país, pero agrega que es necesario mejorar la estructura administrativa en la coyuntura económica actual.
Esta entidad reconoce el trabajo de las OCES. Por eso en el 2015, Fedexpor le entrego un reconocimiento como la mejor oficina comercial del 2015.
Entre los logros alcanzados por esta oficina se encuentra la promoción de productos nacionales en la feria de restaurantes más grande de EE.UU., el incremento de participación de mercado de ciertos productos ecuatorianos en la zona del Medio Oeste de ese país, la firma del convenio aeropuertos hermanos entre el aeropuerto internacional O’Hare y el aeropuerto Mariscal Sucre.
Pro Ecuador y sus oficinas, además, impulsan inversiones. Entre el 2012 y lo que va de este año existen intenciones de inversión por USD 1 859 millones, monto del cual USD 1 165 millones fue gestionado en conjunto con las OCES en diferentes países.
26 países tienen oficinas comerciales de Pro Ecuador
El estrés laboral es uno de los factores que restan productividad a los colaboradores de una empresa. Ante esta problemática, Mónica Zurita, psicóloga industrial de 40 años y su esposo, Stalin Gaibor, conformaron la empresa Adpecor en el 2009.
La iniciativa ofrece algunos servicios para eliminar el estrés laboral. Como ejemplo está el método Dubium, en el que se miden los riesgos psicosociales de los trabajadores; otro sistema es ‘Movil Break’ en la que se ofrece masajes antiestrés a los empleados de una empresa determinada.
La gestión de Zurita, gerenta comercial de Adpecor, desde que se inició este emprendimiento, como ella lo llama, es atender las necesidades que origina el estrés. Esto se deriva desde su experiencia en captación de personal en una empresa de ‘head hunting’. Allí ella detectó que algunos ejecutivos que venían de otros países al Ecuador, tenían preocupación porque no sabían en qué sectores buscar departamento o en qué establecimientos educativos inscribir a sus hijos. “Estos temas causaban estrés laboral y una menor producción”.
Por eso, junto a esposo decidieron crear esta empresa que ofrece planes de conciliación entre la vida familiar y laboral. Es decir, dan opciones para equilibrar estas dos etapas de colaboradores.
Para esto, en el 2009 crearon la marca Te Facilita, en la cual, ayudaban a los ejecutivos a encontrar personas de servicio doméstico, niñeras, entre otros.
Al hablar de esta primera fase del emprendimiento, Zurita detalla que el negocio no era rentable: “Tuvimos muchos errores, porque desconocíamos que debíamos tener un plan de negocios”. Entonces, la pareja decidió dejar la idea en espera y arrancar con un nuevo emprendimiento.
Tres años después, en el 2012 y luego de desvincularse del proyecto inicial, Zurita retomó Adpecor. Gaibor, presidente de la empresa, señala que cuando unieron esfuerzos, se concentraron en crear un portafolio de servicios enfocados en reducir los riesgos psicosociales, desarrollar planes de acción para eliminar el estrés laboral y en realizar actividades de control, como masajes antiestrés con personal entrenado para esa actividad.
Este servicio se enfoca en analizar todas las condiciones internas y externas que afectan a la salud de un trabajador, como horarios extendidos de la jornada laboral, falta de atención, problemas de liderazgo, entre otros. Para medir el riesgo psicosocial, Adpecor utiliza software español y colombiano; sin embargo, para este año están elaborando una herramienta a la medida y aplicada a la realidad ecuatoriana.
Juan Carlos Ibarra es el responsable del software que medirá los riesgos sociales para la marca de manera automatizada.
En paralelo, Adpecor desarrolló Movil Break, un servicio a domicilio que permite ejecutar los planes de acción integral y que implica cuatro fases: la preparación del personal, como psicólogos o terapeutas; los análisis de los resultados que provengan de las mediciones; la elaboración de una propuesta en la que se define el tipo de medidas que se tomarán por cada colaborador, de acuerdo con el riesgo que sufre; y la implementación de medidas preventivas en el lugar de trabajo, señala Zurita.
Además, de esto, Adpecor utiliza equipos como sillas ergonómicas, importadas desde Bogotá, en las cuales se realizan los masajes antiestrés. Con este portafolio, la firma ha captado unos ocho clientes corporativos en los últimos cuatro años, con los que trabajan hasta la fecha. Entre ellos están farmacéuticas privadas y empresas que ofrecen productos de higiene y limpieza para el hogar.
Para este año, Adpecor se concentrará en posicionar el servicio portátil Movil Break. Además sus responsables están elaborando un nuevo software de fidelización para los colaboradores de una empresa, que tendrá un sistema de bonos a manera de compensación: “Si el colaborador realiza las pausas activas, se le recompensa con descuentos en establecimientos autorizados”, señala Zurita. Para lo cual también están en conversaciones con algunas cadenas comerciales que operan en el país.
Insignia
Aportar con ideas ayuda a la empresa
Nancy Zurita, psicóloga y terapeuta eventual
Estudié psicología educativa en la Universidad Politécnica Salesiana. Por el momento, ofrezco mis servicios de manera eventual. Mi labor es ayudar a Adpecor en eventos grandes, como el que tuvimos para una empresa en Guayaquil. La idea es aportar con mis conocimientos para reducir los niveles de estrés en los clientes de la empresa. Para eso, tuvimos capacitación en el tema terapéutico. Con los resultados de las mediciones psicosociales, ya sabemos en qué aspecto debemos concentrarnos para ayudar a los trabajadores que mantiene altos niveles de estrés.
Mi proyecto de vida, de la mano de Adpecor, es que en los próximos años pueda participar de una manera más directa con la firma. Para esto, la iniciativa es importante. Por eso, desde mi campo laboral, yo aporto con ideas para mejorar los procedimientos terapéuticos; el manejo de la gente. La disponibilidad de Adpecor para mi crecimiento profesional es importante, por eso es importante retribuir con conocimientos.
Nancy Zurita es una de las terapeutas que ofrece masajes antiestrés a los clientes de Adpecor. Foto: Patricio Terán/ LÍDERES
“Llámele a su papá”. Esas son las palabras que recuerda que le dijeron a Luis Miguel Ambuludi cuando acudió a firmar uno de los contratos más importantes para su naciente empresa.
En ese entonces, en el 2013, Ambuludi tenía 28 años de edad al igual que su socio, Iván Jiménez y, según comenta, en el Ministerio de Salud Pública (MSP), entidad con la que buscaban suscribir el acuerdo, pensaban que estos dos emprendedores eran demasiado jóvenes para estar al frente de una compañía.
A pesar del anecdótico comentario, el Ministerio contrató los servicios de Limpiecito, la firma de los dos muchachos que se especializa en limpieza y mantenimiento institucional, residencial y comercial.
Ese contrato representó USD 275 000 e implicaba la limpieza de todas las dependencias del Ministerio de Salud, en Quito. Además de los ingresos, ese acuerdo fue la puerta de entrada para llegar a más clientes, entidades del sector público como firmas privadas.
Ahora, Limpiecito cuenta con una cartera de 25 clientes de diferentes sectores, que incluye bancos, universidades, ministerios, hasta una iglesia mormona.
En principio, los clientes del negocio fueron empresas de excompañeros de la universidad de Ambuludi y Jiménez. Los jóvenes empresarios estudiaron administración de empresas en la Universidad Politécnica Salesiana y desde ese entonces ya planeaban emprender su negocio.
Los dos excompañeros decidieron incursionar en este sector debido a que Ambuludi ya había trabajado en una empresa de limpieza y conocía el giro de este tipo de negocio.
En el 2008, cuando se fundó Limpiecito, los socios ingresaron al mercado con una inversión de unos USD 20 000, monto que pidieron prestado a sus familiares. Esa cantidad sirvió para cubrir los sueldos de los primeros 20 empleados y adquirir mobiliario de oficina y equipos de limpieza.
Para poder llegar a los lugares de trabajo, comenta Ambuludi, amigos y familiares les prestaban sus camionetas para movilizarse con el personal y las herramientas de trabajo. En esa época, la empresa solo ofrecía el servicio de limpieza profunda de oficinas. Su primer cliente fue Sumequipvega, una firma de un amigo que se especializa en la comercialización de equipos e insumos médicos.
Gracias a que uno de los socios tenía experiencia en compras públicas lograron ingresar a ese sector. Su primer contrato fue con el Ministerio Coordinador de Producción, Empleo y Competitividad (Mcpec), en el que trabajaron 12 personas; también se adjudicaron un contrato con el Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas (Issfa), en el que laboraron 11.
Luego de cinco años, la empresa se consolidó a partir del contrato del Ministerio de Salud. A ese primer acuerdo se sumaron dos adicionales por montos de más de USD 400 000 cada uno. Limpiecito trabajó con esa entidad durante tres años. Si bien ahora, Limpiecito ya no trabaja para el Ministerio, Ambuludi y Jiménez aseguran que fue la entrada para un mercado más grande.
Uno de esos nuevos clientes es el Instituto Ecuatoriano de Estadística y Censos (INEC). Desde octubre del año pasado, Limpiecito, a través de 12 de sus empleados, realiza limpieza en dos edificios de la entidad. “Son muy meticulosos y están pendientes de los mínimos detalles”, dice Elizabeth Tandazo, jefa de Administración de Servicios y del Parque Automotor de la entidad estatal.
Personal de Limpiecito también realiza su trabajo en el edificio del Comando General del Ejercito, en el Ministerio de Defensa (centro de Quito). El mayor Jorge Arias, jefe Administrativo de la Secretaria General del Ejército, asegura que el trabajo de esta empresa es meticuloso y que no han reportado ningún inconveniente durante su trabajo.
“Realizan limpieza a profundidad y cuidan los detalles; son cuidadosos con todos los objetos de las oficinas que asean”, dice Arias.
Asimismo, en la empresa que ofrece servicios de seguridad G4S, destacan el profesionalismo del equipo de Limpiecito. Carlos Guerra, coordinador Nacional de Tecnología, comenta que desde el año pasado la firma ofrece sus servicios en sus instalaciones, en el norte de Quito. “No he tenido problemas, el señor gerente siempre ha atendido a nuestras inquietudes”, asegura Guerra.
La compañía de limpieza ha diversificado sus servicios y ahora ofrece también lavado de muebles de oficina, de alfombras, jardinería, fumigación, plomería, pintura para interiores y exteriores, fumigación, lavado de tapicería de vehículos, y más.
Los trabajadores acuden con sus equipos en diferentes turnos para realizar las limpiezas de las dependencias. La capacitación es constante. Foto: Vicente Costales / LÍDERES