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  • Casa construida con plástico reciclado

    Redacción Cuenca (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    Hace una semana se inauguró una estructura del proyecto Vivienda Sustentable, que impulsa la Universidad Católica de Cuenca. Este inmueble, que tiene 32 metros cuadrados (m²), fue edificado con 1 200 bloques elaborados con plástico reciclado.

    Según el director del proyecto, Diego Morales, esta iniciativa empezó hace dos años y tiene dos objetivos principales. El primero es dotar de viviendas de interés social a los recicladores y el segundo reducir el impacto ambiental que genera el plástico y, por ende, alargar la vida útil del Relleno Sanitario de Cuenca.

    La etapa inicial se dedicó a los diseños y construcción de la máquina de extrusión de materia prima y la realización de las pruebas de resistencia en el laboratorio de la Universidad Católica.
    Este año comenzó la construcción de los bloques, que sirven para edificar bajo el mismo sistema de las piezas de lego. Es decir, se van enlazando entre sí.

    Morales, quien es docente e investigador de la Católica, dice que esta edificación evitó que 1,5 toneladas de plástico vayan al relleno sanitario, ríos y quebradas del cantón. “No usamos las botellas plásticas, sino las variedades con polietileno y polipropileno que, básicamente, son fundas, tinas, baldes, mesas y sillas o envases de aceite de automotor”.

    Para obtener esta materia se creó el denominado Trueque Ambiental. Morales explica que hace un mes pusieron en operación la máquina PichayBot para reciclar botellas. Estas son entregadas a los recicladores a cambio del polietileno y polipropileno. Antes de eso se realizó una masiva campaña de reciclaje con los alumnos de este centro de estudios.

    El proceso, explica Morales, consiste en triturar y lavar este tipo de plástico, luego pasa a la máquina y llega a un punto en que se derrite. Posteriormente, va al moldeado y hay diferentes alternativas de extrusión, dependiendo del requerimiento. Finalmente, va al enfriamiento y al armado.

    En el proyecto intervinieron 25 estudiantes de pregrado y posgrado de las carreras de Ingeniería Eléctrica, Arquitectura y Ambiental, y de la Maestría de Energías Renovables de la Católica de Cuenca y de Diseño y Arquitectura de la Universidad de Cuenca. Además, tres instituciones de educación superior, ocho empresas y los gobiernos parroquiales de Baños y El Valle.

    Según Morales, hay dos tipos de bloques y forman parte del cuarto prototipo que se verificó. “Tienen una resistencia cinco veces mayor al ladrillo convencional”.

    El primer bloque tiene 40 centímetros de largo, por 9 de ancho y 12 alto. El segundo 20 cm de longitud y el resto de dimensiones son las mismas del otro. Para el techo se usaron yute y caña guadúa; para las puertas y ventanas se puede emplear aluminio y para el suelo, piso flotante. “Hicimos pruebas de resistencia al agua y al fuego. El último en derretirse fue este tipo de plástico, al compararlo con otros materiales convencionales”.

    Las características
    El valor agregado. La vivienda tiene sistemas de recolección de aguas lluvia y automatización a través de la App Telegram. Además, está dotada de energías renovables.

    Máquina y costos.Tiene la capacidad de procesar una tonelada de plástico al mes. La casa vale un 30% menos que una estructura convencional.

    Otro aporte. Hicieron mesas y sillas de plástico reciclado para las parroquias de Baños y El Valle. Esta semana habrá mingas para que los habitantes donen plástico para procesar; y las parroquias, mesas y sillas.

    La estructura tiene un solo nivel y un solo ambiente. Está en el campus de Posgrados de la Universidad Católica de Cuenca. Se puede tinturar el bloque, según el gusto. Foto: Cortesía Diego Morales y Municipio de Cuenca
    La estructura tiene un solo nivel y un solo ambiente. Está en el campus de Posgrados de la Universidad Católica de Cuenca. Se puede tinturar el bloque, según el gusto. Foto: Cortesía Diego Morales y Municipio de Cuenca
  • ‘Bioplatos’, una iniciativa verde que gana clientes

    Redacción Quito

    (I) 
    redaccion@revistalideres.ec

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    Las grandes cantidades de plástico que son producidas a escala mundial desde hace más de 60 años y el esfuerzo que se realiza para eliminarlo fueron el motivo principal para que Soledad Jaramillo decidiera crear Leaf Packs. Se trata de un emprendimiento ambateño que elabora platos biodegradables, que pueden reemplazar a los desechables.

    En el 2017, con el apoyo de su madre, quien tiene las bases del tratamiento de fibras naturales, Jaramillo encontró una forma de aportar al cuidado ambiental; la idea fue elaborar vajillas ecológicas con fibras naturales que le permitieran al consumidor tener una alternativa amigable y que no genere más desechos plásticos.

    Luego de buscar por distintas zonas del país, encontró en la Costa una fibra que cumplía las características para la producción de sus platos.

    La emprendedora creó vínculos con comunidades del sector, que prefiere mantener en reserva, convirtiéndolos en socios estratégicos para la recolección de la materia prima. En el proceso se utilizan criterios de comercio justo.

    También creó una alianza con la Cooperación Técnica Alemana. Esta entidad la puso en contacto con empresas europeas que se encargan de comercializar maquinaria especializada en la elaboración de este tipo de productos.

    Estas máquinas le permitieron a Leaf Packs dar tratamiento a las fibras, de modo que mantengan su composición inicial; la fase de prensado y calor es un proceso rápido, con el que logran producir alrededor de 70 000 platos por mes. Jaramillo destaca que no es necesario añadir ningún otro elemento, esto garantiza que su producto sea 100% biodegradable.

    El emprendimiento Leaf Packs elabora platos biodegradables.
    El emprendimiento Leaf Packs elabora platos biodegradables.

    El emprendimiento ha sido parte de diversas ferias y en el 2018 participó en la categoría de Desechos Sólidos del Reto de Emprendimiento Urbano organizado por Impaqto. Ganó el primer lugar y obtuvo un capital semilla de USD 10 000, presupuesto que invirtió en puntos de venta.

    Ese mismo año recibió el distintivo ‘Punto Verde’ por parte del Ministerio del Ambiente; esta es una certificación que se otorga a empresas que manejan procesos de producción ecoamigables.

    Tania Coronel, representante de la Flota Petrolera Ecuatoriana EP (Flopec), ubicada en Esmeraldas, comenta que la empresa se unió en octubre pasado al objetivo que tiene Leaf Packs, incentivando a su personal y a ciudadanos de la zona a utilizar vajilla biodegradable.

    Jaramillo decidió trasladar su planta de producción de Ambato a un punto de la Costa, para generar plazas de trabajo e integrar dentro de la producción a sus socios; además busca aliarse con más empresas que apuesten a ganarle la batalla al plástico creando responsabilidad social.

    Los detalles

    Los platos tienen distintas presentaciones. Pueden ser utilizados hasta por cinco ocasiones.

    Las fibras utilizadas permiten que el producto sea resistente a la refrigeración y al calor.

    Leaf Packs busca tener varios puntos de producción en el país. En el momento están en Ambato y la región litoral.

    Pueden ser adquiridos en las tiendas como SuperFoods y en Mi Comisariato.

    Soledad Jaramillo innova en el mercado nacional con los ‘bioplatos’ que se producen en Ambato. Fotos: Diego Pallero / LÍDERES
    Soledad Jaramillo innova en el mercado nacional con los ‘bioplatos’ que se producen en Ambato. Fotos: Diego Pallero / LÍDERES
  • Los ‘envases del futuro’ ante la crisis ambiental

    Agencia EFE

    (I)

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    Los llamados ‘envases del futuro’, hechos a partir de materiales reciclados, se perfilan no solo como alternativa y solución, sino como el camino que se debe seguir para aliviar los niveles de contaminación de plásticos derivados de los modelos de producción masivos.

    “Los envases del futuro permiten tratar de revertir problemas como las emisiones contaminantes y el uso desmedido de recursos naturales y energía”, dice Florent Bouchonneau, gerente de Desarrollo de Mercado de la petroquímica Dow en México.

    El experto sostiene que, de cara a la próxima década, teniendo en cuenta las predicciones científicas en torno al cambio climático, el diseño de los envases “tiene que estar sujeto a la sostenibilidad”.

    Aquí entran en juego conceptos y modelos como “el de ecodiseño y el de la economía circular”, basados en la reutilización. Y, en ese sentido, el reciclaje es el pilar esencial, en el que conviene “dar un uso circular a la materia prima, al plástico mismo”.

    Según Bouchonneau en algunos casos la cantidad del plástico virgen utilizado para producir los envases se reduce del 15% al 30%.

    Para incluir material reciclado en los envases es necesario que “el material se recupere, se triture, se lave, para volver a ser peletizado (convertido en diminutas bolas) que después se reutilizan” para hacer otras botellas, explica.

    El experto añade que un caso de éxito en la industria del plástico en México es el de la Industria Mexicana de Coca-Cola (IMCC) y su planta de reciclaje PetStar, ya que el modelo de acopio de reciclaje desarrollado para Tereftalato de polietileno (PET) de grado alimenticio es de los más completos y avanzados en el mundo y el principal reciclador de este material en México.

    Del 56% de PET que se acopia en México, la IMCC representa el 35%. Además, por medio de sus dos plantas de reciclaje, PetStar e IMER, tiene la capacidad de procesar más de 85 000 toneladas al año de este material.

    De igual forma la IMCC, ha conseguido que el 43% de su portafolio se componga de envases retornables que son una muestra del compromiso con la economía circular, por que por cada envase retornable se dejan de producir 25 con resina virgen.

    Destaca también su innovación en el ecodiseño y producción de envases sustentables con la incorporación de resina reciclada, con lo que ha conseguido que millones de sus botellas tengan más de una vida útil posconsumo.

    El objetivo de la compañía es que para el año 2030 se recolecten y reciclen el equivalente al 100% de sus envases vendidos para alcanzar un Mundo sin Residuos.

    Esta meta coincide con las políticas que está impulsando el Gobierno de México con su plan Basura Cero, con el reciclaje como uno de los pilares esenciales.

    Bouchonneau también explica que hay plásticos más “difíciles de reciclar” pero que pueden ser utilizados para crear soluciones innovadoras. Como por ejemplo “convertirlos en carpeta asfáltica”, para recubrir calles.

    Incluso el plástico posconsumo se puede convertir en ladrillos, como ya se hace para construir “escuelas en comunidades marginadas de países como Colombia, Brasil o México”.

    El manejo en el hogar

    Pero pese a las acciones que se están llevando a cabo, el experto recalca que para incrementar el reciclaje primero hay que mejorar la tasa de acopio de plástico “y eso pasa primero por lo que hacemos nosotros con nuestros residuos”.

    “Entre menos se separan los residuos urbanos, más difícil es separarlos luego y eso complica procesos de reciclado y procesado”.

    En algunos lugares en México se separan los residuos en 4 categorías: orgánicos, inorgánicos no reciclables, inorgánicos reciclables y de manejo especial, aunque hay países que separan en 40 categorías. Todo radica en la cultura y responsabilidad que tenemos como ciudadanos interesados en generar un mundo sin residuos, indica Bouchonneau.

    De cara a la próxima década, que a priori parece llamada a marcar un antes y un después en modelos de producción más ecológicos, circulares y respetuosos con el medioambiente, mencionó que “existen muchos compromisos a escala internacional de tener un porcentaje de material reciclado en los empaques para 2025 y 2030”.

    Los expertos aseguran que, de cara a la próxima década, el diseño de los envases tiene que estar sujeto a la sostenibilidad. Además incidirá la cultura del consumidor. Foto: Ingimage
    Los expertos aseguran que, de cara a la próxima década, el diseño de los envases tiene que estar sujeto a la sostenibilidad. Además incidirá la cultura del consumidor. Foto: Ingimage
  • Europa lidera la lucha contra las bolsas de plástico

    Agencia EFE

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    Europa encabeza las iniciativas legales contra las bolsas de plástico de un solo uso, un material que contribuye al vertido anual de unos 8 millones de toneladas de residuo contaminante al océano, aunque el 95 % de esos desperdicios procede de Asia y África.

    Un informe elaborado por varias universidades norteamericanas y publicado recientemente por la revista Science Advances certificaba que la humanidad ha generado unos 8 300 millones de toneladas métricas de plástico desde que comenzó su producción, distribución y venta a gran escala a mediados del siglo XX.

    Menos del 10% de esa cantidad ha sido reciclada: la mayor parte (un 79%) terminó en vertederos o directamente en el entorno natural y el resto, incinerada.

    En los últimos años la Unión Europea ha lanzado campañas de concienciación junto con normativas legales para afrontar este problema y en 2015 aprobó una directiva, ya en vigor, cuyo objetivo es que cada europeo use anualmente 40 bolsas de un solo uso en 2025. Desde mayo de 2018, además, los países comunitarios tienen obligación de informar sobre su consumo anual.

    La aplicación de esta directiva ha sido escalonada incluso en Bélgica, sede principal de las autoridades europeas, ya que Bruselas la aplica desde diciembre del 2017 pero Valonia lo hizo un año antes y Flandes, un año después.

    En Alemania, la disciplina ha dado sus frutos y, si en el 2015 cada ciudadano usaba 45 bolsas como media, en 2018 la cifra bajó a 24, según la Central Federal de Consumidores.

    Pero la ley no afecta a bolsas más delgadas, como las usadas para pesar frutas y verduras: en el 2018 los alemanes usaron 37 de este tipo por persona.

    Esta diferencia afecta a toda Europa, salvo excepciones como Francia, que prohibió las bolsas de plástico en julio del 2016 y las de frutas y verduras no fabricadas con material compostable en enero del 2017.

    En España, cerca del 20% de las 180 bolsas consumidas por ciudadano al año termina como residuo y por ello las organizaciones ecologistas han pedido más dureza en la aplicación de la ley, un año después de su entrada en vigor.

    Las estadísticas son peores en países de Europa central y del este como Polonia, donde la media es de 300 bolsas al año y, aun así, ha mejorado respecto de las 500 de hace diez años.
    Grecia es otro caso: en el 2017 consumía casi el doble que el promedio europeo de 269 por año y persona, aunque la entrada en vigor de una ecotasa en enero del año pasado ha reducido en un 85% su uso, según la Agencia Helena de Reciclaje.

    Esta medida, vinculada a la oferta alternativa de bolsas de papel o lona, ha sido también efectiva en Portugal, con reducción del 50%.

    Brexit aparte, en el 2015 entró en vigor en el Reino Unido la obligación de cobrar un mínimo de 5 peniques (5,5 céntimos de euro) por bolsa.

    África y Asia

    En realidad, el mayor problema no radica en Europa, como demuestra el estudio del Helmholtz Centre for Environmental Research de Leipzig (Alemania) que señala a África y, sobre todo, Asia como origen de hasta el 95 % de desechos plásticos más frecuentes: el polipropileno y el polietileno de alta y baja densidad.

    Los ríos que vierten más desperdicios al océano son Níger y Nilo en África y Yangtze, Xi, Dong, Zhujiang, Ganges, Brantas, Solo, Serayu, Progo y Citarum -este último río de Indonesia tiene el dudoso honor de ser el más contaminado del mundo- en Asia.

    Pese a ello, cada vez más países africanos aplican regulaciones para prohibir o restringir el uso de bolsas de plásticos y en la actualidad son 34, según el Programa de la ONU para el Medioambiente.

    El último en sumarse, el pasado 1 de junio, ha sido Tanzania, que prohíbe y multa por su importación, fabricación, comercialización y almacenamiento.

    En Asia la situación es más complicada y, aunque no faltan iniciativas en China e India, los dos países más poblados del mundo, el esfuerzo parece insuficiente.

    En China, las bolsas de plástico dejaron de ser gratuitas en el 2008, lo que según el Gobierno de Pekín, ha permitido reducir el consumo, hasta 2013, en unos 67 000 millones de unidades.

    Las autoridades impulsan ahora más medidas de reciclaje doméstico con multas incluidas, como las aplicadas a partir de esta semana en Shanghái.

    En India, la región de Sikkim

    fue la primera en prohibir bolsas de un solo uso en 1998 y buena parte de los estados que conforman esta república federal ha seguido el ejemplo.

    En América varios países se han sumado a la ola, como Colombia, que aplica un impuesto al uso de bolsas desde julio del 2017, gracias al cual en diciembre del 2018 el consumo se había reducido un 53% respecto de la media anual.

    Estados Unidos posee una regulación flexible que depende de normativas estatales e incluso locales. California fue el primer estado que prohibió las bolsas desechables en agosto del 2014.

    La Unión Europea aprobó una directiva que ya entró en vigor y cuyo objetivo es que cada europeo use anualmente 40 bolsas de un solo uso en el 2025. Foto: AFP
    La Unión Europea aprobó una directiva que ya entró en vigor y cuyo objetivo es que cada europeo use anualmente 40 bolsas de un solo uso en el 2025. Foto: AFP
  • La industria del plástico se mueve al ritmo de unas 600 empresas

    Redacción Quito

    La industria de plástico en Ecuador innova, investiga, genera empleo y exporta en medio de desafíos. De acuerdo con estadísticas de la Asociación Ecuatoriana de Plásticos (Aseplas), el sector está compuesto por unas 600 empresas, de las cuales 120 pertenecen a la Asociación. La empresas productoras se ubican en su mayoría en Guayaquil.

    Según Aseplas, esta industria representa el 1,2% del PIB nacional, es decir cerca de USD 1 200 millones. Actualmente genera más de 19 000 empleos directos y 120 000 indirectos, según Alfredo Hoyos, presidente del gremio. Además produce unas 500 000 toneladas anuales.

    “Nuestro sector cree en el Ecuador, por lo que no solo hemos invertido recursos económicos, también hemos sido protagonistas en procesos de innovación y tecnología”, añade el vocero.

    El plástico ecuatoriano tiene una serie de bondades, destacadas por empresarios. Caterina Costa, presidenta de la Federación de Cámaras Industriales de Ecuador, expresa que el sector está en constante innovación y crecimiento. La dirigente asegura que el material encuentra cada vez nuevas aplicaciones en ámbitos como medicina, ciencia, cultivo de alimentos, transporte, comunicación y energías renovables. Se trata, según Costa, de un producto liviano, inocuo, inodoro, que produce barreras para el oxígeno y permite el reciclaje.

    “Los industriales de plástico están siempre buscando reducir la cantidad de material que se consume. Por eso, en productos como las botellas de agua se usa menos material y cada vez se las encuentra más livianas”, dice Costa.

    En la actualidad, la industria plástica provee a sectores como el automotriz , el comercio, el sector agrícola y bananero, alimentos pañales, entre otros. También se exporta a Colombia, Perú, Bolivia, Centro América y EE.UU., en los productos que acompañan racimos de banano, film de leche, film de detergente, fundas tipo camiseta y empaques de alimentos.

    El sector también importa. Hoyos detalla que en 2014 la industria del plástico trajo 381 815 toneladas. Esta cifra bajó en el 2017, cuando se importaron 373 776 toneladas, lo que representó una disminución de un 2,12%. La mayor cantidad de plástico que ingresa importada se utiliza para alimentos, higiene y cuidado personal.

    Para Hoyos, la industria local de plástico de Ecuador está trabajando para incorporar materiales reciclados en sus procesos de producción, principalmente en aquellos relacionados con el transporte de mercadería, como las fundas, y en la elaboración de empaques primarios para la preservación de alimentos.

    Sin embargo, la industria atraviesa dificultades, relacionadas en especial con una falta de políticas ambientales y económicas. En el primer caso, Hoyos explica que la ausencia de claridad en los estatutos normativos relacionados con el medioambiente “permite que los municipios emprendan iniciativas de ordenanzas sin un sustento técnico”.

    Un ejemplo reciente es el del Municipio de Guayaquil, que tramita una ordenanza que pretende prohibir la fabricación y venta de productos de un solo uso.

    A juicio de Hoyos, esto pudiese perjudicar a la industria en sus procesos de producción.

    Otra debilidad se deriva de una ausencia de política que incentive la economía circular. Hoyos explica que el sistema de la economía del país (extracción, fabricación, utilización y eliminación) ha alcanzado sus límites.

    “Se empieza a vislumbrar el agotamiento de una serie de recursos naturales y de los combustibles fósiles. La economía circular propone un nuevo modelo de sociedad que utiliza y optimiza los ‘stocks’ y los flujos de materiales, energía y residuos. La meta es la eficiencia del uso de los recursos”.

    Manuel Nieto, gerente de Química Comercial, en Quito, reconoce que hoy en día existe una animadversión o antipatía contra la industria de plástico y defiende a esta industria. Según Nieto, el plástico ha demostrado ventajas sobre otros materiales. “Es más económico, resistente, fácil de utilizar. Es resultado de un desarrollo tecnológico y no podemos retroceder”. Por eso plantea acciones como las 3 R: reducir el consumo, reutilizar y reciclar, con el apoyo de autoridades y ciudadanía.

    La inversión marca el camino del sector

    La inversión en tecnología e innovaciones es una constante en las empresas del sector plásticos, en especial en las grandes empresas que cuentan con mayor músculo financiero.

    La firma cuencana Consuplast forma parte del Grupo Ortiz. Su producción está orientada a la fabricación de juguetes, artículos para la cocina y el resto del hogar, artículos para seguridad en la construcción y la industria.

    Según el director de Desarrollo del Grupo Ortiz, Andrés Tapia, durante el primer semestre de este año las ventas en la línea de juguetes aumentaron un 20% con relación al año pasado.

    Ese crecimiento, dice, se sustenta en el mejoramiento de la calidad, estrategias de comercialización y adquisición de nuevos modelos para competir con el producto importado. Agrega que en esta línea siempre hay que innovar porque los juguetes están vinculados con la moda.

    El año pasado, el Grupo Ortiz invirtió USD 3,5 millones para comprar moldes e inyectores para su fábrica Consuplast. Desde Asia y Europa importaron 80 moldes para elaborar carros de Bomberos, Policía…, muñecas, correpasillos, tractores, entre otros. Para este año estiman invertir USD 1,5 millones para las líneas de elaborados en plástico.

    Tapia indica las ventas de artículos para el hogar, la construcción y seguridad industrial también crecieron, pero en un porcentaje menor, es decir entre 10% y 15%. Entre otros productos, elaboran cajas de herramientas, cascos, jaboneras, extractores de jugo, reposteros, coladores, armadores, mangueras, muebles y macetas.

    En el norte de Quito opera Flexiplast, una firma del sector que funciona desde 1994. En su planta la tecnología es una de las características. Arturo Sánchez, vicepresidente de la firma, explica que la inversión es crucial.

    Para elaborar envases, por ejemplo, se necesita toda una infraestructura para procesar la materia prima. “Hay que adquirir extrusoras que transforman la resina plástica en una película plástica”. Una de estas máquinas cuesta entre USD 600 000 y 4 millones, según el empaque que se elabore. Sánchez añade que para trabajar con resinas biodegradables se requieren ajustes y otro tipo de máquina.

    Flexiplast invierte cada año un promedio de USD 3 millones en maquinaria y tecnología. Este año construyó una nueva planta en Machachi, al sur de Quito, en la que se invirtió USD 8 millones, dice Sánchez.

    El vocero de esta empresa explica que trabajan con industrias de alimentos, higiene y aseo personal, empaques generales para comercios y supermercados, entre otras. Para continuar con las inversiones y la expansión, añade Sánchez, es necesario mayor seguridad y estabilidad.

    Uno de los temas que preocupa a la industria es la tendencia global contra el consumo de ciertos plásticos (ver nota inferior).

    Un negocio con más de 60 años de crecimiento

    El sector del plástico es estratégico en la estructura industrial del mundo. Así lo asegura la revista Forbes, en su edición de México, en un artículo de octubre del 2017.

    La publicación detalla que desde 1950 hasta el 2015, la industria del plástico ha registrado crecimiento constante. Asia domina hoy la producción de plástico (49%), seguida de Europa (19%) y Norteamérica (18%).

    Los números de esta industria son gigantes. En el 2020 se espera que mueva a escala global USD 654 380 millones, según la consultora Grand View Research. Esta empresa asegura que el impulso al plástico se da en los mercados emergentes, así como por la construcción, el sector del automóvil y, sobre todo, del universo del envasado. Solo esta última rama alcanzará USD 269 000 millones en 2025, según un artículo de diario El País, de España, publicado el 7 de julio pasado.

    La misma publicación añade que todo alrededor del plástico “es un negocio brillante”. El mercado de los bioplásticos, dice, ya camina hacia los USD

    21 126 millones y sumará 68 500 millones durante 2024. Por su parte, el universo del reciclado manejará USD 50 360 millones.

    También se analiza el lado negativo de esta industria. El diario español afirma que cada año se filtran en los océanos ocho millones de toneladas de plástico, el equivalente a verter un camión de basura cada minuto. “Si no hacemos nada, este ritmo aumentará a dos por minuto en 2030 y a cuatro durante 2050. Los mares ya acumulan unos 150 millones de toneladas de este desecho y en 2025 albergarán una tonelada por cada tres de pescado”.

    Los expertos consideran que la solución a este problema pasa por el compromiso de quienes contribuyeron a crear el mismo. Allí se encuentran empresas que producen botellas de plástico, tapas desechables y otros productos. Arturo Sánchez, vicepresidente de Flexiplast, dice que el problema es la forma de disponer el plástico utilizado. “Eso causa la contaminación”.

    Para Sánchez, es necesario trabajar en la sociedad en términos de consumo responsable de plásticos. “No se trata de buscar culpables. Todos tenemos un grado de responsabilidad y la industria busca trabajar de la mano con política publica para manejar estos desechos”.

    Según Aseplas, el consumo de plástico en Ecuador es menor en comparación con otros países. En Europa se consumen 140 kilos per cápita al año, en América Latina la cifra oscila entre 40 y 50 kilos y en Ecuador son 20 kilos per cápita al año.

    La consultora Euromonitor Internacional calcula que cada minuto se compran un millón de botellas de plástico a escala mundial, lo que equivale a unas 20 000 por segundo. La firma añade, según El País, que no existe un sistema de reciclaje que soporte semejante tensión.

    Flexiplast es una de las empresas de la industria plástica. La innovación y las inversiones marcan los procesos de producción de esta firma, que tiene sus instalaciones en el norte de Quito. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
    Flexiplast es una de las empresas de la industria plástica. La innovación y las inversiones marcan los procesos de producción de esta firma, que tiene sus instalaciones en el norte de Quito. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
  • Una estación que incentiva el reciclaje plástico

    Redacción Quito

    Reducir, reutilizar y reciclar. Estas tres acciones son conocidas como las tres “R” del reciclaje. La Asociación Ecuatoriana de Plástico (Aseplas) las tomó como mensaje central de una campaña de educación y reciclaje que emprendió este año.

    Se trata de Héroes del Reciclaje, la primera campaña educativa de concienciación en torno a la importancia de reciclar el plástico que emprende Aseplas en sus 40 años de vida gremial.

    Alfredo Hoyos, presidente de Aseplas, cuenta que la idea nació en el 2016, pero en 2017 el gremio pudo poner en marcha el proyecto, con una inversión que bordea los USD 10 000 y la colaboración de las 120 empresas socias.

    “El plástico ha venido a mejorar la calidad de vida de muchas personas, pero poco se habla de la necesidad de un manejo responsable de los residuos, por eso creímos necesario empreder esta idea”, señala Hoyos.

    Héroes del Reciclaje consiste en la difusión de videos informativos en redes sociales y en la instalación de una estación de reciclaje móvil que recorrerá varios centros comerciales, universidades y colegios del país.

    La estación está formada por dos caracteres corpóreos de 1,5 metros, el número “3” y la letra “R”; y una letra “S” de 1,20 metros. Los tres caracteres funcionan como depósito de botellas, con una capacidad de recolectar mil botellas de plástico. “Cuando se llenan se envía a centros de acopio en donde el plástico se reusa y recicla”, explica Hoyos.

    Para el representante del gremio, esta iniciativa es importante porque de esta manera se crea conciencia entre la comunidad sobre el manejo adecuado de los residuos de plástico. Hoyos destaca que todavía existen personas que no saben que el plástico es 100% reciclable.

    Las empresas que forman parte de la asociación, que representan al 92% del mercado, procesan unas 560 000 toneladas métricas de plástico al año, de las cuales unas 200 000 corresponden a plástico reciclado.

    “Las empresas que transforman plástico en el país reciclan, pero esta campaña es para crear conciencia sobre todo en las generaciones más jóvenes sobre el manejo del plástico”, comenta el presidente de Aseplas.

    El lanzamiento de Héroes del Reciclaje se realizó el 28 de julio, en el centro comercial Mall del Sol, en Guayaquil. En ese espacio la estación permaneció tres semanas, y se recolectaron 3 000 botellas plásticas.

    El siguiente espacio fue el campus Campus Gustavo Galindo Velasco de la Escuela Politécnica del Litoral (Espol), en Guayaquil, en donde la estación se instaló el pasado 22 de agosto. En este centro educativo la estación ermanecerá hasta el 15 de septiembre.

    El centro comercial Mall del Sur, en Guayaquil será el siguiente espacio, en donde la estación se instalará la última semana de septiembre. Hoyos añade que la campaña será permanente para llegar a otras ciudades como Quito, Cuenca y Machala, se hará la difusión respectiva.

    Otras iniciativas

    Clasificación.  El Consorcio Puerto Limpio, encargado de limpieza en Guayaquil, emprendió la campaña “Ponte la Camiseta”, con la que incentiva la clasificación de los desechos en orgánicos y reciclables.

    Puntos limpios. Emaseo, en Quito, también emprende acciones relacionadas a la clasificación. Entre ellos son los Puntos Limpios. dispositivos de acopio diferenciado para clasificar residuos.

    La estación de Héroes del Reciclaje está desde el 22 de agosto en la Escuela Politécnica del Litoral (Espol). Foto: Cortesía Aseplasa
    La estación de Héroes del Reciclaje está desde el 22 de agosto en la Escuela Politécnica del Litoral (Espol). Foto: Cortesía Aseplasa
  • El plástico se produce a la medida

    Evelyn Tapia

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    La historia de Plásticos de Litoral (Plastlit) comenzó de la mano del ‘boom’ bananero de la década de los setenta en Ecuador.

    A los 20 años, luego del fallecimiento de su padre Domingo Simon, Xavier Simon interrumpió sus estudios en Francia y el 3 de noviembre de 1969 fundó, en el km 11 de la vía a Daule, un negocio para atender a los productores de banano con las fundas plásticas para embalar los racimos. En esa época, la planta se levantaba sobre 500 m2 y tenía ocho empleados.

    En sus 46 años de trabajo, esta empresa familiar que pertenece al Grupo Simon, creció hasta ocupar 22 000 m2 industriales, para atender a un centenar de clientes y generar unos 650 empleos.

    A la producción de fundas para el banano se fueron sumando nuevos requerimientos y actualmente la empresa se concentra en la producción de envases descartables, para alimentos bajo la marca PlastiUtil. Esta abarca unas 90 variedades de artículos como vasos, cubiertos, platos, tarrinas etc.; además de empaques flexibles para alimentos y bebidas.

    Lev Ingerman, gerente de la empresa, explica que lo que le ha permitido a esta industria crecer en un escenario competitivo es la innovación constante y la capacidad de adaptarse a los requerimientos del cliente en formas, materiales, etc. “En empaques flexibles trabajamos con un sistema que se conoce como ‘tailor made’, es decir, a la medida de lo que pide el cliente. Cada uno nos da sus especificaciones, ya sea que quieran fundas con válvula, laminadas, en rollos, con diseños y medidas determinados”, señala.

    El ejecutivo añade que es la “única empresa en el país”, que elabora hace tres años empaques resortables, conocidos como ‘retort pouch’, que sustituyen a la hojalata metálica, en las que se envasa atún para exportación.

    La firma Tesalia Springs es una de los clientes de la empresa. Maritza Sánchez, encargada del área de Compras de Tesalia, señala que Plastlit ha demostrado puntualidad y responsabilidad durante más de 10 años de atención con etiquetas para sus marcas como Pepsi, Gatorade, Gallito, Tropical, Quintuples, entre otras.

    “Se han destacado por tener compromisos asumidos para contribuir al desarrollo económico sostenible con el objeto de mejorar y brindar el mejor servicio a todos sus clientes”, describe Sánchez a la gestión de Plastlit.

    Ingerman destaca que en los últimos años, el crecimiento de la clase media en el Ecuador ha permitido que la industria de alimentos, su principal clienta, tenga cada vez más actores, y por lo tanto, la demanda de plásticos en este segmento también se ha incrementado.

    De ahí que en el 2013 comenzó a operar la nueva planta de Plastlit, también ubicada en la vía a Daule, con una extensión de 6 000 m2, con la que la empresa adicionó 100 toneladas de producción mensualmente y ahora alcanza las 650 toneladas.

    “Estar orientados a alimentos y bebidas nos ha ayudado. Ha sido un rubro muy dinámico, cada vez hay más emprendimientos que usan (productos) descartables; en la familia ecuatoriana se está volviendo cada vez más habitual comer afuera”, cuenta Ingerman.

    A pesar de la difícil coyuntura del país, la empresa tiene planes de crecimiento el próximo año.
    Con una inversión de USD 1 millón, implementará una nueva maquinaria en el 2016. Además, el primer trimestre de ese año sacará al mercado una nueva línea de productos transparentes para alimentos (estuches de poliéster), que alcanzará una producción de 35 000 kilogramos al mes. “El 2016 será duro, pero pensamos que la demanda mantendrá un buen ritmo”, sostiene Ingerman.

    En esta máquina se producen los empaques resortables, conocidos como ‘retort pouch’. Plásticos del Litoral es la única empresa que los produce en el país. Fotos: Mario Faustos / LÍDERES
    En esta máquina se producen los empaques resortables, conocidos como ‘retort pouch’. Plásticos del Litoral es la única empresa que los produce en el país. Fotos: Mario Faustos / LÍDERES
  • La industria del plástico se reúne para evaluar retos en Guayaquil

    Evelyn Tapia

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    La industria del plástico en el Ecuador, que agrupa a unas 600 empresas y genera alrededor de 15 000 plazas de trabajo, ha logrado un incremento en su producción este 2015, a pesar del difícil panorama económico que atraviesa el país.

    De enero a septiembre, según datos de la Asociación Ecuatoriana de Plásticos (Aseplas), el sector importó un 21,83% más de materia prima que en el mismo periodo del 2014; este es el indicador más fiable para reflejar el comportamiento de la industria, debido a que la materia prima requerida para producir plásticos no se produce en el país.

    Caterina Costa, presidenta de Aseplas, comenta que la industria del plástico es proveedora de buena parte de las cadenas del sector productivo y exportador, por lo que la contracción de las ventas de algunos sectores y los proyectos parados en ciertas industrias por falta de crédito, han impactado también a los productores de plástico. “Como somos proveedores de un gran número de cadenas del sector productivo, la situación de las empresas varía dependiendo del sector productivo al que provee, pero sí hay una reducción en las ventas de los sectores que proveen a la construcción sobre todo”, cuenta Costa.

    Esto se refleja en la caída de las importaciones del PVC, materia prima para la elaboración de tuberías, que se demandan en el sector de la construcción. De enero a septiembre del 2014, se importaron 54 311 kilos netos de esa materia prima, pero en ese mismo periodo las compras bajaron en un 8,94%.

    Este es uno de los retos del sector que se abordarán en la octava edición de Feria Internacional IPLAS 2015, que se inaugura este martes 17 de noviembre del 2015, en el Centro de Convenciones de Guayaquil, en el que participarán unos 100 expositores de 16 países hasta el viernes 20 de noviembre.

    Costa señala que aunque la caída del precio del petróleo derivó en una baja en el precio internacional de algunas materias primas del plástico, el incremento en otros costos de producción, además de la oferta y demanda en Asia, equilibraron el escenario.

    “No todas las materias primas provienen del petróleo, hay algunas que vienen del gas. Sí ha habido baja en precios de materias primas derivadas del petróleo, pero en la industria tenemos incremento en los costos de la energía desde el año pasado y ahora el retiro del subsidio a los combustibles nos va a afectar, porque a veces transportamos con flotas propias”, comentó Costa.

    La innovación, responsabilidad y cuidado ambiental de las industrias, así como los avances tecnológicos del sector en lo referente a maquinarias, materias primas, moldes, equipos y accesorios tendrán espacio en charlas y exposiciones hasta el viernes en la feria.

    Empresas como  Poligrup han registrado un buen momento en la industria del plástico, pese a la crisis del petróleo. Foto: Archivo/ LÍDERES
    Empresas como Poligrup han registrado un buen momento en la industria del plástico, pese a la crisis del petróleo. Foto: Archivo/ LÍDERES
  • La industria del plástico padece una contracción

    Evelyn Tapia (I)
    redaccion@revistalideres.ec

    El consumo per cápita anual de plástico en el Ecuador es de 20 kg, por debajo de los 50 kg que alcanza América Latina. Este dato es parte de una industria que genera alrededor de
    15 000 empleos directos
    y que el año pasado presentó un incremento de 9,5% en comparación con el 2013.

    Para Caterina Costa, presidenta de la Asociación Ecuatoriana de Plásticos del Ecuador (Aseplas), este crecimiento es parte del resultado de las políticas de sustitución de importaciones emprendidas por el Gobierno.

    La industria del plástico se ha caracterizado por crecer siempre a la par o por encima del PIB nacional, según un informe de la Cámara de Industrias de Guayaquil (CIG).

    Pero frente al desempeño positivo que tuvo en el 2014 este sector industrial -al que pertenecen unas 600 empresas- aparecen retos que el gremio espera sobrepasar con la cooperación del Gobierno.

    Las importaciones de materia prima en los primeros cinco meses de este año reflejan una contracción de un 2% en volumen y 14% en valor FOB.

    Si bien las políticas de restricción de importaciones incrementaron las ventas el año pasado, existen normativas de calidad que constituyen trabas, según Costa.

    Solo en 2014 se emitieron alrededor de 400 normas de calidad. “También hay limitaciones en importación de maquinarias, por ejemplo, el reglamento 099 dificulta la importación de máquinas de inyección”, cuenta la empresaria.

    Para Víctor Jurado, director ejecutivo de Pro Ecuador, en cambio, es necesario que la industria trabaje alineada con normas y certificaciones que permitan brindar un producto de calidad.
    Jurado hace énfasis en la calidad sobre todo por las oportunidades de exportación que tiene el país a mercados como Centroamérica y el Caribe, que son regiones con menor nivel de industrialización.

    “Para exportar es más importante la actitud, el deseo del empresario. Se necesita importar materia prima y disponer de maquinaria, pero hay incluso empresas pequeñas que lo hacen”, dice el vocero de Pro Ecuador.

    A pesar de que la industria requiere importar casi la totalidad de sus materias primas porque en el Ecuador no se ha desarrollado la industria petroquímica, existen microempresas de 1 a 9 empleados que exportan pellets plásticos reciclados, polipropileno reciclado y juguetes caninos, según datos de Pro Ecuador.

    Entre los sectores más representativos de plástico según la CIG está la fabricación de envases (bolsas, botellas, tanques, garrafones, etc.), con el 67% de la producción total y el 72% del total del personal ocupado.

    Otro sector importante es el de la fabricación de tubos, caños y mangueras. Aunque este es uno de los segmentos que ha presentado una contracción importante en comparación al año pasado.

    Según Jurado, casi el 18% de las empresas ecuatorianas del plástico elaboran tuberías, accesorios para la construcción y demás.

    Las importaciones de plástico PVC, por ejemplo, reflejan una caída de USD 33 millones en el período enero-mayo del 2014 a USD 23 millones en el mismo período de este año. El PVC es el material que se utiliza en la fabricación de tuberías.

    La titular de Aseplas explica que esto se debe a la situación económica difícil que atraviesa el país. “Esto es porque la mayoría de tuberías son utilizadas para obras de infraestructura pública y ese segmento está detenido este año”, cuenta Costa. Ella añade que otro sector que mantiene preocupado al gremio es el de la construcción, pues la industria de plástico también es proveedora de este segmento económico.

    El reciclaje, por otra parte, juega un papel importante en el comportamiento de las importaciones de esta industria. Del total de empresas del plástico, el 16% tiene como función principal la elaboración de materia reciclado.

    “Entre 2012 y 2013 tuvimos la impresión de que hubo una contracción porque se redujeron las importaciones de materia prima, pero encontramos que esto se debió más bien a que cada vez más empresas estaban reciclando”, cuenta Costa.

    Un dato adicional señala que en Ecuador más de 20 000 personas se dedican a recolectar botellas plásticas, según el Servicio de Rentas Internas (SRI).

    Plastigomez
    La empresa Plastigomez, en la vía a Daule, es socia de Aseplas y se dedica a la producción de polipropileno y polietileno, así como empaques para bocadillos y alimentos. Foto: Enrique Pesantes/LÍDERES
  • En Quito se muestran telas elaboradas con residuos de café y botellas plásticas

    Redacción Líderes

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    La utilización de residuos orgánicos y reciclables para la producción de insumos como hilos, telas, confección de camisetas y gorras es la nueva tendencia de la industria textil.

    La empresa taiwanesa Singtex tiene la patente para la elaboración de la materia prima y prendas de vestir, con base en los residuos de café y botellas plásticas. Antonio Y. J. Chen, tercer secretario de la Oficina Comercial de la República de China (Taiwán) en Ecuador, afirma que desde el 2008 la fábrica inició las investigaciones y estudios del uso de estos elementos: “los lineamientos empresariales de Singtex se enfocaron en elaborar productos relacionados con el cuidado del medio ambiente”.

    Para el año 2010, la empresa, presentó al mercado la línea eco amigable denominada S.Café®, con gama de indumentaria como camisetas, gorras, protectores de brazos fabricados con residuos de café y botellas plásticas.

    Los valores agregados de estos insumos tienen cuatro componentes explica Chan: “tiene un buen desempeño en el control de olor, protege de los rayos ultravioletas del sol, tiene secado rápido y protege del frío, ajustando la temperatura automáticamente”. En la etiqueta, se da a conocer al consumidor final que tres tazas de residuos de café y cinco botellas plásticas hicieron posible la confección de la prenda.

    Al identificar que Taiwán, al ser un gran consumidor de café proveniente de Centroamérica, Colombia y Brasil, Singtex decidió usar la cáscara molida del grano de café, por sus propiedades como inhibidor de olor. Además, con la incorporación de botellas recicladas, permitieron que la línea tenga reconocimientos por su calidad en países como Suiza. Chan también explica que pese a que la fábrica no tiene representación en el Ecuador, el país sería un potencial mercado por la producción del café.

    Las principales marcas que están utilizando las telas e hilos producidos con residuos orgánicos de café y botellas plásticas son Assics, New Balance, Timberland, la línea Boss de Hugo Boss, entre otras.

    En la feria textil XPOTEX 2015, desarrollada desde el 18 al 20 de marzo en el Centro de Exposiciones Quito, en Ecuador la Oficina Comercial de la República de China (Taiwán) presentó la tecnología de la línea S.Café®.

    Como parte de las relaciones comerciales con Ecuador, la idea de estar presentes con esta línea ecológica en el recinto ferial es ofrecer al mercado nacional la nueva tecnología que presente el país asiático.

    Desde la década de los 60 y 70, Taiwán vio en la industria petroquímica un fuerte potencial para consolidar al sector textil como uno de los más fuertes a escala mundial. La materia prima, insumos, maquinarias producidas aquí, incidieron en que la cadena de productividad de telas y prendas de vestir atraigan a marcas como Nike y Adidas.

    La empresa taiwanesa Singtex tiene la patente para la elaboración de la materia prima y prendas de vestir, con base en los residuos de café y botellas plásticas.
    La empresa taiwanesa Singtex tiene la patente para la elaboración de la materia prima y prendas de vestir, con base en los residuos de café y botellas plásticas.