En los países de la Comunidad Andina (CAN): Bolivia, Colombia, Ecuador y el Perú se registró un crecimiento de 6,6% de tráfico aéreo en 2014, con respecto al 2013, según un informe publicado el pasado 28 de abril por el organismo.
Así, Bolivia registró un aumento de 11,1%, seguido de Colombia con un incremento de 8,6%, Ecuador con 7,5% y el Perú y 2,9%. De acuerdo al documento, más de 23 millones de pasajeros se movilizaron por aeropuertos internacionales de los países de la CAN.
Con respecto al tráfico intracomunitario, es decir desde y hacia países de la CAN, se registró 4 315 000 pasajeros de enero a diciembre del 2014, lo cual corresponde a un 5,8 % respecto al 2013. Julio, agosto y diciembre del 2014 fueron los que registraron mayores movimientos de pasajeros. Abril fue el que presentó el menor registro, con 340 mil pasajeros aproximdamente.
El país que registró el mayor incremento en el tráfico aéreo intracomunitario fue Bolivia en 8%; seguido por Colombia con 7,6%; Perú con 6,7% y por último Ecuador con 1,7%.
El informe, además detalló que, de enero a diciembre del 2014, el volumen de carga y correo movilizado en la Comunidad Andina ascendió a 1 174 980 toneladas, que equivale al 2,8% más que en 2013.
Embarque internacional del aeropuerto José Joaquín de Olmedo de Guayaquil. Foto: El Comercio
Envejecimiento de la población y menor productividad: los países más ricos no recuperarán en los próximos cinco años el ritmo de crecimiento que tuvieron antes de la crisis financiera de 2008, dijo el FMI en un comunicado el martes 7 de abril del 2015.
Según el Fondo Monetario Internacional, las economías avanzadas alcanzarán solamente 1,6% de crecimiento anual entre 2015 y 2020, lo que está muy por debajo de la tasa de crecimiento promedio registrada antes de la crisis financiera, que fue de 2,5% entre 2001 y 2007.
Tras el impacto de la crisis financiera y de la recesión entre 2008 y 2014, el crecimiento en los países ricos se ubicó en 1,3%. Las proyecciones pobres para el resto de la década se deben al impacto negativo de los factores demográficos sobre el crecimiento del empleo y al bajo aumento de capitales e inversiones de largo plazo, dice el FMI en un informe publicado antes de las reuniones de primavera del FMI y del Banco Mundial en Washington.
Este bajo potencial de crecimiento no solo hará que sea más difícil para los países reducir sus déficits públicos, sino también para las personas pagar sus deudas. «Se deben aprobar reformas y políticas de apoyo a la oferta», dice el FMI, evocando las reformas en los mercados de productos y de inversiones en investigación y desarrollo, educación e infraestructura.
El crecimiento del empleo en los países ricos se desacelerará aún más por el envejecimiento de la población, que reduce la tasa de participación en el mercado de trabajo, explica el FMI. En Alemania y Japón, en particular, la evolución de la población económicamente activa retrocederá 0,2% por año en 2020.
Al mismo tiempo, la tasa de participación en el mercado de trabajo -que incluye a quienes, entre la población económicamente activa, tienen un empleo o buscan uno activamente-, disminuirá en el conjunto, y Canadá experimenta el mayor descenso. Para las economías emergentes, el crecimiento potencial anual también tendrá un ritmo más lento en los próximos cinco años, de 5,2% de media, frente a 6,5% de media entre 2008 y 2014.
En Alemania y Japón, en particular, la evolución de la población económicamente activa retrocederá 0,2% por año en 2020. Foto: Mori Building/ EFE.
Los países productores no miembros de la OPEP deben cooperar para hacer subir los precios del petróleo, ya que los integrantes del cartel se niegan a asumir por sí solos ese cometido, declaró el ministro saudí del Petróleo.
«Nos negamos a asumir nosotros solos esa responsabilidad, porque (la OPEP) solo aporta el 30% de la oferta en el mercado, y el 70% restante viene de fuera de la OPEP», declaró el ministro Ali.
Los precios del crudo perdieron casi el 60% de su valor entre junio de 2014 y febrero de 2015, a causa de una sobreabundancia de oferta y una demanda débil. La tendencia a la baja se acentuó el pasado noviembre, cuando la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), formada por 12 miembros, mantuvo su tope de producción en 30 millones de barriles diarios.
A la pregunta de si la OPEP está dispuesta a negociar con los otros productores para reducir la oferta y relanzar así los precios, Al Nuaimi recordó que cuando la crisis de 1998, el cartel cooperó eficazmente con los demás productores. «Actualmente, la situación es difícil. Hemos intentado, nos hemos reunido con ellos, pero no lo hemos conseguido, porque han insistido en que la OPEP asuma por sí sola toda la responsabilidad», comentó el ministro saudí, refiriéndose a las reuniones celebradas con productores no miembros antes de la reunión del pasado noviembre en Viena.
«Si queremos que mejoren los precios, todo el mundo tiene que contribuir, porque esto le interesa a todos», insistió Al Nuaimi. El ministro dijo que actualmente Arabia Saudí produce 10 millones de barriles diarios, frente a los 9,85 mbd de febrero. El funcionario defendió además la política petrolera de las monarquías del Golfo, que según él actúan para estabilizar el mercado. «Nosotros no estamos en contra de nadie. Estamos a favor de la estabilidad del mercado, y apoyamos el equilibrio entre la oferta y la demanda», explicó.
Arabia Saudí y sus socios árabes del Golfo han sido acusados a menudo de no querer bajar su producción para perjudicar a otros productores de petróleo y tratar de echarlos del mercado propiciando un período prolongado de precios bajos.
La petrolera Shell anunció que ha cancelado sus planes para explotar un yacimiento petrolífero en la provincia canadiense de Alberta ante la caída de los precios del crudo. Foto: Archivo / AFP
Aunque los puntos callejeros que ofrecen minuto de llamada a celular a 100 pesos abundan y existe una dura batalla de tarifas entre las empresas operadoras de telefonía móvil, en Colombia este servicio no es tan barato como se cree.
De hecho, Colombia ocupa el puesto 79, entre 148 naciones, en materia de costos y acceso a tecnologías de comunicaciones en el mundo y el séptimo lugar a nivel latinoamericano.
Por cada minuto de telefonía móvil, un usuario en Colombia paga en promedio USD 0,27. Los datos hacen parte de la medición realizada por el Foro Económico Mundial, e incluida en el ‘Informe mundial de tecnologías de información’, en el que además se evalúan el acceso y desarrollo de infraestructura de tecnologías y comunicaciones, entre estas internet y telefonía fija.
Las cifras están en paridades de poder adquisitivo, es decir, los minutos que se pueden comprar con un dólar en cada país.
Liberia, Sierra Leona y Hong Kong son los países donde es más barato llamar por teléfono celular en el mundo, según el estudio.
En Latinoamérica, esas posiciones están en cabeza de Costa Rica, Guayana y Paraguay, donde el costo de un minuto de llamada a celular es de USD 0,09, 0,12 y 022.
En comparación con países como India, que están entre los últimos lugares en el escalafón, por pocas facilidades para la accesibilidad al servicio, se trata de un promedio mediano, pues, en el país asiático, la media de pago por minuto es de USD 0,04.
Los del minuto más barato
Según el análisis, estos son 10 países con el minuto de celular más económico (en dólares por minuto en paridades de poder adquisitivo).
1. Liberia: 0,00 2. Sierra Leona 0,00 3. Hong Kong 0,02 4. Sri Lanka 0,04 5. Bangladesh 0,04 6. Ucrania 0,04 7. India 0,04 8. Egipto 0,05 9. Jordania 0,05 10. Paquistán 0,06
El impulso a las tecnologías de información y de las comunicaciones, para los investigadores, es directamente proporcional al desarrollo de un país. Por eso no solo tuvieron en cuenta para asignar la puntuación aspectos como los esfuerzos para promover la innovación de las empresas, el uso individual y la participación del gobierno en la revolución digital.
Vale la pena mencionar el caso de China, que con toda su evolución y permanente búsqueda tecnológica en este sentido, no escaló posiciones y tiene una tarifa promedio ligeramente mayor que la de Colombia, 0,44 dólares por minuto.
El estudio destaca que el gran tamaño del país y la proporción de su población, ubicada en el sector rural, dificultan el alcance de un mejor indicador.
Tarifas del vecindario
Entre los países de América Latina donde, según el estudio del Foro, ha habido avances pero aún falta camino por recorrer, Colombia se mantiene en la mitad. Costa Rica y Nicaragua se mantienen en los extremos; el primero como el que menos cobra (0,09 dólares) y el segundo como el más alto, con un promedio de 0,91 dólares por minuto.
Argentina y Brasil están un poco más arriba de Colombia en precios, con tarifas de 0,77 y 0,65 dólares por minuto, respectivamente.
El ranking latinoamericano (dólares por minuto en paridades de poder adquisitivo)
22. Costa Rica 0,09 31. Guyana 0,12 62. Paraguay 0,22 66. Panamá 0,22 75. El Salvador 0,26 77. Venezuela 0,26 79. Colombia 0,27 86. Perú 0,30 98. Chile 0,34 101. Uruguay 0,35 104. Ecuador 0,36 107. Honduras 0,36 114. Guatemala 0,41 116. República Dominicana 0,42 126. Bolivia 0,51 129. México 0,52 140. Brasil 0,65 141. Argentina 0,77 144. Nicaragua 0,91
Los más caros fuera de América Latina
138. Nueva Zelanda 0,62 139. Seychelles 0,62 142. Bulgaria 0,82 143. Chad 0,88
El incremento en el número de líneas de telefonía celular en nuestro país conserva el mismo ritmo que a nivel mundial, donde ya hay más aparatos que habitantes.
Mientras que a nivel global las líneas sobrepasan las 7.000 millones, en Colombia la cifra está llegando a los 47 millones (las cifras son proporcionales al número de habitantes en cada escenario).
No obstante, las estadísticas de penetración de las tecnologías de información, tanto en Colombia como en América Latina, se concentran en un pedazo poblacional. Más aún en países como Paraguay, Venezuela.
Al tiempo que se conocía este informe, los operadores de telefonía móvil anunciaron que invertirán USD 193.000 millones hasta el 2020 en Latinoamérica, donde las líneas de alta capacidad 4G-LTE cubrirán ese año el 75 por ciento de la región.
Esta inversión casi duplicará la efectuada en la región entre 2008 y 2013, según el director de GSMA en América Latina, Sebastián Cabello.
En Costa Rica, Guayana y Paraguay el costo de un minuto de llamada a celular es de USD 0,09, 0,12 y 022. Foto: Archivo / EL COMERCIO
Mientras las ventas de smartphones pierden vigor en los países desarrollados, sus fabricantes multiplican los lanzamientos para seducir a los clientes en los países emergentes, a pesar del acceso limitado a internet.
La compra de teléfonos inteligentes aumentó en el mundo un 23% en 2014 a un ritmo más o menos sostenido en función de las regiones para alcanzar los 1 300 millones de unidades, indica el instituto alemán GfK en un estudio.
Si bien los consumidores japoneses, surcoreanos, norteamericanos y de Europa occidental parecen haber perdido su apetito hacia estos productos, las compras se dispararon en América Latina, en los países emergentes del sureste asiático, en Europa central y del Este y en África, sobre todo en las urbes.
Los grandes fabricantes, reunidos desde este 2 de marzo en Barcelona en el Mobile World Congress, lo saben y han multiplicado sus modelos destinados a estos nuevos clientes.
El gigante estadounidense Google comercializa en India un celular por USD 105, la marca finlandesa Nokia, filial de Microsoft, ofrece un modelo a USD 29 y la fundación Mozilla llega hasta los USD 25. Incluso Samsung, el líder mundial de los smartphones por su cuota de mercado, penetró en el mercado indio mientras que su principal rival, el estadounidense Apple, prefiere concentrarse en el mercado de alta gama.
La tendencia debiera mantenerse dado que el gabinete Gartner prevé que de aquí a 2020 el 75% de los smartphones cuesten menos de USD 100.
«Ahora hay buenos teléfonos inteligentes de gama básica a USD 20 » y de hasta USD 60 para el público general, indica Sigve Brekke, director en Asia del grupo noruego de telecomunicaciones Telenor, presente en seis países en ese continente.
En su opinión, los precios seguirán bajando hasta el punto que los modelos compatibles con la tecnología 4G podrían venderse a alrededor de USD 45 a fines de año.
Limitados por la red Esto ha sido posible por la irrupción de nuevos actores como el chino Xiaomi. Fundado en 2010, este fabricante de smartphones de bajo coste fue líder de su mercado nacional en 2014, por delante de Samsung.
Si el precio es un factor importante en los países emergentes, no es el único. «El smartphone es a menudo la única manera de tener internet» dada la carencia de ordenadores y el principal medio de comunicarse, explica Annette Zimmermann, especialista del sector de las telecomunicaciones en la consultoría Gartner, con sede en Alemania.
Los clientes esperan que los dispositivos estén equipados al menos con los servicios de mensajería más corrientes, radio, linterna, que puedan enviar SMS y tengan una batería fiable, enumera Zimmermann.
Además, en muchas ocasiones piden dos tarjetas SIM, para pasar por las redes de diferentes operadores pagando lo menos posible o porque los terminales son utilizados por varias personas. Pero el desarrollo de estos mercados todavía se encuentra limitado por la capacidad de la red.
Numerosas regiones en estos países, sobre todo fuera de las ciudades, solo tienen cobertura 2G, una conexión muy lenta que como mucho permite enviar correos y utilizar versiones básicas de las aplicaciones.
Por ello los gigantes de internet buscan maneras de cambiar esta situación. Google planea desplegar una flota de globos estratosféricos o utilizar drones para proveer de Internet a las zonas del planeta desatendidas con los medios existentes hoy en día (conexión por cable, fibra óptica, satélite…). Un consorcio de compañías francesas trabaja por su lado para poner a punto una cobertura radio a bajo coste.
«Hace falta que el coste de las comunicaciones sea también más bajo», dado que todavía están sometidas a muchos impuestos en algunos países, lo que supondría un estímulo para el sector de los smartphones, estima Anne Bouverot, directora de la asociación GSMA, que agrupa a más de 800 operadores.
Google comercializa en India un celular por USD 105, Nokia ofrece un modelo a USD 29 y Mozilla por USD 25. Foto: Mario Egas/ El Comercio
La empresa de marketing Movehub, dedicada a brindar asesoramientos sobre tarifas internacionales, publicó la lista de los países más económicos y costosos para vivir luego de interpretar la base de datos sobre costo y precios disponible en Numbeo, cuya fuente son los aportes de usuarios sobre los precios de todo el mundo.
Movehub presentó el ‘top’ el pasado 16 de enero y tomó en cuenta los costos de alimentación, transporte, bienes de consumo, IPC (Índice de Precios de Consumo) de cada país para realizar los cálculos respectivos.
Ecuador ocupa el puesto número 30 en el ‘top’ de los países más ‘baratos’ para vivir, superado por Colombia (10) que se considera como el país más económico de América Latina. Perú se sitúa en el lugar 40.
India es el más económico para vivir seguido por Nepal, Pakistán, Túnez, Argelia, Moldavia, Egipto, Macedonia, Siria y Bangladesh, que completan los 10 primeros lugares.
En el otro extremo se encuentran los países donde el costo de la vida es elevado. La lista está encabeza por Suiza, seguido de Noruega, Venezuela, Islandia, Dinamarca, Australia, Nueva Zelanda, Singapur, KuwaiT, Reino Unido.
Ecuador ocupa el puesto número 30 en el ‘top’ de los países más ‘baratos’ para vivir. Foto: Archivo / EL COMERCIO
En el mundo se siente un ambiente de crisis. Economías consideradas fuertes y estables, hasta la década pasada, están sintiendo un remezón en sus cimientos y estructuras financieras. Estados Unidos y la Unión Europea siguen en la búsqueda de estrategias para darle vida a sus sistemas económicos.
La crisis en Grecia todavía tiene un panorama incierto. En el último plan de ajuste aprobado por el Parlamento griego, el pasado 12 de febrero, se estableció un ahorro del gasto público de 3 300 millones de euros (USD 4 340 millones), reducir el salario mínimo en un 22% y el despido de 15 000 funcionarios del sector público. A pesar de estas medidas extremas se prevé obtener resultados fiscales a mediano o largo plazo.
Sin embargo, economías emergentes como China, India y países de América Latina han mostrado estabilidad e índices de crecimiento. Al cierre del 2011, el gigante asiático reportó un crecimiento del 9%, mientras que India llegó al 8,9%. Los países latinoamericanos alcanzaron entre un 5 y 6%.
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A pesar del buen momento en que se encuentra la región, el caso de Grecia deja varias enseñanzas. Entre ellas, la elaboración de planes de contingencia por parte de los gobiernos ante una posible crisis y contar con fondos de liquidez para casos de emergencia financiera.
Para Sebastián Luzuriaga, analista económico, en el caso de América Latina la situación económica se encuentra bien. Señala que todos los países están creciendo en niveles importantes. Además, explica que existe un buen manejo de las cuentas fiscales y el nivel de endeudamiento no es alto, como sí sucede en Grecia, España o Italia.
Luzuriaga sostiene que en el caso de Ecuador, Venezuela o Bolivia, países dependientes de exportaciones mineras y petroleras, no solamente es importante tener reservas, sino también planes de contingencia. Añade que en Ecuador esto no existe y “estamos cayendo en el error que cometió el país y Latinoamérica en la crisis de los años 70 y 80”. El analista comenta que la economía ecuatoriana estaba creciendo a altos niveles por los precios del petróleo en el mercado internacional. Pero en el momento en que estos cayeron vino una catástrofe.
“Por esta razón, es necesario tener planes de contingencia que nos tenga preparados (como país) para cualquier eventualidad que pueda pasar y afectar a la economía ecuatoriana”, advierte Luzuriaga.
Hugo Jácome, catedrático de economía de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), señala que existen dos aspectos fundamentales para que los países de la región no hayan sido afectados. Uno de ellos ha sido diversificar la dependencia de las economías grandes, como EE.UU. y Europa, y tratar de fortalecer el desarrollo endógeno. El otro factor es el alto costo de las materias primas a escala internacional.
Además, Jácome asegura que el contagio de las crisis financieras no será tan fuerte en la región. “Anteriormente, siempre las crisis venían acompañadas de la fuga de capitales, hoy está ocurriendo lo contrario”.
Simón Cueva, analista económico, afirma que se podrían hacer muchas comparaciones de la crisis griega con algunos países de América Latina, debido a que la región está en una época muy favorable con los precios altos de las materias primas. Este académico asevera que no todos han reaccionado igual. “Si bien en todos han existido mayores ingresos y un elevado gasto público, algunos países han sido más prudentes que otros y por ende han ahorrado más reservas”.
En ese contexto, Cueva señala que Ecuador ha sido una de las naciones que menos ha ahorrado y que tampoco ha tenido cuidado para el futuro. Además, por la dolarización, no se acumula reservas internacionales como otros países de la región.
Elaborar insumos para los cultivos de arroz fue el negocio inicial de Crystal Chemical, una firma que está en el país desde 1987. En esa época era aliada de Crystal Chemical Inter-America, con sede en Houston, EE.UU. Pero, desde 1997, opera de forma independiente, luego de ser vendida al empresario Juan Manuel Pérez.
La empresa fabrica 65 productos en su planta en el km 1½ de la vía a Durán-Tambo, al norte de Guayaquil. Allí se elaboran insecticidas, fungicidas, herbicidas, fertilizantes foliares y para suelos. También produce abonos orgánicos, con base en ácidos húmicos que mejoran suelos y fomentan la germinación de semillas.
Crystal Chemical exporta actualmente a República Dominicana, Costa Rica, Panamá, Colombia, Perú y Bolivia. El primer país al que llegó fue Chile en 1996, aunque ya no lo hace, y luego se agregaron otros destinos. Desde 1996, la firma vendió USD 45 millones a esos países.
Localmente, los productos son usados principalmente para los cultivos de banano, arroz, flores, papa, maíz, palma africana, cacao e incluso, para los potreros. Las ventas de Crystal Chemical llegaron a USD 16 millones el año pasado.
Pérez comenta que en los inicios, la empresa sintetizaba propanil, un herbicida para el control de malezas en el arroz. Se lo hacía en un área alquilada en la vía a Daule (norte de Guayaquil). Sin embargo, dice Pérez, fue en 1990 que la empresa invirtió USD 1,2 millones, para adquirir un terreno, construir infraestructura y comprar máquinas para la planta actual.
Así, en 1992, la empresa también comenzó a sintetizar glifosato. El proceso de síntesis consiste en agrupar dos moléculas y mediante un proceso tecnológico obtener otras nuevas. Hasta 1995, elaboraba siete productos propios.
Pérez adquirió la empresa en 1997; no obstante, ya gerenciaba el emprendimiento desde 1995. “Siempre nos enfocamos en la sustitución de importaciones. Técnicamente, en la compañía se hace la síntesis de cuatro productos y la formulación de más de 60 productos”.
Asimismo, la producción de Crystal Chemical y otras firmas que decidieron hacer lo mismo, según Pérez, motivó una reducción de precios en un 30%, al menos, desde el 2000. “Se cambió la percepción y los genéricos o marcas no tradicionales comenzaron a ser utilizadas”.
Crystal Chemical tiene un laboratorio designado por el Organismo de Acreditación Ecuatoriano (OAE) y forma parte de la red de laboratorios de Agrocalidad. “Tenemos la competencia para hacer análisis de agroquímicos. Así, cuando se elabora un producto, el cliente sabe lo que está recibiendo”, dice Pérez.
Hoy, los terrenos de la empresa tienen casi una hectárea (ha). De ese total, 3 500 m² son de la planta, 1 000 m² bodegas de productos terminados y 300 m² de oficinas. En la firma laboran 120 personas.
Julio Cascante es gerente de Agroquim, una empresa importadora y comercializadora de agroquímicos. Afirma que tienen una relación de negocios desde hace 16 años con la firma. “Crystal Chemical es una empresa formuladora y nos suministran herbicidas e insecticidas. La calidad de los productos es excelente”.
La opinión la comparte Thomas Rivas, gerente de Agroquímicos Rivas, una empresa distribuidora de Crystal Chemical con dos locales en Daule y otro en Santa Lucía (Guayas). “No tenemos quejas de los compradores, los productos son de buena calidad”. Rivas sostiene que los insumos son adquiridos para los cultivos de arroz y también para hortalizas”.
Pérez afirma que esperan facturar USD 22 millones hasta final de año, debido a la ampliación de la cobertura nacional y con la oferta de urea y muriatos. Crystal Chemical también ingresó al mercado bursátil y en enero de este año hizo una emisión de obligaciones en la Bolsa de Valores de Guayaquil, por USD 5 millones.
La compañía
Los productos. Crystal Chemical tiene 557 registros de productos y cerca de 324 marcas. La distribución. Otra línea de negocio es la importación y distribución de productos importados, de al menos siete países.
LA INSIGNIA
‘Hay oportunidades de crecimiento’
María Mendoza / subgerenta
Ingresé a esta compañía como jefe de compras y comercio exterior en el 2003. Me encargaba de las adquisiciones locales, de las importaciones y otros aspectos relacionados.
Luego de esta experiencia comencé a manejar las exportaciones y las relaciones con los clientes externos, en el 2005. Pasé por algunas gerencias y estuve en cargos relacionados con la logística y con el comercio exterior. En el 2007 fui ascendida a subgerente general de la empresa.
Actualmente, entre mis funciones está el manejo de la planeación estratégica, la proyección financiera y el control de abastecimiento de los insumos.
Entre las satisfacciones que tengo está el haber participado en procesos para obtener certificaciones como las normas ISO. Destaco la comunicación y el respeto que existe hacia la gente en esta empresa.
Inaexpo es parte de Pronaca y nació en 1992, para comenzar con la fase exportadora del grupo. En esa época, las principales exportaciones del país eran banano, café, cacao y camarón. Entonces, para diversificar el mercado, la firma le apuntó al palmito y en 1994 exportó el primer contenedor de ese producto, en su mayoría a Argentina.
El proyecto fue desarrollado en Santo Domingo de los Tsáchilas, ya que esa provincia reunía las condiciones climáticas y el tipo de suelo, era apto para el cultivo. Para empezar, los técnicos de Inaexpo tomaron el ejemplo de Costa Rica.
En esa época, la tendencia de los países exportadores de palmito era explotar la selva. Inaexpo cambió esas prácticas y creó cultivos monitoreados por ellos.
La firma arrancó con 75 personas y una inversión de USD 250 000. Con el dinero se adquirió una finca de 250 hectáreas (ha) y en 70 ha se plantó palmito. Allí se construyeron laboratorios para mejorar el producto. Hoy, Inaexpo exporta a 27 países en América, Asia, África y Europa.
Según Gonzalo Moya, gerente general , la firma tiene como filosofía de crecimiento la inclusión de agricultores integrados que son socios estratégicos. Es decir, la empresa tiene contratos firmados con los agricultores de Santo Domingo, para que siembren palmito y que sus plantaciones provean del 100% de la materia prima a la empresa. Además, ellos se encargan de guiar al agricultor en toda la cadena de producción. Así, en 1993, la firma obtuvo una producción de 200 ha.
20 años después, la compañía dispone de tres fincas propias que suman 450 ha. De 200 ha y ocho agricultores que empezaron con el proyecto, ahora se cultiva en 7 000 ha y 192 agricultores están integrados. Gracias a eso, el año pasado exportaron 1 100 contenedores, dice Moya.
En el 2006, la firma amplió su portafolio y empezó a exportar alcachofa. Invirtió USD 3 millones para abrir un centro de operaciones en Puembo, oriente de Quito e incorporó plantas de tratamiento de agua, infraestructura para el manejo de cultivos, una fábrica de producción y tecnología para eliminar los desperdicios. En la producción de alcachofa la firma no tiene fincas propias. Al igual que en el palmito buscó la integración. El año pasado la firma envió 300 contenedores al exterior, en su mayoría, a los EE.UU.
La crisis de Argentina, en el 2001, fue un problema que afectó a la empresa. En ese año, ese país era el principal destino de sus exportaciones. Cuando terminó la convertibilidad, un peso era igual a un dólar, y ese mercado se devaluó. “Ellos compraban 900 contenedores de palmito al año, pero de la noche a la mañana adquirieron 100”, explica Moya.
Como estrategia, la empresa se hizo cargo del 100% de la producción. La recuperación del golpe, en las arcas en la firma, demoró tres años para estabilizarse.
Jorge Negrete Ontaneda es un agricultor integrado y estuvo en el momento de la crisis. Él tiene cultivos de palmito desde 1994 y recuerda que cuando Argentina tuvo problemas, Inaexpo no detuvo la compra de la producción de la zona.
Juan Carlos Ponce también está integrado desde hace 5 años. Tiene tres ha de alcachofa y destaca el apoyo técnico que recibe de la firma. Explica que el pago por su producción siempre es oportuno.
El insignia
‘Aquí se valora el esfuerzo de todos’
Gustavo Játiva / colaborador
Yo fui parte del equipo inicial que conformamos la compañía Inaexpo. Comencé como coordinador del Proyecto en 1993, cuando empezó la parte industrial. Luego fui gerente industrial de la compañía. En el 2000 me colocaron como gerente de Operaciones y ahí me hice cargo de la parte agrícola e industrial.
Hoy soy gerente de Producción de Negocios Internacionales. Me encanta trabajar en esta empresa, ya que se rescatan los valores de integridad, responsabilidad, lealtad y solidaridad. Esas virtudes se contagian a nuestros consumidores, colaboradores, proveedores y socios.
Además, una de las cualidades de esta empresa es que se preocupa por su talento humano y nos permite realizar carrera en la firma y así lograr un sentimiento de pertenencia de Inaexpo.
Esperanza Agila acude con frecuencia cada miércoles al mercado Santa Clara, en el centro-norte de Quito. Allí adquiere los productos básicos para consumirlos en su hogar y en su lista de compras tiene anotado frutas y verduras para abastecer la alacena de su casa.
Prefiere adquirir, por ejemplo, las uvas chilenas por su calidad, que también son las preferidas de sus dos hijos. Eso no es todo, también compra cebolla paiteña que proviene del Perú, porque su sabor es diferente y “pica menos”, explica.
Agila tiene su casera consentida, donde realiza otras compras y es doña Clarita. Ella ofrece frutas y legumbres nacionales e importadas. Por ejemplo, comercializa manzanas y cebollas que llegan desde el Perú, y vende uvas que, dice, se importan desde Chile. Doña Clarita cuenta que sus clientes prefieren consumir productos extranjeros: de cada 10, “unos nueve caseritos” los adquieren. Por eso se abastece, en su mayoría, con productos importados.
En las cadenas de supermercados también se ofertan frutas nacionales e internacionales. Por ejemplo, en Supermaxi (Corporación Favorita), se ofrecen uvas, manzanas, peras, kiwi, duraznos, nectarín, ciruelo, damascos y naranjas que no son cosechadas en el país. Según explica un ejecutivo de Supermaxi, eso no significa que el cultivo nacional esté perdiendo competitividad en el mercado local; al contrario, los productos internacionales se ajustan a las necesidades de otros compradores, que prefieren adquirir otra calidad de frutas o legumbres.
También argumenta que la dificultad en el producto nacional está en los cultivos, que son antiguos y tienen un mantenimiento mínimo. Cita como ejemplo a las huertas, que son una mezcla de todo tipo de producto. Esto, técnicamente, dificulta el manejo de los cultivos.
“Lo que necesita el durazno (por ejemplo), no es lo mismo que requiere otro cultivo, como la claudia, y las aplicaciones de productos que mejoren la calidad se dificulta mucho”. Según la experiencia del vocero de Supermaxi, la fruta importada ha ganado adeptos en el país, pero eso no significa que quite mercado a la local. En términos generales hay mercado para ambos productos. “En Ecuador se vende todo lo que se produce”, añade.
También rescata que es lógico que la importación supere a la producción nacional y esto se debe a que esta última es muy pequeña; además, el costo de producción en el país es muy alto. A eso se suma que Ecuador no se posee las condiciones climáticas que tienen los países que tienen las cuatro estaciones.
Por esa razón, el país tendrá inconvenientes para producir, en este caso frutas, a precios competitivos que poseen otros países; ni tampoco con la misma calidad. Sin embargo, el Ejecutivo rescata una ventaja: “nosotros tenemos mucha fruta tropical que otros países no tienen”.
En las instalaciones del mercado Iñaquito, en el norte de Quito, los productos importados se pueden conseguir en los más de 20 sitios de expendio. Ahí se contrasta la preferencia del público. ‘Doña María’ vende más productos nacionales, ya que son más baratos. Sin embargo, dice que el invierno afectó a la producción local y eso se refleja en el precio final.
Irene Mejía hace sus compras en el mercado de Iñaquito (norte). Ella prefiere la producción nacional y menciona un ejemplo: “La naranja de afuera no tiene el mismo líquido que la nacional. Para hacer un jugo puro consume hasta 10 naranjas internacionales. En cambio, cuando compra y usa la nacional, con seis son suficientes para que tomen, por lo menos, cuatro personas”. En la calidad del tomate también tiene sus preferencias. Según ella, hay tomates importados que tienen más pepa que ‘carne’ y eso no es un ahorro, al contrario, “debiera comprar más”.
En frutas como el durazno, Mejía prefiere lo internacional. Es aficionada de los guaitambos (fruto de Ambato), pero solo los consigue entre febrero y marzo. En cambio, para los otros meses, debe adquirir los importados ya que siempre los encuentra en las quioscos del mercado.