El complejo recreativo de Disneyland París defendió el 29 de julio del 2015 su política de precios, que investiga la Comisión Europea (CE) ante las quejas de los consumidores por las distintas tarifas aplicadas en función de la nacionalidad.
«No hemos tenido contacto con la CE sobre ese tema», declaró a EFE un portavoz oficial de Disneyland París después de que Bruselas confirmara que está analizando las quejas de algunos turistas para ver si los distintos precios contravienen la directiva europea de servicios.
El diario ‘Financial Times’ se había hecho eco de las quejas de los ciudadanos británicos por pagar mayor precio por una estancia en el parque Disney europeo que una familia de belgas o franceses. Según el diario, una familia francesa paga por la estancia 1 346 euros, una británica 1 870 y una alemana 2 447.
El portavoz del parque de atracciones y complejo hotelero situado a las afueras de París mantuvo que los precios en la taquilla son exactamente iguales para todo el mundo y justificó las divergencias en las ofertas promocionales con tres argumentos.
El primero se refiere a las fechas elegidas ya que «los países no están de vacaciones en el mismo momento, necesariamente». El segundo punto esgrimido por el parque temático está relacionado con el momento de la reserva, pues los británicos reservan con 6 meses de antelación de media y los franceses suelen bloquear sus vacaciones dos o tres meses antes de la fecha elegida.
Finalmente, la fuente destacó que «todos los visitantes no buscan lo mismo». «Por ejemplo, los españoles prefieren estancias largas, de hasta cinco días, mientras que a los italianos les importa más que la oferta incluya el transporte y otros se preocupan por que tenga media pensión», explicó.
Disneyland París agregó que, en la página web donde aparecen las ofertas, se puede cambiar el país de compra, consultar las ofertas vigentes en otro territorio y llamar por teléfono a la empresa para reservar un paquete determinado no presente, a priori, en el país desde donde lanza la búsqueda el usuario.
El complejo recreativo de Disneyland París defendió su política de precios. Foto: AFP.
Facebook anunció este martes (2 de junio de 2015) que abrirá un laboratorio de inteligencia artificial en París, que se sumará a los que ya tiene en California y Nueva York y abordará «proyectos ambiciosos» a largo plazo, como el reconocimiento automático de imágenes y sonido.
«El equipo en París trabajará en proyectos a largo plazo como el reconocimiento de imágenes, el procesamiento del lenguaje natural, el reconocimiento de voz y las infraestructuras lógicas y físicas necesarias para el funcionamiento de estos sistemas», indicó la empresa mediante un comunicado en su página web.
La compañía estadounidense dijo confiar en que ese tipo de investigaciones conduzcan eventualmente a nuevas formas para conectarse y compartir. Facebook aseguró haber elegido París para la expansión de sus laboratorios de inteligencia artificial porque la capital francesa reúne «algunos de los mejores investigadores del mundo».
La empresa anunció también su intención de invertir en la comunidad de inteligencia artificial de Francia, la Unión Europea y otros países con el fin de realizar avances significativos en ese campo, aunque no detalló planes concretos de expansión.
Se recomienda no abrir ningún video erótico que aparezca en su muro de Facebook. Foto: Pixabay
El taller de diseño puede estar en Los Ángeles o México y los negocios hacerse en Nueva York o Miami, pero París sigue siendo la vitrina ideal para mostrar la moda al mundo, según creadores y expertos presentes en la semana de la moda de la capital francesa.
“Los diseñadores eligen París, sigue siendo el sueño de todo diseñador”, explicó a la AFP el creador chileno Octavio Pizarro, que tiene un estudio creativo en Santiago pero conserva su base en París. “Probablemente no sea donde los negocios se hacen, pero es donde se muestra. París te da algo intangible: te perfecciona el gusto, que es sofisticado y preciso como un alfiler”.
Pizarro vende sus modelos en Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania o República dominicana o a clientas de alta costura en Chile. Este año presentó en privado una colección de moda femenina otoño-invierno que contrasta con las anteriores. “Mi mujer era muy estructurada y la quise despeinar un poco sin que pierda el chic”.
Según Pizarro, América latina “es un continente que tuvo una evolución importantísima en estos últimos 7 u 8 años, en todo lo que es la moda, el gusto de las mujeres y el interés que tiene por la moda internacional”.
“Latinoamérica es un nuevo mercado y las grandes marcas de lujo están mirando hacia ella porque hay países que están muy bien económicamente y Europa está difícil. Tenemos raíces europeas y entonces los gustos son un poco los mismos”.
Apostando a esa evolución, la revista Harper’s Bazaar en español organizó esta semana en la embajada de México en París un evento que reunió a la flor y nada de la creación regional, con diseñadores de México, Colombia, Chile, Argentina y Venezuela.
Entre las invitadas figuraban entre otras las mexicanas Daniela Villegas (joyas), Gladys Tamez Millinery, radicada en Los Ángeles donde crea sombreros, o Sara Beltrán, que diseña joyas y comparte su tiempo entre Nueva York y Jaipur, en la India.
“En Paris nació la moda, la semana de la moda de París es la más prestigiosa del mundo, y no hay mejor lugar para darle cabida a los diseñadores latinoamericanos”, explicó a la AFP Brenda Díaz de la Vega, directora editorial de Harper’s Bazaar en español, con base en Ciudad de México, donde también se editan otros referentes de la moda, como la versión latinoamericana de Vogue o Elle México.
Diseñar en California, desfilar en París
Según de la Vega, “los diseñadores de América latina pueden llegar tanto o mas lejos que los de Estados Unidos o Francia, ya no existe esa barrera de que son de América latina y no tienen esa posibilidad: ellos están demostrando que se puede”. “Y lo estamos viendo en cine y en gastronomía. En esas tres áreas, la influencia de América latina empieza a relucir en todo el mundo”.
Además del gigante Sao Paulo en Brasil, explica la editora, los otros grandes polos de la moda en América latina, son Colombia, México y Venezuela, mientras que en materia comercial los mayores sustentos a la industria están en Panamá, Colombia, Perú y México.
El colombiano Juan Carlos Obando tiene su taller de creación en Los Ángeles, pero decidió presentar su colección en París al margen del programa oficial de la Semana de la Moda, donde el único latinoamericano este año es su compatriota Esteban Cortázar.
La idea de crear en Los Ángeles y presentar en la ciudad luz tiene un antecedente de peso: el propio Hedi Slimane, director artístico de la legendaria casa Saint Laurent lo hace desde 2012.
“Antes desfilaba en Nueva York, es la primera vez que presento mi colección en París”, dice Obando, “lo cual es un paso grande en mi carrera”. “Hace un par de años, participamos en un programa de Vogue que se llama ‘Americans in Paris’ e hicimos muchos proyectos aquí: nuestro negocio creció muchísimo gracias a París”. “ Pensamos que era importante construir una parte editorial por encima de la colección en sí y del mercado, vamos a ver qué pasa”, comenta el colombiano, que define como “despreocupada” su moda: “una manera relajada de vestirse de noche sin perder la elegancia”.
La latina, con personalidad y dinero
¿Qué define a la mujer latinoamericana? Según Obando “es un constante baile entre lo seductor y lo sofisticado. No le gustan tanto los brillantes ni las plumas, es muy sencilla, pero sexy”.
«La moda en América latina esta creciendo”, señala. “Es genial ver a la nueva generación que está saliendo y que tiene una voz y una identidad mucho más propia, una generación que ha crecido en un mundo globalizado y tiene una cabeza mucho más global”.
Una opinión que comparte el mexicano José Sánchez, que lleva 33 años en la moda. Se especializa en ropa de cuero diseñada en la capital mexicana, fabricada en Tijuana y salida comercial en México, Brasil y Estados Unidos.
“La mujer mexicana está queriendo descubrir al mundo”, comenta Sánchez. “ Pero no solo consume marcas italianas o francesas, sino que está pidiendo moda mexicana. El producto mexicano puede competir con cualquier otra marca del mundo”.
El chileno Octavio Pizarro apuntala esa visión de la clienta latina. “En cultura de moda –asegura–, son más que muchas europeas: saben perfectamente qué es lo que se usa, viajan mucho y tienen gran poder adquisitivo. En Chile hay mujeres sofisticadas, únicas y con personalidad, lo que yo llamaría la personalidad latina”.
El colombiano Esteban Cortázar fue el único latinoamericano que presentó su colección en la Semana de la Moda de París 2015. Foto: AFP
En la bulliciosa Semana de la Moda de París, la diseñadora venezolana Yliana Yepez presentó sus bolsos y mochilas de lujo con las que ha conquistado a Demi Moore, Cara Delevingne o Blanca Suárez, y que son el fruto de una experiencia profesional de dos décadas.
«Quiero aportar algo a mi país» es lo que se dijo Yepez cuando decidió abandonar la pasarela, en la que desfilaba como modelo desde que tenía 14 años, para crear con una amiga la empresa Blues by Kyky en Caracas, en 1994.
Aquel proyecto, que fructificó en ocho tiendas en las que también se comercializaban marcas internacionales, cerró hace tres años, como consecuencia de la situación política en Venezuela que afectó especialmente al sector del lujo, explicó a Efe Yepez, quien ahora reside en Estados Unidos.
«Nosotras trabajamos durante 18 años y, en vez de crecer, lo que hicimos fue venirnos a menos, y por eso tuvimos que cerrar», señaló la diseñadora, que lamentó las dificultades que le ponía el Gobierno de Hugo Chávez para poder «crecer como empresario».
De lo que aprendió con Blues by Kyky, que llegó a ser «la número uno en todo el país», con sus estudios en dirección de empresas y con los contactos que había establecido durante su etapa como modelo, surgió su firma actual, cuya sede está en Nueva York y que fabrica en Italia.
Sus bolsos y carteras de formas cuadradas están decoradas con tachuelas de silicona, cordones entrelazados de cuero, o motivos inspirados en la estética de la película «Maleficient» («Maléfica»).
«Para mí, la funcionalidad es súper importante», precisó Yepez en su «showroom» de París, al insistir en que sus productos están pensados para que quepa todo lo necesario en su interior. Desde esta perspectiva, inauguró su marca con una mochila de cuero -que ahora cuenta con una versión en pitón-, que le permitía «tener las manos libres» cuando estaba con sus hijos y era lo suficientemente elegante para acudir a las reuniones de trabajo.
«Cuando Cara Delevingne lo vio, me dijo: Yliana, me lo mandas ya», aseguró entre risas la diseñadora, que presume de haber sido una de las primeras en defender por las calles de Nueva York esta versión sofisticada de una prenda tradicionalmente vinculada al universo deportivo.
Yepez, que da la opción a la clientela de personalizar sus creaciones con colores o texturas a su gusto, propuso también un bolso en cuero troquelado sobre terciopelo de colores.
Sus accesorios, que oscilan en una horquilla de precios de entre 500 y 1.500 dólares, está presente en diversos países del mundo, como México o Estados Unidos, y tiene previsto que se empiece a comercializar próximamente en España.
La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, quiere prohibir la circulación de camiones y buses contaminantes a partir de julio en la capital francesa, una de las ciudades más turísticas de todo el mundo.
París tiene una densidad de población relativamente alta y a menudo a los turistas les sorprende el alto tráfico en los emplazamientos históricos. «Quiero prohibir los buses más contaminantes y los vehículos pesados a partir del 1 de julio de 2015», dijo Hidalgo en una entrevista publicada este 28 de enero en el diario francés Le Monde.
La ciudad sufre habitualmente altas concentraciones de contaminación. Eso obliga a las autoridades a establecer límites temporales a la velocidad de circulación de motocicletas y restricción vehicular algunos días.
«En julio de 2016 la prohibición se extenderá a todos los vehículos que son más contaminantes», agregó, precisando que el área todavía está siendo negociada. Para la alcaldesa de origen español, esta prohibición primero se impondría en el centro de París, sin incluir a la autopista que rodea la ciudad y en los bosques adyacentes.
Hidalgo enviará la próxima semana su plan medioambiental para la ciudad, que cuenta con cerca de 2 millones de habitantes. La alcaldesa reiteró además su intención de erradicar los vehículos a diesel en la ciudad antes de 2020.
El pasado diciembre anunció que quiere que el centro de la ciudad sea «semipeatonal», un proyecto que se enmarca en un conjunto de medidas para luchar contra la contaminación.
Habitualmente la ciudad sufre altas concentraciones de contaminación. Eso obliga a las autoridades a establecer límites temporales a la velocidad de circulación de motocicletas y restricción vehicular algunos días. Foto: Alain Jocard/ AFP
Con una colección primavera-verano que evoca a su Brasil natal, Gustavo Lins regresó este martes (27 de enero de 2015) a la pasarela de la alta costura en París, una apelación exclusiva que sólo comparten un puñado de diseñadores en el mundo.
«Hoy hace exactamente 28 años que llegué a Europa, un 27 de enero de 1989», contó a la AFP el diseñador oriundo de Belo Horizonte, tras el desfile organizado en los salones del Museo de Artes Decorativas, en el palacio del Louvre.
Descendiente de una familia de europeos emigrados a Brasil en el siglo XVI y que mezclaron su sangre con la de los indígenas, Lins explicó que «todo eso afloró en esta colección, en los arcaísmos de las piedras preciosas o inspirada en la fluidez del aire, el agua y los caballos de los campos de Brasil».
Muy ondulante, la colección de Lins -que el año pasado estuvo ausente de los desfiles parisinos- incluyó formas envolventes y suaves. Los abrigos se llevan sin acartonamiento, casi como si fuesen una bata.
Lins abrió su colección a modelos masculinos con confortables sobretodos de amplias solapas y un poncho de lana. «Hay una verdadera diversidad entre hombres y mujeres, muchas prendas de hombres las llevan las mujeres y viceversa: había voluntad de mi parte de mezclar los géneros», dijo.
Tras su llegada a Europa hace casi tres décadas, Gustavo Lins se instaló en París donde en 2004 fundó su marca de prêt-à-porter, antes de ser admitido además en la alta costura, primero como miembro invitado y luego como miembro permanente, a partir de 2011.
Arquitecto de formación, se inició a la costura en los talleres de John Galliano, Kenzo y Jean Paul Gaultier, entre otros. En total, 24 casas de alta costura -14 en la lista oficial que incluye a Lins y el resto como invitados especiales- desfilan esta semana en París.
Contrariamente a las semanas del prêt-à-porter organizadas en Nueva York, Londres o Milán, París es la única capital de la moda que organiza desfiles de alta costura, dos veces al año, en enero y julio.
Un club muy exclusivo
Esta especificidad parisina está protegida jurídicamente por una apelación atribuida por una comisión del ministerio de Industria francés en función de criterios muy precisos. Recompensa en particular el trabajo hecho a medida en los talleres del diseñador.
Confeccionada a mano, implica por lo general materias excepcionales, con bordados o encaje, acompañadas de piedras preciosas o accesorios.
Lins dijo que considera la alta costura «como un laboratorio de investigación y de observación, de ‘savoir-faire’ y de excelencia». En 2012, incluyó por ejemplo en su desfile un vestido realizado con porcelana de Sèvres.
Las casas de moda francesas más prestigiosas, Christian Dior y Chanel, dicen tener cada una unas 1 000 clientas de alta costura.
«Antes de la Primera Guerra mundial, el primer cliente de la alta costura en el exterior era Inglaterra y el segundo Argentina», explicó a la AFP Didier Grumbarch, expresidente de la Federación francesa de la costura.
Estados Unidos apenas llegaba en sexto lugar detrás de Suiza, pero después de la guerra las norteamericanas pasaron al primer puesto, que hoy comienzan a disputarle mujeres acaudaladas de China, India u Oriente Medio.
«La clientela de la alta costura se ha extendido», comentó Grumbach. «Hay muchas más clientas que en los años 1960, pero también compran prêt-à-porter», agregó el experto.
Gustavo Lins dijo a la AFP que además de su marca de prêt-à-porter actualmente tiene en total «unas 15 clientas» para sus modelos de alta costura, que visitan su taller parisino desde Rusia, Kazajistán, Estados Unidos o Alemania.
El diseñador brasileño Gustavo Lins presentó su colección primevera-verano en la pasarela del alta costura en París. Foto: AFP
Atelier Versace abrió el domingo (25 de enero de 2015) los desfiles de alta costura en París, la cita del sector más prestigioso de la moda femenina que reúne a casas legendarias y creadores independientes.
La marca italiana dirigida por Donatella Versace, hermana del fundador, fue la primera en presentar su colección primavera-verano 2005, apenas una hora después del desfile de Saint Laurent que cerró la semana de moda masculina.
Al evento asistieron entre otros famosos Goldie Hawn, Kate Hudson, Elie Goulding y Michelle Rodríguez.
Fue una colección muy sensual, principalmente de vestidos de fiesta con efectos de asimetría en el busto, transparencias y encaje, declinada en blanco, negro, rojo, azul y carne.
En total, 24 casas de moda desfilarán esta semana en lugares excepcionales de la capital francesa, bajo la mirada de clientas acaudaladas, fashionistas y periodistas especializados.
Contrariamente a las semanas del prêt-à-porter organizadas en Nueva York, Londres y Milán, París es la única capital de la moda que organiza desfiles de alta costura, dos veces al año, en enero y julio.
Esta especificidad parisina está protegida jurídicamente por una apelación atribuida por una comisión del ministerio de Industria francés en función de criterios muy precisos. Recompensa en particular el trabajo hecho a mano y a medida en los talleres del diseñador.
En total hay 14 casas de moda que actualmente ostentan la apelación de alta costura, incluyendo Chanel, Christian Dior, Jean Paul Gaultier, Maison Margiela, Alexis Mabille o Bouchra Jarrar. El brasileño Gustavo Lins es el único latinoamericano que integra oficialmente el exclusivo club.
«La apelación alta costura permite a una marca adquirir más rápido una notoriedad internacional y le da más visibilidad», explicó Didier Grumbach, ex presidente de la Federación francesa de la costura.
Margiela al margen
Schiaparelli, la casa legendaria fundada en los años 1930 por Elsa Schiaparelli, la gran rival de Coco Chanel, presenta su desfile este lunes (26 de enero), a pesar de la sorpresiva partida de su director creativo Marco Zanini, que la había hecho renacer el año pasado.
La marca había desaparecido durante 60 años, antes de regresar a las pasarelas de París en enero de 2014, impulsada por su nuevo propietario, el empresario italiano Diego Della Valle (grupo Tod’s).
Fuera de los imperdibles desfiles de Dior y Chanel el lunes y martes, todas las miradas estarán atentas al de Jean Paul Gaultier, que en septiembre abandonó el prêt-à-porter para concentrarse en la alta costura.
Una ausencia notable en el programa oficial de desfiles será la de la Maison Margiela, ahora encabezada por John Galliano, y que presenta una colección «artesanal» solo en visita privada.
El diseñador prefirió mostrar en Londres la colección que marcó hace dos semanas su regreso a las pasarelas, tras cuatro años de ausencia luego de su estrepitosa caída de la cumbre de la fama por haber proferido ebrio insultos antisemitas contra desconocidos en un bar de París, que le costaron su puesto al frente de la casa Dior.
Donatella Versace fue la primera en presentar su colección primavera-verano 2015, después del cierre de la semana de moda masculina en París. Foto: AFP
Sentado y en la comodidad de su oficina, un joven ejecutivo ingresa a la página web de la agencia de viajes Metropolitan Touring. En el portal elige un destino, reserva pasajes aéreos, el hotel, compra un seguro de viajes y renta un vehículo para él y su familia.
De pronto se encuentra paseando por la Torre Eiffel de París, en Francia, bañándose en las playas de Río de Janeiro, en Brasil, y se ve junto a su esposa e hijos caminando por la Gran Muralla, en China, y frente a las pirámides de Egipto.
Las escenas son parte del ‘spot’ que utiliza la agencia en su campaña publicitaria El mundo en un clic. Esta promociona su nuevo portal de compras en línea (www.metropolitantouring.com.ec), al aire desde octubre del año pasado.
José Luis Egas, gerente de Agencia de Metropolitan Touring, explica que la idea es dar a conocer una herramienta digital con la que sus clientes, en su mayoría ejecutivos de 28 años en adelante, puedan planificar todo su viaje sin la necesidad de intermediarios “y sin dejar de lado sus actividades diarias”.
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El comercial se difundió en marzo en la página web de Metropolitan, en redes sociales como Facebook, Twitter y YouTube. A inicios de este mes se transmitió en horario matutino por televisión pagada, solo hasta el feriado de Semana Santa. La campaña continuará en los próximos días con la transmisión del comercial, de lunes a viernes, entre las 06:00 y 08:00, durante el noticiero matutino de Ecuavisa.
La agencia de publicidad Serpin fue la encargada de la producción del anuncio que costó USD 5 000. Adicionalmente, se compuso un jingle musical, compuesto en ritmo de sanjuanito, a un costo de USD 1 500, con el que se promocionará el nuevo portal en la radio.
Luis Villamarín, productor de Serpin, cuenta que la producción del comercial de 37 segundos de duración, requirió la participación de una decena de personas, entre actores, un maquillador, directores de fotografía, arte y vestuario, además del director. Otras tres personas participaron en la grabación del jingle.
El rodaje del comercial fue en una locación privada en Quito y duró un día. La edición tardó otro día y su posproducción requirió 20 días para montaje de imágenes, ajuste del color y plasmar los fondos virtuales de destinos turísticos.
El comercial, explica Villamarín, incluye escenas virtuales para el montaje de escenarios falsos, como el de un planeta que el personaje sostiene en las manos. “Creamos un planeta en 3D y escenarios virtuales para cada imagen en el fondo del comercial en donde los actores interactúan. Así se obtiene el efecto de que en realidad visitaron esos lugares”.
Una nueva bebida conocida como París Cola se está abriendo espacio en las tiendas de la capital francesa en una batalla por socavar el dominio de Coca-Cola. Pero la bebida local enfrenta un problema doméstico: otra marca llamada Parisgo Cola también compitiendo en el mercado.
Una nueva guerra de las colas se desata por estos meses en París entre dos productos con casi el mismo nombre. Ambas tienen tapa roja y un logotipo que resalta: la Torre Eiffel. Las dos marcas han tratado de convencer a los comercios pequeños y a los grandes supermercados de que vendan su producto. Y las dos argumentan que representan mejor el espíritu de París.
«Tenemos un producto real terroir», dijo Rodolphe Grosset, de París Cola, usando la palabra en francés para describir un producto local de la tierra. Para su bebida, la empresa de Grosset, François de Fonbelle, buscó azúcar de remolacha cultivada en la región de París.
La rival Parisgo Cola dice que su meta es mostrar a los parisinos que han sido lobotomizados por Coca-Cola, y que los sabores de la gaseosa deberían ser tan variados como los vinos franceses. Su fundador, Bruno Vaussenat, un director independiente de cine y publicista, dice que su bebida apela a los gustos parisinos con «burbujas menos agresivas» y un sello negro y rojo con una tipografía sans-serif.
«París Cola es para los turistas, y eso está bien. Es una visión extranjera de la París de los años 50, como una película de Fred Astaire», dijo Vaussenat del producto rival. «Yo no estoy haciendo una cola para los turistas. La mía es para parisinos de verdad».
Grosset respondió: «París Cola no es concebida para turistas. Es concebida para parisinos. Y si seduce también a los turistas, mucho mejor».
La guerra de las colas en París es producto de un sector burbujeante de la economía francesa: una ola de productores de cola que imprimen un enfoque local a la bebida global, aprovechando el orgullo nacional en especialidades regionales como el queso Roquefort y el vino de Borgoña. En la última década, más de 30 colas regionales han surgido a lo largo de Francia.
El mercado De EEUU. Coca Cola domina más de 80% del mercado de las colas en minoristas masivos que mueve USD 1 900 millones, según Nielsan.
Débiles. Las colas regionales tienen menos de 0,9% del mercado.
LA CIFRA: 30 colas regionales han surgido en los últimos 10 años.
París fue elegida «capital europea del shopping», según un estudio del instituto internacional Abington publicado por el diario Le Parisien y realizado sobre una muestra de 603 turistas brasileños, chinos y rusos.
La capital francesa resulta a la cabeza de la lista de ciudades de la Unión Europea que se consideran ideales para hacer compras. La eligió el 50% de los entrevistados, y la siguen Londres (25%) y Milán (18%).
Entre las motivaciones que llevan a los amantes del shopping a preferir la Ciudad Luz -que también es el primer destino turístico mundial- están la amplia oferta de productos, su exclusividad y el precio. En particular, el shopping es el primer motivo para elegir París para el 45 por ciento de los rusos, por la abundancia de marcas de lujo pero también por aquellas para el «gran público».
Las compras se concentran en el sector de la moda (51%), seguido por los souvenirs (40%) y los perfumes (38%). «Cuesta la mitad que en nuestro país», confirmaron en diálogo con Le Parisien Ahoi, Fanny y Shirley, tres treintañeras de Hong Kong que pasaron cuatro días de París para luego seguir rumbo a Avignon (sur de Francia) y Londres.
Profesoras en Hong Kong tienen un presupuesto de unos 200 euros cada una para comprarse chales, bolsos, billeteras y perfume… tal vez no lo suficiente en vista de los precios de la Avenue Montaigne y alrededores. «Veremos -comentó una de ellas-. De todos modos, hay tantos negocios de moda aquí que podremos elegir para comprar a precios interesantes».
Talia, una estudiante de artes de San Petersburgo, dice disponer de 1 000 euros (USD 1 340) para tres días. Pero son los brasileños los turistas que se consideran más gastadores, con un presupuesto promedio de 6 150 euros (USD 8 200), aunque el estudio de Abington no precisó tiempo.