El servicio personalizado y atento caracteriza a Motofast, un negocio de encomiendas y transporte puerta a puerta, que se diversificó y creció en la pandemia por el covid-19. Sus socios se aliaron con otros emprendimientos para mantener las fuentes de empleo de más de 50 familias.
Gabriel Vega y Luis Rangel se radicaron en Riobamba en el 2017. Ambos son oriundos de Venezuela y migraron debido a la crisis económica que en ese tiempo empezaba a agudizarse en su país.
Ese mismo año invirtieron cerca de USD 3 500 en la adquisición de una motocicleta y un celular para iniciar su empresa de encomiendas. Lo hicieron tras analizar el mercado local y las necesidades de sus clientes potenciales.
“En Riobamba trabajé en un restaurante, una cafetería, una empresa de celulares y una empresa de encomiendas. Esa experiencia me ayudó a identificar las preferencias de la gente y diseñar mi negocio”, cuenta Gabriel Vega.
En su estudio de mercado descubrió que aunque ya había varias empresas similares, los servicios que ofrecían eran limitados. Así que buscaron formas novedosas para mejorar la experiencia y la atención a sus clientes.
Ellos, por ejemplo, se encargan de hacer compras de todo tipo y se aseguran de que sus clientes escojan los productos a través de videollamadas o mensajes de texto. Además, realizan gestiones como depósitos bancarios, trámites institucionales y otros.
En un inicio el negocio surgió para sustentar a los dos socios, pero al poco tiempo más jóvenes se sumaron al emprendimiento y el objetivo cambió. Ahora buscan respaldar a otros migrantes. “Queremos apoyarnos y generar fuentes de empleo. Todos nuestros repartidores son nuestros coterráneos, que vinieron al país para mejorar la vida de sus familias”, dice Gabriel.
El negocio, que hasta febrero contaba con ocho repartidores, creció desde que en el país se declarara la emergencia sanitaria. Hoy laboran 20 motociclistas.
Ellos se capacitaron sobre medidas de bioseguridad y adquirieron equipos de desinfección para evitar contagiarse y garantizar la seguridad de sus clientes. También incrementaron la publicidad en redes sociales y sumaron nuevos servicios a su menú.
La demanda de encomiendas se multiplicó y los repartidores no lograban abastecer todos los pedidos, por lo que ampliaron sus horarios de atención. “El teléfono sonaba todo el tiempo. La gente que ya nos conocía nos pedía que hiciéramos sus gestiones en instituciones públicas, porque tenían miedo de salir”, dice Luis.
Al menos cinco restaurantes también se reactivaron gracias al trabajo de los repartidores. Esos establecimientos tuvieron que cerrar sus puertas debido a la falta de ingresos para cubrir los gastos.
Datos del negocio Facturación. USD 6 500 es el promedio de cada mes. Repartidores. Aportan una contribución de USD 0,25 por cada encomienda que realizan. Diversificación. También ofrece el servicio de transporte de muebles y objetos pesados. Expansión. En Quito y Ambato dan el servicio, con más proyección de cobertura. Aplicación. Una ‘app’ está en desarrollo y se presentará en el 2021. La meta es competir con otras plataformas.
220 pedidos atienden cada día los repartidores del emprendimiento.
Gabriel Vega y Luis Rangel son los propietarios de Motofast. 20 repartidores trabajan en la empresa. Foto: Glenda Giacometti/ LÍDERES
De un ‘food truck’ que se estacionaba de lunes a sábado entre las calles República del Salvador y Portugal, en el norte de Quito, Inka Burger creció hasta tener hoy seis locales propios, siete bajo modelo de franquicia y una “cocina fantasma” para entrega a domicilio.
El emprendimiento de hamburguesas gourmet se inauguró un 1 de octubre del 2015, en una feria de la agencia de promoción económica ConQuito, celebrada en el Parque Itchimbía. Por cerca de cuatro meses se estacionaron con su “carrito de comida” en la República del Salvador y Portugal.
Fueron pioneros en este modelo de negocio en Quito y de los pocos que lograron sobrevivir y evolucionar. Los vacíos legales para operar en el espacio público y una posterior ordenanza “poco atractiva” para los emprendedores fue “la muerte” de los ‘food truck’ en la capital, considera David Maldonado, cofundador de Inka Burger junto a Mario Hidalgo.
Progresivamente los ‘food trucks’ migraron a locales en plazas de comida. Inka Burger también se subió a esta ola y a la par decidió abrir locales independientes. En marzo del 2016 inauguraron un establecimiento en la Gaspar de Villaroel, en el norte de Quito, con un concepto estético similar al de un ‘food truck’, con mesas de comida y una barra adicional de cervezas y cocteles.
Adicionalmente, la marca se encuentra en tres plazas de comida rápida en el norte y en el patio de comidas del centro comercial El Recreo, en el sur. Además, desde abril cuentan con una “cocina fantasma”, únicamente para entregas delivery en el norte de Quito.
El emprendimiento nació con un concepto de hamburguesas gourmet y aún lo conserva. Entre sus ingredientes hay queso azul, salsa de aceitunas negras y queso parmesano, salsa de queso con cerveza. El menú se ha mantenido similar con innovaciones en el tiempo. Recientemente incluyeron en su oferta las alitas, con cinco opciones de salsas.
Uno de los proveedores de Inka Burger es Floralp, que les abastece desde sus inicios de distintos quesos, como americano, cheddar y provolone ahumado. “Desde un principio vimos el potencial de la marca, la acogida que tenía en el público. Ha sido importante ver su proceso de crecimiento”, comenta Juan Francisco Bahamonde, jefe comercial Floralp.
Como parte de una estrategia de crecimiento, la empresa decidió en 2018 comenzar a franquiciar la marca, principalmente con la idea de llegar a otras ciudades del país. “Hicimos una consultoría para tener un sistema válido y ordenado, con garantías para los inversionistas. Nosotros brindamos un acompañamiento integral”, asegura Maldonado. Por derecho de uso de lamarca, la empresa cobra un monto de USD 20 000 y un 4% por ventas brutas del local. La primera franquicia se abrió en Riobamba, donde en los próximos días se inaugurará otra. Hay tres más en Guayaquil. Una en el valle de Los Chillos y otra en el valle de Cumbayá, en Quito.
El emprendedor David Maldonado es el cofundador y gerente general de la empresa Inka Burger. El negocio desarrolla planes de expansión.
Georgina Valle está asociada en la de Los Chillos, junto a otra persona, desde mayo del 2019. El local está ubicado en una plaza de restaurantes. “Buscábamos emprender. Anteriormente habíamos sido clientes de Inka y nos llamaba la atención el tipo de negocios y que ya era una marca reconocida”, recuerda Valle, quien comenta que hasta ahora les ha ido muy bien, incluso en medio de la pandemia. “Los resultados han sido favorables, fue lo que nos prometieron”.
Uno de los locales de Guayaquil está localizado en la zona cultural Plaza Guayarte. Los hermanos Vicente y Alejandro Maldonado invirtieron en la franquicia, inaugurada en noviembre del 2018. “Nos gustó el concepto de hamburguesas gourmet. No nos equivocamos, la respuesta ha sido muy buena. La ubicación también ayudó mucho”, cuenta Vicente e indica que antes de la pandemia tenían más de 200 pedidos por día. Recientemente reabrieron, luego de tres meses cerrados.
Los planes de Inka Burger, que factura USD 1 millón al año, es afianzar la ampliación de la marca en el país. Para el 2021 también prevé abrir locales en Miami y Nueva York, a través de un holding defranquicias. “Estamos conversando con inversionistas internacionales”, adelanta el gerente general, David Maldonado.
Dayana Garrido; Analista de Talento Humano / ‘Lo importante es que hay un buen equipo’
Soy Administradora de Empresas Gastronómicas, graduada en la Universidad Tecnológica Equinoccial. En Inka Burger llevo un año y un mes. Me encargo del manejo de personal, contratación de los empleados, administración, hacer cierres de cajas. Estoy al tanto de todo lo concerniente a talento humano en cada departamento. Actualmente, estamos 40 personas, entre personal administrativo y operativo. La experiencia ha sido buena porque cada día se va aprendiendo cosas nuevas, me manejo con clientes también. Lo más complicado ha sido el manejo del personal operativo, porque cada uno es diferente, hay que saber cómo tratarlos. Pero tengo un buen equipo. Al principio fue más difícil, pero me llevo con todos. Tengo buenos trabajadores. Los jefes siempre nos están apoyando, nunca nos dejan solos. Trabajo de lunes a viernes en jornada regular y los sábados de 08:00 a 12:00. Hemos realizado eventos en el local de la Gaspar de Villaroel, ahí he tenido la oportunidad de atender al cliente y he estado a cargo del manejo de la caja.
Inka Burger tiene uno de sus locales principales en la Gaspar de Villarroel, en el norte de Quito. La cocina está ubicada dentro de un ‘food truck’. Fotos: Diego Pallero/ LÍDERES
Oswaldo Toscano, director general de Business Coaching School, habla sobre los cambios en los negocios, nuevas habilidades y el futuro de las pymes.
¿Cómo están cambiando los negocios en la actual coyuntura? Sin duda, este suceso inesperado, me refiero a la crisis por pandemia, aceleró muchos procesos que ya se estaban gestando dentro de las empresas o por lo menos que ya estaban sobre las mesas de trabajo. Hay que recordar que estamos en medio de un cambio sin precedentes, la Cuarta Revolución Industrial. Por lo que muchas organizaciones estaban tratando de adaptarse a esta revolución cambiando la forma en la que hacen empresa. Con el aparecimiento de la crisis, ese proceso se hizo más necesario por lo tanto, se aceleró esa necesidad de adaptar modelos de negocio, procesos, cultura de las organizaciones.
Ahora bien, no todas las empresas han logrado conectar con este cambio. De hecho América Latina va detrás de muchas regiones. Este aspecto es importante. Lo que viene es un mundo de mayor consciencia sobre propuestas de valor, es decir, mucho más competitivo. Esto no es fruto de la pandemia sino de las grandes revoluciones en la gestión, transmisión y almacenamiento de la información. De forma literal tenemos clientes y empresarios que tienen en la palma de la mano información que antes era imposible de alcanzar para el común de los mortales.
Así que en ese sentido, el cambio más importante es la consciencia sobre el papel del talento humano para la creación de valor. Con el flujo de información que hoy existe, los modelos de negocio tienen que estar bajo un constante proceso de innovación, los procesos e incluso las habilidades blandas que son clave para la creatividad. Todo eso nos lleva a pensar en una empresa consciente de sus activos intangibles, que como dije antes, se hizo más evidente durante la crisis por la pandemia.
¿Qué habilidades requieren ahora los ejecutivos? Para responder a esa pregunta, primero hay que aclarar qué tipo de revolución es la Cuarta Revolución Industrial. Porque se puede creer que es una revolución tecnológica, pero la verdad, es que es una revolución cultural dentro de la empresa. Me explico. La tecnología por sí misma no produce esa vorágine de cambio que estamos viviendo. Son los efectos del aparecimiento de toda esta asombrosa tecnología lo que lleva a cambios en la forma en la que trabajamos, nos comunicamos, producimos, y hasta cómo concebimos la empresa. Entonces, la tecnología es un catalizador que está provocando un potente motor de cambio que empuja a modificar las culturas organizacionales.
Son los líderes los llamados a fortalecer ambientes creativos a través de sus propias conductas. Y es específicamente en el estilo de liderazgo en donde se encuentra la semilla para una cultura abierta a una economía que fundamenta la creación de valor en la creatividad de los individuos.
¿Qué pasará con las Pymes tras la pandemia? ¿Cómo deberán actuar de ahora en adelante? América Latina es una región de PYMES. Y muchas de ellas son empresas familiares. Esto bajo el difícil escenario político y económico en el que vive la región.
En primer lugar, es importante aclarar que mientras nuestra clase política no comprenda el proceso de creación de riqueza entonces siempre estaremos en la retaguardia del emprendimiento por innovación. Nuestra región que vive al vaivén de los conflictos políticos y a merced de experimentos económicos que han fracasado históricamente, pone muchos frenos al desarrollo empresarial. Por lo que hay una tarea pendiente de los gobernantes y políticos creando las condiciones jurídico políticas para que las condiciones de la economía mejoren. Sin este cambio, es muy difícil para una PYME crecer.
En segundo lugar, las empresas, independiente del tamaño u origen tienen que mirar con mucha atención las grandes posibilidades que brinda la globalización comercial. La tecnología acerca a los mercados. Es importante que rompan con ese modelo mental local y empiecen a mirar de forma sensata mercados que vayan más allá de las fronteras nacionales. Pero eso significa, cambiar los aspectos culturales de la empresa y eso solo empieza por la capacidad del líder de crear una visión compartida.
¿Cuáles son las principales dudas que tienen las Pymes y qué respuestas se les da? Muchas dudas sobre el futuro. Insisto, sobre esto tiene una gran responsabilidad los gobiernos y políticos que no miran el largo plazo y tampoco logran comprender el proceso de creación de riqueza. Es importante comprender que si queremos salir del subdesarrollo necesitamos de un ambiente con mayor estabilidad, de libertad y responsabilidad individual. Fortalecer la educación que significa mejorar la calidad y acceso, no necesariamente como un proceso tutelado por el Estado. Mejorar las reglas del juego para atraer capitales que puedan aportar a la iniciativa de los emprendedores. Atraer grandes empresas que generen clusters con Startups locales.Es necesario este tipo de ecosistema para el desarrollo.
Mejorar el ambiente de negocios requiere de una mejora sustancial en la calidad institucional de los países. Y no hay misterio en esto. Ciertos políticos en países de África así lo entendieron y hoy adoptaron marcos legales que fortalecen el capitalismo de libre mercado.
¿Cómo aportan las escuelas de negocios en este momento? Creo que existe de todo. Las escuelas de negocio más prestigiosas están desde hace muchos años involucrados en este cambio en el modelo mental de empresa. De la empresa de control total a la empresa creadora de conocimiento. La oferta de programas para fortalecer las capacidades digitales es enorme y paradójicamente, la crisis por la pandemia, puso más cerca esa oferta y en algunos casos se hizo más accesible.
Sin embargo, la otra parte del desarrollo de las personas son las Soft Skills. Ahí es interesante como la oferta de programas para el desarrollo de habilidades se ha incrementado aunque me temo, con no tan buenos resultados, no se puede enseñar a liderar de la misma forma que se enseña Excel. También tiene que producirse tarde o temprano un cambio de fondo en la forma como se concibe el desarrollo de personas dentro de las organizaciones.
¿Tendremos en unos años una nueva clase de empresarios? ¿Qué características tendrán? Bueno ya tenemos un “arquetipo” si se puede usar ese término. El señor Elon Musk. Más allá de las distancias del ambiente de negocios en las que él se desenvuelve se puede extraer la capacidad de ser realmente disruptivo. Y me parece que esa es una característica fundamental de los empresarios en una economía en la que los activos más relevantes son justamente los que produce una mente creativa.
Oswaldo Toscano, director general de Business Coaching School. Foto: cortesía
Científicos en Estados Unidos han dado un paso decisivo para desarrollar una Internet cuántica capaz, por ejemplo, de blindar mensajes ante ataques de ‘hackers’, mejorar la precisión de los GPS o facilitar la computación cuántica en la Nube.
La revista Nature publicó la semana pasada un estudio efectuado por expertos de la Universidad de Harvard y del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), en el que presentan un prototipo de nodo cuántico listo para captar, almacenar y entrelazar bits de información cuántica.
“Desde hace dos décadas”, explican los autores en un comunicado, los esfuerzos para crear una red cuántica de esas características se han topado con las dificultades que presenta la transmisión, sin pérdidas, de señales cuánticas a través de largas distancias.
Este prototipo de nodo cuántico, señalan, corrige esa pérdida de señal, común hoy en día en cualquier tipo de tecnología de comunicación de larga distancia, ya sea desde el primer telégrafo hasta la actual Internet de fibra óptica.
En consecuencia, podría convertirse en la pieza definitiva para crear una Internet cuántica práctica y para contribuir al desarrollo de redes cuánticas de larga distancia. “Esta demostración representa un avance conceptual que podría extender el rango más largo posible de redes cuánticas y permitir, en principio, muchas aplicaciones nuevas de una manera que es imposible con las tecnologías existentes”, indica Mikhail Lukin, codirector de la Iniciativa Cuántica de Harvard (HQI, por sus siglas en inglés).
En redes de comunicación actuales, los mensajes que se envían, por ejemplo, dos personas desde puntos lejanos “viajan” en una infraestructura más o menos lineal y, en su camino, pasan por repetidores que leen y amplifican la señal y corrigen errores. Ese proceso, alertan los expertos, es vulnerable y expuesto a ataques.
Por contra, si esas dos personas quieren enviarse un mensaje cuántico, el proceso cambia porque sus redes usan partículas cuánticas de luz (fotones individuales) para comunicar estados luminosos en largas distancias.
Además, a diferencia de las tradicionales, estas redes cuánticas presentan la llamada capacidad de “entrelazamiento”, que permite que los bits de información estén perfectamente correlacionados a través de cualquier distancia. Gracias al “entrelazamiento”, destacan los autores, los mensajes son invisibles si no hay cambios y no pueden ser espiados o interceptados, lo que abre la puerta al desarrollo de aplicaciones de criptografía cuántica. No obstante, la comunicación cuántica de larga distancia también puede verse afectada por una pérdida convencional de fotones y este ha sido, hasta la fecha, el principal obstáculo para crear una Internet cuántica a gran escala.
Asimismo, el mismo principio físico que permite desarrollar una comunicación cuántica de alta seguridad impide el uso de repetidores convencionales para hacer frente al deterioro de la información, ya que, si no pueden detectar la señal invisible, tampoco pueden amplificarla o corregirla.
La solución a este problema la han encontrado en el HQI y el MIT con el desarrollo de un repetidor cuántico.
Una imagen del campus de Harvard, tomada el pasado 23 de marzo. Las clases se cumplen en línea. Foto: Maddie Mayer / AFP
Ecuador y Chile mantienen una relación comercial estable y sus gobiernos ahora buscan modernizarla y actualizarla. Por eso está previsto que esta semana empiecen en Quito las negociaciones para llegar a un tratado de libre comercio (TLC) entre los dos países sudamericanos.
El intercambio comercial entre ambas naciones ya cuenta con el Acuerdo de Complementación Económica (ACE) y la mayoría de bienes que se intercambian no paga aranceles. Rodrigo Yáñez, titular de la Dirección de Relaciones Económicas Internacionales de Chile, explica que el objetivo es profundizar y modernizar el ACE mediante la negociación de un acuerdo que contenga disciplinas de última generación como telecomunicaciones, comercio electrónico, comercio de servicios, género, pymes, laboral y medioambiente.
El intercambio comercial entre Chile y Ecuador ascendió el año pasado a USD 2 109 millones, un incremento de 8,6% frente al 2017. Las exportaciones chilenas alcanzaron los USD 493 millones, mientras que las ecuatorianas, USD 1 616 millones. Sin embargo, en el comercio no petrolero existe un déficit de USD 166 millones para Ecuador.
“Las cifras nos inspiran a seguir trabajando para aumentar el comercio bilateral y diversificar nuestra oferta exportable, dotando al intercambio de un marco jurídico más claro, moderno y transparente”, dice Yáñez.
Para Daniel Legarda, presidente ejecutivo de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor), la relación comercial con Chile es relevante. “Está entre los 10 socios comerciales más importantes que tiene Ecuador hoy en día. Tradicionalmente ha sido un buen mercado, uno de los pocos países con los que tenemos un acuerdo por bastante tiempo”.
Las negociaciones de un TLC con Chile serán claves para continuar con la apertura comercial ecuatoriana, añade Legarda. El vocero de Fedexpor añade que contar con un tratado de libre comercio con Chile es un paso necesario para ingresar a la Alianza del Pacífico. “Para entrar a ese bloque comercial, un requisito es tener un acuerdo comercial amplio con los miembros del grupo. Con Perú y Colombia ya lo tenemos en el marco de la CAN. Ahora se empieza a negociar con Chile y faltaría hacer lo mismo con México”.
En Ecuador existe optimismo y se espera que las negociaciones avancen rápido. Legarda cree que las rondas de negociación podrían ser dos o tres y que el acuerdo estaría cerrado este año.
Según el vocero de Fedexpor, en el tema de servicios hay intereses de ambas partes. Desde Ecuador, indica, se provee de servicios en software financiero y Chile tiene presencia en educación. Además, el acuerdo traerá más inversiones chilenas en sectores como infraestructura logística y software. Un TLC traerá también posibilidades para compras públicas y propiedad intelectual.
Por su parte, Yáñez considera que en el nuevo acuerdo comercial se incluirá un capítulo de cooperación económicacomercial, política de competencia, entrada temporal de personas de negocios y cadenas globales de valor. “En consecuencia, este nuevo acuerdo comercial incentivará aún más el comercio de bienes y servicios, ya que entregará una mayor certeza y predictibilidad a las empresas chilenas y ecuatorianas, variable de alta importancia”.
Según datos de Fedexpor, las exportaciones no petroleras del país suman más de 450 productos de unas 630 empresas ecuatorianas. Entre los principales productos que envía Ecuador están banano, conservas de atún, plásticos y manufacturas, conservas de frutas y de vegetales y camarón.
Del lado chileno, los productos que más llegan a Ecuador son frutas, preparaciones alimenticias, fármacos, papel y plásticos.
Las negociaciones para un TLC entre Ecuador y Chile llegan en medio de desafíos para las dos economías. En Ecuador, la Gerenta del Banco Central, Verónica Artola, señaló a mediados de junio que la proyección de crecimiento se ajustó. En principio se esperaba que la economía ecuatoriana creciera 1,4% este año, pero ahora la previsión es de 0,2%. “Siempre dijimos que las medidas (de ajuste) iban a desacelerar la economía. Según la información que tenemos, no vamos a entrar a campo negativo. Habrá desaceleración, pero no decrecimiento ni crisis”.
La economía chilena, por su parte, no ha podido despegar este año al ritmo deseado por el Gobierno, con un crecimiento del PIB de solo un 1,6% interanual en el primer trimestre, lo que llevó al Banco Central a recortar su proyección de crecimiento a un rango de entre un 2,75% y un 3,5% para este año. Los analistas, en tanto, han reaccionado de la misma forma y sus pronósticos rondan ahora en torno a un 3% de crecimiento para este año, mientras el Gobierno estudia su propia meta, de una expansión del 3,5 %.
El acuerdo ampliará oferta exportable
La tienda de licores Edca Company oferta productos de varios países. En la rama de vinos, los de origen chileno son los más vendidos. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
Un futuro TLC entre Ecuador y Chile genera positivas expectativas entre exportadores e importadores, ya que si bien ahora la mayor parte de productos del ACE gravan el 0% de arancel, un acuerdo más amplio permitirá incorporar nuevos productos y servicios, así como aspectos técnicos que faciliten el intercambio comercial.
Ese puede ser el caso de los licores. Actualmente, el 50% del vino que se consume en Ecuador proviene de Chile, las tres principales marcas son Concha y Toro, Morande y San Pedro Tarapacá, según la Asociación Ecuatoriana de Importadores de Licores (AEIL).
Existen 35 empresas ecuatorianas que importan esa bebida -y sus derivados-, pero también pisco. Las presentaciones son variadas y se venden al consumidor final en precios que van desde los USD 4 a los USD 300.
La ampliación del ACE permitiría que llegue a Ecuador otro tipo de destilados producidos en Chile, como whisky o ron, asegura Felipe Cordovez, presidente de la AEIL. Añade que de no ser por las ventajas arancelarias, los precios de los licores importados podrían dispararse hasta el 400%, dependiendo del producto, como ya ocurre con bebidas de países con los que no existen convenios de intercambio comercial.
Diversificar la producción representa un desafío para las empresas, especialmente para las micro, pequeñas y medianas (mipymes) que buscan exportar.
“Algo que debe aprovechar el empresario ecuatoriano es el tema de los bienes intermedios, como licor de cacao, manteca de cacao. En Chile también se valoran las pulpas de jugos o las conservas de frutas o conservas de hortalizas. Estos son derivados, pero no son productos finales”, dice Xavier Rosero, gerente Técnico de Fedexpor.
El 80% de las exportaciones ecuatorianas a Chile se concentra en banano, conservas de atún, manufactura de plástico.
Un segmento con potencial para los productores ecuatorianos es el de derivados del banano. La fruta tiene gran acogida entre los consumidores chilenos. Según cifras de Trade Map y de la Asociación de Comercialización y Exportación de Banano (Acorbanec), durante el 2018 Chile importó 231 883 toneladas métricas de banano; 229 471 llegaron desde Ecuador.
Richard Salazar, presidente de la Acorbanec, señala que el mercado chileno prefiere la fruta entera, por lo que las exportaciones casi en su totalidad son de ese tipo. En un pequeña porción se envían compotas de alimento para bebés.
Salazar considera que existen las condiciones para expandir las exportaciones de banano ecuatoriano hasta las 300 000 toneladas.
Darwin Rosales, docente de negocios internacionales en la Universidad UTE, observa oportunidades para el envío de electrodomésticos, conservas, ‘snacks’ y más elaborados en Ecuador. Estima que el abanico de productos se ampliaría dependiendo de los márgenes que se acuerden en las reglas de origen.
Intercambio
Población. Chile es un mercado de 17,9 millones de personas. El PIB per cápita es de USD 24 600. Ecuador, en cambio, posee una población de 17 millones y un PIB per cápita de USD 4 226.
Inversión. La inversión extranjera directa (IED) de Chile en Ecuador se concentra, principalmente, en los sectores de agricultura, comercio, construcción y electricidad, gas y agua. Sin embargo, el flujo de IED aún es mínimo; entre enero y noviembre del 2018 alcanzó USD 28 millones.
Piña. La fruta producida en Ecuador es uno de los productos agrícolas más apetecidos en Chile. En el 2017 los envíos a ese país representaron el 30% de toda la exportación de piñas ecuatorianas.
Carmen Cerda Castillo: ‘Hay que darle una mirada a la innovación y reconvertirse’
Carmen Cerda Castillo es la directora del Departamento Económico de la Embajada de Chile en Ecuador. Foto: Cortesía Embajada de Chile en Ecuador
¿Quienes participarán en la primera ronda de negociaciones Chile-Ecuador?
Esta primera ronda abordará aspectos muy técnicos. Vienen (de Chile) alrededor de 15 funcionarios de la Direcon, del área bilateral. La idea es incorporar más disciplinas y estándares en distintas materias, tanto a nivel comercial, pero también en aspectos con enfoques más inclusivos a la modernización del Acuerdo de Complementación Económica. ¿Qué aspectos se incluirán en materia de comercio electrónico y en pymes?
Dado el rápido avance de la tecnología para hacer este tipo de transacciones hay que ver temas de tributación, cómo se aplican, cómo se pueden lograr beneficios. En el caso de las pymes se busca generar programas en conjunto de apoyo. (En el acuerdo) se están incorporando normativas, restricciones, regulaciones, certificaciones… Facilitar el comercio hasta que los trámites puedan ser más ágiles.
¿Qué recomendaciones da a las empresas para enfrentar el desafío que representa la apertura comercial?
Nuestros comercios (de Ecuador y Chile) dependen mucho de los productos commodities. Hoy en Chile existe la posibilidad de innovar y generar productos con mayor valor agregado, y tratar de apuntar a ciertos nichos o segmentos que generen mejores retornos, sobretodo, para las pymes. Por ejemplo, Ecuador es un gran exportador de cacao y tiene la posibilidad de producir un chocolate maravilloso. Esperamos que, más que exportar cacao, pueda exportar chocolate u otro tipo de productos que sean muy diferenciados, muy de nicho. La idea es darle una mirada a la innovación, reconvertirse.
Los presidentes de Ecuador y de Chile, Lenín Moreno y Sebastián Piñera, acordaron el pasado 6 de junio avanzar formalmente en la negociación de un tratado de libre comercio. Foto: Presidencia de la República
La economía ecuatoriana pasó en las últimas dos décadas de su crisis más severa a un ‘boom’ petrolero solo comparable con el registrado en la década de los 70 y entre estas hubo variaciones ocasionadas por factores externos. Eso ocurrió con un factor adicional y singular: el cambio del sucre por el dólar.
El uso de la moneda estadounidense sin duda marcó a la economía nacional en sus distintos ámbitos como el comercial, financiero, finanzas públicas, industrial, entre otros. El dólar generó estabilidad para proyectarse en el mediano y largo plazos en las inversiones, créditos, salarios, transacciones…, lo que posibilitó la expansión de actividades comerciales, construcción, entre otras.
Por otro lado, obligó a que los empresarios busquen nuevas e innovadoras estrategias para mejorar su competitividad y no depender de las devaluaciones para reducir sus precios de venta en el exterior. En la actualidad, acuden al mejoramiento de la calidad, inversiones tecnológicas, nuevos productos y/o apertura de nuevos mercados.
Lo que no cambió en estas dos últimas décadas es la dependencia petrolera que tiene el Ecuador.Las variaciones internacionales del precio del crudo siguen marcando el desempeño de las finanzas públicas y se reflejó, sobre todo, en el gobierno de Rafael Correa porque el sector público se convirtió en el principal actor económico.
Al reducirse los ingresos petroleros, el país enfrentó una recesión que afectó a todos los sectores. La repuesta del Gobierno fue acudir al endeudamiento.
El petróleo y el dólar fueron los principales actores que marcaron a la economía nacional en los últimos 20 años. Foto: Archivo
Una experiencia en Hawai le permitió a Andrés Sánchez emprender su propio negocio: un restaurante. Vendía sánduches, pero ahora es conocido por La Famosa, una bebida carbonatada elaborada a base de limón, guayusa, jengibre y panela.
El proyecto tomó forma hace siete años, tras una estadía del mismo tiempo en la isla que es parte de EE.UU.
Sánchez llegó a Hawaii tras ganar una beca deportiva, pero al mismo tiempo trabajó como mesero en diferentes restaurantes. Allí estudió Negocios y conoció a Codi Brown ,la socia con la que arrancó Bigoté, donde también se venden sánduches, café, limonadas, postres y más.
El negocio evolucionó a lo largo del tiempo. Al inicio el propósito era vender té de hierba mate. Con la idea en mente dejaron la isla, llegaron a Ecuador y abrieron Bigoté, en Cumbayá. Importaron la hierba mate y elaboraron un menú sencillo, preparado la noche anterior por ellos. Sánchez recuerda que al inicio fue difícil porque casi no dormían. “Cerrábamos el local, llegábamos a casa y empezábamos a cocinar para el día siguiente”.
El negocio arrancó con cuatro personas, ahora son 11 las que atienden cada día a decenas de jóvenes, la mayoría alumnos de la Universidad San Francisco de Quito, en Cumbayá. Fueron ellos, precisamente, los que bautizaron a su producto estrella con el nombre de La Famosa. Con ese nombre, este emprendimiento participó en un concurso de ConQuito, Agencia de Promoción Económica, con el objetivo de ingresar a las perchas de supermercados.
Así surgió la bebida elaborada a base de guayusa, planta que sustituyó al mate en la receta original, en donde tampoco había gas. La bebida se hizo popular entre los estudiantes y ahora se venden cada mes 1 000 limonadas tradicionales -sin gas- al mes y 1 000 con gas. El costo de cada botella es de USD 1,75.
La idea de llevar la limonada tradicional a una versión carbonatada surgió en el 2015, tras participar en El Carpazo, un encuentro musical que se realiza en Quito.
Tras ese encuentro, Sánchez se asoció con Juan Manuel Santos, propietario de Java Cervecería. Desarrollar la fórmula para carbonatar la bebida les tomó varios días: dos de esos se trasnocharon.
Transportaron la bebida en barriles y al final del día vendieron más de 3 000 botellas. “Fue un éxito total”, recuerda Sánchez.
Después de varias sugerencias de sus clientes La Famosa finalmente salió a la venta en julio pasado. La bebida se embotella en una planta ubicada en Puembo.
Mientras este emprendedor espera el visto bueno para comercializar su producto a nivel nacional, los estudiantes continúan deleitando el paladar con la bebida refrescante y algo picante.
Uno de ellos es Charlie. “La consumo desde hace dos años. Me gusta la limonada tradicional, pero la que tiene gas definidamente es mucho mejor”, contó. La clientela también espera que La Famosa se venda en grandes cantidades para que el precio se reduzca. “No será mucho, pero ese es el objetivo”, afirmó Sánchez.
La guayusa que se utiliza para la producción de los refrescos de La Famosa se cosecha y se procesa en la comunidad Río Blanco, en el Tena. Tres familias oriundas de la zona son las encargadas del proceso. De acuerdo con el dueño de Bigoté cada mes se procesan 50 kilos de guayusa.
El producto es orgánico, al igual que los que utiliza en la preparación de sánduches, postres y bebidas de esta iniciativa.
Andrés Sánchez enseña las bebidas que ofrece en el sector de Cumbayá. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
Una experiencia en Hawai le permitió a Andrés Sánchez emprender su propio negocio: un restaurante. Vendía sánduches, pero ahora es conocido por La Famosa, una bebida carbonatada elaborada a base de limón, guayusa, jengibre y panela.
El proyecto tomó forma hace siete años, tras una estadía del mismo tiempo en la isla que es parte de EE.UU.
Sánchez llegó a Hawaii tras ganar una beca deportiva, pero al mismo tiempo trabajó como mesero en diferentes restaurantes. Allí estudió Negocios y conoció a Codi Brown ,la socia con la que arrancó Bigoté, donde también se venden sánduches, café, limonadas, postres y más. El negocio evolucionó a lo largo del tiempo. Al inicio el propósito era vender té de hierba mate. Con la idea en mente dejaron la isla, llegaron a Ecuador y abrieron Bigoté, en Cumbayá.
Importaron la hierba mate y elaboraron un menú sencillo, preparado la noche anterior por ellos. Sánchez recuerda que al inicio fue difícil porque casi no dormían. “Cerrábamos el local, llegábamos a casa y empezábamos a cocinar para el día siguiente”.
El negocio arrancó con cuatro personas, ahora son 11 las que atienden cada día a decenas de jóvenes, la mayoría alumnos de la Universidad San Francisco de Quito, en Cumbayá. Fueron ellos, precisamente, los que bautizaron a su producto estrella con el nombre de La Famosa. Con ese nombre, este emprendimiento participó en un concurso de ConQuito, Agencia de Promoción Económica, con el objetivo de ingresar a las perchas de supermercados.
Así surgió la bebida elaborada a base de guayusa, planta que sustituyó al mate en la receta original, en donde tampoco había gas. La bebida se hizo popular entre los estudiantes y ahora se venden cada mes 1 000 limonadas tradicionales -sin gas- al mes y 1 000 con gas. El costo de cada botella es de USD 1,75.
La idea de llevar la limonada tradicional a una versión carbonatada surgió en el 2015, tras participar en El Carpazo, un encuentro musical que se realiza en Quito.
Tras ese encuentro, Sánchez se asoció con Juan Manuel Santos, propietario de Java Cervecería. Desarrollar la fórmula para carbonatar la bebida les tomó varios días: dos de esos se trasnocharon.
Transportaron la bebida en barriles y al final del día vendieron más de 3 000 botellas. “Fue un éxito total”, recuerda Sánchez.
Después de varias sugerencias de sus clientes La Famosa finalmente salió a la venta en julio pasado. La bebida se embotella en una planta ubicada en Puembo.
Mientras este emprendedor espera el visto bueno para comercializar su producto a nivel nacional, los estudiantes continúan deleitando el paladar con la bebida refrescante y algo picante.
Uno de ellos es Charlie. “La consumo desde hace dos años. Me gusta la limonada tradicional, pero la que tiene gas definidamente es mucho mejor”, contó. La clientela también espera que La Famosa se venda en grandes cantidades para que el precio se reduzca. “No será mucho, pero ese es el objetivo”, afirmó Sánchez.
La guayusa que se utiliza para la producción de los refrescos de La Famosa se cosecha y se procesa en la comunidad Río Blanco, en el Tena. Tres familias oriundas de la zona son las encargadas del proceso. De acuerdo con el dueño de Bigoté cada mes se procesan 50 kilos de guayusa.
El producto es orgánico, al igual que los que utiliza en la preparación de sánduches, postres y bebidas de esta iniciativa.
Andrés Sánchez enseña las bebidas que ofrece en el sector de Cumbayá. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
Hasta los 33 años María Judith Sánchez vio divertirse y crecer a sus primos subiendo y bajando de los típicos juegos infantiles instalados en los parques de Otavalo. Eran felices. Pero de un momento a otro todo cambió. Dejaron de utilizar la resbaladera, el columpio y la escalera china.
Sánchez, ahora de 40 años, se cuestionó el cambio y buscó una explicación. “Eran juegos monótonos e inseguros”.
Así surgió Laboratorio de Juegos, una empresa dedicada a la creación de juegos infantiles inspirados en la biodiversidad.
La empresa suma siete años en el mercado. En el primer año facturó USD 100 000 y en el 2015 llegó a su pico (USD 560 000). El año pasado fue “bajo” y los ingresos se redujeron. Este año espera alcanzar los USD 470 000.
Más allá de las cifras, este negocio se caracteriza por tener cerca de 80 diseños patentados en el Instituto Ecuatoriano de la Propiedad Intelectual (IEPI).
Los frutos de su imaginación y de la de su equipo de trabajo ya están en parques de Atuntaqui, Cuenca, Quito, Tena, Riobamba.
El Municipio de Riobamba contrató sus servicios tras observar el comportamiento de niños y adultos en colecciones pasadas.
Según el arquitecto Pablo Romero, de la Dirección de Obras Públicas de ese Municipio, la propuesta de Sánchez es innovadora por ser juegos creativos, funcionales y educativos. Al Parque Ecológico de Riobamba, por ejemplo, llegan decenas de estudiantes en compañía de sus profesores para cumplir con varias actividades.
Sánchez es consciente de eso y se emociona, pues ese fue uno de los objetivos con el que nació la empresa hace siete años.
Otro, y tal vez el más importante, fue diseñar pequeñas ciudades lúdicas en donde confluyan niños y adultos de varias edades y estratos sociales, tal como ocurría cuando era niña. “Nací en Otavalo y mi madre me enseñó a compartir con todos los niños”.
Es por esa razón que Sánchez ubicó a los municipios en el primer lugar en su lista de clientes. Primero visitó a las autoridades de Atuntaqui, en el 2010. Después tocó las puertas de los municipios de Riobamba, Quito y Cuenca.
La última colección la instaló en el Nuevo Parque Lineal, en el Tena. Desde hace dos semanas los niños y adultos de esa ciudad disfrutan de entre 10 y 12 actividades.
En Riobamba sus colecciones también están en el parque San José de Chibunga. Allí hay seis juegos, mientras que en el Ecológico hay siete: una iguana, araña, fragata, pingüino, tortuga. Tras el éxito obtenido, la Municipalidad volvió a buscar a Sánchez para seleccionar dos colecciones más. Uno, de cinco juegos, se instalará en el parque de la ciudadela Cemento Chimborazo, próximo a inaugurarse.
En Quito, sus creaciones llenan de color el bulevar de La Quebrada, en el parque La Carolina. Este diseño es uno de los que fueron patentados en el IEPI.
Allí, cada día miles de niños desarrollan destrezas físicas sobre la cola de un colibrí, una raposa y una flor de taxo gigante. Esas tres representaciones, precisamente, fueron parte de la fauna que habitó Sánchez en la quebrada que con el paso de tiempo desapareció.
Tras posicionar a Laboratorio de Juegos en Ecuador, Sánchez, junto a su equipo de trabajo -el número varía según cada colección- se preparara para exportar. Ya mantiene conversaciones con miembros de la Embajada de Perú, respaldada por Pro Ecuador.
María Judith Sánchez es la propietaria de la empresa Laboratorio de Juegos. Sus creaciones están en 25 parques, en diferentes ciudades del pais. Su primer proyecto vio la luz en el 2010. Fotos: Julio Estrella / LÍDERES
China, el mayor mercado mundial de automóvil, estudia prohibir la producción y venta de vehículos impulsados con combustibles fósiles (gasolina y diésel).
El anuncio del viceministro de Industria y Tecnología de la Información, Xin Guobin, llega tras meses de intensas alianzas estratégicas en este sector, un proceso que puede llevar a China a convertirse en el líder mundial del sector eléctrico. El Gobierno central promueve desde hace años el desarrollo y venta de vehículos híbridos o eléctricos, de los que el año pasado se vendieron 507 000 unidades en este país.
En junio, la cartera de Industria y Tecnología de la Información del país asiático publicó un documento para la discusión pública en el que se planteaba la posibilidad de establecer cuotas obligatorias de ventas para los llamados “vehículos de nuevas energías” (VNE, híbridos o eléctricos).
Aunque no hay una decisión concreta, el documento proponía que autos híbridos y eléctricos alcanzaran el 8% de las ventas totales en el 2018; el 10%, en el 2019 y el 12%, en 2020, año en el que estos vehículos venderían dos millones de unidades en China.
Los principales fabricantes presentes en el mercado chino llevan tiempo preparándose para esta enorme transformación que renovará a fondo el sector. El grupo alemán Volkswagen alcanzó una alianza, con la china JAC Motors, a finales del 2016. En los últimos dos meses, Daimler-Benz, Ford y Renault-Nissan han anunciado alianzas similares con otros fabricantes chinos.
Daimler-Benz anunció el pasado julio un acuerdo con la automotriz china BAIC para fabricar vehículos de nuevas energías. Esta alianza se suma a la ya existente con la china BYD, que permitió el lanzamiento de la marca eléctrica Denza, en el 2014.
En agosto, Ford manifestó que trabaja conjuntamente con el fabricante de autos eléctricos Zotye, aunque todavía no hay un acuerdo formal.
Pocos días después, Renault–Nissan se sumó a la tendencia al firmar una alianza con Dongfeng (dueña del 14% del grupo francés PSA que agrupa a Peugeot y Citron) para fabricar un todoterreno eléctrico.
Tesla y General Motors también han manifestado interés en producir eléctricos en China. La primera de ellas, una empresa emblemática del sector, ha alcanzado un acuerdo preliminar para construir una fábrica en Shanghái.
El mayor fabricante chino de eléctricos e híbridos es BYD, una empresa privada que comercializó 46 855 vehículos de este tipo en la primera mitad del año.
La firma divulgó, la semana pasada, un plan para lanzar automóviles de pequeño tamaño movidos por electricidad, que sustituyan a los cuadriciclos eléctricos presentes en toda China. La estrategia Volkswagen
Para el 2025, Volkswagen apunta a un objetivo de venta de tres millones de vehículos eléctricos en el mundo, la mitad de estos en China, señaló el presidente del grupo, Matthias Müller, en una entrevista con un diario japonés.
“Desconozco cuál será la decisión final de China (sobre la política automotriz), pero estamos listos para el 2018”, afirmó Müller.
Proyecta que los modelos del grupo, con sus 12 marcas, podrían constituir la mitad de las ventas mundiales hacia 2030. “El futuro está en la movilidad eléctrica. En 2030, Volkswagen va a electrificar a sus 300 modelos de vehículos”.
El responsable del fabricante alemán precisó que las condiciones para alcanzar los objetivos de venta consisten en proponer vehículos eléctricos atractivos, a un precio asequible, que no superará el de los modelos diésel. Esto también incluye “una cantidad consecuente de estaciones de recarga”. Por el momento, el grupo evita dar la espalda a los motores diésel y también a los que operan con gasolina.
En varios sitios de Pekín, China, existen sitios donde los conductores recargan sus vehículos eléctricos; en este caso la estación está fuera de un conjunto de apartamentos y negocios. Foto: Wu Hong /EFE